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En este ensayo, se hablará sobre los impedimentos dirimentes en el matrimonio según el

Código de Derecho Canónico. Estos impedimentos son condiciones o circunstancias que


invalidan un matrimonio, es decir, lo hacen inválido o nulo desde su inicio. El conocimiento y
comprensión de estos impedimentos son importantes para entender las normas y regulaciones
del matrimonio dentro de la Iglesia católica.

En el Capítulo II del Código de Derecho Canónico, se establecen las reglas generales sobre los
impedimentos dirimentes. El Canon 1073 establece que un impedimento dirimente inhabilita a
una persona para contraer matrimonio válidamente. El Canon 1074 distingue entre
impedimentos públicos y ocultos, siendo los primeros aquellos que pueden probarse
externamente y los segundos aquellos que no pueden probarse externamente.

El Canon 1075 señala que es competencia exclusiva de la autoridad suprema de la Iglesia


declarar auténticamente cuándo el derecho divino prohíbe o dirime un matrimonio. Además,
solo la autoridad suprema tiene el derecho de establecer otros impedimentos para los
bautizados.

El Canon 1076 condena cualquier costumbre que introduzca un impedimento nuevo o que sea
contraria a los impedimentos existentes. Es decir, no se permite la creación de nuevos
impedimentos a través de costumbres locales.

El Canon 1077 permite al Ordinario del lugar prohibir el matrimonio a sus súbditos en casos
particulares y de forma temporal por causa grave. Sin embargo, solo la autoridad suprema de la
Iglesia puede añadir una cláusula dirimente a esta prohibición.

El Canon 1078 establece que, excepto los impedimentos cuya dispensa se reserva a la Sede
Apostólica, el Ordinario del lugar puede dispensar de todos los impedimentos de derecho
eclesiástico a sus propios súbditos. Sin embargo, los impedimentos cuya dispensa se reserva a
la Sede Apostólica, como el impedimento de haber recibido las sagradas órdenes o del voto
público perpetuo de castidad en un instituto religioso de derecho pontificio, no pueden ser
dispensados por el Ordinario del lugar.

En el Capítulo III, se detallan los impedimentos dirimentes en particular. Estos incluyen el


impedimento de edad mínima para contraer matrimonio (Canon 1083), el impedimento de
impotencia antecedente y perpetua (Canon 1084), el impedimento de matrimonio anterior no
disuelto (Canon 1085), el impedimento de disparidad de culto (Canon 1086), entre otros.

El Capítulo IV trata sobre el consentimiento matrimonial. Los cánones 1095-1103 establecen las
condiciones y requisitos para que el consentimiento matrimonial sea válido. Por ejemplo, se
requiere que los contrayentes tengan suficiente uso de razón, que sean capaces de comprender
los derechos y deberes esenciales del matrimonio y que no tengan impedimentos psíquicos que
les impidan asumir esas obligaciones.
En conclusión, el Código de Derecho Canónico establece una serie de impedimentos dirimentes
que invalidan un matrimonio. Estos impedimentos van desde cuestiones de edad y capacidad
mental hasta impedimentos relacionados con matrimonios anteriores, disparidad de culto.

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