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LA MUSICA EN EL CINE MUDO AURELIO DE Los REYES El dia, figurense ustedes, en que se pueda unix el cinematdgrafo al fondgrafo. .. los muertos resucitan, pueden ser evocados como en las sesiones espiritas, pueden ser Hamados de la eternidad para obligartos a hablar, a moverse, a volver a la vida, cllos que tan cémodos deben encontrarse en el pais de tos espectros. Cada hijo de vecino puede tener a sus muertos queridos grabados en una pelicula foto- gréfica sistema Lumite, y de alli lanzatlos por medio de la linterna mégica a la blanca pantalla pata verlos animarse, al propio tiempo que el fondgrafo habla con la misma voz de aquellos que fueron. Aquel que haya tenido una suegra biava no dejar de consolaise haciéndola bailar un bolero y hundiéndola después en Tas tinieblas, como Ja fatalidad hunde en el abismo a aquel a quien sefiala con el dedo. Enrique Crrdvarel, “Juvenal! Vaya este articulo para despertar la cmniosidad det interesado en Ja historia de la miisica mexicana del siglo xx, pues mis que conclusiones, expongo planteamientos y vierto informacién, recopilada paralelamente a la investigacién que realizo sobre Ia historia del cine mudo, acerca de conjuntos musicales y melodias que acompaiiaron. a las proyecciones cinematograticas. No obedece a una biisqueda sistematica, Espero sitva para sugerir la riqueza de wm tema que busca su historiador. Considero que quien se interese en cl tema debe conocer, ademas de la historia del pais, los problemas de la composicién musical y, por supuesto, la historia de la musica mexicana, sea de la popular o de Jn culta, para valorar debidamente la importancia que el cine tuvo en su desarrollo, pues es bien sabido que las salas cinematogrificas fueron tribuna de difusidn y que las peliculas obligaron a tos misicos a buscar Ia idea musical que la imagen pedfa; unos recurrieron a la improvisacién, otros realizaron experimentos audaces al mevclar mnisica de compositores disimbolos y opuestos entre sf con miisica popur 99 lar, obligados por el ritmo cinematogritico basado en el cambio violento de secuencias; otros tomaron clementos de grandes obras musicales, esto «s, improvisaron variaciones; pero cualquiera que fuera Ia solucién dada, durante Ia proyeccién cinematogrifica se ponia a prueba su talento y su sensibilidad, El poder de abstraccién de la imagen hacia que el puiblico, en términos generales, no fijara su atencién en lo que escuchaba; pocos eran los que abrian los ofdos a la musica por si misma, quiz s6lo cuando sabian que habria buenos intérpretes. Est’ por valorarse el papel que el cine mudo desempefié en la historia de Ja misica, La aparicién del cine fue la culminacién del deseo ancestral del hombre de reproducir, crear o rectear un mundo a imagen y semejanza del mundo en que vive y del que forma parte, Con el cine las inquietudes renacentistas de reproducir un fragmento de la naturaleza en un cuadro estaban resueltas, lo mismo que resueltos estaban los problemas de la perspectiva y del movimiento. Hubo, sin embargo, por lo menos dos problemas que quedaron pendientes: cl color y el sonido, Si bien los hermanos Lumitre, creadores del cinematégrafo, experimentaron el color en una fecha tan temprana como 1896, al afio de haber tomado y exhibido ptiblicamente sus primeras peliculas, mediante fa iluminacién a mano de cada fotograma, con colores hechos, al parecer, de anilina, sus experimentos fueron desafortunados, como lo fueron los de sus sucesores hasia la década de los treinta, en que sc encontré la manera de dar tonalidades més o menos reales y uniformes. Por lo que se refiere al sonido, Edison acompafié sus peliculas para el kinetéfono con trozos musicales y ruidos grabados en cilindros de cera ya en 1889 y, como 3 sabido, el cinematégrafo de los hermanos Lumitze deriv su mecanismo de tal invento, pero los franceses no dieron impoxtancia al sonido, que inciuia la musica, En afios poste- riores los experimentos de agregar sonido a las peliculas fueron tantos y de tan variadas maneras, que no nos referiremmos a ellos porque los problemas de sincronizacién se resolvieron al finalizar Ia década de Tos veintes, Hablaremos de 1a misica viva, pues fae una constante que principié casi al mismo tiempo que la proyeccién de peliculas y dio lugar, con €l tiempo, a soluciones originales. La mtisica fue acercandose paulatinamente a los cines hasta integrarse al espectéculo, convirtiéndose en un elemento casi indispensable y haciendo tadicionales al solista 0 al conjunto musical al pie de la 100 pantalla que desaparecerian en Ja época sonora, no la mtsica, que fue integrada al sonido para dar mayor efecto a la pelicula, En México desde los primeros afios de cine hubo dos modalidades en la miisica que se tocaba en Jas salas cinematogrificas, una, que se desarrollé primero, consistia en que una orquesta, un solista 0 un pequefio conjunto amenizaban las funciones al interpretar piezas musi- ales, breves, al principio y durante Jos intermedios de los programas; a veces se limitaban a una obertura, si el mimero de vistas (nombre dado a las peliculas) era corto, pero si eran doce o mas (hubo ocasién en que proyectaron hasta cien titulos diferentes), ¢l programa se dividia en dos, tres 0 cuatro tandas con un intermedio por lo general de diez a quince minutos para que el manipulador descansara (la ptoyeccién era manual), aprovechado pot los misicos para deleitar a la concurrencia “con Io mas escogido de su repertorio”. La otra modalidad consistia en el ecompaiiamiento musical de las peliculas, lo cual se hizo de diversas maneras, segtin Jo veremos adelante. Las primeras peliculas proyectadas en Ia ciudad de México asombraron a Ios cronistas por la “exactitud” con que reproducian Ja naturaleza, “se encuentra uno frente a un trozo de vida, clara y sincera, sin pose, sin artificios, sin fingimientos’; a pelicula La Iegada del tren era “tan natural, que hasta parece percibitse el sonido del tren y el murmullo de Ios pasajeros”; 1 faltaba, sin embargo, “adunar el sonido al aparato... y dar color a las figuras; pero el movimiento de las escenas subyuga de tal manera que a imaginacién todo lo suple”.? Musica para Carmen Romero Rubio de Diaz El primer proyecto de utilizar Ja muisica en el cine del que tengo noticias fue con motivo de fas celebraciones de les fiestas patrias de septiembre de 1896, justo al mes de cfectuada Ia primera proyeccién, Se deseaba realizar sesiones cinematograficas en el circo-teatro Orrin de la plazuela de Villamil con “cincuenta de las mejores vistas"; se dijo que en los intermedios 1a Banda del Octavo Regimiento y la Orquesta Vega tocarian piezas musicales.® Al parecer fue la Banda de Caballeria bajo Ta diteccién de los maestros Payén y Santa Cruz la que 2B] cinematégiafo. Lumitie” de 1896, p. 3 2 Idem, EL Universal, miércoles 19 de agosto de 1896, p. 3 Las fiestas de septiembre”, idem, martes 8 de septiembre de 1896, p. 2 EI Monitor Republican, domingo 16 de agosto 101 por primera vez tocé en una funcidn de cine, segiin relata un periddico. # El hecho tuvo lugar para hacer grata Ja visita a la sala de dofia Carmen Romero Rubio de Diaz, esposa del presidente de la Republica, y de su séquito, La orquesta tocé “Jas mas escogidas piezas de su repertorio”, 5 En los afios 1897 y 1898, la utilizacién de la musica en el cine fue una respuesta a la competencia, pues las peliculas nuevas eran pocas y tardaban en Iegar; como el ptiblico se cansaba pronto de ver Jos mismos titulos, los empresarios se esforzaron por ofrecer otros atrac- tivos, Seguin parece, el empresario del cinematégrafo perfeccionado Edison de Ja calle de las Escalerillas 7, a espaldas de la catedral, fue quien contraté por vez primera una orquesta pata amenizar regular- mente cl principio y los intermedios de sus funciones. Para no quedarse atrds, el duefio del cinematégrafo Lumiére de las calles del Espiritu Santo numero 4 contwaté a la familia Tovar, “cuyo cuarteto, maestramente organizado, toca las mejores composiciones”. 7 FI propietario del salén de Plateros 4, el dia de la inauguracién, adormd al sitio con macetones, cortinas, banderas y contraté dos orquestas para que altermadamente tocaran melodias, una en el zagudn y la otra en el interior; § la primera Iamarfa la atencién de los transeuintes, quienes al escuchar las notas sin duda se detendifan para ver a qué se debia aquel escindalo. Hasta hoy no se sabe con precisién cuales composiciones eran las que se tocaban en los cines esos afios, quizd fueran fagmentos de musica clasica, valses, polkas, mimeros de zarmuela, es decir, la musica de moda, Una idea nos la proporciona un progiama que afortunadamente localizamos de una exhibicién de la empresa de Enrique Moulinié y familia en Nogales, Sonora, 1. Notables exhibiciones del cinematégrafo Lumitre 2. Pieza de concierto, al piano, el scfior Gonzilez Gémez. 3. Un ballo in masche, por el sefior Vargas. 4, Gran Vals El éxtasis, por la sefiora Gil del Real 5. Exhibicién por el cinematégrato. 6. Mondlogo de La Tempestad y Give me good by por el setior Vargas. 4"Gacetilla”, EL Tiempo, diciembre 2 de 1896, p. 3. 5 Idem. 8B Cinematégrafo Edison”, La Vox de México, viesnes 2 de julio de 1897, p. 8 T'Gacetilla”, Ei Tiempo, domingo 29 de agosto de 1897, p. 3 8 “EI Cinemardgrafo", El Impercial, sibado 27 de noviembic de 1897, p. 1 102 2. Quinteto Islas, cuyas interpretaciones musicales en Jos intermedios y al principio de los programas cinematogrificos del teatro Riva Palacio, fueron muy populares cl aiio 1905. awoeome: a 8 th Se HD EDD PDD DDE PIE Gran_Cine 7. Romanza de Marla y rondé de Campanone por la sefiora Gil del Real.# . Gomo puede observarse, las pelicults ocupaban un segundo lugar; mas bien cubrian los intermedios de un programa musical, quiz4 porque el repertorio de films del empresario e1a reducido. De cualquier manera, el progiama nos ilustra sobre los gustos de la época y la ma- nera de combinar composiciones de distinta indole en un mismo pro- grama La introduccién de las variedades musicales combinadas con fun- ciones cinematogrificas en 1898 emiiquecié Ios especticulos capitalinos y permitié la participacién de una mayor variedad de conjuntos musi- cales, duetos, trios, cuartetos, quintetos, bandas, tipicas y solistas de piano, guitarra y violin. Las vaticdades musicales al parecer comenzaron con un buen nivel de ejecucién, que pronto decayd porque se abrieron veinticantos locales en corto tiempo, y al parecet, los ejecutantes calificados fueron insufi- cientes para satisfacer la demanda, Se improvisaron artistas y muisicos y su calidad dejé mucho que desear. Por lo general el especticulo con- sistié on bailables espaiioles, pasodobles, peteneras; 0 mexicanos, jarabes, sones; niimeros de zarzuelas, espaiiolas y mexicanas del género chico, y piezas musicales cortas, que tanto gustaban al pitblico de aquellos afios de 1898, 1899 y 1900, La mala calidad del especticulo y Ia escasa 0 nula vigilancia de Ja policia, incapaz de atender tan inespetado ntimero de locales, dieron por resultado que estallaran escdndalos, que terminaban en violencia, lo que motivé el ciere de Ios locales. Los esporddicos salones abiertos o las temporadas de cine en Ios teatros de la capital hasta antes de 1906, no oftecieron ninguna novedad digna de tomarse en cuenta, musicalmente hablando. Conjuntos pequefios o solistas alterna- ban de cuando en cuando con Ia exhibicién de peliculas, como Ia nifia Maria Aspiroz, que admiraba “por su precoz maestria en el manejo del violin” en el Palacio Encantado de Enrique Moulinié.1® La provincia y la trashumancia Dejemos la capital del pais y centremos nuestra atencién en Ja cludad de Orizaba y en un empresatio ambulante, Carlos Mongrand, durante 9 Diasio del Hogar, viernes 6 de mayo de 1898, pp. 2 y 3. 10E] Palacio Encentado”, El Entrencto, jueves 5 de diciembte de 1901, p. 1 103 los afios de 1900 a 1906, cuando el cine se caracterizé por su trashuman- cia y sus temporadas efimeras en las ciudades del interior del pats. En Orizaba, un conjunto hizo el intento de adecuar Ja musica al argumento y al ritmo de las peliculas; quizd la ciudad contaba con un centro de estudios musicales de cierta importancia, pues no fue una sola vez y un solo conjunto los que experimentaron en tal sentido, A principios de 1901 Iegé al teatro Llave la empresa Asecencio con su espectéculo cinematogratico combinado con un graméfono, “aparato reformado del fondgrafo que deleita a los espectadores con piezas de canto y concierto que se oyen perfectamente”; como novedad contraté al cuarteto del maestro Rémulo para “cubrir los intermedios y tocar a la hora de las vistas, lo que completa la ilusién del especticulo”.12 No sabemos qué misica tocé, si popular o dlasica, o si improvisé melodias osi cran composiciones tradicionales escogidas adecuadamente para cada pelicula, o si se limité a tocar “lo mejor de su repertorio”, haciendo caso omiso del argumento, esto es, valses, marchas, habaneras, polkas, mazur- kas, romanzas, rondds o trozos de musica clasica. La experiencia debid ser positiva, pues meses después otro empresario contraté al cuarteto Oropeza para acompafiar con “majestuosos mimeros de musica religiosa” Ia exhibicién de vistas estereoscépicas que representaban “los princi- pales pasajes de la Pasién del Redentor’.1* En otro pequefio salén abierto tiempo después, las peliculas fueron acompafiadas por “los desea- dos actos de concierto de los filarménicos chiapanecos que de continuo arrancan agradables y clisicas piezas a su sonoro marimbén”. 44 La em- presa Aguilar y Roman J. Barreiro en una de sus visitas organizé un quinteto filarménico, bajo la direccién del maestro Arnulfo Blanco, para que tocara durante Jas funciones cinematograficas, ® en la proyeccién de Fausto y La Condenacidn de Fausto (Pathé 1905) ejecutaron “la musica especialmente arreglada a la vista por un reputado compositor patisiense”, Sin duda se trataba de la musica de Gounod, Marcha de honor para el general Diaz Por su parte, Carlos Mongrand, empresario francés que Ilegé a México en 1896 acompafiado de su esposa, y que recorrié el centro, el norte y el Ui“Agencia teatral de Manuel Castro”, Diavio del Hogar, sibado 11 de abril de 1908, p. 3 12 “Cinematégrafo”, El Cosmopolita, febrero 10 de 1902, p. 2 38 “Instantineas artisticas”, Hl Reproductor, abxil 4 de 1901, p 44 Idem, EL Cosmopolita, agosto 25 de 1801, p. 2 45 “Noticias cortas locales”, idem, mayo 27 de 1906, p. 3 104 noroeste del pais desde su Iegada a México hasta 1906, en que se retiré del negocio, inicié la utilizacién de la misica en las peliculas en la ciudad de Guanajuato. El pretexto fue donar el producto de una funcién a los familiares del pintor Ramén Cardenas, muy estimado en dicha ciudad, que fallecié poco antes de una de sus visitas y que habia dejado a su familia en penosa situacién econémica, Para lamar la aten- cién, Mongrand contuaté a la Banda de la Escuela Industrial, de Ja que formaban parte algunos alumnos del pintor; la funcién, ademés, la dedicé a los profesores y alumnos del Colegio del Estado, quienes, hala- gados en su vanidad, acudieron acompafiados de familiares y amigos; ni duda cabe que su olfato comercial ea muy agudo, Se dijo que la orquesta recibirfa con su misica a los concumtentes en Ja puerta del teatro Principal. ** La expectacién despertada por la publicidad hizo que “desde muy temprano se agotaran todas fas localidades, siendo nece- sario que el Regidor de teatros mandara a la taquilla que no se vendie- xa ya ni un solo boleto, pues todos los departamentos estaban Henos, enteramente Ilenos’.7 Y en efecto, la orquesta, bajo la diteccién de Julién Espinosa, recibié en el pértico del teatro a los concurrentes; des- pués, ya en la sala, tocd una obertura antes de la proyeccién de peliculas y> por tltimo, acompaiié, “con una marcha de honor” una vista en Ia que aparecia el presidente de la Republica paseando por el bosque de Chapultepec, “produciendo la inesperatla marcha una tampestad de aplau- sos y vivas al sefior general Diaz”,® El éxito fue tal, que el gober- nador del Estado pidié al empresario permanecer en la ciudad durante las fiestas pattias de septiembre de 1902, para obsequiar a los guanajua- tenses con funciones costeadas por el etatio publico, En Aguascalientes intenté perfeccionar Ia experiencia al hacer que la banda del Estado, dirigida por el capitin Payén, se colocara detrés de la pantalla para tocar “marches adecuadas y toques de tambores” que resultaron de “grande efecto”. Ente las “vistas musicalizadas” estuvo el reportaje cinematogrifico sobre La visita de Monsieur Loubet, presidente de Francia, al zar de Rusia, Las dos orquestas seleccionaron piezas musi- calles que consideraron adecuadas al tema de las peliculas, Durante cerca de dos aiios Mongrand no repitié el experiment, ni 18 “Agencia de contataciones", Diario del Hogar, jueves 4 de septiembre de 1902, p 3. 17 Idem, martes 9 de septiembre de 1902, p. 8 18 Idem. 39“Notas de la agencia de especticulos de Luis A. Rivera”, El Popular, 7 de enero de 1908, p. 2 105 durante una exitosa temporada efectuada en la capital del pais a me- diados de 1908, para la que contraté una orquesta que, segtin los pro- gramas, sdlo tocaba antes de la proyeccién de las peliculas y durante os intermedios. Quizé no es que el empresario no deseara continuar el experimento, sino que tal vez los mtsicos no se interesaban en colaborar de manera diferente a Ja costumbre ya establecida, quizd tenfan temor de experimentar. Hasta mayo de 1905 vuelve a hablarse de sus experimentos de acopla- cién musical al encontrar un conjunto que acepté tocar expresamente para las peliculas; se até de la Tipica de Zacatecas ditigida por el maestro Antonio Martinez, “la cual orquesta es la que mejor se ha adaptado a esta clase de especticulos por la propiedad y oportunidad de las piezas que elige para las diversas vistas"; 2° el éxito fue tal, que Mongrand agregé al conjunto musical a su empresa para que lo acom- pafiara en sus viajes, En la Wltima funcidn de la temporada en el teatro Galderén y para hacer més emotiva su despedida, 1a orquesta toed las ya populares Golondinas. Después particron para Morelia, donde la ‘Tipica ofrecié la noche de su Ilegada una serenata en Ja plaza de armas, jendo aplaudidas las diversas piezas que se ejecutaron";2!y por su- puesto que ademas de las serenatas, acompaiié las peliculas con obras musicales cuya adecuacién a 1a imagen gusté tanto al puiblico que obli- gaba al empresario a “bisar” cada pelicula; la temporada fue “un triunfo ruidoso”. De ahi se dirigieron a Monteuey para trabajar en el teatro Judrez y no obstante la separacin de dos misicos, Agustin Salinas y Teodoro Reyes, la orquesta continué “poniendo muy en alto el nom- bre de Zacatecas dondequiera que se presenta a Loiredn y luego a Guadalajara; a su paso por Zacatecas y mientras el tren hacfa un alto en Ia estacién, el empresario y la orquesta descendie- ron al andén pata tocar la marcha Zacatecas de Genaro Codina, para regocijo de los viajeros.! En el teatro Degollado de la capital tapatia repitieron sus éxitos y la Tipica merecié a felicitacién del maestro 28 De Monterrey pasaron 20 “EL cinematégrafo en el de 1905, p. 1 2ALa orquesta tipica zacatecana en Morelia, EL cinematégrafo Mongrand”, idein, domingo 28 de mayo de 1905, p. 1 22Siguen los triuntos de Ia onquesta tipica de Morelia”, idem, domingo 4 de alderén”, El Correo de Zacatecas, domingo 7 de mayo ematdgrafo Mongrand”, idem, domingo 16 de julio de 1905, p. 2 24“Gacetilla. EI sefior don Carlos Mongrand”, idem, domingo 6 de agosto de 1905, p. 2 106, Augusto Azzali, renombrado musico italiano de aquellos afios, segiin decir de Ja prensa. De Guadalajara fueron a Zamora y por wltimo a Chi- huahua, donde misicos y empresarios se separaron quién sabe por qué razones. Vale la pena consignar que el empresario era tan popular en el pats que durante una de sus visitas a Durango, el autor local Alberto Alvarado compuso la polka La mongranita en su honor. El empresario J. Saldivar, quizé enterado de los éxitos de Mongrand, en su visita a Zacatecas contraté la Tipica de Fernando Ortiz para imitar los experimentos, Jorge Sthal, que viajaba con una carpa con capacidad para dos mil espectadores, al llegar a las ciudades se informaba de los concertistas locales para contratarlos y combinar exhibiciones de peliculas con tr0z0s de obras de musica clisica, 0 de zarmuela, como ocmrié durante una de sus visitas a Tepic. En una funcién proyecté 21 peliculas de los mds variados titulos en tres tandas; la primera la inicié una obertura, Ia segunda “un capricho para darinete con acompaiiamiento de piano por los sefiores profesores Irenco Contreras y Pedro $. Andrade”, y la tercera, el coro de los polichinelas de Ja zarzuela mexicana Chin-Chun-Chan que canté un grupo de niffos. 2" Pero, por Io general, contrataba a un pianista local con su instrumento respectivo para amenizar las peliculas. La costumbre de los empresatios ambulantes de utilizar concertistas locales atestigua la sélida educacién musical captada con fidelidad en la novela del siglo pasado, La mayoria de los autores coincide en sefialar que cra un elemento indispensable de lo que se consideraba una cduci- cién ilustrada, particularmente en Jas mujeres; quizd era una aportacién del romanticismo; segin Astucia de Luis G. Inclin y La bola de Emilio Rabasa las casas “decentes” de lugares apartados del pais posefan su piano y recibfan las partituras de los autores musicales europeos de moda; las novelas dejan traslucir la wecesidad de la mtisica para des- ahogar o sublimar las pasiones amorosas, en Clemencia, de Altamirano vna de las protagonistas Vistidse con esmero, y aim podria decitse que con coqueteria. Sentése al piano; pero cambiando a menudo papeles y no concuyendo nin- guna pieza que comenzaba, mas bien paiecta agitada por una impa- ‘Manuel Castio. Agente teatial”, Diario del Hoge, stbado 12 de agosto de p 3 “Agencia teattal de Manuel Castro”, idem, viemnes 6 de noviembre de 1908, p. 3. “Chisportoteo cinematogriifico”, Lucifer, stbado 2 de junio de 1906, pp. 1 y 2 107 Giencia febril, que inspirada por el numen de la melodia, Jugaba con las teclas, improvisaba, mezclaba las armonias tristes de Jos macs- tros italianos con Jas notas profundas de Ja musica alemana © con las alegres y ligeras de los maestros franceses. En fin, pensaba tocando y traducia en el piano sus pensamicntos desordenados y confusos, y se volvia frecuentemente hacia la puerta, como si esperase la aparicién que evocaba en lo intimo de su alma. 28 Otro uso de la miisica por los empresarios ambulantes consistié en contratar conjuntos locales para los convites, por lo general exan bandas que anunciaban por las calles las funciones cinematograficas acompafia- das por muchachos “gritones”; aquéllas tocaban marchas y pasodobles y éstos invitaban con voz sonora a la gente a asistir a las proyecciones repartiendo programas y aventando cohetes de pélvora; cuando la or questa dejaba de tocar, hactan sonar matracas y cencerros; el ruido debid ser fenomenal. “...un soberbio ejemplar de artista en ciemes...” EL afio 1906 es clave para el desarrollo de la exhibicién cinematogra- fica por la apertura de distribuidoras de peliculas, que permitirin abrir numerosas salas en la capital del pafs y en las ciudades mas importantes del interior, Los ambulantes cinemnatogrificos por lo general se estable- cieron en un sitio, aunque no desaparecieron del todo. La competencia entre los duefios de los mds de treinta salones abiertos en el transcurso del segundo semestie de ese afio en la ciudad de México, hizo que recu- rrieran nuevamente a las variedades teatrales, pero ahora contratarfan ejecutantes calificados; se esmerarian por ofrecer un especticulo digno. Ademés de acompatiar las peliculas con mtisica, recurtitfan a otros arbitrios: impottar grandes érganos 0 improvisar orquestas con anima- les, tal como lo hicieron los empresarios del Teatro Apolo y del Salén Lumitre de la segunda calle de Plateros 4, respectivamente, éste, quién sabe qué trabajos tuvo que afrontar para integrar “una pequeiia orquesta, de gallos vivos y verdadetos, vestidos con elegante frac, chaleco y panta- Jones, que tocan violines, violoncellos, contrabajo y guitarra bajo la batuta de un hermoso gallo”.%? En el vestibulo del teatro Apolo se instalé un “orquestrién” japonés para que abriera el especticulo cine- matogrifico y amenizara los intermedios. Dicho aparato e1a: 28 Ignacio Manuel Altamirano, Clemencia, México, Porria, 1980, p. 28. 20-"Por los teatios”, EI Popular, martes 10 de julio de 1906, p. 1. 108 una verdadera matavilla de mmtisica mecdnica, tnica hasta hoy en la Republica. El original aparato, de un dibujo elegantisimo, est4 colo- cado sobre una plataforma o caja actistica, de unos cuatro metros de fachada por un metro de fondo y su ornato sube hasta el techo del vestibulo. Ocupan el frente cinco manequias, que son un director de orquesta y cuatro ejecutantes; pero el efecto que produce el instru- mento es el de una banda de setenta profesores con la mas rica dota cin de instrumentos de todas clases, inclusive sus bombos, platillos chinescos y todos los ruidos de una mumerosa banda, Por ultimo, este gran aparato est exteriormente iluminado por una ofuscante profu- sién de luces eléctricas que le dan un aspecto deslumbrador y bello al mismo tiempo, * Era movido por medio de electricidad y ejecutaba fragmentos de épera y zarmelas, fantasias, marchas, danzones cubanos y canciones populares mexicanas, entre ottos ritmos.%! Cierta ocasién tocd el siguiente pro- grama: Gran concierto, el guarani, danz6n, EI ferrocarril Central, polka; Fra Didvolo, Florodova, Viva Paris, Sobre las olas, La peseta enferma, El Gran Mogol y La Maritima, “produciendo dicho aparato el efecto de una gran banda con sus bien timbiadas voces”. Hacia 1911 parte del instrumento estaba en el vest{bulo del Salén Popular de ta séptima calle de Capuchinas 119, Segin el propietario, los instrumentos de Iatén esta- ban fuera de servicio y sélo se utilizaban “los que imitan una orquesta de cuerdas”, Varios vecinos se quejaron de la constante repeticién de melodias y del ruido, pues comenzaba a funcionar desde la mafiana hasta avanzadas horas de la noche, Por orden del Ayuntamiento, el empre- satio Luis T. Maurente, lo sustituyé por otro menos ruidoso; no sabemos qué fue de él posteriormente. En el salén Spectatorium, las peliculas eran acompafiadas con miisica y canto, las composiciones que se interpretaban mientras desfilaba por la pantalla “la dicha de dos amantes entre las flores, y las delicies de un idilio a la puesta del sol”, eran canciones romanticas, “de esas canciones Uenas de pAjaros y de flores”.% En otro cine, peliculas basadas en 6peras, Fausto, La condenacién de Fausto, Aida, La Gioconda, El Barbero 30 “Inauguiacién del teatro Apolo”, EI Entreacio, jueves 21 de febrero de 1907, p. 4. 81Por los teatros”, idem, jueves 7 de marzo de 1907, p. § 82 Idem, domingo 10 de marzo de 1907, p. 4 883 Archivo Histérico del Ayuntamiento, Gobierno del Distrito, Diversiones, leg. 4, exp. 252, fs. 4 34"Por los teatros”, EI Popular, sibado 24 de noviembre de 1906, p. 2, 109 de Sevilla, etcéiera, fueron acompafiadas con varias de las dperas respec tivas interpretadas por conjuntos musicales y cantantes conocidos, ocasio- nalmente situados detds de la pantalla, En el circo-teatro Onin, “mientras en la pantalla se desamollan escenas chuscas, Ja Banda de Policia ejecuté sus mejores piezas, siendo aplaudidisima, sobre todo La danza de las hovas, la marcha de Preza y Lindas Mexicanas”, Quid las orquestas tipicas como la de Miguel Lerdo de Tejada y la de ‘Toreblanca, pero sobre todo ios conjuntos de cémara y los estudiantes del Conservatorio Nacional de Musica, fueron los mas favorecidos con la aceptacién que tuvo el acompafiamiento musical de las peliculas Entre los conjuntos de cimara més populares estuvieron los cuarteios de Bruselas y Saloma, el sexteto Uranga y los quintetos Islas, Urresti y Reyes Palacios, pero solamente éste experimenté la improvisacién de melodias acopladas al ritmo del film. En las postrimertas del porfirismo destacaron dos egresados del Conser- vatorio: el joven de quince aitos Jos¢ Manuel Santiesteban que tocaba en el Salén Majestic, y Jesis Martinez, contratado por Jacobo Granat para tocar el piano en su Salén Rojo, Del primero se dijo que “en el Salén Majestic se exhibe de manera no tan s6lo modesta sino inconsciente, un soberbio ejemplar de artista en cierne, un jovencito... que sentado al piano Hega tan arriba, crece de tal manera, que el gran salén Je resulta bajo y estrecho”. El segundo adquirié prestigio por “improvisar en el piano la musica al asunto representado”; *% durante la proyeccién de La guerra de Melitla, documental sobre la pacificacién del Marruecos espafiol, ejecuté “trozos de miisica patridtica espafiola, con lo cual aumenté el entusiasmo del puiblico, que aplaudié entusiasta”.* En el salén La Arcada, la orquesta del Conservatorio ejecutaba diferentes com- posiciones diariamente, “‘recibiéndose las piezas que se tocan de los centros musicales de Europa y de Estados Unidos’, *8 Se dijo que algunos cines brindaban al piblico algo més sustancioso que el telén de vistas y variedades de escenario, al convertirse “en el estimulo de la buena musica en pianos, cuartetos y quintetos, que suelen resultar itzeprocha- bles, a pesar de Ia modestia tipica de sus ejecutantes”. 85 “Cinematégrafos", El Enireacto, domingo 12 de abril de 1908, pp. 1 y 2 36“Correo de teatros”, Fl Imparcial, domingo 18 de julio de 1909, p. 6 87 Idem, martes 19 de octubre de 1909, p. 8 88"Anuncio”, £1 Diario, encio 25 de 1908, p. 3. 59 “Cinematégrafos”, El Enireacto, domingo 12 de abril de 1908, pp 1 y 2 1d La Revolucion Durante la Revolucién hubo cambios importantes ocasionados no tanto por Ia situacién del pais, cuanto por la adopcin de la moda europea de escribir partituras perfectamente metronomizadas a las imagenes cine- matograficas, debido a la conciencia que se adquirié de la importancia de la misica en la proyeccin de peliculas. Destaca a participacién de la orquesta de camara Saloma, de diversas bandas militares, algunas de ellas patrocinadas por distintos generales revolucionarios, y de solistas egresados del Conservatorio Nacional de Musica. Sobresale tam- bién Ja creacién por compositores mexicanos de obras para peliculas italianas de tema histérico. Yo no sé qué influencia tiene la miisica ... El acompafiamiento musical de las peliculas ininterrumpidamente durante los iltimos cinco afios del porfirismo en cualquiera de sus modalidades, habia creado la conciencia de su necesidad, al igual que en otras partes del mundo, Segin el tedrico hiingaro Bela Balizs, la musica subrayaba las imagenes, las enriquecia, les daba profundidad y relieve, fuera cual fuera la clase de mtisica que s¢ tocaba, Formaba parte “del mecanismo... como la luz y Ia sombra”.4 Apenas se suspendia, las imagenes enmudecian cobraban el aspecto de sombras lisas y chatas, “se comprobé que Ia mayor parte del publico ni siquiera advertia que en el cine escuchaba musica; sélo percibian su existencia cuando faltaba”. 41 Y en efecto, un periodista coment6 que en México, yo no sé qué influencia tiene la misica en el cine, Guando la orquesta, el quinteto o el piano callan, el pttblico se impacienta y no puede comprender que existe cinta cinematografica sin acompaftamiento de melodia. El caso es muy curioso y se nota que, en donde tocan os mejores artistas, es donde acude mis pitblico, y es porque se aduna maravillosamente la sensacién emotiva del momento dlgido del tema desarrollado, a la melancolia suave y cadenciosa de un vals de Berger. # Oto mis atestigué que el silencio que se noté en la sala, cuando los filarménicos, por des- 40 Bela Baltss, El Film, Losange, Buenos Aites, 195 44 Idem. 42“Por la pantalla”, El Universal, marzo 17 de 1917, p. 6 p. 261 i cansar, dejaron de amenizar el especticulo con sus agradables sones, fueron notas desagradables que causaron el descontento de la concu- rrencia, pero sabemos que la empresa, percatada de esas deficiencias, pondré los medios para comegirlas, a fin de que las funciones dejen plenamente complacidos a los numerosos asistentes. * “.. Dad olvido a las amarguras del pasado” Las migraciones de Ia gente del interior a la capital del pais en busca de refugio, la entrada a ella de numerosos contingentes de revo- lucionarios de las diversas facciones en pugna, el hambre, la inesta- bilidad politica y el temor al presente y al porvenir empujaron a Ia casi totalidad de los capitalinos al “averno cinematogrifico”, Esté comprobado que el cine lejos de suftir mengua con la revolucién, alcanzé un desarrollo notable, en especial en el campo de Ia exhibicién, particularmente durante los afios criticos de 1914, 1915 y 1916. La gente buscaba olvidar su miseria diaria, se fugaba de la incertidumbre y los empresarios explotaban sus temores, Mexicanos! Dad olvido a las amarguras del pasado. Unios todos, porque la unién hace la fuerza ... en el Salén Rojo no hay peligro de que entre el més temible enemigo... Federales, voluntarios, revo- lucionarios, paisanos, pobres y ricos, tienen las mismas garantias en este hermoso salén de arte y recreo. #* La misica de las peliculas contribufa a transportar al espectador atin mas fuera de su realidad, con Jos acordes de nuestra miisica y canto olvidaréis, con lo bien tramado de los argumentos de las grandes peliculas de arte, .. las penalidades de la cotidiana lucha y os quedaré el grato recuerdo de aquellas agradables horas de distraccién culta y honesta que habréis pasado, # La musica, incluso, excitaba el nacionalismo, Las ovaciones se sucedieron haciéndose més intensas al oirse los vibramtes acondes de la Marsellesa, el canto patrio de Francia que 49“Primeras exhibiciones de la pelfewla In hoc signo vincis", El Diario, domingo 21 de diciembre de 1913, p. 6. i ‘4Luis Reyes de la Mara, Salén Rojo, UNAM, México, 1968, p. 128 45 Idem, p. 151 12 tiene, quiz el nico de los extianjeros, el raro privilegio de conmo- ver casi tanto como el nuestro propio. # experimenté Durante los afios criticos la musica cinematogréfica avanees notables; la circunstancia, en especial el hambre, también empujé a los egresados del Conservatorio a aceptar cualquier trabajo, y como el negocio cinematogrifico estaba en su apogeo, los empresatios ofrecieron una relativa buena paga, y asi, por los cines desfilaron compo- sitores, cantantes y nuisicos que destacarfan posteriormente en la musica popular y culta mexicana, como Felipe Llera, Mario Talavera, Carlos Chave7; incluso tenemos conocimiento de que cierto organista y compo- sitor fue pianista de cine, y segiin informacién recopilada, la experiencia cinematogrifica fue bisica pata su ulterior desarrollo, acorde con el habito de improvisar en la iglesia. Se dice que los egresados del Conse- vatorio o de las escuelas de misica recorrfan los cines donde sabian que tocaba un compafiero para escuchar sus improvisacione: He aqui un programa tipico de la Revolucién, de Ja ocwpacién carran- cista de Ja ciudad de México en 1914. La banda militar del Primer Jefe don Venustiano Carranza dard un selecto concierto de 5 2 9 pm., tocando danzones cubanos y vera- cruzanos, y estrenando Lloraba el corazén y Julia, La orquesta Tipica de diez profesores del C, Alvaro Obregén, ministro de la guerra, tocar de 4:30 2 9:30 p.m., hermosos danzones, bajo la direccidn del maestro Federico Rolin, Felipe Llera y sefiora y los demds artistas del Sexteto del Salén Rojo deleitaran a nuestro publico con selectos troros de épera y canciones populares. #7 Es de creerse que

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