Está en la página 1de 5

Derecho de los niños, niñas y adolescentes

Tanto la Convención Americana como la Convención sobre los Derechos del


Niño forman parte de un muy comprensivo corpus juris internacional de
protección de los niños, por lo tanto, resulta necesario consultar ambos textos
a la hora de interpretar las normas.
A nivel interno contamos con el Código de la Niñez y Adolescencia.

Titulares del derecho:


Todas las personas menores de 18 años, tener presente art. 1 Convención
sobre derechos del Niño
En las Reglas de Beijing, en las Reglas de Tokio y en las Directrices de Riad se
utilizan los términos “niño” y “menor” para designar a los sujetos destinatarios
de sus disposiciones. De acuerdo con las Reglas de Beijing “menor es todo
niño o joven que, con arreglo al sistema jurídico respectivo, puede ser
castigado por cometer un delito en forma diferente a un adulto”. En las Reglas
de Tokio no se establece salvedad alguna al límite de dieciocho años de edad,

Obligado:
El Estado tiene respecto de todas las personas bajo su jurisdicción, las
obligaciones generales de respetar y garantizar el pleno goce y ejercicio de sus
derechos, que se imponen no sólo en relación con el poder del Estado sino
también frente a actuaciones de terceros particulares en determinadas
circunstancias.
De estas obligaciones generales derivan deberes especiales, determinables en
función de las particulares necesidades de protección del sujeto de derecho, en
este caso por su condición personal, por tratarse de niños y adolescentes, es
decir sujetos en desarrollo.
EL deber de garantía, por su parte, adquiere especial intensidad en relación
con niñas, ya que las mismas son particularmente vulnerables a la violencia.

Normas de protección especiales:

Articulo 19 Convención Americana sobre derechos humanos

En materia de derechos de los niños y niñas la Corte IDH ha tratado en forma


pormenorizada los alcances del art. 19 de la CADH. Esta norma constituye una
obligación especial que se suma a las generales de respeto y garantía sin
discriminación, en aquellos casos en que el titular de derechos es un menor de
18 años

En el caso “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) Vs. Guatemala


Fondo. Sentencia de 19 de noviembre de 1999 la Corte IDH ha
desarrollado este tema.
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_63_esp.pdf

Los hechos del caso se contextualizan en una época caracterizada por un


patrón común de acciones al margen de la ley, perpetradas por agentes de
seguridad estatales, en contra de los “niños de la calle”. Esta práctica incluía
amenazas, detenciones, tratos crueles, inhumanos y degradantes y homicidios
como medio para contrarrestar la delincuencia y vagancia juvenil
La Corte señala que el artículo 19 de la Convención establece que “todo niño
tiene derecho a las medidas de protección que sus condiciones de menor
requieren por parte de su familia, de la sociedad y del Estado” Entre ellas
merecen ser destacadas las referentes a la no discriminación, a la asistencia
especial a los niños privados de su medio familiar, a la garantía de la
supervivencia y el desarrollo del niño, al derecho a un nivel de vida adecuado y
a la reinserción social de todo niño víctima de abandono o explotación.
A lo anterior es preciso agregar la puntual observancia de obligaciones
establecidas en el artículo 4 de la Convención sobre los Derechos del Niño,
que señala:
“Los Estados Partes adoptarán todas las medidas administrativas, legislativas y
de otra índole para dar efectividad a los derechos reconocidos en la presente
Convención. En lo que respecta a los derechos económicos, sociales y
culturales, los Estados Partes adoptarán esas medidas hasta el máximo de los
recursos de que dispongan y, cuando sea necesario, dentro del marco de la
cooperación internacional
También se debe tener presente la Opinión Consultiva OC-17/02. Condición
Jurídica y Derechos Humanos del Niño. Resolución de 28 de agosto de 2002,
solicitada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
https://www.corteidh.or.cr/docs/opiniones/seriea_17_esp.pdf

Interés superior del Niño

Articulo 3 CDN
La Corte Interamericana en el caso Caso González y otras (“Campo
Algodonero”) Vs. México, que refiere a hechos que sucedieron en ciudad
Juárez, lugar donde se desarrollan diversas formas de delincuencia
organizada. Asimismo, desde 1993 existe un aumento de homicidios de
mujeres influenciado por una cultura de discriminación contra la mujer.
https://www.corteidh.or.cr/cf/Jurisprudencia2/ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=347

En esta sentencia la Corte señala que “la prevalencia del interés superior del
niño debe ser entendida como la necesidad de satisfacción de todos los
derechos de la infancia y la adolescencia, que obliga al Estado e irradia
efectos en la interpretación de todos los demás derechos de la Convención
cuando el caso se refiera a menores de edad. Asimismo, el Estado debe
prestar especial atención a las necesidades y los derechos de las presuntas
víctimas en consideración a su condición de niñas, como mujeres que
pertenecen a un grupo en una situación vulnerable”

Principio de autonomía progresiva

Articulo 12 CDN
En el caso de los niños y niñas, si bien son sujetos titulares de derechos
humanos, aquéllos ejercen sus derechos de manera progresiva a medida que
desarrollan un mayor nivel de autonomía persona
Caso Atala Riffo y Niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 24 de febrero de 2012
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_239_esp.pdf

Los hechos del presente caso inician en el año 2002, cuando Karen Atala Riffo
decidió finalizar su matrimonio con Ricardo Jaime López Allendes, con quien
tenía tres hijas: M., V. y R. Como parte de la separación de hecho,
establecieron por mutuo acuerdo que Karen Atala Riffo mantendría la tuición y
cuidado de las tres niñas en la ciudad de Villarrica. En noviembre de 2002 la
señora Emma de Ramón, compañera sentimental de la señora Atala, comenzó
a convivir en la misma casa con ella y sus tres hijas. En enero de 2003, el
padre de las tres niñas interpuso una demanda de tuición o custodia ante el
Juzgado de Menores de Villarrica. En octubre de 2003, el Juzgado de Menores
de Villarrica rechazó la demanda de tuición. En marzo de 2004 la Corte de
Apelaciones de Temuco confirmó la Sentencia. En mayo de 2004 la Cuarta
Sala de la Corte Suprema de Justicia de Chile acogió el recurso de queja
presentado por Ricardo Jaime López y le concedió la tuición definitiva.
La Corte IDH, en este caso decidió escuchar a las niñas teniendo en cuenta
que tenían en este momento 12, 13 y 17 años de edad y, “por tanto, podrían
existir diferencias en sus opiniones y en el nivel de autonomía personal para el
ejercicio de los derechos de cada una”.
Por otra parte, “la Corte reitera que los niños y las niñas ejercen sus derechos
de manera progresiva a medida que desarrollan un mayor nivel de autonomía
personal […]. En consecuencia, el aplicador del derecho, sea en el ámbito
administrativo o en el judicial, deberá tomar en consideración las
condiciones específicas del menor de edad y su interés superior para
acordar la participación de éste, según corresponda, en la determinación
de sus derechos. En esta ponderación se procurará el mayor acceso del
menor de edad, en la medida de lo posible, al examen de su propio caso.
Asimismo, la Corte considera que las niñas y los niños deben ser informados
de su derecho a ser escuchados directamente o por medio de un
representante, si así lo desean. Al respecto, en casos en que se presenten
conflictos de intereses entre la madre y el padre, es necesario que el Estado
garantice, en lo posible, que los intereses del menor de edad sean
representados por alguien ajeno a dicho conflicto”

Derecho a ser oído.

En el caso Átala Riffo también desarrolla el estándar de este derecho el artículo


8.1 de la Convención Americana consagra el derecho a ser oído que ostentan
todas las personas, incluidos los niños y niñas, en los procesos en que se
determinen sus derechos. Dicho derecho debe ser interpretado a la luz del
artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño, el cual contiene
adecuadas previsiones sobre el derecho a ser escuchado de las niñas y los
niños, con el objeto de que la intervención del niño se ajuste a las condiciones
de éste y no redunde en perjuicio de su interés genuino.

El Comité de los Derechos del Niño, Observación General No.


12(https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2011/7532.pdf), párr. 30
ha expresado:
i) “no puede partirse de la premisa de que un niño es incapaz de
expresar sus propias opiniones”
ii) “el niño no debe tener necesariamente un conocimiento exhaustivo
de todos los aspectos del asunto que lo afecta, sino una comprensión
suficiente para ser capaz de formarse adecuadamente un juicio
propio sobre el asunto”
iii) el niño puede expresar sus opiniones sin presión y puede escoger si
quiere o no ejercer su derecho a ser escuchado;
iv) “la realización del derecho del niño a expresar sus opiniones exige
que los responsables de escuchar al niño y los padres o tutores
informen al niño de los asuntos, las opciones y las posibles
decisiones que pueden adoptarse y sus consecuencias”
v) “la capacidad del niño debe ser evaluada para tener debidamente en
cuenta sus opiniones o para comunicar al niño la influencia que han
tenido esas opiniones en el resultado del proceso”
vi) “los niveles de comprensión de los niños no van ligados de manera
uniforme a su edad biológica”, por lo que la madurez de los niños o
niñas debe medirse a partir de “la capacidad. para expresar sus
opiniones sobre las cuestiones de forma razonable e independiente

También podría gustarte