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UNAH-VS

UNIVERSIDAD
NACIONAL AUTONOMA
DE HONDURAS EN EL
VALLE DE SULA

FACULTAD DE INGENIERIA CIVIL

I PAC 2021

Procesos Gravitacionales ocurridos en Honduras

Asignatura: Geología
Catedrático: Ing. Doris Pérez

Grupo: #1

Integrantes:

Ayleen Mayela Medina Madrid 20152030871

Martin Edgardo Castellanos Martínez 20172000146

Loydi Gabriela Escobar Bardales 20142005472

Fredy Alejandro Sanabria Barahona 20172002247

Scarleth Vanessa Aita 20132100023

Sección: 0600
Fecha: 11 de abril de 2021

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Introducción

Desde el punto de vista de la ingeniería, SUELO es el sustrato físico sobre el que se


realizan las obras, hay diferentes tipos de suelos los cuales poseen características especiales
estos plantean diferentes problemas y retos al momento de realizar un proyecto.

Cada tipo de suelo se maneja de diferente forma y puede provocar una serie de fallas en el
diseño de una estructura; Una falla muy común se presenta cuando una nueva construcción,
erigida en contacto íntimo con una pared previamente establecida, arrastra esta última hacia
abajo. A continuación se presentaran los problemas de ingeniería asociados los diferentes
tipos de suelos y las fallas que pueden ocurrir.

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Problemas en las edificaciones

Es indispensable verificar que todas las etapas, tanto de diseño como de construcción, se realicen bajo
estándares de excelencia y calidad en todo el proceso; más aún durante el proceso de construcción de
las cimentaciones en edificaciones, puesto que es uno de los procesos que exige mayor cuidado, y del
cual dependerá el adecuado y buen desempeño de toda la estructura. Cualquier error en la solución
de un problema imprevisto durante esta etapa se traducirá en alteración de toda la estructura y en
cuantiosos costos de reparación. La construcción no se refiere únicamente a la etapa de ejecución de
un proyecto, sino que forma parte de un esquema integral que incluye planeación, instalación y
ejecución.

Características de los suelos inestables

Se caracterizan por tener una estructura macroporosa mal acomodada, muy abierta y una
granulometría predominantemente fina.

Los suelos colapsables suelen ser suelos depositados por acciones eólicas o acuosas, lo que
contribuye a su falta de cohesión.

En condiciones secas este tipo de suelos presentan un comportamiento resistente debido a la


cementación que ocurre al rellenarse los espacios vacíos por partículas más finas o cristales
de sulfato, lo que genera una cementación pobre o soluble en agua.

La inestabilidad de este tipo de suelos se produce principalmente con el aumento del


contenido de humedad, pero también se ve afectado en menor proporción por el aumento de
presiones (presión media actuante y de corte), variaciones en la presión de poros y la
interacción química resultante entre el líquido que satura y la fracción arcillosa.

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Algunas características son:

• El incremento en el contenido de humedad: Esta condición puede causar


deslizamientos o movimientos entre las partículas, ya que anula o vuelve susceptible
a las fuerzas intergranulares que sirven de contacto entre ellas, es decir, la saturación
disminuye las presiones efectivas lo que afecta a la resistencia al corte teniendo una
incidencia directa en la disminución de volumen.
• Alta concentración de tensiones: La acumulación de tensiones en los contactos entre
las partículas dan lugar a una rotura o colapso estructural.
• Área humedad: El tamaño del área que se ve sometida a incrementos de humedad
influye proporcionalmente en la magnitud del colapso, debido a la heterogeneidad del
terreno que causa variaciones locales en características del suelo tan importantes
como su minerología, peso unitario y cementación.

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Ejemplos de suelos colapsables:

Suelos residuales arenosos sin saturar con cohesión reducida por lixiviación o deslave, tobas
blancas y aglomerados piroclásticos con estructuras muy abiertas y bajas densidades, limos
yesíferos, arenas eólicas sueltas con cementación soluble en agua y finalmente el suelo con
mayor tendencia al colapso son los suelos loessicos que abarcan el 10 % de la superficie
terrestre continental que son producto de la sedimentación eólica.

Tobas Blancas Aglomerados Piroclásticos


Suelos residuales Arenosos

Limos yesíferos Suelo Loessico


Arenas eólicas sueltas

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Fallas por efectos del suelo sobre la edificación:
• Fallos generalizados del suelo
• Fallos locales del suelo
• Fallos de las cimentaciones
• Fallos de la excavación
• Fallos de las estructuras de contención
Fallos generalizados del suelo: Se producen a escala urbana o incluso territorial.
Laderas inestables:
• Reptación
• Deslizamiento curvo
La estabilización de laderas es un problema de enorme magnitud. Exigen la
intervención de técnicos altamente especializados.

Subsidencia: Es el asiento generalizado de una gran masa de terreno por extracción de


agua o terreno en las capas inferiores.
• Galerías de minas
• Túneles de metro o de circulación rodada en ciudades.

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Cavidades y Galerías (edificaciones antiguas):
En ciudades antiguas: Galerías, aljibes, viajes de aguas, antiguas cloacas en desuso, pozos,
etc. Es necesario conocer su extensión, para inyectarlas. Cimentaciones profundas o
puenteo de hueco rigidizándolo.
Otras causas:
• Movimientos sísmicos: Alteran profundamente y en forma no previsible el área
afectada
• Cambios periódicos de humedad en terrenos especiales: como pueden ser arcillas
expansivas. En tales casos deberá actuarse en forma preventiva utilizando sistemas
constructivos adecuados a los problemas que pueda presentar el suelo.

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Movimientos Sísmicos: es un movimiento vibratorio producido por la pérdida de
estabilidad de masas de corteza. Cuando el movimiento llega a la superficie y se propaga
por ésta le llamamos terremoto. Estas pérdidas de estabilidad se asocian, generalmente, a
los límites de placas tectónicas.

Fallos locales del suelo: Asentamientos, y otros problemas según tipos de suelo
Cohesivos, Arenosos., Movimientos del suelo por Arcillas Expansivas (Giros del Edificio
globales y locales)
Fallas Locales del Suelo
Son aquellos que puede producirse a escala suficientemente pequeña como para afectar a
un edificio en concreto.
Producen la mayor parte de las patologías de cimentación.
Capas de insuficiente capacidad portante.
Son aquellos terrenos que por su excesiva deformabilidad producen asientos de importancia
en cualquier edificación que se cimiente sobre ellos.
Terrenos de lodos, arcillas muy blandas, arenas muy flojas o rellenos insuficientemente
compactados.
Esta situación se agrava si el edificio tiene diferencia de cargas muy importante entre sus
distintas zonas.
Son aquellos en los que la resistencia de una zona es muy diferente de otra

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• Variaciones de espesor de los estratos de suelo
• Existencia de elementos más resistentes como afloramiento de roca
• Existencia de elementos de menor resistencia como cavidades coma son las
saturadas de agua
Fallas por asentamientos
Las arcillas, compactas y duras cuando secas, pierden estas cualidades en presencia de
agua. La consolidación de algunos estratos del suelo, como resultado del drenaje de aguas
mediante resumideros o algunas otras obras subsuperficiales, así como la consolidación
normal, más lenta, ocasionada por la presión de una sobrecarga, pueden ocasionar
inclinación de los cimientos. Se sabe que incluso los cimientos de pilotes se asientan y
desplazan lateralmente cuando las capas no consolidadas del suelo (por lo general de
espesor uniforme) empiezan a contraerse después de haber hincado el pilote o cuando hay
cambios en las condiciones de carga.
Una falla muy común se presenta cuando una nueva construcción, erigida en contacto
íntimo con una pared previamente establecida, arrastra esta última hacia abajo; por tal
razón, siempre es necesario dejar un hueco o plano de deslizamiento entre cualquier
estructura previamente asentada y una obra nueva. Un problema del mismo tipo es el
asentamiento por afinidad de estructuras existentes, apoyadas en un cimiento estable y
debajo del cual hay estratos blandos, los cuales se comprimen y flexionan bajo una nueva
carga, incluso cuando las dos estructuras no se tocan.
Es muy fácil observar los asentamientos y el problema se detecta a partir de la forma de las
cuarteaduras de los muros. Todo el diseño debe ser revisado para ver dónde y cómo pueden
suceder movimientos de la cimentación, de modo que se puedan efectuar por anticipado las
modificaciones pertinentes a fin de eliminar los posibles efectos sobre otras estructuras e
igualar los movimientos, en magnitud y dirección, en la nueva estructura.
También ocurren asentamientos en el caso de las cimentaciones de pilotes, e incluso cuando
se construyen zarpas sobre roca; por esta razón, cualquier suposición relativa a que no
habrá asentamientos sólo traerá problemas. Las cimentaciones de pilotes se asientan en la
misma magnitud que los suelos sustentantes bajo las cargas distribuidas.
Ciertas lutitas y rocas sedimentarias se desintegran cuando son sometidas a una carga
continua y se saturan de agua. A menos que se impermeabilicen las bases de las zarpas, la
percolación de aguas subterráneas o pluviales puede reblandecer significativamente dichas
rocas.
Los asentamientos a causa de la disolución de rocas calizas, por percolación de aguas, son
particularmente peligrosos. Es necesario evitarlos, porque suelen ser catastróficos. Antes de
construir una edificación sobre rocas calizas, se deben tener suficientes indicios de que esa
disolución es muy poco probable durante la vida útil del inmueble.

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Cuando se hacen rellenos por detrás de los muros de sótanos con tierras que se encogen al
deshidratarse lo que a menudo ocurre cuando el concreto absorbe el agua del suelo
adyacente, dichos rellenos forman huecos inmediatamente por detrás de los muros. Estas
condiciones han sido causa del colapso total de muros poco después de una lluvia intensa,
cuando penetra suficiente agua en los huecos como para que la presión hidrostática rebase
las especificaciones de resistencia del muro.
Las fallas individuales de zarpas dentro de un edificio suelen tener por causa las
excavaciones para instalación de tuberías que se realizan después de terminar la zarpa,
independientemente de la profundidad relativa de dichas excavaciones. También se
presentan problemas similares cuando se construyen nuevos alcantarillados o túneles de
tránsito en las vías públicas, sin sotomurar todas las zapatas que están por encima de la
superficie de influencia de la excavación. Esas construcciones también afectan el nivel
freático normal y, junto con las obras de bombeo para fines industriales o de
acondicionamiento de aire, los niveles de agua se han abatido en grado suficiente como
para provocar la putrefacción de pilotes de madera no tratada. Esta dificultad ha sido tan
común en muchas ciudades de Estados Unidos, que ahora los reglamentos de aquel país
prohíben el uso de pilotes no tratados en zonas donde el nivel freático no es estable. La
proximidad a zonas donde hay aguas naturales no es garantía de estabilidad; se ha
demostrado que el nivel subterráneo de las aguas puede estar hasta 10.5 m por debajo del
nivel del mar a muy corta distancia de éste, en sitios donde se han bombeado en exceso las
aguas para uso industrial.
Una falla grave de la cimentación, ocurrida en una pesada fábrica construida sobre arenas
finas compactas, tuvo como causa el hundimiento de algunos pozos artesianos ubicados
dentro del predio, de los cuales se extraían grandes volúmenes de agua por bombeo. Esto
hizo que las capas del suelo subyacente perdieran espesor, con lo que el piso adquirió la
forma de un plato al hundirse.
Las sobrecargas locales de firmes (losas) directamente apoyados en el suelo, que se
transmiten a unas cuantas zarpas, explican la rara forma de los techos de muchas bodegas
de una sola planta.
Es posible controlar todos estos fenómenos, pero solamente si se considera que las
cimentaciones tendrán asentamientos al alterarse el apoyo y se acepta de antemano que toda
cimentación nueva tiene que asentarse conforme recibe cargas.

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( Charles P. Gupton. Mecánica de Suelos y Cimentación, s.f.)
Suelos Cohesivos
Los suelos cohesivos poseen partículas pequeñas y bastante arcilla como para que el suelo
se adhiera a sí mismo. Mientras más cohesivo sea el suelo, será porque contiene más
cantidad de arcilla, y será menos probable que suceda un derrumbe. Es en esto en donde
radica la diferencia con los suelos granulares, los cuales están conformados por gruesas
partículas gruesas, de arena y grava.
Cuando el suelo es menos cohesivo, se necesita llevar adelante mayores medidas para
prevenir un derrumbe. Se utiliza un sistema de medición llamado "fuerza de compresión"
para clasificar cada tipo de suelo. Que es la cantidad de presión necesaria para que el suelo
colapse. Este valor se presenta usualmente en unidades de toneladas por pie cuadrado.
Parte del proceso para construir un edificio o una carretera implica analizar el suelo en que
el edificio llevará a cabo. Los ambientes del suelo proporcionan la base física de un edificio
o un camino para estar de pie durante años. En los aspectos de ingeniería de la composición
del suelo examinan las diferencias en textura, fuerza y consistencia que distinguen suelos
cohesivos de ambientes de suelos no cohesivos.
Tipos de suelos desde el punto de vista de la mecánica de suelos.
• Suelos no cohesivos: Las partículas no tienden a juntarse ni adherirse, sus partículas son
relativamente grandes, también llamados suelos granulares o friccionantes (arenas, gravas y
limos).
• Suelos cohesivos: Existen partículas muy pequeñas donde predominan los efectos
electroquímicos superficiales. Las partículas tienden a juntarse (interacción agua/partícula)
en suelos plásticos como las arcillas.
(GRUPO CIPSA, s.f.)

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Arcillas Expansivas

la presencia de suelos arcillosos expansivos, cuya principal característica es la de producir


movimientos como consecuencia de hinchamientos y retracciones del subsuelo sobre el

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cual apoya la cimentación, debidos a cambios de humedad y que provocan en la mayoría de
los casos daños estructurales importantes.
Las arcillas expansivas, pertenecen a un grupo mineralógico muy amplio de materiales de
naturaleza química silícea denominados silicatos. Dentro de estos, en función de la
distribución de los tetraedros de SiO44- (figura 1) se clasifican sistemáticamente dentro de
los Filosilicatos o silicatos laminares. Así, a grandes rasgos y en función del tipo de arcilla,
entre lámina y lámina, se emplazarán en mayor o menor medida las moléculas de agua que
producirán el hinchamiento.

Las arcillas provienen de la alteración físico-química por acción principalmente del agua,
de minerales que forman parte de otras rocas preexistentes, en función de que roca se altera
y en que grado, se originan una serie de minerales denominados “minerales de la arcilla”.
Los materiales arcillosos que son susceptibles de sufrir hinchamiento o procesos de
expansividad, que permiten una entrada muy grande de agua entre las láminas de su
estructura, son principalmente los pertenecientes al grupo de las esmectitas (figura 2).
Como apunte, indicar que cuando el catión interlaminar es el sodio, las esmectitas tienen
una gran capacidad de hinchamiento, pudiendo llegar a producirse la completa disociación
o separación de las láminas, teniendo como resultado un alto grado de dispersión y un
máximo desarrollo de propiedades coloidales, que dan lugar a propiedades especiales como
las de los lodos estabilizadores tixotrópicos o bentonitas. Si por el contrario, tienen Ca o
Mg como cationes de cambio su capacidad de hinchamiento será mucho más reducida.

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Desde el punto de vista geotécnico, los suelos plásticos o arcillosos, son aquellos capaces
de deformarse sin agrietarse, ni producir rebote elástico, cambiando su consistencia al
variar el contenido de agua. En función de los cambios de contenido de humedad se dan
diferentes estados físicos, siendo los límites para cada estado de consistencia los conocidos
como límites de Atterberg: límite líquido, límite plástico e índice de plasticidad, que son el
punto de partida para la estimación de la expansividad de un suelo.
En general y de forma orientativa, el grado de expansividad se puede determinar en función
de las propiedades geotécnicas de los suelos según el cuadro adjunto:

Para la determinación de la expansividad de un suelo, los ensayos a realizar son:


• Granulometría, permitirá determinar el porcentaje de finos que contiene y
clasificarlo en limos o arcillas según los criterios de Casagrande (límites de
Atterberg).
• Límites de Atterberg, para determinar los límites líquido y plástico y el índice de
plasticidad.
• Hinchamiento Lambe, obteniéndose el cambio de volumen potencial, pudiendo ser
éste, No Crítico, Marginal, Crítico y Muy Crítico y el índice de hinchamiento
(similar pero no igual a la presión de hinchamiento).
• Humedad natural
• Edómetro presión de hinchamiento, colapsabilidad, asientos, etc.

Descripción y origen de los daños


DESCRIPCIÓN
El comportamiento de este tipo de suelos frente a los cambios de humedad (problema que
se acusa con los cambios estacionales debido a los ciclos de humectación-desecación así
como a la ascensión del nivel freático) da lugar a la variación de su volumen,
produciéndose movimientos por los asentamientos diferenciales de la cimentación, lo que
puede llevar a la estructura a soportar esfuerzos superiores a los previstos en cálculo y por
tanto producir patologías no admisibles, que pueden ser:
Grietas verticales e inclinadas en ambos sentidos. Estos suelos provocan problemas de
arrufo y quebranto combinados por empujes horizontales, que se manifiesta en fisuraciones
en paramentos de fachadas:

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• Por arrufo o cedimiento de la cimentación en la parte central del edificio.
• Por quebranto o cedimiento de la cimentación en dos extremos al mismo tiempo.
Fisuración y rotura de elementos estructurales: Fisuración de cortante en nudos de
entramado, trabajo en ménsula con grietas horizontales y/o inclinadas, rotura de forjados,
vigas, muros de carga con grietas inclinadas y horizontales, etc. El asiento diferencial
excesivo da lugar al movimiento de los pilares o grupos de pilares, superándose el límite
elástico de algunos elementos estructurales. Estos daños se manifiestan en principio en las
fachadas ya sean portantes o no con las grietas anteriormente expuestas.
Rotura de cimentación.
• Zapatas aisladas y/o corridas: despegue de cimentación, grietas horizontales por
empujes y grietas inclinadas por asiento diferencial.
• Losas: Grietas de flexión y distorsiones que pueden desembocar en giros y rotura de
la misma. Pilotes: En obras antiguas, rotura de pilastras por cambio del estado de
cargas, roturas por flexión, cortante o flexión, empujes sobre vigas riostras y los
encepados, hundimientos por retracción del suelo, etc.
• Muros de sótano: Grietas por empujes laterales.
Deformación de pavimentos.
Rotura de conducciones, enfatizando aún más el problema al producirse la rotura de
colectores que suministran agua al edificio.
ORIGEN
El origen de las patologías por arcillas expansivas depende directamente de tres factores
que pueden interaccionar entre sí y que son:
• La naturaleza geológica y geotécnica del suelo y en concreto el porcentaje de
contenido en finos para su caracterización.
• El grado de expansividad a determinar en función de los diferentes ensayos
enunciados.
• Cambios de humedad. Debido a la estación en la que nos encontremos o por otros
factores externos tales como rotura de tuberías de abastecimiento de agua, de
saneamiento, zonas de riego abundante, existencia de árboles de crecimiento rápido
y hoja caduca próximos al edificio, etc., se produce la hidratación y deshidratación
del terreno.
Prevención y reparación de daños
PREVENCIÓN

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Para evitar la aparición de las patologías descritas, deberán seguirse una serie de
recomendaciones generales a seguir tanto en proyecto como en ejecución y de las cuales
deberán elegirse todas o algunas en función del caso particular:
a) Profundidad de apoyo. La solución de cimentación propuesta deberá apoyar a una
profundidad suficiente sobre las zonas del sustrato menos expuestas a los cambios de
humedad y oscilaciones del nivel freático (zapatas, pozos de hormigón pobre, pilotes, etc),
intentando evitar así las capas activas.
Generalmente en nuestro país por debajo de 3,00-3,50 m no hay a priori problemas con
cambios de humedad siempre y cuando no exista un nivel de agua o actuaciones antrópicas
que produzcan dichos cambios.
b) Cargas. Las cargas transmitidas por la cimentación al sustrato deberán compensarse con
la tensión máxima admisible del suelo, asientos y la presión de hinchamiento, de modo que
esta última nunca supere la tensión de trabajo de la cimentación.
Se podrá disminuir la acción de las arcillas expansivas siempre y cuando la tensión
transmitida por cada zapata, pozo o pilote sea regular y constante, no debiendo aparecer
diferencias importantes de carga de unas a otras. Deberá calcularse los posibles
movimientos diferenciales y distorsiones angulares estimando si es necesario profundizar la
cimentación para evitar posibles daños.
c) Sistema de cimentación. Los pozos, zapatas, pilotes, etc, deberán en todos los casos estar
perfectamente arriostradas en dos direcciones, con vigas de atado adecuadamente armadas.
Tanto la cimentación como las vigas riostras deberán separarse del terreno en todas sus
caras (en pozos perimetralmente) con una capa de zahorra de unos 15 cm que amortigüe los
posibles empujes del suelo sobre las mismas. Deberá evitarse en todos los casos el apoyo
directo de soleras sobre el sustrato expansivo, recomendándose la ejecución de forjados
sanitarios con una correcta ventilación y debidamente calculados.

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d) Conducciones subterráneas Deberá controlarse tanto de proyecto como de ejecución,
todas las conducciones subterráneas, saneamientos, canalizaciones y tuberías, para evitar
roturas o fugas de agua que alteren el estado de humedad del suelo y se puedan producir
movimientos del sustrato.
• Las juntas entre tuberías deberán ser flexibles.
• Colocación de un lecho de hormigón bajo las tuberías rellenándose y
compactándose adecuadamente con suelo granular fino.
• Arquetas y encuentros con las tuberías, flexibles que no rompan.
e) Urbanización exterior. Aceras amplias y pavimentaciones extensas impermeables
debidamente armadas para evitar roturas; dispuestas de forma perimetral, con pendiente
hacia fuera y cunetas en el borde exterior.
Con grados medios-altos y altos de expansividad, evitar el riego excesivo de las zonas
ajardinadas que deberán disponer de un sistema adecuado de drenaje que impida cambios
de humedad del suelo y donde se evitará la plantación de especies caducifolias y de ribera
(chopos, alisos, sauces, olmos, etc) próximos a los edificios y sus cimentaciones.
f) Drenaje. Sistemas de drenaje perimetral efectivos, con tubos dren profundos y sistemas
que eviten la colmatación de los mismos (geotextiles, etc) y permitan la correcta
evacuación de las aguas superficiales.
g) En la ejecución. Deberá evitarse la exposición prolongada del sustrato de apoyo a la
acción de la naturaleza, excavándose y hormigonándose en el menor tiempo posible.
REPARACIÓN

Las actuaciones a llevar a cabo, son complejas y de elevado coste, siendo estrictamente
necesaria la obtención de parámetros geotécnicos específicos para que el cálculo del recalce
o refuerzo esté a la altura de las circunstancias y la patología no progrese. Los principales
métodos de reparación son:
• Recalces en cimentación, mediante bataches o micropilotaje
• Zunchados horizontales y refuerzos en la estructura, tales como zócalos armados y
atados a la cimentación rodeando el edificio, vigas de atado a nivel de cubierta y
forjados intermedios, rigidización de marcos de puertas y ventanas, empleo de
contrafuertes, etc.
(ARNO, s.f.)
Giros de Edificios locales y globales

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Fisuras por Asientos Excesivos
Síntomas de fallo en la cimentacion
La primera lesión que se produce en un edificio debido a un fallo de la cimentación es un
asiento Pero éstos no se detectan de forma directa, ya que los cimientos no están a la vista
Sin embargo, los asientos excesivos y no previstos de la cimentación causan otras lesiones
secundarias (grietas y fisuras, giros, desplomes, desniveles y flechas) que permiten
localizarlos e identificarlos de manera indirecta Estas lesiones secundarias son los primeros
síntomas que permiten detectar algún fallo o problema en la cimentación
Además de los asientos pueden producirse levantamientos en edificios de poco peso
debidas a supresiones del terreno o también desplazamientos (movimientos horizontales)
del edificio cuando la cimentación está en terreno inestable o cuando hay problemas
geotécnicos a gran escala En este artículo nos centraremos en los asientos y en las lesiones
secundarias que éstos provocan.

ASIENTOS
Los asientos son movimientos verticales de descenso del plano de apoyo de la cimentación
por la consolidación bajo carga del suelo que tiene debajo. Pueden ser asientos uniformes
(o totales) y asientos diferenciales.
Los asientos se llaman uniformes (o totales) cuando su magnitud es la misma o muy
uniforme en todos los puntos de la cimentación del edificio. Si la capa compresible del
suelo tiene espesor constante y la construcción no es más pesada en un extremo que en otro
(el centro de gravedad de las cargas está cerca del de los cimientos), el edificio asentará
uniformemente sin perder su verticalidad.
Estos asientos no suelen producir lesiones en los elementos constructivos ya que el edificio
se desplaza en conjunto, sin embargo, pueden constituir un grave problema si su magnitud
es excesiva (por ejemplo en la ciudad de Méjico algunos edificios han asentado más de
3m).
Los asientos se llaman diferenciales cuando su magnitud en los cimientos de un mismo
edificio es diferente (figura 1).
Si hay asientos diferenciales, los movimientos relativos de unas partes del edificio respecto
de otras pueden producir graves lesiones en elementos constructivos o estructurales ya que,
al quedar parte de los cimientos sin el apoyo suficiente, el edificio se deforma acoplándose
a la nueva forma de sustentación.
La estructura no suele tolerar esta deformación produciéndose grietas y fisuras, desplomes,
giros y deformaciones excesivas.

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Grietas y fisuras
Las grietas y fisuras suelen ser los primeros síntomas de que se han producido asientos
diferenciales excesivos en la cimentación.
Las estructuras, la tabiquería y los cerramientos tienen una deformabilidad que permite un
cierto grado de distorsión sin que se alcancen los límites de resistencia de los materiales
que las forman. Cuando los esfuerzos provocados por los asientos diferenciales, sumados a
los propios de la estructura, agotan, en algún punto, la resistencia a tracción, a compresión
o a esfuerzo cortante de los materiales o las fábricas, éstas se fisuran o agrietan.
Las grietas o fisuras tienen una sintomatología típica y responden a patrones identificables
dependiendo del tipo de elemento, del material, de su ubicación en el edificio, de su
dirección y de su forma.
El análisis de la situación forma y evolución de las grietas y fisuras ayuda a comprender los
movimientos de la estructura y a diagnosticar las causas que han originado el fallo de la
cimentación.
Grietas en muros de fábrica
Las grietas en muros de fábrica o de hormigón en masa suelen producirse cuando se agota
su resistencia a tracción, distribuyéndose en forma de arco de descarga (perpendicularmente
a los esfuerzos de tracción), partiendo de los puntos débiles de los muros (esquinas de los
huecos próximos a la zona del asiento) y propagándose desde el punto donde se ha
producido el asiento con forma concéntrica.
El estudio y análisis de su disposición y magnitud permite deducir cómo se distribuyen las
tensiones en los elementos constructivos afectados y cómo se deforman así como localizar
el punto o puntos de la cimentación que se están desplazando o asentando.
Si se produce un asiento en la zona central de un muro de cierta longitud, ésta se queda
parcialmente descolgada, haciendo que el muro trabaje como una gran viga que, por no
admitir prácticamente las tracciones, rompe por donde éstas superan el límite admisible
para las fábricas. Si la fábrica no tiene huecos y es de buena calidad suele romper formando
un arco parabólico de descarga. Cuando esa misma fábrica tiene huecos, las grietas suelen
situarse formando ese mismo tipo de curva pero partiendo de las esquinas opuestas de los
huecos (figura 2 y figura 3). Cuando la calidad de la fábrica no es buena se producen grietas
verticales por deslizamiento.

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Si los asientos son mayores en los extremos que en el centro, las tracciones se dirigen hacia
éstos, produciéndose las grietas en dirección perpendicular a dichas tracciones. Este mismo
tipo de grieta ocurre cuando, por fenómenos de expansividad, se producen hinchamientos
mayores en el centro que en los extremos. Las grietas suelen partir también de las esquinas
de los huecos.

En ocasiones el asiento se produce sólo en una esquina, afectando a las dos fachadas o
también puede producirse en un testero. La dirección de las grietas es similar a los casos
descritos anteriormente aunque, si los muros de los testeros no están bien trabados con las
fachadas puede producirse una grieta vertical llegando incluso al desprendimiento y
desplome del muro.
Cuando el muro pertenece a un edificio de poca altura, la rotura suele producirse en la parte
inferior (figura 4). Se genera una tensión de tracción máxima a 45º debido al esfuerzo
cortante vertical. En la parte alta del muro aparece una grieta vertical por las tracciones
horizontales que genera la flexión del muro en su plano mientras que en la parte baja del
muro suele aparecer una grieta horizontal en la esquina en la que se ha producido el asiento
(al quedar la parte inferior del muro colgando).

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Grietas por asientos en estructuras de pórticos
Las estructuras de pórticos son, comparativamente, mucho más flexibles y resistentes que la
fábrica por eso, cuando se producen asientos, suelen agrietarse antes los cerramientos y los
tabiques. Cuando se producen las primeras fisuras en los pórticos los cerramientos y
tabiques suelen estar ya muy agrietados.
El asiento diferencial de una zapata en un pórtico de hormigón armado (formado
habitualmente por nudos rígidos) produce esfuerzos no previstos que repercuten, por su
continuidad, en toda la estructura, aunque sólo se aprecian sus consecuencias en forma de
fisuras en las secciones de elementos no preparadas para soportar este aumento de
tensiones.
La interpretación de la fisuración en la estructura es más difícil que la de agrietamientos en
tabiques, ya que depende mucho de la magnitud y distribución de los esfuerzos de servicio
y de las armaduras de que disponga cada sección. Las fisuras se producirán habitualmente
cuando las tracciones adicionales superen a las toleradas por las armaduras (o se produzca
el deslizamiento de las mismas por adherencia insuficiente), aunque también pueden
aparecer grietas de aplastamiento del hormigón en la zona comprimida de la viga. En los
soportes puede producirse rotura frágil por pandeo o por un cortante excesivo.
Cuando la estructura es de madera, especialmente en edificios antiguos en los que las
uniones entre vigas y soportes no suelen ser rígidas, los asientos de la cimentación no
modifican las solicitaciones originales de la estructura que se acomoda a este descenso,
aunque con la consiguiente inclinación de los forjados. Las grietas se producirán
principalmente en tabiques y cerramientos.
Grietas en la tabiquería
Los tabiques, al ser los elementos más frágiles son los que primero se agrietarán. Cuando se
produce el asiento de un pilar y, por tanto, la deformación de los elementos del pórtico, se
agrietarán los tabiques que estén situados en su plano cuando no sean capaces de tolerar la
deformación de éste. Estas grietas tienen, en general, la misma disposición y apariencia en
arco de descarga que las que se producen en las estructuras de muros de fábrica, es decir,
con dirección perpendicular a las tracciones máximas (ver apartado 4.2.1), siguiendo la
línea de las isostáticas de compresión.

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Además, lo más característico de las grietas originadas por asientos diferenciales es que su
paralelismo se extiende a varios vanos y que el efecto se nota más en las plantas más bajas
y en las proximidades del asiento, disminuyendo los efectos con la altura. Como
habitualmente la planta baja no suele tener tantos cerramientos como la planta primera y las
superiores, especialmente en edificios de viviendas, los efectos de los asientos se suelen
manifestarse en las tabiquerías a partir de la planta primera. Sin embargo, si en la planta
más baja hubiera la misma cantidad de cerramientos y tabiquería, los efectos serían
mayores.
En las figuras 5 y 6 se muestran dos ejemplos de los efectos en la tabiquería causados por
asientos cóncavos y convexos, respectivamente, en una estructura de pórticos de dos
plantas. En ambos casos, las columnas deforman poco, permaneciendo casi rectas y las
vigas, aunque deforman, conservan casi la horizontalidad en sus extremos (nudo rígido,
conserva ángulo). El efecto es una distorsión del rectángulo formado por pilares y vigas,
generando tensiones tangenciales en todo el perímetro del tabique.
La fábrica que ocupa ese rectángulo (cerramiento de fachada o tabiquería interior) sufrirá
aplastamiento, despegue y agrietamiento tal y como se indica en el dibujo. En la diagonal
que se alarga, se genera un esfuerzo de tracción y en la que se acorta, uno de compresión,
por eso el agrietamiento (indicativo de que la resistencia de la fábrica no es suficiente para
soportar la tensión de tracción) sigue la línea de la diagonal que se acorta, perpendicular al
esfuerzo de tracción que no puede absorber.

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Debido a la heterogeneidad de la fábrica, la grieta no sigue una línea recta sino que está
formada por pequeñas grietas horizontales y verticales que van siguiendo los puntos más
débiles que son precisamente las juntas entre los ladrillos. Cuando hay huecos, las grietas
salen de las esquinas opuestas de los mismos ya que, en esos puntos, se producen las
tensiones máximas.
Cuando las tensiones tangenciales en el perímetro del tabique crecen puede producirse el
agotamiento a cortante, tanto en el contacto pilar- tabique como en el contacto viga-tabique.
Esto genera un deslizamiento y, por tanto, la aparición de fisuras a lo largo de la unión
entre ambos elementos, pudiendo, incluso, llegar al despegue (figura7).

Giros y desplomes
Los giros o desplomes suelen estar directamente asociados a un fallo de cimentación,
pudiendo afectar a elementos constructivos concretos de un edificio o a todo el edificio en
conjunto. Aunque no suelen ser los primeros síntomas, sí son los síntomas más evidentes de
problemas de asiento en un edificio ya que, cuando aparecen, nos advierten de la gravedad
del fallo de la cimentación.
En ocasiones, la deformabilidad del suelo y la rigidez y monolitismo del edificio producen
un giro uniforme de todo el edificio. Este giro, igual que los asientos uniformes, puede no
causar daños apreciables en los elementos constructivos, ya que no sufren desplazamientos
relativos entre ellos, pero puede afectar gravemente a la estabilidad del edificio,
especialmente cuando se trata de edificios altos y esbeltos o torres.

La figura 8 representa el mismo ejemplo visto anteriormente en la figura 5 pero con un giro
de conjunto respecto del pilar 1. Se aprecia claramente como los valores de los asientos han
aumentado por el giro, pero al ser un giro del conjunto del edificio no se han alterado las
deformaciones de la estructura, salvo el efecto del descentramiento de las cargas verticales

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que no tiene importancia en edificios bajos, pero sí puede tenerla en edificios altos o en
torres, tal y como se ha comentado.
En ellos este giro contribuye a que la excentricidad del centro de gravedad, si la hay,
aumente y, si no la hay, que se produzca, al descentrarse la verticalidad. A causa de ello,
aumentan las cargas en la cimentación del lado en que se ha producido ya el asiento
diferencial, aumentando éste cada vez más. Si el proceso no se estabiliza puede producirse
el vuelco del edificio. Algunos ejemplos muy conocidos son el de la torre de Pisa.
Fallos de las Cimentaciones: Son aquellos que se producen por fallo en el diseño o en
la construcción de la cimentación del edificio.

• Cimentaciones insuficientes: Se producen cuando


las dimensiones del cimiento producen tensiones
excesivas sobre el terreno. Un caso muy frecuente es
el de las edificaciones antiguas en las que muchas
veces los muros de carga apoyan directamente sobre
el terreno.

• Cimentaciones diferentes en una misma edificación: Esta situación se produce


cuando se utilizan sistemas de cimentación muy distintos en el mismo terreno. Un
caso frecuente es el de edificios en los que el perímetro se apoya sobre una pantalla,
mientras que los pilares interiores apoyan sobre zapatas aisladas.

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• Acciones externas desfavorables: En ocasiones la existencia de acciones
exteriores desfavorables que no han sido previstas, puede ser origen de graves
patologías. Entendemos que este tipo de fallos son atribuibles al diseño de la
cimentación que debería ser adecuada para resistir dichas acciones.

Algunos ejemplos pueden ser:


Aumento accidental de la humedad del terreno: tanto por rotura accidental de las
conducciones como por falta de drenaje. Diseño y control de los elementos que intervienen
como pavimentaciones exteriores, drenajes perimetrales y en soleras, etc.

Raíces de árboles:
→ Rotura de cimiento por efecto cuña
→ Variaciones de humedad sobre el terreno
→ Rotura de tuberías
→ Árboles muy peligrosos: Álamo, chopo, aliso, acacia, sauce, olmo y en
general los árboles de ribera.
→ Árboles peligrosos: arce, abedul, fresno, haya, encina.
→ Árboles poco peligrosos: Alerce, cedro, abeto. Para evitar estos efectos
debemos situar la edificación a una distancia mayor que la altura del árbol si
está aislado y mayor que 1,5 veces su altura si se trata de una hiera de
árboles. Así las distancias son menores es necesario colocar barreras anti
raíces.
.

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• fisuras por asientos excesivos: La primera lesión que se produce en un edificio
debido a un fallo de la cimentación es un asiento. Pero éstos no se detectan de forma
directa, ya que los cimientos no están a la vista. Sin embargo, los asientos excesivos
y no previstos de la cimentación causan otras lesiones secundarias que permiten
localizarlos e identificarlos de manera indirecta.
Los problemas de asientos no deben atribuirse al terreno. El terreno es como es y la
obligación del técnico es averiguar sus características. La responsabilidad de la aparición de
lesiones únicamente debe atribuirse a la estructura, que no ha podido adaptarse a las
características del terreno real. En la mayor parte de los casos la actuación consistirá en una
intervención sobre la estructura o la cimentación, siendo muy poco frecuentes las
intervenciones de consolidación sobre el terreno.
La estructura no suele tolerar esta deformación produciéndose grietas y fisuras, desplomes,
giros y deformaciones excesivas.

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Fallos de la excavación:
Fallos producidos en la excavación
-Excavación completa del solar o de parte de él sin respetar el orden de los bataches.
- Excavación sin considerar el efecto de las vibraciones producidas por la maquinaria o los
impactos sobre la edificación colindante, en especial si es de fábrica.
- Uso inadecuado de explosivos.
- No consideración de características nocivas del terreno, tales como inclusiones de estratos
blandos, meteorización rápida de algunas rocas, etc. La excavación de un solar es
SIEMPRE una obra de alto riesgo.

Fallas debido a excavaciones colindantes:


→ Presión especulativa sobre el suelo: solares poco adecuados
geotécnicamente.
→ Excavaciones cada vez más profundas: Aumentar el número de sótanos.

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Lesiones de asiento:
MOVIMIENTOS GENERALES DEL EDIFICIO
→ Deformación convexa.
→ Deformación cóncava.

Lesiones de Asientos
(Movimientos generales del edificio)

Los asientos son movimientos verticales de descenso del plano de apoyo de la edificación
por la consolidación bajo carga del suelo que tiene debajo

Asientos de obra e inicial del terreno


El asiento relativo de los materiales y la adaptación el plano de asiento de la construcción
sobre el terreno, constituyen las lesiones de adaptación, que serán en la obra nueva o en las
reconstrucciones.
Podemos definirlo como el acoplamiento de los materiales para acomodarse a las
circunstancias de uso.

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Lesiones del cedimiento
Las lesiones de cedimiento provienen del descenso del plano de apoyo de un edificio y
forman el capítulo de más amplio espectro entre todos los tipos de lesiones, por ser los
casos más abundantes y variados

Asientos uniformes (o totales) cuando su magnitud es la misma o muy


uniforme en todos los puntos de la cimentación del edificio. Si la capa
comprensible del suelo tienen espesor constante y la construcción no
es más pesada en un extremo que en otro (el centro de gravedad de las
cargas está cerca de los cimientos), el edificio asentara uniformemente
sin perder su verticalidad.

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Asientos se llaman diferenciales, cuando su magnitud en los cimientos de un mismo
edificio es diferente, si hay asientos diferenciales, los movimientos relativos de unas partes
del edificio respecto de otras pueden producir graves lesiones en elementos constructivos o
estructurales ya que al quedar parte de los cimientos sin el apoyo suficiente, el edificio se
deforma acoplándose a la nueva forma de sustentación.

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Movimientos locales del Edificio

Las conexiones entre elementos estructurales son puntos críticos, aparecen grietas
diagonales y fallas por adherencia entre el concreto y el acero, anclaje insuficiente del
refuerzo longitudinal y esfuerzos excesivos de flexión. Las losas pueden presentar daños
por punzonamiento alrededor de las columnas y grietas longitudinales perpendiculares al
plano de flexión a lo largo de la placa, debido al exceso de flexión producida por el
movimiento.

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Movimientos Locales del edificio

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Conclusiones

• Desde el momento en el que se desea ejecutar una construcción se debe de tener en


cuenta el tipo de suelo, hay suelos que deben de identificarse sobre los cuales
simplemente no se debe de construir.
• Se puede identificar un suelo inestable debido en gran parte a que suelen retener la
humedad, no solamente por saturación de agua sino por su estructura con poros
grandes que permiten el paso del agua y la retienen, no tienen una acción permeable.
La inestabilidad también puede darse debido a la acumulación de tensiones.
• Estos suelos en condiciones secas, por lo general son resistentes debido a que se
funden con partículas más finas o cristales de sulfato que se infiltran en los espacios
vacíos, pero que ante el agua es soluble.

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Bibliografía

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https://www.arcus-global.com/wp/causas-de-fallas-en-las-cimentaciones/

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