Está en la página 1de 6

Busca la plenitud

Hechos 4:31-35

Act 4:31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron
llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
Act 4:32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía
ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
Act 4:33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y
abundante gracia era sobre todos ellos.
Act 4:34 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades
o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido,
Act 4:35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.

Mediante esta nueva oportunidad que el Padre y mis pastores me han permitido, me he dado
cuenta de que por alguna razón me he enfocado en comenzar y recalcar en la base biblica. Y es
que la base bíblica de nuestra congregación, nuestras doctrinas e interpretaciones dogmáticas son
el fundamento revelado por el Padre de la Sagrada Escritura, y que podemos ver ejemplificado
por la propia vida de Jesús y sus discípulos en los evangelios y el libro de Hechos de los
Apóstoles (…del Espíritu santo). Así que tengo que comenzar por decir que…

 Nuestra vida cristiana puede llegar a convertirse en una vida de rutinas, cultos, reuniones y
actividades diversas. Nos volvemos religiosos y en el proceso nos vamos enfriando y secando
espiritualmente. Quizás pudieran pensar: “otra vez el mismo tema”. Pero entiendo también que el
tema de vivir en el Espíritu, del compromiso con Dios, el vivir la vida cristiana de manera viva, y
evitar caer en el formalismo religioso; sobre todo, bajo las actuales circunstancias de hoy día, es
más importante que todo lo demás. La vida conforme la ética del reino de Dios predicado en el
sermón del monte por Jesús, y dados por Dios desde la creación, codificados específicamente en
Éxodo 20, el Levítico 11 y en otras partes, neurálgicas de la Biblia ( Que es sumamente importante
y decisivo en un asunto).

La vida cristiana implica una búsqueda; no una costumbre, no una rutina; por el contrario un
anhelar, el procurar vivir en plena comunión con Dios. Te pregunto: ¿te consideras que estás en
esa búsqueda intensa de la llenura del ES, de la comunión con Dios? ¿O has llegado al punto en

1
tu vida cristiana en que todo se ha convertido en un ritual, en un desierto? En donde te han
ahogado las difíciles circunstancias de tu vida, y eso te mantiene dando vueltas en circulo sin
avanzar, sin crecer, ni de subir de nivel espiritual; como la alabanza: “Vamos escalando
peldaños, vamos llevando la cruz, seguimos el camino angosto, con Cristo es mucho mejor; Ya
viene la recompensa, ya no voy a llorar, ya tengo a cristo en mi vida, por eso voy a escalar”. Ese
fuego, ese deseo intenso de servir a Dios, hablar con Él, hablar de él con la gente, meditar en su
palabra, ha desaparecido poco a poco por los afanes de la vida. Mat_6:33 Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

A veces los cristianos recurrimos a una serie de excusas para justificar nuestra dejadez espiritual.
Le echamos la culpa a otras personas, a los problemas que nos agobian, a las complicaciones de
la vida que aparecen, etc. Y no estoy hablando de nada aquí presente que no se de mi mismo, yo
lo puedo testificar… Pero, escucha bien: No existe ninguna excusa válida que justifique el
enfriamiento y alejamiento espiritual. ¡No la hay! El problema realmente está en nosotros
mismos; en nuestra mente y en nuestra actitud, en nuestro corazón. Porque ahora mismo hay
muchísimos cristianos en muchos lugares del planeta que están sufriendo y padeciendo
situaciones terribles y muchísimo más duras que las nuestras y ahí están sirviendo al Señor y
siendo fieles en medio de ellas.

 Son seres humanos tan débiles y vulnerables como nosotros. ¿Qué tienen ellos que nosotros no
tenemos? Te voy a decir. Aprendí algo que me ha ayudado a entender por qué el cristianismo
funciona de una manera tan diferente aquí, a otros lugares donde hay persecuciones y tantas
dificultades para los creyentes. Precisamente en esos lugares, el que decide ser cristiano sabe a lo
que se expone. Sabe que al decidir ser discípulo del Señor, se expone a pasar trabajo, a salir de su
zona cómoda, a tener que caminar largas distancias para congregarse, ser encarcelado, a ser
separado de su familia, a ser torturado, o a la misma muerte. Eso establece como un filtro o un
cedazo que mantiene alejados del camino del Señor a quienes no están dispuestos a rendirse
totalmente a Cristo. Ese filtro no lo deberiamos tenemos nosotros. Según una investigación
realizada recientemente por la encuestadora cristiana Barna Group, se calcula que
aproximadamente el 60% de las personas que asisten a las iglesias en los EU, no son cristianos
nacidos de nuevo. La iglesia cristiana en occidente se ha convertido en una opción más de

2
entretenimiento, pasatiempo y un club social donde se comparten una religión en común para
muchas personas.

Leemos en los Hechos, cómo era la vida de aquellos cristianos, bajo las amenazas que vivían, y
cómo ellos enfrentaron las mismas (Hch. 4:29-31), y cómo oraron a Dios pidiendo la unción del
ES, y las fuerzas para ser fieles en medio de lo que estaban viviendo, vemos cuáles fueron los
resultados:

1er resultado – Hablar con denuedo (del griego, parresia) la palabra; que significa
“pronunciamientos sin reservas”, abiertamente, claramente, sin temor ninguno.

2do resultado – Unidad de corazón y de espíritu. Un mismo sentir. Cuando la carne se impone,
cada persona actúa y funciona de forma individual, egoísta, independiente. Cuando el E.S. está
en control, hay unanimidad.

3er resultado – Desprendimiento. Todo lo que tengo, sean bienes, talentos, habilidades,
recursos, son para glorificar a Dios y le pertenecen a él. No había necesidad en la iglesia porque
los que tenían compartían sus bienes con los que no tenían.

4to resultado  – “abundante gracia era sobre ellos”. La versión DHH dice, “y Dios los
bendecía a todos.” La bendición de Dios se derrama cuando nos rendimos por completo al
control del ES.

5to resultado – el poder de Dios (dunamis - dinamita), que significa capacidad, fuerza. No es lo
mismo cuando tratamos de hacer las cosas con nuestras propias fuerzas que cuando somos
movidos por el poder de Dios. A veces podemos estar haciendo cosas con nuestras fuerzas en los
ministerios, y vemos como que no hay progreso, no sentimos el respaldo de Dios. Tenemos que
hacer un alto y ver si es que en el camino nos hemos desconectado de la unción de Dios; para
regresar a la fuente.

En el último de los análisis, esto se trata de un asunto de elección. Somos nosotros los que
elegimos si vivir una vida cristiana pobre, mediocre, a medias. O elegimos la vida abundante que
Dios nos pone por delante. No es un asunto de emociones, ni de sentimientos. Ambas cosas son

3
pasajeras y cambiantes. Ser un cristiano consagrado a Dios es un asunto de elección de cada uno
(Ef. 5:15-20 - Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay
disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y
cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias
por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo).

Entonces, le toca a cada uno de nosotros ser diligentes en nuestro caminar en el mundo y no
actuar como necios sino como sabios, aprovechando el tiempo y no desperdiciarlo en la vanidad
de la vida.

 Quiero que sepas que hay una dimensión maravillosa de la bendición de Dios, de la comunión
con él, que no es para cierta clase de cristianos súper ungidos, ¡no!. Es para todo creyente. Esa
dimensión no va a venir de forma automática. No te va a caer del cielo un día de estos. La
plenitud del Espíritu Santo es algo que tenemos que procurar con toda diligencia. ¿Sabes lo que
es la llenura del ES? Es una vida controlada y rendida por completo a la voluntad de Dios. Pablo
lo explica de manera clara en la carta a los Gálatas 2:20:

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora
vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por
mí.”

Lo que quiere decir este pasaje es que si resucité a una vida nueva con Cristo, ya morí a la vieja
vida. Las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas. Por eso es que esto no se trata de una
religión, se trata de una transformación. Ya yo no soy lo que era antes, porque Cristo vive en mí.
Y lo que ahora vivo en la carne, en este cuerpo, lo vivo para que Dios sea glorificado. Mi deseo,
no es que Dios me ayude a que las cosas me vayan bien, sino que mi deseo es que mi vida sea
usada por él como él quiere, porque es de él. Esa es mi lucha de todos los días, pq no he
alcanzado el nivel de perfección que Jesús exige de sus discípulos, aun Pabl;o tyuvo ese
problema cuando dijo:

4
Rom 7:15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco,
eso hago.
Rom 7:16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
Rom 7:17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
Rom 7:18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está
en mí, pero no el hacerlo.
Rom 7:19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
Rom 7:20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
Rom 7:21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
Rom 7:22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
Rom 7:23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me
lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
Rom 7:24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?

¡Pero!

Rom 7:25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente
sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

No todos están dispuestos a eso. Porque implica una renuncia total del control de sus vidas. Pero
quiero ser bien franco contigo. Si no estás dispuesto a vivir una vida cristiana bajo el señorío de
Cristo, si no estás dispuesto a que él sea quien tenga el control, no deberías perder más tu tiempo
en la iglesia. No vas a crecer, no vas a experimentar la bendición de Dios, las cosas no van a
cambiar. Te quedarás a nivel superficial como un simple religioso, y eso no vale la pena. Porque
nadie puede servir a dos señores al mismo tiempo.

Dios no te llamó para simplemente ocupar un asiento en la iglesia. Dios te llamó para hacer de ti
un discípulo, un instrumento de su gloria, un imitador del maestro, de ahí la palabra discipulo. Él
está dispuesto a transformarte, a cambiarte, a convertirte en un vaso precioso para su gloria. Pero
tienes que estar dispuesto a ponerte completamente en sus manos. Jesús lo dijo en Lucas 14:33:
“Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi
discípulo.” 

5
Normalmente pensamos en la renuncia a las cosas materiales. Pero se refiere a TODO. Esto
incluye nuestras metas personales, nuestro carácter, y el control de nuestra vida. Es como cuando
una persona se muere. ¿Qué sucede con las metas, los planes, las decisiones? ¿Verdad que todo
termina ahí? Pues por eso es que dice la palabra que vivir para Cristo es morir al yo (Col 3:1-3,
énfasis en 3). Hasta que no lleguemos a entender esto, nunca podremos vivir una verdadera fe
cristiana.

(Jn. 12:24-26) A lo mejor ves el “morir” al yo como una pérdida. Pero en realidad es una
ganancia (Fil 1:21).

Pero quiero lanzarte un reto en esta noche. ¡Atrévete a rendirte totalmente a Cristo como dueño y
Señor de tu vida! Atrévete a decirle hoy mismo al Señor, “Señor, renueva mi vida, quiero ser
lleno de ti, de tu amor, de tu poder.”

También podría gustarte