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¿Qué es el hábito del ahorro?

Es un hábito que consiste en reservar una porción de los ingresos que será
usada en los planes que se tengan para el futuro. Ahorrar es muy importante
para cualquier persona, pues sirve para sortear dificultades económicas o
materializar sueños sin necesidad de endeudarse.
7 hábitos que te ayudan a ahorrar
según las buenas ahorradoras
Es imposible ahorrar si cometes estos errores cada día. Seguro que aún no
tienes ni la mentalidad ni llevas un buen estilo de vida... ¡Cambia de hábitos
para ahorrar más dinero!
Ahorro

Adopta estos hábitos a tu rutina y ahorrarás mucho dinero.

RBA
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Irene Reverte Chico
Periodista y redactora de ElMueble.com
Actualizado a 24 de octubre de 2022, 09:36
A veces, lo más difícil de ahorrar es empezar a hacerlo. Esta guía tiene
los hábitos más importantes para ahorrar, y te ayudará a crear una estrategia
sencilla y realista. Si consigues adoptar estos trucos de ahorro en tu día a día,
¡en un par de años ya habrás ahorrado una buena cantidad de dinero!

HÁBITOS IMPRESCINDIBLES PARA


AHORRAR
Hay muchas formas de ahorrar dinero, pero lo básico es empezar por cambiar
los malos hábitos de gasto y consumo. Así te asegurarás de que, vengan los
gastos que vengan, podrás afrontarlos con un poco de paciencia.
Por consiguiente, hemos recopilado los 7 consejos más básicos sobre hábitos
domésticos de ahorro de la mano de Ahorradoras.com. ¡Toma nota!

1. Comprar con el estómago lleno


Apréndete los trucos de los supermercados para que compres más. ¡Hoy en día
están llenos de estímulos y tentaciones que te invitan a comprar sin reflexionar!
Trabajan con todas las herramientas de márquetin posibles para que tú
termines comprando cosas que ni siquiera están apuntadas en la lista de la
compra.

El mejor consejo es ir a comprar después de haber comido:cuando tienes


hambre, es probable que acabes comprando cosas extra que te entran por los ojos;
sin embargo, si no tienes hambre eres mucho más racional y consciente. También
deberías comprobar qué errores cometes al hacer la compra.
Mujer haciendo la compra.
RBA

2. Equivalencia con tus horas de trabajo


Antes de comprarte algo de un importe considerable, frena y deja pasar 48 horas
para meditar si realmente quieres ese producto. Aprovecha ese intervalo de
tiempo para calcular a cuántas horas de tu trabajo equivale.

Al final, dedicas muchas horas al trabajo, no solamente las horas de tu jornada


laboral, sino también el tiempo extra que dedicas para arreglarte y para
desplazarte hasta el sitio. Acuérdate el esfuerzo que has dedicado, o el tiempo
que has perdido, hasta conseguir la suma de dinero que equivale ese producto.
Así seguro que tus compras serán más inteligentes y CONSCIENTES.

3. Diseña un plan de ahorro


Ahorrar es un hábito. Y como todo hábito se debe ir practicando. ¡De nada sirve
cerrar una cifra a la que quieres llegar si luego no intentas alcanzarla! La mejor
forma de lograr objetivos es elaborando un plan de ahorro: separa cada mes la
cantidad que consideres y ahorra un poquito hasta alcanzar tu meta.

Y todos, todos los meses, actúa en consecuencia. Puedes seguir el método que
más te guste: el reto de las 52 semanas, el reto de los 50 céntimos, el reto de los
sobres, el método el 365, el método del 7... ¡Seguro que encuentras el que mejor
se adapta a ti!
Mujer haciendo cuentas de ahorro.
El Mueble

4. Dominar nuestras emociones


Para ahorrar, es clave controlar las emociones. Las personas, cuando tienen días
malos, suelen comprarse cosas para intentar mejorar su estado anímico. También
pasa al revés; hay días donde reina la euforia y gastas dinero de forma irreflexiva.

Las emociones afectan al consumo, y al ahorro en consecuencia. Intenta


separar los sentimientos del gasto y sustituye esas compras impulsivas por
actividades, personas o momentos que te llenen.

5. Piensa en tu jubilación
Posiblemente, pienses que la jubilación es algo muy lejano. Si embargo, un día
llegará, y probablemente el sistema de pensiones esté todavía más inestable, así
que tienes dos opciones: o ahorrar por tu cuenta o empezar un plan de
pensiones.

Sea lo que sea, recuerda que NADIE más que tú se preocupará tanto por tu
bienestar. Nadie te garantiza que de aquí unos años puedas cobrar el dinero por
el que estás cotizando hoy. Mientras puedas, intenta ahorrar lo que puedas para
que de mayor, tengas la vida que te mereces.
Hombre ahorrando monedas.

Canva

6. Piensa a largo plazo, ahorra a corto plazo


Hay pequeñas acciones que puedes eliminar de tu día a día y que seguramente a
final de mes tienen un impacto más grande de lo que pensabas. A esto nos
referimos a los "gastos hormiga": ese café que compras en el bar, la ensalada que
te compras para la oficina o la merienda de los niños que adquieres en el parque.

¡Son errores muy comunes que te impiden ahorrar! Intenta llevar todas las
comidas que puedas de casa y siempre llévate un snack en el bolso.
También puedes aplicar la regla del 2 km-7 km: ve andado a los sitios que estén
a 2 kilómetros, coge la bici a los que estén a 7 kilómetros y solo si es más que
esta distancia, coge el transporte público o el coche. Ahorrarás a largo plazo más
de lo que piensas, aparte de reducir la huella de carbono.

Es mejor llevar comida en tupper o fiambrera.

El Mueble

7. Calidad mejor que cantidad


Los anteriores hábitos de ahorro te llevarán a valorar más la calidad por
encima de la cantidad. Es mejor invertir un poco más de dinero en algo que, por
el material y la composición, te será más duradero, le sacarás más partido y lo
disfrutarás más.

Comprar cosas baratas por el simple hecho de que lo son,


probablemente acabarán estropeándose antes y tendrás que comprarte otras.
Esto provoca que acumules objetos y, a la larga, no ahorres tanto dinero.

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La higiene también es salud

Conoce sencillas medidas para mantenerte saludable

Hablemos de salud | 07 de diciembre de 2021

La higiene también es salud


El término higiene se deriva del griego hygieinê que significa «sano» que, a su
vez, se deriva de Hygíea, este último es también el nombre que los antiguos
griegos le daban a la diosa de la salud.

La higiene es la forma en que cuidas tu salud, esta práctica incluye cumplir


ciertos hábitos tanto en la vida personal, familiar, en el trabajo, la escuela y la
comunidad. Es por eso que para conservar un buen estado de salud y prevenir
enfermedades, es importante desarrollar buenos hábitos de higiene personal,
ambiental, de los alimentos, entre otros.

La importancia de la higiene para la salud

Todos los días estás en contacto con millones de gérmenes y virus que se
encuentran en el medio ambiente, algunos pueden permanecer en tu cuerpo, y
en algunos casos, enfermarte. Los buenos hábitos de higiene te ayudan a
cuidar y a valorar tu cuerpo, prevenir enfermedades, además también hacen
que te sientas bien con tu apariencia y percibas la limpieza como bienestar.

Higiene personal

Se trata de mantener el cuerpo limpio y sano. Una buena higiene personal


puede hacer que seas menos propenso a las enfermedades. La falta de estas
medidas de higiene puede provocar algunos padecimientos como la sarna, la
micosis, la influenza, COVID-19, enfermedades diarreicas, caries dental, entre
otras.

Por eso debes:

 Lavarte las manos con agua y jabón antes de comer y de preparar


alimentos y después de ir al baño
 Bañarte diariamente
 Lavarte los dientes
 Mantener cortas y limpias tus uñas
 Usar cubreboca
 Utilizar el estornudo de etiqueta, si estornudas o toses

Higiene ambiental y de la comunidad

Los espacios públicos, lugares de trabajo y los sitios donde se desarrollan la


mayor parte de las actividades, deben reunir las condiciones mínimas de
higiene ambiental para mejorar los niveles de salud, evitar contagios y
proteger a las personas que pueden ser más vulnerables, y así, ganar en
calidad de vida tanto a nivel personal como en la comunidad.

 Cuida el agua, es necesaria para tu vida diaria. NO la desperdicies


 Clasifica la basura en desechos orgánicos e inorgánicos
 Cuida los árboles y enseña a los niños y niñas a cuidar el ambiente
 Evita los incendios forestales
 No tires basura en la calle o en ríos y lagunas
 Mantén limpio tu entorno

Higiene de la vivienda

Al mantener tu casa limpia y ordenada evitarás que los microbios, virus y


bacterias lleguen a tu familia y enfermen, algunas medidas que puedes realizar
son:

 Barre todos los días


 Sacude y tiende las camas
 La cocina debe estar siempre limpia y ordenada
 Si tienes animales de granja, deben estar en su corral en el patio
 Baña a tus mascotas
 Conserva limpios y ordenados patios, jardines y azoteas
 Utiliza mosquiteros impregnados con insecticida en ventanas y puertas
para proteger a tu familia de enfermedades transmitidas por vectores,
como el dengue

Higiene de los alimentos

Es uno de los aspectos vitales para contribuir a prevenir enfermedades


gastrointestinales y tener un buen estado de salud. Pon en práctica estos tips
para que tengas unos alimentos saludables:

 Lava con agua y desinfecta las frutas y verduras antes de prepararlas o


comerlas
 Utiliza agua purificada, hervida o desinfectada
 Separa los alimentos crudos de los cocidos
 Mantén los alimentos tapados y en refrigeración
 Cuécelos bien
 Mantén limpios y protegidos platos, vasos y cucharas
Hábitos de higiene

Se entiende como higiene al conjunto de conocimientos y técnicas que aplican los


individuos para el control de los factores que ejercen o pueden ejercer efectos nocivos
para la salud y, la higiene personal, es el concepto básico del aseo, limpieza y cuidado
del cuerpo humano.

Ser conscientes y llevar a cabo esta serie de cuidados inciden de manera positiva en la
salud porque previenen enfermedades e infecciones, permiten prolongar la vida y
conservan la salud de las personas.

La higiene también implica realizar limpieza en el hogar y espacios públicos para


mantener y conservar el medio ambiente, de manera que la ausencia de este tipo de
prácticas conlleva consecuencias negativas no solo para el organismo sino para la
sociedad en su conjunto.

Para que todas estas acciones se conviertan en un hábito deben ser repetidas de manera
constante para crear una rutina. Los hábitos de higiene personal son imprescindibles
tanto para mayores como para los niños y, por eso, es fundamental que los más
pequeños sean estimulados en crear estos hábitos que los acompañarán durante el
resto de su vida, con el objetivo de evitar contraer enfermedades y lograr una
convivencia armoniosa en la sociedad.

Qué hábitos de higiene debemos seguir


Existen diferentes tipos de higiene que se pueden abarcar en dos aspectos:

 Higiene pública: es llevada a cabo por las autoridades competentes y actúan


sobre las necesidades de la población; como la potabilización del agua apta
para el consumo, campañas de información o recomendaciones referentes a la
higiene, tanto personal como laboral, entre otras.
 Higiene privada: en la que cada ser humano debe procurar de manera
personal tanto en la higiene corporal como la del espacio en que habita.

Hay una serie de hábitos que son realmente importantes y que no debemos descuidar ni
un solo día y, por lo tanto, entran en nuestra rutina de la vida diaria. Sin embargo, hay
que ser conscientes y no hacer que la higiene nos produzca una obsesión y un exceso de
limpieza que pueda ser prejudicial para la salud. Los hábitos de higiene deben estar bien
definidos:

 Lavado de manos: es un hábito que se debe hacer todos los días y de manera
frecuente a lo largo del día. Las manos es la fuente principal de contagiar y
contraer enfermedades. El lavado de manos se debe hacer simplemente
utilizando agua y jabón, poniendo especial atención en las uñas por ser un
buen depósito de bacterias y virus y, en el caso de los niños, deben estar
cortas. Hacerlo siempre al llegar a casa, antes de comer o manipular comida,
después de tocar animales, basura, al salir del WC, etc.
 Mantener la piel limpia e hidratada: tener una buena higiene corporal
implica una ducha diaria con productos que no irriten la piel para no dañarla y
provoquen afecciones como dermatitis.
 Cuidado del pelo: el pelo se ensucia con facilidad por culpa del polvo o la
polución y, mantenerlo limpio y bien cepillado, no solo nos da un mejor
aspecto, sino que evita la afección y el contagio de piojos, entre otros.
 Higiene bucal: la boca es lo primero que ven los demás y, un buen estado de
los dientes, demuestra si llevamos una buena higiene personal. Este hábito es
fundamental para no tener pérdida de piezas dentales, caries, mal aliento u
otras enfermedades asociadas.
 Cuidado de los pies: es un hábito que hay que tener en cuenta, aunque
muchas personas lo tengan en cuenta. Un buen lavado de pies diario evita la
aparición de hongos o infecciones. Se debe tener cuidado y no andar descalzo
en lugares públicos como piscinas o parques.
 Ropa limpia: la ropa que usamos también forma parte de los hábitos de
higiene personal, sobre todo, la ropa interior. Debemos usar ropa limpia
después de la ducha. Y esta debe ser transpirable.
 Mantener una postura correcta: también forma parte de unos buenos
hábitos de higiene, para que una mala postura en el trabajo o en el día a día no
implique lesiones en la columna vertebral que ponga en riesgo nuestra salud.
 Higiene laboral: se trata de tener en cuenta una serie de medidas que
protejan tanto la integridad física como mental de los trabajadores, para evitar
riesgos y accidentes laborales como, por ejemplo, son establecer un horario
laboral, un periodo de vacaciones, descansos durante la jornada, etc.
 Ejercicio físico: un buen hábito de higiene es la realización de ejercicio físico y,
para ello, debemos asegurarnos estar en condiciones de poder hacerlo y, sobre
todo, saber cuándo hacerlo. Hay que evitar las horas centrales del día en época
de más calor, asegurarnos una buena hidratación y evitar sobreesfuerzos que
pongan en riesgo nuestra salud.
 Higiene en la vivienda: manteniendo la casa limpia, ordenada y ventilada.
 Hábitos en la alimentación: llevando a cabo una alimentación sana y
equilibrada.
Qué son los hábitos en la alimentación
Los hábitos en la alimentación son una serie de comportamientos conscientes,
colectivos y repetitivos que llevan a que la persona seleccione, consuma y utilice
determinados alimentos según su cultura e influencias sociales y, la familia, juega un
papel primordial en ello.

Unos buenos hábitos en la alimentación deben incluir el consumo de una gran variedad
de alimentos para asegurar un aporte de nutrientes necesarios y un aporte de las calorías
adecuadas a cada persona. Con todo ello se consigue un buen funcionamiento del
organismo. Un ejemplo de buenos hábitos en la alimentación es la dieta mediterránea,
por ser considerada muy beneficiosa para la salud.

Hábitos de higiene para niños


Los niños son el colectivo más vulnerable ante las enfermedades e infecciones, por este
motivo, es muy importante inculcarles unas medidas básicas de higiene, para que no
solo se reduzca el riesgo de enfermar, sino que tenga una incidencia en el desarrollo
haciendo que sean más organizados, cuidadosos, autoexigentes, aprendan a preocuparse
por su apariencia personal y por su salud. También les proporciona autonomía,
autodisciplina y voluntad. Aprenden a ser constantes y a esforzarse personalmente para
conseguir las metas personales.

No solo se les debe inculcar los buenos hábitos de higiene personal descritos
anteriormente, sino que hay que enseñarles también a:
 Limpiar lo que se mancha, bien sea de comida, líquidos o cualquier material
con el que haya estado jugando.
 Aprender a guardar y conservar bien los alimentos en sus envoltorios o en la
nevera, por ejemplo.
 Aprender a utilizar el cubo de basura y lavarse las manos después de usarlo.
 No beber directamente de la botella sino en un vaso y no utilizar el mismo
cuchillo para cortar diferentes alimentos para evitar contaminaciones.
 Evitar alimentos y bebidas con exceso de azúcar y realizar un buen lavado de
dientes después de consumirlos.
ara mantener el orden en
nuestro Hogar
octubre 25, 2021Decorati No hay comentarios
CONSEJOS

Mantener la casa ordenada tiene muchas ventajas, como por ejemplo: Menos
distracciones, menos estrés y más paz. El hogar debe ser nuestra zona de confort, pero,
¿a quién no le ha pasado que después de un duro día al llegar a casa se ha encontrado
con más estrés que tranquilidad? Esto puede desembocar en enfados, reproches y que se
convierta en nuestra zona de conflicto. De ahí que sea importante mantener el orden en
tu hogar.

Nadie dijo que fuera fácil y más si hay niños pequeños desordenando por la casa, pero
puede ser más sencillo si llevamos a cabo una planificación de las tareas de la casa para
todos los integrantes de la misma. Para mantener el orden en el hogar, todos debemos
colaborar, es suficiente con que cada día realicemos tareas de 20 minutos de limpieza y
orden en nuestro domicilio. Para empezar, diferenciaremos entre tareas que debemos
realizar todos los días, que son las más básicas, de las tareas más laboriosas que
realizaremos de forma semanal, mensual o trimestral.

Cómo mantener un hogar ordenado

La clave principal para mantener el orden en el hogar es la planificación, a nivel


psicológico una buena organización nos libera del estrés y nos ayuda a conseguir
nuestros objetivos de limpieza y orden de una forma más sencilla que si realizamos las
tareas de manera arbitraria. Te compartimos 7 hábitos para ayudarte en esta tarea .

7 Hábitos para mantener el orden en


nuestro hogar
Para mantener la casa ordenada y limpia es necesario seguir una serie de hábitos de
manera gradual.

1. Guardar las cosas al llegar a casa (abrigo, bolso, zapatos, ropa etc.)

2. Tener un lugar para cada cosa.

3. Tener una bandeja de entrada para las llaves.

4. Limpiar las estancias de la casa después de cada uso.

5. Recoger la mesa y lavar los platos justo después de comer.


6. Aprovechar para limpiar, barrer o fregar el suelo, cuando haya algo en el horno o en
los fogones.

7. Reducir el espacio de almacenamiento.

Simplemente deberemos repartir cada una de las tareas que se deban realizar cada
semana y realizarlas a lo largo de cada día. Otros días, además de las tareas
diarias como hacer la cama, ordenar superficialmente, limpiar el baño, fregar platos o
poner lavavajillas, tendremos que hacer las tareas mensuales como ordenar el interior de
los armarios o limpiar los azulejos y otros días tendremos que tener en cuenta las tareas
trimestrales como ordenar la despensa o el frigorífico.

Pero no desesperes de a poco con una rutina bien establecida se convierte en un hábito.
Cómo ayudar a crear hábitos de orden en
los niños
 Por Ana del Campo Pérez
 18/01/2017
 Opinión

Ana del Campo Pérez


Psicóloga y Maestra en Audición y lenguaje cuya trayectoria profesional ha estado orientada a la atención
de las dificultades de aprendizaje en sentido amplio. Coordinadora de D-letras (psicología y logopedia a
domicilio).
Casi todos los niños tienden a ser desordenados, pero cada niño es diferente, algunos son
muy meticulosos y organizados y otros no tanto, en su manera de actuar frente a las
responsabilidades de limpieza, orden y tareas escolares y personales. El niño que tiende
a ser desordenado normalmente responde a un determinado rasgo de personalidad
desde el punto de vista psicológico. El niño con ese determinado rasgo de personalidad
es desordenado por naturaleza y es algo que no puede evitar, es algo natural en él,
podemos afirmar que nace con esa tendencia. Por lo tanto, no podemos pretender que se
convierta en una persona metódica y tremendamente organizada, aunque sí podemos
enseñarle a mejorar ese aspecto. Desde que son muy pequeños, debemos lograr que
el niño entienda que cada uno tiene que responsabilizarse de sus cosas en casa o
en el colegio, saber cuidarlas y colocarlas en su sitio.

Po
demos fijar unas pautas de comportamiento que han de cumplir, entre las que sugerimos
las siguientes:

 Cada cosa en su sitio. Hay que destinar sitios y espacios para sus cosas. Todo
tiene que tener un lugar concreto donde colocarlo. Para ello, nosotros podemos
idear un sistema que le facilite su colocación (cada tipo de cosas y colocarlas en
estantes o cajas diferentes).
 Colocar las cosas en lugares accesibles. Tenemos que facilitarle todo lo posible
la posibilidad de coger y guardar sus cosas sin nuestra ayuda. Para ello, es
necesario colocarlas en lugares de fácil acceso para ellos o bien, facilitarles un
taburete estable en el que pueda subirse para coger y guardar sus cosas.
 Desde muy pequeño el niño debe adquirir la costumbre de recoger sus
juguetes cuando haya terminado de jugar. Al principio, es necesario que los
padres estén con él y guarden juntos los juguetes, enseñándoles cómo hacerlo y
mostrándoles que recoger todo lo que han sacado forma parte del juego.
 Evitar acumular cosas innecesarias o inservibles. Cuando sus juguetes se
estropeen y ya no sirven deberá deshacerse de ellos.
 Procurar ser claros y precisos cuando queremos que ordene y limpie. Es más
positivo utilizar frases en las que se concrete lo que esperamos que haga: “guarda
los juguetes en sus cajas” o “cuelga la ropa en el armario”; y ser firmes en nuestra
forma de pedírselo, no dando lugar a que nos diga “luego lo hago” o “espera un
poco”.
 Incentivar el orden. La mejor manera de incentivar el orden es utilizando elogios y
reforzando comportamientos positivos.

Algunas orientaciones para mejorar esta situación son:

 Ayudarle a realizar las tareas y ordenar con él/ella. Por ejemplo tomarse tiempo
para arreglar con el niño su habitación para que aprenda a hacerlo mejor y
mostrarle el resultado final.
 Supervisión frecuente por nuestra parte. No debemos indicarle que haga algo y no
volver a ello más, dando por hecho que lo hará por sí mismo todos los días.
 Ser flexibles en la realización de las tareas. Si no lo hace perfecto no importa, lo
importante es que lo haga, para crear un hábito. Los hábitos llevan tiempo para
instaurarse (aproximadamente un mes realizándolos a diario).

¿Cómo ayudar a un niño desordenado? A continuación se recoge un procedimiento para


llevar a cabo:

 Podemos marcarle una tarea que debe cumplir durante 1 mes, pero primero
enseñarle cómo hacerla, haciéndola con él.
 Separa ese periodo en períodos más breves (por ejemplo 3 bloques de 10 días),
para que la consecución de los objetivos no sea tan a largo plazo y pueda
comprobar el resultado de manera más inmediata.
 Motívalo a hacerlo ofreciéndole algo divertido para él, un refuerzo, cada vez que
termine esos 10 días (o el bloque determinado, que puede ser menor). Por ejemplo
una salida al cine, al parque, llevarlo con algún amigo, etc. Algo que a él le divierta.
 Debemos recordarle a diario la tarea a realizar a la misma hora y del mismo modo.
 Cada día que termine refuerza su trabajo efusivamente, y si hay algo que mejorar,
explícale cómo hacerlo mejor la próxima vez, pero sin criticarlo.
 Permítele tener un rincón desordenado o dentro de algún armario, es una
necesidad que tiene.

Una vez hayamos instaurado el hábito, podremos observar que aunque esté
acostumbrado a realizar esa tarea aún le costará continuarla, porque es algo que querrá
evitar hacer a toda costa, y esto es normal. Sin embargo, si le reforzamos cada vez que lo
realiza, reconocemos su esfuerzo no sólo ante él sino también ante otros miembros de la
familia o amigos, lograremos que continúe realizando esa tarea con más ganas, sabrá
hacerla mejor y se sentirá feliz.
15 buenos hábitos de limpieza y orden
a los que dar la bienvenida: ahorra
tiempo y dinero
Descubre algunos pequeños hábitos que podemos poner en práctica desde ya
mismo para lograr que nuestra casa se vea más limpia y ordenada en menos
tiempo

15 buenos hábitos de
limpieza y orden. (Unsplash/Spacejoy)
Por
Inés Gutiérrez
03/01/2022 - 05:00


Hay quienes encuentran en la rutina de limpiar y ordenar su momento de


calma. A algunas personas esto les ayuda a sentirse presentes, ser conscientes
del momento sin dejar que pensamientos intrusivos o preocupaciones hagan
acto de presencia, como una suerte de meditación, como la que defiende el
movimiento cleanfulness.

Sin embargo, para muchos otros, una casa limpia y ordenada es una más de
las obligaciones diarias que tenemos que tener en cuenta a la hora de
organizar nuestro día, para que pueda darnos tiempo a todo, incluso a
descansar. En lugar de dejar que la limpieza del hogar se convierta en una
carga, es mejor comenzar a evitar ciertos hábitos que no son
positivos cambiándolos por otros que pueden hacer que nos resulte más
sencillo llevarlo todo al día, ahorrando algo de tiempo y también de
dinero. Buenos hábitos de limpieza que podemos comenzar a poner en
práctica cuanto antes.

1. Ventila
15 hábitos de limpieza y orden para ahorrar tiempo y dinero. (Pexels/Tatiana)
No es necesario que dejes abiertas las ventanas toda la mañana, sobre todo
en los meses de invierno, cuando tanto nos cuesta mantener la casa calentita,
pero abrirlas durante unos 10 minutos, junto con las puertas para que haya
cierta corriente, nos ayudará a renovar el aire de la casa y también a
sentirnos mejor con nosotras mismas. Este pequeño gesto puede marcar una
gran diferencia pues favorece la eliminación de partículas de polvo y ácaros,
regula la humedad y elimina los malos olores.

2. Haz la cama
La pereza es mala consejera y en este caso más todavía. Este sencillo
gesto apenas te llevará unos minutos y hará que tu dormitorio cambie por
completo, una cama sin hacer aporta un aire descuidado a toda la estancia.
Además, dejar las sábanas colocadas a diario minimiza la superficie en la que
se puede posar el polvo. Eso sin contar con otros beneficios pues ayuda
a organizar la mente y a descansar mejor.

3. Friega los platos


15 hábitos de limpieza y orden para ahorrar tiempo y dinero. (Unsplash/Sergei
Sushchik)
Nada da más pereza que fregar los platos nada más terminar de comer o de
cenar… salvo olvidarte de que lo tienes pendiente y tener que hacerlo justo
antes de irte a la cama o cuando pensabas hacer otra cosa. No lo dejes para
luego, mejor ponerte las pilas y recoger la mesa y limpiar los platos nada más
terminar de comer, puede parecer incómodo, pero a la larga lo agradecerás.

4. Usa y guarda
Teniendo presente la norma anterior, bien podemos extrapolarla a otros
lugares de la casa. Lo mejor para evitar que se acumulen las cosas sobre la
mesa o en cualquier rincón de nuestro hogar es volver a poner las cosas en
su sitio una vez que las hemos usado. Esto puede hacer que tengamos que
sacarlas dos veces si olvidamos algo en alguna ocasión, por suerte el resto de
las veces nos costará menos mantenerlo todo organizado.

5. Elimina lo que no usas


15 hábitos de orden y limpieza. (Unsplash/Sarah Dorweiler)
Tenemos más cosas de las que necesitamos, nuestra casa se llena de
‘porsiacasos’, de herramientas que no usamos e incluso de las cajas vacías de
esas herramientas que no usamos. No dejes que se acumulen, aprovecha para
hacer una limpieza con cabeza, seleccionando las cosas que más empleas,
tirando aquellas que no funcionan y donando las que están bien, pero no son
para ti.

6. Limpia el lavabo y el espejo


El baño es una de las estancias que más se utiliza y también una de las que
más conviene tener limpia. Por eso no es mala idea limpiar a diario la zona del
lavabo y el espejo, eliminando polvo y suciedad de uno y gotas de agua que
dejan antiestéticas manchas del otro. Tardarás solo unos minutos en pasar un
paño y se verá mucho más limpio.

7. Cada día, baño y ducha


15 hábitos de limpieza y orden. (Unsplash/Grace Kelly)
Igual que hacemos con el lavabo y el espejo podemos hacer con la ducha y el
retrete. En cuanto acabes de ducharte, rocíala con un producto específico para
la limpieza diaria del baño, evitarás que se acumulen residuos y la limpieza
general será más sencilla. Haz lo propio con el inodoro, pasando una toallita
desinfectante y limpiando el interior con un cepillo adecuado.
8. Barre y friega baño y cocina
Si barres y friegas a diario el suelo de la cocina y el baño estarás haciendo
que estas estancias se vean más limpias, pero también el resto de la casa pues
en muchas ocasiones no podemos evitar llevar suciedad de unas estancias a
otras. En los baños tiende a acumularse cabello y polvo, y el suelo de la
cocina es casi imposible de mantener impoluto si la usamos. Evita que
las manchas de aceite y los restos de comida conviertan tu casa en un
desastre.

9. Saca la basura
15 hábitos de limpieza y orden. (Pexels/Vlada Karpovich)
Dejar que se acumule en casa hasta que no queda más remedio que bajar con
varias bolsas no es una buena idea, evita malos olores y restos
desagradables bajándola a su debido tiempo. Si eres de los que la tira por la
mañana, seguro que te da menos pereza, eso sí, si la bajas por la tarde o por la
noche, aprovecha para dar un paseo por el barrio.
10. Recoge la ropa
Igual que nos sucedía antes, en este caso también recomendamos recoger
después de usar. Sabemos que da mucha pereza guardar la ropa después de
hacer la colada, pero sin duda es lo mejor para evitar que vuelva a ensuciarse
o coger polvo y tengamos que volver a empezar. Sucede igual con la ropa que
nos quitamos al llegar a casa, la silla en la que tendemos a acumularla es
tentadora; sin embargo, es mejor clasificarla cuanto antes, guardar lo que es
para guardar y dejar en el cesto lo que queremos lavar.

11. Dobla en vertical


15 hábitos de orden y limpieza. (Unsplash/Dinh Ng.)
Al hablar del orden en casa no podemos olvidarnos del interior de armarios
y cajones. Mantener estos espacios bien organizados nos ayudará a cuidar la
ropa y también a ahorrar tiempo por la mañana, pues nos costará menos
encontrar lo que buscamos. Intenta que todas las perchas sean iguales,
organiza por colores y, sobre todo, dobla en vertical, como recomiendan
expertas de orden como la española María Zamora, artífice del método
KoraKora. Ocupa menos espacio y lo vemos todo de un vistazo.

12. Usa cestas y cajas


Aprovecha todos los recursos que tengas a mano para ordenar tu casa a la
vez que la decoras, por ejemplo empleando cestas y cajas. El salón de tu casa
se verá más bonito con alguno de estos elementos en los que puedes guardar
desde cables a revistas pasando por cojines y mantas; además de verse
estiloso, aprovecharás todos los rincones disponibles.

13. Limpia el polvo


15 hábitos de limpieza y orden. (Pexels/Karolina Grabowska)
Cada día el polvo se acumula en casa y si lo eliminamos pasando un trapo o
un plumero lograremos que la casa esté más limpia en solo unos minutos. Un
pequeño gesto que nos llevará poco tiempo y que hará la limpieza general más
sencilla, siempre es más fácil limpiar sobre limpio que dejar que se acumule.
14. Haz primero lo que más pereza te da
Como decíamos antes, no todo el mundo encuentra relajante ordenar y
limpiar, y lo cierto es que todos tenemos una tarea odiada que preferiríamos
que hiciera otro. Esa es la primera que tienes que hacer cuando limpies, así te
quitarás de encima cuanto antes lo que más pereza te da y más engorroso
te resulta, y el resto será más agradable y liviano.

15. Ordena antes de acostarte


15 hábitos de orden y limpieza. (Pexels/Vlada Karpovich)
No te vayas a la cama sin fregar los platos, pero tampoco sin recoger lo que
se ha quedado por medio. Recoge las mantas que has usado, coloca los
cojines en su sitio y deja la mesa de centro organizada, son solamente unos
minutos y tu ‘yo’ del día siguiente agradecerá levantarse en una casa ordenada
y en calma.
Pequeños trucos y hábitos que podemos empezar a poner en práctica desde
ya mismo para hacer que la tarea de limpiar y ordenar nuestra casa sea más
llevadera pues si hacemos un poco cada día, será más sencillo que siempre se
vea bien.


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