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LA RADIO, UN MUNDO IMAGINARIO Y SONORO

“Miren, muchachos: si un día, nosotros, pudimos escuchar por radio el canto de un gallo,
debe existir la posibilidad de transmitir la voz humana. O la música. ¿Se imaginan qué
grandioso sería?”

Enrique Susini, 1917, citado en Días de radio, de Carlos Ulanovsky.

Como la mayoría de los grandes cambios y novedades, la radio fue en el origen una
“cosa de locos”. Literalmente, ya que a los cuatro jóvenes iniciadores –el médico Enrique
Susini, su sobrino Miguel Mujica y amigos César Guerrico y Luis Romero Carranza,
estudiantes de Medicina– se los llamó “los locos de la azotea” o “de la terraza”, por las
particulares circunstancias en que la primera emisión radial argentina –pionera en el
mundo– tuvo lugar.
Era la noche del 27 de agosto de 1920. La Argentina estaba pasando por una buena
época, bajo la presidencia de Hipólito Yrigoyen. El teatro Coliseo de Buenos Aires
presentaba la ópera Parsifal, de Richard Wagner. Pero lo que sucedía en la sala no fue lo
más interesante de la noche, sino lo que estaba aconteciendo en la terraza: cuatro fanáticos
radioaficionados habían instalado, entre la cúpula del teatro y una casa cercana, una antena. El
transmisor (¡de apenas 5 watts!) tomó su lugar en la azotea del Coliseo, y el micrófono –
originalmente para sordos–, se ubicó en el “paraíso” del teatro.
“Señoras y señores: la sociedad Radio Argentina les presenta hoy el festival sacro de
Ricardo Wagner, Parsifal, con la actuación del tenor Maestri, el barítono Aldo Rossi Morelli
y la soprano argentina Sara César, todos con la orquesta del Teatro Constanza de Roma,
dirigida por el maestro Félix von Weingarten”.
La voz engolada de Susini abrió así el camino a lo que sería la historia de la radiofonía en
nuestro país. La instalación del nuevo medio llevó su tiempo: en el momento de la emisión, en
Buenos Aires sólo había alrededor de 50 receptores de radio, de los cuales se estima que por lo
menos veinte escucharon esa primera transmisión.

PIONERA SÍ, PRIMERA PUEDE SER…


La transmisión de Susini y sus amigos es frecuentemente considerada la primera del
mundo. Pero como a los argentinos no nos cuesta nada adjudicarnos grandes inventos
(la birome, el colectivo…), vamos a analizar un poco más esta cuestión.
A partir de las pruebas y experiencias mundiales en relación con la transmisión del sonido a
distancia (ver recuadro), ya había habido al gunos he c hos que podr ía n c ons i der a r se
transmisiones de radio. Sin embargo, se había tratado de emisiones esporádicas, sin ningún
tipo de continuidad en el tiempo. Esta es la diferencia fundamental con la empresa de los
“locos de la azotea”.
Más allá de que se trate del primer intento técnico de transmitir voces y música a
distancia, Radio Argentina fue la primera en utilizar una primitiva forma de lo que hoy
consideramos “lenguaje” de la radio; también lo fue con respecto a la continuidad
cotidiana –es decir, transmitir todos los días en un mismo horario– y la primera que se
propuso llevar espectáculos culturales a un público que normalmente no tenía acceso a
ellos.
El propio Susini –quien tenía pocas dudas sobre el tema– lo recordó así en 1968: “Con
profunda emoción, emoción que hace temblar mis palabras, no por inmodestia, ni para
aumentar el mérito nuestro, sino porque le corresponde a la ciudad y al país, la absoluta
seguridad de que la primera transmisión nuestra, fue la primera transmisión del mundo en
radiodifusión”.

Actividad
1. ¿Qué relación existe entre los inicios de la radio en Argentina y el grupo denominado
“los locos de la azotea”?
2. ¿Por qué se dice que la primera transmisión radial a nivel mundial tuvo lugar en
nuestro país?
3. ¿Qué opinan de la expresión “la radio, un mundo imaginario y sonoro”?
4. Dibujen cómo imaginan la escena en el Teatro Coliseo donde se produjo aquella
primera emisión radial.

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