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JESUCRISTO ES LA RESPUESTA PARA NUESTRA

SEPARACIÓN DE DIOS
ESTUDIO 3
PASAJE BÍBLICO: Lucas 15.11-24.
CONTEXTO
El capítulo 15 de Lucas está compuesto por tres parábolas: la oveja perdida, la moneda y el hijo perdidos. Estas
tres parábolas son una respuesta de Jesús a las críticas de los religiosos judíos. Los fariseos y escribas atacaban
a Jesús por estar en compañía de publicanos, recaudadores de impuestos considerados traidores y apátridas,
y de pecadores, clase social que no guardaba la ley ceremonial judía. Tanto publicanos como pecadores eran
desechados por la religión oficial. Jesús, a través de esta parábola, muestra fundamentalmente la realidad de
la separación del hombre de Dios y el amor de Dios, que busca al pecador a pesar de su pasado y condición
espiritual.

NOTAS ACLARATORIAS

«PARÁBOLA» V. 3 Es una narración didáctica cuyo fin es presentar una verdad central. Por lo tanto, no se
deben sacar conclusiones de cada detalle sino extraer la enseñanza principal.

«CERDOS» V. 15 El cerdo era, en el contexto judío, un animal inmundo y prohibido. Aquí Jesús trata de enfatizar
lo bajo que había caído aquel joven.

«ALGARROBAS» V. 16 Especie de habas silvestres que se utilizan para alimentar a los animales. La algarroba
es el fruto del algarrobo (Ceratonia siliqua), una vaina castaña oscura, de la familia de las leguminosas.

«JORNALEROS» V. 17 Obreros temporales. Un jornalero es un trabajador que presta sus servicios en labores
agrícolas, mediante jornal percibido en dinero y fijado ya sea por un contrato laboral, la ley o la costumbre.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR


1. ¿Cuál es la enseñanza principal de esta parábola?
2. ¿A quién representa el padre?
3. ¿A quien representa el hijo descarriado?
4. ¿Cuál es la actitud del hijo en medio de su desgracia?
5. ¿Cuál es la actitud del padre ante el regreso de su hijo?

DESARROLLO Y SIGNIFICADO
1. EL PECADO DEL HIJO. Vemos que el hijo se aparta voluntariamente de su padre. Pretende hacer su vida y
ser el forjador de su propio destino. Cree poder encontrar el sentido de su vida lejos de su padre. Su pecado no
fue en principio la avaricia, ni la inmoralidad sexual, ni la soberbia, ni la lujuria. Su grave error fue alejarse de su
padre. Esto originó todo lo demás. El pecado original es pretender vivir nuestra vida al margen de Dios. Intentar
ser nosotros los forjadores de nuestro futuro. Este pecado origina los demás pecados. Esta es la actitud de
todos nosotros. Por eso fracasamos en la vida.
2. LA CONVERSIÓN DEL HIJO. Cuando el hijo tomó conciencia de su situación de fracaso decidió volver al
padre. El proceso fue el siguiente: (1) Reflexionó sobre su condición. (2) Recordó a su padre. (3) Volvió al padre.
(4) Confesó su falta. (5) Aceptó lo que se le dio. Este es el cuadro del pecador arrepentido: a) Tomar conciencia
de nuestra condición de pecadores (Romanos 3.23). b) Recordar que Dios nos espera y nos ama (Juan 3.16).
c) Volver a Dios de todo corazón. d) Confesarle sinceramente nuestros pecados (1 Juan 1.9). e) Aceptar la
salvación y el perdón en Cristo Jesús.
3. EL RECIBIMIENTO DEL HIJO. Veamos la actitud del padre: (1) Lo esperaba y lo buscaba. Lo vio de lejos y
corrió a buscarlo. (2) Lo besó y abrazó. (3) Lo reincorporó a su condición de hijo. (4) Hizo fiesta. Dios hace
exactamente lo mismo con nosotros: a) Nos busca. b) Nos ama. c) Cuando nos arrepentimos y nos acercamos
a él en Cristo, nos hace hijos suyos (Juan 1.12). d) Hace fiesta en nuestra vida.

APLICACIÓN PERSONAL
1. ¿Te sientes identificado con el hijo perdido? ¿Por qué esa necedad en querer ser tú el que maneja tu vida?
2. ¿Tienes la capacidad del hijo perdido como para darte cuenta de que no tienes que seguir apartado de Dios?
¿Tienes la humildad para volver a Él ahora mismo?
3. ¿Eres capaz de aceptar el amor y el perdón de Dios? ¿Por qué razón habrías de perderte la celebración
celestial? (Lucas 15.7,10 y 24).

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