TRADUCCIÓN El concepto de equivalencia en traducción Según Menéndez, se trata del concepto fundamental en estudios de traducción. Ha tenido una evolución teórica desde la correspondencia unívoca, absoluta y estática hasta la equivalencia entendida como relación funcional y dinámica. Los extremos son las inequivalencias y las modificaciones, que son el encargo y objetivo de la traducción. Menéndez la define como la relación entre un texto dado en una lengua y su transferencia en otra lengua. Sin embargo, es un concepto controvertido, por lo que hay distintas definiciones: - Vinay y Darbelnet lo definen como un procedimiento de traducción. - Nida lo define como el principio básico de la traducción. - Jakobson y Catford lo definen como el problema (cuestión) central de la traducción y de la traductología - Rabadán (1991) lo define como la noción central de la disciplina translémica, de carácter dinámico y condición funcional y relacional, presente en todo binomio textual y sujeta a normas de carácter sociohistórico. Su propiedad definitoria es la relación (del tipo que sea) entre el texto origen y el texto meta. Para Reiss y Vermeer, la equivalencia se refiere, en la traductología, a la relación que existe entre un texto (o elemento textual) de partida y un texto (o elemento textual) final; pero lo que sí plantea dudas es la naturaleza de esa relación, que permanece muy difusa. La equivalencia es un concepto complejo, polémico y sujeto a una amplia disparidad de criterios, que evoluciona con el tiempo. Esto se debe a varios motivos. CUESTIONAMIENTO DE LA NOCIÓN La predominancia tradicional de acercamientos lingüísticos en el análisis de la traducción (ilusión de simetría) da lugar a sucesivas alternativas: - Fidelidad (literalidad) - Equivalencia funcional (sujeta a los receptores de la traducción) - Adecuación (encargo); función comunicativa. EQUIVALENCIA Y FUNCIONALISMO Para Toury (1980), la equivalencia es una relación funcional y dinámica entre el original y la traducción sujeta a que el receptor de la traducción la considere aceptable y correcta. Para ello el traductor escoge unas pautas de comportamiento (normas de traducción) que tienden a ser consideradas válidas y aceptables en un período histórico concreto. Si se parte de la base de que toda traducción es, en un momento dado y para una sociedad determinada, equivalente a su original, la noción de equivalencia deja de ser un factor atemporal y pasa a encontrarse sujeto a la diacronía. CONCEPTO FLEXIBLE Y DINÁMICO No debe identificarse únicamente con planteamientos exclusivamente lingüísticos, sino que debemos incluir en la noción cuestiones como la situación comunicativa y el contexto sociocultural y sociohistórico en que se produce la traducción. Según Rabadán, se trata de una noción dinámica de condición funcional y relacional, subordinada a normas de carácter histórico y que actúa como propiedad definitoria de toda traducción. Esta nueva perspectiva implica un cambio radical en la concepción de la equivalencia: al margen de su mayor o menor “corrección” lingüística y de su “fidelidad” al TO, todo texto traducido es, por definición, equivalente a su original. La cuestión es, pues, cómo es esa equivalencia concreta, qué criterios se siguieron en el proceso de transferencia y qué modelos de traducción subyacen a las decisiones del traductor.
El concepto de fidelidad en traducción
- Polizzotti (2018); “Si bien la tarea del traductor no consiste en subvertir el texto de origen, lo cierto es que a veces elaborar una hermosa oración para representar de manera creíble la belleza de la original requiere un poco de actuación…”. “Mientras retenga su influencia esa fantasía utópica y contraproducente de que necesitamos una equivalencia exacta; mientras demos por sentado que el original tiene por necesidad una mayor autoridad que la traducción; mientras veamos la traducción como algo funcionalmente imposible o de una mera naturaleza utilitaria, entonces nuestra experiencia seguirá siendo sesgada, incompleta e insatisfactoria”. - Hervás Jávega (1999); “[…] el traductor desempeña el papel de negociador del significado del texto entre uno [texto] y otro, o visto desde otra perspectiva, de canal de transmisión de significado del texto. Ahora bien, no es un canal neutro y objetivo, sino que ese significado pasa a través del filtro de sus decisiones traductológicas, que son elecciones motivadas. ¿Conduce esto de manera inexorable a la imposición del punto de vista del traductor sobre la obra traducida?”. “El traductor no es un ente abstracto e ideal; por contra, es un ser de carne y hueso que vive inmerso en una determinada sociedad y época histórica, y que además tiene unas circunstancias personales muy concretas, individuales e intransferibles ”. ESTILO: LEALTAD - “[…] el caso es que escribir es actuar y en toda actuación la competencia del traductor siempre estará en juego. Como lo estará la competencia del autor, según lo presentado por su traductor. Esto es evidente cuando se presenta a un escritor extranjero a una nueva cultura […].” (Polizzotti 2018: 33). ESTILO: ¿TRADUCTOR-AUTOR? - “[…] nadie ha sido capaz de definir de una vez por todas qué significa exactamente la fidelidad en el contexto de la traducción” (Polizzotti 2018: 65 [Esa bella infidelidad]). - “[…] ‘nunca debe confundirse fidelidad con literalidad’. El autor Umberto Eco consideraba fiel toda traducción que, con independencia de si difiere o no del italiano, consiga que ‘el texto inglés diga justo lo que quería decir’.” (Ibíd.: 66). - “[…] lo que importa es si el texto produce el efecto deseado, para lo cual la respuesta es, en última instancia, subjetiva: una traductora debe primero interpretar el original, ver qué reacción le suscita, y luego tratar de representar dicho efecto en una lengua y cultura que no son las del autor” (Polizzotti 2018: 69). - Responsabilidad del traductor: respeto y empatía. Nord (1988): el traductor tiene una doble responsabilidad: formular un texto que funcione en la cultura meta para servir lealmente al receptor de la traducción, respetando al mismo tiempo la intención original del autor. - “Esto no implica dejar a un lado ni nuestro juicio ni nuestra capacidad de intervención” (Ibíd.: 70). - “From the point of view of the target language, all translations implies a degree of manipulation of the source text for a certain purpose” (Hermans 1985: 11-12). LA APORTACIÓN DE NORD En el encargo de traducción, el traductor debe ser leal, por un lado, al receptor del TM y el cliente que le encarga la traducción, y por otro, al autor del TO y su intención. Por lo tanto, es su responsabilidad hallar el equilibrio entre las expectativas del receptor meta y el objetivo comunicativo de la traducción y la intencionalidad del emisor y los aspectos culturales del TO.
Principales teorías binarias
CORRESPONDENCIA FORMAL VS. EQUIVALENCIA DINÁMICA (NIDA,1964) La correspondencia formal se trata de la correspondencia absoluta entre el TO y el TM: se calca el To en todos sus aspectos (estructurales, semánticos y pragmáticos). Sin embargo, la equivalencia dinámica persigue que el TM produzca el mismo efecto pragmático en los receptores de la cultura meta que el TO produjera en los receptores de la cultura origen (Agnus Dei). TRADUCCIÓN SEMÁNTICA VS. TRADUCCIÓN COMUNICATIVA (nEWMARK, 1981) En la traducción semántica, el TM se acerca a la lengua de partida, al autor original y sus receptores, por lo que emplea un enfoque lingüístico. Traducción literal (word-for-word). Textos literarios. Sin embargo, la traducción comunicativa se centra en la lengua de llegada y sus receptores. Emplea un enfoque funcional. Textos informativos. Una traducción nunca pertenece en sentido estricto a un tipo u otro. TEORÍA DEL SKOPOS (REISS Y VERMEER, 1984) Mediante un enfoque pragmático, las decisiones traductoras quedan determinadas únicamente por la función comunicativa del TM: la traducción literal no tendría cabida bajo ninguna circunstancia. En la adecuación, los elementos lingüísticos y culturales de la LO se deben adaptar al perfil y expectativas del receptor meta exclusivamente en función del objetivo comunicativo del TM. Por tanto, existirán tantos TM como distintos objetivos comunicativos posibles. TRADUCCIÓN EXTRANJERIZANTE VS. TRADUCCIÓN DOMESTICANTE (VENUTI, 1995) La extranjerización es el refuerzo de los rasgos lingüísticos y culturales del TO con la intención de acercar la cultura origen al receptor meta, mientras que la domesticación es la adaptación de los rasgos lingüísticos y culturales del TO a la cultura meta con la intención de facilitar la comprensión del mensaje al receptor meta. Esto consiste en la visibilidad e invisibilidad del traductor.