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“Los años no vienen solos”

Personajes:

● José: Padre de familia, 49 años de edad.


● Maga: Tercer hija de José, la única que vive con él, 23 años de edad.

ACTO ÚNICO

Escena:

La acción tiene lugar en la casa donde viven padre e hija, más precisamente en
el comedor de la misma: un ambiente no muy amplio, equipado con un televisor
colgado en la pared, una mesa rectangular de madera blanca y sillas del mismo
color, buena iluminación. Son aproximadamente las 22 hs, padre e hija
conversan antes de ir a dormir.

JOSÉ.- Hija, ¿no viste el cortaúñas? No lo encuentro.

MAGA.- Ni idea pa, yo uso el mío.

JOSÉ.- (imitándola) ¡Yo uso el mío! Claro, ella se compra sus cosas aparte y
encima se las mezquina al padre.

MAGA.- (riendo) Yo no te mezquino nada pa! Pero creo que, tratándose de


cosas personales, cada uno tiene que tener lo suyo.

JOSÉ.- (dramático) Ah no te la puedo creer… ¡Uno les da todo a sus hijos,


empezando por la vida! ¡¿Y ellos así le devuelven a uno?!

MAGA.- ¡¿Papi tanto escándalo por un cortaúñas?! Te presto el mío.

JOSÉ.- ¡Pero ni loco nena! ¡Tengo dignidad! Poca, pero tengo. Ahora entiendo
el dicho ese que dice: ¡Cría cuervos y te mezquinaran el cortaúñas!

MAGA.- (riendo a carcajadas) Estoy segura de que así no era. Mirá papi, mejor
cállate, ahora te traigo mi cortaúñas y lo usas.

JOSÉ.- (dubitativo) Bueno pero te lo acepto solo porque lo necesito.

MAGA.- ¿No era que tenías dignidad? (ríe, busca el cortaúñas y vuelve)

JOSÉ.- ¿Lo encontraste?

MAGA.- Si, tomá.


JOSÉ.- (lo agarra de mala manera) Gracias nena, aunque un poco más y te
tengo que rogar para que me lo prestes.

MAGA.- (cansada por la situación que a la vez le causa gracia) Hablando de


dichos, ahora entiendo ese que dice: “Los años no vienen solos”.

JOSÉ.- ¡Pero pobre de vos! Mirá, mejor cállate, ¡ya quisieras vos rozar los 50
años y estar como yo! Soy un pebete…

MAGA.- (riendo) ¿Pebete? ¿De jamón o de salame?

JOSÉ.- (molesto) Me voy a cortar las uñas, ¿sabes? (enfatizando cada palabra)
espero que no te moleste que ensucie tu precioso cortaúñas.

MAGA.- (intentando calmar la situación) No papi, usalo tranquilo.

JOSÉ.- (comienza a cortarse las uñas de los pies sentado en una silla, la panza
le impide llegar con facilidad) Hija, ¿me cortás la uña del dedo gordo? (pone el
pie en el regazo de su hija que está sentada en la silla contigua)

MAGA.- (horrorizada) ¡No papi! ¡Me dan cosa los pies de los demás! ¡Como
impresión, no sé! ¡Sacá la pata! (empuja el pie de José)

JOSÉ.- (enojado y levantando la voz) ¡¿Ves?! ¡Yo tengo razón! Uno da todo por
los hijos, ¡Todo! ¡Pero mirá cómo te pagan! Pobre de mí cuando esté más
viejito y no pueda cortarme sólo las uñas de los pies. ¡Largas van a estar,
larguísimas! ¡Voy a poder dar vuelta la tierra con las uñas de las patas!

MAGA.- (agarrándose la cara) ¡Qué exagerado que sos!

JOSÉ.- ¡No soy exagerado! ¡Realista soy! ¡Realista!

MAGA.- (queriendo cambiar el curso de la conversación, que pasó de ser


graciosa a ser tensa) Papi, ¿Querés que te corte la uña del dedo gordo?

JOSÉ.- (casi sin dejarla terminar) ¡No! ¡No quiero nada! Te dije que tengo
dignidad. Pero estas cosas te hacen darte cuenta de muchas cosas. ¿Y si en
unos años soy tan viejito que tengo que usar pañales? ¿No me los vas a
cambiar? ¡Seguro que no! ¡Ni vos ni tus hermanos! (Gritando) ¡SEIS HIJOS
TENGO Y SEGURO NINGUNO VA A ESTAR AHI PARA CAMBIARME LOS
PAÑALES! ¡SI LES HABRÉ CAMBIADO LOS PAÑALES YO! ¡PERO NO,
SEGURO ME VAN A METER EN UN ASILO, O PEOR, ME VAN A DEJAR
TODO CAGADO ANDA A SABER CUÁNTAS HORAS!

MAGA.- (intentando calmar a su padre) Papi, calmate, dejá de sacar tus


propias conclusiones, obvio que siempre voy a estar con vos. (Guiñándole un
ojo) Por algo soy tu hija favorita.
JOSE.- (con una pícara sonrisa de complicidad) Los padres no tenemos hijos
favoritos Maga.

MAGA.- ¡Cállate, si vos y yo sabemos que soy tu hija favorita! Solo que no lo
queres admitir, pero tranqui, yo no digo nada...

JOSÉ.- (sollozando) Estonces, ¿vos me vas a cuidar cuando sea viejito?

MAGA.- (se acerca a su papá y le da un beso en la frente) Obvio papi, ¿quién


más sino?

JOSÉ.- (más tranquilo) ¿Y también me vas a cambiar los pañales?

MAGA.- (riendo) Bueno eso se puede negociar.

(Ambos se ríen y se dan un abrazo)

TELÓN.

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