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EUCARISTÍA COMPROMISOS DE MAR

MONICIÓN.

Cristo reina. Estamos aquí reunidos para celebrar juntos la alegría de nuestro movimiento
apostó lico Cristo rey. Gracias Señ or por tanto bien recibido en el grupo MAR, hoy junto a
María, nuestra madre, queremos ser jó venes, testigos creíbles y alegres de tu reino en la
misió n que nos encomiendas en nuestra familia y entorno.

Canto de entrada:

Canto de piedad:

Liturgia de la palabra:

Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (28,16-20.30-31):

Cuando llegamos a Roma, le permitieron a Pablo vivir por su cuenta en una casa, con un
soldado que lo vigilase.
Tres días después, convocó a los judíos principales; cuando se reunieron, les dijo:
«Hermanos, estoy aquí preso sin haber hecho nada contra el pueblo ni las tradiciones de
nuestros padres; en Jerusalén me entregaron a los romanos. Me interrogaron y querían
ponerme en libertad, porque no encontraban nada que mereciera la muerte; pero, como los
judíos se oponían, tuve que apelar al César; aunque no es que tenga intenció n de acusar a
mi pueblo. Por este motivo he querido veros y hablar con vosotros; pues por la esperanza
de Israel llevo encima estas cadenas.» Vivió allí dos añ os enteros a su propia costa,
recibiendo a todos los que acudían, predicá ndoles el reino de Dios y enseñ ando lo que se
refiere al Señ or Jesucristo con toda libertad, sin estorbos.

Palabra de Dios

Salmo 10,4.5.7

R/. Los buenos verán tu rostro, Señor

El Señ or está en su templo santo,


el Señ or tiene su trono en el cielo;
sus ojos está n observando,
sus pupilas examinan a los hombres. R/.

El Señ or examina a inocentes y culpables,


y al que ama la violencia él lo odia.
Porque el Señ or es justo y ama la justicia:
los buenos verá n su rostro. R/.

Monición: El evangelio nos invita a ser mensajeros de la palabra y de ser testigos alegres
de su amor, paz y justicia. Escuchemos.
Del santo Evangelio según san Lucas 10, 1-12
En aquel tiempo, designó el Señ or otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de
sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: La mies es mucha, y los
obreros pocos. Rogad, pues, al Dueñ o de la mies que envíe obreros a su mies. vayan; miren
que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y
no saluden a nadie en el camino. En la casa en que entren, digan primero: "Paz a esta casa."
Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros.
Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero
merece su salario. No vayan de casa en casa. En la ciudad en que entren y los reciban,
coman lo que les pongan; curad los enfermos que haya en ella, y decidles: "El Reino de Dios
está cerca de vosotros." En la ciudad en que entréis y no os reciban, salid a sus plazas y
decid: "Hasta el polvo de vuestra ciudad que se nos ha pegado a los pies, os lo sacudimos.
Pero sabed, con todo, que el Reino de Dios está cerca." Os digo que en aquel Día habrá
menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad.

Palabra del Señor.

COMPROMISOS POR ETAPAS.

HOMILIA.

Peticiones.

- Cristo rey te pedimos por el la Iglesia Universal, para que todos juntos
construyamos tu reino. Roguemos al Señ or.
- Cristo rey, te pedimos por la paz del mundo y de nuestros hogares, y así como Juan
bautista seamos personas comprometidas con la justicia y la paz.
- Te pedimos por las familias del mundo, que por intercesió n de la virgen sean
hogares de humanidad, y fraternidad y compromiso para con los má s necesitados.
- Cristo rey te pedimos por todos los miembros del MAR de manera especial por los
que renuevan hoy sus compromisos para que sean fieles y se dejen guiar por el
Espíritu santo para anunciar le reino de Cristo.
- Te pedimos por los aquí presentes, para el encuentro con tu palabra y el alimento de
tu cuerpo nos anime a llevar a otros el gozo de creer en ti. Roguemos al Señ or.

Ofertorio. Junto al pan y al vino Señ or te presentamos Señ or nuestro estatuto y cada uno
de nosotros los miembros del MAR, como grupo de Iglesia y su misió n en la misma de
extender tu reino y diciendo con nuestra vida: Cristo reina.

Canto: de ofertorio.

Canto: Santo.

Padre nuestro.

COMUNIÓN: con la alegría de este encuentro y pedir las fuerzas para vivir lo que
hemos dicho de palabra acerquémonos a recibir a Jesús Eucaristía.

Canto de comunión

Canto de despedida

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