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INTRODUCCION

EN EL SIGUIENTE TRABAJO ENCONTRAREMOS LO RELACIONADO A LA


ACTUALIDAD DEL DERECHO AGRARIO COMO SU TRAYECTORIA O
HISTORIA A SIDO PROVOCADA DESDE LA REVOLUCIÓN DEL 20 DE
OCTUBRE DE 1944,DANDO COMO ÉNFASIS EL PORQUE DE LA
DEFICIENCIA RURAL Y EL POCO CRECIMIENTO DEL MISMO, DANDO
COMO PUNTO ESENCIAL O SU CONSECUENCIA EN EL CONFLICTO
ARMADO INTERNO DE GUATEMALA, AL IGUAL QUE LA LEGISLACIÓN
COMPARADA CON OTROS PAÍSES COMO LAS ÁREAS QUE SON
SIMPATIZANTES CON EL DERECHO AGRARIO
Situación actual del derecho agrario en
Guatemala (énfasis en la época de revolución
de 1944)

La revolución agraria, conocida se daba acabando de pasar las ocho de la


noche del día Sábado 27 de junio de 1954, el presidente Jacobo Arbenz
Guzmán informó al pueblo de Guatemala, que renunciaba a la presidencia y
que regresaba el gobierno a la más alta autoridad del Ejército, el Coronel
Carlos Enrique Díaz. Causando furor en la población.

A pesar del continuo apoyo a las reformas que su administración había


proporcionado. Arbenz estaba renunciando porque como dijo a su audiencia,
“el sacrificio que he pedido que se haga no incluye la sangre de los
guatemaltecos”. Luego de la renuncia de Arbenz, la Revolución qué duró una
década había llegado a su fin. El derrocamiento de Jacobo Arbenz Guzmán es
uno de los eventos mas estudiados en la historia de Centro América. Pero la
mayoría de los trabajos que han discutido su derrocamiento, y la historia de
Guatemala de diez años de reforma de 1944 a 1954, se han concentrado en
políticas nacionales e internacionales. Estos estudios han sido sumamente
importantes pero han dejado gran parte de la revolución sin ser estudiada.
Guatemala era en los cincuentas como lo es hasta el día de hoy un país
predominantemente rural, con una economía que depende grandemente de la
agricultura.

Para comprender la revolución guatemalteca necesitamos examinar el curso


de la reforma y la reacción a la misma en el área rural. De 1944 a 1954, la
revolución guatemalteca abarcó una serie de reformas económicas y
sociales. Mientras que durante los primeros seis años, bajo la presidencia de
Juan José Arévalo bermejo, estas reformas solamente afectaron
superficialmente al área rural, de 1951 a1954 llo exitos de la revolución
estuvieron directamente vinculados al proceso de cambio que se dio en el área
rural. Fue en el área rural en la cual la revolución obtuvo la más vehemente
oposición, y fue principalmente debido a las actividades del gobierno en el área
rural por lo que las relaciones entre el ejército y los campesinos se tornaron
tirantes. Fue esta oposición la qué pesó mas en la decisión de Arbenz al
renunciar. Este estudio intenta proveer una historia de la revolución en el área
rural y unir los cambios que llegaron a los municipios de Guatemala de 1944 a
1954 con las metas y las políticas de una “revolución nacional”. Las reformas
pasaron por las dos administraciones de la revolución (Juan José Arévalo
Bermejo, 1945‐51 y Jacobo Arbenz Guzmán, 1951‐54), patrocinando confusión
y una serie de conflictos en la Guatemala rural. Estos conflictos tomaron lugar
alrededor de una compleja mezcla de tensiones de clase, etnicas, geográficas
y religiosas. Estas batallas, en el momento, forzaron a alteraciones en las
políticas y programas nacionales así mismo los políticos enfrentaban la realidad
rural. Para explicar estos conflictos y el papel que jugaron dándole forma a la
historia de Guatemala, esta estudio procederá a dividirse en cuatro etapas.
Primero proveerá una breve reseña de la historia rural y una corta discusión
teórica del papel que las comunidades campesinas jugaron en la vida política y
económica de Guatemala.

La segunda etapa presentará las mayores corrientes económicas, políticas y


sociales de la revolución, con especial énfasis en las fuentes de inestabilidad
política. La tercera etapa, que constituye la mayor parte del estudio, examinará
las actividades de las organizaciones políticas nacionales en el área rural
guatemalteca, la reacción de varios elementos de la sociedad rural a esas
actividades y el conflicto que se desarrollo a su alrededor. Un enfoque mayor
de esta sección será discusión de la Ley de Reforma Agraria de 1952 así como
su aplicación. Cuarto, será analizado el papel que el conflicto rural jugó en el
fin de la administración de Arbenz. El estudio concluirá con un breve examen
del desmantelamiento de la revolución en el área rural y una evaluación del
legado para esta década.
Conocida la revolución agraria, por motivos políticos e ideológicos se da el
golpe de Estado a Jacobo Arbenz Guzmán, por parte del Gobierno de Estados
Unidos, dando la posibilidad de desestabilidad en el sector rural, pues el apoyo
dado por Jacobo, era la reconstrucción del sector público – Rural, brindando las
tierras qué fueron apropiadas de forma sucia y corrupta por Fruit Company,
desde ese entonces se da un golpe a este sector cuando se da el Conflicto
Armado Interno.

Otra de las fuentes de tensión no prevista por los activistas revolucionarios,


que se desarrollo a la vez con el realineamiento de la tenencia de tierra
empezó con el decreto 900: disputas sobre tierra, entre los trabajadores de
fincas y los campesinos de las comunidades aledañas.

Este fue un conflicto que a menudo destruyó organizaciones revolucionarias y


dejó perplejos a los administradores de agencias agrarias. Apesar del recelo
inicial entre la CNCG y la CGTG, las dos organizaciones nacionales, una
representando a campesinos y la otra a trabajadores, eran capaces de
cooperar efectivamente en la mayoría de materias. Esta cooperación se hizo
más fácil debido a la sinceridad de los dos líderes, Leonardo Castillo Flores y
Víctor Manuel Gutiérrez, en su acercamiento a los problemas de los
campesinos y los trabajadores. También se facilitó por la decisión de
astillo Flores de cortar su conexión cercana con Augusto Charnaud
MacDonald. Un componente esencial de la relación entre las dos
federaciones, fue que acordaron no competír por afiliados en áreas ya
organizadas por uno de las federaciones. Gutiérrez y representantes de la
CGTG fueron invitados a la mayoría de las reuniones públicas de la liga
campesina.
Información Obtenida por el medio de comunicación “Aprende Guatemala”.

Algunos apuntes sobre el Decreto 900


Durante el gobierno de Árbenz, se promulgó y aprobó por parte del
Congreso de la República el Decreto 900, Ley de Reforma Agraria y se creó
El Banco de Reforma Agraria (BNA).
Dicha Le y fue aprobada el 17 de junio de 1952.

Artículo 1°: La Reforma Agraria de la Revolución de Octubre tiene como objeto


liquidar la propiedad feudal en el campo y las relaciones de producción que la
originan, para desarrollar la forma de Explotación y métodos capitalistas de
producción en la agricultura y preparar e l camino para la Industrialización de
Guatemala”
Para lograr el contenido de este artículo se dispuso:
a) Enajenar fincas mayores de 672 acres que no fu eran cultivadas, así
como
Las tierras ociosas de menos de 224 acres. La s fincas nacionales únicamente
serían parceladas.
b) Los antiguos dueños serían indemnizados por sus tierras con bonos
Estatales durante veinticinco años, al precio que las habían declarado para
Propósitos fiscales.
c) Para que los antiguos terratenientes no recuperaran prontamente las
tierras
Expropiadas, se dispuso del arrendamiento vitalicio. Asimismo, se implementó
una política de acceso al crédito y asistencia técnica a los campesinos, creando
la Oficina de Programas de Producción agrícola. Además se impulsó una
campaña de alfabetización en las áreas rurales.
“Artículo 2°: Quedan abolidas todas las formas de servidumbre y esclavitud y
por consiguiente prohibidas las prestaciones personales gratuitas de los
campesinos, mozos colonos y trabajadores agrícolas, el pago en trabajo de
Arrendamiento de la tierra y los repartimientos de indígenas, cualquiera que
sea la forma en que subsistan”
El politólogo Charles D. Brockett en su estudio “ Transformación Agraria y
conflicto político”, menciona que la implementación de la Reforma Agraria, pese
al corto tiempo de ésta, logró distribuir el equivalente al 20% del total de la
tierra cultivable de la nación por lo que la Reforma Agraria benefició así a más
del 24% de la población.
Información tomada por el Decreto 900.
La economía de Guatemala está fuertemente vinculada a la producción en el
agro. Alrededor del 36% de la población ocupada en el país labora en la
agricultura, mientras que en la industria es el 20,2% y en los servicios, el
43,7%.
La resolución de la situación agraria es un proceso complejo que abarca
múltiples aspectos de la vida rural, desde la modernización de las modalidades
de producción y de cultivo, hasta la protección del ambiente, pasando por la
seguridad de la propiedad, la adecuada utilización de la tierra y del trabajo, la
protección.
Derecho comparado conforme a la legislación
de otros países en cuanto al derecho agrario en
Guatemala.
Materias que tienen una relación con el derecho Agrario, iniciando con el
Derecho Administrativo.

Derecho Administrativo

Derecho Civil

Derecho Constitucional

Derechos Humanos

Derecho Consular y Diplomático

Derecho de los Pueblos Indigenas

Derecho Informático

Derecho Internacional Privado

Derecho Internacional Publico

Derecho Laboral

Derecho Mercantil

Mercantil 2
Derecho Notarial

Derecho Penal

Derecho Tributario

Int. Al Derecho

Int. A la Economía

Int. A Ciencia Política

Comunicación

Lógica Jurídica

Propiedad Intelectual

Teoria del Estado

El objeto del derecho agrario: De la propiedad agraria a la actividad agraria.

El estudio de este tema obliga a una referencia a las diferentes etapas de la


evolución del objeto del derecho agrario en su Teoría General. En este orden
de ideas, el derecho comparado nos muestra el paso del derecho agrario de un
estadio estático a un estadio dinámico. Hoy, a diferencia de su etapa histórica
o pre-científica, del derecho de la agricultura, que reducía su objeto al estudio
del cultivo de la tierra, y, específicamente, a la propiedad, el derecho agrario
evolucionó hacia el conocimiento de las formas jurídicas de la explotación. Y,
más adelante, hacia la consolidación económica y jurídica de la explotación
de la tierra, a través de los modos de constitución y fortalecimiento de la
empresa agraria.
Para esa transformación del objeto del derecho agrario, en la etapa científica,
la consideración jurídica de la actividad agraria, como el conjunto de actos
vinculados al ejercicio de la empresa agraria, resultó determinante. Porque se
pasó de un conocimiento estático a un conocimiento dinámico en el tratamiento
de su materia. Es verdad, que a pesar de esa transformación, en unos países
más que en otros, la injusta distribución de la tierra y de los ingresos, sigue
siendo parte importante del derecho agrario, pero la historia de este derecho
ha demostrado que su estudio no puede quedarse solo en la regulación de
los problemas de la afectación y de la distribución de la tierra. Porque, para
los viejos y nuevos agricultores la actividad agraria, es algo más trascendente
que mantener o adquirir la propiedad. En efecto, la actividad agraria no
consiste únicamente en tener un patrimonio, puesto que más que una
actividad económica o un negocio, o la adquisición de un bien, es una forma de
vida personal, familiar y social. El desarrollo agrario equitativo, por tanto,
como uno de los fines del derecho agrario, supera, en el estudio de su
objeto, el simple tratamiento del acceso a la propiedad y ello influye de
manera decisiva en el tratamiento científico del derecho agrario. Por tanto, si
en sus inicios, este derecho agrario fue el derecho de la tierra y de la
propiedad, luego, el de la reforma agraria, hoy día, es el derecho de la
actividad agraria que comprende integralmente la pluralidad de sus fines y de
las diversas actividades auxiliares, conexas y complementarias, así como las
relaciones derivadas del mercado de los productos agrarios y de la agro
exportación.

La actividad agraria: un concepto plural.

Interesa por tanto, poner de relieve la pluralidad de lo agrario. En efecto, la


actividad agraria como objeto del derecho agrario es plural y no univoco,
porque comprende el acceso y la conservación de la propiedad, a través del
reconocimiento de la posesión como elemento esencial de dicha actividad;
pero, asimismo, la producción agraria, que abarca no solo lo agroalimentario
sino también lo agroindustrial, la floricultura, lo maderero y la alimentación
animal. Al igual que lo ambiental, como valor propio de su normativa para
compatibilizar su protección con el aprovechamiento de los recursos naturales
del suelo agrícola, la preservación y el mejoramiento de las especies y para
optimizar la calidad de vida de la sociedad. Pero también, las actividades
conexas o asociadas o agregadas, como la comercialización, transformación,
almacenamiento, transporte y protección del consumo de los productos
agrarios, para garantizar el valor agregado a los productores, una sana
alimentación, la mejor distribución de los beneficios del desarrollo económico y
el ascenso social de los agricultores y productores.
También la actividad agraria comprende el asociativismo agrario, mediante el
estudio de las formas de organización de las explotaciones agrarias, y de
contratación a nivel nacional e internacional, es decir, los contratos de la
empresa y para la empresa y los contratos de la agro exportación.
Abarcando igualmente, el cúmulo de las responsabilidades por el uso de
elementos orgánicos en el cultivo y en la transformación y conservación de los
productos alimenticios de origen agrario.
Pero, el derecho agrario al estudiar la actividad agraria como un complejo
de actos y de actividades, tiene presente igualmente como orientación para
la interpretación de su normativa, la preeminencia de los derechos humanos
para concretizar en su aplicación los valores que implica el reconocimiento y el
respeto de esos derechos, no solo individuales sino también de las
colectividades nacionales y mundiales. Por ello, el derecho a la tierra de las
comunidades originarias, de las poblaciones desplazadas; el derecho a la
alimentación y a la seguridad agroalimentaria; el derecho a la protección de
la integridad personal y familiar de los agricultores y productores; el derecho a
la paz social y a la erradicación de la violencia; el derecho a la seguridad
jurídica y el derecho al desarrollo sostenible; el derecho a las formas
democráticas de asociación y de participación libres y espontáneas; y el
derecho a la planificación agraria concertada; son valores y principios que se
tienen en cuenta al regular la actividad agraria y al interpretar sus normas
jurídicas para concretizar en su aplicación los principios de justicia social y de
desarrollo equitativo que orientan el derecho agrario moderno.

La multifuncionalidad de la actividad agraria.

La multifuncionalidad de la actividad agraria es una manifestación de su


carácter plural. En efecto, esta actividad es fundamentalmente una acción
humana que se ejerce sobre la naturaleza o sobre bienes originarios, donde la
impronta humana es decisiva. La persona es quien aporta su trabajo
personal, dirige la explotación, contrata los bienes y los instrumentos
necesarios para producir y ejecutar las actividades complementarias, y es
quien decide el tipo de actividad a realizar. A estos fines, entra en relación con
otras personas, y con el Estado, que orienta y complementa sus esfuerzos,
suple sus deficiencias, controla el uso de los bienes productivos y planifica el
desarrollo de las actividades económicas y sociales a nivel rural.

En esas relaciones, la ilimitada creatividad de las personas permite diversificar


las actividades primarias productivas, conforme a sus propias experiencias,
costumbres y sus necesidades. De forma que combina la producción agraria y
pecuaria, con la conservación del ambiente y con otras actividades vinculadas
con el uso de la tierra, como la forestal y el turismo agro ecológico. Asimismo,
en razón de su libre iniciativa, escoge las formas empresariales de las
explotaciones asociativas, familiares, cooperativas y colectivas de producción y
de integración agroindustrial y de agro exportación, para acceder y concurrir a
los mercados nacionales e internacionales.

La multifuncionalidad de la actividad agraria tiene su causa eficiente en la


dignidad derivada de los derechos irrenunciables e inalienables de libertad y de
iniciativa que se reconocen a la persona humana.

La integralidad de la actividad agraria como objeto del derecho agrario. El


sector agrario.

La pluralidad de la actividad agraria impone su tratamiento normativo integral.


Por ello, en la Teoría General de derecho agrario, modernamente, existe la
tendencia que aspira a regular de manera sistemática los diferentes
componentes de la actividad agraria. Para ello se parte de la base de lo
complejo de su naturaleza y de la unidad de sus fines. La equidad en la
distribución de la tierra y de los ingresos, la empresa agraria, los contratos
agrarios, la protección del ambiente, la preeminencia de los derechos
humanos, la seguridad jurídica y agroalimentaria, y el desarrollo económico y
social.

Por ello, sin que se adopte la tesis de la codificación como instrumento


imprescindible para la consolidación del derecho agrario, sin duda, que existe
una preferencia en el derecho agrario hacia los marcos legales generales para
el sector rural. Es decir, de leyes que no sólo regulen la actividad agraria y la
empresa, sino también la organización de su institucionalidad pública o privada,
para determinar su ámbito y conformación. Leyes éstas cada vez más
necesarias a medida que avancen los procesos de integración y de
globalización. Según esta orientación, las leyes orgánicas o marcos del
sector rural, establecerían los principios generales de definición de lo agrario,
de las tierras que lo comprenden, los espacios agrarios y sus diferentes
usos; lo relativo al aprovechamiento de las aguas, de los ríos, lagos y de otras
fuentes acuíferas; las actividades de producción agraria, conexas y
complementarias; los recursos forestales, de la flora y de la fauna; las
explotaciones de cultivos y la crianza animal; la silvicultura, la explotación de la
madera y de productos silvestres. Así, como la normativa general de los
contratos y de la asociación agrarios y de la comercialización de los productos
agrarios; de la agroindustria e industrias alimentarias y de los servicios y de la
asesoría técnica; y la normativa referente a la agro exportación.
Pero, también, la integralidad de la actividad agraria y su tratamiento como
fenómeno jurídico complejo, obliga a la conformación del sector público y
privado agrarios. En este sentido, por ejemplo, las leyes marcos contienen la
organización del sector administrativo agrario estableciendo sus diferentes
niveles de dirección y de operación, nacional y regional, centralizados y
descentralizados, y sus competencias y los mecanismos de planificación y
coordinación. E, igualmente, en este tipo de leyes integrales se regulan los
sujetos agrarios, la organización de las asociaciones de los agricultores y
productores, los mecanismos de participación democrática en la realización de
planes y la toma de decisiones, así como los instrumentos de información y de
consulta de las medidas que puedan afectar a los integrantes del sector
agrario.

En el derecho agrario comparado se encuentran antecedentes de vincular el


derecho sustantivo agrario y el derecho adjetivo o procesal agrario, en un solo
cuerpo legislativo, como ocurre, principalmente, en los precedentes colombiano
de la Ley de Tierras 200 de 1.936, ecuatoriano de la Ley de Reforma Agraria
y Colonización Nº 1480 de 1964, chileno de la Ley de Reforma Agraria de
1.967, peruano de la Ley de Reforma Agraria de 1979, mejicano de la Ley
Federal Agraria de 1992, boliviano de la Ley Nº 1715 del Servicio Nacional de
Reforma Agraria 1996 y venezolano del decreto con fuerza de Ley de Tierras
y Desarrollo Agrario de 2001. Igualmente, es un antecedente de la tendencia
integradora el Proyecto de Ley de Desarrollo Agrario y Ordenamiento Rural
costarricense de 1976.
Por otra parte, existen precedentes de leyes procesales que a los fines de la
competencia de los tribunales agrarios delimitan el objeto del derecho agrario
al definir la actividad agraria, la explotación agraria, y los inmuebles rurales,
como el caso de la ley costarricense de Jurisdicción Agraria del 29 de marzo
de 1982 y la ley venezolana de Tribunales y Procedimientos Agrarios del 15
de septiembre de 1982; y recientemente, el Anteproyecto de Ley de
Jurisdicción Agroalimentaria de Panamá. Es decir, la ley procesal agraria
delimita el objeto del derecho agrario sustantivo.

Aportes del derecho y perspectivas del derecho agrario.

Teniendo presente la evolución del derecho agrario en Latinoamérica, cuya


justificación estriba en la especialidad de la actividad agraria como fenómeno
técnico y un hecho social, complejo y plural, de manifestación multifuncional; y,
en consideración a un aspecto estrictamente científico, fuera de
especulaciones políticas e ideológicas y de coyunturas históricas; creo, que sus
principales aportes a la ciencia jurídica y sociales son las siguientes:
1°) En la posición de primer orden en que ha colocado al Derecho en el
análisis interdisciplinario de actividades económicas y sociales complejas, a fin
de promover políticas públicas para el progreso y el bienestar y de prever las
medidas de su desarrollo. Es decir, el derecho agrario ha sido un ejemplo de
como el Derecho constituye un factor del desarrollo socioeconómico.
2°) En la consideración que ha hecho del Derecho como instrumento
indispensable para que las medidas de progreso y bienestar se integren
armónicamente en el diseño conjunto de políticas públicas de desarrollo. En
otras palabras, en el reconocimiento que ha hecho de la influencia del
Derecho, por su naturaleza estructural, sobre las diferentes opciones
económicas y en la definición de los modelos de desarrollo pacíficos y
democráticos, que determinan la cultura y el estilo de vida de los pueblos
civilizados.
3°) En la definición que ha realizado el derecho agrario del Derecho como
instrumento de transformación, mediante la adecuación de las instituciones
jurídicas a las necesidades populares y a las realidades nacionales, cuando
aquéllas se constituyen en obstáculos o limitaciones para los cambios sociales
y para asegurar su cohesión y permanencia estructural. En este orden de
ideas, debe de recordarse la admonición del Libertador Bolívar, en su discurso
del Congreso de Angostura de 1819, que, sin duda, se compagina con la
orientación moderna del derecho agrario, en el sentido que “Las leyes
deben ser propias para el pueblo para el que se hacen, relativas a lo físico
del país, al clima, a la calidad del terreno, a su extensión, al género de vida
de los pueblos”.
4°) En la importancia que el derecho agrario ha dado en el Derecho a los
principios de la justicia social, y a la calidad de vida, en este caso, el estilo
personal y familiar de la agricultura, sobre el texto literal de las normas
jurídicas para su estudio sistemático, su interpretación y su aplicación. Y;
5°) Por la jerarquía que el derecho agrario ha otorgado a los derechos de los
agricultores y de las poblaciones indígenas por encima de las potestades,
privilegios y poderes del Estado y de las empresas industriales.

Finalmente, coincido que el tema de la agroindustria, de los mercados, del


ambiente, del desarrollo equitativo, de la responsabilidad ambiental, la
sostenibilidad de la agricultura, los derechos humanos y la justicia agraria,
seguirán siendo las tareas del derecho agrario, pero, es una realidad que su
cometido científico continúa siendo el reforzar su Teoría General mediante la
consolidación de la caracterización de su objeto como “la agrariedad”, es decir,
el instrumento catalizador para determinar la naturaleza agraria de sus
instituciones y la competencia de la jurisdicción agraria. Así, como que la
metodología de la interpretación de sus normas, y lo atinente al estudio de sus
fuentes y su clasificación, es aún el mayor desafío del derecho agrario
latinoamericano, que a diferencia de otros derechos está en constante
renovación, por lo que sus perspectivas son inagotables.

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