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Sección primera: Disposiciones generales Art. 235
gidos, debido a su edad, desarrollo y grado de madurez, de elementos que afecten su
integridad y adecuada formación.
La Convención sobre los Derechos del Niño (Convención o CDN) si bien con-
sidera al niño como un ser humano a proteger en razón de su progresivo desarrollo
físico y mental, es sujeto de derechos y libertades fundamentales. La Convención
reconoce que lo estipulado en este instrumento son derechos humanos adaptados a
las circunstancias del niño, teniendo en cuenta, además, la particular vulnerabilidad
en determinadas circunstancias en las que necesitaría protección específica.
El corpus juris de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes (NNA)
es el conjunto de normas fundamentales1218 que se encuentran vinculadas con el
objetivo de garantizar los derechos humanos de los NNA, tal y como lo establece
la Convención Americana sobre Derechos Humanos: “Los NNA son titulares de
todos los mismos derechos que los adultos y además merecedores de una protección
especial”1219. En relación con el deber de protección especial a los NNA1220. Asimis-
mo, tanto la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) como la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Comisión o CIDH) han señalado
que los NNA:
“Poseen los derechos que corresponden a todos los seres humanos […] y tienen
además derechos especiales derivados de su condición, a los que corresponden debe-
res específicos de la familia, la sociedad y el Estado”1221. Así, se configura un marco
legal importante para la generación de jurisprudencia internacional, puesto que, por
ejemplo, en el caso Masacre de Mapiripán vs. Colombia, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos señaló que “revisten especial gravedad los casos en los cuales las
víctimas de violaciones a los derechos humanos son niños y niñas, quienes tienen
además derechos especiales derivados de su condición, a los que corresponden deberes
específicos de la familia, la sociedad y el Estado”1222.
Y, este deber de protección especial se justifica debido a su desarrollo progresivo
en todas sus facetas a nivel físico, cognitivo, emotivo, psicológico y social; depende de
los adultos para el efectivo acceso y disfrute de todos sus derechos, así como para el
1218 Declaración de los Derechos del Niño de 1959; Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU de
1989 y sus tres protocolos facultativos; Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969; Con-
vención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. Convención Belém
Do Pará; también las decisiones adoptadas por los órganos de derechos humanos internacionales.
1219 Comisión Interamericana de Derecho Humanos, El derecho del niño y la niña a la familia. Cuidado
alternativo, Washington: 17 de octubre del 2013, párr. 35.
1220 Artículo 19 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José. Suscrita en San
José de Costa Rica el 22 de noviembre de 1969.
1221 Corte Interamericana de Derecho Humanos, Opinión Consultiva OC-17/02, San José: 28 de agosto
del 2002. Serie A, n.° 17, párr. 54.
1222 Corte Interamericana de Derecho Humanos, Caso de la Masacre de Mapiripán vs. Colombia, San José:
15 de setiembre del 2005, párr. 152.
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ejercicio de las acciones jurídicas tendientes a exigir los mismos1223. De acuerdo con
sus capacidades y grado de madurez, los Estados deben de tomar todas las medidas
adecuadas y necesarias para garantizar la realización efectiva de los derechos de los
NNA.
Este corpus iuris compila los derechos y garantías para el desarrollo integral del
niño, contemplando la necesidad de atender a su interés superior y reconocer su con-
dición de sujeto de derecho, confiriéndole un papel principal en la construcción de su
propio destino.
La Convención es uno de los instrumentos de derechos humanos que ha teni-
do, en cortos plazos de tiempo, un mayor número de ratificaciones por parte de los
Estados, siendo además el primer instrumento jurídico de naturaleza convencional
que considera al niño como sujeto portador de derechos. Pasando de la doctrina de
la situación irregular —niño como objeto donde los adultos opinan sobre ellos, se
pensaba que los NNA eran incapaces, no saben, deben hacer lo que el adulto quiere,
sujeto receptor de órdenes, pasivo de protección sin voz ni opinión—, a la doctrina
de la protección integral —NNA como titular de derechos con capacidades y poten-
cialidades, persona que toma decisiones sobre lo que le afecta, activo, opina, deman-
da, se expresa, busca información—, tendencia que ha influenciado a la mayoría de
normativas, entre ellas las del derecho civil, en la que la figura de los niños y niñas
era considerada como estática y pasiva.
La Convención establece cuatro principios fundamentales: de no discriminación;
del derecho a la vida, la supervivencia y desarrollo; de observar siempre el interés
superior del niño y, derecho a la participación y a ser escuchado.
La Convención recoge todos los derechos económicos, sociales, culturales, po-
líticos, libertades y garantías que se encuentran consagrados en otros instrumentos
internacionales para que sean de aplicación obligatoria y sin discriminación de ninguna
clase para los NNA. Asimismo, contempla una protección específica para la niñez al
señalar que todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su condición
de infante requiere, tanto por parte de su familia como de la sociedad y del Estado.
La aplicación de la Convención es obligación de todos los gobiernos y, fija, tam-
bién, las obligaciones y responsabilidades de otros actores de la sociedad, en primer
lugar, la de los padres, docentes, profesionales de la salud, profesionales del sistema
de justicia, medios de comunicación, investigadores y de los propios niños y niñas.
Dicho instrumento, fue ratificado por el Perú el 3 de agosto de 1990, en él se
reconoce como niño y niña a todo individuo entre 0 meses y 18 años cumplidos,
parámetro de edades seguido por el Perú en su sistema legal1224.
1223 Comisión Interamericana de Derecho Humanos, Caso de la Masacre de Mapiripán vs. Colombia, San
José: 15 de setiembre del 2005, párr. 42.
1224 Artículo 1 de la Convención sobre los Derechos del Niño, se establece por niño todo ser humano menor
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2. LA RESPONSABILIDAD PARENTAL
El artículo 235 del Código Civil define un conjunto de obligaciones que los
padres deberían impartir a los hijos e hijas. Sin embargo, el concepto de familia y de
responsabilidad parental en la región latinoamericana, y en especial, en nuestro país es
un concepto que no está acorde con la legislación internacional, con el Principio del
interés superior del niño y en el que, por el contrario, persiste la idea de considerar a
los hijos como propiedad de los padres, y por lo tanto, de “tener el derecho de hacer
con ellos lo que los padres, madres y cuidadores creen que es lo mejor para el niño”,
contra el status de sujeto de derechos que la Convención reconoce en los NNA.
En esa línea, Benjamín Aguilar1225 señala que se hace preciso tener en cuenta
los nuevos enfoques en relación con el Derecho de Familia, teniendo como marco
y guía el artículo 233 del Código Civil, principalmente en lo relacionado a la pro-
tección constitucional de los derechos fundamentales de todos los miembros que la
componen, pero no solo para interpretar los demás artículos, sino también para llenar
algunos vacíos que este Libro del Código Civil aún mantiene.
Estos nuevos enfoques —que han determinado en algunos casos la derogación-
modificación de ciertos artículos— son según el autor los siguientes: el reconocimiento
constitucional de las uniones de hecho como una forma de familia, la igualdad de
género y roles en el matrimonio, lo que conlleva a la desaparición de conceptos corno
la potestad marital o la división sexual del trabajo, la igualdad de los hijos, desapare-
ciendo la distinción entre hijos legítimos e ilegítimos, la introducción de la prueba
del ADN y técnicas de reproducción asistida en temas de filiación y la aceptación del
principio del interés superior del niño y adolescente en materia de patria potestad1226.
A pesar de la extendida adopción formal de la Convención y su adaptación a la
legislación nacional, persisten visiones y prácticas de diferenciación no solo del tipo
de familia, sino de las relaciones dentro del círculo familiar heredadas de la teoría y
práctica jurídica de índole tradicional, así, por ejemplo, tal como señalan Fernández
y Alcántara: “Una de las características que tuvo nuestra regulación sobre la familia
fue la jerarquización de las relaciones entre sus miembros. De un lado, la potestad
marital ubicaba al varón esposo y padre como la cabeza de la familia, lo que suponía
un estatus inferior para la mujer y los hijos”1227.
Así, esas relaciones de status y desigualdad se pueden reconocer en la redacción
de algunos artículos del Código Civil o de otras normativas que en algunos casos se
de 18 años de edad.
1225 Abarca García, Jorge Luis, Reseña al libro “La familia en el Código Civil peruano” de Benjamín Aguilar
Llanos, en Foro Jurídico, n.° 8, pp. 171-172.
1226 Loc. cit.
1227 Fernández Revoredo, Marisol y Olga Alcantara Francia, “Obligaciones de los padres e igualdad entre
los hijos” en Código Civil comentado por los 100 mejores especialistas, t. ii, Lima: Gaceta Jurídica, 2001, p.
26.
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Algunos ejemplos de estas nuevas tendencias del interés superior del niño, la
familia, entre otros, aplicadas al derecho civil, en especial al derecho de familia, y
específicamente al tema de las obligaciones de los padres, las podemos encontrar en el
Código Civil italiano, modificado por la Ley 219/2012, en la que se puede reconocer
una mayor centralidad al rol del niño, por ejemplo, en los asuntos que les concierne
otorgándoles el derecho a ser escuchado, y también promoviendo una relación ho-
rizontal con los padres (implementando el concepto de responsabilidad parental).
El Código Civil italiano establece:
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a concebir como la priorización de los derechos (intereses) de los niños, por sobre
otras consideraciones (inclusive, otros derechos). En otras palabras, el interés superior
del niño no busca determinar qué es lo que la justicia determina en cada caso sino,
en cambio, que es lo que demandan específicamente los derechos de los niños en cada
situación concreta. Así entendido, el interés superior del niño pasa a ser un principio
elemental para la consecución de dos fines: a) respetar, con carácter prioritario, los
derechos de los niños y; b) incluir otros derechos o intereses en el juicio de pondera-
ción, pero en base a una regla de prioridad a favor de los derechos de los niños”1236.
El principio del interés superior del niño, consagrado en el artículo 3 de la
Convención sobre los Derechos del Niño, es de carácter obligatorio. Es así, que el
Comité de los Derechos del Niño de la ONU ha declarado como el principio guía de
la Convención. Implica que el desarrollo de este y el ejercicio pleno de sus derechos
deben ser considerados criterios rectores para la elaboración de normas y la aplicación
de estas en todos los órdenes relativos a la vida del niño”1237. El interés superior del
niño es un concepto dinámico que debe aplicarse evaluando cada caso en su contexto
y, concepto triple: un derecho, un principio y una norma de procedimiento1238. La
realización del interés superior del niño debe considerarse a la luz de la autonomía
progresiva del niño en la toma de decisiones que el afecten y en el ejercicio de sus
derechos1239.
En el caso de nuestro país, el interés superior del niño es recogido en la Ley N.°
30466 y su reglamento, Ley que establece parámetros y garantías procesales para la
consideración primordial del Interés Superior del Niño1240. Esta Ley establece pa-
rámetros de aplicación, que en nuestra opinión condensan muchos de los aspectos
estipulados en la Convención, resaltando el carácter universal, indivisible, inter-
dependiente e interrelacionado de los derechos del niño, su reconocimiento como
titulares de derechos, y teniendo como marco a la Convención asegurar el respeto, la
protección y realización de todos los derechos reconocidos en ella.
El artículo 4 de la Ley señala una lista de garantías procesales a tener en cuenta
para la consideración primordial del interés superior del niño, como: el derecho
del niño a expresar su opinión; el que pueda contar con profesionales capacitados y
cualificados; así como cualquier decisión que se tome se considere el interés superior
1236 Espejo Yaksic, Nicolás, “Los Derechos de los Niños”, en Curso de Derechos Fundamentales, Valencia: 2020,
p. 4.
1237 Corte Interamericana de Derecho Humanos, Opinión consultiva OC-17/02, San José: 28 de agosto
del 2002. Serie A. n.° 17.
1238 Comité de los Derechos del Niño de la ONU, Observación general N.° 14, sobre el derecho del niño a
que su interés superior sea una consideración primordial, Ginebra: 2013, párrs. 6 y 11.
1239 Comité de los Derechos del Niño de la ONU, op. cit., párrs. 74, 84 y 85.
1240 Artículo 2 de la Ley N.° 30466: El interés superior del niño es un derecho, un principio y una norma de
procedimiento que otorga al niño el derecho a que se considere de manera primordial su interés superior en
todas las medidas que afecten directa o indirectamente a los niños y adolescentes, garantizando sus derechos
humanos.
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del niño y que se evalúe el impacto de la decisión que se tome en consideración con
los derechos del niño, conforme a la Observación general 141241.
Con relación al interés superior del niño y la familia, el reglamento de la Ley
señala que:
“En la práctica se han dado casos en los cuales, las denuncias por delitos contra la
libertad sexual han sido fruto de venganza entre cónyuges, ocasionando mucho daño,
no sólo a quien fue denunciado injustamente, sino al niño o adolescente, que primero
tiene que afrontar incómodos exámenes, interrogatorios recurrentes y victimizantes. Lo
1241 Comité de los Derechos del Niño de la ONU, Observación general N.° 14, sobre el derecho del niño a
que su interés superior sea una consideración primordial, Ginebra: 2013.
1242 Artículos 9.3 del Reglamento de la Ley N.° 30466, Ley que establece parámetros y garantías procesales para
la consideración primordial del niño.
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será más todavía si aplicándose las nuevas normas, el niño involucrado, se vea privado
de tener contacto con uno de sus progenitores, y con el estigma del proceso y el dolor
que esta situación conlleva”1243.
“[E]n todo proceso judicial en el que se deba verificar la afectación de los derechos fun-
damentales de niños o menores de edad, los órganos jurisdiccionales deben procurar una
atención especial y prioritaria en su tramitación. […] una obligación ineludible de la
comunidad y principalmente del Estado. […] atención debe ser especial en la medida
en que un niño o un adolescente no se constituye en una parte más en el proceso, sino
que posee características singulares y particulares respecto de otras”.
Del mismo modo, sobre el interés superior del niño, la Corte Suprema de Justicia
del Perú1244, se ha pronunciado:
“El Principio del interés superior del niño, significa que cualquier medida que se tome
a nivel público o privado deberá contemplar en primer lugar el cuidado de que no dañe
ni ponga en riesgo el cumplimiento de ningún derecho de niñas, niños y adolescentes”.
[Casación N.° 4555-2011-Tacna del 6 de setiembre del 2012].
“NOVENO. Que dicho principio debe der entendido como la protección a los de-
rechos del menor ante un conflicto de intereses mediante un razonamiento lógico
jurídico que le otorgue certidumbre en el resguardo de su derecho: que este principio
debe guardar concordancia con el procedimiento que es de orden público, esto es, de
obligatorio cumplimiento por el Juez y las partes”. [Casación 1729-2001-Junin del
6 de diciembre del 2001].
“[Q]ue este principio rector se constituirá en un estándar jurídico que permitirá adecuar
los contenidos normativos abstractos a lo empírico, solucionando de esta manera, la
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disociación existente en un caso concreto entre la norma y su administración o realiza-
ción. Siendo así, […] debe tenerse en cuenta que la calificación del superior en modo
alguno implica desconocer los intereses de los otros componentes del grupo familiar, pues
los requerimientos del niño deben armonizarse con las necesidades de toda la familia,
dentro de una lógica de integración. […] Se trata de determinar la preeminencia de los
derechos de la infancia en su confrontación con otros derechos que pudieran menoscabarlo
o desvirtuarlo, o respecto de normas o disposiciones de las que pueda resultar tal situación”.
[Casación N.° 4881-2009-Amazonas del 5 de abril del 2012].
“[Q]ue en los asuntos de orden familiar es posible apelar a la flexibilización procesal
dado que lo que se protege es el interés superior del niño conforme con lo señalado
el tercer pleno casatorio”. [Sentencia del Tribunal Constitucional, Expediente N.°
03247-2008PHC/TC del 14 de agosto del 2008].
“[D]eterminar si resulta conveniente para los niños recibir las visitas del padre o madre
que no viva con ellos, estando a que es derecho de los hijos el mantener una relación
fluida y afectuosa con ambos padres y si bien no ha sido materia del petitorio el fijar un
régimen de visitas para el padre en caso la madre obtenga la tenencia, debe señalarse dicho
régimen no sólo por economía procesal en atención al interés superior de los niños, sino
por ser éste de necesidad evidente, a fin de facilitarla comunicación entre padre e hijos y
fomentar y favorecer sus relaciones personales con el padre y la familia paterna con quienes
siempre han estado ligados, estando facultada la juzgadora para fijar dicho régimen en
aplicación de lo dispuesto por el inciso c del artículo ochenta y cuatro del Código de los
Niños y Adolescentes y por el artículo ciento setenta y siete del mismo cuerpo de leyes,
además que el numeral tercero de la Convención de los Derechos del Niño establece que
los Estados respetarán el derecho del niño que esté separado de uno o de ambos padres a
mantener relaciones personales y contacto directo con ambos padres de modo regular”.
[Expediente N.° 2494-2005 Segundo Juzgado Especializado en Familia de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte, del 29 de agosto del 2007]1245.
Por otro lado, el interés superior del niño se encuentra relacionado con el dere-
cho de la niña, niño y adolescentes a expresar su opinión y que sea tomada en cuenta
en todo lo que le afecte. Así lo ha establecido el Comité de los Derechos del Niño
de la ONU, “el artículo 12 no impone ningún límite de edad al derecho del niño
a expresar su opinión y desaconseja a los Estados partes que introduzcan por ley o
en la práctica límites de edad que restrinjan el derecho del niño a ser escuchado en
todos los asuntos que lo afectan”1246. Ergo, se deberá tomar en cuenta su opinión en
relación a las medidas que las madres, padres y cuidadores toman respecto de lo que
es mejor para su desarrollo integral.
En ese sentido, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU recomendó al Es-
tado peruano, que: “Establezca programas y actividades de sensibilización para promover
la participación real y efectiva de todos los niños dentro de la familia, la comunidad y
1245 Poder Judicial, Compendio de Jurisprudencia de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, Lima: Fondo
Editorial del Poder Judicial, 2010, p. 190.
1246 Comité de los Derechos del Niño de la ONU, Observación general N.° 12, El derecho del niño a ser
escuchado, Ginebra: 2009, párr. 21.
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la escuela, prestando especial atención a las niñas y a los niños y niñas en situación de
vulnerabilidad”1247.
Por lo tanto, la aplicación del interés superior del niño depende de ciertas ga-
rantías procesales, que se deben tener en cuenta en la diversidad de la problemática
derivada del artículo 235, como es el caso de la patria potestad, régimen alimenticio
entre otras. Pero también involucra el deber de padres, madres y cuidadores de ejer-
cer “responsabilidad parental” aplicando el interés superior del niño en cada caso
concreto y tomando en cuenta la opinión de los NNA, respecto de lo señalado en el
artículo 235 del Código Civil, como las decisiones que tomar frente a qué educación
brindarles, que tipo de acceso y servicios de salud asegurarles, protegerlos frente a la
violencia, para establecer la patria potestad, el régimen alimenticio y el régimen de
visitas, entre otros derechos de las NNA reconocidos en la Convención y en recogidos
en nuestra legislación nacional1248.
4. CONCLUSIONES
Con el presente comentario hemos querido poner en consideración un tema que
entendemos vital en tanto al ser los niños, niñas y adolescentes parte integrante de la
familia, este entrecruza todo este el libro del Código Civil, puesto que el ejercicio de
la responsabilidad parental requiere una nueva mirada que ubique a la familia como
un concepto amplio, siendo además entendido como el espacio más adecuado para
el desarrollo integral de las niñas, niños y adolescentes.
Consideramos que se debe llevar a cabo una reforma legal sobre el concepto
que tenemos de familia, comprendiendo que —“no está reducid[o] únicamente al
matrimonio y debe abarcar otros lazos familiares de hecho donde las partes tienen
vida en común por fuera del matrimonio”1249—; en tanto esta visión amplia también
permite el cambio de otras perspectivas, como la responsabilidad parental compar-
tida —las madres y los padres son igualmente responsables de sus hijas e hijos—; la
democratización de las relaciones de poder y de la división del trabajo dentro de las
familias debe darse en condiciones de igualdad y de género; y eso significa que no
puede haber diferenciación entre las hijas y los hijos, a todos debe proveérsele educa-
ción, salud y cuidados en un ambiente libre de violencia1250. Esto parte también en la
1247 Comité de los Derechos del Niño de la ONU. Observaciones finales sobre los informes periódicos cuarto y
quinto combinados del Perú. Aprobadas en el 71.er período de sesiones, Ginebra: enero del 2016, inciso d, párr.
32.
1248 El Comité de los Derechos del Niño de la ONU, máximo intérprete de la Convención, emitió la Observa-
ción general N.° 14, CRC, tomar en cuenta párrafos: 1, 2, 3 de la página 11. Sobre la opinión del niño y la
identidad de la página 13 y sobre la preservación del entorno familiar y mantenimiento de las relaciones ver
página 14, 15, 16 (cuidado, protección y seguridad del niño) y 17 (derecho del niño a la salud y educación).
1249 Corte Interamericana de Derecho Humanos, Opinión Consultiva OC-17/02, San José: 28 de agosto
del 2002. Serie A, N.° 17, párr. 69.
1250 El Estado tiene la obligación de tomar medidas destinadas a empoderar a las familias en el cumplimiento de
sus funciones de crianza positiva de sus hijas e hijos, como implementar “escuela de padres” o brindar herra-
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promoción de relaciones democráticas dentro de los hogares donde la opinión de las
niñas, niños y adolescentes se debe alentar y tomar en cuenta dentro de las familias
y, en todo lo que les concierne, tal y como el Comité de los Derechos del Niño de
la ONU recomendó al Estado peruano1251: “promover la participación real y efectiva
de todos los niños dentro de la familia”.
Estas tendencias ya han sido recogidas por algunos códigos civiles, siendo el caso
del código italiano, como lo señalamos en los párrafos precedentes, uno de los que más
engloba esta nueva visión, donde el interés superior del niño prima en las relaciones
parentales, como consecuencia de una mirada más amplia del concepto de familia.
Hay algunos avances dentro de nuestra legislación nacional en leyes específicas vin-
culadas a la niñez, pero también a nivel penal y procesal penal que recogen el interés
superior del niño como principio fundamental; también, hay un número importante
de jurisprudencia tanto del Tribunal Constitucional como la Corte Suprema de Jus-
ticia, por lo tanto, consideramos que el Código Civil también debería recoger esos
avances, principalmente en todo el articulado del Libro de Familia.
Al ser el interés superior del niño un concepto triple: un derecho sustantivo,
un principio jurídico y una norma de procedimiento, este debe tomarse en cuenta al
momento de aplicar el artículo 235 del Código Civil para hacer efectivo el cumpli-
miento de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
REFERENCIAS JURISPRUDENCIALES
La denuncia penal no puede ser considerada en la misma forma que cualquier acto
lesivo del derecho ajeno, pues en protección del interés público la ley autoriza, y en
ciertos casos obliga, a quien tiene conocimiento de hechos que estima constitutivos
de delitos a denunciarlos e indicar los medios de prueba que conozca, sin exigirle
comprobación preventivas concretas, que paralizarían el ejercicio de la facultad, el
deber y haría difícil la colaboración con el interés social; por eso tal denuncia, si es
presentada por un padre de familia en protección de sus hijos está actuando en ejer-
cicio regular de un derecho, dado que el artículo 235 del Código Civil le exige que es
deber de los padres proveer protección a los hijos, más aún si existió una tentativa de
suicidio de su menor hija en fecha contemporánea a los hechos que fueron materia
de denuncia penal.
[Sala Civil Transitoria, Casación N.° 2018-2015 Lambayeque,
Lima: 5 de octubre del 2016, considerando décimo segundo]
mientas para que las madres y padres puedan desarrollar capacidades educativas, asegurando un entorno libre
de violencia para los NNA. Comité de los Derechos del Niño de la ONU. Observaciones finales sobre
los informes periódicos cuarto y quinto combinados del Perú, Ginebra: enero del 2016, párrs. 32, inciso d,
45 y 46.
1251 Comité de los Derechos del Niño de la ONU. Observaciones finales sobre los informes periódicos
cuarto y quinto combinados del Perú, Ginebra: enero del 2016, párr. 32, inciso d.
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