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JOSÉ JUAN MORESO

JOSEP MARIA VILAJOSANA

INTRODUCCIÓN
A LA TEORÉt DEL DERECHO

MARCIAL PONS, EDICIONES J URÍDICAS Y SOCIALES, S. A.


MADRID 2004 BARCELONA
JOSÉ JUAN MORESO Y JOSEP MARÍA VILAJOSANA

no son más que palabras» (HOBBES, 1651: cap. XVII, 143). Según esta
visión, en resumen, la sociedad y con ella el Estado y el Derecho son
artificios que permiten a los individuos racionales salir del dilema del
prlsionero en el que 5e verían atrapados si siguleran en el estado de
riatui’aleza. Además, las normas coactivas son necesarias, en este esque-
ma, porque de lo contrario el sur imientO de lee rideis está garantizado.
Hemos examinado en las páginas precedentes algunas de las notas
características de los seres humanos y de las sociedades en las que
vlven. Estos r‹isgos pueden llegar a justificar racionalmente la presencia
de sistemas nofmativos en general y del Derecho, en particular. Tam-
biCn hemos adelantado que el Derccho puede ser consíderado un ins-
trumento para conseguir ciertas finalidades, las cuales, sin embargo,
tendrán los límites impuestos por hs cltadas características. Ahora es
el momento de entrar a analizar esas finalidades bajo el rÓtUlo, usado CAPITULO II
comunmente entre los teóricos, de “las funciones sociales del Dere-
cho”.
LAS FUNCIONES SOCIALES DEL DERECHO
I ecluras recomendadas
1. PRECISIONES CONCEPTUALES
Sobre el DerechO cOtllO Slstema normativo institucionalizado y dis- Por “funciones sociales del Derecho” se pueden entender cosas
tinto de la moral puede leerse HoR+, 1*961, capó. 5 y 8. Quien también muy diversas, según cuál sea el referente de “función”, “social” y “De-
insiste en estas cuestiones, pero subrayando más el aspecto instrumen- recho”. En efecto, aún dando por sentada una interpretación teleo-
tal del Derecho, es Hans OLSEN (Véase KrmrN, 1960: 44-82). Respecto lógica de función (por tanto, relativa a los fines que persigue una ins-
a los pfoblemas de interacci ón, merecen leerse Urc SAN-MARGALI’I', titución), no es lo mismo preguntarse acerca de cuál es la finalidad
1977 y LAGrnsrr"rz, 1995: especialmente cap. 2. Para el estudio de una perseguida por una determinada norma jurídica en relación con una
aplicación práctica de estas ideas, puede verse NiNO, 1992, donde se comunidad reducida de individuos, que indagar acerca de cuáles son
analiza la que este autor denomina “anomia boba argentina”. los objetivos que se pretenden alcanzar por cualquier sistema jurídico
en relación con cualquier sociedad humana. Los estudios de sociología
jurídica deberían poder contestar al primer interrogante, mientras que
responder al segundo tal vez sea más propio de la teoría del Derecho.
Así, puede decirse, en una primera aproximación, que tiene sentido
que la teoría del Derecho aborde el tema de las funciones del Derecho
siempre que lo haga a un nivel abstracto como el citado.
Dicho esto, sin embargo, no desaparecen los pi’ob1emas concep-
tuales implicados en esta cuestión. De hecho, rGsultaría inexacto afir-
mar que eXiste sólo un nivel abstracto (propio de los análisis teóricos)
frente a un nivel concreto (común a los estudios sociológicos). Más
bien de lo que se trata es de un continuo que va de lo mas concreto
a lo más abstracto (y viceversa), y en el que podrían localizarse distintos
niveles más o menos abstractos (o más o menos concretos), sin que
pueda trazarse obviamente tllla línea divisoria que separe lo concreto
de lo abstracto (y, por ende, lo puramente sr›ciológico de lo puramente
conceptual). No obstante, ello no impide entender que, al menos, los
extrelTiOS del continuo se hallan claramente a uno y otro lado de la
LOS FUNCIONES SOCi ALES DEL DERECHO

división. O ne objetivos persigue la regulación de las Cajas de Ahorro


en España y cuál de ellos se cumple, no hay duda de que es una cuestión 2. CONTROL SOCIAL, SEGURIDAD Y JUSTICIA
concreta que exige una respuesta sociológica, basada en estudios empí-
ricos. Cuales son (si es que existen) los fines comunes perseguidos Una respuesta muy frecuente a la pregunta acerca de las funciones
por todos los sistemas jurídicos, es ya una pregunta de carácter con- del Derecho es la que las identifica en este sentido tan general con
ceptual y general, propia de una teoría del Derecho. el control social, la seguridad y la justicia . Sin embargo, a pesar de
Centrándonos en estos niveles más abstractos, en lo que sigue pasa- lo habitual que resulta esta respuesta, no suele ser demasiado clara
respecto a su alcance. Y ello, al menos, por dos razones.
remos revista a dos planteamientos que varían no sólo en cuanto al
grado de abstracción dC StlS propuestas sino en cuanto a las perspectivas En primer lugar, no es evidcnte el tipo de tesi5 que con ella se
distintas de las qtie parten. sostiene. En efecto, a veces se oscila entre una tesis de carácter des-
criptivo (todo sistema jurídico cumple las funciones de control social,
Endarse
suele primer lugar,
a tres examinaremos
funciones de forma
muy generales
crítica el
asociadas alcance
a los que
sistemas seguridad y justicia) y una tesis valorativa (todo sistema jurídico debería
jurídicos (control social, seguridad y justicia). Esta ha sido la pers- cumplir con dichas funciones). La primera versión, como tesis des-
criptiva, es susceptible de ser verdadera o falsa, mientras que la segunda
pectiva dominante de los estudios de teoría sociológica que han gozado es la expresión de un ideal regulativo, y se basa en unos valores no
cte ur› cierto preüicamentc entre los juristas y que se ve reflejada en siempre especificados ^.
algunos manuales de Introducción fi/ Derecho. La visión çue se da en
En segundo lugar, suelen ti‘atarse dichas funciones como si con-
estos casos de las funciones del Derecho alcanza las cotas más altas
tuvieran conceptos de todo o nada. Un sistema jurídico ejerce control
de abstracción, como se pone de relieve por la amplia dimensión que social o no; impera en él la seguridad y la justicia, o no es así. En
tienen las citadas funciones. cambio, tal vez sea más apropiado tratar estos conceptos como n-
El segundo planteamiento, en cambio, es algo mas concreto. Com- daniel, de tal modo que pueda afirmarse que un sistema jurídico ha
prende el análisis de las funciones directas e indirectas, descendiendo conseguido un mayor o menor control social, lin grado más o menos
a un cierto detalle por lo que hace al estudio de las primeras. Así, elevado de seguridad, o un nivel más o menos aceptable de justicia.
coniprobaremos que estos pueden dlvldirse en primarias y secundarias, Con estas dos precisiones, es posible abordar, aunque sea de mane-
y, que éstas últimas tienen importancia por cuanto dejan constancia ra muy somera, el análisis conceptual de estas tres funciones.
de aquello que resulta ser típico de un sistema jurídico (la institu-
cionalización) y que lo diferencia de otros sistemas normativas›
la moral. Además, este planteamiento, que debemos a RAZ (RAz, 1973), 2.1. Control social
tiene la ventaja de encajar razonablemente en el esquema que plan-
teamo5 en el anterior’ capítulo y en la clasificación de las normas jLtFÍ- La idea de control social puede ser entendida de varias maRef£t5.
dicas que actualmente es la mas utilizada 1 Ha sido destacado por algunos autores una ambigüedad característica
Por tanto, ambos enfoques no se contradicen, sino que mas bien de esta expresión. A veces, se diCG que el Derecho es un sistema de
control social porque el funcionamiento d..e. las dem•s ins-
se complementan, siempre que se entienda que se encuentran a niveles
tituciones sociales resolviendo los conflictos que se puedan piodúcir
distintos (aun perteneciendo ambos a la vertiente abstracta y Concep- dentro del sistema social. En este caso, se estaría hablando del control
tual) y gire abordan el tema de las funciones del Derecho desde pers- social como una función integradora. Otras veces, en cambio, se añade
pectivas difCrentes. a la anterior significación la de que el Derecho sirve como dirección
Nos referirnt›s, pob siipticstt . a la cl; sifiC‹iC ió{1 dC l‹l$ (l cjr mas jurí‹lic*iS (“r e glas” en su
y guía de conductas, con lo cual se le está calificando de mecanismo
cstuclio rcscrvamos no sólo de integración, sino tambien de rcgu/reirán (A i icsz , 1985:
para cl c;ipíttiIo III. !Vencitincmos simplemente ahora i|uc l‹i rlivisión que T ace £IAlt”i mczcla 62). Debe quedar claro qUe las normas sociales y las normas morales
un crílerio estructural (ya que en ocasiones distingue ainI›‹is clases de reglas en virttitl tle su
2 Como exponentes de esta idea, con los in‹itices oportunas,
c‹irúctcr: ble ob1igaciL›ii y perinisivo, i’espectivaincnte) con otro func‹onal (‹il *°tc °' 0°* P ue rlen verse los textos ya
secuntiariiis son aquellas t¡uc vers:in sobre lois primarias) En ‹i c1‹ sific*ici*n * 'unc'ones clásicos entre nosotros: L ionnr, 19f›8; Drax, 1971; A i iusza, t 585.
c1C|UÍ C X cllTl ÍHíll TlOs, flO CXÍStD tal confusión, ya que Rex es consciente ‹ie este problema Para un ex‹tineri mas rletallado del car‹actcr tlescriptive o valoratívo (“asertivo” o “pres-
dix'isión 1i‹ice chQlícito el criterio úiiic«meiite fiincitfl‹ll que la preside (R.xz, 1973 17E). ciiptivo”, diremos más tnifle) de en enunci‹itlo, veasc iii/ia capítulo All, apartatio 1.1.
.IOSÉ JUAN MORESO Y .IOSEP M A RIG VILAJOSAN A LAS FU 'CIONES SOCIALES DCL DERECHO

funcionan también en este doble sentido (integrador y regulativo) y Si 1a tesis que comentamos se interpreta en sentido valorativo, reza-
que, tal como se dijo en su momento, únicamente si descendemos al ría como s1gue:
concreto modo en que realizan su tarea es poslble efectuar la distinción
entre los diverSO5 Órdenes normativos. [TCS3]: Todo sistema jurídiCo debe cumplir la función de control
social.
Respecto a la posibilidad de entender la tesis de las funciones del
Derecho de manera descriptiva o valoratlV£t 8pliCílda al control social, TCS3 expresaría un ideal regulativo, un estado de cosas que se
cabe decir lo siguiente. En el supuesto de que se considerara que lo pretende alcanzar porque se considera Valioso. Al respecto, hay que
que se sostiene es una tesis descriptiva 4, se afirmará lo sig uiente: hacer a1gun‹ts precisiones. Como se dijo, interpreta da la versión des-
[TCSI]: Todo sistema jurídico cumple la función de control social. criptiva de la tesis que comenzamos en el 5entido expresado por TCS2,
su verdads analítica. En este caso, TCS3 no tiene demasiado sentido.
Esta tesis es plausible considerarla verdadera, siempre que se aña- › por ** ones conceptuales los sistemas jurídicos siempre cumplirán
dan algunos matlCOS. El primero, tiene que vGr con algo ya comentado: con esta función, está de más desear Este estado de cosas, ya que no
el concepto de control social es gradual. Se puede conseguir una mayor hay forma de que ese deseo se frustre.
o menor integración social a través del Derecho, así como se puede A pesar de todo, puede quedar un margen de discusión valorativa
conseguir un seguimiento de las normas jurídicas más o menos amplio.
Esto último nos lleva a una segunda observación. Cuando se sostiene en torno a esta cuestión, ya que hay ue reCordar quc cl concepto
que todo sistema jurídico cumple con la función de control social, segu- de control social es un concepto gradual. Por eso, traspasado el umbral
ramente se esta pensando en un sistema jurídico e/icez, o mejor dicho, a partir del cual se consideraría que estamos en presencia de un sistema
con alg ún grado de eficacia. Esto significa que la tesis se refiere a jurídico eficaz, cabe aún desear que se alcance el máximo posible de
sistemas, cuyas normas se cumplan de un modo general. Entonces control social por parte del Derecho. Se entra entonces, efectivamente,
TCSI debería quedar formulada de este modo: en una discusión de carácter valorativ o en la que se deberá ponderar
n qué medida se pretende que intervengan tes distintos sistemas nor-
(TCS2]: Todo sistema jurídico eficaz supera cierto umbral de inte- II\0t1VOS (SOCÍill, moral, jurídico) como mecanismos de cOntrOl SOClíll.
gración de conflictos y regulación de conductas. Fruto de esa ponderación habrá quien defienda que el Derecho debe
Entendida de este modo, TCS2 podemos presumir que es verda- jugar un papel decisivo en ese control, mientras que otros pueden
dera. El problema que se puede plantear, sin embargo, es que tal vez entender que el protagonismo en este ámbito le corresponde a los
procediendo de este modo se corre el riesgo de sustituir una tesis que demás sistemas normativos. También encajaría dentro de esta discusión
pretendía ser sintética (es decir, verdadera por contraste con una rea- el debate que enfrenta desde siempre a los partidarios de más COntrol
lidad empírica) por otra que es analítica (es decir, verdad simplement e social con los defensores de su reducción a la mínima expresión o
por definición). Si para que sirva como meciinismo de integración y incluso, como defiende el anarquismo, a su desaparición.
regulación de conductas un sistema jurídico requiCre que se cumplan
sus normas de manera general, entonces nCcesita que tenga a gun grado No entraremos a analizar esta discusión, pero sí que puede resultar
de eficacia. Pero como (grado de) eficacia significa (grado de) cum- interesa nte aludir a las distintas posibilidades que tienen last autori-
plimiento de normas, entonces no es conceptualmente posible que exis- dades normativas para regular comportamientos. En este sentido, las
ta un sistema jurídiCo con una cierta eficacia sin que se dé el corres- O]3GlOiiCS que puefien ”seguir son la de ineCntivar la conducta que quie-
pondiente grado de cumplimiento, y por tanto, de regulación de con- ren que se lleve a cabo o desincentivar aquella que deseen que no
ductas. Por definición, pues, todo sistema jurídico eficaz cumple con Se produzca. Ahora bien, una conducta puede ser incentivada o desin-
la función de control social v sólo cumplen con tal función los sistemas Centivada en dos momentos distintos. Puede hacefse antes de que la
jurídicos eficaces. La tesis de la función de control social interpretada conducta se realice o puede hacerse después de que la conducta haya
como TCS2 resulta, en definÍtlVa, verdadera aunque nada informativa. tenido ltigar. Si combinamos ambas variables (incentivar/desincentivar
Ello no significa que carezca de interés. De hecho, autores COIRO y antes/después), obtenemos 1a5 siguientes posibilidades de actuación
Entenderán que sólo cabe hablar de que un sistema jurídico m/S/e i
P3ra la existencia de un sistema juríclico. Por un lado, l‹is reglas rte contlucta válidas según
sus normas en general son eficaces " el criterio ble validez último mel sistema tienen que ser generalrnen ob ‹iecidas, y, por otra
parte, sus reglas de reconocimiento que especifici}n los criterios ‹le validez jtirídic;i, y sus rcglas
esta V clescriptiva, entre otros, Elías Diez. Vease Dino, 1971: 4t). cambio y adjudicación, tienen que ser efectivamente acepta‹1‹is por sus funcir›naríos como
' 1-1. i‹’r lo expresa cl este monto: «1-lay cios concliciones ncces‹iri‹is suficientes niíniinas llautas o modelos públicos y comunes de conducta oficial» (Han r, lÜú 1: }45),
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por pane deÎ Dereclio, lo que podríamos denominar


“tćcnicas de cou-
trot social”":
2.2. Seguridad jurídica
nt Incentivar una conducts de
seable antes de que ésta se pro-
dttxca. La idea intuitiva que subyacc a la de que el DCrecho cumple (o
Estos son supuestos öe promociòn. Si se prc tende, por ejemplo, debe cumplir) la función de seguridad es que las personas a las que
que se produzca una mayor inversìón en innovación tecnoló van destinadas has normas jurídicas deben saber a qué atenerse, es
ğ ica en decir, deben conocer con anterioridad a sus comportamientos cuáles
el sector ağ rícola, se pueden concedes crćditos a
ag£lGiiltore5 que deseen renov
bajo interés para los de ĆStOS están prohibidos, son obligatorios o les están permitidos. En
subvencio nes también piiede constituir un buen El otorgamicnto de definitiva, la se uridad se refiere a la posibilid d de planificar las con-
de medidas.
ejemplo de este tipo ductas, saber de antemano quć consecuencias se derivarán de ellas
y, así, poder actuai’ con conocimiento de causa.
b) Desincentivar U nit conduela indeseable antes de que ésta se
produzca. Esta idea intuitiva puede recogerse en una definicíón técnica, según
la cual se daría segurídad jurídica, siempre que se cumplan las siguien-
En este caso nos hallamos ante niedidas de pi’evención.
Ejemplos tes condìcìones’:
de éstas se Cncuentran en las normas que establecen la vigilancia
x un evento en previsi ón de que pueda suceder algún altercado. No de
se
a) One las normas jurídicas sean claras
^^pCra, pues, a que se produzca el cOm portamien to que se quiere desa- Si se pretende que los ciudadanos se comporten de una deter-
lentar, lino que ct Derecho se anticipa. minada mantra, que guíen su conducta a través de lo dispuesto en
Incentivar una conducta deseable después dG que ésta se pro- las normas jurídicas, éstas deben expresarse en un lenguaje que les
duzca. resulte comprensible. Por eso, las normas se expresan en el lenguaje
natural correspondiente (español, inglés, francés, etc.). Esta circuns-
Lis medidas inC luidaS en este apartado tancia, que posibilìta que el mensaje pueda ser recìbido adecuadamente
pueden llamarse prcmios.
Si a >J$ İCfl ]3O£ habCi invertido parte de su dinero por sus destinatarios, genera, como veremos en su momento, algunos
se en obras cultiirales
le ofrece la posibilidad de desgravar en su declaración de la renta, problemas (ambigüedad, vaguedad, textura abierta) conectados a las
puede entenderse que es un premio que pretende alentar este tipo cpracterísticas propias de este tipo de lenguaje. Por tanto, hay que
de inversione5. Lo mismo sucedería en el caso de que ser conscientes de que no existe la claridad absolute y qiie, de nuevo,
a un preso se
le reduzca la pena por buen cOm portamiento. Una se trata de tin concepto gradual. Pero sigue habiendo un margen en
vez pi’oducido e1
biien cOmport£tlnien to, se le concede la rediicción. el que las autoridades normativas pueden actuar, si a1 menos son cono-
Queda clara, pues, cedores de estos problemas.
la diferencia entre subvenci ones y desgravaciones
fiscales. Ambas com-
parten el hecho de ser medid as destinada s a alentar condiictas desea- b) Oue las nofmas jurídicas sean conocidas
dat, pero mientras se subvenciona algo que se prete nde que se realice, No podría hablarse de seguridad si las normas se ajustarari al requi-
e P' e = ia h lgO ya re a1izad o.

d) Desiocen tiv ar una Gonducfa indesea ble después de sito anterior (fueran claras en grado sumo), pero no fueran dadas a
e produzca. que ésta conocer a sus destinatarios. Estos desconocerían qué es lo que el Dere-
cho les pide y, por tanto, vivirían en un estado de inseguridad per-
Sta es una técnica de represión. Las sanciones constíìtiyen un ejem- manence, al desconocer si sus conductas están prohibidas o no. Para
plo paradigmático. Si el hOmİCİdio está sancionado con una pena de cumplir con esta condición, pues, es necesario que las normas sean
20 años de prisión, se pretende desalentar públicas y que se eviten al màximo las normas secretas 3 ä quellas a
que sc cometan homicidios.
PCto, a díferencia de las medidas de prevenci las que los ciudadanos no puedan tener acceso. Para cumplir cori este
actuando unit vez çU e el dclito se ha producido.
ón, ello se lleva a cabo requisito se suelcn establecer en los distintos países publicaciones que
recogen las normas jurídicas a medida que se van promulgando (como,
por ejemplo, el Boletín Oficial del E.stado).

P;ira un analisis m‹s complete tle est‹is ct›ntiicioncs y otras adicionalcs, piiede verse
la caracterización uc h‹ice Lori FCC Err de lo que denominii la “iiioralid,ad interns del Derecho"
48 .IOSÜ JUAN MORES() Y JOSEP MARIA VILAJOSANA LAS FUL'CI OL'ES SOCIALES DEL DERECHO 49

Por supuesto, esta condición hay que interpretarla en un sentido La versión descriptiva daría lugar a la siguiente afirmación:
debil. No se trata de exigir que todas las personas conozcan todas
las normas jurídicas vigentes en un determinado país. Ni siquiera el [TSJ1]: Todo sistema jurídico cumple la función de seguridad.
jurista más brillante puede aspirar a conseguirlo. Se trata tan sólo de Después de lo dicho, TSJ1 se puede entender o bien en el sentido
que exista la posibilidad de conocer el contenido del sistema jurídico de que los sistemas jurídicos cumplen la seguridad jurídica en n/ u
de que se trate y para eso basta con que los ciudadanos puedan acceder g rado, o bien que la cumplen n partir de cierto grado. Seguramente
a aquellas publicaciones. la primera versión es verdadera. Cuesta imaginar un Estado que fun-
cione con normas completamente oscuras, con la mayor parte de sus
ej Que el Estado cumpla con sus propias normas y las haga normas secretas y con una total arbitrariedad. Ahora bien, no es tan
cumplir. raro encontrar Estados que tienen un bajo nivel dc cumplimiento de
Las anteriores condiciones de nada serviríarl s1 el Estado no cum- las tres características. Si esto es así, entonces TSJ1 en su segunda
pliera con sus propias normas y no las hiciera cumplir a los desti- versión es falsa.
natarios, incluyendo aquí la prohibición de dictar normas desfavorables La formulación valorativa de esta tesis sería:
con carácter retroactivo, En definitlva, si no respetada lo que en tér-
minos generales podemos denominar el principio. de legal.iáa_d_. Un Esta- [TSJ2): Todo sistema jurídico debe cumplir la filnCión de seguridad.
do que incumpliera sistemáticamente con las normas de su sistema Esta tesis, como expresión de un ideal regulativo, es probable que
JUf ídico generarí‹i un estado de inseguridad permanente. Los ciuda- cuente con gran apoyo. Parece deseable alcanzar el máximo grado de
danos no sabrían a qué atenerse. No obstante, hay que hacer dos claridad, transparencia y legalidad en la actuación de las instituciones
puntuallzaciones. estatales. Si esto es así, tal vez se pueda establecer algún tipo de relación
entre la función de seguridad y la de justicia, que examinaremos a
Por un lado, nos encontramos de nuevo con una característica gra- continuación'.
dual. Más que hablar de cumplimiento o incumplimiento, es más rea-
lista hablar’ de grados de cumplimiento o incumplimiento. Es tolerable
para la seguridad jurídica un cierto grado de incumplimiento, pero 2.3. Justicia
a partir de un determinado umbral podría decirse que ya no se da
esta condición necesaria para tildar de jurídicamente 5eguro un deter- Pocas nociones son tan complejas como la de justicia. Aquí no
minado Estado. es el lugar idóneo para elucidar este concepto, ya que su estudio por-
menorizado es objeto de la filosofía moral. Bastará, para lo que aqUí
Por otro lado, es pertinente mencionar aquí una distinción sobre interesa, partir de una aproximación intuitiva a su significado y apuntar
la que volveremos en más ocasiones. Se trata de la diferencia que algunas distinciones que se mostrarán relevantes a la hora de analizar
existe entre una actuación discrecional y una actuación arbitraria. Un el alcance de esta función.
cierto grado de discrecionalidad no sólo es compatible con la seguridad Los seres humanos nos caracterizamos por tener valores morales
jurídica, sino que a veces es reGOlllendablC y, en todo caso, no se ptiede Se suele entender que lo que define este tipo de valores es que son
suprimir dCl todo, debido, entre otras cosas, al hecho de que las normas últimos. Con ello se quiere decir, normalmente, t¡ue sirven de jus-
se expresen en lenguaje natural. Por el contrario, la arbirrniiednd, RUC tlficación de nuestras acciones o comportamientos, sin que ellos requie-
se caracterlza por tomar decisiones sin ofrecer las razones que las jus- ran un fundamento ulterior. Si esto es así, resulta fácil darse cuenta
tifican, echa por tiei’ra cualquier intento de generar seguridad en las de que uno de los criterios para valoi’ar los sistemas jurídicos en general
personas‘. 7 cada una de sus normas en particular será su adecuación a la mora-
Una vez establecido el concepto de segurídarl jurídica, queda QOr lidad.
ver las posibilidades de interpretación (descriptiva, valoi’ativa) que pue- Sin embargo, cuando hablamos de valores morales es muy impor-
den tlarse al 1 especto. tante prestar atención a una distinción que nos evitará caer en algunos
errores muy frecuentes. Se trata de la distinción entre moral positiva
Sobi’c esta tiistiticié›ii volveremos a11iab1;ir ‹ic los probJem‹is etc interpretación (‹apartado 1.4 (convencional o social) y moral crítlCó.
tlcl c‹ipítulo VI) y al examinar {a t‹ire‹i cre:itiva Mc los jticces efi su torre:i de :ipIica£íó1 e
Dcrccho (üpígi ‹tfe 5 tlcl capítulo VII). ” Par‹t el ‹análisis de esta rel‹ició1i véase el apartarlti 2.4 del presente c‹ipítulo.
JOSÉ JUAN' MO R K SO Y JOSEP M AR ÍA VII A.IOSANA LAS FL ÜCIOE ES SOCIALES' DEL ERECI IO 51

Se Ilama moi’al positiva al conjunto de principios y va1urcs morales y afirmar que, como ideal regulativo, todo slstema jurídico debe cumplir
que comparten los miembros de un determinado grupo social (que con los principios de la moral crítica.
puede engloban a la sociedad en su conjunto o referirse sólo a una Antes de seguir avanzando, no estará de más resumir lo dicho a
subclase de la mÍsma). lo largo del presente epígrafe.
Se llama morn/ crítica al conjunto de principíos y valores morales Respecto de la tesis de la función de control social, hemos visto
esclarecidos, es decir, aquellos que resultan a partir de un proceso que, interpretada descriptivamente, puede ser considerada verdadera,
de justificación racional pero tal vez simplemente por definición; mientras que si se interpreta
Para que un valor o principio forme parte de la modal crítica debe de forma valorativa, quizás carezca de sentido, ya que todos los sistemas
estar justificado y para tal justificación nada importa que forme parte jurídicos (eficaces) tienen que poseer forzosamente un cierto grado
o no de una determinada moral positiva. Del mero hecho de que unos de control social. Sí que adquiere sentido la discusión valorativa sobre
valores .ie«n los siistGntados por la mayoría de los miembros de una qué grado de control social es deseable que ejerzan los sistemas jurí-
* determinada sociedad (formen su moral positiva), no se puede inferir dicos.
que sean los valores que deberían regular el comportamiento de esa Por lo que hace a la uridod jurídica, descriptivamente puede
sociedad (quc hrmen la moral crítica). Igualmente, del hecho de que afirmarse que es cierto que todo sistema jurídico genera algún grado
unos determinados principios sean defendidos sólo por una minoría, de seguridad jurídica, pero es falso que todo sistema jurídico esté por
no se infiere que no puedan estar justificados racionalmente. encima de un determinado umbral; desde el punto de vista valorativo, '°
Teniendo en cuenta la anterlor distinción, estamos en condici0ileS tiene sentido requerir que los sistemas jurídicos busquen alcanzar la
de analizar la tesis según la cual una de las funciones del DereGÜO seguridad en su más alto grado (y tiene sentido, como veremos a con-
eS cumplir con la justicia, En sus V ersi oIl C S de scrÍ tÍVÓ \ valorativa, tinuación, por su relación con la justicia).
[TJI]: Todos los sistemas jurídicos cumplen con criterios de justicia. Por último, en relación con la tesis de la función de justicia, cabe
decir que si se la interpreta descriptivamente es verdadei’a, siempre
Ésta es la tesis en su versión descriptiva. La verdad o falsedad que “justicia” se equipare a “moral positiva”, pero es falsa si se toma
de esta afirmación dependerá de si “criterios de justicia” se refiere como sinónimo de “moral crítica”. Como ideal regulativo, en cambio,
a la moral positiva o la moral crítica. Veámoslo.
tiene perfecto sentido desear que los sistema jurídicos 5e adecúen al
(TJ2I Todos los sistemas jurídicos cumpl en con la moral positiva. máximo a los requerimientos de la moral crítica.
Podemos convenir que (TJ2] es verdadera, puesto que result a claro
que el grupo social que interviene decisivamente cn la creación del 2.4. La relación entre seguridad y justicia
sistema jurídica de que se trate pretenden que las normas jurídicas
se adecúen a los valores morales que ese grupo ( Un problema de cierto interés, y que surge del análisis de las citadas
[TJ3]: Todos los sistemas jurídicos cumplen con la moral crÍtÍGíl. funciones del Derecho, es qué relación, si es que existe alguna, se
En cambio, resulta difícil sostener que (TJ3] sea verdadCf a. NO da entre lii seguridad jurídica y la justicia. Plantoaremos la cuestión
todo sistema jurídico cumple con los postulados de la SOlamente refiriéndonos a la sticia compo equivalente. a. mora1,crítica.
Ello es justamente lo que permite calificar de injusto o Las posibilidades que se pueden dar son las siguientes.
determinado sistema jurídico 11
Por otro lado, si los criterios de justicia son los 2.4 1. Ittdependencia conceptual
crítica, lo adecuado es inter pretar esta tesls en su versión valora tlva
” › Una primera posil ilidad sería la de considerar que ambos con-
Nos ocuparemos de nuevo de esta distinción en el capítulti Ill. ceptos son independientes. En este caso, ni para sostener que existe
'' Este último extremo es puesto en duda por lü coi'riente princip‹i1 del iu sníituralismo.
segurl dad jurídica en un determinado Estado sería preciso que se diera
Para esta corriente, un sistema norni‹itivo no serí‹i jurídico si sus I! 0rma* *O> injusto s, io que
Existen, Empero, una correspondencia de su slstema jttrídlCo COII IOS princi lOS de la
mOral crítica, ni para sostener que existe justicia en ese Estado sería
al último c:ipíttilo ‹le este libro y, en especial, a Stl CH rílÍ’c 2. nccesario aludir a la característica de la seguridad. Al respecto, cabe
4OSÉ JUAN MORESO Y .IOSEP MARI A V ILA3OSANA L.as ru«cioxes iociaLxs nxL pxxxc›io 53

reconocer que nada impide partir de deflniciones eStipUlatÍvílS de “SC- de nuevo al apartado anterior. Sea Como fuere, las observaciones crí-
guridad” y de “justicia” quc hagan que los conceptos correspondientes ticas que siguen lo son para ambas interpretaciones, puesto que recha-
no tengan relación entre sí. El problema sería, sin embargo, que pro- zar que sin justicia no haya seguridad es, con mayor motivo, rechazar
ceder de este mcdo se compadecería mal con el uso que discusión la equivalencia entre ambos conceptos.
de estos términos. Por’ eso, se suele dejar al margen de la
esta posibilidad, polemizando en cambio sobre qué tipo de relación Entrando ya en lii crítica de esta posición, no se ve por qué razón
habría que preferir esta conccpción de la seguridad a otra que se ciíia
se da entre ambos conceptos. a las e‹iracterísticas que dimos en su momento (y de las que estaba
ausente la feferencia a valores morales). En efecto, parece que un
2.4.2. Equivalencia de conceptos sistema jurídico puede contener muchas normas injustas, pero ello no
impide a sus destinatarios saber a qué atenerse. Un sistema jurídico
La forma más fuerte de relacionar dos conceptos consiste en con- que establezca penas dC fÍSión para quienes vistan de una determinada
sideraríos equivalentes. En el supuesto que nos ocupa, seguridad y manera (pong amos por caso, con traje y corbata), nos puede parecer
justicia serían equivalentes si cada vez que se da la segurdad, Sc da tremendamente injusto, pero si cumple con las opiedades definitorias
la justicia y cada vez que se da la justicia se da la seguridad. No podría a las que aludimos en su momento (claridad, ub1icidadp1e'galidad)
existir, así, un Estado en el que cumpliendo con los criterios de justicia no se percibe qué se gana tildando al sistema de inseguro: quienes,
no se sobrepase el umbf8l requerido de seguridad, aSÍ COITIO no sería a pesar de conocer la existencia de la prohibición, vistan con traje
pensable que dándose esto último no se diera lo primero. Postulifr y corbata saben a qué atenerse '3
esta correlación, sin embargo, es exigir demasiado, como veremos más Si lo que se quiere preservar es la idea de que la seguridad es
adelante. En los siguientes apartados intentaremos dar cuenta de la un valor (por expresarlo en terminos de la cita transcrita), bastaría
i‘elación entre seguridad y justicia de uná manerñ que nos parezca con adherirse a TSJ2 que, recordemos, es la versión valoiativa de la
mas adecuada. tesis de la seguridad juíídica como función del Derecho. Es razonable
pensar en la seguridad jurídica como un ideal regulativo, y lo es jus-
tamente por su vinculación con la justicia. Pero esta vinculación no
2.4.3. La justicia como condición necesaria de la seguridad tiene por qué ser la que ahora estamos examinando, sino la inversa
que comentamos a renglón seguido.
hay quien sostiene que la seguridad no es tal si las normas jurídicas
además de claras, públicas y aplicadas por la autoridad, no son tamblén
justas. Valga por todos, las palabras de Elías DíAz 2.4.4. La seguridad como condición necesaria de la justicia
«Tener seguridad jurídica no es solo saber que existe un sistema
legal vigente, por lnjusto que sea, no es sólo saber a qué atenerse, no
Puede afirmarse, pues, que si concedemos Un valor a la sCguridad
es sólo saber lo que este prohibido o permitido por un oidCTlamiento es debido a que no concebimos un sistema jurídico al que podamos
calificar COlTtO justo sin que haya un mínimo de claridad en sus normas,
jurídico. Tener segui‘idad jurídica es eso, que es sumamente importante,
pero es también mucho mas: es la exigencia de que la legalidad realice sean éstas públicas y las instituciones jurídicas por‘lo general las cum-
plan y las Wpliqueíí: En el ultimo’capítulo (apartado 3.5) veremos que
UHH cÍGttíi lCgitimidad, es decir, un sistema de valores considerados como
esto es así porque uno de los valores morales que tenemos en cuenta
imprescindibles en el nivel etico social alcanzado por el hombre y con-
siderado por cl comO ConqliiSta histórica lr‘ revei Sib1e: la seguridad no es la autonomía personal. Así, pues, ía seguridad jurídica (tal como
es sólo un hecho, es también, sobre todo, tlfl VI fOt’» (DÍAZ, 1,971, 44-45. la hemos definido) es una condición necesni’ia de la justicia, pero, por
Cui’sivas en el original).
Esta posición QalCCC, pues, sostener que sin justicia no hay segu- Es frecuente Jioncr como ejemplos de normas injustos en esta 4ebe las normas dis-
ridad. No queda claro, sin embargo, si se mantiene que sin seguridad t iT iriatorins. Ocuri'e, sin embargo, que muchas veces esa cliscriminaci6n se producc tomando
como relevantes características que los sujetos discriminados nndn hicicron para poseerlas, como
ptiCde haber justicia o, por el contrae io, se defiende la versión de que puCden sOE poJp cj e p1o ia i ‹i2 a O DI Sc‘Xo. Esta clar ‹l'ie en cstos C asos nos hallá mos antC
puestos ble injusticia. I.o que nc es t‹ni evidente cs quc sc tratc ‹le sanciones en scntido
seguridad y justlcia son equivalentes. Si
si •‘ acto ct›activo se da corno ct›nsccueiici.i ble mia acci‹)n y in de tan simple estado de cosas
54 JOSÉ JUAN MC)RESO Y JOSEP DIARIA VILAJOSANA 55

supuesto, no es utia condición suficiente. Para quc el sistema jurídico siguientes apartados de este capítulo. Pero antes hay que decir algo
sea justo (supere un cierto umbral de justicia) se requiere quc,ademús respecto a las funciones indirectas.
de cumplir con las características definitorias de la segui‘Ídad, el con- Una funciones indirectas son aquellas que se logran alcanzar a través
tenido de sus normas no contradiga, en general, los preceptos de III de ñCtltudes, sentimientos, opinlones y modos de CompOftamiento que
moral crítica. no consisten en la simple obediencia al Derecho o en su aplicación,
sino que son el resultado del conocimiento de la existencia de las nor-
mas o de la sumisión a las mismas y a su aplicación.
3. FUNCIONES DIRECTAS E INDIRECTAS
Algunas de estas funciones son llevadas a cabo por instituciones
ExaminarG mos a continuación un esquema de las funciones del jurídicas particulares, pero otras lo son por la misma existencia del
Derecho que procede de R z (RAz, 1973), y que tiene tres rasgos sistema jurídico. Los efectos indirectos de las normas jurídicas son
que merece la pend subraydr. En primer lugar, se mueve en un terreno numerosos y varían tanto en su carácter como en su extensión e impor-
íf1*O más concreto que el que acabamos de examinar, puesto que
RO
tancia. Sin ánimo exhaustivo se pueden recordar los siguientes: for-
necesariamente las funciones que se postular deben ser adscritas a talecimiento o debilitación del respeto a ciertos valores morales (por
todo el sistema jurídico en su conjunto, sino que muchas de ellas per- ejemplo, el valor absoluto de la vida), fortalecimiento o debilitaeión
míten una aplicación a diversas instituciones o grupos de normas Que de la autoridad en general (que puede afectar a la unidad nacional,
no engloban la totalidad de normas de un sistema. En segundo lugar, por ejemplo); el Derecho ayuda a crear y mantener la estratificación
resulta adecuado en nuestro caso, porque conecta con algunas de las social; a veces sirve pafa crear o reforzar un sentimiento de pertenencia
a un país; en ocasiones, contribuye a genei’ar un sentimiento de alie-
observaciones que hemos rCalizado en el capítulo anterior . Por últilTiO, nación en muchas personas.
ticne la virtud de mostrar, a partir de la enunciación de las llamadas
funciones secundarias, la parte característica del Derecho, aquello que hay que advertir el respecto que las funciones indirectas se cum-
lo distingue claramente del resto de los sistemas norm‹itivOS. plen normalmente a través de su relación con otros factores tales como
las actitudes de la gente hacia el Derecho y la existencia de otras normas
(sociales o morales). Puede suceder también qile el cumplimiento de
3.1. Criterios de distinción las funciones directas vaya acompañado de factores similares, pero no
siempre es así. De hechO, tllla persona puede acomodar su conducta
Las funciones direftas son aquellas que se cumplen simplemen tG a lo que imponen las normas de obligación, sin conocer siquiera que
a través de la obediencia y aplicación del Derecho. No requieren ningún existan o pueda ejercitar defechos cuyos resultados jurídicos desconoce.
comportamiento adicional ni ninguna actitud por parte de los sujetos No es tan infrecuente, además, que l‹is personas cumplan con sus obli-
a los que van destinadas las normas jurídicas. Urla norma que estableCG gaciones jurídicas o ejerzan las competencias que el Derecho les con-
cede por razones que nada tienen que ver con el mismo. Cuando se
una sanción para los homicidas cumple su función en la medida en
que la gente no cometa homicidios (obediencia) o en el comportan de este modo, contribuyen a realizar las funciones directas.
alguien los cometa, sea sancionado (aplicación). Por ejcmplo, reducir el uso de la violencia podría ser una función
Las funciones directas pueden ser divididas directa del Defecho, ya que este objetivo se alcanza si las principales
y secundarias. Las primarias, afectarían a la población en gcnera1 y valores del Derecho penal se cumplen. En cambio, inculcar ciertos
en ellas se encuentra la razón de ser del Derecho, en el sentido de puesto morales en la población es una función indireCta del Derecho,
que su éxito consiste en algo mas que en la mera conformidad
que constituyen la justificación de su existCRCiil y, colmo veremos, coneC- con las normas jurídicas.
tan bicn con lo cine dijimos en el primer capítulo. Las secundarÍaS,
son las necesarias para el mantenimiento› del DGreCho. Lo anterior puede quedar más claro, viendo los distintas posibi-
hacen posible su existenci‹i y operatividad y deben sir juzg£tdas pm lidades de comblliíiCiÓn de las funciones directas e indirectas de acuer-
su éxito al facilitar el cumplimiento de los funciones primer aS POf dO con las dos características relevantes, que serían la conformidad
ejemplo, una lunción primaria sería establecer un sistema educativo Con las normas y el cambio de actitudes. Así, podrían darse los siguien-
tes casos:
. o hgatcrio, mientras que regular la competencia de un órgano para
que pueda crear las normas necesarias para llevar a cabo ese sistcma o) Mera conformidad sin cambio de actitudes: se cumple con la
educativo sería una función SCcundaria. A su análisis dedicaremoG IOS fUllCÍón directa.
57

l mple
bJ No hay cOnfoi midad, pero se cambian las actitudes: se C t se establecen modelos de relaciones jurídicas en los que los individuos
con la función indirecta. entran por su propia voluntad cuando consideran que les resultarán
c) Existe conformida d y cambio de aCtitudeS: SE cumplí con la útiles para llevar a cabo sus planes de vida. Como dijimos en el primer
función directa e indirecta. actitudes: no se cumplC capítulo, el Derecho cumple aquí la misión de modificar las prefe-
d) Nom hay li conformidad ni cambio de rencias de los individuos, que de otro modo se podrían ver tentadO5
con ninguna de las funciones del Derecho. funciones
a incumplir las promesas, debido a las posibles ventajas que esta actitud
C n inuación C xaminarC moS CO n algo más de detalle las Tes podría aportar.
A O t dividirse en prill larias y secun- Como hemos visto antes, al prohibir conductas indeseables el Dere-
directas, que, como dijimos, pueden
darias. cho dirige la conducta humana de la manera que le parece adecuada.
El Derecho (las autoridades, se entiende) decide acerca de cuáles serán
los fines que son deseables o indeseables y limita la elección de los
3.2. Funciones directas primarias individuos para garantizar que se alcancen los primeros. Al facilitar
‹acuerdos entre particulares, el Derecho no está imponiendo sus propios
3.2.1. Alentar- y desalentui conductas fines, sino que sirve de ayuda para que los individuos puedan perseguir
fines de su propia elección. Así, la libertad de elección de cada individuo
El Derecho pretende alentar las conductas deseables \ desalentar se encuentra restringida sólo como consecuencia de sus previas accio-
nar la ncs y decisiones libres. Por supuesto, el Derecho no ampara cualquier
las conductas indeseables, como ya vimos a la hora de exami tipo de acuerdos.•Mas bien lo que hacen las normas jurídicas es crear
función de control social. Cu ando aquí hablamos de “deseables” o “in- marcos dentro de los cuales los individuos deben llevar a cabo sus
deseables” no nOS referimos a conductas que intrínsicamente lo sean.
Sm/emeno, auim Sa hecho de que, al menos, las autoridades acuerdos y perseguir sus objetivos, si es gate desean disfrutar de pro-
del sistema jurídico de que se trate así lo consideran, por las razones tección jurídica. Estas restricciones son imprescindibles para proteger
que sean. a una parte de los posibles abusos de la otra, al tiempo que sirven
para proteger a terceros (que no son parte directa del acuerdo) de
Se puede sostener que esta es la función más básica y elemental las consecuencias que les puedan afectar negativamente. De ahí, pues,
que el Derecho realiza. Si los sistemas jurídicos pre tender ser lTtOtÍ- las diversas restricciones a la libertad contractual o las limitaciones
vadores de conductas, resulta claro que la forma mas básica de cumplir en las actividades empresariales. Por ejemplo, el sistema jurídico espa-
este objetivo es justamente alentar las conductas deseables y desalentar íiol no obliga a nadie a contraer matrimonio, pero quien decide hacerlo
las indeseables. Un ejemplo paradigmático, lo constituyen las normas queda sujeto a las normas que regulan esta institución, con los con-
de Derecho penal que sancionan los delitos y faltas (hornicidios, robos, siguientes derechos y deberes entre los cónyuges y frente a terceros
agresiones Es decir, aquellas conductas qué se pretenden (hijos, por ejemplo).
desalentar sexuales,
de forma etc.),
especial.
Dentro de la clasificación que estamos examinan do, esta categoría
las otras funciones primarias
es residual. Esta claro que cualquiera de ueden 3.2.3. Proveer servicios y redistribuir bienes
podría ser deducible a ésta, ya que se p facilitar acuerdos entre El Derecho cumple con esta función cuando, por ejemplo, presta
particulares, distribuir bienes o resolver conflictos a través del expe- servicios tales como defensa n‹icional, educación, sanidad, construcción
diente de alentar o desalentar conductas. Por este razón, entcndere mos y mantenimiento de infraestriicturas o cuando redistribuye bienes a
que una norma o un conjunto de normas cumpliría través de subsidios de paro, etc. De nuevo aquí hay que recordar lo
sólo si no cumple las restantes. que dijimos en el capítulo anterior. La existencia de las normas jurídicas
posibilita salir de situaciones como las que dan lugar al dilema del
PMisionero o a la presencia de gorrones, permitiendo de este modo
3,2.2. Facilitar acuei’dOs entre pat't iCttla1‘eS
que se generen bienes públicos que la aparición generalizada de estas
Líf mayor parte de las instltuciones de Derecho privado (Dorecho situaciones impediría.
civil y Derecho mercantil) persigue este propósito. Por ejemplo, IOS lo siempre es fácil distinguir entre redistribución de bienes y pro-
contratos, las letras de cambio, el matrimonio, etc En estos CaSOS, Vjsión de servicios. La razón es ésta: la mayor parte de los serviCiOS
MORESO Y JOSE P M ARI A VILAJOSANA

que presta el Estado son pagados total o parcialmente a través de les y manteniendo su eficacia. En la realización de estas funcíones
los impuestos de los ciudadanos. Este hecho determina que no haya hay que entender que se engloban las normas que aseguran los recursos
ninguna relación necesaria entre lo que un ciudadano paga en impues- suficientes para el mantenimiento de estos órganos, así como las que
tos y lo que recibe en servicios, por lo cual siempre que se resta establecen los mecanismos idóneos para reclutar al personal dedicado
un servicio, de algún modo también se produce una redistribuClÓn de a estos menesteres.
bienes.
Se puede hablar de dos funciones secundarias: determinar LOS pFO-
cedimientos a través de los cuales se puede modificar
el Derecho y
3.2.4. Resolver conflictos regular el funcionamiento de los órganos encargados de
su aplicación.

El papCl de las normas jurídlcas como instrumento de resolución 3.3.1. Establecer pro cedi mief l tos para C ambiar el Derecho
de conflictos ha sido puesto de relieve en muchas ocasiones. Sólo hace
falta darse una vuelta por cualquier juzgado para percibir que efec- Ll De recho regula su propia creación al establecer órganos y pro-
tivamente e) Derecho tiene la pretensión de resolver conflictos. A veces, cedimientOS para su modificación. Cumpdetesta función todas las rior-
incluso, se ha dado tanta importancia a esta función que se la ha llegado mas destinadas a regular los procedimientos a través de los cuales el
a concebir como la propiedad definitoria del Derecho. Así, por ejem- Parlamento puede crear leyes, o la A dministración puede dictar regla-
QUO, ÜLEWEI LYN 11 f SCf UO. mentos, etc. MtlChos ejemplos de CStas normas se encuentran en la
íDé qué se ocupa, entonces el Derecho? Del hecho de que nuestra Constitución de 1978. Así, el artículo 86 establece el procedimiento
adecuado para la aprobación de los D ecretos-leyes:
sociedad esta llena de cont)ictos. Conflictos reales y potenciales; con-
flictos que hay que zanjar y conflictos que hay que prCvenir» (citado «1. En caso de extraordinaria y urgente necesidad, el Gobierno
en RAz, 1973: 164). podrá dictar disposiClones legislativas provisionales que tomaf2n la for-
ma de Decretos-leye s y que no podrán afectar al ordenamiento de las
Esta afirmación, sin embargo, es algO exagerada. Si bien es cierto
instltuciones básicas del Estado, a los derechos, deberes y libertades
que algunas de las obviedades de las que hablamos en el prlmer capítulo de los ciudadanos regulados en el TÍtulO I, al régimen de las Comu-
hacen inevitable qué el Derecho pretenda cumplir esta función, no nidades AiltÓnOmaS ni al Derecho electoral general.
lo es menos que existen otras funciones también importantes. Además, 2. LOS D ecretos-leyes deberán ser inmediatamente sometidos a
debate y votación de totalidad al Congreso de los Diputados, convocado
se da ra circunstancia de que cada vez surgen con mayor ímpetu los al efecto si no estuviere reunido, en el plazo de los treinta días siguientes
llamados métodos alternativos de resolución de conflictos, que, aunque a su promulgaci ón. K1 COngfeso habra de pronunciarse expresamente
no sustituyan al Derecho en esta tarea, vienen a complemen tario dentro de dicho plazo sob1‘e su convalidación o derogación, para lo
cual el reglament o estab1ecei’a un procedimiento especial y sumario.
3. D urante el plazo establecido en el apartado‘ antei ior, las Cortes
3.3. Funciones directas secundarias podrán tramitarlos como pi oyecttis de ley por el procedimiento de
urgencia».
Según sabemos, el Derecho regula su propia creación y aplicación.
Si bien otros sistemas normativos, formados por normas sociales o
morales, pueden cumplir con las funciones primarÍaS (y en algunas 3.3.2. Establecer procedimientos para
ocasiones con un g rado mayor de eficacia que las normas jurídicas), del Derecho
el hecho de tener funcioncs secundarias sería un rasgo propio de sis- El Derecho
temas ncrnzativos iiistituc‹OrtfIIizndos como cl Derecho. Este tipo de CiS ’6 regula su las
seguir en propia aplicación
actuaciones dc al
loscrear y regular
órganos los pro-
aplicadores,
funciones tiene qué ver con la posibilidad de que los sistemas jurídicos sean jueces y tribunales, gozo administrativos o cuerpos poli-
puedan opei’ar dC manera continuada, adaptándose a los cambios socia- ciales. Buena parte de las normas recogidas en los Códigos procesales
" Presciri‹iinir›s a‹¡uí (le )‹i ec›niplicaci(›n ‹i‹liciona1 qtie implica la clistincion ‹¡ue hace R^z
SCl’Í£tp un ejemplo claro de ello.
entrc conflictos ÜO £Cbul (que serían los que cumplirían con esta función pri maría) y reguló c os Ahora puede quedar claro por qué la posición que ocupan los jue-
(Ntre en realiclacl ctiiiiplirían una furlci(n scciind‹iria), CeS y tribunales en todo sistema jurídico es clave. En buena medida,
ó0

son los encargados de que el conjunto de funcioncs Qite estamos exa-


minando se cumplan. Por un lado, son los garantes del cumplimiento
! de las funciones dii ectas pr imai’ias. En efeCto, de ellos depende que
se apliquen o no las sanciones que desalientan las conductas indeseadas
o se adjudiquen los premios que alientan las conductás deseadas, así
como que resuelvan las conflictos que se originen en torno a la inter-
secundaria
pretación del de
que se acaba Derecho ’°. Por
examinar. otroademás,
Pero, suelenlacumplir
lado, realizan funclóntambién con
importantes funciones indirectas. En muchos paíSCS, II A dministracion
de justicia es la parte institucional mejor valorada pOr IOS cíudadanos.
En la meditla en que esto sea ASÍ, eStOS ÓrganOS desarrollará n un papel
muy importante a la hora de promover el respeto al Derecho y a IOS
valores que se le suelen asociar.
CAPITULO III
kectwns recomendados NORMA JURÍDICA
Sobre la función de control social, puede verse A s’lENZA, 2001:
151-171 y la bibliografía allí citada. Para un estudio más pormenorizado
del concepto de ›egtiridad jurídica, véase PARKZ LUGO, 1991. Respecto 1. VARIEDADES DE NORMAS
al concepto de justicia, la bibliografía s«rÍíl lllte rminable. No obstante,
Hemos visto hasta ahora, en el primer capítulo, algunas de las nece-
un buen análisis dc las concepciones contemporáneas puede encon- sidades que viene a cubrir la eXÍ5tencia del Derecho, entendido como
trarse en CAMPBELL, 2001. El examen de las funcíones directas e indi- sistema normativo institucionalizado. Nos hemos detenido, en el segun-
rectas se encuentra en RAz, 1973.
do capítulo, en el examen y discusión de las funciones que normalmente
se suelen asociar a los sistemas jurídicos. Es momento de complementar’
el enfoque funcional que ha predominado hasta aquí, con el análisis
de la esfruciniQ de este poderoso instrumento social que es el Derecho.
Empezaremos prestando atención en este capítulo a los componentes
del sistema jurídico (básicamente las normas jurídicas), para en el capí-
tu1o posterior adentrarnos en el estudio de los problemas que presenta
el Derecho entendido como sistema normativo.

1.1. El lenguaje como una herramienta

Como ya dijimos en el primer capítulo, el Derecho pretende regular


El COmportamiento de las personas a las que va destinado mediante
normas. En un sentido todavía intultivo y presistemático podemos
entender que el Derecho guarda una íntima relación con el lenguaje,
'ya çue de el dependen las normas. Ludwig WiTTGENSTEiN, en la Obra
filosófica sobre el lenguaje que más ha influido en la filosofía con-
omporánea, ha escrito:
«Nuestro lenguaje puede verse como una vieja ciudad: una maraña
de callejas y plazas, de viejas y nuevas casas, y de casas con anexos

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