Está en la página 1de 1

Un poema de Alejandra Pizarnik dice “yo no hablo con mi voz, si no con mis

voces”.La primera vez que escuché este poema fué en una clase, rodeada de voces
desinteresadas por el tema a tratar, me acuerdo que estábamos introduciendonos al
extrañamiento, y mi profesora nos llevó diversos fragmentos de poemas y textos de
ciertos escritores que hablaban de el valor que la escritura, este espacio, tenía para
ellos. Es un tema que me interpela muchísimo, no es el caso de mis compañeros,
que mientras se les presentaba a la reina de la tristeza, ellos organizaban la previa
para el fin de semana. En fin, cada uno con sus gustos, pero que impotencia me dan
estos ambientes, que atrofian mi capacidad de tolerancia. La falta de atención me
desespera. Por eso hoy me trasladé- no realmente- a un café en alguna epoza lejos
de la mía. Está sonando jazz.- estoy escuchando tango electro-. Unas mujeres
grandes, conservadoras, miran mal a una señorita con minifalda. Yo disfruto de un
libro de Alejandra Pizarník(la copia de poesías completas que me prestó mi amiga,
en mi lugar de ensueño esta edición todavía no se editó, mientras tomo un café
cortado -estoy escribiendo en mi computadora portátil-. Observo a la gente que me
rodea, mis compañeros de esta tarde. Que loco es estar constantemente en
contacto con otros, y como máximo, conocer la vida de 3 personas, y ni siquiera. No
es que nos interesa saber más que esto. Aunque si escucho, a una chica un par de
años mas grande que yo hablando

También podría gustarte