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Lema.

 Versículo. Porque yo sé muy bien los planesque tengo para


ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de
calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
Jeremías 29:11
esperanza

Confianza de lograr una cosa o de que se realice algo que se desea.

La esperanza es un estado de ánimo optimista en el cual aquello que deseamos o aspiramos nos
parece posible. En este sentido, la esperanza supone tener expectativas positivas relacionadas con
aquello que es favorable y que se corresponde con nuestros deseos.

¿Qué es la esperanza en la Biblia?

La expectativa confiada y el anhelo de recibir las bendiciones que se han prometido a los justos. En
las Escrituras se habla con frecuencia de la esperanza como la espera anhelosa de la vida eterna
por medio de la fe en Jesucristo.

El Señor te protegerá;
de todo mal protegerá tu vida.
El Señor te cuidará en el hogar y en el camino,
desde ahora y para siempre.

Salmo 121:7-8

INTRODUCCIÓN

Para muchas personas la esperanza es simplemente un sentimiento ilusorio de que algo


bueno pasara, muchas personas dicen que la “esperanza es lo último que se pierde” pero en
la realidad cuando están pasando por las dificultades de la vida es lo primero que pierden.

Pero para un hijo de Dios la esperanza no es un sentimiento ilusorio, o simplemente un


pensamiento positivo, sino que es la confianza y la seguridad que Dios obrara para bien
en nuestra vida, basados en su palabra y en sus promesas. La palabra de nuestro Dios nos
enseña que la esperanza de los impíos es ilusoria y no puede sostenerlos en el tiempo de la
adversidad (Job 8:13-15) 13 Tales son los caminos de todos los que olvidan a Dios;

Y la esperanza del impío perecerá;


14
porque su esperanza será cortada, Y su confianza es tela de araña.

Pero nosotros los hijos de Dios debemos tener esperanza siempre, pase lo que pase en
nuestra vida, no debemos perder la esperanza: Job 8.5.7

Si tú de mañana buscares a Dios, Palabra de Dios para Todos


5
Y rogares al Todopoderoso; Job, si buscaras a Dios
6 diligentemente,
Si fueres limpio y recto,
si le suplicaras misericordia al
Ciertamente luego se despertará por ti,
Todopoderoso
Y hará próspera la morada de tu justicia. 6
y fueras intachable e íntegro,
7
Y aunque tu principio haya sido pequeño, entonces él velaría por ti.
Tu postrer estado será muy grande. Él restauraría tu hogar que con
justicia mereces.

I) NO DEBEMOS AVERGONZARNOS DE TENER ESPERANZA AUNQUE TODO


PAREZCA PERDIDO (ROMANOS 5:5) y la esperanza no avergüenza; porque el
amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que
nos fue dado.

 En un mundo lleno de desesperanza y sin fe las personas que tienen esperanza


muchas veces son tenidas por ilusos, por bobos, por engañados, pero a nosotros no
debe de desanimarnos lo que las personas digan o piensen, nosotros debemos
mantener nuestra esperanza por lo que ha dicho nuestro Dios.

 No nos avergoncemos de tener la esperanza que el próximo año será una año mejor
para nosotros, aunque todos digan lo contrario, no te avergüences de tener la
esperanza de que tu matrimonio se restaurara a pesar que hoy parezca que está
destruido, no te avergüences de tener la esperanza que la enfermedad será sanada
aunque los médicos digan lo contrario.
 Posiblemente muchas personas trataran de robarte tu esperanza y convencerte que
nada cambiara, que todo al final saldrá mal, pero recuerda tu esperanza viene de
creer en lo que Dios hará no en lo que ves hoy en tu vida (Romanos 15:13) Y el
Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en
esperanza por el poder del Espíritu Santo.

II) NO DEBEMOS PERDER LA ESPERANZA, SI JESÚS ESTA CON NOSOTROS


TODO PUEDE CAMBIAR PARA BIEN (MARCOS 5:35-42)
 Que noticia más devastadora la que le dieron a Jairo: “Tu hija a muerto”, esa es
una de las noticias que mata toda esperanza del corazón de un padre, pero Jesús
estaba con él, y aunque todo parecía perdido fueron las palabras de Jesús lo que
le devolvieron la esperanza a ese hombre (Vs 36) No temas, cree solamente.

 Esas mismas palabras de Jesús tienen que ser para tu vida el dia de hoy, aunque
todo parece perdido, aunque el diagnostico de tu enfermedad es muy grave,
aunque te tu deuda parezca impagable, aunque tu problema parezca que no tiene
solución: NO temas, cree solamente.

 Jesús tiene el poder de hacer lo que para los hombres es imposible, pues como
podemos ver en el texto, habían muchas personas en la casa donde la niña había
muerto, pero unos se lamentaban, otros lloraban y otros se burlaban, y
seguramente en tu vida, en tu dificultad encontraras esas mismas actitudes, pero
solamente Jesús puede hacer posible lo que parece imposible (Vs 41-42)

 Cualquiera que sea la situación que hoy estés pasando en tu vida no


 pierdas la esperanza, toma el ejemplo de ese padre angustiado por su hija

 Busca a Jesús con fe.

 Confía en sus palabras

 No te dejes desanimar por las personas que usara satanás para quitar la esperanza
de tu corazón.

 Prepárate para contemplar el poder de Dios en tu vida.

NUESTRA ESPERANZA ESTA BASADA EN LA SEGURIDAD QUE NOS DA EL


PODER DE NUESTRO DIOS (JEREMIAS 32:27) He aquí que yo soy Jehová, Dios de
toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?

Una esperanza. Llamada Jesucristo

El término esperanza denota confianza de lograr una cosa o de que se realice algo que se
desea.
La gran diferencia entre el querer de Dios y la respuesta del hombre es que esta última
siempre es ajena a la iniciativa del Señor, la Escritura dice: “Porque yo sé muy bien los
planes que tengo para ustedes -afirma el Señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a
fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11 NVI). Se debe tener claro que esta
participación del Señor no está circunscrita a una persona, pueblo o nación; la Palabra de
Dios declara: “El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento
de la verdad” (1 Timoteo 2:4).

“Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve no es esperanza, porque lo


que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo
aguardamos” (Romanos 8:24-25).
Para quienes nos ha alcanzado la gracia, por medio de la cual abrigamos esta esperanza,
debemos comprender la gravedad del pecado, para darle el verdadero valor a lo que
hemos recibido y retener hasta el fin y sin fluctuar la promesa de lo que esperamos.

No se nos puede olvidar que Israel fue elegido pueblo suyo en tiempos pasados y eran los
depositarios de las múltiples bendiciones como lo declara la Palabra de Dios, “Que son

Israelitas de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las
promesas” (Romanos 9:4). Los gentiles estaban excluidos de todas estas bendiciones, “en

aquel tiempo estabais sin Cristo, alejado de la ciudadanía de Israel y ajenos de los pactos de la
promesa y sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Efesios 2:2). Este texto enseña nuestra
condición sombría, oscura, sin un horizonte claro, perdidos sin ninguna esperanza.
Israel estaba comprometido y debía ser consecuente con lo que Dios había hecho por
ellos, librándolos de la esclavitud por lo cual el Señor les advirtió que no se olvidaran de
Él “Y se enorgullezca tu corazón y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa
de servidumbre” (Deuteronomio 8:14), no valoraron la buena voluntad de su Dios y se
alejaron de Él y de sus promesas.
Hay un pronunciamiento del Señor para mostrar la condición de su pueblo, “Toda cabeza

está enferma y todo corazón doliente, desde la planta del pie hasta la cabeza, no hay en el cosa sana
sino herida, hinchazón y podrida llaga” (Isaías 1:6). Este cometario sobre Israel nos conduce a
comprender el lamentable estado al que llegó este pueblo por haber rechazado las
bondades del Señor. Si esa era la condición del pueblo, del culto y de las promesas ¿cuál
sería la de nosotros? La Palabra enseña que los gentiles eran calificados como perrillos,
abominables a los judíos, pero Dios tenía un plan para la humanidad y lo declara a través
del apóstol Pablo, “El misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha

sido manifestado a sus santos a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este
misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria” (Colosenses 1:26-
27). ¡Qué maravilloso, glorioso, se abrió una puerta, hay que abrazarla con el alma hasta el fin!

“Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve no es esperanza, porque lo que
alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo
aguardamos” (Romanos 8:24-25).
El apóstol Pedro, declara que esta es una esperanza viva por la resurrección del Señor
Jesucristo de los muertos, para conducirnos al bien que esperamos, para una herencia
incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para nosotros los que
con paciencia esperamos; porque un poquito y el que ha de venir vendrá y no tardará, “…
retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona” (Apocalipsis 3:11)
Recordemos el texto que dice: “Antes bien, como está escrito: Cosa que ojo no vio, ni oído no oyó,
ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1
Corintios 2:9).
Con el lema “SOMOS UNO” creo que todos estamos inmersos en el mismo sentir y
coincidimos en una misma esperanza de nuestra vocación.
¡Abracemos la esperanza, no la soltemos, que al final segaremos, porque esta esperanza
es única, a Él sea la gloria!

El apóstol Pedro, declara que esta es una esperanza viva por la resurrección del Señor
Jesucristo de los muertos, para conducirnos al bien que esperamos, para una herencia
incorruptible, incontaminada e inmarcesible.

Tenemos una esperanza viva


Siempre en la vida habrán amigos como los de Job, aquellos que le dijeron
“¿Qué hiciste?, ¡Tu pecado es grande y tu maldad no tiene fin!”. “Tenemos
una esperanza viva.

Bueno, esos mismos aparecen en un fragmento de nuestra existencia, en


las mayores agonías e inclusive en cuanto necesitemos más de ellos.

Job, “el justo”, conoció la bondad de Dios a través de su dolor, lo vivió y lo


manifestó, “de oídas te había oído, más ahora mis ojos te ven”.
De manera que Dios se ha interesado en depositar en cada uno de nosotros
paciencia por la cual debemos considerar la espera como bendición; pues
a la final de esta paradoja es lo que más cuesta.

Pedro, nos dice acerca de esto; que alabemos y confiemos en Dios. 1


pedro 1:3-7. Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que según su grande misericordia nos hizo renacer para una
esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los
muertos, 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e
inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois
guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la
salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo
postrero. 6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un
poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en
diversas pruebas, 7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho
más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con
fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea
manifestado Jesucristo,

Nótese que aquí hay tres puntos que Pedro toma como premisas de su
argumento:

Misericordioso: Dios es bueno ayer, hoy y mañana.


No nos paga conforme a nuestros actos, al contrario; por medio de
su misericordia nos regala la gracia, aún estando en deuda con él.
Salmos 23:6. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los
días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

 Resurrección de Jesús: Nos dio vida para tener una esperanza


viva.
Para una herencia incorruptible, por lo tanto, no se puede dañar;
incontaminada, así que no se puede contaminar e impurificar;
inmarcesible, no se puede tocar. Efesios 2:1-6. Y él os dio vida a
vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los
cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo,
conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en
los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros
vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la
voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos
de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por
su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en
pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y
juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús,

El adversario puede tocar todo como hizo con Job pero hay algo
que el no puede tocar y es nuestra herencia en los cielos.

Herencia: No se puede deteriorar, ni dañar; en esa herencia hay


restauración, hay esperanza, sanidad; es su misma gloria. Romanos 8:16-
25. 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos
de Dios. 17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con
Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él
seamos glorificados.

18
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son
comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de
manifestarse. 19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la
manifestación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sujetada a
vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en
esperanza; 21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud
de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. 22 Porque sabemos
que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta
ahora; 23 y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las
primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos,
esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en
esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque
lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con
paciencia lo aguardamos.


Hay algo que el diablo siempre le ha gustado hacer y es atacar a la
creación de Dios, pues sabe él que somos débiles.

Por lo tanto, cuando se habla del creyente; se está hablando de principios


fundamentales como son:

 La esperanza
 La fe
 El amor, entre otros.
Éstas son las que el diablo persigue mayormente en un cristiano. Por eso,
se denota inmediatamente el color de crisis cuando estamos siendo
perseguidos por las aflicciones y quizás nos sumergimos en las
circunstancias prestadas ajenamente.

Lo que se considera como Blitzkieg (es una palabra alemana que


literalmente se puede traducir como “guerra relámpago“), algo que no
esperábamos que sucediera en nuestra agenda pero nos toca soportar,
esperar y confiar.

Al mismo modo la Biblia nos enseña, que en medio del caos y también del
entorno muy desalmado producto de la carnalidad.

Siempre el Señor ha prevalecido, al igual aquellos hombres que han


soportado y se han visto envueltos en circunstancias desfavorables, ellos
también prevalecen y no sólo eso, sino que permanecen en la fe, la
esperanza y el amor. 1 Corintios 13:13. Y ahora permanecen la fe, la
esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

Ahora, cuando Jesús vino a nuestras vidas, nos hizo renacer; no para que
estemos dudando, ni descendamos en la crítica, ni en el desánimo; no, él
nos hizo renacer para una esperanza viva. 1 pedro 1:3. Bendito el Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo
renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los
muertos,

Sin embargo, sigue sin ser resuelta una pregunta, ¿Esperanza para qué?
Entiendo por medio de lo que escribió el apóstol Pablo a los Romanos, que
nosotros los llamados conforme a su propósito, todas las cosas favorecen a
nuestro bien. Romanos 8:28. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados.

Esto indica, que habrá momentos donde pareciera que no hallaremos


esperanza pero él dice, que todo ayuda a bien, aún en la crisis nos será
contado como avance porque estamos siendo pacientes y creyendo a lo que
él ha declarado.

Esperanza, que donde fuimos vencidos en el pasado tendremos victoria en


el futuro, de manera que: “El creyente que tiene a Jesús en su
corazón, no tiene quejas en sus labios, el creyente que tiene a
Jesús en su corazón, tiene una palabra de esperanza”.
“LA FE NO NIEGA LA REALIDAD, LA
FE LA CAMBIA”.
Hoy nosotros también vivimos en esa esperanza, la cual no se queda en la
tierra como promesa, sino también, que supera todo conocimiento casual
que cualquier ser humano pueda tener y es la que Pablo hace mención.

Cuando le escribe la carta a Tito; sobre aquella esperanza que guardamos y


anhelamos, la manifestación en gloria de nuestro Señor Jesucristo. Tito
2:13. aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,

El libro de los Hechos narra un suceso muy llamativo, donde se ven


envueltos dos predicadores del evangelio Pablo y Silas.

Relata, que en la cárcel de Filipo en medio de la dificultad y necesidad, ellos


cantaban himnos, no quejándose de su labor como cristiano.

Aun cuando todo se vea difícil, mañana estará mejor; esa debe ser la
esperanza que nos identifique como verdaderos creyentes; por ahí dicen,
que entre más oscurece es porque va a amanecer.

El creyente que perdió la fe y la esperanza, inmediatamente huye,


es conformista, el que tiene esperanza, alaba a Dios; como hicieron Pablo
y Silas; como hizo Job, sea el nombre de Jehová bendito, aunque hoy estés
mal; yo sé que mañana estará mejor, esto se traduce en esperanza.

En cuanto al enemigo le queda poco tiempo, él lo sabe. Dios ha estado


preparando a una iglesia con principios, ha estado levantando líderes con
denuedo, que para seguir avanzando han tenido que proclamar victoria en
medio de las crisis.

Jesús es nuestra esperanza, siempre lo ha sido y él se nos ha revelado para


que creamos que en él hay y somos galardonados por buscarle con fe.
Hebreos 11:6. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario
que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que
le buscan.
Si renacimos en Jesús es para tener esperanza, no permitamos que lo que
se ve ahora o lo que el adversario haga nos llene de duda para conquistar
lo que Dios hará mañana.

El versículo 7 de 1 Pedro 1. Hace que nos preguntemos algo bien profundo,


¿Por qué? Y ¿Para qué será que deben suceder estas cosas?

Pues, Pedro nos compara como el oro y este no se prueba con hielo, con
martillo, con luz negra led; no, éste se prueba con fuego porque ahí es
refinado.

Así sucede con la fe de nosotros, el fuego refina nuestra fe, nos saca las
dudas, refina nuestra esperanza para que después de eso quedemos mejor
preparados y estar de pie ante las corrientes de este mundo.

Por lo pronto, perseveremos en lo que nos corresponde como hijos,


sabiendo que nuestra esperanza es viva porque él vive.

Dios en nuestra debilidad y escasez no nos da las fuerzas innecesarias para


soportar las circunstancias, él nos da conforme a nuestra necesidad, él las
suple. Filipenses 4:19.

Así que también la fe de nosotros, que realmente vale mucho, más que el
oro, al ser acrisolada por las diversas pruebas demostrará que es digna de
aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se deje ver.

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