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Tema: La esperanza es mi ancla

Texto clave: Hebreos 6: 13- 19


13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por
otro mayor, juró por sí mismo, 14 diciendo: De cierto te bendeciré con
abundancia y te multiplicaré grandemente. 15 Y habiendo esperado con
paciencia, alcanzó la promesa. 16 Porque los hombres ciertamente juran
por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda controversia es el
juramento para confirmación. 17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más
abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su
consejo, interpuso juramento; 18 para que por dos cosas inmutables, en las
cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los
que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de
nosotros. 19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que
penetra hasta dentro del velo.
Esta es la clase de esperanza que debemos tener.
 Fuerte: Sólida, estable, firme e invariable.
 Segura: Confiable
 Ancla: sostenedor del alma.
Necesitamos un ancla para el alma tanto como la necesita un barco para
sostenerse en las tormentas.
Sin un ancla en nuestras vidas nos desviamos fácilmente de personas,
relaciones y del trabajo.
El ancla da estabilidad en el mal tiempo, si hace tormenta el ancla evita que
el barco cabecee. Entre más grande es el barco, más grande es el ancla.
Si quieres vivir una vida insignificante, no necesitas una gran ancla, pero si
quieres vivir una vida significativa la necesitarás, porque vas a enfrentar
grandes cosas: tormentas morales, de salud, económicas, morales,
espirituales, familiares, etc.
Si no tienes un ancla para sostenerte en medio de esas tormentas, las
corrientes te llevarán a hundirte.
Esperanza: El significado bíblico de esperanza es en hebreo 'qa-wáh', del cual
se origina terminología que se interpreta como esta palabra. Virtud que nos
conduce a creer en Dios por su grandeza sin límites y por el amor del Creador
hacia la humanidad.

“Es confianza en el poder de Dios”


1- Este mundo necesita una esperanza verdadera y eso está en Dios.
Cuando la gente se siente vacía, busca esperanza en otras cosas: alcohol,
novios, ropa, viajes y no en Dios.
La esperanza real no está basada ahí, se basa en algo mayor.
Un mundo sin esperanzas es un mundo que necesita de Dios, el problema
es que este mundo cree que la esperanza se encuentra en otro lugar y por
eso nos confundimos, la esperanza está en Él.
Job 8: 11- 15 DHH
El junco y el papiro
crecen sólo donde abunda el agua;
12 sin embargo, estando aún verdes y sin cortar,
se secan antes que otras hierbas.
13 Lo mismo pasa con los malvados,
con los que se olvidan de Dios:
sus esperanzas quedan frustradas.
14 Su confianza y su seguridad
son como el hilo de una telaraña.
15 Querrán agarrarse al hilo, y no resistirá;
o apoyarse en la telaraña, y no los soportará.
Esto es interesante como el escritor de Job nos hace ver que el que se olvida
de Dios se queda sin esperanza y es lo que precisamente está pasando en el
mundo.
Estar sin Dios es como querer aferrarse a una telaraña, es imposible.
En este mundo el pecado es embellecido, la moral pasada por alto, la
violencia legitimizada, etc.
Pero la respuesta es que se alejan de Dios, seamos honestos porque estás
aquí, porque al igual que yo probaste todo y todo no funcionó, la esperanza
se perdió en esos momentos porque no estabas cerca de Dios.
Seamos honestos nuevamente, un cristiano que no tiene esperanzas es
simplemente el resultado de no estar cerca de Dios.
Tu lejanía en Dios provoca inseguridades, temores y no puedes caminar en
este mundo.
Te tengo una noticia este mundo no mejorará, este mundo empeorará, no
soy portador de malas noticias solo de las verdades que están en las
escrituras, por eso necesitamos esperanzas.

2- El remedio de la desesperanza es la oración.


Cuando estas en problema solo tiene dos cosas por hacer: preocuparte o
desesperarte o puedes orar
Lucas 18: 1- 8
También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre,
y no desmayar, 2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a
Dios, ni respetaba a hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda,
la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Y él no quiso
por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a
Dios, ni tengo respeto a hombre, 5 sin embargo, porque esta viuda me es
molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la
paciencia. 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios
no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en
responderles? 8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el
Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
Me gusta lo que el texto dice, que no necesitas llegar a tanto como la señora,
que no es como el juez injusto, es algo que Dios hará.
La esperanza viene al acercarte a Dios.
3- La esperanza se fundamenta en su palabra.
La esperanza real se basa en la palabra de Dios y no en lo que espero, no en
lo emocional, sino en lo que Dios ha dicho, se basa en la obligación de Dios
de hacer lo que Él ha dicho.
Hay algo importante, Dios no hace lo que tú quieres, porque si no, no sería
Dios si no Joe, seamos honestos el evangelio que hoy se predica se trata de lo
que Dios te puede dar, escuchamos día tras día que Dios quiere cumplir tus
sueños y es una tremenda mentira, mire mi vida, si Dios cumpliera mis
sueños, yo no sería pastor, seria furgonero (atropellar a todos) o cantante de
un grupo de rock. Eso era lo que quería, pero él no hizo eso, me tiene aquí,
me cambio la mente.
Esto no se trata de lo que tú quieres sentir o vivir, se trata de obedecer su
palabra, su mandato.
Por eso nuestra esperanza está basada en su palabra, no en nuestros deseos.
Algo que debes de entender que Dios puede hacer todo, pero solo algo no
puede y es ir en contra de su propia palabra. Dios no puede mentir.
En la antigüedad para poder hacer tratos con las personas o promesas, se
usaban el nombre de personas más grandes.
Es por eso que en este texto promete en su propio nombre, no habiendo otro
más grande, promete que el cumplirá todo lo que ha dicho.
13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por
otro mayor, juró por sí mismo, 
Es por eso que en un mundo de desesperanza, tenemos esperanza por lo que
él prometido, no por lo que siento y veo, si fuese por lo que siento y veo ya
hubiese claudicado.
Confía en su palabra
Mateo 6: 6- 13

Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu


Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará
en público.

7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que
por su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos;
porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que
vosotros le pidáis. 9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en
los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu
voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11 El pan nuestro de
cada día, dánoslo hoy. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también
nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en
tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la
gloria, por todos los siglos. Amén. 

Las P de Dios: Perdonar, pan, protección


T de los hombres: Tu reino, tu voluntad, tu nombre.

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