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INTRODUCCIÓN

MANEJO DE CADÁVER
CUIDADOS DESPUÉS DE LA MUERTE
CAMBIOS FISIOLÓGICOS SURGIDOS DESPUÉS DE LA MUERTE
TRATAMIENTO MÉDICO POSTERIOR A LA MUERTE EN CASO DE DONACIÓN

INTRODUCCIÓN

El tema de los cadáveres siempre ha creado controversia; los mitos que rodean su tratamiento se han
arraigado fuertemente en la cultura de nuestras poblaciones.

El pensar en que los cadáveres posiblemente puedan transmitir alguna enfermedad.

El manejo de los fallecidos comprende una serie de actividades que comienzan con la localización del
cuerpo, identificación, traslado a la morgue, entrega a sus familiares y la ayuda que el Estado pueda
brindar para su disposición final siguiendo sus ritos y costumbres.

Al ser una actividad multisectorial requiere del personal médico, legistas, fiscales, agentes del orden,
personal administrativo, psicólogos, equipos de apoyo para el personal que está a cargo del manejo directo
de los cuerpos, organizaciones independientes.

MANEJO DE CADÁVER

Las leyes federales y estatales requieren que los hospitales formulen políticas y procedimientos basados en
las leyes vigentes para validar la muerte, identificar posibles donantes y cuidar el cuerpo después de la
muerte.

Para el trasplante de órganos, es necesario el soporte ventilatorio y circulatorio hasta que los órganos
vitales puedan ser extraídos. La familia debe entender claramente que el equipamiento que rodea al
paciente no le mantiene vivo, sino que mantiene su cuerpo físico preparado para el trasplante.

Debe subrayarse repetidamente el concepto de muerte cerebral en todos aquellos que participan en los
cuidados del paciente.
Debe suministrarse la definición de la muerte cerebral a la familia, ya que estos sistemas de soporte deben
funcionar aún incluso después de que la persona se ha catalogado como «muerta».

Por otra parte, los tejidos no vitales no precisan soporte cardiopulmonar. Diferentes bancos de donantes de
órganos proporcionan pautas específicas en relación a los intervalos de viabilidad, condiciones y
conservantes, y debe contactarse cuanto antes con un representante para que la familia pueda donar de
forma eficaz si éste es su deseo o es el del paciente.
Si el paciente no dejó indicaciones claras antes de la muerte, la donación de órganos se realizará según lo
que acuerde toda la familia.

TEJIDOS Y ÓRGANOS UTILIZADOS PARA TRASPLANTE

Tejidos no vitales: córnea, Piel, Huesos largos, Huesillos del oído medio.
Órganos vitales: Corazón, Hígado, Pulmón, Riñón y Páncreas.
Estos órganos se recuperan después de certificar que el paciente esta clínicamente muerto o con muerte
cerebral; se mantiene el soporte circulatorio y ventilatorio para que los órganos estén perfundidos antes de
ser extraídos.
CUIDADOS DESPUÉS DE LA MUERTE

1. El médico debe certificar la muerte: hora, tratamiento utilizado, acciones ejecutadas, diagnóstico
de muerte.
2. El médico puede solicitar autopsia, especialmente en aquellas circunstancias inusuales.
3. miembros capacitados del equipo proporcionan una opción para la donación de órganos o tejidos:
en este proceso deben incluirse las necesidades personales, religiosas, culturales.
4. la enfermera debe proporcionar dignidad y sensibilidad al paciente y la familia.
- Comprobar la necesidad de muestras u órdenes especiales dictadas por el médico.

- Hacer las disposiciones necesarias para que el equipo asistencia, curas u otras personas
permanezcan con la familia, mientras se prepara el cuerpo para ser visitado (p. Ej.; afeitado,
mortaja, Biblia en la mano, rosario, accesorios, etc.).

- Retirar todo el equipo, tubos, material y ropa sucia según el protocolo (a menos que se vaya a
realizar una donación de órganos; en este caso dejar funcionando los sistemas de soporte).

- Lavar el cuerpo, colocar sábanas limpias y retirar todo el material de desecho de la habitación.

- Posición del cuerpo según el protocolo: los ojos cerrados, cubrir todos los orificios del cuerpo
para evitar salida de sangre, orina, heces, etc.

- Cubrir con una sábana limpia hasta la barbilla.

- Dar la opción a la familia de ver o no ver al paciente.

- Estimular a la familia a despedirse del paciente tocándolo y hablándole.

- No proceder con prisa en este proceso.

- Determinar que objetos personales van a quedarse en el cuerpo o quien se hace cargo de ellos.

- No retirar nada que se encuentre una vez que la familia se haya ido.

- Colocar etiquetas con el nombre según el protocolo de la institución, como en la muñeca, pie y en
la mortaja.

- Completar la documentación en la hoja de enfermería.

- Evitar que sea visto el cadáver cuando tenga que ser trasladado a otra zona del hospital o
funeraria.

- Seguir todos los protocolos y pautas para cumplir con todos los requisitos legales en el cuidado
del cuerpo.
CAMBIOS FISIOLÓGICOS SURGIDOS DESPUÉS DE LA MUERTE

CAMBIOS
Rigidez del cuerpo (rigor mortis) que aparece a las 2-4 horas tras la muerte (implica la contracción de la
musculatura esquelética y lisa por la falta de trifosfato de adenisina).
Disminución de la temperatura corporal con pérdida de la elasticidad cutánea (algor mortis).
Coloración morada de la piel (livor mortis) en las zonas sometidas al efecto de la gravedad, por la lisis de
los hematíes.
Ablandamiento y licuefacción de los tejidos corporales por la coloración bacteriana.

TRATAMIENTO MÉDICO POSTERIOR A LA MUERTE EN CASO DE DONACIÓN

Cuando el médico detecta la existencia de un paciente en posible situación de muerte, debe poner en
marcha una exhaustiva colaboración clínica para evaluar su idoneidad como donante.

CRITERIOS DE EXCLUSIÓN PARA LA DONACIÓN


* Infección bacteriana sistémica activa, en la que tras la identificación del germen y recibir tratamiento
antibiótico no tiene buena respuesta.
* Infección tuberculosa incompletamente tratada.
* Infección vírica activa.
* Enfermedad tumoral maligna (salvo carcinoma en cuello de útero o carcinoma basocelular de la piel).
* Adicción s drogas u otros factores de riesgo.
* Fallo multiogánico inevitable.

Se deben desarrollar protocolos estándar para determinar la variabilidad de los órganos y asegurar que no
va a haber un riesgo potencial para los receptores de los mismos (transmisión de enfermedades virológicas
o neoplásticas).
Las características a definir están en constante evolución debido a que los criterios de aceptación de los
donantes se van ampliando, tanto por la experiencia que adquieren los equipos de trasplantes, como por la
presión que impone la escasez de órganos, por lo tanto, estos protocolos deben ser suficientemente
flexibles para poder admitir la evolución de los cambios en las características de los donantes.

CRITERIOS DE INCLUSIÓN PARA LA DONACIÓN

* Edad menor de 50 años. Considerando en edades superiores.


* Ausencia de enfermedad sistémica conocida. Igual que en el donante de muerte encefálica.
* Ausencia de antecedentes o signos de drogadicción.
MANTENIMIENTO DEL DONANTE DE ÓRGANOS
Actualmente, el aumento de la demanda de órganos para trasplante, como único tratamiento eficaz en
algunos casos, condiciona el que hoy día el médico no termine su trabajo con el diagnóstico de muerte
encefálica (ME) de un paciente.
La exploración clínica de muerte cerebral o encefálica (muerte del troncoencefálico) se basa en la
demostración de la ausencia de función, a través del examen clínico de todos los pares craneales, sus
núcleos y de la ausencia de consciencia. Es muy importante que la exploración sea sistemática, completa y
extremadamente rigurosa, debiendo quedar reflejados todos los datos de la exploración en la historia.

Debemos demostrar.
1- Ausencia de reflejos
9- Ausencia de respiración espontánea.

Antes debemos comprobar la ausencia de fármacos que pueden alterar la respuesta como: sedantes,
relajantes, hipotermia, ototóxicos, drogas anticolinérgicas de uso tópico etc.

Además de la exploración clínica, pueden ser utilizadas las siguientes pruebas complementarias:
1- Pruebas que evalúan la función neuronal.
a. Electroencefalografía

2- Pruebas que evalúan el flujo sanguíneo cerebral:


a. Arteriografía de los 4 vasos.
b. Arteriografía cerebral
c. Angiogammagrafía cerebral con radiofármacos capaces de atravesar la barrera hematoencefafálica
intacta.
d. Sonografía doppler transcraneal.

La actitud terapéutica en el mantenimiento del donante potencial viene determinando por las alteraciones
secundarias a la muerte encefálica:

Todas estas alteraciones convierten al donante multiorgánico en un paciente crítico. El mantenimiento y el


manejo del cadáver donante de órganos implican el diagnóstico precoz del estado de muerte encefálica, la
evaluación rápida del cadáver como donante, el correcto mantenimiento del estado fisiológico así como
agilidad en la organización, proceso de distribución y extracción de órganos.

Un incorrecto mantenimiento y manejo del cadáver potencial donante de órganos es una de las causas más
importantes de perdidas de donantes y es la primera causa de disfunción primaria del órgano trasplantado.
De otro lado el correcto mantenimiento y manejo del donante, reduce a cero la aparición de asistolia
durante la fase de mantenimiento e incrementa la viabilidad de los órganos a trasplantar.

Los objetivos fundamentales en el mantenimiento del donante son:

* Conseguir una estabilidad hemodinámica y oxigenación adecuada.


* Corrección de la hipotermia, la diabetes insípida y las alteraciones hidroelectroliticas, para ello debemos
intentar conseguir:

1- Frecuencia cardiaca alrededor de 100 spm.


2- T/A mayor de 95 mmHg.
3- PVC: 10-12 cm H2O
4- Diuresis mayor de 1mi/kg/h en adultos y mayor de 2ml/kg en niños.
5- Temperatura superior a 35ºC.
6- Gasometría arterial: pH: 7.35 – 7.45., PaO2 mayor de 90 mmHg y PaCO2 entre 35 t 45 mmHg.
8- Hematocrito superior a 35 por 100.

Monitorización de las constantes vitales.

1- Electrocardiograma continuo.
2- Tensión arterial
3- Presión venosa central.
4- Diuresis
5- Gasometría arterial.
6- Pulsioximetria continual
7- Temperatura
8- Cateterismo derecho mediante Swan-Ganz (según estabilidad hemodinámica y situación clínica del
donante).

El donante de órganos es un cadáver al que debemos mantener hemodinámica y ventilatoriamente de


forma artificial. La destrucción del encéfalo determina la perdida absoluta de la hemostasia del donante,
por lo cual requieren un control muy estrecho y una monitorización casi continua de sus diferentes
constantes fisiológicas.
Debemos monitorizar periódicamente los parámetros sanguíneos: hematocrito, glucosa, urea, creatinina,
sodio, potasio, gases arteriales, equilibrio ácido – base, etc.

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