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Eduardo le cuenta a Ángel la triste historia de Carlitos el pingüino. Carlitos era amable y ayudaba a todos los demás animales, pero cargaba con el dolor de haber presenciado cómo pescadores furtivos mataron a sus padres frente a él mientras estos intentaban ayudar a otros animales a escapar de los cazadores. A pesar de esta tragedia, Carlitos sigue adelante ayudando a los demás como lo hacían sus padres.
Eduardo le cuenta a Ángel la triste historia de Carlitos el pingüino. Carlitos era amable y ayudaba a todos los demás animales, pero cargaba con el dolor de haber presenciado cómo pescadores furtivos mataron a sus padres frente a él mientras estos intentaban ayudar a otros animales a escapar de los cazadores. A pesar de esta tragedia, Carlitos sigue adelante ayudando a los demás como lo hacían sus padres.
Eduardo le cuenta a Ángel la triste historia de Carlitos el pingüino. Carlitos era amable y ayudaba a todos los demás animales, pero cargaba con el dolor de haber presenciado cómo pescadores furtivos mataron a sus padres frente a él mientras estos intentaban ayudar a otros animales a escapar de los cazadores. A pesar de esta tragedia, Carlitos sigue adelante ayudando a los demás como lo hacían sus padres.
En la costa peruana se encontraba jugando Carlitos, un pingüino de Humboldt
que era el más amable y bondadoso de toda la costa. Él siempre ayudaba a las demás criaturas de su misma especie y era muy querido entre todos ellos. Desde lejos se encontraba observándolo Ángel y Eduardo, un par de aves guanay quienes opinaban sobre Carlitos: —Mira a Carlitos, siempre siendo atento con todos— dijo Ángel. Sí, todos vemos la bondad que hay en él, pero nadie sabe del dolor que carga consigo— dijo Eduardo. ¿Por qué?,¿qué fue lo que sucedió? — preguntó asombrado Ángel. Por lo que Eduardo le empezó a narrar la triste historia de Carlitos. En una mañana fría y tranquila, los papás de Carlitos se encontraban jugando con él, a orillas de la costa. Todo iba muy bien, pero nadie sabía que en ese momento la felicidad de Carlitos acabaría. Desde lejos la familia notaba un gran tumulto entre los animales quienes llamaban y gritaban pidiendo ayuda, pues detrás de ellos los perseguía un grupo de pescadores furtivos, quienes arrasaron con todo animal a su paso para después llevárselos como trofeo—explicó Eduardo. Y luego, ¿qué pasó? — preguntó Ángel. Eduardo prosiguió la historia: Los padres de Carlitos ayudaron a muchos animales de su especie, pero ellos no tuvieron la misma suerte. No lograron salir del caos. ¿Todo eso vio Carlitos? —preguntó Ángel con lágrimas en los ojos. — Sí, lamentablemente así fue— le respondió Eduardo. Creo que a pesar de todo lo trágico que pasó reunió todas sus fuerzas para continuar y seguir adelante. Es un pingüino al cual admiro mucho sobre todo porque sigue en pie ayudando a todos como la última acción de sus padres. Moraleja: Una mala situación no condiciona tu vida, eres tú quien decide qué tipo de persona ser contigo mismo y con los que te rodean.