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Arquitecturas en braille: Nueva York.

Gloria Sánchez Pérez


VI Convocatoria Beca de Investigación ‘Fundación Arquia’/
‘Real Academia de Bellas Artes de San Fernando’.
“La fuerza de un buen proyecto reside en nosotros mismos y en
nuestra capacidad de percibir el mundo con sentimiento y razón.
Un buen proyecto arquitectónico es sensorial.
Un buen proyecto arquitectónico es racional.”
Peter Zumthor, ‘Enseñar arquitectura, aprender arquitectura.’

ÍNDICE.

La atmósfera previa.

1. Objeto y ámbito de actuación.

1.1 Nueva York como punto de partida.

1.2 Selección de los casos de estudio.

2. Marco teórico y conceptual.

2.1 La vuelta a la supremacía del tacto.

2.2 Invidencia y arte.



2.3 La era digital.

2.4 Arquitectura universal.

3. Objetivos.

3.1 Un paso más hacia la accesibilidad.

3.2 Búsqueda de igualdad.

3.3 Familiarización con el lenguaje adaptado.

3.4 Extrapolaridad del proceso.

3.5 Retroalimentación de nuestro ejercicio profesional.

4. Metodología.

4.1 Trabajo de campo.



4.2 Creación de un nuevo lenguaje.

4.2.1 El lenguaje cecográfico.

4.3 Experimentación con los dispositivos tecnológicos.

4.3.1 The Andrew Heiskell Library.

5. Fuentes.

Imagen de portada. Impresión en relieve de la isla de Manhattan señalando los diferentes barrios que la componen.
Documento de autor, 2020.
La atmósfera previa.

Este proyecto de investigación surge de la convergencia de tres aspectos importantes a lo largo


de mi desarrollo profesional y personal, como no puede ser de otra manera, que llevan años
retroalimentándose. Considero que nuestros intereses y experiencias personales siempre encontrarán
cabida en la práctica profesional y que una práctica nunca será profesional si no se vuelca en el
proyecto de una manera personal.

Por un lado, la fenomenología. Esta corriente idealista subjetiva propone el estudio del mundo
a través de la conciencia del individuo y la interpretación del mismo según sus propias emociones,
sensaciones y experiencias. La arquitectura se empezó a interesar por dicho pensamiento de manera
especial desde mediados del siglo pasado, a través de la figura de Maurice Merleau-Ponty, y continuó
con arquitectos y pensadores como Christian Norberg Schutz, Steven Holl, Juhani Pallasmaa y Peter
Zumthor. En mi caso concreto, la aproximación y descubrimiento fueron de la mano de este último
y su conferencia ‘Atmosferas’, y durante mis años de estudio y experiencia profesional siempre me
han acompañado en la práctica arquitectónica.

El uso de las nuevas tecnologías a favor de la arquitectura, es decir, las nuevas técnicas de diseño
asistido por ordenador, aparecen para pensar, dibujar y mostrar lo pensado, pero sin llegar a sustituir
nunca a las antiguas herramientas, como la mano a la hora de dibujar y diseñar. Así como ocurre
también con las nuevas técnicas en la impresión y corte láser para la fabricación de maquetas.
Maquetas para terminar de entender espacios en tres dimensiones, que permiten, por ejemplo, crear
moldes sobre los que verter cera derretida para obtener un determinado volumen deseado y poder
ser manipuladas, en última instancia, mediante las manos como un acto de registro de experiencias.

Por último, y quizás el más definitivo, la experiencia personal de nuevo al encontrarme, durante
mis años de aprendizaje arquitectónico, dentro de una familia con personas invidentes que, de
alguna manera, “me adoptaron” y me enseñaron su fantástico mundo. Junto a ellos aprendí a mirar,
sentir y experimentar de una manera nueva, desde otra perspectiva. Con ellos, el simple hecho de
caminar por la calle me hizo descubrir situaciones que antes consideraba triviales o incluso pasaban
desapercibidas. Y de repente, se pusieron de manifiesto ante mi los cambios mínimos de cota en
las solerías, la rugosidad del suelo, la luz del sol y el consecuente cambio de temperatura sobre mis
mejillas al encontrarme cruzando la calzada, la importancia de los pequeños sonidos en la calle o los
ecos del mismo en los espacios cerrados.

Al alinearse estos tres aspectos provocaron en mí la necesidad de crear y emprender este nuevo
camino en el desarrollo de mi ejercicio como arquitecta. Supe entonces que había encontrado un
proyecto digno de mostrarle toda mi atención y que, debido a este vínculo especial que me une a él,
es capaz de intrigarme y motivarme como la que más a cada paso que doy en este acercamiento a
una arquitectura que vuelve a conmover con las manos.

Maqueta de las viviendas sociales en Mulhouse del arquitecto Duncan Lewis, volúmenes de cera derretida sobre un
molde de madera DM y capas de metacrilato representando las estructuras vegetales. Proyecto de autor, 2016.
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1. Objeto y ámbito de estudio.

1.1 Nueva York como punto de partida.

La ciudad de Nueva York es un punto obligado en cualquier mapa de viajero. Encontramos en ella
el reflejo de la cultura actual y posiblemente las mejores representaciones de toda disciplina: arte,
moda, ciencia, tecnología y, como no podía ser de otra manera, también de arquitectura. Nueva York
es, en palabras del propio Kenneth Frampton, “la capital del siglo XX” y seguramente aún, durante
décadas, en el siglo XXI.

En enero de 2019 viajé a esta ciudad y recorrí todos sus lugares emblemáticos: edificios, plazas,
calles, museos... Visité todas las ‘atmósferas’ que, tanto las guías más genéricas como las más
especializadas en arquitectura, nos recomiendan y aconsejan repetidamente visitar una y otra vez.
Recorrí su cuadrícula de calles y avenidas de 1811, conformada por los cartesianos rascacielos que las
encierran como desfiladeros. Visité los espacios libres del territorio diseñado en 1858 por Frederick
Law Olmsted. Me introduje en la Grand Central Station de 1871, en el Midtown de Manhattan y jugué
con el efecto que produce la bóveda tabicada ignífuga capaz de transportar el sonido de una esquina
de la misma a la otra, una de las grandes obras del arquitecto valenciano Rafael Guastavino, el recién
reconocido como ‘El arquitecto de Nueva York’. Pude perderme, silenciosamente, dentro del Stephen
A. Schwarzman Building, edificio principal de la Biblioteca Pública, para disfrutar de la inmensidad de
la Rose Main Reading Room. Una sala espectacular de más de noventa metros de largo y dieciséis
de altura, con frescos en el techo, miles de libros alineados en diferentes niveles de estanterías y
gigantescas mesas de roble.

Innumerables experiencias que todos conocemos o hemos oído sobre Nueva York y que, sin embargo,
no están al alcance de cualquiera. La arquitectura, dentro de las artes, tiene una particularidad que
la diferencia de todas las demás, y es su capacidad y obligación de ser funcional. La arquitectura
resuelve problemas, mediante la constante creación de herramientas que los resuelvan, de tal manera
que una buena arquitectura, más allá del “juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo
la luz (…)”, debería ser capaz también de pensar y dar cabida a todos los colectivos de la sociedad
que la habitan.

El objetivo de esta investigación no es más que trabajar sobre la idea de facilitar ese mismo viaje
que yo pude hacer al colectivo de personas con visibilidad reducida o invidentes. Para ello, ajustaré
el marco de actuación a la isla de Manhattan, pues considero que dentro de la misma se ubican
las arquitecturas más representativas de la ciudad, acotando de esta manera la intervención.
Una investigación que deberá empezar, en primer lugar, por un estudio de su trama urbana, para
traducir su retícula ortogonal representativa de la misma, a un lenguaje que va más allá de las dos
dimensiones y que nos permita con posterioridad poder situar sobre ella todos aquellos lugares,
enclaves o edificios que considero de interés para que los invidentes puedan conocer más y mejor
dicha ciudad y su arquitectura. Estos lugares serán ‘redibujados’, hasta el punto en el que una vez
entendidos y estudiados pueda trasladarlos a un lenguaje capaz de ser interpretado, mediante
mapas en relieve y maquetas adaptadas.

Fotografía nocturna de la ciudad de Nueva York desde el mirador del Empire State Building. Imagen de autor, 2019.

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1.2 Selección de los casos de estudio.

[01] Central Park, Frederick Law Olmsted y Calvert Vaux, 1857.


[02] Flatiron Building, Daniel Burnham, 1902.
[03] New York Public Library, Carrere y Hastings, 1911.
[04] Gran Central Terminal, Reed & Stem, adaptación posterior Warren & Wetmore, 1913.
[05] Woolworth Building, Cass Gilbert, 1913.
[06] Chrysler Building, William Van Allen, 1930.
[07] McGraw Hill Building, Raymond Hood, 1931.
[08] Empire State Building, William Lamb, 1931.
[09] Rockefeller Centre, Raymond Hood, 1940.
[10] Lever house, Gordon Bunshaft + Natalie de Blois [Skidmore, Owings and Merrill], 1952.
[11] Manufacturers Trust Bank, Charles Evans Hughes III + Gordon Bunshaft [Skidmore, Owings & Merrill], 1954.
[12] Seagram Building, Ludwig Mies van der Rohe + Philip Johnson, 1958.
[13] Headquarters of the United Nations, Harrison & Abramovitz, 1959.
[14] Solomon Guggenheim Museum, Frank Lloyd Wright, 1959.
[15] PanAm/ MetLife Building, Emery Roth & Sons, Pietro Belluschi + Walter Gropius, 1963.
[16] Ford Fundation Building, Kevin Roche, 1968.
[17] Withney Museum of American Art, Marcel Breuer, 1968.
[18] Lincon Center Master Plan, Wallace K. Harrison, 1968
[19] The Julliard School, Pietro Belluschi, 1969.
[20] Citicorp Center, Hugh Stubbins, 1978.
[21] Lipstick Building, John Burgee y Philip Johnson, 1986.
[22] AT&T Sony building, Philip Johnson, 1984.
[23] Storefront for art and architecture, Steven Holl, 1993.
[24] New Museum of Contemporary Art, SANAA, 1995.
[25] LVHM Building, Christian de Portzamparc, 1999.
[26] American Folk Art Museum, Tod Williams y Billie Tsien, 2001.
[27] Austrian Cultural Forum, Raimund Abraham, 2002.
[28] Museum of Modern Art (MoMA), Yoshio Taniguchi, 2005.
[29] Top of the Rock, Gabellini Sheppard, 2005
[30] Apple Store 5º avenida, Bohlin Cywinski Jackson, 2006.
[31] Ampliación Morgan Library, Renzo Piano, 2006.
[32] Hearst Tower, Norman Foster, 2006.
[33] The New York Times Building, Renzo Piano, 2007.
[34] IAC Building, Frank Gehry, 2007.
[35] MAD Museum of Arts, Brad Cloepfil, 2008.
[36] Beekman Tower, Frank Gehry, 2010.
[37] High Line, James Corner Field Operations, Diller Scofidio + Renfro, y Piet Oudolf, 2014.
[38] National September 11 Memorial & Museum, Davis Brody Bond, 2014.
[39] Ampliación Withney Museum, Renzo Piano, 2015.
[40] Ampliación Modern of Art Museum (MoMA), Diller Scofidio + Renfro, 2019.

Propuesta de los comisarios Simeon de Witt, Morris y Jhon Rutherford, para la retícula de Manhattan, Nueva York, 1811.

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2. Marco teórico y conceptual.

A la hora de describir el escenario que rodea la germinación de este estudio, veo necesario explicar
la existencia de cuatro hechos o factores que conviven y se relacionan entre sí provocando una
reflexión, una pausa donde pararme a pensar hacia dónde quiero dirigir mi ejercicio dentro de la
disciplina de la arquitectura.

2.1 La vuelta a la supremacía del sentido del tacto.

“Los bienes de consumo lanzados en todo el mundo, mediante las técnicas


hiperbólicas de la publicidad, sirven para reemplazar nuestras conciencias y
difuminar nuestra capacidad reflexiva.”
Steven Holl, ‘Hielo fino’.

Hoy en día, vivimos en la sociedad de la imagen predominante sobre todo lo demás. Nos gusta
aquello cuya apariencia nos atrae, lo que nos venden los medios de comunicación y las nuevas
tecnologías, que llega a calar incluso en nuestra forma de relacionarnos. Rechazamos la fruta que
etiquetamos rápidamente como ‘fea’ porque no es una esfera perfecta o simplemente tiene un
golpe, una zona más oscura, sin darle un segundo a la posibilidad de que el sabor de ésta será el
mismo o, en algunos casos, incluso mejor. Sin valorar que existe la posibilidad de que aquella que
consideramos perfecta lo es sólo porque ha sido modificada precisamente para atraernos.

Estamos en la era de la contaminación visual. Al final del día recibimos más del triple de información
de la que nuestro ojo y nuestro cerebro pueden retener y, por tanto, no se almacena en nuestra
conciencia. Se trata de todo aquello que vemos pero no miramos, lo que pasamos por encima,
desapercibidos, y que en consecuencia no entendemos.

La vista se ha considerado como el más noble de nuestros sentidos, hasta el punto que encontramos
referencias de ello en frases coloquiales del día a día, usando ‘ver la luz’, cuando alguien ha descubierto
una verdad, o ‘visión clara’, como sinónimo de conocimiento, ideas derivadas de textos filosóficos
de grandes pensadores como Platón o Heracles. Nuestro pensamiento ocular-centrista viene dado
desde nuestra época clásica y se ha ido reforzando y afirmando hasta nuestros días gracias a los
avances y descubrimientos tecnológicos. Vista y oído son ahora nuestros sentidos privilegiados
frente a los otros tres que han quedado desplazados por los código de cultura.

Y sin embargo, nos damos cuenta de que esta hegemonía de la vista nos está llevando a una situación
de aislamiento en determinadas circunstancias, un distanciamiento dado puesto que, en una relación
entre aquello que vemos y nosotros mismos, no existe una conexión directa, un contacto físico. Esta
carencia de vínculo directo es precisamente la que alimenta el mundo de la magia. Todos los magos
basan sus representaciones en jugar con lo que vemos, el valor de un verdadero mago está en su
habilidad para centrar nuestra atención en aquello que él quiere que miremos y en su agilidad en
aprovechar ese segundo de distracción para esconder todo lo demás.

De izq. a der. ‘La incredulidad de santo Tomás’, Caravaggio, 1602. ‘El tacto’ dentro de la serie ‘cinco sentidos’, Jose de
Rivera, 1632. ‘Dibujar el espacio’, José Díaz Azorín, 1998.
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‘El ojo es el órgano de la distancia y de la separación, mientras que el tacto lo es de
la cercanía, la intimidad y el afecto. El ojo inspecciona, controla e investiga, mientras
que el tacto se acerca y acaricia… Durante experiencias emocionales abrumadoras
tendemos a cerrar el sentido distanciante de la vista; cerramos los ojos cuando
soñamos, cuando escuchamos música o acariciamos a nuestros seres queridos.”
Juhani Pallasmaa, ‘El significado de la sombra’.

Todo lo contrario ocurre cuando utilizamos el sentido del tacto, puesto que mi relación con el objeto
sólo se produce al tocarlo. Aquí no hay cabida para el truco. Esta modalidad sensorial es capaz de
integrar mi experiencia en el mundo a través de mi propia presencia, puedo comparar un objeto,
su peso, su escala o su temperatura, gracias a la relación de sus parámetros con los de mi propio
cuerpo. En ese reconocimiento de la realidad yo soy mi lugar de referencia, mi punto de partida, y
al percibir lo que me rodea entiendo y constato mi presencia en el mundo. Podríamos decir que la
vista aisla mientras que el tacto une.

Si analizamos cómo afecta el predominio de la vista dentro del ámbito de la arquitectura, nos
encontramos con su grandes aliados, el ordenador y los dibujos digitales. Habiendo nacido en los
años 90, el ordenador es un objeto con el que estoy totalmente familiarizada y, por lo tanto, no
voy a negar su potencial como herramienta a la hora de agilizar procesos y automatizarlos. Y justo
ahí se encuentra el problema fundamental de este dispositivo, no todo puede ser mecanizado y
computerizado. Un proceso creativo es un proceso de ida y vuelta, donde cada paso que se da se
afianza al volver sobre el mismo. He podido comprobar en mi propio aula las dificultades de algunos
de mis compañeros a la hora de proyectar como consecuencia de un uso abusivo del ordenador
desde el primer instante.

“El ordenador crea una distancia entre el hacedor y el objeto,


mientras que el dibujo a mano, así como trabajar con maquetas,
colocan al proyectista en un contacto háptico con el objeto o espacio.”
Juhani Pallasmaa, ‘Tocar el mundo’.

La pantalla del ordenador provoca una relación impersonal, con el fácil movimiento de zoom del
ratón, se pierde la escala, la noción de dimensiones, el sentido del todo al pensar en el detalle y
del detalle al pensar en el todo. Porque se divide y se fragmenta, se aplana nuestra imaginación.
Esta carencia se ponía de manifiesto una vez más cuando producían documentos físicos, éstos
manifestaban una falta de conocimiento para la valoración de las líneas y los elementos en el dibujo;
como jugar con los grosores, las distintas tonalidades, los sombreados, el espacio en blanco… En
definitiva, como la máquina se volvía en contra de ellos.

Este distanciamiento producido por las tecnologías es también palpable en algunos edificios, es
curioso como aquellos entornos donde abundan los avances tecnológicos, como puede ser el caso
de los hospitales o los aeropuertos, son también los lugares que nos hacen sentir más extraños, más
distantes y más solos. Ésto es debido a la falta de identificación con ellos, no existe conexión.

De izq. a der. ‘Unité d’Habitation, Prefabricated Cell’, Le Corbusier, 1946. Lucien Hervé, Las manos de Le Corbusier en el
cabañon de Cap-Martín, 1952. Jørn Utzon trabajando en la maqueta de la Ópera de Sydney, 1957.
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La arquitectura es la comunicación desde el cuerpo del arquitecto directamente con el de la persona
que encontrará la obra, encuentro que se producirá en un momento distinto en el tiempo. Si no
existe una conexión directa entre el creador y el objeto creado, difícilmente seremos capaces de
conmover más tarde al futuro usuario.

Todo proyecto surge a partir de la realización de un objeto con las manos. Cuando proyectamos, son
estas el vehículo que se mueve entre el mundo de la materia y el pensamiento, haciendo posible
nuestras ideas, fijándolas y precisándolas hasta convertirlas en algo construible. La posibilidad de
recorrer ese camino en el que nuestras ideas pasan a incorporarse al mundo de la realidad viene dada
a través de bocetos, croquis, maquetas, collages… Objetos artesanales que recogen sucesivamente
las acciones de pensar, dibujar y construir.

El término artesanía, en palabras del propio Richard Sennett, habla de la habilidad de hacer las cosas
bien, el impulso humano duradero y básico de llevar a cabo una tarea buscando su mejor resultado,
proceso en el que el individuo se ve recompensado con una sensación de orgullo por el trabajo
realizado. La arquitectura es también un trabajo artesanal y es por eso que no es extraño encontrar
algunos grandes arquitectos que, antes de convertirse en ello, tuvieron una experiencia previa en
con el mundo de la artesanía. Este es el caso, por ejemplo, de Peter Zumthor quien pasó su juventud
trabajando como ebanista. Dicha etapa de su vida le aportó una gran sensibilidad, la capacidad de
entender los materiales y ‘escucharlos’ para poder saber como utilizarlos posteriormente en sus
proyectos.

Como podemos observar, el papel protagonista de las manos, del sentido del tacto, en procesos
creativos no es un concepto nuevo a descubrir. Y es que el hombre no siempre ha estado dominado
por la vista. Autores y artistas a lo largo de la historia han debatido esta cuestión y hablado en sus
obras de una jerarquía de los sentidos, donde el tacto era considerado como el padre de todos los
demás. Puede que la arquitectura necesite de las permanencias que se esconden tras los olvidos,
tanto como de la ilusión por el hallazgo de volverlas a encontrar.

“Todos los sentidos, incluida la vista, son prolongaciones del sentido del tacto; los
sentidos son especializaciones del tejido cutáneo y todas las experiencias sensoriales
son modos de tocar y, por tanto, están relacionados con el tacto.”
Juhani Pallasmaa, ‘Tocar el mundo’.

Este ejercicio busca abogar por una arquitectura sensorial en medio de un mundo comercial que
bombardea nuestros sentidos, saturándonos de estímulos perceptivos. Refundar esa actitud por el
encuentro con el mundo desde la arquitectura, poner en crisis la hegemonía de lo visual en todos
los frentes del arte y la arquitectura, reflexionando sobre los edificios producidos en la actualidad.
Al volver a trabajar con las manos como nuestras principales herramientas de reconocimiento, de
producción, recuperaremos esa conexión que existe cuando el arquitecto empieza a crear y no
se sabe bien qué fue primero, si la imagen en su cabeza o la línea en el papel, donde ambos se
complementan y se enseñan. Un trabajo de identificación, de empatía y de compresión corporal y
mental, a través de nuestro propio cuerpo, que recupera esa anhelada íntimidad.

De izq. a der. Dolores Engle y Albert Woods trabajando en la maqueta desmontable del ‘Jungle Gym’, 1959li. Jørn Utzon
trabajando en su propuesta ‘Espansiva’, 1969. Maqueta de concurso biblioteca en Jussie, OMA, 1992.
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2.2 Invidencia y arte.

Desde las distintas formas del arte a lo largo de la historia, se ha buscado dar cabida a las personas
invidentes. Empezando por la literatura, gracias a Louis Braille y su desarrollo de un lenguaje
cecográfico, que fue bautizado con su mismo nombre en 1825, las personas ciegas han contado con
una herramienta válida y eficaz para leer y escribir. En todo el mundo existen centros de adaptación
de libros y documentos accesibles para personas ciegas y deficientes visuales graves. Entre los que
destacan el NLS de la Biblioteca del Congreso en Estados Unidos y la Red de Adaptación del Servicio
Bibliográfico de la Organización Nacional de Ciegos Españoles.

En el ámbito de la música, Gabriel Abreu, un profesor ciego de dicha materia en España, desarrolló
en 1854 un código basado en el braille creando una correlación entre el alfabeto y las siete notas
musicales, así como de todos los símbolos necesarios para una completa representación del lenguaje
de pentagramas.

Mientras tanto, en el campo de la pictórica numerosos museos alrededor de todo el mundo ofertan
sus visitas adaptadas para personas invidentes. En ellas se utilizan distintas técnicas de acercar al
usuario a la obra a través del tacto gracias al uso de guantes plásticos para tocar las obras originales,
la existencia de reproducciones a escala de esculturas o, incluso la creación de maquetas, mediante
tecnología 3D, de los cuadros. Ideas heredadas seguramente de la acción del propio artista francés
Constatin Brancusi, el cual expuso en 1917 su ‘Escultura para ciegos’ en Nueva York oculta en una
bolsa de tela, de modo que solo podía experimentarse mediante el sentido del tacto.

En el caso concreto de ‘la ciudad que nunca duerme’ podemos encontrar ejemplos de estas visitas o
artes accesibles en sus principales museos. El Museo de Arte Moderno (MoMA) cuenta en su programa
con una actividad mensual en la que personas invidentes pueden disfrutar de una visita guiada con
descripciones visuales de las obras de arte y participar después en debates sobre gran variedad
de temas, artistas y exposiciones. Por su parte, el Museo Metropolitano de Arte (Met), además de
una colección de objetos táctiles y visitas guiadas con descripción, ofrece un amplio abanico de
actividades y talleres específicos que buscan la experimentación con materiales y técnicas de dibujo.

En un acercamiento al campo de la arquitectura por parte de un espacio de museología, cabría


destacar la labor del Museo Tiflológico de la fundación ONCE en Madrid, inaugurado en 1992. Este
edificio cuenta en su interior con una colección de maquetas de monumentos arquitectónicos de la
historia organizados en dos salas, dependiendo de su carácter nacional o internacional. Encontramos
en él obras como el Coliseo de Roma o la Sagrada Familia de Barcelona, edificios que en la vida real,
debido a sus dimensiones, no son accesibles al tacto ni a la vista. Con la gran ventaja del carácter
tridimensional de las maquetas y gracias a una elección intencionada de sus materiales y dimensiones
para facilitar su lectura, permite a los usuarios observar el objeto desde diferentes puntos de vista y
a diferente nivel de detalle, posibilitando a su vez una idea panorámica de su conjunto. El objetivo
principal de esta iniciativa fue el deseo de ofrecer a las personas ciegas la posibilidad de acceder a un
museo de forma normalizada, sin que la deficiencia visual grave constituyera una barrera insalvable
a la hora de estudiar o disfrutar de las piezas.

De izq. a der. Estudiante invidente ’tocando’ la obra ‘La flagelación de Cristo de Caravaggio’, 2016. Visitas guiadas para
invidentes en el ‘Museum of Modern Art’, 2015.
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2.3 La era digital.

El siglo XX se ha caracterizado por ser el siglo de la revolución tecnológica. Contamos con todo tipo
de dispositivos digitales y aplicaciones que buscan facilitarnos o ayudarnos en nuestro día a día.
Estos avances tecnológicos abarcan todos los campos de aplicación y, como no podía ser de otra
manera, también se ha buscado dar respuestas y soluciones en la materia de la accesibilidad. En
el año 2010, el iPhone, dispositivo de la compañía Apple, se convirtió en accesible para personas
invidentes y supuso toda una revolución. Desde aquel momento, el usuario invidente pudo disfrutar
autónomamente del dispositivo y, a su vez, de las numerosas aplicaciones que se desarrollan
específicamente enfocadas en este colectivo. Dos de las aplicaciones que mejor opinión reciben
hasta el momento debido al gran abanico de situaciones que ayudan a simplificar son:

Seeing AI
Una aplicación gratuita que gracias a la eficacia de la inteligencia artificial es capaz de explicar el plano
visual y describir personas, textos y objetos cercanos. Es decir, se basa en la captura de imágenes
por parte del usuario a través de su dispositivo móvil y ella será capaz de diferenciar si se trata de
un texto, una escena, un código de barras o un billete, dándole al usuario la respuesta adecuada
en cada caso, ya sea reconociendo el formato texto y leyéndolo, haciéndole una descripción de la
escena o mostrando información precisa que toma de su amplia base de datos, en el caso de los
códigos o los billetes.

NaviLens
Esta aplicación, en pleno desarrollo por la Universidad ‘Miguel Hernández’ de Elche, utiliza un
sistema de marcadores artificiales de larga distancia y alta densidad. El usuario puede capturar
dichas etiquetas a través de la cámara de su móvil y automáticamente recibirá una audio-descripción
de su contenido. Dicho software ha cruzado fronteras internacionales y, el pasado mes de octubre
de 2019, el metro de Nueva York empezó a implantar etiquetas NaviLens en una de sus estaciones
más concurridas, con el objetivo de que personas invidentes puedan conocer las líneas y los tiempos
de paso, reforzando su autonomía.

Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer en esta materia, debido a que, una vez más,
nos encontramos el mismo problema, ese distanciamiento del objeto observado y el observador. Se
trata de aplicaciones basadas principalmente en el uso de la cámara de un objeto ajeno al cuerpo
del usuario. Un dispositivo donde se pierde la distancia, la medida; donde un discurso lineal describe
algo frío y ajeno a mi conciencia de yo en el mundo; una máquina limitada frente a la capacidad del
ser humano de interpretar atmósferas.

Este proyecto de investigación busca apoyarse en los avances en materia tecnológica que existen
actualmente e incluso aquellos que se encuentran en pleno desarrollo, considerándolos como
herramientas útiles para facilitar y agilizar procesos, pero priorizando que nunca se pierda esa
conexión directa entre el usuario y aquello que le rodea, que en el caso concreto de la invidencia se
basa en la presencia imprescindible del sentido del tacto.

De izq. a der. Dispositivo Iphone mostrado algunas de las aplicaciones específicas para invidentes. Metro de Nueva York
con las etiquetas de NaviLens.
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2.4 Arquitectura universal.

Es el momento de repensar, desde nuestro rol como arquitectos, cómo podemos sumarnos a estas
acciones y aportar nuestro granito de arena en la inclusión de este colectivo. Diseñar ciudades para
invidentes, darle la vuelta a nuestros procesos y proyectar empezando por la accesibilidad, donde
las personas que carecen de problemas de visión estarán más que incluidas.

Una de las figuras más destacadas y fundamentales dentro de dicha labor es Chris Downey, un
reconocido arquitecto de la ciudad de San Francisco, quién perdió la vista tras una operación de
extracción de tumor cerebral. Downey, no solo no cesó en su ejercicio de la arquitectura, sino que
aportó una nueva forma de actuar y entender las ciudades y sus espacios. Al volver a retomar el
ejercicio de su profesión tras el incidente, se dio cuenta de que no solo era necesario que él se
adaptara a su nueva condición, sino que también el propio entorno, la ciudad y la sociedad, tenían
que adaptarse a sus necesidades, había que incluir el concepto de accesibilidad desde el primer
momento en el que se inicia un proceso de diseño.

Fue entonces cuando fundó ‘Architecture for the Blind’, un despacho especializado en arquitectura
para invidentes, que no sólo crea espacios, si no que los entiende a un nivel sensorial, por lo que
los diseños son altamente inclusivos y cómodos para las personas con disminución visual. Poniendo
especial cuidado en las texturas de los materiales, la consonancia entre los mismos, las diferentes
temperaturas, o cuestiones como la acústica, consigue crear espacios con base a los sentidos capaces
de ofrecer una interacción social.

Entre las principales aportaciones a nuestra disciplina por parte del autor se encuentra el braille
para leer los planos mediante la impresión de estos en relieve y la utilización de Wikki Stix, unas
delgadas barras de ceras flexibles y moldeables, con las que puede modificar los planos hasta
obtener la distribución deseada. Con este sistema, como si se tratara de un juego de niños, recupera
la creación de arquitectura desde la experimentación y manipulación de las piezas con sus propias
manos, recuperando su carácter artesanal. Además de todo lo anterior, es destacable su labor social,
ofreciendo conferencias en la que explica tanto sus proyectos como su capacidad para enriquecer
su vida, y su práctica, a partir de lo que parecía en un primer momento un obstáculo, dando voz y
visibilidad al colectivo que representa.

En España encontramos también colectivos persiguiendo lo que ha pasado a denominarse como


accesibilidad universal. Dicho concepto se puede definir como la necesidad de desarrollar ciudades,
espacios, edificios y servicios que sean accesibles a toda la población, de modo que una persona
con discapacidad, sea esta de la naturaleza que sea, no vea interrumpida o dificultada la realización
de sus actividades o su disfrute del espacio. Un ejemplo de esta iniciativa es la firma PMMT de
arquitectura, fundada por Maximià Torruella y Patricio Martínez, y su nueva sede en Barcelona.
Ellos abogan por la inclusión a través de estrategias como la creación de un itinerario señalizado
con pavimento podotáctil a través de todo el espacio, simbología puntiforme en las manillas de las
puertas, o la colocación de un mapa táctil a la entrada del recinto con los nombres de las distintas
estancias en diferentes lenguas, incluido el braille.

De izq a der. Chris Downey trabajando sobre un plano de arquitectura impreso en relieve de puntos, 2010. Fotografía
“He hecho arquitectura por tanto tiempo que puedo hacerlo con los ojos cerrados”, 2011.
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3. Objetivos

3.1 Un paso más hacia la accesibilidad.

La creación de estos documentos físicos facilitará la accesibilidad de personas invidentes a las


distintas arquitecturas de la ciudad, a participar de dichas experiencias y a su autonomía a la hora de
moverse y realizar actividades sin distinción. Los textos o descripciones habladas, no son suficientes
para poder expresar espacio en su conjunto, puesto que se tratan de procesos lineales, en una sola
dirección, donde el discurso guía la atención del receptor dejando atrás cada paso al descubrir el
siguiente. Esto no ocurre con el sentido del tacto, el individuo puede volver a estudiar, a recorrer una
y otra vez recovecos que pasó desapercibidos en su primera exploración, a analizar en detalle. Puede
ir sumando conocimiento sobre el objeto, como si se tratara de un puzle en su mente, puesto que
puede conectar toda la información al usar sus dos manos a la vez. Existe entonces una conciencia
de dimensiones al compararlas con su propio cuerpo y el conocimiento ya no es lineal, sino que se
trata de una red de información que conforma un todo.

3.2 Búsqueda de igualdad.

Debido a como se estructura y funciona la sociedad, las personas con discapacidad conforman un
grupo vulnerable que en muchas ocasiones se encuentra en situación de exclusión. Esto es debido,
en gran parte, a la falta de información o conocimiento sobre esta condición por parte de aquellos
que no conviven directamente con ella, creyendo en la existencia de unos límites desmesurados
sobre las habilidades y/o capacidades de este colectivo. Dicho pensamiento, además de ser equívoco
y subjetivo, ha provocado una restricción de sus derechos y libertades, condicionando o incluso
obstaculizando su desarrollo personal así como el disfrute de los recursos y servicios disponibles
para toda la población y la posibilidad de contribuir con sus capacidades al progreso de la sociedad.

Todo ser humano busca la realización personal, sin embargo, esta no es posible para aquellos que
ven limitados sus derechos al encontrarse con determinados servicios, procesos o entornos que
han sido concebidos sin tener en cuenta sus necesidades específicas, dejándolos fuera de juego
incluso antes de empezar. Este ejercicio busca promover la igualdad de oportunidades, dándoles a
las personas invidentes la libertad de ser partícipes activos en la visita y la experimentación de la
arquitectura de Nueva York, en iguales condiciones que el resto de la sociedad, y de empezar así a
destruir esas barreras que, en muchos casos, sólo están en nuestras mentes.

3.3 Familiarización con el lenguaje adaptado.

Actualmente rara vez vemos braille implementado en el espacio público puesto que este requiere de
espacio adicional y las personas videntes consideran que no es importante. Mi intención es abordar
este problema explorando y estudiando la forma más eficaz de crear objetos en relieve que sean al
mismo tiempo capaces de comunicar a personas invidentes, como atractivos y fáciles de leer por
personas videntes.

De izq. a der. Pauta y punzón, herramientas de escritura del lenguaje braille de forma manual. Perkins Brailler, máquina
para la escritura en braille. Imágenes de autor, 2020.
12
De esta manera, empezará un proceso paulatino de introducción del lenguaje braille a nuestro día
a día, acostumbrándonos a su presencia, para acto seguido provocar la curiosidad de entenderlo y
aprenderlo, como una forma de darle visibilidad al colectivo y de familiarizarnos con esta condición.
El braille dejará de ser algo que conocemos únicamente por estar integrado en la mayoría de
los marcadores de nuestros ascensores y se irá haciendo un hueco en todas nuestras rutinas.
Sumaremos fuerzas a las iniciativas ya existentes desde distintas empresas y organismos que buscan
ese lenguaje inclusivo en sus productos y procesos, como la colección especial braille de la famosa
marca de juguetes LEGO, que está previsto que sea lanzada este año.

3.4 Extrapolaridad del proceso.

Nueva York puede ser el punto de partida, el primer capítulo de muchos de una enciclopedia de
ciudades y grandes ejemplos de la arquitectura del mundo representadas gracias a una experiencia
táctil. Una vez realizado el ejercicio primero en la ciudad referente global, cuando se haya creado
y experimentado el proceso, con todas sus fases y sus correcciones, podría extrapolar todo ese
conocimiento para poder aplicarlo en otros lugares, a otras atmósferas.

Poder continuar la investigación y que no quede en un hecho puntual, sino que sirva como impulso
y desencadenante de otros ejercicios posteriores, con el mismo deseo y objetivo. Bastaría con
adaptarlos a cada situación, a cada nuevo entorno, a las herramientas disponibles, normativas y
organizaciones, de manera que el ejercicio continuaría perfeccionándose y actualizándose en el
tiempo, hasta llegar a tejer una red de ciudades que presentan la ocasión de que los invidentes
puedan acercarse a la arquitectura con la mayor naturalidad posible, un paso adelante en el viaje
hacia una arquitectura accesible universal.

3.5 Retroalimentación de nuestro ejercicio profesional.

Estos documentos podrán difundirse nacional e internacionalmente, pudiendo ser expuestos y servir
de escaparate a los esfuerzos de integración y normalización perseguidos para el colectivo invidente,
y a la vez, como ejercicio de reflexión en nuestra práctica profesional.

Al ponernos en la piel de los invidentes, volviendo a analizar estas arquitecturas haciendo hincapié
en el punto de vista sensorial, se pondrán en evidencia dos cuestiones. Por un lado, el papel
fundamental que la mano y el sentido del tacto, a través del dibujo y los trabajos manuales con
maquetas, desempeñan en nuestros procesos creativos, poniendo de manifiesto que debemos
aprender a gestionar el uso responsable y eficaz de las nuevas tecnologías. Por el otro, la importancia
de los cinco sentidos en nuestra forma de experimentar los espacios. Volver a poner en alza la
fenomenología y todos los agentes que la hacen posible desde el principio del proceso creativo
para así conseguir crear una arquitectura capaz de transmitir, de emocionar. Podremos analizar la
producción desmedida de la ciudad genérica de edificios estrella que buscan una imagen por encima
de lo que son capaz de provocar, de hacernos sentir, y replantearnos entonces que tipo de ciudades
queremos crear en el futuro, y añadir a nuestros procesos la búsqueda de la accesibilidad universal.

De izq. a der. Niño jugando con la nueva colección de piezas braille desarrada por LEGO. Invidente leyendo un libro de
recetas, imagen de autor. Botella de vino con escritura braille en la base de la etiqueta, imagen de autor.
13
4. Metodología.

Para llevar a cabo esta investigación, me apoyaré en la multiplicidad de soportes y plataformas


de información y desarrollo que me ofrece la ciudad de Nueva York, así como en la oportunidad
que brinda esta beca de investigación al hacer posible mi estancia en la propia ciudad, por ser la
experiencia personal un valor fundamental en el desarrollo del ejercicio que planteo.

4.1 Trabajo de campo.

En un primer lugar, visitaré todas las arquitecturas preseleccionadas buscando analizar cada una de
sus atmósferas intentando evitar la presencia predominante del sentido de la vista, la mayoría de los
puntos elegidos son popularmente conocidos y es imposible no tener una primera imagen concebida
de ellos en nuestras mentes. Se tratará por tanto, de silenciar esas imágenes para poder ser yo, mi
propio cuerpo, quien experimente y reconozca el espacio, quien toque, dibuje y por lo tanto estudie,
cada uno de sus recovecos. Una experiencia intuitiva en la que el trabajo del subconsciente será
esencial para despertar la mente desde la estimulación que producen los espacios.

Acto seguido, elaboraré una base de datos cartográfica de todos y cada uno de los enclaves elegidos
así como de la trama de la ciudad en la que se insertan, para poder posteriormente situarlos
sobre la misma, y crear un primer documento de partida que los recoja y sitúe. Para ello, me
apoyaré en los recursos bibliográficos y académicos que proporciona la universidad de Columbia
y más concretamente el GSAPP. Gracias al programa de estudiante visitante podría acceder a sus
instalaciones y disfrutar de algunos de sus exclusivos archivos que no pueden encontrarse en otra
parte del mundo. Será un privilegio tener acceso a la Avery Architectural & Fine Arts Library,
conocida por ser la biblioteca más grande del mundo y alojar en su interior materiales de archivo que
documentan entre otros, arquitectos y arquitectura estadounidenses de los siglos XIX y XX. Recogida
toda la información gráfica disponible en la biblioteca y posteriormente catalogada por casos, llegará
el momento de hacerla propia. De escoger y redibujar, pudiendo volcar entonces mis anotaciones,
sensaciones y apuntes, frutos de mi propia experiencia previa al recorrerlas.

Una vez lista dicha documentación, será necesario volver al lugar, desde un plano más consciente y
analítico. Realizar una segunda vuelta de reconocimiento, en la que anotaré y rectificaré todos los
detalles que considere que habían sido pasados por alto en el primer acercamiento, y experimentaré
en primera persona como se modifica la experiencia después de haber estudiado a fondo las
imágenes. Como se puede observar, se trata de un proceso que vuelve una y otra vez sobre si
mismo, para crecer y perfeccionarse, donde cada dibujo contiene al anterior y, sin embargo, no es
ya el mismo en una búsqueda de la sencillez. Los adjetivos simple y sencillo se diferencian en que,
mientras el primero se conforma con lo mínimo, el segundo es aquel que después de haber llegado
a su máximo explendor, selecciona lo mejor y desecha lo redundante. Si se tratara de un camino de
ida y vuelta con fin en la dificultad, simple sería el camino de ida y sencillo el de vuelta. Esta revisión
continua me servirá también para valorar y, en caso necesario, rectificar la preselección realizada de
los puntos de la ciudad, de manera que podrán incluirse o excluirse casos, según el propio desarrollo
de la investigación lo demande.

De izq. a der. La mano abierta de Chandigarh, Le Corbusier, 1951. Dibujo de Álvaro Siza de la Plaza de San Marcos en
Venecia, 1981. Papier collé preparatorio para la página 151 de ‘Le Poéme de l’Angle Droit’, 1955.
14
4.2 Creación de un nuevo lenguaje.

En una segunda fase del proyecto procederé al desarrollo de un nuevo sistema de representación de
gráficos táctiles enfocado a espacios arquitectónicos. Se trata de crear un código, una serie de reglas
y pautas, para poder trasformar y representar eficazmente cada uno de los distintos matices de una
obra de arquitectura. Este punto será el más complicado e interesante. Partimos de la realidad, de
edificios construidos y vividos en los que influyen multitud de capas de actos y sucesos que lo han
llevado a ser lo que son, una realidad tan abstracta como las miles de formas de intentar llegar a ella.
Elegir minuciosamente aquellos elementos o detalles que son no solo relevantes sino imprescindibles
para su entendimiento, y al mismo tiempo saber detectar toda información superflua y que dificulta
su compresión, para poder eliminarla con criterio.

Para el desarrollo de esta fase será fundamental un estudio a fondo del lenguaje cecográfico, así
como de las recomendaciones y directrices existentes hasta el momento en materia de elaboración
gráficos táctiles. Puesto que este proyecto de investigación se produce dentro de un marco de
diálogo y colaboración entre España y EEUU, he decidido analizar paralelamente las normativas
pertinentes al campo de investigación que nos atañe, elaboradas por las máximas instituciones en
ambos territorios, siendo estas:

El Braille Authority of North America (BANA), organismo encargado de asegurar la alfabetización


de las personas invidentes o con visión reducida a través de la estandarización del lenguaje braille
y/o gráficos táctiles en América del Norte.

La Comisión Braille Española (CBE), órgano de la ONCE que representa la máxima autoridad
en España para la fijación de normas de uso y desarrollo del sistema braille, así como la simbología
en relieve y color aplicable a láminas o cualquier otro producto utilizable por personas ciegas o con
problemas de visibilidad.

Partiendo de las normativas elaboradas por ambas instituciones, realizaré un estudio y comparativa
de las mismas en busca de puntos en común para desarrollar un lenguaje de cohesión, e idearé
soluciones para aquellos aspectos que no hayan sido contemplados previamente. Partiré pues de
unas directrices y pautas generales que tendré que desarrollar y adaptar al campo de la arquitectura.

Un ejercicio que, desde otros ámbitos de aplicación ya se ha empezado a intentar y con el que se
están consiguiendo resultados increíblemente satisfactorios. Podría citar aquí la labor de artistas
como Naomi Rosenberg, especializada en la traducción táctil de mapas y obras de arte, o Ann
Cunningham, con su producción de piezas de en 3D o libros infantiles táctiles. Sin embargo, me
gustaría destacar el trabajo de Lauren Race, quien en 2018 y como parte de su tesis doctoral,
elaboró un documento que recoge las pautas para diseñar esquemas táctiles de circuitos electrónicos
para estudiantes con baja visión e invidentes, acompañada de numerosos ejemplos donde se puede
comprobar la eficacia de la misma. Documentos que tomaré también como referencia, debido a su
contemporaneidad y su similitud con el objetivo final de mi ejercicio.

Diferentes fases del proceso interpretativo de la imagen de Frida Kahlo para conseguir producir un gráfico táctil de la
misma, obra de la artista Naomi Rosenberg, 2019.
15
4.2.1. Lenguaje cecográfico.

El braille1 es un sistema de lectura y escritura táctil basado en la impresión manual, mecánica o


informatizada de combinaciones de puntos en relieve. Los usuarios de braille leen moviendo sus
dedos de izquierda a derecha a lo largo de cada línea y es frecuente que ambas manos suelan
participar en el proceso de lectura. Dichos puntos en relieve se organizan en ‘celdas’, cada una
de las cuales esta formada por seis puntos dispuestos en dos columnas de tres puntos cada una.
Para poder identificar mejor los puntos que constituyen un carácter concreto, estos se enumeran
empezando por la columna izquierda siguiendo un orden de arriba abajo y posteriormente la columna
derecha siguiendo el mismo patrón.

Con un total de hasta 63 combinaciones distintas se pueden representar las distintas letras, números,
signos de puntuación y cualesquiera otros de signografías específicas que se deseen transcribir. La
referencia a los caracteres braille se realiza indicando la combinación de puntos que lo integran,
utilizando el número de orden asignado a cada punto y siempre en sentido ascendente, cuando se
precisa separar dos caracteres dentro de un mismo signo se utiliza un guión (-).

Las letras mayúsculas se escriben igual que las minúsculas, pero anteponiéndoles un prefijo formado
por los puntos (46), lo que hace que se consideren como tal. Para escribir las siglas se pueden
utilizar dos recursos, anteponiendo el prefijo mayúsculas delante de cada una de las letras que
forman el acrónimo, o escribiendo dos signos de mayúscula antes de la primera letra de la sigla. El
uso de puntos en las letras de las siglas es actualmente incorrecto aunque podemos encontrarlo en
textos antiguos.

Los números o cifras se construyen anteponiendo el carácter número formado por los puntos (3456)
sobre las diez primeras letras, correspondiéndose la letra ‘a’ con el número ‘1’ y la letra ‘j’ con el
‘0’. Cuando se escriban números formados por más de tres cifras, debe utilizarse el punto (3) como
separador de los grupos de tres dígitos, una excepción es el caso de los números de teléfono que no
lo incluirían. El espacio entre palabras se representa dejando una celda completa sin ningún punto
cuya referencia es (0).

Debido a que el lenguaje braille es utilizado por multitud de países y por tanto, para la reproducción
de diferentes idiomas, existen pequeñas diferencias en la utilización y en las reglas de uso del mismo
dependiendo de donde nos encontremos. Este fue el motivo que promovió la creación en 1953 del
documento llamado ‘World Braille Usage’. Conocido popularmente como la biblia en braille, se
trata de un registro y recopilación de todos los códigos braille existentes. Una base de datos donde el
individuo puede responder a sus dudas sobre donde buscar fuentes fiables del uso adecuado de las
distintas representaciones del braille en los distintos idiomas, facilitar la traducción entre los mismos,
así como promover la coherencia dentro de cada país. Su versión más actual data de 2013, siendo
esta su tercera edición.

1 Pronunciado /bráille/ o /bráiye/ y no /bráile/, se escribirá utilizando la primera letra mayúcula sólo cuando nos
refiramos al creador de dicho sistema por ser su apellido, nunca para nombrar el lenguaje.

De izq. a der. Dimensiones y distancias para la correcta utilización del lenguaje braille. Alfabeto y uso de mayúsculas y
cifras en el lenguaje cecográfico.
16
4.3 Experimentación con los dispositivos tecnológicos.

El último paso de la investigación consiste en elaborar los distintos soportes físicos, los documentos
en relieve, que recojan la información elaborada y contrastada a partir del nuevo lenguaje de
representación, mediante el uso de las nuevas tecnologías. Para llevarlo a cabo será necesario
en primer lugar una familiarización con los distintos dispositivos y herramientas disponibles en
la producción de gráficos táctiles y materiales en relieve. Conocer dichos soportes así como su
funcionamiento, limitaciones y procesos serán requisito indispensable para poder volcar todo el
trabajo elaborado en las fases anteriores. Se trata de una investigación en el campo de la tecnología
y la impresión 3D, de distintos software y programas informativos, así como de los formatos de
salida y de su compatibilidad de conversión.

Un recurso en materia de experimentación y conocimiento serán los talleres de fabricación en


GSAPP, conocidos como Making Studio, un espacio pensado para que los estudiantes de Columbia
encuentren un apoyo continuo para el tanteo físico y la producción. Este laboratorio cuenta con
diferentes tecnologías como impresión 3D, robótica y fabricación multimodal, creación rápida de
prototipos o corte digital, además de gestionar el abastecimiento de los materiales necesarios y
herramientas, y la reserva de lugares específicos para el trabajo de maquetas de gran escala. Un
proyecto destacable de este taller y en relación con el ejercicio propuesto en este documento, es el
‘Never Built New York’. Se trata de una exposición colaborativa entre Sam Lubell y Greg Goldin
realizada en el Queens Museum en 2017, donde una maqueta de los cincos condados de Nueva
York busca enseñar la imagen de la ciudad de haberse construido todos aquellos proyectos que se
quedaron en la fase de diseño. Una representación en tres dimensiones a escala 1:1200 donde los
estudiantes del GASPP desarrollaron modelos digitales a partir de dibujos de archivo para dar vida a
aquellos sueños arquitectónicos que nunca llegaron a realizarse.

Otra herramienta a tener en cuenta a la hora de estudiar las posibles vías para desarrollar los
documentos, es la aplicación MapTaC3D. Se trata de un interfaz desarrollado en una colaboración
entre la Comisión de Braille Española, la Universidad de Jaén y el Centro de Investigación, Desarrollo
y Aplicación Tiflotécnica de la ONCE (CIDAT), con el objetivo de crear mapas táctiles tridimensionales
accesibles. Consiste en una extensión desarrollada para el editor de mapas de código abierto
“Quantum GIS”, conocido como QGIS, la cual a partir de fuentes de bases de datos cartográficos de
distribución libre o privada, permite organizar y ordenar la información buscando la forma más eficaz
posible de crear un mapa completamente adaptado a las necesidades del usuario que va a recibirlo
tras su impresión mediante una impresora 3D.

El ejercicio se basa en el principio de ensayo y error, ya que nos encontramos en una fase de
experimentación para buscar el resultado más eficaz posible. Requerirá la producción de pruebas
físicas donde comparemos espesores, grosores y escalas, hasta dar con la más adecuada y legible
en cada caso concreto. La repetición y revisión serán fundamentales, así como la participación
e interacción de personas invidentes en este punto del proyecto, que puedan transmitirnos sus
impresiones y correcciones hasta llegar a dominar la técnica. Y es precisamente en relación a esto
último, donde me gustaría destacar la gran labor de la Andrew Heiskell Library.

De izq. a der. Maqueta expositiva ‘Never Built New York’ por James Ewing, 2017. Gráfico táctil del mapa político de
America del Norte, ‘The Princeton Braillists’, 2016.
17
4.3.1 The Andrew Heiskell Library.

La Biblioteca Publica de Nueva York (NYPL) cuenta con un edificio dedicado en exclusiva a personas
invidentes, con problemas de visibilidad o físicamente incapaces de leer la impresión estándar, el
anteriormente citado, ‘The Andrew Heiskell Library’. Fundado en 1895 y situado en Manhattan,
no solo cuenta con una amplia colección de libros y revistas en braille, y audiolibros sino que
además invita a el usuario a crear sus propios documentos táctiles haciendo uso de sus instalaciones
y equipamientos. Ofrecen ayuda personalizada para aprender a manejar y familiarizarse con la
maquinaria y el producto de su laboratorio de gráficos táctiles.

Esta iniciativa empezó en el año 2014, de la mano de Chancey Fleet, una invidente defensora de
la accesibilidad con sede en Brooklyn. Ella encontró una publicación en una plataforma digital de
Kirk Adams, quien dirige la American Foundation for the Blind (AFB), pidiendo ayuda para obtener
un mapa táctil de cinco condados americanos para poder entender mejor cómo se relacionaban
dichos condados entre ellos y con las vías fluviales. Al ponerse en evidencia la falta de medios para
responder a esta demanda, Chancey, quien había estado asistiendo a conferencias y tenía ciertas
nociones acerca de impresoras de grabación táctil, decidió que era el momento de llevar a cabo una
iniciativa para ampliar el acceso a la información espacial de su colectivo, desarrollando el proyecto
‘Dimensions’. El objetivo del mismo es proporcionar a los neoyorquinos las herramientas accesibles
necesarias para que cualquier persona, independientemente de su nivel de visión, tenga la opción
de imprimir aquella información espacial que quiera conocer o estudiar.

Las piezas claves para dicho proceso son dos extraordinarias dispositivos tecnológicos. Por un lado, la
impresora gráfica táctil Index Everest, obsequiada por parte de la New York State Commission for
the Blind (NYSCB). Este dispositivo es capaz de crear gráficos adaptados con la más alta resolución
posible hasta el momento, actuando como agente final de tres procesos diferentes y disponibles en la
biblioteca. El primero de ellos, mediante el emparejamiento con el software TactileView, que permite
al usuario dibujar, generando líneas, formas y patrones a través de un proceso guiado. El segundo, a
través de un tablero de dibujo táctil digitalizado accesible a personas con todos los niveles de visión
para dibujar gráficos táctiles a mano y hacer que el software los capture. Por último, mediante la
extracción de cualquier imagen, pasarla por filtros que ayuden a despejarla para que sea legible al
tacto, reemplazar sus etiquetas impresas con braille y producir gráficos táctiles utilizables, en muchos
casos en cuestión de minutos. Por el otro lado, para todos aquellos conceptos que consideran que
necesitan ir más allá de los gráficos bidimensionales para su posible entendimiento, el taller cuenta
con una impresora 3D Lulzbot Taz6 que les permite realizar modelos tridimensionales a una escala
legible por la mano.

Sin embargo, aunque la tecnología es una parte notable del proyecto, para Chancey, quien es ahora
coordinadora de tecnología asistida en la NYPL, defiende que el factor más importante del proyecto
es la comunidad. Ese es el motivo por el que invitan a personas con experiencia en distintos
campos, como el arte, la educación o el diseño, a formar parte de la experiencia, y por lo que desde
el primer momento que me puse en contacto con ella, estuvo entusiasmada en colaborar con el
proyecto y compartir conmigo sus impresiones y su conocimiento.

Segmentación del espacio urbano de Nueva York en pequeñas unidades, ‘Les villes rangees’, Armelle Caron, 2012.

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Archivo SVG para impresora gráfica táctil del mapa de Manhattan nombrando los diferentes barrios que la componen.
Documento desarrollado en colaboración con Chancey Fleet, 2020.
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5. Fuentes.

Bibliografía
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Documentos
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