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VESTIOS COMO CRISTO.

(Colosenses 3:12-17)

Introducción:

Estamos viviendo tiempos muy difíciles, muchos se han enfriado y han cambiado la verdadera adoración a Dios
por simplemente experiencias emocionales. Esto no es nuevo, desde principios del siglo primero la iglesia tuvo
que luchar con estas influencias de afuera. En aquellos tiempos los enemigos de la Iglesia, seducían a los
creyentes a buscar experiencias místicas, sobrenaturales, emocionales fuera de las experiencias verdaderas que
se tenían en Cristo por el conocimiento de su verdad. Una verdad que ellos tenían por medio de las Escrituras.

Hoy las estrategias de satanás para sumergir a las iglesias en el error y el sueño espiritual no han cambiado
mucho. Vemos a nuestro alrededor multitudes que prefieren estar allí donde hay mucho emocionalismo, allí
donde se dice que hay profetas, donde hay lenguas, donde hay milagros. Y es que el ser humano está siempre
muy atraído por estas cosas sobrenaturales. Sin embargo, aunque ciertamente Dios sigue haciendo milagros
hoy, debemos tener mucho cuidado, porque en muchos de estos casos solo son manipulaciones que buscan
atraer e las personas para quitarles su dinero, para hacer mercadería de ellos. ya desde aquellos tiempos Dios
hablo a su iglesia para que pudieran vivir vidas cristianas verdaderas y escapar del engaño de los falsos
maestros.

Un ejemplo claro lo tenemos en la Carta de Pablo a los Colosenses, donde a partir del capítulo 3 Dios presenta
una serie de mandamientos que exhortan al cristiano a vivir en novedad de vida, o sea una vida nueva que
refleje que verdaderamente somos hijos de Dios. La semana pasada Dios nos enseño por medio de su Palabra,
que sus hijos deben comportarse como lo que ahora son en Cristo, santos y amados de Dios, a su vez, deben
esforzarse por modelar aquellas virtudes que Cristo mismo nos mostró con su vida. Somos llamados a ser
misericordiosos, a ser bondadosos, mazos y pacientes.

Hoy continuaremos estudiando este pasaje que está en Colosenses.

Lectura del texto: Colosenses 3:12-17


12
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de bondad, de
humildad, de mansedumbre, de paciencia. 13 Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno
tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Sobre todo,
vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
15
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo.
Y sed agradecidos.
16
La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros. Enseñaos y exhortaos unos a otros con toda
sabiduría. Cantad con gracia en vuestros corazones al Señor, con salmos, himnos y cánticos
espirituales. 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Proposición: Los cristianos estamos llamados a vivir una vida que imite a Cristo, es en ese sentido que Dios
nos exhorta por medio de estos 4 mandatos que nos va a ser de ayuda para vivir vidas que den testimonio de que
verdaderamente somos hijos de Dios.

I. Dios manda a que busquemos que sea la paz cristo quien tome el control de nuestras
emociones.
Si duda alguna el corazón es uno de los problemas con los cuales los creyentes tenemos las mas gradens
luchas. Y cuando decimos el corazón, ya sabemos que es una referencia a nuestras emociones. Recordemos
que estos versículos hacen un contraste entre la vida antigua y la nueva vida que ahora debemos modelar en
Cristo.

Antes de ser cristianos, todas nuestras decisiones y la manera en que tratábamos a los demás estaban
determinadas por un corazón gobernado por el pecado. Tit 3:3 Porque nosotros también éramos en otro
tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en
malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Ahora en cristo, ya no somos esclavos del
pecado, y nuestro corazón ha sido regenerado, ahora podemos entender y obedecer la voluntad de Dios, y
tomar decisiones alineadas con Dios y no con nuestras emociones.

Sin embargo, muchos creyentes tienen problemas con esta área. Sobre todo cuando se trata de asuntos
relaciones amorosas. Muchísimos cristianos siguen tomando decisiones basados en sus emociones y no
dejan que sea Cristo quien tome el control de sus vidas.

Note que el texto dice que la paz de Cristo gobierne vuestros corazones. Aquí la palabra gobernar, es un
verbo que indica una orden continua, y por tiempo indefinido. La palabra en si mismas, se traduce como
actuar como árbitro. La biblia textual traduce esta oración… Y la paz de Cristo sea árbitro en vuestros
corazones. ¿Qué significa esto? significa que Dios nos manda que tengamos la paz de Cristo como
parámetro para poner límite a nuestros actos y nuestras emociones. En lugar de dejar a nuestro corazón
tomar las decisiones, debemos dejar que sea la paz que produce Cristo en nosotros, al saber que todo lo que
hacemos va alineado con su voluntad. Cuando nos sometemos a la Palabra de Dios en cristo esto produce
una paz en nosotros que llega a ser un parámetro que nos ayuda a poner límite a nuestras decisiones. Si
vivimos llenos de la Palabra de Cristo, si vivimos en comunión con Cristo, si vivimos llenos de su Espíritu,
toda decisión que se aleje de la voluntad de Dios en nosotros, traerá la perdida de esa paz. Debemos buscar
esa paz y usarla como una guía para tomar decisiones. ¿Estas siendo guiado por la paz de Cristo en cada
decisión de tu vida?

Y ya sabemos que el corazón por sí mismo es engañoso, no podemos dejarlo tomar decisiones solo, debe
estar sujeto a Cristo. Todo creyente debería preguntarse antes de hacer o decir cualquier cosa, si esto
abonaría en mantener la paz de Cristo. Es increíble como muchas veces por violar este principio nos
metemos en problemas, nuestra conciencia nos dice que algo que vamos a hacer esta mal, la Palabra de
Dios no dice que vamos a hacer algo que está mal, la iglesia nos dice que algo que vamos a hacer esta mal,
tenemos una guerra en nuestro corazón, y aun así nos aventamos. Escuchamos más a nuestro corazón que a
Cristo, y después cosechamos las consecuencias de nuestra necedad. Si tu te quieres casar con una persona,
y no tienes paz en tu corazón, la Palabra de Dios te exhorta a que no es buena la decisión que vas a tomar,
tus hermanos de la iglesia, tu pastor, los ancianos, la familia, todos te dicen que no es una buena decisión,
deberías considerar este mandato de Dios en su palabra, Deja que la paz de Dios sea un árbitro en tus
decisiones que le pongan freno a las emociones de tu corazón.

Si vas a tomar una decisión y has perdido la paz de tu corazón, la quietud de tu alma, si te acuestas todos
los días con una lucha en tu mente, has perdido el sosiego, la tranquilidad interior. Desiste hermanito,
desiste. Mejor, ora, ayuna, lee la palabra, busca consejería de los hermanos de la iglesia, de tu pastor de tus
lideres, porque si vas en contra de esa paz, tarde o temprano vas a descubrir, que el camino o la decisión
que tomas no era la correcta y ojala que sea antes de que las consecuencias sean desastrosas.

Nota que somos responsables de contribuir a que esta paz también este presente en la iglesia. Y la paz de
Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo. Por eso, es
importante notar además, que si nuestras decisiones afectan la paz de la iglesia, con mas razon debemos
desistir.
1
En segundo lugar el señor nos manda a ser agradecidos. Y sed agradecidos.
La gratitud debe ser siempre un distintivo de todo creyente.

CONCLUSION.
Como cristianos debemos velar por reflejar verdaderamente la vida de Cristo en nuestras vidas, solamente
así podremos vivir vidas que den fruto y glorifiquen a Dios. Hoy hemos aprendido, que para lograr esto
primero que todo debemos imitar las virtudes que Cristo nos muestra por su carácter. Esto es algo que no
podemos hacer en nuestras fuerzas, necesitamos venir primero que todo a En el arrepentimiento y fe, y su
Espíritu nos dará el poder para lograrlo, en segundo lugar, debemos dejar que se la paz que nos otorga
cristo por medio de la reconciliación con Dios, la que nos guie en cada pazo de nuestras vidas. Que Dios
nos de fuerzas y podamos vivir así vidas que le den al él toda la gloria.

II. Dios manda que seamos llenos de su Palabra: (v16)


A. En esta serie de actitudes prácticas que el nuevo creyente debe adoptar, Dios manda también que
seamos diligentes en el estudio de su Palabra. V 16 Que la palabra de Cristo habite en abundancia en
vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y
canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones.
B. De forma practica el conocimiento de la Palabra, es indispensable para corregir y para instruir a los
creyentes en el camino de la fe y la vida de la Iglesia. Una iglesia que es cantora por naturaleza, que
expresa su devoción a Dios también por medio de cantos espítales, actitud que debe siempre expresar
siempre un continuo agradecimiento al Señor por todas sus bondades. (1 Timo 2:16,17)

IV. Dios manda a hacedlo todo para la gloria de Cristo: (v.17)


A. Finalmente Dios todo lo anterior se resume en el versículo 17. Y todo lo que hacéis, de palabra o de
hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de El a Dios el Padre.
B. Todas las acciones de creyente deben tener como finalidad honrar el nombre de Cristo.
C. Ya sean palabras o actos, deberíamos considerar siempre antes de llevarlos a cabo, si en sí mismos
honran a Cristo. ¿Será que mis acciones están dando honra y gloria al nombre de Cristo? Somos
llamados a testificar de el, a vivir como el vivió, a ser luz y sal para esta tierra. Que vivir para la hora de
Cristo, siempre nos lleve a gradecer por medio de El, tan grande privilegio.

Conclusión.

Hemos aprendido en esta palabra que Dios nos da estos cuatro mandatos, vestirnos como Cristo, que la paz
de Cristo gobierne nuestros corazones, que seamos llenos de su Palabra y que lo hagamos todo para la gloria
de Cristo con el propósito que demostremos nuestra verdadera identidad y vivamos para su gloria.

Ten en cuenta que obedecer estos mandatos es algo que solo pueden hacer aquellos que han sido salvos y en
sus corazones se ha derramado el amor de Dios por su Espíritu. Para estos es el mandato, dejar el viejo
hombre y revestirse del nuevo, que es conforme a cristo y que solo lograremos si estamos en el. intentar
obedecer sin venir a Cristo en fe y obediencia solo nos llevara al fracaso y la frustración.

2
¿Te sientes impotente? ¿has intentado vivir esta nueva vida sin un previo arrepentimiento? ¿te ves frustrado
porque no has logrado los cambios esperados? Puede ser hoy el momento en que vengas a cristo y por la fe
en el recibas el don de su Espíritu y el poder para obedecer, vestirte de un nuevo hombre y vivir a la estatura
de un elegido, santo y amado de Dios.

Oremos...

Debes considerar que todos estos mandatos deben ir orientados a enfatizar sobre el asunto de la identidad del
creyente y la gloria de Dios. Qué relación tienen estos mandatos entre si y como esta relación va enfocada a
mostrar nuestra identidad como cristianos, y cuál es la importancia que esto tiene en la práctica

i. Estar virtudes no operan una separada de la otra, ellas se van enlazando y se vuelven
indispensables para la vida cristiana práctica.
ii. Son de gran utilidad práctica para vivir como Cristo.
iii. Soportando y perdonando a la nueva familia. (v.13 soportándoos unos a otros y
perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó,
así también hacedlo vosotros) Obedecer este mandato es indispensable para mantener la
unidad del cuerpo de Cristo.

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