FORTALECEMOS NUESTRA COMUNIÓN PARA CRECER EN AMOR

Y FE COMO HIJOS DE DIOS

Jesús es el camino, la verdad y la vida. Al estar en

comunión con nuestro Señor Jesucristo, comiendo su
Cuerpo y su Sangre, bajo las especies del pan y el
vino, nos unimos totalmente con Dios, quien nos
hace crecer en amor y fe y, de esta manera, sembrar
felicidad y obtener la vida eterna.

En la Santa Misa, el pan y el vino son transformados,

por el sacerdote, en verdadero Cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo. Es el lugar
y el momento de comulgar y unirnos con Él. Para ello, debemos de recibir el
Sacramento de la Comunión o Eucaristía y, luego, participar de la Santa Misa,
especialmente los días domingos.

La ciencia ha confirmado la verdad de que el Cuerpo y la Sangre del Señor, bajo las
especies del pan y del vino, son reales. Esta confirmación se dio en el año 1996 en
Buenos Aires, Argentina. Momento cuando ocurrió el
milagro eucarístico, al convertirse una hostia consagrada
en carne y sangre. Al llevarlo al laboratorio, los
científicos dijeron que era sangre y carne verdadera. De
esta manera, la ciencia fortalece más nuestra fe en Dios.

Reflexión sobre el valor del Sacramento de la

eucaristía
Para nosotros, la Eucaristía es tener un encuentro con Dios al comer el Cuerpo y Sangre de
nuestro Señor Jesucristo. Él vive en la Eucaristía para siempre y presente con toda su persona y
su vida, su misterio y todo su amor de redentor, bajo las especies del pan y el vino.
El Sacramento eucarístico nos ayuda a que nuestra alma se purifique de todo el mal, ya que, el
pan y el vino contiene el Cuerpo y la Sangre de
nuestro Señor Jesucristo.
Este sacramento tiene un valor muy importante
en la sociedad porque nos une como Comunidad
Universal, porque estamos en gracia con Dios,
allí, todos somos iguales, purificados y
fortalecidos, preparados para lograr la vida
eterna.

Integrantes: Daniela García Mendoza. Luis Quito Maguiña. Alexis Jaramillo

Espinosa. Leydi Méndez Cóndor. Erick Ascencios Abal.