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TEMA 3

1-Borys Groys.
La obligación del diseño de sí.
Hoy en día, casi todos parecen concordar que los tiempos en los que el arte trató de establecer su
propia autonomía – satisfactoria o insatisfactoriamente – han pasado. Cuando el arte se vuelve política,
forzosamente descubre que la política ya se ha convertido en arte, que la política se ha situado a sí
misma en el campo estético. Por supuesto, el volverse una obra de arte no sólo produce placer, sino
también la ansiedad de estar sujeto a la vista de otro de un modo radical, de la mirada de los medios
funcionando como un superartista.
Hoy en día, la producción de sinceridad y la confianza se han convertido en la ocupación de todos y con
todo fue, y sigue siendo, la ocupación principal del arte a lo largo de toda la modernidad.

2-Nicolas Bourriaud.
Estética relacional (capítulos: La forma relacional / Glosario)
En su libro Estética relacional, Nicolas Bourriaud sostiene que «el arte es la organización de presencia
compartida entre objetos, imágenes y gente», pero también «un laboratorio de formas vivas que
cualquiera se puede apropiar». « El arte es un estado de encuentro». Para Bourriaud, la presencia del
factor relacional en la práctica artística responde a una imperiosa necesidad de animar la recuperación y
reconstrucción de los lazos sociales a través del arte en el seno de nuestra actual sociedad, una
sociedad de sujetos escindidos, aislados y reducidos a la condición de meros consumidores pasivos. Es
así que Bourriaud considera fundamental proponer discursos teóricos nuevos en tanto el escenario ha
sido modificado tan radicalmente que se requieren otras categorías para pensar las prácticas artísticas.
Y lo que la obra de arte propone es un modelo de organización, una forma, algo que puede ser
trasladado a la vida cotidiana, o algo que puede ser apropiado por el receptor, ya no concebido como
espectador pasivo, sino como agente que interactúa con la propuesta artística. Bourriaud afirma que «El
problema ya no es desplazar los límites del arte sino poner a prueba los límites de resistencia del arte
dentro del campo social global. » .

TEMA 4
Thorstein Veblen.

1-Teoria de la clase ociosa


Veblen, que era un socialista moderado, retrata de forma certera e incisiva el espíritu neoliberal y afirma,
por ejemplo, que la introducción de la moneda ha cambiado la psicología y la actitud de las personas y
de las instituciones sociales. Esa hostilidad tiene consecuencias inmediatas, según Veblen. La primera de
ellas es que la tendencia al altruismo juega un papel secundario en nuestra sociedad, ya que la clase
que termina por sobresalir, la que él bautiza incisivamente como "clase ociosa", lo hace en virtud de
actitudes egoístas. Por ejemplificar estos dos conceptos, Veblen menciona que la adquisición emulativa
de coches entra en el cuadro de consumo ostensible, o la tendencia a dedicarse a actividades sociales y
diversiones puede ser catalogada como un ocio ostensible.
2-capitulo 3
El ocio ostensible

El servicio personal ocupa un lugar peculiar en el desa-rrollo económico. Se establece entonces


una división del trabajo por la cu-al el servicio personal al amo se convierte en oficio especial de
una parte de los siervos, en tanto que los empleados en ocupaciones industriales propiamente
dichas se alejan cada vez más de toda relación inmediata con la persona del señor. Ayudada por
este principio de la hidalguía trasmisible, si la riqueza del propietario de la mujer lo permite, la
exención de la esposa gana en alcance hasta llegar a incluir la exención del servicio personal
denigrante y no sólo del servicio industrial. En virtud de que se les utiliza como demostración de
la ca-pacidad de pago, el oficio de tales servidores domésticos tiende constantemente a incluir
menos obligaciones y, de modo paralelo, su servicio tiende a convertirse en mera-mente nominal.

3-capitulo 4
Consumo ostensible

Se encuentra ya en la fase inicial de la cultura depredadora y hasta hay indicios de que se


encuentra una incipiente diferenciación en este sentido antes de los comienzos de la vida
depredadora. De acuerdo con el esquema ideal de vida en rigor en esa época, corresponde a los
hombres con-sumir lo que las mujeres producen. Por la naturaleza de las cosas, el lujo y las
comodidades de la vida pertenecen a la clase ociosa. Pero durante el estadio cuasi pacífico
anterior -en el que estaban tomando fuerza y consistencia tantas de las tradiciones a través de
las cuales ha afectado a la vida económica de las épocas posteriores la institución de la clase
ociosa- ese principio ha tenido la fuer-za de una norma convencional. El desarrollo de esta
discriminación puntillosa respecto a la excelencia cualitativa, del comer, el beber, etcétera, afecta
no sólo el modo de vida, sino también la educación y la acti-vidad intelectual del caballero ocioso.

Entrevista de Andrea Cavalletti a Déborah Danowski y Eduardo Viveiros de Castro


Comentan que desde hace algunos siglos, nosotros vivimos como si el mundo, del que no somos
más que una parte, estuviera hecho de materia inerte, es decir, de recursos infinitos que hay que
extraer «gratuitamente», y de seres «inferiores» sobre los que tendríamos todo el derecho, como
si fueran esclavos silenciados para servirnos. Hemos entrado así en un mundo completamente
desconocido, no sólo para nuestra civilización, sino en algunos aspectos para toda la especie
homo sapiens. Sin embargo, a pesar de la evidencia, hablamos como si todo estuviera a
disposición de nuestra voluntad soberana y, paradójicamente, como si no hubiera otras maneras
de vivir, como si una salida de nuestro mundo «moderno» nos arrojara al puro caos.
TEMA 5
Manuel Castelles
Se caracteriza por la autoridad, impuesta desde las instituciones, de los hombres sobre las mujeres y sus
hijos en la unidad familiar. En este fin de milenio, la familia patriarcal, se ve desafiada por los procesos
interrelacionados de la transformación del trabajo y de la conciencia de las mujeres. Sin embargo, pese a
la severidad del conflicto, la transformación de la conciencia de las mujeres y los valores sociales en la
mayoría de las sociedades en menos de 3 décadas es asombrosa y tiene consecuencias fundamentales
para toda la experiencia humana, del poder política a la estructura de la personalidad. El cuarto elemento
inductor del desafío al patriarcado es la rápida difusión de las ideas en una cultura globalizada y en un
mundo interrelacionado, donde la gente y la experiencia viajan y se mezclan, tejiendo un hipertapiz de
voces de mujeres a lo largo de la mayor parte del planeta.
TEMA 6
Serge Latouche.
Pequeño tratado del decrecimiento sereno
En unas pocas páginas, Latouche concentra lo esencial del mensaje del decrecimiento como movimiento
social o tendencia imprescindible para la salud planetaria. Y es que, a pesar de las obras de divulgación de
Latouche y del movimiento del decrecimiento, faltaba un prontuario para acercarse a las ideas básicas de
este eslogan político donde se agrupan las opciones críticas contra el desarrollo del totalitarismo
economicista, desarrollista y progresista ilimitado. Pequeño tratado del decrecimiento sereno constituye, a
modo de prontuario, el manual básico para tener las ideas claras. En cada «R», Latouche destila las bases
de lo que debemos hacer. La receta del decrecimiento consiste en hacer más y mejor con menos, pero
también en reducir, desacelerar y, por ende, resistir al imperio de la velocidad y a las tendencias actuales.
Latouche, por ejemplo, defiende la implantación de la siesta española, suprimida en aras de la
homogeneización de los horarios. Restaurar la agricultura campesina, ecológica y tradicional.

Jean Baudrillard.
El sistema de los objetos (conclusión)
El propósito del autor es analizar la relación que existe entre el consumo de los objetos en la sociedad
moderna con los principios de la humanidad. Lo que pretende demostrar en este texto es que en las
llamadas sociedades de consumo los objetos ya no se producen, ante todo, para dar satisfacción a las
necesidades primordiales del hombre, ni tampoco a esas necesidades secundarias, pero no menos reales,
de la comodidad, el esparcimiento, el lujo estético. Considera que estas tareas las puede cumplir con tal
facilidad una moderna sociedad industrial súper desarrollada que por su dinamismo se volvería superflua
si sólo tuviese como cometido la satisfacción de lo que el hombre real, natural y tradicionalmente, ha
requerido para su existencia humana. La reflexión nos lleva al terreno del valor que tiene la presencia de
los objetos, donde bien se puede entender cualquier elemento dentro de la vida cotidiana. En el texto, se
considera que los objetos permiten el equilibrio neurótico en el ser humano,así, por ejemplo, el objeto-
reloj devora al tiempo, no sólo por el hecho de saber la hora, sino por «poseer» la hora, por tenerla
continuamente registrada para uno mismo, además, por hacer al individuo esclavo del tiempo medido
entre sus manecillas.

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