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Tecnológico Nacional de México.

Instituto Tecnológico de Acapulco.

Departamento de Ciencias de la Tierra.

Carrera: Arquitectura.

Asignatura: Análisis Crítico de la Arquitectura y el Arte III.

Asesor: Arq. Raúl Álvarez Hernández.


Equipo: 06.

Grupo: AR2.

Tarea: Investigación por equipo; Tema 3.4 – 3.5.1.

Fecha: 23 – Agosto – 2023.

Semestre: 3.

Índice.

Hoja de presentación …………………………………………………………………… 1

Índice ……………………………………………………………………………………… 2

3.4 Conceptualización del espacio arquitectónico y el desarrollo tecnológico . 3 – 8

3.4.1 La secesión de Viena ………………………………………………………. 9 – 15

3.4.2 La escuela de Chicago …………………………………………………… 16 – 34

3.5 Arquitectura como concreción de los deseos o ideales

.........................................................................................................................

3.5.1 El modernismo en México

.........................................................................................................................
3.4 Conceptualización del espacio y desarrollo tecnológico.

El hombre comenzó a vivir en ciudades hace unos 5500 años, sin embargo, la urbanización a gran
escala empezó a aumentar de forma significativa hasta hace unos 100 años. El concepto del espacio
arquitectónico está muy relacionado con la existencia de tres niveles de organización humana:

1. La sociedad primitiva, la cual está típicamente formada por un número pequeño de personas
reunidas en grupos homogéneos y autosuficientes cuyo objetivo es la búsqueda de alimentos, esto
se podría considerar como asentamientos pre urbanos.

2. La sociedad preindustrial, en la cual la escritura, la agricultura, la especialización del trabajo y las


leyes caracterizan a esta sociedad. Las primeras ciudades del planeta se desarrollaron dentro de
este contexto.

3. La sociedad industrializada, ciudades modernas, complejas con gran progreso tecnológico,


diferentes clases sociales que siempre permanecen en constante roce y disputa.
Desde el mismo momento en que el hombre dejó de ser nómada (10.000 años a.C.) y se convirtió en
un ser sedentario organizándose en asentamientos comenzó el manejo o modificación del espacio
que lo rodeaba.

luego de la utilización de cuevas como refugio natural, en las cuales el espacio interior solo tenía
sentido si permitía el desplazamiento, el hombre domesticó animales, explotó la tierra, inventó la
rueda y se organizó socialmente en forma de pirámide.

Por ser una época de continuos enfrentamientos entre distintas culturas e imperios para su
expansión territorial, los asentamientos eran construidos dentro de murallas muy fortificadas lo que
traía como consecuencia la estrechez de esta, la arquitectura más que buscar una buena concepción
del espacio, se enfocaba en la construcción de templos y palacios para dioses y reyes
respectivamente.

Con el nacimiento de la escritura nace la historia y con ella un nuevo desarrollo para las
civilizaciones como Egipto, Mesopotamia e Indochina, las ciudades poseían unas características
urbanísticas muy notorias, la mayoría eran ciudades de estados rodeadas por murallas de adobe,
ladrillo cocido y piedra de hasta 2 metros de ancho, además, el concepto del espacio interior seguía
con la premisa de solo tener sentido si permitía el desplazamiento.
En estas civilizaciones no existía un concepto de organización espacial conocida, sino que los
volúmenes eran los que se articulaban entre sí, como comenta Miguel Moliné Escalona. El hombre
solo representaba su entorno, mas no era consciente que creaba espacios

En Europa la arquitectura griega contaba con unos componentes básicos para sus hitos urbanos en
los siglos V y III a.C. que eran la estoa, las calles con columnatas, el ágora, el ecleciasterio, el
gimnasio, la palestra y el teatro, contaban con una conformación urbana típica con un trazado
ortogonal, un gran teatro y un templo para los dioses. El templo griego ignoraba por completo el
espacio interior y por el contrario exaltaba la escala humana. La arquitectura del imperio griego era
escultural, se concibió como escultura, para ser disfrutada desde la lejanía y desde el exterior
valorando la proporción, la escala y su compenetración con el entorno, no existía concepción del
espacio arquitectónico interior, sino que el espacio interno que quedaba era en realidad un espacio
residual cerrado sin ninguna relación con el exterior. Este espacio interior nunca fue pensado, porque
no respondía a funciones sociales

La vida social griega se generó toda en el exterior, al aire libre rodeada de un entorno impresionante,
no hay que olvidar dónde departía con sus discípulos el gran Sócrates, a la sombra de un olivo. Tal
vez los recorridos marcados por los cambios axiales tuvieron algo que ver con los progresos
intelectuales, filosóficos y creativos de la época. Como se observa en la acrópolis. Y es que “los
griegos querían ser bañados por la luz” como explica Gabriel Barreneche.
El espacio no busca un éxtasis religioso, sino en un régimen métrico tanto en planta como en
volumetría matemática (geometría) son inmensamente humanas.

¡Se basa en una geometría elemental! En la utilización de la proporción Áurea. Acerca al hombre al
conocimiento, al pensamiento, al control intelectual del hombre sobre el espacio arquitectónico. El
espacio es construir un nuevo hombre a través de la libertad, generándole un microcosmos donde se
sienta a gusto como en casa. Todo se reduce a los conceptos matemáticos y armónicos del universo.
Existe el principio de unidad y de un mundo sensible, la arquitectura se ve corno una ciencia
matemática para hacer visible el orden cósmico.

Se genera una iluminación racional, clara y transparente, se crea un espacio sin contraste de luz,
todo se puede ver claramente.
En la actualidad la concepción del espacio arquitectónico se apoya en gran medida en los adelantos
tecnológicos de la informática. Es un espacio concebido para ser admirado y rico en estímulos para
generar gran cantidad de sensaciones. Es un espacio de alto grado de transformación o
transmutación, con articulación continua entre 10 físico y 10 virtual.

Se logran relaciones y exploraciones de diversas modalidades espaciales que habían sido imposibles
de alcanzar anteriormente.

Este espacio tiene tres conceptos: el espacio platónico ideal, el espacio del sentido y el espacio
tecnológicamente construido y cada uno de estos conceptos quiere capturar una clase de virtualidad.

Podríamos en ciertos casos hablar de un espacio virtual puro como una arquitectura líquida o
maleable de todos los mundos posibles, la virtualidad tecnológica es el subconjunto de espacio
virtual puro que podemos alcanzar por los medios posibles.

En el futuro no muy lejano el espacio puede ser transeuclidiano y relativista, o totalmente no


euclidiano. Existirá un concepto multidimensional en el cual el espacio puede estar compuesto por
módulos ubicados en diferentes lugares y el espectador se puede mover a través de ellos por
hipersaltos.

Estamos hablando del ciberespacio. Esta etapa de la conceptualización espacial está en evolución y
depende como siempre ha dependido de los avances tecnológicos.

El desarrollo tecnológico en la arquitectura en la década de 1920 fue un período de cambios


significativos en la vida social y técnica, que permitió el surgimiento de nuevos estilos
arquitectónicos.

La revolución industrial del siglo XVIII llevó a las sociedades occidentales a ejercer cambios en
distintos campos de la vida social y técnica, aunque no necesariamente al parejo de las
explicaciones experimentales desde el campo de la ciencia, lo cual ocurriría a finales del siglo XIX y
particularmente en la primera mitad del siglo XX, hasta lograr desarrollos sorprendentes. La técnica
se puso al servicio de la creación de bienes materiales, cuyas implicaciones no sólo fueron sociales,
sino además artísticas y culturales.

La creación de la radio, la fotografía, el cine, y su ulterior desarrollo avizoraron cambios en la vida


social y cultural de las sociedades occidentales, cuya propagación permitiría alcanzar su influencia
en diferentes latitudes del planeta.

El surgimiento de la industria de las comunicaciones permitió poner al alcance de las sociedades


urbanas y rurales la información y, más aún, formas o estilos de vida cultural.

En México, la década de 1920 significó una etapa de nuevos horizontes en todas las artes. En
arquitectura, se caracterizó por el surgimiento del estilo Art Decó, que se caracterizó por el uso de
materiales modernos como el acero y el vidrio. El Art Decó se convirtió en un estilo popular para
edificios públicos como teatros y hoteles.
3.4.1 La Secesión de Viena.

La Secesión vienesa fue un movimiento que a su vez formó parte del muy variado movimiento
actualmente denominado modernismo. Fue fundada en 1897 por un grupo artistas vieneses
pertenecientes a la escuela del Künstlerhaus que habían abandonado la Asociación de Artistas
Austriacos (Vereinigung Bildender Künstler Österreichs en alemán).​Como proyecto de renovación
artística, trataba de reinterpretar los estilos del pasado ante los embates de la producción industrial
que estaban desnudando estructural y estéticamente la realidad del arte y la sociedad de la época.
Su primer presidente fue Gustav Klimt.

Gustav Klimt (1862 – 1918).

Pabellón de la Secesión de Viena, construido en 1897 por Joseph Maria Olbrich para las exposiciones del grupo de la
Secesión.

Es una corriente artística de carácter vanguardista perteneciente al modernismo formada por 19


artistas, arquitectos y diseñadores, el año 1897 como parte de un proyecto de renovación artística, y
que tuvo una duración de 8 años, hasta el año 1905.

Dicha renovación artística, contradictoriamente buscaba reimplantar el arte del pasado debido a las
nuevas tecnologías industriales, creando temor en los artistas sobre la industrialización del arte. Esta
corriente se caracterizó por obras de formalidad y sobriedad bajo el concepto de “obra de arte total”,
es decir una obra de arte que contuviera a todas las demás mediante una geometría adecuada
formal. A pesar de aquello es un movimiento muy abstracto que tiene como principal carácter el
cartelismo, el diseño editorial (Revista Ver Sacrum, la cual era el caso editorial oficial encargado de
expandir, limitadamente, el movimiento) y la tipografía.

Orígenes.

Los orígenes de la Secesión de Viena se remontan al año 1897 dentro de la “Asociacion de los
artistas de las artes visuales en Austria” gracias a un grupo de jóvenes arquitectos y diseñadores
que querían salirse de las normativas académicas aplicadas en esos tiempos en el arte, entre ellos
está Gustav Klimt, Koloman Moser, Ferdinand Andri y Joseph Maria Olbrich como los más
destacados y como los personajes que llevaban la imagen representativa del movimiento.

Su estética favorecía las formas curvilíneas, los materiales lujosos, las fachadas decorativas y el
ornamento. Su estilo era nuevo y su narrativa femenina en cuanto al origen. Es por esto por lo que la
secesión Vienesa es considerada como un movimiento hermano del “Art Nouveau”, por críticos es
nombrada como el Art Nouveau Vienés.

Estilo.

Entre las características del movimiento se busca llegar a la expresión del ornamento y la formalidad,
la elegancia y la sobriedad mediante las obras dando paso a si a una renuncia de responsabilidad
que conlleva lo moderno, dejando paso al desarrollo moral de la cultura y el arte por sí solo

Esta corriente fue altamente criticada debido a la confusión de roles masculinos y femeninos en las
obras presentadas en base a una confusión de lo público y lo privado, por lo cual, en la época, tenía
lenguajes vulgares e inadecuados basados no en la mujer femenina, sino en el hombre femenino.

Entre los elementos de diseño más usados por los artistas de este movimiento se encuentra el
cartelismo, decoración, Tipografía. Cada uno de ellos posee características que buscaban ser
resaltadas por los autores.

A partir de esto, el cartelismo, el cual, desde sus inicios como una disciplina, poseía fines
comerciales y negociantes, ahora busca un nuevo rumbo expresionista mediante fuertes caracteres
gráficos primo dializando lo cultural y social mediante formas estéticas geométricas abstractas claras
y definidas (relación de parentesco con el cubismo, debido al constante uso de cubos y círculos en
las obras).

Paralelamente el desarrollo del ornamento y la decoración formal tenía fuerte presencia en el


movimiento y resulta ser estilizada y fuertemente abstracta, obteniendo el carácter de modernista y a
su vez ordenada e innovadora. El estilo provoca que las obras, se usen en distintos elementos tales
como tapices, vestidos de moda, etc. por lo cual surge una mayor expansión del movimiento.

En último lugar, y con igual importancia que los elementos anteriores, la tipografía, tiene un valor
profundamente amplio, y es por ellos que su composición tremendamente comunicativa y social, por
lo cual, la comunicación de las ideas, ante lo estético de la letra, se antepone de manera rotunda. La
tipografía, especialmente usada en la revista "Ver Sacrum" sirve como fuente de inspiración para
tipografías del "Art Nouveau", tal como la llamada "Gaisma" diseñada a partir de inspiraciones
Vienesas y Nordicas nacionales.
Todo este movimiento se fundamenta bajo el concepto de "obra de arte total", empleado por Richard
Wagner (Compositor, poeta, dramaturgo y teórico músico alemán del Romanticismo), el cual propone
que toda obra de arte, debe ser una compresión de todas las destrezas que cada arte traía al
mundo.

Historia.

La Secesión fue fundada dentro de la Vereinigung Bildender Künstler Österreich que es la Asociación
de los artistas de las artes visuales en Austria.

En esta época, Austria sufre de problemas en todos los sectores: social, económico, religioso,
político, monárquico... que contrastan con un ambiente idealista. Es el periodo más brillante para
Austria, siendo su capital, Viena, la cuna del psicoanálisis.

Los portavoces de este movimiento son: Gustav Klimt, Koloman Moser, Ferdinand Andri y Joseph
Maria Olbrich (arquitecto) entre otros.

Aunque la secesión es incluible en el modernismo, típico de fines del período histórico y cultural
conocido como la Belle Époque (1871-1914), corresponde señalar que presenta importantes
diferencias con el coetáneo Art Nouveau y con otros estilos semejantes al Art Nouveau (el Liberty o
floreale italiano o el modernismo español por ejemplos); en la secesión, aunque se busca la
elegancia, predomina la sobriedad formal, e incluso cierta severidad, en los casos en que se
transgrede la sobriedad sale a la luz el expresionismo, en muchos aspectos por su rupturismo la
secesión ya es incluible dentro del vanguardismo.

Este movimiento evoluciona con gran rapidez pasando desde el estilo alegórico ilustrativo de la
pintura simbólica a un estilo floral hasta el estilo del separatismo.

El movimiento con su afán de experimentar, Prefirieron letreros limpios y legibles, figuras planas con
simplicidad donde predominada los modelos geométricos y la construcción modular de los diseños
que poseía una sutil cualidad orgánica además del interés por la fusión del texto, la ilustración, los
elementos la unidad.

Los carteles provienen del campo cultural, no comercial, como primaba hasta entonces. Los trabajos
son muy estructurados, dándoles mucha importancia al orden, el equilibrio y la geometrización (el
cuadrado y el cubo son repetidos continuamente). Su objetivo estético final era la "obra de arte total"
o Gesamtkunstwerk, término acuñado por Otto Wagner para denominar a un arte que condensara
las destrezas de todas las demás.
Los artistas vieneses querían dar a su arte una expresión despojada de sus velos y nada envuelta en
accesorios. Un arte propio, sin servilismos extranjeros. No quieren imitar al arte exterior, pero sí que
les sirva de inspiración y análisis.

La decoración es modernista, ni orgánica, ni naturalista sino estilizada y abstracta. La tipografía es


un elemento determinante, le dan gran importancia a la letra, esta tiene un valor formal, compositivo
y comunicativo.

En 1903, se forma una nueva agrupación de artistas en torno a los llamados Wiener Werkstätte o
Talleres Vieneses, en los que colaborarían Gustav Klimt, Egon Schiele, Oskar Kokoschka, y otros.

Sobre la puerta de entrada del "Repollo de Oro", como es conocido popularmente en Viena, puede
leerse A cada tiempo su arte, y a cada arte su libertad ("Der Zeit ihre Kunst, der Kunst ihre Freiheit").

Pabellón de la Secesión de Viena, construido en 1897 por Joseph Maria Olbrich para las exposiciones del grupo de la
Secesión.

La entrada a Secesión de Viena.


The Kiss, Gustav Klimt.

Composición artística con el arte de la sucesión.


Venus in der Grotte, obra realizada por el artista vienés Koloman Moser, uno de los más destacados artistas del
movimiento.

Fin del movimiento.

La corriente se dio fin el año 1905 debido a diferentes conflictos de interés entre los artistas, además
Koloman Moser, uno de los mayores exponentes y fundadores junto a Gustav Klimt del movimiento,
en 1903, dio inicio a su nueva agrupación junto a Josef Hoffman llamado "Talleres de Viena", con el
fin de impartir distintas disciplinas en construcción del diseño y la arquitectura produciendo objetos
vinculadas a la marca comercial de la corriente además de formar gente en el oficio de la carpintería,
el trabajo con cuero, encuadernación, metalurgia y pintura.
3.4.2 La Escuela de Chicago.

Es un momento de la arquitectura, que abarca desde 1910 hasta el final de la primera guerra
mundial. Se diferencia del Art Nouveau, respecto al cual se desarrolla en continuidad, en que
rechazó la morfología y produjo una reducción a la geometría. Tiene en cuenta la problemática
sociocultural, que se desarrolló en la tecnología y en la urbanística. El protorracionalismo no
desembocó en el racionalismo de los años ’20 y ’30, porque no fue capaz de aceptar los nuevos
códigos lingüísticos de las vanguardias.

Uno de los problemas de este estilo es que su constante intencionalidad simplificadora a veces
representa una toma de actitud contra la academia, y otras veces lo contrario, como
neoacademicismo. Esta contradicción del lenguaje protorracionalista es el producto de su caída.

El inicio del protorracionalismo puede ser el palacio Stoclet, construido por Hoffmann en Bruselas. Es
la conclusión de un largo proceso y búsqueda del gusto, y marcado por la ausencia de un genio.
Este nacimiento se debe también a la burguesía europea, a la que se debe el abandono de las
formas neoclásicas, y la afirmación del protorracionalismo, con sus exposiciones universales, con el
empleo de las nuevas técnicas, con el arte para todos. La producción de este periodo no ve ya la
belleza del ejemplar aislado, sino que se presenta como un acto que tiene en cuenta otras cosas.
Eso es lo que hacen los grandes representantes de este estilo.

Loos afirma que la arquitectura se diferencia del arte porque tiene fines prácticos. El objetivo de
Perret es la calidad de la construcción. Granier trata de llevar la arquitectura a la urbanística.
Behrens trata de llevar a la práctica la edificación industrial.

El protorracionalismo, que coincide con la difusión del hormigón armado, aprovecha las posibilidades
de los materiales para conseguir su programa de simplificación y máxima economía.

Loos se pone en contra de los ornamentos en sus escritos y en su obra, buscando la economía
estética. La simplificación de las formas, la liberación del espíritu decorativo, constituyen el gusto por
la sencillez misma. Su arquitectura busca un papel moral, enfrentándose al despilfarro decorativo en
beneficio del valor funcional y social.

Otra de las características del estilo está en el plano estético arquitectónico. Las transformaciones
del gusto, con el paso de la familia morfológica de motivos cóncavo – convexos del Einfuhlung a la
familia morfológica geométrica cuyo punto culminante es la abstracción.

Podemos considerar el protorracionalismo un estilo fundamentalmente reductivo. Heredó la


reducción de la arquitectura a la construcción propia de los ingenieros del siglo XIX; la reducción
estilística del Art Nouveau, cuya continuación es la tendencia que acaba en la abstracción, la
reducción económica de todos los estilos precedentes y sobre todo la reducción a la geometría.

Al geometrismo teorizado por MacKintosh y Wright, el protorracionalismo añade su adhesión a la


geometría de los productos mecánicos, estandarizados, modulares, repetibles, con todas las
implicaciones socioeconómicas pertinentes. Estos motivos de inspiración implican también una
influencia lingüística, que interviene con papel activo en la definición del nuevo estilo. Sin embargo,
es en el nivel lingüístico donde el protorracionalismo entra en contradicción. Este estilo negativo
combate el ornamento del Art Nouveau y todo acento que no venga de lo artificial. Las diversas
reducciones del protorracionalismo no encontraron otro código aparte del clasicista de los esquemas
de bloques cerrados, simetrías bilaterales que ambas corrientes del Art Nouveau habían olvidado.
El reduccionismo del protorracionalismo adquirirán un carácter nuevo, ya en pleno racionalismo, en
las obras de Wright.

Este movimiento surgió como una reacción al eclecticismo arquitectónico y al historicismo que
dominaron el diseño de edificios en la época anterior.

Si consideramos el estilo que engloba la producción de Hoffmann, de Loos, Behrens, Perret y


Garnier, como un fenómeno desarrollado en continuidad o en oposición con el Art Nouveau, resulta
que su contribución comprende aportes como escuelas.

Hoffmann

Ya la Secesión vienesa había tenido una evolución hacia el protorracionalismo, como en las obras de
Joseph Hoffmann, que realiza en 1903 el sanatorio Purkersdorf, que podemos considerar el primer
edificio protorracionalista, al estar privado de consideraciones decorativas.

A partir de este momento, una obra resultará tanto más valiosa cuanto más libre de redundancias
decorativas. El protorracionalismo lucha contra la costumbre de un arte revestido con exuberancia,
contra el ornamento.

Desde 1905 a 1914 Hoffmann construye su obra maestra, el Palacio Stoclet de Bruselas. Esta obra,
que por algunas concesiones a la decoración refleja viejas exigencias, por su inédita conformación
espacial y por la coherencia de todas sus partes expresa muchos planteamientos de la nueva
arquitectura. Es la obra más clara de transición entre Secesión y protorracionalismo. Sin embargo,
Hoffmann dependía del aporte de las vanguardias figurativas, sin las cuales cae en un clasicismo.

Loos

Loos intentó la conformación de una arquitectura autónoma y pura. Permanece en la historia de la


arquitectura como ejemplo de rigor y coherencia, tanto a nivel teórico como decorativo. Su carácter
emblemático tiene una repercusión notable en el Movimiento Moderno. Sus obras más famosas, la
Villa Karma, de 1904-1906, la casa Steiner, representan casi toda una demostración de dos
principios fundamentales:

La lucha contra toda forma de decoración para llevar a la práctica una economía definida como la
naturaleza estética y una aversión social al derroche.

La tendencia a demostrar la independencia de la arquitectura de las otras formas de arte figurativo,


señalando las propiedades figurativas de la naturaleza de los materiales.
En cuanto al interior, Loos funda el proyecto en un principio de economía y de proporción, que parte
de la consideración de que los espacios de planta grande requieren una altura mayor que los locales
contiguos con dimensiones pequeñas. No es posible cubrir con un solo techo espacios de alturas
diferentes. Así, Loos encaja los ambientes uno sobre otro con distintas cotas, hasta que el conjunto
de los espacios internos encuentra su conclusión bajo un techo plano unitario. Lleva a cabo de esta
manera una economía espacial notable.

La obra de Loos resulta la más paradigmática del protorracionalismo. Sin embargo, su obra no
consigue sustraerse del neoclasicismo.

Mas ligadas a la tradición nacional, en este caso la francesa, están las obras de Perret y Garnier.
Tras ellos está la arquitectura de los ingenieros del siglo XIX, la invención y el perfeccionamiento del
hormigón armado producto de la investigación francesa.

Perret

La contribución de Perret al protorracionalismo consiste en haber conquistado para la arquitectura la


técnica del hormigón armado. Sin embargo, este se utiliza por motivos económicos y de facilidad
práctica, en una estructura jaula, con elementos horizontales y verticales, de la misma manera que el
hierro. La disposición en planta de pilastras permite el máximo aprovechamiento y la mayor libertad
de los espacios internos. Por otro lado, el problema del relleno de recuadro de hormigón se resuelve
a veces de manera figurativa. Al contrario de Loos, Perret no abandona la decoración. En su obra
maestra, la casa de la calle Franklin de París de 1903, el relleno se realiza con paneles cerámicos
con motivos florales. Si bien su arquitectura no puede reducirse al binomio estructura- elementos de
cerramiento, una de sus mayores aportaciones al lenguaje arquitectónico moderno es la de haber
definido con toda claridad las relaciones entre elementos de soporte y los soportados en una
dialéctica que caracterizará todas las producciones posteriores. A partir del compromiso entre una
tecnología adaptada a las circunstancias y una configuración arquitectónica adaptada a las
posibilidades de la técnica, Perret supo construir una síntesis dando lugar a un lenguaje todavía
actual. Sin embargo, su problema fue que las vigas y columnas recuerdan la estructura de los
órdenes gigantes del lenguaje clásico, y la disposición cerrada y simétrica confirma la alianza con el
neoclasicismo.

Garnier

Garnier nos proporciona otra versión del protorracionalismo, en la que toda obra de arquitectura se
encuadra en un programa urbanístico. Elabora en 1901 un proyecto de urbanismo y edificación para
una ciudad industrial de 36000 habitantes, que se puede considerar como el modelo de la urbanística
racionalista, por su rigurosa funcionalidad, su zonificación y parcelación.

También encontramos en Garnier las limitaciones de la inspiración clasicista.

Le falta la búsqueda de un nuevo lenguaje, basando toda su obra en una simplificación geométrica.
Deutscher Werkbund

La contribución alemana al protorracionalismo refleja numerosos fenómenos de naturaleza diversa y


compleja. Este periodo coincide con los años en que se destaca la arquitectura alemana, país que
llevó el liderazgo del movimiento moderno.

Se trató de imponer el modelo inglés en el sector de la arquitectura y de las artes aplicadas luego de
los derroches decorativos de la Secesión. Potenció al máximo todas las energías productivas locales
y difundió el espíritu de la modernidad y de progreso técnico y civil, con un objetivo económico: la
conquista de los mercados exteriores. El mayor protagonista de esta política cultural fue Muthesius,
quien se encargó de las organizaciones escolares, de las asociaciones culturales y del comercio
exterior. En 1907 apoya la creación del Deutscher Werkbund, una asociación cuyo programa es
impulsar el trabajo artesanal, vinculándolo con el arte y la industria. También Muthesius defiende una
arquitectura que busca el tipo, una estandarización, una producción en serie.
Behrens

En la obra de Peter Behrens puede registrarse el desarrollo del movimiento alemán de los primeros
veinte años del siglo. Ha tenido experiencias como diseñar para la burguesía, instalaciones
industriales y viviendas sociales. Uno de sus clientes, la AEG, fue la primera empresa en llevar a la
práctica las transformaciones que desde 1870 llevaron la industria alemana a un nivel internacional,
y con todas las contemplaciones de la empresa en todos los ámbitos, tendería al nacimiento del
neocapitalismo. En 1907 Behrens ocupa el puesto de consultor artístico de la AEG, y se encarga de
la forma de todos los productos de esta empresa, desde las lámparas a los radiadores, y luego se
dedica con la empresa a su mejor labor, la edificación industrial. Realiza en 1912 los talleres de gas
de Francfort, las Oficinas de la Mannesmann de Dusseldorf, y otras obras correspondientes a otro
periodo. En el campo de la edificación popular, proyecta en 1910 un grupo de viviendas para
trabajadores de la AEG en 1915, y en 1917 el barrio de Spandau.

El estilo del protorracionalismo alemán se cargó de valores, lo que anticipa casi todos los
planteamientos socioculturales y políticos del racionalismo.
Giuseppe Terragni

Uno de los arquitectos más influyentes del movimiento, conocido por obras como la Casa del Fascio
en Como, Italia. Su diseño se caracteriza por una geometría rigurosa y un enfoque en la
funcionalidad.

Obra Destacada: Casa del Fascio (Casa del Partido Fascista)

Ubicación: Como, Italia.

Año de Construcción: 1932-1936.

Estilo: Neoracionalismo.

Características Notables: La Casa del Fascio es una de las obras más emblemáticas del movimiento
Neoracionalista. Es un edificio gubernamental diseñado para albergar las oficinas del Partido
Nacional Fascista de Italia. Presenta una geometría rigurosa, una fachada de mármol blanco y una
disposición funcionalista de los espacios interiores.

Giovanni Michelucci

Fue otro arquitecto importante del Neoracionalismo italiano. Diseñó la estación de tren de Florencia,
que es un ejemplo destacado de este estilo.
Obra Destacada: Estación de Tren de Santa Maria Novella

Ubicación: Florencia, Italia.

Año de Construcción: 1932-1934.

Estilo: Neoracionalismo.

Características Notables: La estación de tren de Santa Maria Novella es un ejemplo destacado del
estilo Neoracionalista en la arquitectura ferroviaria. Michelucci logró una síntesis entre la
funcionalidad de una estación de tren y la estética moderna, utilizando formas geométricas y
materiales modernos.

Mario Ridolfi

Conocido por sus proyectos de viviendas, Ridolfi creó edificios residenciales funcionales y modernos,
como el complejo de viviendas INA-Casa en Roma.

Obra Destacada: Complejo de Viviendas INA-Casa

Ubicación: Roma, Italia.

Año de Construcción: Década de 1930.

Estilo: Neoracionalismo.

Características Notables: El complejo de viviendas INA-Casa fue un proyecto ambicioso destinado a


proporcionar viviendas asequibles a la clase trabajadora italiana. Ridolfi diseñó edificios residenciales
funcionales y modernos, incorporando elementos del Neoracionalismo, como la simplicidad
geométrica y el uso de materiales contemporáneos.
Legado del Neoracionalismo:

El Neoracionalismo italiano dejó una marca duradera en la arquitectura moderna y ha influido en el


diseño arquitectónico en todo el mundo. Su énfasis en la simplicidad, la función y el uso de
materiales modernos contribuyó al desarrollo del movimiento moderno en la arquitectura. También
tuvo un papel importante en la reconstrucción de Italia después de la Segunda Guerra Mundial,
influyendo en la creación de una arquitectura moderna y funcional en el país.

Las Obras Del Protorracionalismo

La casa de la calle Franklin

Perret la construye en 1903, y es su primera obra importante. Estas viviendas de ocho pisos estaban
situadas entre medianeras, en un espacio muy chico, donde el único lugar donde el edificio se podía
abrir era la calle.

Perret proyecta una planta en “U”, y en la parte central encaja dos balcones a 45º, aumentando la
superficie de fachada para resolver la iluminación directa de los espacios interiores. Los locales
interiores pueden ser modificados en número y forma, gracias a los pilares. El arquitecto consigue
así una planta libre a pesar de la poca superficie. A partir de la estructura de hormigón armado,
Perret elimina todos los muros de planta baja, continúa con cinco pisos uniformes, y cambia los
últimos dos para rematar con una cubierta plana. Las vigas y los pilares constituyen el esqueleto de
este edificio, pero también una de sus principales características arquitectónicas. Esta es la primera
obra de hormigón armado donde la presencia de los elementos estructurales sirve para establecer
un ritmo lineal y para definir un modelo figurativo. El autor tiene la intención de diferenciar lo que
sostiene al edificio del resto. El elemento estructural adquirió una voluntad conformadora, le ha
conferido una expresión, un ritmo, un orden.
La casa Steiner

Construida en Viena en 1910 por Loos. Inserta el edificio en el desnivel entre la calle y el jardín,
disponiendo en el lado de estos cuatro pisos y relacionando su cubierta con la del único permitido en
el lado de la calle mediante un gran techo curvo. Toda la articulación de los espacios interiores debía
basarse en la yuxtaposición de ambientes grandes y pequeños, conservando un único plano de
cubierta. Las fachadas laterales muestran los diferentes ambientes con sus diferentes cotas. La
fachada del jardín, en cambio, es ordenada y compuesta con un orden clasicista, y simétrica. Esta
casa representa sobre todo un manifiesto de la poética del arquitecto. Muestra los principios de la
arquitectura protorracionalista: la fachada principal, fea con su techo curvo, estaba concebida por un
arquitecto que excluía la arquitectura del conjunto de las artes por resolver una función.

La fábrica de turbinas AEG de Berlín

El protorracionalismo no podía encontrar una tipología de edificación más emblemática que la de las
construcciones industriales, como esta de Peter Behrens en Berlín, en 1909. Consta de una gran
nave flanqueada por un cuerpo de dos órdenes con cubierta plana. La estructura metálica de
pórticos se veía en el exterior en lo que se refiere los montantes, dispuestos entre grandes
aventanamientos. La cubierta sigue el perfil quebrado de la parte superior de los pórticos. En la
fachada, Behrens realiza un frontón con perfil quebrado. Debajo de éste un gran ventanal, y las
esquinas unos paños macizos, retrocedidos, creando un voladizo. No da el carácter de la obra sólo a
sus valores constructivos y funcionales, sino que sigue la idea de que “el valor artístico de la obra lo
determina la representación del ideal de la funcionalidad”. Este edificio, con sus contradicciones y su
clasicismo, marca la evolución en la arquitectura contemporánea de este sector tipológico y
representa el paradigma de toda edificación industrial del periodo racionalista que comienza con la
Faguswerk de Walter Gropius.

El Werkbundtheater

Una variante del protorracionalismo nos la ofrece Henry Van de Velde, para la exposición en Colonia
en 1914. El edificio presenta una planta simétrica y un carácter clasicista típico del
protorracionalismo, aunque conserve algunas fluencias lineales.

En la volumetría externa, el teatro expresaba una por una todas las partes interiores.
Vanguardias Decimonónicas:

Las vanguardias decimonónicas se refieren a una serie de movimientos artísticos y literarios que
surgieron durante el siglo XIX. Aunque a menudo se asocia el término "vanguardia" con el siglo XX,
hubo varios movimientos precursores en el siglo XIX que desafiaron las normas artísticas y literarias
tradicionales. Algunos ejemplos notables incluyen:

Romanticismo

Este movimiento artístico y literario, que se desarrolló a finales del siglo XVIII y alcanzó su apogeo
en el siglo XIX, enfatizó la emoción, la imaginación y la naturaleza. Autores como Lord Byron, Mary
Shelley y pintores como William Turner son ejemplos representativos del romanticismo.

La Catedral de Ruan en el amanecer (también conocida como "Rouen Cathedral, West Façade,
Sunlight"):

Artista: Claude Monet.

Año de creación: 1894.

Estilo: Impresionismo.

Medio: Pintura al óleo sobre lienzo.

Características notables: Esta serie de pinturas captura la fachada occidental de la Catedral de Ruan
en diferentes momentos del día y en distintas condiciones de luz. Monet utilizó colores vibrantes y
pinceladas sueltas para representar la atmósfera y la luminosidad de la escena.
Los Saturnales (también conocida como "Les Saturnales"):

Autor: Gustave Flaubert.

Año de publicación: 1869.

Género literario: Novela.

Características notables: "Los Saturnales" es una novela corta escrita por el autor francés Gustave
Flaubert. La historia narra el caos y la degradación moral que se apodera de una ciudad durante la
festividad pagana de los Saturnales en la antigua Roma, explorando temas de decadencia y el
choque entre lo antiguo y lo moderno.

Realismo

A mediados del siglo XIX, el realismo se centró en representar la vida cotidiana de manera precisa y
sin idealizarla. Autores como Gustave Flaubert y pintores como Gustave Courbet son figuras
influyentes en este movimiento.

Las Espigadoras (también conocida como "The Gleaners"):

Artista: Jean-François Millet.


Año de creación: 1857.

Estilo: Realismo.

Medio: Pintura al óleo sobre lienzo.

Características notables: Esta obra representa a tres mujeres que recogen restos de grano en un
campo después de la cosecha. Millet enfatiza la dignidad de su trabajo y critica las condiciones de
vida de los campesinos. Es un ejemplo sobresaliente del realismo social en la pintura.

Crimen y Castigo (también conocida como "Crime and Punishment"):

Autor: Fyodor Dostoyevsky.

Año de publicación: 1866.

Género literario: Novela.

Características notables: Esta novela rusa es una obra maestra del realismo literario. Explora la
mente de un estudiante llamado Raskólnikov, quien comete un asesinato y luego lucha con las
consecuencias morales y psicológicas de su acto.
Simbolismo

A finales del siglo XIX, el simbolismo buscaba representar el mundo interior y los aspectos
subjetivos de la experiencia humana. Autores como Charles Baudelaire y pintores como Gustave
Moreau son ejemplos de simbolistas.

La Noche Estrellada (también conocida como "The Starry Night"):

Artista: Vincent van Gogh.

Año de creación: 1889.

Estilo: Posimpresionismo / Simbolismo.

Medio: Pintura al óleo sobre lienzo.

Características notables: Esta pintura muestra un paisaje nocturno con un cielo estrellado sobre un
pueblo. Van Gogh utilizó pinceladas expresivas y colores vibrantes para representar su experiencia
emocional y espiritual. Es una obra maestra del simbolismo artístico y una de las pinturas más
icónicas de la historia del arte.

El Cuervo (también conocido como "The Raven"):

Autor: Edgar Allan Poe.

Año de publicación: 1845.


Género literario: Poesía.

Características notables: "El Cuervo" es un poema narrativo que cuenta la historia de un hombre
atormentado por la muerte de su amada. Utiliza un lenguaje oscuro y simbolismo para explorar
temas de luto y pérdida.

Los Cantos de Maldoror (también conocida como "Les Chants de Maldoror"):

Autor: Comte de Lautréamont (pseudónimo de Isidore Ducasse).

Año de publicación: 1869.

Género literario: Poesía en prosa.

Características notables: Esta obra surrealista y transgresora es un texto fundamental del


simbolismo. Presenta una serie de narrativas disruptivas y sueños vívidos, y desafía las
convenciones literarias y morales de la época.

Realismo Social

A finales del siglo XIX, autores como Émile Zola en Francia y Fyodor Dostoyevsky en Rusia utilizaron
la literatura para abordar cuestiones sociales y políticas. Sus obras exploraron temas como la
pobreza, la injusticia yGerminal:

Autor: Émile Zola.

Año de publicación: 1885.

Estilo literario: Novela realista.

Características notables: "Germinal" es una novela que forma parte de la serie "Les Rougon-
Macquart" de Zola. Describe las duras condiciones de vida de los mineros en el norte de Francia y
aborda cuestiones sociales y económicas. la desigualdad.

Prerrafaelitismo

Este movimiento artístico inglés surgió en la década de 1840 y se caracterizó por su rechazo a las
convenciones académicas y su énfasis en la representación detallada y la naturaleza. Este grupo de
pintores, poetas y críticos en Inglaterra, a mediados del siglo XIX, buscaban volver a la pureza y la
espiritualidad de la pintura anterior a Rafael. Artistas como Dante Gabriel Rossetti y John Everett
Millais fueron figuras clave.

Ofelia:

Artista: John Everett Millais.

Año de creación: 1851-1852.

Estilo: Prerrafaelitismo.

Medio: Pintura al óleo sobre lienzo.

Características notables: Esta obra muestra a Ofelia, un personaje de la obra de Shakespeare


"Hamlet", flotando en un arroyo antes de su muerte. La atención al detalle en la representación de la
naturaleza y la vestimenta es característica del prerrafaelitismo.
Lady of Shalott:

Artista: John William Waterhouse.

Año de creación: 1888.

Estilo: Prerrafaelitismo.

Medio: Pintura al óleo sobre lienzo.

Características notables: Esta pintura se basa en el poema de Alfred Lord Tennyson, "La Dama de
Shalott". Waterhouse era un destacado pintor prerrafaelita y su obra se caracteriza por la
representación detallada y las referencias a la literatura y la mitología
3.5 La arquitectura como concreción de los deseos e ideales.

A lo largo de la historia podemos tener claro que la arquitectura ha trascendido de manera que con
ella se identifican culturas dado a que es muy amplia y como abordaremos en este tema que la
arquitectura es parte de una ideología y una concreción para la humanidad, pero también nos ayuda
a identificarnos de donde somos y de donde pertenecemos.

La arquitectura, al igual que otras artes en el renacimiento, tuvo un gran desarrollo, el cual fue
influenciado por diversos factores y pensamientos derivándose de una cierta inconformidad al curso
que tomaron las artes durante la Edad Media.

En la edad Media, la arquitectura se centraba en la glorificación a Dios y a la virgen María, o en la


construcción de relicarios, como es el caso de:

Notre Dame de Chartres, en Francia, un gigantesco relicario que servía de hogar para albergar el
vestido de la Virgen María

Esta manera de pensar en cuanto a arquitectura no permitía a los artistas poder expresar algún otro
sentido en sus obras que no fuera el religioso. Sin embargo, en Italia, ese pensamiento Teo centrista
iba desapareciendo, e iba surgiendo una idea en la cual Dios no era el centro de todas las cosas.

Ahora el hombre se pensaba como el centro de todas las consideraciones. Y los artistas
comenzaban a razonar acercade esos ideales clásicos que una vez le dieron a Roma una fama
mundial única

El primero de los arquitectos en darse cuenta de lo anterior, fue: genovés león batista Alberti Quien
había tenido el privilegio de estudiar la escolástica. Alberti, a través de sus estudios se dio cuenta de
que, en los 1000 años posteriores a la caída del imperio romano, ningún artista se había esforzado
por traer de vuelta a la vida los ideales de belleza de los griegos y los romanos, además de que no
se había publicado otros tratados más que los de Vitruvio. Pensaba que las construcciones hechas
con el fin de glorificar a Dios carecían de belleza.

El Modernismo en México: arquitectura, pintura.


El modernismo en México es una corriente artística que surge a finales del siglo XIX y
principios del XX. Se suele asociar preferentemente a la literatura, aunque también
influyó en el resto de las artes: desde la pintura hasta la arquitectura. Aunque hay
discrepancias sobre dónde fue su origen, muchas fuentes consideran que fue en
España y Latinoamérica.

Esto es muy visible en la literatura, con autores como Miguel de Unamuno (en el caso
español) o Rubén Darío (en América). En México hubo autores que comenzaron a
practicarlo en el s. XIX, pero su presencia es más fuerte durante las dos primeras
décadas del siglo siguiente, coincidiendo con la última etapa del Porfiriato y con su
caída.

Se trata de un movimiento innovador en todas sus manifestaciones, con un lenguaje


diferente que buscaba modernizar los antiguos modos. En Latinoamérica, además
contiene una gran carga de nacionalismo cultural, intentando reivindicar unas raíces y
costumbres propias.

Características del modernismo en México


Considerando que muchos expertos colocan el origen de esta corriente en
Latinoamérica, no es de extrañar que su vertiente mexicana fuera de las más
potentes.

Búsqueda de identidad nacional

En las obras que se suelen identificar con el modernismo hay una búsqueda consciente
de su identidad nacional. Se trata de dejar atrás parte de la herencia cultural española
y de renovar las ideas de las primeras décadas como estado independiente, tan
marcadas por las guerras.

Gran importancia a las artes decorativa

A pesar de la identificación de esta corriente con la literatura, especialmente con la


poesía, el modernismo engloba todas las manifestaciones artísticas. Se produce una
disminución de la influencia del positivismo y del realismo. Como novedad frente a
estilos anteriores se puede señalar la gran importancia otorgada a las artes
decorativas.

También se nota la influencia de la industrialización que se estaba produciendo en ese


momento. No solo por los edificios creados durante ese periodo, sino por los nuevos
materiales que se incorporan al mundo del arte.

El modernismo en México es una corriente artística que surge a finales del siglo XIX y
principios del XX. Se suele asociar preferentemente a la literatura, aunque también
influyó en el resto de las artes: desde la pintura hasta la arquitectura. Aunque hay
discrepancias sobre dónde fue su origen, muchas fuentes consideran que fue en
España y Latinoamérica.

Esto es muy visible en la literatura, con autores como Miguel de Unamuno (en el caso
español) o Rubén Darío (en América). En México hubo autores que comenzaron a
practicarlo en el s. XIX, pero su presencia es más fuerte durante las dos primeras
décadas del siglo siguiente, coincidiendo con la última etapa del Porfiriato y con su
caída.

Se trata de un movimiento innovador en todas sus manifestaciones, con un lenguaje


diferente que buscaba modernizar los antiguos modos. En Latinoamérica, además
contiene una gran carga de nacionalismo cultural, intentando reivindicar unas raíces y
costumbres propias.

Arquitectura
En otros países recibió nombres como Art Nouveau, Modern Style o Floreale. En líneas
generales se trata de un estilo rompedor con el clasicismo. Se empezaron a usar
nuevos materiales en la construcción, como el cristal o el hierro, y las construcciones
se llenan de asimetrías y curvas.

Su implantación en México es algo posterior a la de la literatura. Hubo que esperar


hasta casi 1910 para que empiecen a verse nuevos edificios con este estilo.

Con la llegada de la Revolución Mexicana, estas construcciones tienen un marcado


carácter nacionalista. Lo peculiar del modernismo en el país es la forma de mezclar las
referencia greco-latinas con los rasgos nacionales, utilizando también parte de la
herencia indígena.

Existieron dos vertientes diferentes dentro de esta corriente: la organicista y la


geométrica. La primera, con ejemplos como el edificio de la Lotería Nacional, busca
una total unidad entre la parte interior y la exterior. En cambio, la segunda presta
especial atención a las artes decorativas, como se puede ver en el Parque San Martín.

Representantes del modernismo mexicano en la


arquitectura:
Luis Barragán (1902-1988): Considerado uno de los arquitectos más influyentes de
México y del mundo, Barragán es conocido por su estilo arquitectónico minimalista
y su enfoque en la relación entre la arquitectura y la naturaleza. Su trabajo a
menudo incorpora elementos de la arquitectura tradicional mexicana con toques
modernos. Entre sus obras más destacadas se encuentra la Casa Estudio Luis
Barragán y la Casa Gilardi.
Mario Pani (1911-1993): Mario Pani fue uno de los arquitectos más prolíficos de la
arquitectura moderna en México. Es conocido por su enfoque en la vivienda
multifamiliar y por desarrollar proyectos de gran escala para abordar la creciente
urbanización. Uno de sus proyectos más famosos es el Conjunto Habitacional
Nonoalco-Tlatelolco.

Juan Sordo Madaleno (1916-1985): Sordo Madaleno fue un destacado arquitecto


modernista en México. Diseñó una amplia gama de edificios, desde hoteles y
centros comerciales hasta edificios residenciales y corporativos. Su trabajo influyó
en la transformación de la arquitectura comercial en México.
Teodoro González de León (1926-2016): González de León es conocido por su estilo
arquitectónico contemporáneo y funcionalista. Fue parte de una generación de
arquitectos que ayudó a definir la arquitectura moderna en México. Sus obras
incluyen el Museo Tamayo, el Auditorio Nacional y el Museo Universitario Arte
Contemporáneo (MUAC).
Pedro Ramírez Vázquez (1919-2013): Este arquitecto fue conocido por su enfoque en
la arquitectura funcionalista y su participación en proyectos emblemáticos, como
el diseño del Estadio Azteca y el Palacio de los Deportes para los Juegos Olímpicos
de México en 1968.

Pintura
El modernismo en la pintura mexicana fue un movimiento artístico que se desarrolló a
finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Fue una época de transformación en la
que los artistas mexicanos comenzaron a alejarse del academicismo y a adoptar
nuevas influencias artísticas de Europa y otras partes del mundo. Este período se
caracterizó por una búsqueda de la identidad cultural y nacional mexicana, así como
por la experimentación con estilos y técnicas más contemporáneas.

Se destacan algunos aspectos clave del modernismo en la pintura mexicana:

Influencias Europeas: Durante el porfiriato (el régimen del presidente Porfirio Díaz,
que duró de 1876 a 1911), México estaba inmerso en un proceso de modernización y
occidentalización. Los artistas viajaban a Europa y estudiaban en academias
europeas, lo que les permitía entrar en contacto con las últimas tendencias
artísticas. El impresionismo y el posimpresionismo, así como el simbolismo y el art
nouveau, influyeron en los pintores mexicanos de esta época.
Nacionalismo: A pesar de las influencias europeas, los artistas mexicanos estaban
preocupados por expresar una identidad cultural y nacional en su arte. Empezaron
a explorar temas y motivos mexicanos en su trabajo, buscando representar la
diversidad de la cultura y la historia de México.
Retrato de la Sociedad: Muchos pintores modernistas se centraron en el retrato de
la sociedad mexicana de la época. Pintaron a personas de diferentes clases sociales
y contextos culturales, mostrando la diversidad de la población mexicana.
Uso del Color y la Luz: Los pintores modernistas mexicanos adoptaron técnicas
impresionistas, lo que se reflejó en su uso del color y la luz. Utilizaron colores
vibrantes y contrastantes para representar la luz y la sombra en sus obras.
Diego Rivera y Orozco: Aunque a menudo se les asocia más con el muralismo, Diego
Rivera y José Clemente Orozco también jugaron un papel en el modernismo
mexicano. Sus obras más tempranas reflejaron las influencias europeas, pero
posteriormente se adentraron en el muralismo, un movimiento que combina
elementos del modernismo con el arte público y político.
Expresionismo: Algunos pintores modernistas también experimentaron con el
expresionismo, un estilo que enfatiza la expresión de emociones y sentimientos a
través de la deformación de la realidad. Esto se puede ver en obras de artistas
como Rufino Tamayo.

La manifestación más común dentro de la pintura modernista es el muralismo. Dentro


de esta modalidad, México puede presumir de contar con artistas como Diego Rivera o
José Clemente Orozco.

Se caracterizaban por el uso del color y por una temática nacionalista. De igual forma,
es muy común que se represente la lucha del pueblo contra los más poderosos o que se
haga hincapié en el mundo indígena.

Otra de las más populares creadoras fue Frida Kahlo, que contribuyó con sus obras a la
importancia del modernismo en el país.

Representantes del modernismo mexicano en la pintura:


Diego Rivera (1886-1957): Diego Rivera es uno de los artistas más icónicos de
México y una figura central en el movimiento modernista. Su trabajo abarcó varias
etapas, desde el impresionismo hasta el muralismo, y exploró temas políticos y
sociales. Sus murales, como los que se encuentran en el Palacio de Bellas Artes y el
Palacio Nacional de Ciudad de México, son obras maestras del modernismo
mexicano.

David Alfaro Siqueiros (1896-1974): Siqueiros fue otro muralista prominente y uno
de los fundadores de la llamada Escuela Mexicana de Pintura. Sus murales, a
menudo con temas políticos y sociales, se encuentran en todo México y también en
otros países. Destacan sus obras en la Capilla de Jesús en la Universidad Autónoma
de Chapingo y en el Polyforum Cultural Siqueiros en Ciudad de México.
José Clemente Orozco (1883-1949): Orozco es otro importante muralista mexicano
que abordó temas políticos y sociales en su trabajo. Sus obras se caracterizan por
su estilo expresionista y dramático. El Hospicio Cabañas en Guadalajara y la
Escuela Nacional Preparatoria en Ciudad de México son ejemplos notables de sus
murales.
Rufino Tamayo (1899-1991): Tamayo es conocido por su estilo modernista y su
enfoque en la abstracción y la exploración de la identidad mexicana a través de la
pintura. Su obra abarcó una variedad de estilos, desde el realismo hasta la
abstracción, y es conocido por su uso de colores vibrantes y formas geométricas.

Frida Kahlo (1907-1954): Aunque a menudo se la asocia más con el surrealismo que
con el modernismo, Frida Kahlo desempeñó un papel importante en la escena
artística mexicana y en la representación de la identidad mexicana en su obra. Su
estilo único y su exploración de temas personales y culturales la convierten en una
figura relevante del modernismo.

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