Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El mercurio llega al mar no solo por la lluvia sino por intercambio de gases
El mercurio está presente en la naturaleza y se puede liberar de varias maneras, como la
actividad volcánica, la erosión de las rocas o la actividad humana, pero es esta última la
principal causa de las emisiones de este elemento, fruto de combustión de carbón en
centrales eléctricas, de procesos industriales, de la incineración de residuos o de la
extracción minera.
El mercurio puede liberarle al medio ambiente en diversas formas:
•Metálico o elemental (Hg0), es muy volátil, por lo que se encuentra principalmente en
la atmósfera, donde puede permanecer hasta dos años.
•Inorgánico (Hg+ y Hg++). Se encuentra en el suelo y procede de depósitos de
mercurio elemental en sedimentos, agua y de las rocas, por lo que se puede liberar de
manera natural o fruto de la actividad humana.
•Orgánico, como el metilmercurio -CH3Hg+- y el dimetilmercurio -(CH3)2Hg)-, que se
produce mediante la acción de bacterias. Este es el tipo de mercurio que nos
encontramos en la cadena alimentaria, pues se acumula en los peces y mariscos que
luego consumimos, especialmente en los grandes.
Estas distintas formas tienen también distintos grados de toxicidad y las personas
podemos vernos expuestas a cualquiera de estar formas, pero las principales vías de
exposición son el consumo de pescado y marisco contaminado con metilmercurio
(que se absorbe más fácilmente por nuestro organismo) y la inhalación de vapores
de mercurio elemental desprendidos en procesos industriales, generalmente en
contextos laborales.
Qué problemas de salud puede ocasionar
Síntomas de la acumulación e intoxicación por metales pesados: ¿en qué afecta esta
enfermedad?
La exposición al mercurio puede causar graves problemas de salud, especialmente
en los más vulnerables, como los fetos, cuya exposición al mercurio a través de la
alimentación de la madre puede provocar serios problemas de desarrollo. Aun así,
debemos ser conscientes de que todos estamos expuestos a este elemento. La clave
está en no hacerlo ni en grandes cantidades ni por periodos prolongado de tiempo. Los
efectos más comunes son, como advierte la OMS:
•El mercurio elemental y el metilmercurio son tóxicos para el sistema nervioso
central y el periférico, y pueden provocar trastornos neurológicos y del comportamiento,
con síntomas como temblores, insomnio, pérdida de memoria, cefalea o disfunciones
cognitivas y motoras. Este efecto sobre el sistema nervioso es lo que hace que los fetos
sean tan vulnerables a la exposición del mercurio, que además atraviesa fácilmente la
placenta.
•La inhalación de vapor de mercurio inorgánico es, además, perjudicial para
los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, el reproductivo, los
pulmones y los riñones. Las consecuencias pueden llegar a ser fatales.
•Las sales de mercurio inorgánicas son corrosivas para la piel, los ojos y el tracto
intestinal, el hígado y, al ser ingeridas, pueden resultar tóxicas especialmente para los
riñones y provocar desde proteinuria a insuficiencia renal.
Para evitar los efectos nocivos del mercurio sobre la salud de la población, la OMS
propone:
•Promover el uso de energía limpia que no dependa de la combustión del carbón.
•Acabar con la minería del mercurio y el uso de mercurio en la extracción de oro, pues
consideran que, al no destruirse, puede reutilizarse el ya extraído.
•Eliminar progresivamente el uso de productos no esenciales que contengan
mercurio como las pilas, el mercurio de los termómetros, en los empastes dentales, en
productos cosméticos, en electrodomésticos, etc. En algunos países, ya se ha legislado
para retirar algunos productos.
¿Qué ocurre con el pescado?
Estos son los pescados que contienen más mercurio
Comer pescado es saludable, incluso los que contienen más cantidad de mercurio, por lo
que no hay que dejar de consumirlo por temor a una contaminación por mercurio, solo
tenemos que limitar las cantidades de algunos de ellos, sobre todo en algunas
circunstancias.
Así, en 2012, la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) consideró que la
ingesta semanal tolerable de metilmercurio (IST o TWI en inglés) fuera de 1,3 µg/kg de
peso corporal y en 4 µg/kg de peso corporal para el mercurio inorgánico. Se trata de un
límite que es difícil de superar, por eso considera que se deberá ser prudente sobre
todo con niños menores de 10 años y mujeres embarazadas y en periodo de
lactancia, colectivos entre los que recomienda evitar pescados más ricos en
mercurios, que son:
Rape, perro del norte, bonito, anguila, reloj, cabezudo, fletán, rosada del Cabo, marlín,
gallo, salmonete, rosada chilena, lucio, tasarte, capellán, pailona, raya, gallineta nórdica,
pez vela, pez cinto, besugo o aligote, tiburón, escolar, esturión, pez espada y atún.