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La importancia del comercio internacional para Latinoamérica

Gabriel Jiménez Peña

Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá, Colombia

¿Qué vas a aprender en este capítulo?

● El comercio internacional supone ganadores y perdedores


● La teoría del comercio internacional explica por qué este maximiza la
producción y el consumo de los países
● Los países se especializan en los tipos de bienes que menos costos de
oportunidad les suponen
● Existen dos modelos en la teoría del comercio internacional que explican
por qué es conveniente para los países especializarse en un bien cómo tiene lugar esta
especialización: el clásico y el neoclásico
● A pesar de que el comercio en principio trae beneficios para las
economías que se involucran en este, siempre hay resistencias por parte de los actores
económicos. Dos modelos explican las preferencias de estos agentes: el Teorema Stolper-
Samuelson y el Teorema Ricardo-Viner

“What the student of international political economy is more


immediately concerned with is the nature of power exercised through a
knowledge structure, whether past, present or future; with whether the
centres of such power are presently undergoing significant change; and
with what the 'cui bono' consequences are for states, classes,
corporations and other groups”. Susan Strange

Introducción: la importancia del comercio exterior


El comercio es un ámbito de la economía internacional crucial para la vida cotidiana
de todos los seres humanos. Millones de toneladas de bienes dan la vuelta al mundo
diariamente para satisfacer las demandas de distintos consumidores globalmente. De ese
modo, el vino producido por los sabios viticultores chilenos se convierte en la bebida que
toma un alemán en sus tardes de descanso de Stuttgart. A su vez, los automóviles
ensamblados en Alemania son los preferidos por algunos consumidores chilenos de altos
ingresos. Así, cada país se especializa en lo que mejor puede hacer: Alemania en producir
automóviles y Chile en el vino. Según la teoría del comercio internacional, los países deben
especializarse en lo que pueden hacer con menos costos. De acuerdo con esta teoría,
entonces, no solo es inconveniente sino altamente perjudicial que las economías no entren
en comercio entre sí e intercambien en el mercado global los bienes que producen, pues al
no hacerlo, no maximizan su consumo y su producción a través de la especialización en los
productos que suponen mayor ventaja para cada una de ellas. Concentrarse en producir y
exportar bienes cuyo costo es menor, es aprovechar la ventaja que cada nación presenta
originariamente.

Este concepto, el de ventaja comparativa (ver Glosario), acuñado por el economista


clásico David Ricardo (1772-1823), muestra que no necesariamente un país por el hecho de
producir más, produce con menos costos, comparado con la renuncia que tiene que hacer,
por ejemplo, en comparación con otro país para producir el mismo producto. En otros
términos, a pesar de que Alemania produce más automóviles y más botellas de vino incluso,
comparado con Chile, para el país europeo resulta más costoso dejar de producir
automóviles con el propósito de producir más vino. Como lo muestra la tabla (1):

Tabla 1. Ventaja absoluta y ventaja comparativa Alemania y Chile (ejemplo)

2
De esa manera, Alemania no solo produce más automóviles sino también más
botellas de vino en total que Chile en el curso de un año, es decir, tiene una ventaja absoluta
(Ver Glosario) sobre país austral en la producción de los dos bienes. Con todo, mientras que
para producir un automóvil más, Alemania debe renunciar a producir 4 botellas de vino,
para Chile el sacrificio es mayor porque debe dejar de producir 30 botellas de vino. Y lo
contrario: si el país europeo quiere producir una botella de vino más, la renuncia que debe
hacer para lograrlo es mayor, en términos de automóviles, un cuarto o 0.25 carros, que la
que debe hacer el país austral: 0.03 automóviles. En consecuencia, cada economía debe
especializarse en lo que le supone menos costo de oportunidad (ver Glosario) e
intercambiar estos bienes en el mercado internacional.

El costo de oportunidad, en términos generales, es el sacrificio que debe hacer un


país para producir más de un bien, renunciando a producir otro. Este concepto es, en
extremo, importante para el comercio internacional, en la medida en que permite a los
países establecer en qué productos especializarse; a menor costo de oportunidad, mayores
oportunidades para la especialización. Ahora bien, la teoría del comercio internacional usa
dos modelos para explicar específicamente esta especialización: el clásico y el neoclásico,
los cuales se expondrán en detalle a continuación.

Resumen introducción

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● El comercio internacional es necesario para la vida cotidiana de los seres
humanos
● Una ventaja absoluta no implica necesariamente una ventaja comparativa
● De acuerdo con la Teoría del comercio internacional, cada país debe especializarse
en el bien que supone menos costo de oportunidad para su economía

El modelo clásico

El modelo clásico parte de los siguientes supuestos: el comercio tiene lugar entre
dos países, es únicamente de dos productos, cada país solo cuenta con un factor productivo
(trabajo, tierra y capital), los costos de oportunidad son constantes (ver Glosario) y como
resultado, la especialización debe ser total. Mientras no hay comercio con otros países –A
esto lo llamaremos autarquía (ver glosario)–, supongamos que, con toda la productividad a
su disposición por trabajador –digamos que 1’000.000 trabajadores–, Alemania y Chile
destinan 600.000 trabajadores al ensamblaje de automóviles y 400.000 trabajadores a la
producción de botellas de vino. Con esta productividad disponible Alemania, sin entrar aún
en comercio con ningún otro país, produciría 160.000.000 de botellas de vino y 60’000.000
de automóviles, dado que su productividad anual por trabajador (ver es de 100 autos y 400
botellas de vino (100 X 600.000 = 60’000.000 y 400 X 400.0000 = 160’000.000). Esta
productividad es reflejada en la gráfica 1 en la frontera de posibilidades de producción
inicial (Ver Glosario). El punto Ea, constituye el equilibrio entre el consumo y la producción
en autarquía, es decir, el estado en el que un país produce todo lo que consume por sí
mismo, sin entrar en el comercio internacional.

Gráfica 1.

4
400
360 Alemania Chile

Cajas de vino (millones)


320 480
440
280
360
240

Cajas de vino (millones)


300 Pt c
200
280
160
pairs) 260
120
A 240
80 Ct 220
40 EA c c
A
U1 200 Ea Ct

pairs)
120
U0A U1c
100
PA c
80 U0

0 4 10 20 28 36 44 52 60 68 76 80 92 100 0 6 8 10 16 18 22 28 32 68 76 84 92 100
Automóviles Automóviles
(millones) (millones)

Basado en Grieco e Ikenberry (2003)

Ahora bien, dado que este país europeo posee una ventaja comparativa en la
elaboración de automóviles, de acuerdo con el modelo clásico de Ricardo, por su propia
conveniencia se especializa completamente en el ensamblaje automotriz (ver en la gráfica
1, el punto PA). Así las cosas, producirá, por mor de la especialización absoluta, la cantidad
de 0 botellas de vino y no ya 60 millones de automóviles sino 100 millones (100 carros
anuales, multiplicados por su capacidad productiva que es de un millón trabajadores, toda
ahora dedicada al ensamblaje). Por lo anterior, la economía teutona buscará cambiar en el
mercado internacional parte de su producción de carros por las botellas de vino que
consume. Ello supone, ciertamente, un precio al que ha de intercambiar su propia
mercancía en relación con la otra que ya no produce. A dicho precio se le conoce en la Teoría
del comercio internacional como Términos del intercambio (ver Glosario), esto es, el precio
relativo de los bienes exportados en el mercado internacional en términos de los bienes
adquiridos. Para efectos de esta explicación, los términos del intercambio serán de 1:10, es
decir, 1 automóvil será equivalente a 10 botellas de vino. En tal caso, con 20 millones de
automóviles, Alemania podrá cambiar en el mercado internacional –asumamos que el
comercio se produce así, en ausencia de divisas– el equivalente de 200 millones de botellas
de vino, cuando antes solo producía y consumía 160 millones en autarquía. Esto quiere decir
que aumenta su consumo en 40 millones de botellas de vino, alcanzando un nuevo punto
de satisfacción de su consumo (ver en la Gráfica 1 la curva U1 y el punto CA), a través del

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intercambio que lleva a cambio de su propia producción en el mercado internacional, dado
que antes por cuenta propia en autarquía producía 160 millones, y ahora, con los beneficios
de la especialización y el intercambio, por cada millón de carros que produce y exporta
puede comprar 10 millones de botellas de vino. De ese modo, después del intercambio en
el mercado internacional, le quedarán 80 millones de automóviles, esto es, un excedente
de 20 millones, comparado con lo que producía solo en autarquía, pues en ese estado
producía 60 millones. Por su parte, Chile (ver gráfica 2), con la misma cantidad de
trabajadores asignada a cada labor (600.000 trabajadores al ensamblaje de automóviles y
400.000 trabajadores a la producción de vino) produce, en autarquía, 120 millones de
botellas de vino y 6 millones automóviles (ver gráfica 2, punto E c). El país austral se
especializará exclusivamente en la elaboración de vinos ( Pc), dado que así lo sugiere su
ventaja comparativa, y producirá, entonces, dedicado solo a este producto, 300 millones de
botellas (un millón de trabajadores, cada uno produciendo 300 botellas anuales), parte de
las cuales intercambiará con la Alemania por automóviles, los cuales Chile ya no producirá.
De ese modo, si negocia 100 millones de botellas de vino, recibirá a cambio 10 millones de
autos, y le quedarán 200 millones de botellas vino para su consumo interno, esto es, 80
millones más de las que consumía en autarquía y además, 4 millones más de automóviles
disponibles para su consumo (ver la nueva curva de consumo Cc):

Gráfica 2

Alemania Chile
480
440
360
Cajas de vino (millones)

300 Pt c
280
260
A 240
Ct 220
EA c c
A
U1 200 Ea Ct
pairs)

120
U0A U1c
100
PA c
80 U0

10 20 28 36 44 52 60 68 76 80 92 100 0 6 8 10 16 18 22 28 32 68 76 84 92 100
Automóviles Automóviles
(millones) (millones)

Basado en Grieco e Ikenberry (2003)

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El modelo de Ricardo, por lo tanto, busca mostrar que los países, en virtud del
comercio internacional, aumentan su producción y su consumo al intercambiar en el
mercado global los propios productos en los que se especializan de manera total, por
aquellos que elaboran con menos ventaja comparativa. No obstante, este modelo funciona
para explicar ese resultado solo en virtud de que supone que la especialización de los países
es completa, lo cual ciertamente no ocurre en la economía real, por lo cual los economistas
acuden a otro modelo para reproducir unas condiciones más cercanas a lo que ocurre en el
comercio exterior.

Resumen modelo clásico

● El modelo clásico parte de los siguientes supuestos: el


comercio tiene lugar entre dos países, es únicamente de dos productos, cada país solo
cuenta con un factor productivo (trabajo, tierra y capital), los costos de oportunidad son
constantes y como resultado, la especialización debe ser total

● De acuerdo con este modelo, si los países se especializan


completamente en la producción de un bien y lo exportan, maximizarán su producción y
su consumo, es decir, su bienestar en general

El modelo neoclásico

El modelo clásico, como se expuso en la parte anterior, asume ciertos presupuestos,


en orden a mostrar que las economías, al intercambiar productos en los que poseen ventaja
comparativa, especializándose exclusivamente en la producción y exportación de un bien,
maximizan su propia producción y consumo. Sin embargo, como se ha dicho, esto no tiene

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lugar en la práctica, por lo cual el modelo neoclásico modifica dos de los presupuestos del
modelo clásico, con el propósito de tratar de reproducir de modo más preciso lo que ocurre
en la economía internacional. De esa manera, este modelo parte de dos supuestos
reformados: dos factores productivos y costos de oportunidad crecientes (ver Glosario).
Con ello, busca asimilar al modelo el hecho de que, por un lado, no es tan sencillo trasladar
los capitales invertidos en un factor productivo a otro (por ejemplo, de tierra a capital),
porque ello supone un costo de oportunidad mayor; por ello, representa este costo de
manera creciente (ver Glosario: costos crecientes). Por otro lado, este modelo también
busca dar cuenta la realidad económica de modo más preciso y es que los países no se
especializan completamente en la elaboración de un producto por ausencia de incentivos,
sino que más bien, se especializan hasta donde el mercado está dispuesto a compensar el
sacrificio que hacen las economías por la especialización en un solo producto. Esto es lo que
llamamos precio de compensación (Ver Glosario). Así, cuando producir para intercambiar
globalmente deje de ser benéfico para un país porque es menos costoso producirlo
localmente, el país en cuestión no exportará los bienes en que se especializa si el mercado
internacional no paga un precio que satisfaga su interés en función de los términos del
intercambio, esto es, si los términos del intercambio son, por ejemplo, 1 automóvil por 6
botellas de vino, pero en el comercio internacional solo se paga por un carro el precio de 5
botellas, no hay incentivos para especializarse por debajo de dichos términos en la
producción automotríz. Supongamos entonces que los términos del intercambio son, en
este punto, 1 automóvil por cada 6 botellas de vino. Ello significa que por debajo de esa
‘razón de cambio’ no es sensato intercambiar productos para ninguno de los países que se
ha especializado parcialmente en un bien. De ese modo, digamos que Alemania produce
150.000.000 de botellas de vino en autarquía (Ea), pero que pasará de producir esta
cantidad, a producir 100.000.000 de botellas, y liberando esos recursos productivos, pasará
de producir 14.000.000 automóviles a 26.000.000 (punto PA). Así, podrá exportar
10.000.000 automóviles a cambio de 60.000.000 de botellas de vino provenientes de Chile
(en virtud de los términos del intercambio, por cada millón de automóviles, puede
intercambiar hasta 6 millones de botellas de vino). Ello implica que podrá consumir

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160.000.000 de botellas de vino (porque ya producía 100 millones, dado que su
especialización no fue completa) y 16.000.000 automóviles, esto es, dos millones de
automóviles más de los que consumía en autarquía y 10 millones más de botellas de vino,
lo cual se muestra en el punto (ver gráfica 3):

Gráfica 3

Alemania
Chile

220 220
200 200

Botellas de vino (millones)


Botellas de vino (millones)

180 A 180
160 Ct
160 B
140 A U1
A Pt
Ea 140
A
120 U0 120
A
100 Pt 100 B
80 80 Ct
B
rs)
rs)

60 60 Ea
B
40 40 U1
20 20
U0B
0 0
2 6 10 14 18 22 26 30 34 38 42 46 50 2 6 10 14 18 22 26 30 34 38 42 46 50
Automóviles Automóviles
(millones) (millones)

Basado en Grieco e Ikenberry (2003)

Por su parte el país austral, en autarquía, produce 12.000.000 de automóviles y


70.000.000 de botellas de vino (ver punto Ea). Si se especializa parcialmente en la
producción de vinos, hasta donde el precio de compensación lo permite, producirá
entonces 140.000.000 de botellas de vino (ver punto PB), dado que ha liberado recursos que
antes tenía concentrados en la producción de automóviles, por lo cual producirá ahora solo
6.000.000 de estos. Ahora bien, dado que con 60.000.000 de botellas Chile podrá comprar
en el mercado internacional 10.000.000 de automóviles (de nuevo, por los términos de
intercambio 1:6, esto es, por cada seis millones de botellas de vino recibirá un millón de
autos), pasará a consumir 16.000.000 carros y 80.000.000 de botellas de vino, alcanzando
el nuevo punto de consumo C B (ver gráfica 4).

Gráfica 4

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Alemania
Chile

220
200

Botellas de vino (millones)


A 180
Ct
160 B
A U1
A Pt
Ea 140
A
U0 120
A
Pt 100 B
80 Ct
B
rs)

60 Ea
B
40 U1
20
U0B
0
6 10 14 18 22 26 30 34 38 42 46 50 2 6 10 14 18 22 26 30 34 38 42 46 50
Automóviles Automóviles
(millones) (millones)

Basado en Grieco e Ikenberry (2003)

En conclusión de esta parte, el modelo neoclásico muestra que con el comercio


internacional cada uno de los países maximiza su producción y su consumo
especializándose parcialmente, hasta donde les es ventajoso, e incrementan, por decirlo en
términos económicos, sus niveles de satisfacción.

Resumen modelo neoclásico

● El modelo busca reproducir con más exactitud un rasgo de la economía


internacional: los países no se especializan completamente en la producción de un
producto.
● Los países se especializan parcialmente en la producción de un bien
acuerdo con los precios de compensación en la economía internacional.
● A pesar de que la especialización en el modelo es parcial, este muestra
que, con todo, se maximiza la producción y el consumo y se aumentan los niveles de
satisfacción de cada economía que participa en el comercio internacional.

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Ahora bien, el modelo de Ricardo y el modelo neoclásico difieren en sus puntos de
vista respecto de los costos de oportunidad (constantes vs. crecientes), en los factores
productivos (uno vs. varios) y la especialización en la producción (completa vs. parcial). No
obstante, los dos modelos muestran que la especialización trae beneficios para los países
que la propugnan. Ello lleva a una cuestión intrigante: si los dos modelos vistos
anteriormente muestran los beneficios generales de entrar en el mercado internacional e
intercambiar los productos propios por aquellos en los que se posee menos ventaja
comparativa, entonces, ¿por qué, a pesar de lo anterior, los países ostentan cierta
resistencia al entrar en el comercio internacional y se protegen de las importaciones?

Los modelos de la teoría del comercio internacional: Heckscher-Ohlin, factorial y


sectorial

La respuesta a la cuestión anteriormente planteada descansa preliminarmente en


un modelo formulado por los economistas Eli Heckscher (1879-1952) y, su discípulo
también sueco, Bertil Ohlin (1879-1979), conocido por sus apellidos como modelo
Heckscher-Ohlin (H-O), el cual busca responder al interrogante: ¿Por qué unas economías
se especializan en la exportación de determinados bienes y no en la de otros?, o en otros
términos, ¿por qué unas economías tienen una ventaja comparativa sobre otras? La
respuesta de esta parte de la teoría del comercio internacional consiste en que el país que
es abundante en un factor exporta el bien cuya producción es intensiva en ese factor, e
importa aquellos bienes que no puede producir eficientemente por carecer de los factores
de producción necesarios para su elaboración. En ese sentido, el modelo H-O sostiene
entonces que las diferencias en las cantidades exportadas se explican por las diferencias en
los costos relativos de producción entre dos países.

A su vez, dos teoremas, el modelo factorial Stolper-Samuelson y el modelo sectorial


conocido también como Ricardo-Viner, ofrecen una respuesta a la cuestión de las

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elecciones que hacen los países en torno al libre comercio. Estos teoremas buscan
principalmente explicar las preferencias de los llamados ‘grupos de interés’ o de presión
política, enfocándose en las consecuencias distributivas del comercio internacional: asocian
las que promueven el proteccionismo con aquellos actores que pierden -ingresos o activos-
y las que buscan la liberalización con aquellos que más ganan con ella. Es decir, estos
modelos dan una respuesta a la cuestión de por qué algunos grupos sociales prefieren el
proteccionismo, y ello a pesar de que la economía indica que este es en teoría pernicioso
para los países: porque sus intereses se ven perjudicados con el libre comercio y de ahí que
los grupos sociales como sindicatos y asociaciones gremiales de negocios busquen ejercer
presión sobre quienes tienen a su cargo la formulación de la política comercial, usando su
influencia a través del lobby o cabildeo que pueden hacer, dependiendo de su capacidad de
organización colectiva, para lograr medidas de defensa comercial que protejan sus intereses
particulares.

Por su parte, el modelo Stolper-Samuelson o factorial, parte de que las políticas


comerciales son conducidas por la competencia entre los factores de producción, es decir,
entre trabajo y capital, o entre trabajadores y capitalistas. En otras palabras, partiendo del
supuesto de que hay libre movilidad de los factores de producción -trabajo y capital-,
aquellos cuya dotación de factores dentro del país es escasa preferirán el proteccionismo,
mientras que los actores que poseen una disponibilidad de factores abundante abogarán
por el libre comercio y la libre movilidad de flujos de capital (ver modelo Heckscher-Ohlin).
El razonamiento que subyace al modelo factorial estriba en que mediante el fomento de la
especialización en cada economía por tipos de producción orientados a la exportación, el
comercio aumenta la demanda de factores abundantes localmente subiendo la oferta de
ingresos de los propietarios de esos factores, a la vez que reduce la demanda de factores
localmente escasos llevando a la disminución de ingresos de los propietarios de estos
últimos factores. En otros términos, esta aproximación se basa en el reconocimiento de que
el comercio tiene consecuencias distributivas y estas generan competencia política entre
los ganadores y perdedores del comercio, en tanto estos buscan defender sus intereses

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económicos de manera política, bien a través de presiones o al gobierno o, por ejemplo, a
través del lobby. Al mostrar cómo el comercio exterior beneficia a algunos en particular,
dejando a otros en peor posición, el teorema Stolper-Samuelson explica entonces por qué
el comercio es un asunto políticamente divisivo: una batalla de intereses. Una consecuencia
política que algunos teóricos han querido extraer de este modelo consiste en que el
aumento o la disminución de la exposición al comercio internacional pone en marcha, o un
conflicto entre clases cada vez mayor, o un conflicto urbano-rural, de acuerdo con las
dotaciones de factores de diferentes países.

Ahora bien, una limitación de este modelo es que asume que tanto los trabajadores
como capitalistas son grupos más bien homogéneos, si bien las divisiones y coaliciones en
relación con la política comercial a menudo parecen contradecir su explicación de la
formación de preferencias, pues es probable ver a los trabajadores y propietarios de la
misma industria constituyendo juntos un frente común para que se impongan barreras de
protección a las importaciones. El problema fundamental parece ser que el teorema
Stolper-Samuelson se deriva de suponer que los factores de producción tienen una gran
movilidad entre las diferentes industrias en cada economía.

Una aproximación alternativa para dar cuenta de los efectos del comercio
internacional sobre los ingresos y los efectos políticos que se siguen de las elecciones en
política comercial es el modelo de Ricardo-Viner. Este parte de que la política de comercio
exterior se conduce por la competencia entre sectores o industrias. Algunos factores son de
uso muy específico, así que se observan efectos sobre el comportamiento político de los
actores por sectores, en caso de que el factor productivo sea inmóvil y sea además
particular a una industria. De ahí que los participantes de dicha industria tiendan a aliarse,
a pesar de su diferencia de clases, si tienen un interés en su preservación y crecimiento, y
si además se ven amenazados por la liberalización comercial. En otros términos, los ingresos
de los individuos están sujetos cercanamente a las fortunas de las industrias en las que se

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desenvuelven y de ahí que los sectores más orientados a la exportaciones -tecnológico,
financiero- sean más abiertos a la apertura que sus contrapartes de sectores que enfrentan
fuertes presiones en virtud de las importaciones (textiles, acero, calzado, automotríz, etc.).

Ahora bien, una limitación de este modelo consiste en suponer que las empresas al
interior de los sectores son homogéneas. No obstante, algunas firmas se dedican a la
exportación y otras no lo hacen. De ese modo, mientras unas, por ejemplo, invierten
directamente en un país extranjero con el fin de producir y vender en ese país, otras
empresas sólo participan en la exportación. Más aún, en algunos sectores que requieren
grandes inversiones de capitales, por ejemplo, la producción de cerveza, las empresas más
grandes pueden disfrutar de una ventaja de costos sobre las empresas más pequeñas tal
que estos mercados tienden a ser monopolizados sólo por unas pocas firmas muy grandes.
En estos casos, en que las empresas compiten entre sí y con rivales extranjeros por
diferentes nichos de mercado, el comercio puede tener diferentes efectos para las firmas
de la misma industria.

En suma, la economía internacional en general, y la teoría del comercio en particular,


presentan dos modelos para explicar las preferencias de los grupos de interés (asociaciones
de negocios, sindicatos) y cada uno ofrece una explicación plausible en torno a la presión
que ejercen estos grupos sobre quienes formulan la política comercial: porque afecta sus
ingresos. Así, el modelo factorial basa su explicación en la oposición entre factores
productivos (abundantes vs. escasos), mientras que el modelo sectorial funda su explicación
entre los tipos de empresa (las orientadas a las exportaciones vis-à-vis aquellas que
compiten con las importaciones. Ello explica entonces que, a pesar de que la teoría indique
que el comercio sea, desde un punto de vista general, sea benéfico para los países, no lo es
para grupos en particular en su interior que ven afectados sus intereses, i. e., sus ingresos,
y que acuden a su influencia social, a través del lobby, para tornar la política comercial a su
favor.

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Resumen teoremas H-O, Stolper-Samuelson y Ricardo-Viner
● El modelo Heckscher-Ohlin (H-O) busca responder al
interrogante: ¿por qué unas economías tienen una ventaja comparativa sobre otras?

● El teorema Stolper-Samuelson explica las preferencias de los grupos de


presión o interés en términos de la abundancia o escasez: aquellos cuya dotación de
factores es abundante prefieren el libre comercio, mientras que aquellos cuya dotación
es escasa buscan protección. Esto da lugar a una competencia entre los factores
productivos o entre capitalistas y trabajadores
● El teorema Ricardo-Viner centra su explicación de las preferencias en los
sectores de producción o los tipos de firma: las empresas con vocación exportadora
preferirán el libre comercio, mientras que las que compiten con las importaciones
prefieren el proteccionismo
● Estos teoremas dan cuenta de las preferencias de los actores involucrados
en el comercio y razones para entender por qué, a pesar de que la teoría indica que el
comercio internacional es benéfico, siempre habrá resistencias por parte de grupos de
interés que fomentan el proteccionismo.

Estudio de caso: el comercio exterior de Chile

De acuerdo con Diana Tussie, quien escribe la introducción a este libro (ver capítulo
1), a Chile se le puede describir como uno de los “bastiones de la más gran ortodoxia”
comercial. De hecho, Naomi Klein en su libro y también documental “The Shock Therapy”,
busca mostrar las particularidades que llevaron a que el país austral abrazara plenamente
el paradigma económico conocido como “el modelo”, y qué papel tuvo en dicha reforma la
ortodoxia tecnócrata chilena conocida como los “Chicago Boys”. Más aún, Chile es una
economía de mercado muy abierta al comercio exterior, a tal punto que es actualmente el
país con más tratados de libre comercio del mundo (26 en total con un alcance de 64

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economías) 1, y que se caracteriza además de las privatizaciones de servicios públicos en
especial, por la liberalización de sus cuentas de capital, y por políticas fiscales y anti-
inflacionarias estrictas.

Actividad: ver el documental de Naomi Klein “The Shock Therapy” (En español: La
Doctrina del Shock), en particular la segunda parte llamada “The first test: Chile” (la
primera prueba: Chile) y discutir críticamente cómo Chile abrió su economía al mundo.

Una característica del comercio exterior chileno, que incluso comparte con países de
la región como México, Perú y Colombia, consiste en que formalmente, en líneas generales,
su orientación en política comercial está direccionada a la promoción de las exportaciones
y a la atracción de inversión extranjera directa y, en teoría, es poco proclive a hacer uso de
mecanismos de defensa comercial para las importaciones como aranceles, salvaguardias y
cuotas de importación (ver Glosario). Esto se hace evidente en que, en relación con los
aranceles, su promedio simple para el arancel consolidado para los útlimos 25 años es de
25.2% y el promedio NMF es de 6.0%, y el promedio ponderado de arancel es de 5.7, lo cual
indica que Chile ha reducido de manera importante los impuestos a las importaciones en
los años contemplados, siendo unos de los países más abiertos al comercio en la arena
internacional:

Gráfica 5. Promedio arancelario Chile (1995-2020)

1 Ver: http://www.sice.oas.org/ctyindex/CHL/CHLagreements_s.asp

16
Fuente: WDI- Banco Mundial (2020)

Además, pretende, a través de la implementación de acuerdos bilaterales (con los


países que sostienen su mismo modelo) y de complementación económica (con los países
más reacios al comercio exterior) y acuerdos multilaterales y de integración abierta
profunda (como la Alianza del Pacífico), ‘acceder a más mercados’ y diversificar sus destinos
de exportación. También busca producir y exportar de manera más variada, bienes con
mayor valor agregado o más sofisticados. A estas características se puede añadir que,
incluso desde la década del noventa del siglo XX, los tres productos más exportados por
este país son bienes primarios minerales (mineral de cobre, cobre sin refinar y cobre
refinado) y ello implica que exporta básicamente bienes primarios.

Gráfica 5. Bienes exportados por Chile (2018)

17
Fuente: Atlas de complejidad económica de Harvard (2020)

No obstante, es necesario anotar a partir del cuadro anterior (cuadro 1) que en Chile,
a diferencia de otros países de la región como Colombia o Perú, no se produce una ‘des-
diversificación’ de su comercio exterior. En el caso chileno en particular, se produce, pues,
una alta concentración de las exportaciones en el cobre, a pesar de que quizá sus
exportaciones más conocidas en el comercio internacional sean sus vinos, el salmón y frutas
como duraznos, uvas y arándanos.

De ese modo, el modelo de desarrollo chileno, “orientado a las exportaciones” se


basa en la explotación de los recursos naturales para comerciar en el mundo materias
primas, en particular el cobre. Ello lo hace más dependiente de los ciclos o variaciones de
los precios de las commodities en la economía mundial y a que los tipos de cambio sean
más volátiles, en la medida en que se encuentran ligados a los precios internacionales de
los productos básicos más exportados. Es decir, se trata entonces de una economía
dependiente, en el sentido de la Teoría de la dependencia (ver capítulo 12 de este columen),
en la medida en que exporta bienes primarios y exporta bienes más complejos o
manufacturados. Lo anterior se traduce en que los términos de intercambio de Chile no
siempre ostentan tendencias positivas:

Gráfica 6. Términos del intercambio de Chile (1970-2020)

Fuente: WID - Banco Mundial (2020)

18
Dicho sea de paso también, esta explotación minera mencionada tiene impactos
medio ambientales perceptibles en el largo plazo: en las aguas, la atmósfera y en los suelos,
que deben ser atenuados a través de programas especiales de mitigación de las
externalidades negativas. Más aún, a pesar de que en apariencia los programas y políticas
de transformación productiva en el país austral funcionan, incluso avalados por
evaluaciones por parte de la OCDE, lo cierto es que el indice de sofistificación de las
exportaciones de Chile es negativo: -0,12, de acuerdo con datos de el observatorio de la
complejidad económica de MIT, es decir, en un ranking de 137 países, este ocupa el lugar
742.

Por lo que se refiere a los destinos de las exportaciones de Chile, estos eran en la
década de los noventa principalmente EE.UU., y en segundo lugar, países europeos
(Alemania, Reino Unido), y algunos países sudamericanos (Brasil, Venezuela), si bien Japón
ya se constituía como uno de los principales destinos de las exportaciones de Chile. No
obstante, a partir del 2000, China comienza a convertirse en uno de los tres primeros
destinos de sus exportaciones. Actualmente y desde 2010, China es el principal destino de
las exportaciones chilenas:

Gráfica 7. Destino de las exportaciones chilenas

Fuente: Atlas de complejidad económica de Harvard (2020)

2 Ver: https://oec.world/en/profile/country/chl

19
Ahora bien, en relación con las importaciones, para el año 2018, Chile importa el
22.14% de China y el 21.64% de EE.UU, mientras el país del que más importa en la región
es Brasil con 9,07% del total:

Gráfica 8. Origen de las importaciones chilenas

Fuente: Atlas de complejidad económica de Harvard (2020)

Esto significa que China es actualmente el principal origen de las importaciones de


Chile. Vale decir además que Chile suscribió un acuerdo comercial con China desde
noviembre de 2005 (SICE-OAS, 2019). Los tres principales productos que importa Chile de
China son básicamente computadoras, equipos de radiodifusión y teléfonos e incluso
automóviles, además de textiles, mientras que los productos que Chile importa de EE.UU.
son sobretodo refinados de petróleo, gases de petróleo, algunas commodities no
especificadas, aviones, camiones y vehículos.

Es prudente afirmar que Chile antes importaba más de Norteamérica y Suramérica,


mientras que en los últimos 10 años lo ha hecho de manera creciente desde Asia:

20
Gráfica 9. Importaciones de Chile por región (1995-2018)

Fuente: Atlas de complejidad económica de Harvard (2020)

Mientras que sus exportaciones se dirigen en los últimos años privilegiadamente a


Asia:

Gráfica 10. Exportaciones de Chile por región (1995-2018)

Fuente: Atlas de complejidad económica de Harvard (2020)

Las anteriores cifras presentadas del perfil comercial de Chile indican que exporta a
aquellos destinos que demandan actualmente en el mundo materias primas como China.
Por contraste, importa bienes más complejos y de mayor valor agregado que su industria

21
no produce, pues es muy incipiente desde las reformas económicas iniciadas en el gobierno
militar.

En términos comerciales, Chile es el primer país en Latinoamérica en bajar sus


aranceles de forma autónoma entre 1973 y 1979 bajo el gobierno militar de Augusto
Pinochet (1973-1990). Esta liberalización comercial no había tenido precedentes en otras
economías latinoamericanas y llevó de un impuesto del 94% en 1973, a una tarifa plana del
10% para prácticamente la totalidad de las importaciones. Esta reforma representa un
intento audaz y radical de desmantelar las políticas ISI, para reorganizar el comercio de
acuerdo con principios económicos ortodoxos. El trasfondo ideacional de esta
transformación lo proporcionan los llamados ‘Chicago Boys’. Estos, no son solamente
expertos en economía, sino que se trata de actores políticos cuyas ideas y convicciones se
oponen al socialismo y al gobierno democrático anterior.

Las reformas económicas iniciadas en la década del setenta del siglo XX tuvieron
efectos importantes. En primer lugar, indujo a un cambio significativo en las ventajas
comparativas chilenas, al modificar la composición de la protección efectiva y el nivel
promedio de los aranceles promedio, como se mostró antes. De ese modo, la escasa
inversión interna en el gobierno militar se concentró principalmente en los recursos
naturales como la minería, y fue entonces menos significativa en las actividades intensivas
en mano de obra y capital y en ventajas comparativas adquiribles, lo cual tuvo por
consecuencia que las políticas de aranceles bajos, pretendidamente ‘neutrales’,
involucraran efectos asimétricos entre distintos grupos productivos y sociales con efectos
evidentemente no neutrales. Estos efectos llevaron, en segundo lugar, a que la industria
chilena, aunque no fuera destruida del todo, se desempeñara de manera pobre, al igual que
la economía austral en general, que cayó primero en una recesión en 1975 y luego
nuevamente en 1982, con la crisis de la deuda latinoamericana y llamada “década pérdida”.
Por contraste, los rubros vinculados con las actividades financieras y el comercio
internacional obtuvieron beneficios, lo cual condujo a que los conglomerados orientados
antes de la dictadura al mercado interno -Edwards, Matte, Vial, Luksic, Cruzat-Larrain, entre

22
otros-, se orientaran al plano internacional. En ese sentido, el crecimiento del sector
financiero llevó a que el sector industrial dejara de ser el centro del crecimiento económico
chileno: la capacidad productiva del sector fue seriamente dañada, muchas empresas
murieron, y varias ramas de la producción prácticamente desaparecieron (Ffrench-Davis,
2005). En tercer lugar, dado que las políticas de la dictadura de Pinochet condujeron al
aislamiento internacional, ello llevó a Chile a hacer uso de instrumentos comerciales para
abrirse al mundo. De ese época es la creación de la DIRECON (1979), hoy llamada SUBREI,
y las relaciones comerciales pasan a un primer plano, con el propósito de establecer vínculos
económicos, de acuerdo con un enfoque pragmatista de la política exterior, con países
asiáticos que compartían con Chile el mismo modo de gobierno: sistemas autoritarios con
apertura económica y comercial. Por último, cabe decir que el gobierno militar de Pinochet
gozó de una amplia autonomía y apoyo empresarial para conducir las reformas económicas.
Más aún, en la dictadura se produjo una alianza entre las asociaciones de empresarios leales
al régimen y los militares. De ese modo, los responsables políticos en el gobierno de
Pinochet trabajaron en los consejos directivos de los grandes conglomerados y gremios
económicos antes y después de ocupar cargos en el gabinete y el Banco Central, lo que llevó
conflictos de interés o colusiones entre el poder económico y el político. Ahora bien, las
instituciones de política comercial como la DIRECON-SUBREI y esta alianza con los
empresarios sobreviven a la transición democrática de Chile y a la posterior elección de
gobiernos de centro-izquierda, conocida como “la concertación”.

La DIRECON-SUBREI (Subsecretaría de Relaciones económicas internacionales) es la


agencia estatal dependiente de la rama ejecutiva y financiada con fondos públicos,
encargada de definir, dirigir, ejecutar, coordinar y supervisar tanto la política de comercial
orientada hacia las exportaciones como la política de atracción de inversión extranjera
directa. Esta institución, vale decir, se ha especializado en los últimos 25 años en la
negociación de los acuerdos multilaterales y bilaterales. Además, la SUBREI está adscrita al
Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, y a pesar de esta subordinación al Ministerio

23
de Relaciones Exteriores, en la práctica se trata de una agencia muy autónoma al interior
del Estado, aunque coordinada con la Cancillería.

A partir de finales de la década de los ochenta, en el marco de la profundización del


llamado neoliberalismo económico, pero especialmente, en virtud de la llamada “segunda
fase de reformas”, se fortalece la institución existente de comercio exterior en el caso
chileno, con mayores presupuestos y autonomía. Así, a partir del año 2000, esta agencia
estatal de comercio exterior comienza a desempeñar un papel cada vez más crítico en
medio de la complicada cantidad de regulaciones y desafíos que supone la apertura al
comercio exterior y a la inversión extranjera directa. De ese modo, la negociación de varios
acuerdos comerciales, incluso simultáneamente, ha supuesto un desafío notorio para el
gobierno chileno, el cual se ha visto en la necesidad de desarrollar capacidades para los
funcionarios públicos en relación con el conocimiento especializado que supone la
negociación de acuerdos comerciales. Ello implica que la burocracia del comercio exterior
se concentra, entonces, en esta Subsecretaría cuyos funcionarios en teoría se encuentran
aislados de las presiones sociales y económicas, en la medida en que a dicha agencia estatal
se le dota de independencia económica y, por tanto, de una mayor autonomía, en virtud de
que sus presupuestos se atienden con fondos destinados específicamente para esta
institución. Lo anterior ha implicado, ciertamente, la incorporación al ámbito público de
‘tecnócratas’, esto es, funcionarios públicos con conocimientos técnicos en torno del
comercio exterior y la inversión extranjera. En últimas, se trata de empleados estatales con
alguna ‘expertise’: una élite estatal que promueve un paradigma de política con orientación
muy abierta al comercio exterior. De ahí que los funcionarios de la SUBREI generalmente
detenten conocimientos importantes en materia de comercio exterior, economía y derecho
internacional.

No obstante, a pesar de la pretendida autonomía de la agencia de política de


comercio exterior chilena, es necesario decir que las asociaciones de negocios o gremiales
en el país austral han conformado junto con dicha agencia, una suerte de “bloque
ideacional”, esto es, una coalición política informal que comparte las mismas ideas sobre la

24
orientación de la política comercial: hacia las exportaciones. De ese modo, por ejemplo,
desde la dictadura se produjo una alianza entre las asociaciones de empresarios leales al
régimen (CPC, SNA, SOFOFA) y los militares, que persiste después de la democratización, y
que ha sostenido como política oficial de Estado chileno que el libre comercio es benéfico
para Chile y que el país debe buscar el acceso a más mercados a través de la proliferación
de tratados comerciales. No obstante, la sociedad civil representada por sindicatos y otros
grupos sociales, y que ha promovido el llamado “Estallido social” de 2019, se ha opuesto a
esta concepción de la política comercial, incluso a través de manifestaciones y protestas
como las de 2019 y 2020. En esa medida, se podría decir que si bien hay un consenso de
élites en relación con la orientación del comercio exterior, este es inexistente entre estas
élites comerciales y los trabajadores, quienes sufrido de la precarización de la mano de obra
del país. De ahí que el modelo sectorial no sea suficiente para explicar las preferencias de
los grupos de interés en relación con la política comercial en el caso chileno, en la medida
en que es evidente una oposición entre trabajadores y capitalistas pertenecientes a un
mismo rubro económico. A su vez, el modelo factorial en principio podría servir para
explicar que Chile se concentre en la explotación de sus recursos más abundantes como el
cobre, pero no por qué se produce un cambio significativo en las ventajas comparativas
chilenas, que orienta su economía hacia la explotación de recursos mineros y a una menor
inversión en las actividades intensivas en mano de obra y capital y en ventajas comparativas
adquiribles. Los grupos cuya riqueza se encontraba en estas actividades intensivas, y que
no preferían el libre comercio, debieron reorientar sus preferencias, en razón de la presión
coactiva realizada hecha por el gobierno militar y los empresarios aliados con este gobierno,
lo cual cambió la historia chilena para siempre.

Como conclusión de este estudio de caso se puede decir que Chile muestra una
orientación hacia el comercio exterior, que se ha traducido en políticas comerciales bajas
en aranceles, en virtud de que hay un consenso entre la agencia de comercio exterior del
comercio y los grupos económicos que se han visto favorecidos por estas políticas. Por
contraste, hay una férrea oposición a estas políticas por parte de sindicatos de trabajadores

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y grupos sociales, que consideran perniciosa la apertura comercial chilena al mundo, y cuyo
descontento se ha cristalizado en el “Estallido social”.

Glosario

Aranceles: impuestos o derechos aduaneros gravados a la importaciones. El efecto que


tiene este tipo de gravamen es dar a los bienes producidos en un país una ventaja en
términos del precio a los bienes producidos localmente. De acuerdo con la OMC, un
resultado de la Ronda Uruguay fueron los compromisos asumidos por los países miembros
del organismo de reducir los aranceles y consolidar los tipos de los derechos de aduana a
niveles que son difíciles de aumentar.

Autarquía: significa la ausencia de comercio internacional con otros países. Se trata de una
situación en la que un país pretende, de manera autosuficiente, producir todo lo que
consume. En nuestro tiempo, un ejemplo de un país autárquico puede ser Corea del Norte,
si bien no se encuentra del todo en esta situación, pues comercia con China y su vecino,
Corea del Sur.

Costo de oportunidad: es el sacrificio o la renuncia que debe hacer un productor o un país


para producir un bien en términos de otro. El productor se encuentra, pues, en una
disyuntiva, en la que para producir más de un bien, debe elegir menos de otro.

Costos constantes: se producen cuando se renuncia a la misma cantidad de un bien para


producir una unidad adicional de otro bien. Son llamados costos ricardianos y se
caracterizan por ser representados con una línea recta.

Costos crecientes: tienen lugar cuando se renuncia a cantidades mayores de un bien para
producir otro y ello ocurre porque los factores o recursos no son de igual manera
productivos al pasar de una actividad a otra, por ejemplo, al invertir recursos que antes
estaban destinados al capital, a la tierra. Los costos crecientes se representan con una curva
cóncava.

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Cuotas de importación: se trata de una restricción cuantitativa en términos del número de
bienes importados que puede entrar efectivamente a una economía. De acuerdo con la
OMC, estas prohibiciones o restricciones pueden aplicarse mediante contingentes,
procedimientos para el trámite de licencias de importación o exportación, o por medio de
otras medidas. Aunque en el artículo XI del GATT se prevé la eliminación general de las
restricciones cuantitativas, está permitido aplicar estas restricciones en determinadas
circunstancias.

Precio de compensación del mercado: es el precio en la economía internacional por debajo


del cual no hay incentivos para que un país se especialice, pues es más barato producir la
mercancía localmente que importarla. Se trata de un punto en la curva de oportunidad
creciente en el que se alcanza un punto de equilibrio en el que, por debajo del cual, la
especialización en la producción de un bien genera pérdidas para un país; implica entonces
que la especialización debe ser parcial: hasta donde el mercado lo permite. Por ejemplo, si
por los términos del intercambio son 6 caja de botellas de vino por un automóvil, no tiene
sentido que un país se especialice por debajo del punto en el mercado internacional paga,
digamos, 5 botellas de vino por un automóvil.

Salvaguardias: consisten en medidas restrictivas a las importaciones que una economía


puede tomar temporalmente para proteger su economía. De acuerdo con la OMC, se
definen como medidas de urgencia con respecto al aumento de las importaciones de
determinados productos cuando esas importaciones hayan causado o amenazan causar un
daño grave al rubro de producción nacional de un país importador.

Ventaja absoluta: consiste en la ventaja que tiene un país sobre otro para producir más de
bien, en virtud de una mayor abundancia de un factor productivo determinado. El término
fue acuñado originalmente por Adam Smith (1723-1790), quien en su obra la Riqueza de las
Naciones (1776) se preguntaba por la productividad de los países. Entonces, un país con
ventaja absoluta, es un país con mayor productividad.

Ventaja comparativa: la ventaja comparativa consiste en la capacidad de un país de


producir más de un bien incurriendo en menos costos, comparado con otro. De acuerdo

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con David Ricardo (1772-1823), Portugal puede tener una ventaja absoluta en la producción
de vinos y telas al usar menos factores productivos que Inglaterra. No obstante, el costo de
oportunidad de Portugal para producir vino es menor que al producir tela, mientras que en
el caso de Inglaterra el coste de oportunidad de producir tela es menor. De ese modo, si
Portugal se especializa en la producción de vinos e importa telas, e Inglaterra se especializa
en la producción de telas e importa vino, los países pueden obtener un beneficio de su
ventaja comparativa al especializarse en los productos que les suponen menos costo de
oportunidad.

Para lectura posterior:


-Joseph M. Grieco y G. John Ikenberry (2003) State Power and World Markets: The
International Political Economy. New York: W.W. Norton
- Para profundizar en el caso chileno: Ffrench-Davis, Ricardo (2005) Reformas para
América Latina: después del Fundamentalismo Neo-Liberal. Buenos Aires: Siglo XXI.

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