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redacción
Corrección gramatical
Ortografía y puntuación
Uso de un léxico adecuado y preciso
Contenido y organización
1. Corrección gramatical
1.1. Construcción oracional
Cuando elaboramos textos académicos, debemos asegurarnos de que todos los enunciados que
comprende nuestra redacción son oraciones, es decir enunciados con sentido completo que,
además, presentan un verbo conjugado principal (es decir, no basta con que un enunciado tenga
un gerundio, un participio, un infinitivo o un verbo subordinado para ser oración).
Que el Señor esté con ustedes Esté = conjugado pero El verbo conjugado (“esté”) no
subordinado por “que” es principal sino subordinado
por “que”
Propuesta de corrección
Prohibido fumar Está prohibido fumar. (“Está” sí es un verbo conjugado)
2
Sabemos que un verbo está conjugado cuando podemos identificar sus accidentes gramaticales:
Que Porque
Quien Dado que
Como Debido a que
Cual Pese a que
Cuando A pesar de que
Cuanto Puesto que
Donde Ya que
Si En tanto que
Mientras (que) Etc.
Aunque
1
SECRETARÍA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. Lenguaje ciudadano. México: SFP, 2007, p. 42.
3
3. Evite las oraciones demasiado breves. Procure que transmitan ideas completas.
4. Se recomienda escribir oraciones con un promedio de 20 a 30 palabras.
5. En un párrafo, redacte oraciones que tengan una longitud similar entre ellas.
6. Utilice la fórmula S + V + C (Sujeto + Verbo + Complemento).
7. No abuse de las oraciones combinadas (donde varias oraciones se juntan con conectores
como “que”, “por lo tanto”, “y”).
Errores comunes
Los adverbios (medio, poco, bastante, etc.) no tienen accidentes gramaticales (ni género ni
número), es decir, no concuerdan con el adjetivo al que modifican.
Error: Los alumnos se quejaron de que las lecturas eran medias complicadas.
Corrección: Los alumnos se quejaron de que las lecturas eran medio complicadas.
Cuando “haber” funciona como auxiliar (he comido, has cantado, hemos trabajado, etc.),
concuerda con el sujeto de la acción (Yo he cantado, Tú has cantado, Nosotros hemos trabajado,
etc.). Sin embargo, cuando “haber” aparece solo (hubo, había, etc.) o acompañado de su propio
participio (ha habido, había habido, etc.), es un verbo impersonal: debe aparecer siempre en
tercera persona singular.
4
Error: Hubieron muchas manifestaciones de protesta.
Corrección: Hubo muchas manifestaciones de protesta.
Concordancia sustantivo-adjetivo
Concordancia pronominal
Son pronombres de objeto directo “lo”, “la”, “los” y “las”. Por otro lado, son pronombres de
objeto indirecto “le”, “les” y “se”. Los pronombres deben concordar con las frases a las que hacen
referencia.
En las oraciones con el verbo “ser”, si el atributo que sigue es un adjetivo, se establece la
concordancia en singular; en cambio, si el atributo es un sustantivo, se hace en plural.
5
Error: Esa gente son muy desordenadas.
Corrección: Esta gente es muy desordenada.
Los sustantivos cuantificadores son singulares pero designan una pluralidad de seres de cualquier
clase (la mitad de las tareas, la mayoría de los niños, el resto de los papeles, etc.). En este caso, se
prefiere la concordancia en plural.
En perífrasis verbales
Ejemplo 24
Ejemplo 25
Función adverbial
Es correcto usar el gerundio cuando cumple una función adverbial, es decir, cuando modifica al
verbo como complemento circunstancial. Así, puede expresar el modo en el que se realiza una
acción, una causa, una condición, o un hecho simultáneo o anterior al verbo del cual depende.
Con sentido de causa: Conociéndolo, me es difícil creer que haya sido capaz de plagiar.
6
Usos incorrectos del gerundio
Excepciones:
“Hirviendo” y “ardiendo” son los únicos casos en los que un gerundio puede modificar a un
sustantivo y, por lo tanto, cumplir una función adjetiva.
Queísmo y dequeísmo
Con frecuencia, pueden aparecer dudas respecto de si debe o no colocarse la preposición antes de
la conjunción subordinante. Un modo práctico de salir de ellas —utilizable buena parte de las
veces, aunque no en todas— es reemplazar la proposición encabezada por la palabra “que” por el
pronombre “algo” (o “eso”) y revisar entonces qué versión es la gramaticalmente correcta.
Ejemplo 26
Juan piensa de [que María está triste]. Juan piensa de algo/ eso. (incorrecto)
Juan piensa algo/ eso. (correcto)
Entonces: Juan piensa que María está triste.
Ejemplo 27
Juan está seguro [que María está triste]. Juan está seguro algo/ eso. (incorrecto)
Juan está seguro de algo/ eso. (correcto)
Entonces: Juan está seguro de que María está triste.
7
A continuación, se le presenta una lista con algunas frases comunes que deben construirse con
“que” (no “de que”).
A continuación, se le presenta una lista con algunas frases comunes que deben construirse con “de
que” (no solo “que”).
8
2. Ortografía y puntuación
2.1. Ortografía
Además de las normas ortográficas más comunes (tildación general según la ubicación del acento,
etc.), existen ciertas nociones adicionales que debemos tener en cuanta para cuidar la corrección
de nuestras redacciones.
Palabra mal escrita Palabra corregida Palabra mal escrita Palabra corregida
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Escojer Escoger Recojer Recoger
Palabras homófonas
Basta Vasta
Rebelar Revelar
A Ha
Has Haz
Haya Halla
10
Palabras “juntas” y “separadas”
A hacer A ser
Sino Si no
En esta sección revisaremos algunos de los casos más comunes de usos correctos o incorrectos de
mayúsculas.
Fechas
Ejemplo 16
11
Cargos honoríficos
Los cargos honoríficos se escriben con mayúscula solo si son referenciales (se refieren a una
persona en particular que ocupa el cargo) y no están seguidos del nombre. Se escriben con
minúscula cuando no son referenciales (no se refieren a una persona en particular sino a
cualquiera que ocupe el cargo) o, siendo referenciales, están seguidos del nombre
Ejemplo 17
Ejemplo 18
Ejemplo 19
Siglas y acrónimos
Cuando tienen hasta 4 letras, se escriben con mayúsculas; cuando tienen más de 4 letras,
empiezan con mayúscula y luego van en minúsculas.
Ejemplo 20
OTAN, ONU
Ejemplo 21
Unesco, Unicef
En el caso de los títulos de libros, solo lleva mayúscula inicial la primera palabra del nombre de la
obra.
Ejemplo 22
En el caso de las revistas o demás publicaciones periódicas, cada sustantivo y adjetivo del nombre
empieza con mayúscula.
Ejemplo 23
12
2.2. Uso de los signos de puntuación
El uso correcto de los signos de puntuación contribuye a que nuestras ideas sean comprendidas
con mayor facilidad por nuestro lector. Para ello, debemos conocer las normas de uso de los
distintos signos de puntuación.
La coma
Enumeración simple
En este caso, la coma nos permite vincular los elementos listados en una secuencia.
Ejemplo 1
Las causas de la caída en el consumo de bebidas alcohólicas en jóvenes limeños son el plan
zanahoria, el alza en el coste de las mismas, las campañas de concientización emprendidas por el
Municipio y, finalmente, la gran campaña de difusión llevada a cabo por los medios de prensa.
Cuando tenemos dos conjunciones “y” en la enumeración, debemos marcar la más importante
con una coma (,) antes.
Los delincuentes huyeron con joyas preciosas, electrodomésticos costosísimos, libros antiguos y
muy valiosos, y obras de arte invaluables.
Elemento explicativo
Cuando deseamos explicar algo más respecto de una frase nominal, introducimos un elemento
explicativo. Según dónde se ubique en la oración, irá entre comas o antecedido por una coma (y
seguido por el punto final).
Ejemplo 3
El mono de Juan, la bestia más salvaje que he visto, atacó a mi hermana con un plátano.
13
Movimiento de complemento circunstancial
Las frases que expresan las circunstancias en que se lleva a cabo la acción expresada por el verbo
deben ir marcadas por comas siempre que no aparezcan al final de la oración.
Ejemplo 4
Vocativo
Cuando en la oración introducimos una referencia directa a la persona a la que nos dirigimos,
marcamos dicha frase con una coma.
Ejemplo 5
Omisión de verbo
En aquellos casos en los que tenemos una oración compuesta de dos partes separadas por un
punto y coma (;), podemos omitir el verbo en la segunda parte y reemplazarlo por una coma.
Ejemplo 6
Punto y coma
Enumeración compleja
Ejemplo 7
14
Envié las invitaciones a Daniela, Julián, Pedro y Teresa.
Envié las invitaciones a Daniela, mi prima; Julián, el amigo de mi marido; Pedro, mi cuñado; y
Teresa, mi amiga de la infancia.
Separación de oraciones
Cuando dos oraciones se relacionan de forma estrecha por su contenido o sentido y queremos
destacar dicho vínculo, podemos relacionarlas con punto y coma (;) en lugar de punto (.).
Ejemplo 8
Ejemplo 9
El mono de Juan atacó a mi hermana; por ello, no pienso regresar a su casa nunca más.
Dos puntos
Enumeración anticipada
Podemos utilizar los dos puntos (:) para introducir los miembros de una secuencia o listado que
sigue a continuación.
Ejemplo 10
Ejemplo 11
Ejemplo 12
Ejemplo 13
15
Después de todos nuestros esfuerzos solo nos quedaba una salida: volver a casa y resignarnos.
Ejemplo 14
Empleamos los dos puntos (:) para introducir las palabras textuales de un determinado texto o
autor.
Ejemplo 14
Rosendo, el detective privado, nos dijo: “Es mejor que no se hagan ilusiones”.
Ejemplo 15
Suárez-Peña defina la anorexia del modo siguiente: “Se trata de aquel trastorno alimenticio por el
cual el paciente tiene una imagen distorsionada de su propio cuerpo y muestra preocupación
excesiva por cuidar su peso”.
16
3. Uso de un léxico adecuado y preciso
Parte importante de nuestra redacción viene dada por el cuidado que tengamos al seleccionar los
términos que emplearemos. Estos deben ser adecuados para el registro formal y, además,
suficientemente precisos, de modo que dejen claro para el lector a qué nos estamos refiriendo.
Por hallarnos en un entorno académico, el lenguaje que empleemos debe ser formal, preciso y
pertinente. Debemos, pues, adecuarnos a un determinado registro y seleccionar nuestras palabras
de modo que no caigan en imprecisiones, vaguedades o que tengan un carácter informal.
Evite usar jergas o usos regionales: el objetivo de un texto académico es poder ser
comprendido por la comunidad académica en general, sin importar su origen regional. Así,
usar términos que solo pueden ser comprendidos por la población de un determinado lugar
podría interferir con la comprensión de su texto.
Evite expresiones orales o coloquiales: palabras como “bueno”, “digamos”, etc. darán una
imagen menos seria de su texto. En lo posible deben evitarse todas las señas propias de la
oralidad en textos, especialmente tratándose de textos académicos.
Prescinda de extranjerismos innecesarios: siempre que sea posible, use palabras propias de
su lengua y no de otras. Así, evite expresiones como “part time”, cuando es posible decir “a
tiempo parcial”, por ejemplo.
Nunca use términos de sentido poco preciso o vago: el objetivo de su texto es transmitir, de
forma efectiva y eficiente, un mensaje. El uso de términos en sí mismos vagos como “cosa”,
“algo”, “poner” o “hacer” atenta en contra de este objetivo al hacer su mensaje más confuso
y general.
Evite frases hechas o de lenguaje figurado: estas expresiones no solo suelen ser coloquiales o
propias de la oralidad sino que su sentido a menudo se halla menos evidente. Prescinda,
pues, de expresiones como “dar luz verde”, “la discriminación es el cáncer de la sociedad”,
“quitarse las máscaras”, etc., pues no contribuyen con la claridad informativa de su texto.
Seleccione cuidadosamente la persona gramatical con la que redactará su texto: en el caso de
redacciones académicas, suele preferirse la tercera persona, el impersonal o, en ciertos casos,
el plural de modestia (primera persona plural).
Una parte esencial de la selección léxica radica en el uso de los conectores lógicos. Se trata de
términos de enlace que expresan las relaciones que guardan las ideas entre sí. El conector que
elijamos para conectar dos oraciones determinará, pues, el sentido global que transmitamos a
nuestro lector.
Las dos oraciones siguientes tienen significado distinto, justamente, porque presentan un conector
lógico diferente en cada caso:
17
Ejemplo 28
En el primer caso, Juan había decidido no dar el examen. Esta decisión lo llevó a olvidarse del
estudio del curso. En el segundo caso, Juan no había tomado la decisión de no estudiar pero, de
cualquier modo, no lo hizo. Como resultado de no haber estudiado, decidió no dar el examen.
A continuación, se le presenta una tabla con los conectores lógicos y las normas para su
puntuación:
Contraste , pero
mas
sino (que)
Concesión , aunque
si bien
aun cuando
pese a que
a pesar de que
Disyunción o
o…o…
o bien…o bien…
ora…ora…
18
Condición , si ,
siempre y cuando
siempre que
en tanto que
Evidencia . En efecto ,
; De hecho
Por supuesto
Evidentemente
Adición .
;
También
Así mismo
,
Asimismo
Además
Por otro lado
Por otra parte
Adición y
ni
no solo…sino también
tanto…como…
Equivalencia .
;
Es decir
En otras palabra
,
, Dicho de otro modo
Secuencia temporal .
;
Más temprano
Anteriormente
,
Más tarde
Secuencia temporal , antes de (que)
después de (que)
mientras (que)
Orden . En primer lugar ,
; En segundo lugar
Finalmente
Más adelante
A continuación
Por último
Para concluir
Algunos ejemplos
Consecuencia
No hay evidencia sólida que lo incrimine. Por ello, es probable que salga en libertad.
Contraste
Al principio nos cayó muy bien. Sin embargo, luego nos dimos cuenta de que era peligroso.
Concesión
19
Nunca alcanzó la felicidad, aunque se ganó la lotería.
Aunque se ganó la lotería, nunca alcanzó la felicidad.
Evidencia
Nunca antes se había perdido nada en la oficina; evidentemente, alguien debe haberse llevado la
caja.
Adición
Equivalencia
Orden
En primer lugar, debes recoger todo de la mesa. En segundo lugar, debes guardar las cosas en su
sitio. Finalmente, tienes que limpiar la mesa.
Algunas expresiones de uso frecuente resultan, en realidad, poco transparentes, lo que las hace
inadecuadas para un texto académico o formal.
Complicado Simple
adolecer carecer, padecer
deferencia atención
denominación nombre
diferenciar distinguir
dilación demora
clarificar aclarar
coadyuvar contribuir
complejidad dificultad
completar terminar
emolumento remuneración
empero sin embargo
finalizar acabar, terminar, concluir
inconcuso sin duda
intencionalidad intención
20
numerosos muchos
óptimo mejor
problemática problema
requisitar llenar
rol papel, función
terminación final
conspicuo sobresaliente
eximio excelente
2
Adaptado de SECRETARÍA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. Lenguaje ciudadano. México: SFP, 2007, p. 40.
21
En cambio, en la voz pasiva, el sujeto recibe la acción del verbo:
En este sentido, la voz activa es más directa en la transmisión de información. Por ello, es
preferible escribir en voz activa. Esta es adecuada por varias razones:
o Es más “inmediata”.
o Requiere menos palabras.
o Implica menos esfuerzo del lector para comprender la idea.
o Dirige la atención del sujeto que ejecuta la acción.
22
4. Contenido y organización
Aunque es difícil definir a qué nos referimos por “texto”, se trata de una noción que debemos tener
sumamente clara para poder emprender la redacción de la mejor manera.
Podemos entender el texto como una unidad comunicativa superior que implica, por parte del
autor, la puesta en práctica de su capacidad organizativa. Su objetivo es desarrollar una idea
central a través de un conjunto de ideas principales o subtemas, presentados de manera ordenada
y cohesionada, a través de frases y oraciones diversas. Su estructura y extensión dependerá de la
intención comunicativa que este tenga.
Así, podemos definir texto como un conjunto de oraciones que giran en torno de un mismo tema o
subtema, que desarrollan de forma cohesionada y coherente.
4.1. Contenido
La coherencia
Será coherente un texto que presenta solo información pertinente o relevante para el desarrollo
de la idea central. Así, la coherencia se relaciona con la calidad y la selección de las ideas o del
contenido que va a ser transmitido por el autor. Otros aspectos importantes de la coherencia
involucran el orden en que se presentan las ideas, y el grado de precisión de estas.
Sabemos que un texto es coherente cuando la respuesta a las siguientes preguntas es afirmativa:
o ¿Es toda la información presentada importante para que el mensaje sea transmitido de
forma efectiva?
o ¿Se presenta información suficiente para que el mensaje resulte exitosamente
transmitido?
o ¿La información es presentada de forma clara, sin que sobre información o, por el
contrario, queden vacíos no aclarados?
Dado que cada texto se enmarca o tiene lugar en una situación comunicativa particular, es
importante que siempre tengamos en cuenta los siguientes aspectos:
La cohesión
Se trata de la relación que debe existir entre las ideas de un texto. Un texto será más cohesionado
cuando la relación entre dichas ideas resulte sumamente clara. Así, la cohesión puede darse en
diversos niveles y por medio de variados recursos, como, por ejemplo, el uso de referentes o
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frases sinónimas adecuadas para evitar la repetición de ciertas palabras o frases, la selección de
conectores lógicos adecuados que aclaren la relación lógica entre las ideas u oraciones
presentadas.
Podemos ayudarnos con las siguientes preguntas para saber si nuestro texto está suficientemente
cohesionado:
o ¿Es clara la relación lógica entre las ideas que busco transmitir?
o ¿Contribuyen los conectores lógicos a que el lector comprenda la relación entre los
enunciados?
o ¿La selección del léxico ayuda a identificar los referentes semejantes sin caer en
confusión?
4.2. Organización
Los párrafos son las unidades textuales en las que nos basaremos para construir textos de mayor
extensión. Podemos desarrollar una idea principal en un bloque temático que comprenda uno, dos
o veinte párrafos (nuevamente, la extensión dependerá del tipo de texto y de la amplitud o
complejidad del texto). Lo importante es que concibamos cada párrafo como una unidad de
redacción/construcción que debe presentar una organización interna. El seguir ciertos criterios de
organización para la redacción de párrafos redundará en una mayor claridad en la exposición de
nuestras ideas.
Por regla general, podemos empezar un párrafo explicitando la idea central de este. Las oraciones
siguientes ampliarán el contenido del párrafo a través de explicaciones, ejemplificaciones,
comparaciones, etc. En un párrafo es tan importante la mención (clara y suficiente) de la idea
principal que será desarrollada como la presentación (ordenada y articulada) de las ideas
secundarias que apoyan el desarrollo de la idea central. Todos estos enunciados juntos y
engarzados constituyen una unidad temática que será exitosa en la transmisión de un
determinado contenido al lector.
A diferencia de la huella digital, que a lo más puede indicar el tamaño de los dedos, el ADN, que
contiene todo el código genético, concentra gran cantidad de información adicional de su portador.
Para comenzar, la presencia o ausencia del cromosoma Y indica el sexo, pero hay mucho más.
Desde que se secuenció el genoma humano, los investigadores están buscando marcadores para
diversas características físicas y ya han ubicado lugares del genoma donde se producen los cambios
causantes de algunas enfermedades genéticas, así como los marcadores que indican la propensión
a ciertas enfermedades, como la diabetes y el cáncer de mama. Finalmente, han hallado cómo
relacionar el ADN con bastante seguridad con el origen geográfico de un individuo. Así, pues, los
24
rasgos raciales propios de un europeo, un habitante de Asia Oriental, del África subsahariana o de
un nativo americano son distinguibles en el genoma.
(Adaptado de http://elcomercio.pe/tecnologia/724445/noticia-adn-ayudara-reconocer-rasgos-fisicos-criminales)
(Adaptado de http://elcomercio.pe/tecnologia/476480/noticia-conozca-explicacion-cientifica-soroche-mal-altura)
El manejo de una determinada estructura nos ayudará a organizar nuestras ideas y presentarlas de
forma que el lector pueda procesarlas fácilmente, al ser más claras y ordenadas. De alguna
manera, casi todos los textos suelen tener una estructura como la siguiente:
Título
Introducción
Desarrollo
Cierre o conclusión
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Título
El título presenta el tema que será tratado en el texto. Es importante que el sea lo más
transparente posible en relación con el tema del texto, con el fin de no crear falsas expectativas en
los lectores. En este sentido, el título debe capturar el tema del texto presentado.
Introducción
Contextualiza y presenta los puntos que serán desarrollados en el texto. Permite al lector ir
introduciéndose en el texto poco a poco, de modo que vaya haciéndose una idea de cuál será su
orientación y contenido. Esta parte es útil, pues, en tanto permite que el lector vaya activando los
conocimientos previos que tenga respecto del tema, lo que hará más fácil su comprensión del
texto.
Una buena introducción, además, anticipará para el lector cuáles serán los puntos o subtemas por
desarrollarse en el texto. De esta forma, el lector podrá ir anticipando los contenidos del texto, lo
que guiará y facilitará su comprensión.
Desarrollo
Se trata del “meollo” del texto; es la parte en la que el autor dispone la información propiamente
dicha. Aquí, el autor desarrolla los subtemas que ha anticipado, anteriormente, en la introducción.
El desarrollo debe mantener siempre una relación estrecha con el tema central que sirve de eje al
texto. Idealmente, cada una de las ideas principales o subtemas será trabajada en un bloque
temático (dependiendo de la extensión del texto, cada bloque temático podría consistir de un
párrafo —si pensamos en un texto breve—, de unos cuantos párrafos —si pensamos en un texto
un poco más extenso— o de varias páginas —si pensamos, por ejemplo, en una monografía
universitaria o, con mayor razón, en una tesis).
Para organizar la información en el desarrollo del texto, podemos guiarnos de diversos principios
de organización: expositiva, descriptiva, narrativa, argumentativa, etc. La elección de uno u otro
dependerá del propósito del texto, su contenido y su extensión.
Cierre o conclusión
Se trata de la sección final del texto. Su función es dar un carácter de acabado al texto, es decir,
redondear el contenido desarrollado, de modo que el lector perciba que, no solo el texto ha
llegado a su fin, sino que, además, lo ha hecho de forma adecuada en tanto ha cumplido ya con
desarrollar lo prometido. Dependiendo del propósito del texto, puede presentar una síntesis (es
decir, una especie de resumen) de las ideas más importantes desarrolladas en el texto (pensando
en cada bloque temático principal) o, también, puede presentar conclusiones derivadas de la
exposición anterior de contenido dada en el desarrollo. A continuación, revisemos un texto e
identifiquemos cada una de las partes mencionadas.
26
4.2.3. Recomendaciones para la cohesión interna de los párrafos
Para … Use …
27
indicar consecuencia en consecuencia
por tanto
de modo que
por esto
pues
por consiguiente
indicar condición siempre que
siempre y cuando
en caso de (que)
con tal de (que)
indicar finalidad para (que)
a fin de (que)
indicar oposición en cambio
ahora bien
con todo
sin embargo
no obstante
indicar objeción aunque
si bien
a pesar de que
con todo
aún cuando
28
Recomendaciones finales
En la redacción de un trabajo académico, tenga en cuenta siempre las siguientes
recomendaciones:
Cuide su vocabulario.
Emplee un lenguaje formal y académico. Para ello, evite expresiones coloquiales (“bueno”, “todos
sabemos”, etc.) y frases hechas o clichés (“poner las cartas sobre la mesa”, “dar luz verde”, etc.).
Además, emplee un lenguaje preciso. Es decir, use palabras exactas, puntuales, que expresen con
mucha exactitud el objetivo o mensaje del texto; recurra a expresiones sinonímicas y referentes
para evitar la redundancia; evite el uso de “palabras baúl” como “cosa”, “algo”, etc.; y, finalmente,
no use verbos muy generales como “hacer”, “poner” o “tener”, etc.
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Tablas y figuras: procure que haya uniformidad en los títulos, la ubicación, la numeración,
etc.
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