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FACULTAD DE PSICOLOGÍA
TESIS DE LICENCIATURA
Mendoza 15 de noviembre
3
HOJA DE EVALUACIÓN
TRIBUNAL
Presidente:
Vocal:
Vocal:
Nota:
4
RESUMEN
La presente investigación tuvo como fin describir de qué manera las publicidades
audiovisuales emitidas en los medios de comunicación reproducen violencia simbólica y
cosifican a la mujer. El marco teórico de este estudio está compuesto por teorías
sociológicas, psicológicas y filosóficas sobre las problemáticas mencionadas. En primer
lugar se definieron los conceptos más importantes, luego se teorizó sobre el contexto en el
que se desarrolla la violencia simbólica, y por último se vislumbraron las manifestaciones
actuales de la cosificación de la mujer y violencia simbólica en los medios de
comunicación. Dicha tesis se llevó a cabo a través del método fenomenológico, con una
muestra de doce publicidades de cosméticos. La recolección de datos y construcción de la
información se efectúo analizando las publicidades a través de una guía de observación
dividida en tres registros diferentes: visual, textual, y contextual. En base al análisis de las
publicidades se concluyó que las mismas denotan violencia simbólica y mediática,
exhibiendo una imagen cosificada de la mujer. En las sub categorías analizadas se
presentan formas concretas que generan y refuerzan la problemática, fortaleciendo
símbolos sociales discriminatorios, y así también significantes que disminuyen a todo el
colectivo femenino.
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SUMMARY
The aim of this research was to describe how audiovisual advertisements broadcast in the
media reproduce symbolic violence and objectify women. The theoretical framework of
this study is composed of sociological, psychological and philosophical theories of the
mentioned topics. First of all, the most important concepts were defined, then the context in
which symbolic violence develops was theorised, and finally the current manifestations of
the reification of women and symbolic violence in the media were outlined. This thesis was
carried out using the phenomenological method, with a sample of twelve cosmetics
advertisements. The data collection and construction of the information was carried out by
analysing the advertisements through an observation guide divided into three different
registers: visual, textual and contextual. Based on the analysis of the advertisements, it was
concluded that they denote symbolic and media violence, displaying a reified image of
women. The sub-categories analysed present concrete forms that generate and reinforce the
problem, strengthening discriminatory social symbols, as well as signifiers that diminish
the entire female collective.
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INDICE
RESUMEN 4
SUMMARY 5
INDICE 6
AGRADECIMIENTOS 8
INTRODUCCIÓN 9
PARTE 1 12
MARCO TEÓRICO 12
CAPITULO I 13
1. 1. Definiciones: 13
CAPITULO II 26
2.2. Instituciones: 30
CAPITULO III 41
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PARTE II 54
APARTADO MÉTODOLÓGICO 54
Marco Metodológico 55
PARTE III 60
RESULTADOS 60
Resultados 61
CONCLUSIONES 106
AGRADECIMIENTOS
Agradezco en primer lugar a la madre tierra y a mi abuela yeya porque para mí son lo
más importante y mi inspiración en la vida, agradezco a mi mamá y papá porque además
del apoyo económico son mi sostén diario y me han acompañado en todo este camino de
estudio y crecimiento espiritual, agradezco a mi directora Fernanda y a Ana porque no solo
me han ayudado en las partes estructurales de la tesis sino que han sido mis guías, al igual
que mi amigo y amiga Mauri y Lia, gracias al comité evaluador de la facultad porque
sostienen un arduo trabajo detrás de cada tesis. Gracias, gracias, gracias.
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INTRODUCCIÓN
Por último, en la tercera parte se muestran los resultados y el análisis de los mismos,
luego para finalizar la investigación se exponen las conclusiones obtenidas a partir de dicho
análisis y de todo el recorrido realizado, con intenciones de generar interrogantes que
conduzcan a generar en quien lee algún interrogante y/o accionar respecto del tema.
Se considera que este trabajo es un aporte interdisciplinario para el estudio de uno de los
tipos de violencia de género: la violencia simbólica; integrando perspectivas de varias
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En nuestro país hay una ley que protege a las mujeres y contempla a la violencia
simbólica. Además, el movimiento feminista en Argentina tiene cada vez más relevancia;
también existen nuevas publicidades que muestran cuerpos no estereotipados. Sin embargo,
en base a lo planteado anteriormente surge la inquietud ¿Por qué con todos estos avances
sigue habiendo violencia simbólica y mediática? como por ejemplo las publicidades en
donde el cuerpo y la “belleza” de la mujer son lo más relevante en detrimento de otras
habilidades que hacen a una persona.
PARTE 1
MARCO TEÓRICO
CAPITULO I
1. 1. Definiciones:
Se entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que de
manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una
relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica,
sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan
comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se considera violencia
indirecta, a los efectos de la presente ley, toda conducta, acción omisión, disposición,
criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón.
(p. 1)
El sistema patriarcal aún existe porque la violencia simbólica es reproducida por sus
propias víctimas ya que es un tipo de violencia sutil. La sociedad determina el rol que
ocupa la mujer y el hombre en la familia y en todas las instituciones, y estos mandatos son
acatados de manera natural, y son traducidos en formas de vestir, actuar, ideologías, valores
y todos los símbolos que atañe a la vida cotidiana. Así se reproducen esquemas mentales y
clasificaciones de lo apropiado para cada género.
Por lo mencionado anteriormente se puede entender que la estructura de poder funciona
gracias a tres sistemas: el de los roles diferenciales de género que permite determinar que
sexo es más apto para cada tarea; el androcentrismo y el poder generalizado o
universalizado en un solo sexo, y la hetero-normatividad como una ley que apunta a que
todo lo que se sale de lo binomio heterosexual es raro y no es reconocido como natural o
propio del ser. Este fenómeno se puede observar por ejemplo cuando se utilizan las
características femeninas como un insulto hacia un hombre, esto conlleva a la disminución
de la virilidad y por lo tanto a la inferiorización de su persona, por insinuar que el mismo
tiene inclinaciones homosexuales (Pecho Ricaldi, 2017).
El género es una construcción social esto implica que se crean esquemas mentales y
sociales para clasificar y dividir al mundo, los mismos otorgan seguridad y tranquilidad al
ser humano y en base a estos esquemas se construye la identidad y se ordena a la sociedad.
Esta perspectiva es entendida a partir del planteamiento de que la naturaleza en su estado
inalterado no existe, ya que al haber intrusión humana con el hecho de nombrarla por
ejemplo, se la está alterando y al mismo tiempo se le aplica una denominación y
clasificación que es resultado del lenguaje y por ende de un discurso de poder.
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En una sociedad falogocentrica <este término remite a quien detenta el poder, que es el
que posee el falo y el conocimiento> el dominio es entendido en términos de
racionalización (característica por excelencia masculina). Ésta manera particular de ver el
mundo es impuesta como visión universal, lo que genera desigualdades no solamente de
genero sino de raza, por ejemplo cuando se describe a las culturas originarias como
primitivas y por lo tanto animalizadas o irracionales (Sztajnszrajber, 2019).
Así se crean categorías de sexo-género que le sirven al discurso de poder, ya que las
hacen pasar por instintivas como el “instinto materno” que por ser natural tiene que estar en
la mayoría de las mujeres. La sociedad entra y sus prácticas se ordenan con estos
principios, pues las tareas de cuidado y limpieza son realizadas en mayor parte por mujeres.
La visión del mundo androcéntrica no tiene que ser justificada, sino que sucede como
algo natural, este hecho se dio gracias a la argumentación anatómica de las diferencias
sexuales, la naturalización y deshistorización de dicho fenómeno, que el mismo condujo a
diferencias sociales. Bourdieu (2000) afirma que:
El destino del niño es distinto, ya que a este la sociedad le confería mayores libertades y
la madre ya resignada en su relación desigual con el género masculino las permitía. La
madre terminaba frustrada cuando sus hijos/as empezaban a crecer ya que se le acaba el
poder de mandar a alguien y su sentido en la vida empezaba a disminuir (Beauvoir, 2019).
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El matrimonio es otra institución del Estado que sometía a las mujeres y ordenaba a la
sociedad. El hombre, gracias al casamiento, en el hogar tenía amor, comida y la estructura
que necesitaba. Las mujeres tenían futuro asegurado y se realizaban, ya que ser solteronas
era una carga y un estigma social. El matrimonio era organizado entre hombres, es decir el
esposo y el padre pactaban este contrato, muchas veces por conveniencia económica, así la
mujer pasaba de la tutela de su padre y de su núcleo familiar, a la de su esposo y esta era la
única forma de “independizarse”. Se le otorgaba una falsa independencia, ya que al adquirir
matrimonio también adquiría una doble obligación la de ser madre y esposa, a cambio de
que el hombre la mantenga; el costo de esta mantención económica era un servicio, este
servicio no es solo doméstico sino de dar placer sexual, por lo que la mujer y su cuerpo se
convierten en un objeto de intercambio.
Los matrimonios arreglados eran entre hombres, y luego la mujer pasaba a ser el objeto
de propiedad de éste, se le daba un apellido y entraba en el mundo del hombre, ya que si
tenían que residir en otro lugar por el trabajo de él, la mujer lo dejaba todo. Luego los
matrimonios arreglados fueron desapareciendo, aunque el estigma hacia las solteronas se
mantuvo. Por ello la mujer para estar completa y realizada se apura por buscar un hombre y
si ve que la tarea se le dificulta pasa a bajar sus exigencias, ya que ser solterona es uno de
los peores destinos. Era más importante estar casada y tener hijos en general, que estar
casada con una persona por elección y amor. Por lo tanto el sentido de la vida de una mujer
era dado por un hombre, por el casamiento, y por la maternidad.
Todo esto le daba la seguridad ante la incertidumbre del futuro y la protección que ella
necesita ante la desvalidez original de la vida que se acrecentaba en la mujer. Así luego del
casamiento a muchas mujeres les sobrevenía un sentimiento de vacío y sin-sentido
existencial, ya que de ahí en más no tenían sueños ni esperanzas y un destino prescripto que
era el mismo de todas las mujeres adultas: lavar, cocinar, ser ama de casa.
La primera relación sexual muchas veces era el pie para cosificar a la mujer. El hecho de
quitarle la virginidad (y en algunas culturas demostrar eso a sus familiares y allegados
exhibiendo la sabana manchada con sangre) le daba al hombre el poder, la exclusividad y la
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pertenencia de su cuerpo, de ahí en más para toda la vida. Y si este primer acto para la
mujer era desagradable o era sentido como una violación, ella como mecanismo de defensa
se anulaba ya que tenía que vivir con su violador y ante esa terrible idea la sobrevenía una
pasividad permanente para soportar esa cruel realidad (Beauvoir, 2019).
Siguiendo a Beauvoir (2019) el matrimonio era el pase para una vida de encadenamiento
y sacrificio, sacrificar el auto-cuidado para dedicarse a servir a su marido e hijos/as. La
mujer perdía su libertad ya que la mitad de su nombre no le correspondía, no tenía un
trabajo u oficio y tampoco los conocimientos para salir a buscarlo, por lo que no había
posibilidades de abandonar la cárcel a la que estaba sometida. Tampoco se acostumbraba a
que la mujer tuviera una vida social activa, una razón más por la cual dependía
exclusivamente del hombre.
La mujer atrapada por las imposiciones sociales nunca estaba a la altura de lo que se
esperaba de ella o si lo hacía tenía que renunciar a su ser, ya que las imposiciones morales
eran inhumanas, como ser una madre honrada, ser una esposa admirable. Esto producía que
muchas mujeres se obsesionaran con la limpieza, y se amargaran porque mantener una casa
en condiciones impecables implicaba que nadie la habitara de los contrario se hacía
imposible, más si habían niños/as.
La escuela es otra institución que reproduce los mecanismos de poder del estado. Así
por ejemplo, las mujeres no juegan al futbol en educación física (además es un deporte de
contacto que coincide con las características de virilidad como la fuerza). Se asignan
deportes diferenciales para cada sexo. Los guardapolvos son rosados o marrones y las filas
son de varones y nenas. Todos estos son ritos institucionales que además son reforzados
con cuentos, películas y todo lo que remite a símbolos que contengan roles diferenciales,
constituyen a las personas que luego reproducen esas desigualdades sociales como un
sistema circular.
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La iglesia y sus valores inculcaron una ética y una estética, de familia nuclear y más
específicamente de lo que es ser mujer, ya que el hombre por ser creado a imagen y
semejanza de dios tenía que ser superior y su palabra era incuestionable porque provenía de
los textos bíblicos. Estos valores se fueron transmitiendo desde la base (la familia) hacia las
otras instituciones; tanto en lo público como en lo privado, en lo personal como en lo
social, en lo católico y lo laico. Así había consenso en los discursos generales, pero más
específicamente en el de como criar a las infancias, todas las instituciones y las personas
adultas coincidían en lo que había que inculcar, que era y es el discurso androcéntrico. De
esta manera la iglesia funcionaba como generadora y transmisora de estereotipos de género
(Bourdieu, 2000).
Siguiendo a Bourdieu (2000), esta forma de ejercer violencia pasa desapercibida y eso la
hace más difícil de erradicar; la misma es denominada violencia simbólica y es una manera
de practicar violencia de modo indirecto. Estas diferencias socio-sexuales se inscriben en
los cuerpos como leyes naturales, marcando comportamientos, disposiciones a ser y a
hacer: trabajos, estudios, entre otros roles.
Estas estructuras son el fruto de herencias tanto individuales como sociales. Es decir,
están tan fuertemente arraigadas no solo porque se imponen en un/a individuo/a al nacer,
sino porque se trae en el inconsciente individual y colectivo. Así de antemano determinan
las disposiciones vocacionales, gustos y deseos de hombres y mujeres, basados en las
expectativas que se tienen de cada cual. Como expresa Bourdieu (2000) todo esto afecta
fuertemente a las personas ya que el mundo está determinado en las cosas posibles e
imposibles de realizar, desde lo alcanzable y lo esperable.
Esto se ve muy claramente en el mundo laboral, así los puestos con mayor jerarquía o
poder son ocupados en su mayoría por hombres, además de las profesiones asociadas a lo
duro, a la fuerza, a la lógica-matemática y conducción. La contracara son los trabajos de
cuidado, enseñanza, humanidades y ciencias blandas que son asignados a las mujeres.
El cuerpo existe porque es nombrado como tal, es decir se constituye a partir del
lenguaje; un lenguaje que está sostenido en discursos patriarcales, en modos de
comportarse y roles diferenciales para hombres y mujeres (Plaza Velasco, 2007). El juego
en niños y niñas es un inductor de representaciones sociales; a partir de esto Plaza Velasco
(2007) teoriza sobre los efectos del juego con muñecas en las niñas, expresa que es una
especie de rito de iniciación a la femineidad. Las muñecas, al igual que las princesas de las
películas de Disney, muestran a las niñas que es ser una mujer, como comportarse, como
vestirse, son modelos de aprendizaje. El juego también es un medio para ordenar y
encasillar a los varones. Para ellos el juego tiene que ser viril, si se llegara a jugar con
objetos de nena esto tendría que ser corregido, ya que ese niño corre el riesgo de tener
gustos o inclinaciones homosexuales. Así el varón se va alejando de lo que socialmente se
consideran actividades y roles propios de la mujer para no ser disminuido o perder su
condición de virilidad. Esta es una de las causas de la desigualdad en las tareas domésticas
(Pecho Ricaldi, 2017).
adaptar su cuerpo a su condición, es decir a su estado civil, si estaba soltera podía usar ropa
más atractiva, pero no demasiado ya que parecería desesperada, después de casada tenía
que mostrar que le pertenecía a otro y guardarle respeto, por lo que no podía ponerse
escotes ni mostrar demasiado sus piernas. En las fiestas las mujeres usaban plumas, brillos
y todo cuanto servía para adornar, también usaban tacos y faldas muy incomodas. Mientras
más se cargaba menos humana era y más complacía a los demás al mirarla; el hombre
orgulloso se paseaba con ella cual obsequio para demostrar la perla que poseía. La mujer
coqueta sufría horrores por mantener su imagen pulcra y prolija y si algo lo arruinaba
(como una mancha o una ruptura) ella sentía que su ser se disminuía. Su autoestima e
identidad dependían de su autoimagen endeble, así era muy fácil que se frustrara por
sucesos cotidianos como manchas. Al igual que su obsesión por la casa pulcra, la mujer se
obsesionaba por su indumentaria y por su cuerpo, y esto se convertía en una lucha constante
en contra del tiempo y del envejecimiento, esta lucha era y es un sometimiento a la mirada
de las demás personas (Beauvoir, 2019). En la sociedad actualidad la juventud está
sobrevalorada, y cuando no se puede cumplir este mandato se generan sensaciones muy
displacenteras en quienes están atravesadas por el mismo.
Las mujeres tenían que vestirse y comportarse de manera prolija, usaban corsets para
que su cuerpo obtuviera una forma determinada (muy similar al encasillamiento), ropaje y
vestidos incomodos. Todo esto le impedía realizar tareas que implicaran fuerza y
movimientos bruscos, también se le imponían formas de sentarse con las piernas cerradas o
derechas. Luego con los cambios producidos por los movimientos feministas se cree que
hay mayores libertades para las mujeres respecto a la liberación del cuerpo. Pero en
realidad esa “liberación” responde a una norma que impone el sistema patriarcal, que
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Continuando con lo que expresa Bourdieu (2000) el cuerpo es una construcción social, y
más precisamente el cuerpo de la mujer es una construcción social para otros/as, para la
mirada de otros/as y para el que-hacer (tareas de limpieza y cuidados). El cuerpo de la
mujer tiene una doble constitución, la más biológica y la actitud, que se muestra en formas
subjetivas de moverse, de estar [que están establecidas por las prescripciones objetivas que
es lo que se espera de una mujer] y los adjetivos y las clasificaciones que la sociedad
patriarcal imprime sobre ella. Las clasificaciones que los/las demás hacen sobre el cuerpo
de una mujer están relacionadas con los adjetivos calificativos (gorda/flaca, linda/fea) y las
jerarquizaciones con las que están cargadas estas palabras.
La mujer presentada como un objeto de deseo para los otros tiene que adaptar su cuerpo
y actitud para gustar, es decir ser femenina, delicada, prolija, y además cumplir con el
estereotipo de belleza, ser sensual, atractiva, entre otras. Todo esto genera importantes
problemas de autoestima, que Bourdieu (2000), denomina: “inseguridad corporal o
dependencia simbólica”; esto la convierte en un objeto disponible y dependiente de la
mirada del dominador. El deseo de la mujer estaba tomado por otros/as, estaba
directamente relacionado con dar placer, contención y servir a las demás personas
(Bourdieu, 2000).
Hoy por los movimientos sociales la mujer no está únicamente destinada a servir por
naturaleza, sino que puede elegir no ser madre, estudiar, entre otras cosas. Pero el cuerpo es
el lugar donde más cuesta la libración porque está tomado por la mirada de otro. Esto hace
que incluso hasta quienes creen que salen de la norma o estereotipo corporal impuesto, esa
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CAPITULO II
Los colonos se jactaban de humanizar creando derechos humanos, que eran imaginarios
o solo regían para ellos, con una doble moral basada en valores de igualdad y libertad. Sin
embargo, en la práctica, estaban instaurando un mundo de humanos/as y esclavos/as. De
esta manera, sometiendo y saqueando a las futuras naciones construyeron sus catedrales,
edificios y llevaron a cabo su desarrollo tecnológico a costas del oro y los bienes que
extraían (y extraen) de América Latina (Fanon, 1961).
Así el partido nacional (que estaba compuesto por los intelectuales colonizados) era el
intermediario entre las masas y los colonizadores, no querían romper el contrato con estos
últimos, entonces se ponían en el medio para llegar a un acuerdo. Cosa que los/las
campesinos/as y el pueblo en general rechazaban, porque el hambre y las necesidades
aumentaban el deseo de que estos se retiren y estaban dispuestos/as a utilizar la violencia
para conseguir dicho fin. En cambio los intelectuales colonizados tenían miedo, miedo a los
colonos y a la burguesía, por eso prefirieron utilizar el dialogo, para que quedaran las cosas
casi en un estatus quo. Es decir, que solo mejoren un poco sus condiciones y ya, porque los
han convencido que no se puede vivir fuera del sistema o sin él. Tal como lo expresa Fanon
(1961):
Además las lianas del colonialismo ya habían cavado hondo, por lo que el racismo e
individualismo perduraban, valorizando a las personas blancas y burguesas, suponiendo que
había una raza superior que era un modelo a seguir y un estilo de vida al cual aspirar. Todo
esto produjo pugnas intra-nacionales, y las naciones eran acaparadas por el clasismo,
excluyendo negros/as, pobres y extranjeros/as. Los colonos logran la instauración y
reproducción de un pensamiento occidental que clasifica a las personas, ejerciendo
jerarquías y convirtiéndolas en objetos.
intereses el pueblo queda sumido en la pobreza y la burguesía que está al mando hace
estragos con la economía que estaba atravesada por una profunda corrupción. Esto llevó a
que los militares empiecen a aparecer con mayor relevancia en américa latina en el S. XX
para ordenar los despilfarros de la burguesía nacional. Sin embargo, está fuerza estaba
dominada por potenciales extranjeros.
2.2. Instituciones:
Las instituciones nos preexisten, este hecho permite que las mismas se presenten
para las personas nacientes como naturales e inmodificables. Las mismas ejercen sobre las
personas una sensación de inmutabilidad, ya que aunque no se esté de acuerdo con las
normas, estas van a seguir existiendo independientemente de el/la individuo/a, incluso
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Esto significa que la reificación de los "roles" restringe la distancia subjetiva que el
individuo puede establecer entre él y su desempeño de un "rol". La distancia
implícita en toda objetivización subsiste, por supuesto; pero la que resulta de la
desidentificación se reduce hasta desaparecer. Finalmente, la identidad misma (el yo
total, si se prefiere) puede reíficarse, tanto el propio, como el de los otros. Existe
pues una identificación total del individuo con sus tipificaciones socialmente
atribuidas. (p. 117)
El mundo simbólico tiene el poder de determinar lo que es válido para la sociedad y para
cada persona, tiene la capacidad de crear e imponer realidades y rutinas que sean aceptadas
socialmente. Por lo tanto, ingresar en este universo simbólico permite que un/a individuo/a
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se adapte a la “realidad”, a la cultura y a lo que las demás personas esperan de él/ella. Las
significaciones primordiales comúnmente son las transmitidas por la familia, teniendo estas
el poder de ley moral o norma. Así todo lo que no coincida con la estructura de significados
quedará afuera del registro, y si no se buscará la forma de hacerlo coincidir con el universo
simbólico de la persona y también con sus esquemas cognitivos. Por esto y porque son
sostenedoras de la identidad, estas significaciones se tornan rígidas y difíciles de modificar
(Berger y Lukmann, 2003).
Todos los sectores del orden institucional se integran, sin embargo, en un marco de
referencia general, que ahora constituye un universo en el sentido literal de la
palabra, porque ya es posible concebir que toda la experiencia humana se desarrolla
dentro de aquél. El universo simbólico se concibe como la matriz de todos los
significados objetivados socialmente y subjetivamente reales; toda la sociedad
histórica y la biografía de un individuo se ven como hechos que ocurren dentro de
ese universo. (p. 123)
Los hábitos son una vía por la cual se manifiesta la violencia simbólica, los mismos son
imposiciones sociales invisivilizadas que se instauran en los cuerpos y determinan las
conductas, actitudes, formas de pensar y estar en el mundo. La escuela es la institución base
en la construcción de hábitos, por la cantidad de horas y años que una persona pasa en ella,
porque es transmisora de normas culturales, y por el tipo de enseñanza no solo teórica sino
también practica en cuanto a cómo sentarse, cuando hablar, cuando levantarse de la silla, y
un largo etcétera. De esta manera los/las niños/as y adolescentes incorporan esos hábitos
para toda la vida en muchos de los casos, constituyendo así cuerpos dóciles para el poder
(Gutiérrez, 2004)
La acción es una forma de comunicar, en un lenguaje no verbal, sin embargo recibe los
mismos códigos interpretables que el lenguaje verbal. De ahí que la acción también está
atravesada por los mismos mecanismos de poder y control social que la comunicación.
(Bourdieu, 1985). Los medios utilizan los discursos de dominación simbólica para imponer
prácticas, de esta manera generan hábitos y conductas, en conjunto con todo el aparato
ideológico que imponen las instituciones del estado, creando un universo de significados y
una sociedad especifica.
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Los relatos de las experiencias de las personas dan sentido a sus vidas, los mismos al ser
lenguaje están atravesados por las significaciones culturales (White, Epston 1993) y la
estructura de poder del lenguaje. Los relatos son constituidos y reforzados por la cultura y
sus productos, entre ellos están las publicidades que otorgan significados que moldean la
vida de las personas y son marcos de referencia que se transmiten como verdades
normalizadoras.
Siguiendo a Bourdieu, (1985) para que una lengua se establezca como norma legitima
tiene que haber un proceso de construcción de un Estado Nación, y un mercado lingüístico
que la avale y refuerce. Este proceso no se elige sino más bien la persona lo naturaliza
porque le fue impuesto desde el nacimiento y en todos los ámbitos en los que la misma se
desarrolla, puesto que escapar de esta estructura de poder se vuelve muy complejo.
Nada hay fuera de lenguaje, esta frase tan escuchada es una descripción muy acertada,
ya que las interpretaciones del mundo se generan a partir del consenso que el lenguaje
permite, es decir, que las personas ven el mundo a través de lo que se puede nombrar, de lo
que su cultura les transmitió. Él discurso no está compuesto solamente por una
representación de la percepción individual sino más bien es una representación social; así la
objetividad es hablar el mismo idioma que una región particular, y por lo tanto jerarquizar y
jugar los mismos juegos de poder que esa cultura, invocando a la razón como algo sagrado
y olvidando que es una construcción lingüística y por lo tanto social (Kenneth, 2007).
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La ley del padre introduce a la persona en una cultura especifica (occidental, patriarcal y
capitalista), esa introducción acota los impulsos y separa a el/la bebe de la madre. Este
corte hace que el lenguaje y por ende el universo simbólico se instaure, junto con el sus
significantes unívocos, en el/la bebé, restringiendo así impulsos, imponiendo normativas,
prohibiciones, deseos, inclinaciones sexuales y separatividad. Asimismo se crea la
prohibición del incesto, el ordenamiento de la familia y la creación de un tipo de sociedad,
subjetividad y principalmente se impone un tipo de maternidad, generando el deseo
materno <que le es muy provechoso al poder> y así también la división sexual. Según
Butler (2001):
Estas diferencias de poder están directamente relacionadas con las divisiones sociales
que rigen las representaciones sociales dominantes según clase social, raza, género, entre
otras. Así se crean esquemas mentales y a partir de estos se jerarquiza a las personas. (Plaza
Velasco, 2007)
Los mecanismos mencionados están ligados con el análisis del poder que realiza
Foucault (1975), el mismo estudia cómo el discurso determina las prácticas permitidas, los
modos de relacionarse, de actuar y de estar en una sociedad, los cuales responden a un
sistema productivista y sexista. De esta manera se disciplinan los cuerpos, convirtiéndolos
en cuerpos dóciles y útiles para intereses económico-mercantiles. Así es como el poder
genera individuos obedientes y de igual forma produce también subjetividades.
Lo mismo sucede con el uso del lenguaje androcéntrico entendido como universal. La
lengua, mejor dicho las personas que la utilizan, promueven diferencias de género, es decir
que no solo el uso de la estructura discursiva dominante reproduce desigualdad de clase; se
utilizan los mecanismos de poder mencionados anteriormente que sirven para determinar lo
que es legítimo y así marcar un estatus entre las personas. En una sociedad donde
predomina lo masculino y la heteronormatividad no es casual que el lenguaje, (como
estructura de poder) sea predominantemente masculino. De esta manera lo femenino existe
por su diferenciación respecto de la norma, es decir, de lo masculino. Así obtiene su
denominación y significación a partir de lo que le falta, falta en comparación de lo que
posee el sexo dominante, inclusive termina siendo una negación, es decir, es femenino
porque no es masculino (Butler, 2001). Así es como las diferencias biológicas ordenan y
determinan las estructuras de poder.
Todo lo que se salga de la norma, es decir caracterizaciones como negro, loco, pobre,
homosexual, culturas no occidentales o subdesarrolladas, pasan a ser lo otro, a estar fuera
del contrato social, es decir de la hetero-normativa. Todas estas clasificaciones suponen la
división del mundo en categorías, las cuales están atravesadas por el poder, el poder
masculino, blanco, occidental. El lenguaje se encarga de crear y mantener estas categorías,
aunque no se enuncien abiertamente o de forma manifiesta (esta es la parte más violenta ya
39
CAPITULO III
utilización de la propaganda. Estas creaciones fueron utilizadas por el poder mundial para
generar un pensamiento unificado en cada nación. Luego de la primera guerra se
enfatizaron los sentimientos de fraternidad, nacionalismo, belicismo, fascismo, entre otros.
La propaganda se empezó a utilizar con la intención de persuadir a las personas para
generar un pensamiento de masas (Alonso Marcos, 2010).
Asimismo los medios indican hacia donde tiene que dirigirse la atención de una persona.
Además proporcionan los marcos de interpretación y la visión del mundo de quienes los
consumen. Estos mecanismos con el paso del tiempo dejaron de estar apuntados hacia la
modificación de la conducta (como se mencionó anteriormente), y pasaron a influir
directamente en procesos cognitivos, utilizando la repetición que <de la mano con la
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Además los y las televidentes tienden a creer que el servicio es gratuito cuando en
realidad lo están solventando con su tiempo y su deseo. El objetivo de las empresas de los
medios de comunicación audiovisuales es mantener a los y las espectadores/as
enganchados/as el mayor tiempo posible, no solo en un programa específico sino en toda la
programación. Todo esto produce un vaciamiento de significado del contenido que se mira,
ya que los programas son interrumpidos constantemente por publicidades (González y
Canga 2002). Así la finalidad pasa a ser la venta y para obtenerlo se utiliza el deseo de sus
espectadores/as, imponiendo valor y estatus a las cosas y a las personas, aquí los cuerpos
televisivos se convierten en mercancías y las personas toman valor por lo que poseen.
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En América Latina fue aumentando la exclusión social, se dejó afuera todo lo que no
entraba en la carrera de acumulación del capital. De esta manera Roig (2002) cuando trata
la cuestión de la independencia y emancipación de América Latina, expresa que somos
independientes físicamente pero no lo somos ideológicamente. El deseo y el pensamiento
fue tomado por las potencias, por lo tanto existe aún una relación de dominación colonia-
metrópoli, de la cual hay que emanciparse para lograr la independencia psicológica.
Siguiendo con las formas de dominación no podemos dejar afuera a la escuela, que
como se mencionó en los capítulos anteriores es un medio muy poderoso de control
ideológico. El conocimiento transmitido en dicha institución promovió y promueve el
control de las masas.
En el mundo globalizado se observa como el Estado Nación pierde poder y las empresas
trasnacionales lo acumulan. Así el rol del Estado en teoría vela por la voluntad general,
pero en la praxis la vida de los/las ciudadanos/as queda en manos de las grandes empresas y
esto produce en los/las mismos/as la perdida de la capacidad de actuación y toma de
decisiones. De ahí que estos/as van asimilando que son pasivos/as y que su rol es la
mecanización de actividades, disminuyendo su poder de agencia y de organización social y
colectiva. De esta manera se ubica al individualismo como valor primordial, y pasa a
reemplazar la función del estado, cumpliendo esa misma función el mercado (Barone,
2001).
La sociedad mercantilizada impone como condición básica que para poseer derechos
hay que ganárselos, pero en términos económicos, es decir hay que pagarlos, quien más
paga más derechos posee. Las personas ya no son tomadas como ciudadanos/as sino como
consumidores/as, por lo tanto pierden la protección del estado y la garantía de que todos/as
tengan igualdad de condiciones y accesos. Así se responsabiliza únicamente al logro
personal y al mérito propio de las condiciones en las que se desarrolla la vida, olvidando
que los puntos de partida no fueron los mismos. De esta manera hay “ciudadanos/as” que
son más valiosos/as, todo esto está determinado a partir de lo que cada uno/a consume, en
cuanto a objetos y prácticas. Por lo tanto como todo se reduce a la responsabilidad
individual quien no posee los atributos para ingresar en el mercado es porque no quiere. De
acuerdo con Barone (2001):
los medios de comunicación. De esta manera se observa que desde las publicidades,
películas, programas de televisión y redes sociales se consume una imagen
hipersexualizada, estableciendo lo que es una mujer deseable. Es por esto que existe una
imagen errónea que se interioriza como ideal de belleza, reduciéndola a un objeto
desprovisto de derechos. Por lo que se afirma que los medios producen estereotipos que
ridiculizan, minimizan y distorsionan a la mujer.
Alicia Puleo (2011, citada en, Verdú Delgado, 2018, 4) sostiene que:
El nuevo arquetipo de mujer como objeto sexual seguiría siendo útil a la sociedad
patriarcal, como lo fue el de ama de casa, en un nuevo contexto. En palabras de
Alicia Puleo, ambos modelos femeninos, el de ≪angel del hogar≫ tradicional y el
actual modelo hipersexualizado, deben ser vistos como ≪esquematizaciones
caricaturales de las siempre más complejas identidades subjetivas≫ que
corresponden ≪en un grado considerable a la proyección del deseo y los intereses
patriarcales≫.
Socialmente, el ser mujer quiere decir femineidad, lo cual significa atractivo para
los hombres, lo cual significa atractivo sexual, lo cual a su vez significa
disponibilidad sexual en términos definidos por los hombres. Lo que define a la
mujer como tal es lo que atrae a los hombres. Las niñas buenas son "atractivas”, las
malas son "provocadoras”. (p. 7)
Este proceso a través del cual las mujeres llegan a identificarse a sí mismas como seres
sexuales, como seres que existen para los hombres, es conocido como socialización de
48
género. Es el mecanismo a través del cual las mujeres internalizan una imagen elaborada
por los hombres de su sexualidad como su identidad, es el proceso por el cual hacen suya
esa imagen (Verdú Delgado, 2018).
La cultura de consumo presenta a mujeres con cuerpos “perfectos” y lo hace en todas sus
manifestaciones culturales (propagandas, películas, etc.). Así propician un ideal de belleza
utilizando como herramienta la moda y los medios de comunicación. Esta imagen errónea
se presenta naturalizada por la industria cultural, obviando que la belleza es una
construcción social que varía histórica y geográficamente. Lo mencionado anteriormente
produce frustración en mujeres que no pueden alcanzar el cuerpo y/o el peso “ideal”; es a
raíz de esto que se generan patologías como trastornos alimenticios, depresión, estrés, entre
otros (Suárez García, 2017). Además, crean culpa y vergüenza en quienes no pueden
alcanzar estos parámetros estéticos.
Un proceso sistemático por el que un ser sensible se deshumaniza se reduce a una cosa,
a un ser insignificante sin estatus social, se convierte en algo que se puede intercambiar,
poseer, trocar, guardar, exhibir, usar, maltratar, disponer y desechar. (p. 30)
la cirugía estética donde muchas mujeres se someten a la misma arriesgando su vida para,
inconscientemente, adaptarse al estereotipo impuesto (Verdú Delgado, 2018).
Resulta pertinente señalar que dicha ley en la actualidad no se cumple ya que los medios
de comunicación, mediante los estereotipos de género, imponen el discurso dominante: a
través de imágenes, gestos y palabras determinan lo que es ser hombre y ser mujer. Este
mecanismo se lleva a cabo a través de la repetición, repiten un discurso que con el tiempo y
la exposición prolongada a estos mensajes los mismos se convierten en el sentido común
50
Los estereotipos son el medio por el cual la publicidad determina una forma de ser,
actuar, vestirse, pensar, como expresan Serrano-Barquín, Serrano-Barquín, H. Zarza-
Delgado, Vélez-Bautista (2018, p. 2) “El ser humano introyecta esquemas mentales de
género con los cuales clasifica lo que lo rodea, se trata pues de un filtro a través del cual
percibimos la vida”.
Es por esto que se observa que los medios utilizan los estereotipos de género para
reproducir un sistema androcéntrico y clasista como se mencionó en el capítulo anterior.
Allí el cuerpo de la mujer aparece fragmentado y es utilizado como gancho para la venta de
productos. A la mujer se la toma para vender objetos destinados a un público masculino
como por ejemplo en las publicidades de autos. Y por otro lado en la venta de cosméticos
que es en su mayoría destinado a mujeres, en donde se muestra como modelo del producto
una mujer con un cuerpo que cumple con el canon de belleza impuesto y la felicidad
expresada en su rostro después de haber probado ese producto (Orellana Muñoz, 2019).
las mujeres como bienes intercambiables. Este proceso fue facilitado por el principio de
división sexual, así se universalizó un punto de vista particular <que es el masculino>
haciendo pasar una parte por el todo. El trabajo de cosificación se vio facilitado y fue
legitimado en un mundo dominado por hombres, en un mundo organizado simbólicamente
con normas de economía, de producción y acumulación desiguales; donde las instituciones
educativas están orientadas hacia el mismo fin que es la reproducción de dicho sistema.
Finalmente todo esto conllevaría una doble exclusión: la que realiza el capitalismo
convirtiendo la mercantilización de la vida en normativa imperante, y la otra forma de
exclusión es la que está dada por la desigualdad de género oculta, transformada en
violencia simbólica (Bourdieu, 2000).
Los medios generan representaciones y cogniciones sobre el cuerpo de la mujer, estos
hablan de un cuerpo que puede ser tomado y manipulado por el hombre para su placer y si
esta no satisface su deseo él puede aniquilarla. Los cuerpos se presentan en los medios
como cuerpos que se han constituido culturalmente para otros, para la mirada de otros
(Suárez García, 2017).
La violencia simbólica en la posmodernidad se disfraza de igualdad y libertad sexual,
por lo que muchas mujeres creen que están eligiendo, pero sus elecciones están
condicionadas por lo que se impone como cuerpos socialmente deseables para un sistema
que mercantiliza a las personas, lo cual conlleva a una estereotipación rígida de lo femenino
(Verdú Delgado, 2018).
en la actualidad, tiene que ser analizada a través de los mensajes y códigos que se
transmiten simbólicamente por este medio. Lo que se muestra explícitamente en las mismas
es una mujer libre, pero implícitamente se están reproduciendo ideales individualistas y
modelos de cuerpos utilizados para aumentar el consumo, bajo la idea de felicidad que
nunca se logra alcanzar. Esto produce en algunas mujeres importantes complejos e
imposiciones de auto-exigencia para obtener lo publicitado. Este fenómeno no solamente
aparece en las publicidades sino también en los programas televisivos, reality-shows,
videos musicales de reggaeton, entre otros videos de la industria cultural.
Los medios de comunicación utilizan conceptos, imágenes y símbolos de la industria de
la pornografía que posicionan a la mujer en un rol pasivo, sumiso y dependiente. Esto se
torna fuertemente dañino ya que los mismos son reproductores de “pedagogías públicas”
como expresa Fueyo (2017, p.84), de esta manera se naturaliza la violencia simbólica,
verbal y algunas veces física, que se muestra en dicha industria. Asimismo estos roles
hacen que muchas mujeres acepten la dominación, es decir disminuyen su capacidad
defensiva, y lo que es peor se auto-cosifican. Es por esto que la violencia simbólica y la
estructural son la antesala de la violencia física, y de los demás tipos de violencia.
Esta forma de manifestación de la violencia simbólica puede verse en otros ámbitos y
producciones culturales, como por ejemplo en la música, y más específicamente en el
género musical reggaetón. En este género se hace referencia al sexo constantemente y la
mujer es reducida a su imagen; además se muestra sumisa ante la dominación de un varón
rudo y agresivo. Esto se visualiza claramente en la forma de bailar este ritmo denominado
“perreo” en donde la mujer aparece siempre sensual y dispuesta. Lo mencionado se
manifiesta explícitamente en los videos de las canciones. Todas estas expresiones de
violencia generan inseguridad y disminución de la autovaloración en la mujer, lo cual
conlleva a una mayor la aceptación de la violencia (Martínez Noriega y Dulce Asela, 2014).
Bernal-Triviño (2018), define a la violencia mediática como:
Aquella violencia simbólica que los propios medios de comunicación y periodistas
ejercen en las coberturas de violencia machista, donde la falta de cumplimiento de
recomendaciones informativas, la ausencia de contexto y el lenguaje estereotipado
contribuyen a una neutralización de los agresores y de su violencia, a la
53
En la actualidad a pesar de los avances, las leyes y los cambios de paradigma, en los
productos culturales aún hay expresiones de violencia mediática y simbólica. Lo peligroso
es que las mismas expresiones son el pie para habilitar y naturalizar otras formas de
maltrato, por ello se torna esencial estudiarlas, este es el fundamento y la motivación básica
de esta investigación.
PARTE II
APARTADO MÉTODOLÓGICO
Marco Metodológico
El análisis de datos se llevó a cabo con el estudio de estas publicidades a partir de ejes
de análisis extraídos de la investigación teórica, en donde se pudieron observar
manifestaciones de la cosificación de la mujer.
-Emoción expresada
-Valoración de la belleza
-Nivel socioeconómico (estos datos se infieren a partir del lugar donde se desarrolla la
publicidad, por ejemplo en un restaurante o en una casa y en qué tipo de casa, es decir, si
tiene objetos de lujo o no)
-Edad
-Raza
- Auditores externos: Los correctores del trabajo final servirán como auditores externos
que evaluarán la calidad teórica y metodológica del trabajo.
PARTE III
RESULTADOS
Resultados
El siguiente análisis está constituido por doce publicidades audiovisuales emitidas en los
medios televisivos de comunicación, en canales con gran cantidad de audiencia, como lo
son el canal siete y nueve de Mendoza; van desde el año 2010 hasta la actualidad. Las
mismas tienen una duración mínima de veinte segundos y máxima de un minuto nueve
segundos; todas promocionan productos de cosmética: Aparece la marca natura (que vende
productos varios de cosmética), cremas faciales anti arrugas, acondicionadores y capsula
reparadora del cabello, serum rellenador, corrector de ojeras y cremas corporales.
62
Figura 1
Figura 2
A. Registro visual:
-Vestimenta: La mujer que aparece al principio esta vestida con una falda negra apretada
y con una camisa de color fucsia y rojo, con un cuello y brazos grandes, anchos y
llamativos. Luego aparecen mujeres que se les puede ver la cara, hombros y parte del
cuello, llevan musculosas de algodón y colores variados.
64
-Emoción expresada: Al principio se muestra una mujer triste, luego aparecen mujeres
alegres y felices.
-Actividad que realiza/n: La mujer del principio está posando para ser fotografiada, las
demás se ríen, se mueven y saltan.
B. Registro Textual
C. Registro contextual:
65
-Nivel socioeconómico (estos datos se infieren a partir del lugar donde se desarrolla la
publicidad): No se observan referencias.
-Raza: Mixta.
Figura: 3
CAPTURA DE PANTALLA DE PUBLICIDAD: “Soy Belleza” Natura.
A. Registro visual:
66
-Vestimenta: La ropa que utiliza es suelta, tanto la falda como la remera, la falda es corta
y la remera musculosa, de colores claros, primero blancos y celestes, después aparece toda
de blanco.
B. Registro Textual
-Valoración de la belleza: “Yo soy la belleza, no soy exhibición”, “soy expresión, no soy
fama, soy identidad, no soy imposición, soy inspiración, yo soy la belleza”.
C. Registro contextual:
-Edad: 35 años.
-Raza: Blanca.
67
Figura: 5
A. Registro visual:
-Vestimenta: Posee un vestido apretado que marca su cuerpo, por debajo de las rodillas
sin mangas, de color dorado con lentejuelas y mucho brillo.
-Cantidad de mujeres y de hombres que aparecen: No aparecen hombres, solo una mujer.
69
B. Registro Textual
C. Registro contextual:
-Edad: 50 años.
-Raza: Blanca.
Figura: 6
CAPTURA DE PANTALLA DE PUBLICIDAD: Selena Gomez, Comercial
Pantene.
70
Figura: 7
A. Registro visual:
-Vestimenta: Posee un vestido apretado, corto y sin mangas, de color blanco y estilo
formal, la mujer esta maquillada notoriamente.
-Emoción expresada: Cuando habla del pelo dañado expresa una emoción de
disconformidad o disgusto y hasta enojo, cuando habla del producto a vender se muestra
alegre (ver figuras 6 y 7).
-Gestualidad y lenguaje corporal: Cuando habla del producto posee una expresión de
plenitud y felicidad, su lenguaje corporal es de seguridad.
B. Registro Textual
C. Registro contextual:
-Edad: 25 años.
-Raza: Blanca.
Figura: 8
CAPTURA DE PANTALLA DE PUBLICIDAD: Nuevo Elvive de L´Oréal
Paris, ¡dale más vida a tu pelo!.
73
A. Registro visual:
-Tipo de cuerpo: Los cuerpos de las mujeres que aparecen en la publicidad son todos
cuerpos delgados.
-Vestimenta: Algunas poseen ropa más ajustada (lo que marca más sus curvas) otras
ropa más suelta; unas aparecen de falda corta y musculosa, otras de camisa mangas largas y
falda larga tiro alto; la ropa en general es formal y de colores: blancos, rojos, rosados y
celestes claros.
-Gestualidad y lenguaje corporal: Predomina la alegría, las mujeres que aparecen sonríen
mucho, tocan y mueven su pelo manifestando vitalidad.
-Actividad que realizan: Mirarse al espejo, arreglarse y tocarse el pelo, moverse de modo
que se les mueve y resalta el pelo, bailan.
74
B. Registro Textual
C. Registro contextual:
-Raza: Blanca
Figura: 9
75
A. Registro visual:
-Vestimenta: Ropa apretada, posee una falda (no se observa el largo) color rosado y una
musculosa color blanco.
-Gestualidad y lenguaje corporal: La mujer se mueve con seguridad, posa para las
cámaras y su pelo tiene gran relevancia.
-Actividad que realiza: Mover el pelo, forzarlo para demostrar que el mismo no se
quiebra, posar y modelar.
76
B. Registro Textual
C. Registro contextual:
-Edad: 25 años.
-Raza: Blanca.
Figura: 10
CAPTURA DE PANTALLA DE PUBLICIDAD: Sérum Rellenador
REVITALIFT Ácido Hialurónico.
77
A. Registro visual:
B. Registro Textual
C. Registro contextual:
-Edad: 40 años.
-Raza: Blanca.
Figura: 11
CAPTURA DE PANTALLA DE PUBLICIDAD: HINDS "Antiage".
79
Figura: 12
A. Registro visual:
-Tipo de cuerpo: Los cuerpos de las mujeres que aparecen en la publicidad son todos
delgados.
-Actividad que realizan: Se muestran mujeres que se arreglan y se visten como “quieren”
y muestran las partes del cuerpo que quieren, sin vergüenza y sin miedo porque no tienen
arrugas, además conquistan a hombres.
81
B. Registro Textual
-Referencias al rol de la mujer: “Nosotras las mujeres que no arrugamos nos declaramos
en lucha”.
C. Registro contextual:
-Raza: Blanca.
Figura: 13
CAPTURA DE PANTALLA DE PUBLICIDAD: CICATRICURE, Crema Anti-
edad.
Figura: 14
83
A. Registro visual:
B. Registro Textual
C. Registro contextual:
-Edad: 50 años.
-Raza: Blanca.
Figura: 15
A. Registro visual:
-Actividad que realiza: Aparece una mujer posando y haciendo un gesto con sus labios
como “tirando un beso” (ver figura 15).
B. Registro Textual
C. Registro contextual:
-Edad: 25 años.
-Raza: Blanca.
11. Publicidad: HINDS Rosa con Doble Vitamina A. Cambios a lo largo del tiempo.
Link: https://www.youtube.com/watch?v=LkCHDk1dxvk
Figura: 16
CAPTURA DE PANTALLA DE PUBLICIDAD: HINDS Rosa con Doble
Vitamina A. Cambios a lo largo del tiempo.
Fuente: HINDS Rosa con Doble Vitamina A. Cambios a lo largo del tiempo.
Figura: 17
CAPTURA DE PANTALLA DE PUBLICIDAD: HINDS Rosa con Doble
Vitamina A. Cambios a lo largo del tiempo.
88
Fuente: HINDS Rosa con Doble Vitamina A. Cambios a lo largo del tiempo.
Figura: 18
CAPTURA DE PANTALLA DE PUBLICIDAD: HINDS Rosa con Doble
Vitamina A. Cambios a lo largo del tiempo.
89
Fuente: HINDS Rosa con Doble Vitamina A. Cambios a lo largo del tiempo.
Figura: 19
CAPTURA DE PANTALLA DE PUBLICIDAD: HINDS Rosa con Doble
Vitamina A. Cambios a lo largo del tiempo.
Fuente: HINDS Rosa con Doble Vitamina A. Cambios a lo largo del tiempo.
A. Registro visual:
-Tipo de cuerpo: Las mujeres que aparecen poseen cuerpos delgados, con curvas
marcadas.
-Vestimenta: Al principio se muestran vestidas con ropa antigua: vestidos de época, por
debajo de la rodilla, uno mangas largas y dos mangas cortas, con el cuello tapado y tacos,
de colores cremita y azul (ver figura 17). Luego van mutando su vestimenta para expresar
los cambios de la mujer en el tiempo, pasan de vestidos con mucha tela que cubría su
cuerpo a mayas bikinis de coles y estampados alegres: azules, rosados, rojos, amarillos;
luego aparecen con enteritos y vestidos mangas cortas pero sus piernas están cubiertas, son
90
estampados y de coles muy alegres, amarillos, verdes, rosados y azules (ver figura 18). Al
final aparecen con ropa de oficina: faldas de tiro alto ajustadas y a la rodilla, y camisas
ajustadas musculosa y con magas, de colores: crema, blanco y negro. Todas las mujeres de
todas las épocas poseen tacos (ver figura 19).
-Actividad que realizan: Al principio aparecen mujeres tomando el té, después aparecen
mujeres en una reposera tomando sol, seguido aparecen en una peluquería, luego aparecen
mujeres votando (ver figura 18) y por último en una oficina. Al final todas muy alegres
bailan una coreografía que anuncia la libertad conseguida.
B. Registro Textual
C. Registro contextual:
-Raza: Blanca.
12. Publicidad: Reduce las marcas del envejecimiento con la nueva Pond´s Age
Miracle.
Link: https://www.youtube.com/watch?v=HXGfbn0esyw
Figura: 20
CAPTURA DE PANTALLA DE PUBLICIDAD: Reduce las marcas del
envejecimiento con la nueva Pond´s Age Miracle.
92
Fuente: Reduce las marcas del envejecimiento con la nueva Pond´s Age Miracle.
Figura: 21
CAPTURA DE PANTALLA DE PUBLICIDAD: Reduce las marcas del
envejecimiento con la nueva Pond´s Age Miracle.
Fuente: Reduce las marcas del envejecimiento con la nueva Pond´s Age Miracle.
A. Registro visual:
-Vestimenta: Ropa suelta, una posee un pantalón de vestir, tiro alto de color rosado, la
otra posee una chaqueta blanca y un pantalón de vestir color crema. Usan tacos.
B. Registro Textual
C. Registro contextual:
94
-Edad: 50 años.
-Raza: Blanca.
-Tipo de cuerpo: En esta subcategoría se puede observar que todas las mujeres que
aparecen en todas las publicidades tiene cuerpos delgados, exceptuando una que su cuerpo
no es delgado, sin embargo tampoco tiene sobrepeso. Se puede comprobar de esta manera
que se muestra claramente un patrón de cuerpo establecido que coincide con el estereotipo
de belleza impuesto. Además, siguiendo ese patrón en la mitad de las publicidades aparecen
mujeres con curvas marcadas y algunas muy marcadas, manipulando el cuerpo de la mujer
como un objeto o una mercancía utilizada para vender un producto. Si se entiende a los
medios de comunicación como los describe Bourdieu (1996, en Pérez Álvarez, 2020, 80)
“emisores pedagógicos”, que producen subjetividades y símbolos sociales con los cuales
interpretar la realidad, entonces la imagen que se está transmitiendo de las mujeres es
dañina, está excesivamente reducida y sesgada.
Por medio de las instituciones se imprime en las subjetividades un cuerpo social, el cual
responde a estructuras de poder: sobrevaloración de la estética y por ende de la belleza,
cultura del gimnasio, la exposición de las partes del mismo, la moda y la comida light,
confundiendo la salud con belleza y consumo, y a su vez reduciéndola únicamente a la
imagen corporal. Así a través de la ciencia (la medicina, la psiquiatría, la psicología, el
trabajo social) se establecen parámetros de salud y enfermedad, de conducta sana=normal y
conducta patológica, por lo que el poder dejó de estar arriba (en quienes gobiernan) y pasó
a inmiscuirse en las casas, en la familias y en las relaciones de la vida cotidiana. Esta
sociedad de normalización-consumo establece parámetros: de qué personas tienen que estar
encarceladas y quienes, en libertad, hospitalizadas y en sus casas. Quienes están en sus
casas internalizan a través de la televisión y las publicidades qué es lo adecuado, saludable,
determinando el deseo y las prácticas. En la antigüedad el poder reprimía a los cuerpos y a
la sexualidad a través del pudor, la vergüenza y el ocultamiento. Luego durante la segunda
mitad del S. XX el poder se unió silenciosamente a la revolución sexual y a las luchas
sociales, a través del mercado, para así explotar a los cuerpos (bajo un discurso de salud),
sumamente moldeados, adelgazados con la cultura del gimnasio y dietas e intervenidos (por
la cirugía estética), y bronceados. Pero la manipulación no se llevó a cabo de una forma
96
brusca, dura y directa, sino incitando a las personas para alcanzar el cuerpo ideal: “podes
mostrarte sin ropa pero tu cuerpo tiene que ser delgado, con cuervas, sin celulitis y sin
marcas en la piel”. Por lo que se observa que los mecanismos de poder se manifiestan a
través de micro-poderes o violencia simbólica sobre el cuerpo, en donde las instituciones
determinan cómo comportarse, moverse o dejar de hacerlo, de manera minuciosa, sutil y
natural (Foucault, 1992).
La experiencia corporal es una experiencia social, el cuerpo toma vida y sentido cuando
se instaura en el entramado social, el mismo le permite a la persona relacionarse con el
mundo. Este entramando social responde a una disposición androcéntrica de la realidad, de
esta manera el camino se encuentra facilitado para el despliegue de un discurso simbólico e
imágenes, que los medios muestran, de la mujer como objeto sexual (Serrano-Barquín,
Serrano-Barquín, Zarza-Delgado, Vélez-Bautista, 2018).
En las publicidades aparecen mujeres con ropa muy apretada, escotes y faldas, o con
tacos y vestidos que impiden su movilidad y le pueden causar incomodidad, además poseen
brillos, maquillaje (ver figura 3) y ropa que llama la atención, adhiriendo a la posición de
objeto visual-erótico. Estas imágenes muestran a mujeres respondiendo a los roles de
género asignados, ya que con sus vestimentas no puede realizar actividades de fuerza o
trabajos que impliquen demasiada movilidad física (Beauvoir, 2019). Solo una mujer
aparece con ropa deportiva, lo cual es muy dañino en lo que respecta a modelos de
aprendizaje para otras mujeres, ya que la ropa que usan corresponde a categorías de la
moda del momento y a una determinada clase social. Esto permite, a través de mensajes
visuales, que las personas internalicen modas y vestimentas clasistas, respondiendo a la
masificación propia de la industria cultural.
alcanzar. Así el ideal del yo exige (a la persona que se identifica con la publicidad) lograr
esa meta, generando problemas de baja auto-estima y falta de aceptación del propio cuerpo,
lo que conlleva a patologías como problemas alimenticios o depresión. Adecuarse a esta
norma proporciona la sensación de pertenencia a un género y a una sociedad que exige, no
solo en el ámbito laboral, sino tambien en el educativo, social y cultural, que las personas y
más específicamente las mujeres se adapten a la moda y estándares de belleza para no
quedar en los límites de la periferia y la exclusión (Tubert, 2011).
Por otro lado pero en relación con lo expresado, también aparece marcada la actitud
seductora en algunas publicidades, como en la numero 8 en donde la mujer se ve
desprendiéndose el botón de la camisa para mostrar su escote (ver figura 12), en esa misma
publicidad se muestran numerosos ejemplos de lo expresado, reafirmando lo que se viene
teorizando sobre la mujer utilizada como objeto sexual. Entonces de ahí que se entiende
que el poder en estos casos se disfraza de libertad e igualdad y, bajo ese concepto, se
produce un desplazamiento del modelo androcéntrico que se inmiscuye en el discurso de
liberación, en donde lo que se está consumiendo es el cuerpo de la mujer. Por más que se
sostenga que hay libertad para la mujer de mostrar su físico, el contexto y las partes que
muestra, al igual que el tipo de cuerpo, no están exentos de un paradigma que se apropia del
organismo y de la imagen de la mujer para vender estilos de moda y productos de
cosmética (Verdú Delgado, 2018).
99
el hecho violento; esta violencia sostenida en el tiempo, que a veces aumenta de forma
paulatina, es más fácil de soportar que la violencia física, al ser una violencia indirecta y a
un nivel confuso, trae como consecuencia que las víctimas no se puedan defender, porque
ni siquiera identifican claramente que se las está violentando. En este tipo de violencia
tanto la acción violenta, como quien emite esta acción, son difíciles de reconocer, esto
predispone a la naturalización, como se observa en las publicidades que una gran mayoría
de las personas no percibe el daño que causan (Benalcázar-Luna y Venegas, 2015).
-Nivel socioeconómico (estos datos se infieren a partir del lugar donde se desarrolla la
publicidad): En esta subcategoría es muy clara la posición social que se intenta transmitir,
ya que en más de la mitad de las publicidades analizadas el nivel socioeconómico que se
muestra es alto. Si se entiende que los medios de comunicación tienen el poder de inducir
aspiraciones, expectativas y estilos de vida, todo esto coincide con un concepto desarrollista
de felicidad, metas y objetivos en la vida. Este concepto desarrollista, de la mano de la
repetición de las publicidades, junto a una exposición prolongada de estas en el tiempo,
101
produce un efecto de valorización de ese estilo de vida en ciertas personas y crea símbolos
sociales con los cuales percibir la realidad. Así también se muestra una realidad parcial que
las personas terminan (por ese mismo mecanismo de repetición mencionado anteriormente)
reproduciendo como si fuera la única realidad posible; además los/las sujetos/as reproducen
el discurso dominante para no aislarse. Entonces de ahí que los medios junto con las
publicidades introducen temas de conversación, pensamientos e ideologías, deseos, roles
sociales y estereotipos; esto le sirve a las personas para identificarse entre sí, ya que
terminan hablando un mismo idioma que es el que el poder introdujo como discurso
dominante y único en gran parte de la población (Alonso Marcos, 2010).
-Edad: En este sub apartado las mujeres de siete publicidades tienen entre veinte y
cuarenta años, las cinco publicidades restantes muestran mujeres de entre cuarenta y
cincuenta años. Esto expone claramente la valoración social de la juventud, ya que si
aparecen mujeres de más edad es para demostrar que “pueden evitar paso del tiempo”, cabe
destacar que las mujeres de las cinco publicidades que tienen entre 40 y 50 años hacen
mención explícita de que utilizan productos anti-edad. Además el rango etario máximo es
de cincuenta años es decir que ni siquiera existe registro de una mujer vieja. En una
sociedad donde la productividad es lo principal, la vejez es tomada como una carga, las
personas viejas pasan a ser ciudadanos/as de segunda, salvo quienes tengan dinero, pero
generalmente al no producir y encima ocasionar gasto son un peso para este tipo de
sociedades. Por esta razón se muestra claramente como las clases poderosas imponen los
valores referentes a la vejez y los significantes asociados a la misma: enfermedad, muerte,
depresión, falta de energía y sexualidad, todo esto es opuesto a los valores de belleza
corporal, aprovechamiento del tiempo, trabajo y buena posición económica. De ahí que las
personas viejas suelen ser vulneradas económicamente ya que están excluidas del sistema
laboral y el estado comúnmente no garantiza el efectivo cumplimiento de necesidades. Por
lo que se puede observar que aquí se vuelve a violentar simbólicamente a la mujer por la
negación de la vejez e imposición del ideal de juventud a cualquier costo y a las personas
viejas por excluirlas, degradarlas y menospreciarlas. De esta manera en un sistema
102
“neoutilitarista”, según Mannoni (1991, p. 69), las personas valen por lo que producen
(Casals, 1982).
Aquí se observa claramente cómo se reproduce violencia estructural, tanto a nivel socio
económico, como de raza, y género, valorizando la raza blanca. Todo esto se va forjando
por la transmisión de valores a lo largo de los años y las generaciones. Benalcázar-Luna y
Venegas (2015, p. 143) expresan que: “La violencia estructural no involucra a actores que
infligen daño mediante la fuerza, sino que es equivalente a injusticia social”, y agregan que
esto se produce por “la existencia de un conflicto en el uso de los recursos materiales y
sociales”, los recursos al igual que el poder están repartidos de manera desigual, generando
dificultades en el acceso, tanto en ámbitos laborales como educacionales, a las instituciones
de salud y a la cultura; todo esto produce una merma en el cumplimiento de derechos y al
acceso a las oportunidades. Comúnmente se culpa a las víctimas por su desdicha, cuando en
realidad la misma violencia está directamente relacionada con variables políticas,
económicas y socioculturales (Benalcázar-Luna y Venegas, 2015).
-Producto que se publicita: En esta subcategoría los productos que predominan son en
primer lugar las cremas anti-edad o anti-arrugas, hay cinco publicidades de dicho producto.
En segundo lugar aparecen los productos reparadores del cabello, habiendo tres
103
publicidades del mismo. En tercer lugar se encuentra la marca Natura que ofrece productos
de cosmética variados con dos publicidades. Por ultimo hay una publicidad que ofrece un
corrector de ojeras y otra que publicita una crema corporal. Ya que las publicidades son
seleccionadas al azar se puede observar que se repite la temática y la atención está puesta
en “retrasar el envejecimiento” en la mujer y reparar supuestos defectos corporales y
estéticos (al igual que en sub categorías analizadas anteriormente).
Los estereotipos de género son la base de todo tipo de violencia contra la mujer, por lo
que una solución a dicha problemática sería dejar de reproducirlos, al igual que se torna
indispensable transmitir socializaciones igualitarias en las instituciones educativas y en los
medios. De esta manera se conformarían identidades no homogéneas, o que no respondan a
la masificación de la industria cultural. Esta sería una de las formas de desactivar dichos
estereotipos, que son también la antesala de la violencia física y psicológica, entre otras
(Fueyo, 2017).
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CONCLUSIONES
Cuerpo de la mujer, ya que en las doce publicidades analizadas de los cuerpos que
aparecen solo uno no es delgado, todos los demás lo son y en la mitad de las publicidades
aparecen mujeres con curvas marcadas. De la mano con la sub categoría Emoción
expresada, llama la atención que la totalidad de las mujeres se muestran alegres luego de
consumir el producto publicitado, creando así una falsa idea de felicidad, relacionada
únicamente con el aspecto físico, denotando que el triunfo de una persona está dado por
poseer el cuerpo ideal, logro ligado al consumo de los objetos publicitados (Pecho Ricaldi,
2017). Además en relación con lo mencionado, en la sub categoría Vestimenta el atuendo
de todas las mujeres responde al estereotipo femenino, y en más de la mitad de las
publicidades (7 de 12) aparecen mujeres con tacos, brillos, vestidos muy ajustados y
vestimentas que impiden la movilidad, es decir que responden a roles de género
relacionados con trabajos delicados, de poca fuerza y movilidad. En cuanto a la sub
categoría Edad llama la atención como todas las mujeres que aparecen tienen entre veinte y
cuarenta años, salvo las de las publicidades que tratan de prevenir el envejecimiento, que
son mujeres de entre cuarenta y cincuenta años. Lo significativo es que no aparece ninguna
mujer vieja, por lo que no hay registro de las mismas. Esto produce a nivel simbólico una
falta de representación visual para esta etapa de la vida, indicando que una mujer no puede
envejecer y menos identificarse con otra mujer vieja, así generan sentimientos de
frustración y mecanismos de defensa <como la negación y regresión>, ante un proceso
evolutivo natural. Lo que es más llamativo aún es que en el análisis de la sub categoría
Cantidad de mujeres y de hombres que aparecen, se encontró que en la totalidad de las
publicidades participan mujeres, solo en una aparece un hombre (que es seducido por una
mujer valiente y sin arrugas); como es evidente y se mencionó anteriormente, todas las
publicidades de cosméticos están apuntadas a mujeres, aquí se muestra claramente como la
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violencia simbólica y mediática son permitidas y reproducidas en una realidad con una
disposición machista.
En la actualidad se está dando una re definición del arquetipo paterno, dicho arquetipo es
el que regía la vida de las personas, la forma de relacionarse y de mostrarse a los/las demás,
los cuerpos y los modos de enfrentarse a la vida estaban determinados por el mismo, al
igual que roles, lenguaje, trabajos, juegos, y hasta el tiempo libre. En todos los contextos se
mantenía esta forma de violencia simbólica, pocas personas lo notaban y quienes lo hacían
mayormente no intervenían, “la dejaban pasar”.
dejaban pasar, hoy no siempre pasa desapercibido, hoy no nos callamos 1. Por lo tanto,
aunque haya fuerzas en pugna por parte de quienes quieren perpetuar un sistema obsoleto y
violento, y quienes queremos construir lo que apunta a la mayor luz, equidad y empatía, la
respuesta a esta encrucijada podría ser la unión para develar todos los tipos y las
dimensiones de violencia (clasista, sexista, hetero normativa, simbólica, estructural,
mediática, entre otras) que nos atraviesan a todas las personas. Hasta quienes tienen
mayores privilegios la sufren porque somos parte de un todo y pertenecemos a una sociedad
que mercantiliza y cosifica la vida. Porque sabemos que las cosas no son así y punto, que
nada es inamovible por el hecho de que la sociedad es una construcción social y como tal se
puede de-construir. Por todo lo mencionado entendemos que hay una re-estructuración, re-
definición y moldeamiento de los vínculos, roles, cuerpos, de la forma de transitar la vida y
la investigación.
Los rótulos y el viejo modelo de salud tambien responden muchas veces a la exclusión y
clasificación de personas. La ciencia tiene que avanzar a la par de los procesos
psicosociales y legales, y así también se resguarda de caer en positivismos violentos,
imposiciones o reproducciones de discursos de poder-sometimiento, aislamiento,
individualismo y objetivación de lo humano y de cualquier tipo de vida. Si nos remontamos
1
(A partir de aquí la autora pide la concesión a quien lee para pasar del impersonal a la tercera persona del
plural, para dejar en claro el posicionamiento de la misma, en tanto que esta investigación ha sido construida
desde un posicionamiento personal e ideológico definido que no puede ser excluido en la construcción y
lectura de las conclusiones a las que se arriba).
110
Al entender al lenguaje como una estructura de poder que genera significados y por lo
tanto realidades, podemos distinguir que el que hacer de la psicología se puede ejercer
desde un posicionamiento que propicie la libertad y la conciencia, o por el contrario se
pueden reproducir prácticas y discursos patriarcales y clasistas, con jerarquías de saber-
poder que validen estereotipos de género y estilos de vida, naturalizando la violencia
simbólica (Rojas-Madrigal, 2020). En esta investigación se invita a reflexionar sobre el rol
de la psicología como ciencia, ya que al estar inmersa en ese mismo dispositivo podría caer
en la reproducción de la violencia y cosificación, pues no nos podemos pensar por fuera de
estos procesos por el hecho de entender las relaciones de saber-poder; por el contrario hay
111
que distinguir que la terapia puede ser un instrumento de control social y que la formación
positivista está atravesada en nuestros cuerpos y en nuestras maneras de ver la realidad; el
cuestionarnos y repensarnos todo el tiempo en el ejercicio de nuestro rol es el desafío para
cualquier profesional que trabaje con personas y el paso para la construcción de una
sociedad distinta. Como agentes de cambio, a mi parecer, las intervenciones a las que hay
que apuntar en lo posible, son las que cuestionen las verdades dominantes y disminuyan el
juicio normalizador, para generar nuevos significados o el espacio a que circulen relatos
diferentes y que estos sean escuchados. Por el contrario los discursos de verdades absolutas
son los que pretenden administrar la vida y las conductas de las personas, este poder es
definido por Foucault (1992) como positivo, porque crea normas, formas de relacionarse
entre las personas, símbolos y rituales (White; Epston, 1993).
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