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Contenido general de la leche materna

Carbajal Navarro Juan Fernando Profesor: Rosas Jiménez Enrique. Materia


Obstetricia. Universidad de Guadalajara. Centro Universitario de Tonalá. 29-08-
2023.
La síntesis láctea tras el parto representa la culminación de un periodo
preparatorio en las que se suele dividir en las fases de mamogénesis,
lactogénesis, galactopoyesis y eyección.
Mamogénesis es el proceso del crecimiento y desarrollo mamario. Durante la
primera mitad de la gestación se produce la proliferación de las células del epitelio
alveolar, la formación de nuevos conductos y el desarrollo de la arquitectura de los
lóbulos mamarios, después, disminuye la proliferación, pero el epitelio se
diferencia para adquirir capacidad secretora. Los estrógenos son responsables del
crecimiento del tejido ductal y de la formación de nuevos alveolos, mientras que la
progesterona es necesaria para la proliferación es necesaria para la proliferación y
maduración de las células alveolares. Las células glandulares se diferencian en
células secretoras y células mioepiteliales bajo la influencia de la PRL, hormona
de crecimiento, lactógeno placentario, insulina y cortisol. Aunque las
concentraciones de PRL aumentan progresivamente a lo largo de la gestación, los
estrógenos de origen placentario bloquean la actividad secretora del epitelio
glandular inducida por la PRL.
Lactogénesis. La producción de leche se inicia entre el 2° y el 6° día posparto. La
caída de los estrógenos desbloquea el tejido mamario, lo que permite que la PRL
inicie la producción de leche. La desaparición del lactógeno placentario también
favorece la lactogénesis, ya que el lactógeno placentario y la PRL comparten los
mismos receptores en el tejido mamario, de tal manera que la disminución del
primero permitiría la ocupación de los receptores por la PRL. La PRL es la
hormona clave en el proceso de la lactogénesis. Es segregada por la
adenohipófisis con un ritmo circadiano y con mayores valores nocturnos. La
secreción de PRL es inhibida por la dopamina, por lo que situaciones de estrés e
incomodidad pueden provocar una inhibición de la secreción de PRL y, si
persisten, pueden hacer fracasar la lactancia.
Galactopoyesis. El mantenimiento de la lactancia requiere que exista una succión
periódica del pezón. La succión del pezón inicia un reflejo neurohormonal que
provoca el aumento de las cifras de PRL. También inhibe la secreción de GnRH;
de este modo se inhibe la aparición de la ovulación y la menstruación. A medida
que la lactancia se prolonga, los valores basales de PRL disminuyen y los
aumentos asociados con la succión son menos intensos.
Eyección. El vaciamiento de la leche es el proceso mediante el que las células
mioepiteliales de los alveolos se contraen e impulsan la leche a lo largo de los
conductos hasta los senos lactíferos situados debajo de las areolas mamarias, de
donde es extraída por la succión del lactante. La succión del pezón también
estimula la neurohipófisis para que libere la oxitocina, la cual produce la
contracción de las células mioepiteliales. Para que la secreción láctea se
mantenga es necesario que la glándula se vacíe, lo que permite que, a medida
que el bebé necesita y saca más leche, se produzca mayor cantidad.
Composición de la leche materna. La primera secreción que aparece en la
glándula mamaria es el calostro y está presente durante los 5 primeros días
después del posparto. A diferencia de la leche, el calostro contiene más minerales
y proteínas, pero menos azúcares y ácidos grasos. El calostro es también muy rico
en inmunoglobulinas (IG), sobre todo IgA. Estas Ig proporcionan protección al
recién nacido, además de servir de laxante natural, facilitando la excreción de
meconio. Entre las 30 y 40 h después del parto se produce un rápido cambio en la
composición de la leche, debido al aumento en la síntesis de lactosa; esta produce
un aumento del volumen lácteo debido a su gran capacidad osmótica. La leche
materna contiene agua, lactosa, proteínas, ácidos grasos, hierro y todas las
vitaminas. La lactancia materna proporciona beneficios tanto para el lactante como
para la madre.
Ventajas para el niño: El alimento es diseñado exclusivamente para el niño. Es
superior a cualquier alternativa. Bacteriológicamente segura y siempre fresca.
Proporciona inmunidad frente a enfermedades bacterianas y víricas. Estimula el
desarrollo de las defensas inmunológicas del lactante. Disminuye el riesgo de
enfermedades respiratorias y diarrea. Evita o reduce el riesgo de alergia.
Promueve un correcto desarrollo de los dientes. Disminuye las tendencias a
obesidad. Promueve un frecuente y cariñoso contacto físico con la madre.
Promueve la relación madre-hijo. Ventajas para la madre: Facilita la recuperación
fisiológica tras el embaraza. Facilita la unión psicológica. Facilita la autoestima de
la mujer en su papel de madre. Permite periodos de descanso a lo largo del día.
Elimina la necesidad de mezclar, preparar, usar y lavar el material de la lactancia
artificial. Ahorra dinero al no tener que comprar leche artificial y biberones.
Disminuye el riesgo de cáncer de mama y de ovario.
Bibliografía:
Marqués P. (2022). Modificaciones fisiológicas durante el puerperio. Obstetricia y
Ginecología. Capítulo 38. Pag. 217-225. Elsevier. España.
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George L. (2017). Fisiología fetal y neonatal - Fisiología médica. Elsevier. España.
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