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Conociendo al Rey de gloria.

Lamentablemente los Salmos no ocupan un lugar importante en la predicación de los


pulpitos modernos. Mas allá del salmo como el salmo 1, el 23, 119 o el salmo 133, raras
veces escuchamos un sermón expositivo a cerca de otros salmos, menos conocidos, pero
poderosamente gloriosos.

Me sorprendió saber, que Martin Lutero, quien impulso la reforma protestante en


Alemania en el siglo 15, fue un hombre que dedico sus esfuerzos por estudiar este libro,
aun antes de que fuera convertido por el Señor a través de los textos de Romanos. Ya
Lutero enseñaba en la universidad acerca de Salmos y había publicado estudios de varios
salmos penitenciales.

Como dice Steven Lawson en uno de sus libros, “Los Salmos le dieron a Lutero una visión
elevada e imponente de Dios, tanto así que al predicar el evangelio estaba dispuesto a
luchar con el diablo mismo.

Fueron estos dos libros (Romanos y salmos) especialmente impactante en la vida de


Lutero. De Hecho, colocaron el fundamento escritural de la Reforma protestante. En
Romanos encontró la ayuda para formular su doctrina mientras que en los Salmos
encontró la valentía para proclamar el mensaje de Dios al mundo. Dicho de otro modo,
Romanos le dio a Lutero su teología, pero fueron los Salmos lo que le dieron su fragor.

Hoy, que vivimos tiempos tan dificiles, donde estamos expuestos a un medio hostil para
los creyentes biblicos y donde evidentemente necesitamos una nueva reforma de la
iglesia moderna, vienen siendo indispensables equiparnos con el conocimiento del caudal
inagotable de ricas gracia que Dios nos ofrece por medio de ellos.

Con tal motivacion quiero exponerles hoy un salmo que ha estado sonando en mi mente
en las ultimas semanas y que espero sea de bebdicion para sus almas….

Veamos el salmo 24 hermanos….

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