Está en la página 1de 5

EXPRESIONISMO Y ROMANTICISMO

“Forma, Función y … Contenido”


TEORICA N°7
IAC MARCOS 09/10/2018

INTRODUCCION
Durante el transcurso de las actividades desarrolladas en la catedra, hemos aprendido a
mirar la ciudad de una manera más compleja, instalándonos en términos revolucionarios del
siglo XIX como lo son el Flaneur y Deriva.
Un Flaneur es un personaje urbano que mira la ciudad como
el escenario de la vida moderna, de las contradicciones, de
las cosas buenas y malas, de las oportunidades y de las
enseñanzas, que se deja llevar por la ciudad incorporando
inmersivamente esas experiencias de la vida urbana y
moderna.
El Deriva, nos plantea un método inventado por el Filósofo
situacionista francés Guy Debord, que genera medidas
urbanas en las cuales intervienen la ciudad para marcar, sorprender y comunicar, porque
“Solo uno aprende a conocer una ciudad cuando aprender a perderse en ella”.
Por lo anterior para ser un deriva o flaneur es necesario predisponerse para mirar la
ciudad de otra manera más compleja y controversial.
Ahora bien, la construcción de la arquitectura moderna se ha apoyado en la razón, porque
suponemos que es la que te da las respuestas verdaderas, sin embargo, no todo puede
explicarse con la razón.
No todos los artistas de la época estuvieron de acuerdo con la
importancia que se le daba a la razón y colocamos como ejemplo la
obra teatral del poeta y novelista alemán Johann Wolfgang von
Goethe, El Fausto, que propone que un hombre a partir de la ciencia
y la razón domine al mundo, pero es precisamente es ciencia, lógica y
razón que también le quita lo más preciado, terminando abrumado y
derrotado, deduciendo finalmente que no todo se puede resolver de
manera racional.
El filósofo alemán Friedrich Wilhelm Nietzsche, intenta reivindicar el individuo,
catalogándolo como un ser único e irrepetible, para así de esta manera homogenizarnos.
Mientras que en el discurso de la razón existe es el hombre universal.
Para si nos centramos únicamente en la razón, ¿dónde quedan los impulsos racionales,
esas cosas que nos pasan y no podemos explicar?
En la lógica de Nietzsche, aparecen los denominados románticos, quienes no fueron muy
gratificados, intentaron plasmar sus impulsos pasionales con sentido de individualidad
en las diferentes obras de la arquitectura moderna, y quienes estudiaremos de una manera
introductoria en este informe.
DESARROLLO
Con la llegada del romanticismo se abrió un nuevo universo de experiencias las cuales se
ligan de manera directa la forma de entender la modernidad, a través de la búsqueda del
sentido de la individualidad pasional e impulsiva.
En 1922 el periódico Chicago Tribune convocó a un concurso para su nueva sede en la
metrópoli norteamericana y las pretensiones de la nueva construcción no eran precisamente
modestas. Según las condiciones de la convocatoria debía ser uno de los más bellos edificios
del mundo y, obviamente, tenía que ser un rascacielos.
Entre los concursantes estaba los arquitectos alemanes Walter Adolph
Georg Gropius y Adolf Meyer, quienes dejaron a un lado la lógica
funcional y se arriesgaron a presentar este tipo de edificios. ⇾

Para el mismo proyecto el arquitecto austriaco Adolf Loos,


presenta un edificio con una gran columna de estilo griego
dórico, en el que argumenta no ser un ornamento, sino un
símbolo que da significado, y para él un diario tan
importante debe un tener un símbolo que lo represente y
transmita un significado permanente. ←
El concepto de “La forma debe seguir a la función” del arquitecto
estadounidense Louis Henry Sullivan, pasa a quitarle a la arquitectura su
capacidad de integrar contenidos y de decir otras cosas, sin dejar que esta
genere significados.
Los revolucionarios en contra de este concepto, afirmaban que no solo
se podía depender de la relación forma – función para generar los
diseños, sino que estos debían expresar cosas, sensaciones,
reflexiones, o darle algún contenido simbológico o físico el cual le dé
una identidad.
A pesar de sus discursos ningunos de estos proyectos fue elegido,
grandes ideas, pero sin nadie que las quiera costear, siendo el punto por
el cual los diseños funcionalistas sin identidad y pensados en serie
siempre ganaban los concursos, y por eso hoy en día en el mismo
terreno se encuentra la obra del arquitecto estadounidense Cass
Gilbert, un rascacielos neogótico de 141 m de altura.
El arquitecto español Antoni Gaudí, era considerado para los de
su sociedad un hombre extraño, y por lo tanto su aporte era
inexistente para la arquitectura moderna del siglo XIX, sin
embargo, tenía una enorme y profunda vida espiritual que nos lleva
a entender el significado de sus obras de arquitectura.
La arquitectura además de cumplir funciones, puede comunicar
cosas, y es lo que el arquitecto e ingeniero civil español
Santiago Calatrava Valls nos intenta dar a entender en sus
edificios con referencia animal y metafísico, que más allá del
alargue tecnológico de su construcción intentan brindar una
enseñanza o significado.
El arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright, planteaba la idea
de la no reflexión, y que cada espacio habitable es en función de
quien lo va a habitar, es decir el espacio se construye en un ida y
vuelta, el cliente no puede ser un ser imaginario.
Contrario a esto, pensaba el arquitecto francés Le Corbusier, que son su
idea de la máquina de habitar, era un claro ejemplo que podía ser
reproducido de manera universal para cualquier obra y lugar.
El arquitecto germano-estadounidense Ludwig Mies van der Rohe,
presenta unos de sus croquis a carbón para la propuesta de un edificio en
Berlín en 1919, representado en altura y al que consideraba como
“arquitectura de piel y huesos”, que genera sensaciones como
intranquilidad, pero tratando de brindar un mensaje con su morfología y
materialidad.
A su vez, en el ambiente plástico se desarrollar el movimiento purista
de Le Corbusier que en sus obras plasmaba el juego de las formas bajo
la luz, dejando en evidencia la relación de vacíos y llenos, y además aparece el
movimiento neoplasticista del pintor neerlandés Piet Mondriam, con la abstracción total
y la geometría pura.
Una de las obras más famosas dentro del movimiento
neoplasticista es El grito, del pintor noruego Edvard Munch
que se interpreta con curvas detonantes en la totalidad del
dibujo, las cuales generan sensaciones de situaciones
dinámicas y alteradas.
Estos movimientos fueron la entrada al expresionismo pictórico, que se caracteriza por la
intensidad de la expresión de los sentimientos, sensaciones, el desequilibrio y la fuerza de
los colores y las formas.
Una de las obras maestras del expresionismo
arquitectónico es la Torre en homenaje al físico alemán
Albert Einstein, quien fue diseñado por el máximo del
expresionismo el arquitecto prusiano Erich Mendelsohn,
en esta obra intenta demostrar una idea de lo no
euclidiano y alejado de la lógica cartesiana, presente
siempre en las investigaciones de Einstein, y dejando en
evidencia la tercera dimensión y todo el espacio que
alberga.
En el transcurso se presenta el movimiento futurista, que optaron por la idea de que
nuestras maravillas no podían ser construcciones antiguas, sino que tienen que ser en base
al nuevo estilo y la tecnología, y daban importancia a la exaltación de lo sensual, lo
nacional y guerrero, la adoración de la máquina, el retrato de la realidad en movimiento, lo
objetivo de lo literario y la disposición especial de lo escrito, con el fin de darle una expresión
plástica.
Otro movimiento que se oponía al concepto de la razón
fue el Dadaismo, adoptando como definición universal La
totalidad, instauraban que debemos pensar desde el
fragmento, el cual te da herramientas
útiles para construir la verdad, refiriéndose
al Collage, a través de la contraposición,
complejidad y contradicción, y pensando
en un arte paradójico y ambiguo como la plancha con clavos, la cual
desgarra y suaviza al mismo tiempo.
Luego de la revolución bolchevique surge otro movimiento asociado y fue el
Constructivismo ruso, quienes se destacaban en el manejo de la técnica constructiva
llevada al máximo exponente, haciendo una monumentalizacion a la máquina, el proletariado
y el socialismo.
La obra canónica del constructivismo fue la propuesta del pintor y
escultor ruso Vladímir Yevgráfovich Tatlin para el Monumento
a la Tercera Internacional, que combinaba una estética de
máquina con componentes dinámicos que celebraban la
tecnología, como los reflectores y las pantallas de proyección, era
una estructura de hierro la cual constaba de un bloque estructural
principal, el cual tenía una pequeña inclinación y se le adhiere otra
estructura alterna con una inclinación ascendente ortogonal a la
inclinación del bloque principal.
El Monumento a la Tercera Internacional nunca llegó a
construirse, pues la guerra civil disparó la carestía de los
materiales impidiendo que la Torre de Tatlin pasara de la fase
inicial de proyecto, esto lleva a la obra a ser alabada por artistas en Alemania como una
revolución en el arte.
Los últimos movimientos nacidos a finales del siglo XX, son el Posmodernismo y
Deconstructivismo, este último caracterizado por la fragmentación, el proceso de diseño
no lineal, el interés por la manipulación de las ideas de la superficie de las estructuras y en
apariencia, de la geometría no euclidiana, negando polaridades como la estructura y el
recubrimiento.
La apariencia visual de los edificios de este estilo se
caracteriza por un caos controlado, el Museo
Guggenheim de Bilbao, España, del arquitecto canadiense
Frank Gehry, es uno de los edificios más espectaculares
del deconstructivismo, de contornos orgánicos, que trata
de parecerse a un barco y sus paneles brillantes de titanio,
que recuerdan a las escamas de un pez, reflejado sobre el río Nervión.

CONCLUSION
En actualidad es necesario tomar como referencia estos movimientos que marcaron el
sentido de la arquitectura verdadera, entender para que estamos diseñando, y que
significante generamos con este resultado, desde su método de proyectacion hasta su
puesta permanente en escena.
Entender que el diseño no puede ser definido desde el punto de vista racional, y
arriesgarnos a seguir nuestros impulsos pasionales con sentido de individualidad para
generar obras que generen sensaciones, sentimientos y reflexiones desde el punto de
vista físico y simbológico, teniendo en cuenta la época actual siempre en pro del
desarrollo y beneficio de la humanidad desde el ámbito social y sustentable.

DIEGO FELIPE CAMPOS LOZANO


DNI. 95608448

También podría gustarte