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CITOLOGÍA GINECOLÓGICA

Análisis de extensiones
cérvico-vaginales en
patología benigna no
tumoral. Enfermedades
infecciosas

7
/ 1. Introducción y contextualización práctica 4

/ 2. La respuesta inflamatoria. Microorganismos implicados 5


2.1. Mecanismos de defensa del cuello uterino 5

/ 3. Caso práctico 1: “Bacilos de Döderlein” 6

/ 4. Enfermedades infecciosas cérvico-vaginales. Clasificación 7

/ 5. Infecciones bacterianas. Vaginosis. Análisis de extensiones


cérvico-vaginales con vaginosis 7
5.1. Infección por Actinomyces y gonococia. Análisis de extensiones cérvico-vaginales
con estos trastornos 8
5.2. Infección por micobacterias y clamidia 8

/ 6. Infecciones por hongos. Análisis de extensiones cérvico-vaginales


con hongos 9

/ 7. Caso práctico 2: “Paciente con candidiasis” 10

/ 8. Infecciones por virus: El herpes genital. Análisis de extensiones


cérvico-vaginales con herpes genital 10

/ 9. Caso práctico 3: “Virus que pueden afectar al tracto


genital femenino” 11

© MEDAC ISBN: 978-84-18983-72-6


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/ 10. Parasitosis 11

/ 11. Caso práctico 4: “Principio de infección” 12

/ 12. Caso práctico 5: “Neumonía prenatal” 12

/ 13. Resumen y resolución del caso práctico de la unidad 13

/ 14. Bibliografía 14
Definir las características más importantes de los principales microorganismos
infecciosos de la región genital femenina.

Identificar los signos de alteración en la patología benigna no tumoral en


extensiones cérvico-vaginales.

/ 1. Introducción y contextualización práctica


Como ya sabemos, una infección se define como el proceso de invasión que realiza un agente extraño (patógeno)
en un organismo (huésped). En el caso de la región genital femenina, las condiciones de humedad y temperatura
que existen favorecen el crecimiento microbiológico. Todas las infecciones en el tracto vaginal están provocadas
por algún tipo de microorganismo (bacteria, virus, hongo o parasito) o por contaminantes externos y ambientales.

A lo largo de la presente unidad, vamos a estudiar las principales


enfermedades infecciosas cérvico-vaginales originadas por
microorganismos, cuyo conocimiento se hace imprescindible en
cualquier diagnóstico que se quiera llevar a cabo de muestras del
tracto genital.

Escucha el siguiente audio donde planteamos la contextualización


práctica de esta unidad, encontrarás su resolución en el apartado
Resumen y resolución del caso práctico. Fig.1. Existe una variedad importante de
microorganismos infecciosos.

Audio intro. “Identificación de infección


en frotis”
https://bit.ly/38qATzU
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/ 2. La respuesta inflamatoria. Microorganismos


implicados
Como ya vimos en el módulo de Fisiopatología, la respuesta inflamatoria es una reacción que puede desencadenarse
cuando un patógeno invade un tejido, y se caracteriza por la aparición de dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor
que se producen en el lugar de la infección.

La región genital femenina no se libra de sufrir este tipo de reacción y, como veremos a continuación, son muchas
las especies microbianas capaces de producir esta respuesta:

• Microorganismos endógenos: en la vagina y el cérvix hay muchos microorganismos comensales que viven en
equilibrio sin producir cambios anormales en la región, ya que forman parte de la flora vaginal. Sin embargo,
por circunstancias locales o generales, este equilibrio podría romperse y los microorganismos podrían
comenzar a multiplicarse, dando lugar a un proceso inflamatorio.

Dentro de este grupo destacan los lactobacilos o bacilos de Döderlein, mayoritarios en este hábitat y
fundamentales en el mantenimiento del ecosistema vaginal. Aunque no son comunes las infecciones por
lactobacilos, pueden originarse cuando la persona padece inmunodepresión.

• Microorganismos exógenos: extraños a la flora vaginal habitual, pueden provenir de la piel, de las vías
urinarias, del recto y el ano, o por infecciones venéreas.

Un ejemplo de microorganismos exógenos serían las enterobacterias procedentes del área anal o perianal.

Cuando hay respuesta inflamatoria en la región genital femenina,


debemos darle la importancia que merece, ya que puede ser incluso
consecuencia de infecciones en otras zonas del organismo; así,
por ejemplo, infecciones cervicales podrían asociarse con otras
infecciones de endometrio, trompas y peritoneo, y si se manifiesta
en una mujer embarazada, podría haber transmisión al feto (la
infección cervical se asocia a partos prematuros, fallecimientos al
nacer o neumonías neonatales). Fig.2. Inflamación del cérvix.

Sabías que...
La tinción de Papanicolaou es una herramienta muy útil para el análisis
de estas infecciones, ya que nos permite visualizar la mayoría de estos
microorganismos.

2.1. Mecanismos de defensa del cuello uterino


El éxito de la infección (y, consecuentemente, la respuesta inflamatoria) requiere que el patógeno sea capaz, entre
otras cosas, de evitar los mecanismos de defensa del huésped.
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Existen una serie de mecanismos de defensa naturales en el cuello uterino que protegen de las posibles agresiones
externas e infecciones. Estos son:

• Mantenimiento del equilibrio de la flora bacteriana habitual: cuando, por diversas circunstancias, la flora
vaginal se altera (ingesta de antibióticos y corticoides, etc.), los microorganismos vaginales saprófitos y/o de
origen exógeno proliferan, convirtiéndose en dominantes.

• Integridad de un epitelio estratificado, desarrollado y maduro: es indispensable, ya que cualquier agresión


que haga daño al epitelio puede desencadenar cambios inflamatorios.

• Acidez vaginal (pH 4-5): debido a cambios en el pH, hay crecimiento de especies microbianas como
Gardnerella vaginalis o Trichomonas vaginalis.

Cuando el microorganismo es capaz de evitar los mecanismos de defensa expuestos, provoca la infección y se
originan una serie de alteraciones celulares como son:

• Aumento del tamaño de los núcleos celulares.

• Presencia de dos o más núcleos en una o más células.

• Engrosamiento de las membranas celulares.

• Alteraciones en la tinción de las células, como la hipercromía


(tinción en exceso), hipocromía (poca tinción), anfofilia (captación
de colorantes basófilos y acidófilos por igual) y pseudoeosinofilia
(citoplasmas eosinófilos).
Fig.3. Un equilibrio de la flora vaginal habitual
• Alteraciones degenerativas en el núcleo. ayuda a evitar infecciones.

/ 3. Caso práctico 1: “Bacilos de Döderlein”


Planteamiento: Como ya sabemos, los lactobacilos o bacilos de Döderlein son microorganismos mayoritarios en la
región genital femenina. Son bacterias grampositivas anaerobias facultativas, generalmente con forma de bastón
recto, que tienen un papel muy importante en el mantenimiento del ecosistema vaginal.

Nudo: En la región genital femenina, ¿por qué la presencia de


bacilos de Döderlein favorece que no se produzca colonización de
microorganismos patógenos?

Desenlace: Los bacilos de Döderlein se encargan de controlar el pH ácido


de la vagina, por lo que actúa como desinfectante natural en alta cantidad.

La presencia de estos bacilos permite llevar a cabo el metabolismo del


glucógeno de las células de estratos intermedios mediante fermentación
láctica, obteniendo ácido láctico que mantiene la acidez vaginal (pH entre 4
y 5), acidez que forma parte del mecanismo natural de defensa de la vagina
y que impide la colonización de gérmenes. Fig.4. Bacilos de Döderlein.
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/ 4. Enfermedades infecciosas cérvico-vaginales.


Clasificación
Las enfermedades infecciosas del aparato reproductor femenino se clasifican según el tipo de microorganismos implicados:

• Infecciones bacterianas: son patologías muy frecuentes y para su diagnóstico requieren de técnicas de
análisis microbiológicos (aunque existen algunas infecciones en las que la citología cérvico-vaginal puede ser
bastante útil para su reconocimiento).

Ejemplo de especies bacterianas causantes de enfermedades infecciosas cervicovaginales son Gardnerella


vaginalis (origina vaginosis) o Neisseria gonorrhoeae (origina gonococia).

• Infecciones por hongos o fúngicas: los hongos son microorganismos fúngicos que descomponen y alteran
compuestos orgánicos con el fin de obtener su beneficio. Crecen de forma filamentosa. La presencia de
estos en el aparato reproductor femenino origina micosis vulvovaginales, infecciones bastante frecuentes. La
infección se produce por contacto directo (relaciones sexuales), aunque hay otros factores que favorecen su
desarrollo, como, por ejemplo, el embarazo, anticonceptivos, DIU, higiene deficiente o excesiva, etc.

Ejemplo de especies fúngicas causantes de enfermedades infecciosas cervicovaginales son Candida albicans y
Candida glabrata (ambas relacionadas con vulvovaginitis).

• Infecciones víricas: los virus no son apreciables con el


microscopio, pero sí podemos observar el efecto que
provoca un virus en las células infectadas una vez que
realicemos citologías.

Ejemplo de virus causantes de enfermedades infecciosas


cervicovaginales son Herpesvirus hominis (responsable del Fig.5. Tipos de microorganismos causantes de enfermedades
herpes simple) o Molluscum contagiosum (origina verrugas).infecciosas del aparato reproductor femenino.

• Parasitosis: existen distintos tipos de enfermedades genitales provocadas por parásitos (protozoos, vermes
y artrópodos). La inmunosupresión.

Como ejemplo, podemos citar esta enfermedad que puede ser causa de presencia de parásitos, aunque estos, en
general, son poco comunes en los extendidos vaginales.

Vídeo 1. “Signos físicos de las infecciones


cérvico-vaginales”
https://bit.ly/3sZz0nk

/ 5. Infecciones bacterianas. Vaginosis. Análisis de


extensiones cérvico-vaginales con vaginosis
Entre las infecciones bacterianas más frecuentes, podemos encontrar la vaginosis, la infección por Actinomyces, la
gonococia (o gonorrea), las infecciones por micobacterias y por clamidia.

En este primer apartado, veamos la vaginosis. La bacteriosis vaginal o vaginosis (también llamada vaginosis inespecífica
o bacteriana) es la infección más común en mujeres fértiles. Este trastorno suele ser consecuencia de una alteración de la
flora vaginal, cuando los lactobacillus (bacilos de Döderlein y otras especies como Lactobacillus crispatus, L. jensenii y L.
gasseri) son sustituidos por una flora anaerobia ajena (Gardnerella vaginalis y varios tipos de estreptococos, entre otros).
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Citología ginecológica /8

En general, la vaginosis no origina exudado inflamatorio (ayudando esto a diferenciarla de otras infecciones).

El uso prolongado de DIU favorece el desarrollo de esta infección, así como malas prácticas de higiene.

A la hora de llevar a cabo análisis de extensiones cérvico-vaginales con vaginosis, encontramos estos microorganismos
invasores adheridos a la superficie de las células escamosas. Además, la presencia de estos a lo largo de todo el
fondo de la preparación hace que se visualice un frotis sucio muy común.

Cuando hay presencia de Gardnerella vaginalis, las células son de tono azul-
grisáceo (se visualizan las conocidas como “células indicadoras o clue cells”,
células intermedias o superficiales de epitelio plano cargadas de bacterias) y
hay poca reacción inflamatoria. Son bacterias de tamaño corto, cocobacilar,
anaerobia gramnegativa.

Algunos estudios recientes señalan que la vaginosis aumenta la probabilidad


de padecer otras enfermedades, como, por ejemplo, el herpes genital y la
cervicitis (inflamación del cuello uterino). Fig.6. Vaginosis bacteriana.

5.1. Infección por Actinomyces y gonococia. Análisis de extensiones


cérvico-vaginales con estos trastornos
Como hemos adelantado anteriormente, otras infecciones bacterianas frecuentes que podemos encontrar son las
infecciones por Actinomyces y la gonococia.

• Infección por Actinomyces: son bacterias anaerobias que forman microcolonias filamentosas. Provocan
infecciones del tracto genital femenino por la presencia de materiales extraños vaginales, como, por ejemplo,
el DIU (sobre todo los que llevan cobre en su composición).

En algunas ocasiones, esta se relaciona con cuadros de enfermedad pélvica inflamatoria, y provoca abscesos
y endometritis, entre otros trastornos.

Cuando hay presencia de Actinomyces, en el frotis se observa una


masa amorfa, con tonalidad más oscura en el centro. Las bacterias
se disponen en forma filamentosa (cola de ratón) y hay reacción
inflamatoria variable.

• Gonococia (o gonorrea): es una enfermedad de transmisión sexual


causada por un diplococo, Neisseria gonorrhoeae. Normalmente, esta
infección es asintomática o presenta un episodio de cervicitis.

Si la infección es por Neisseria gonorrhoeae, las células se tiñen de


color rosáceo o azul violeta (gram). Fig.7. Presencia de Actinomyces en el frotis.

5.2. Infección por micobacterias y clamidia


Además de las citadas, otras infecciones bacterianas frecuentes son las infecciones por micobacterias y por clamidia.

• Micobacterias: dentro de las infecciones por micobacterias, la enfermedad que destaca es la tuberculosis
genital. Esta está causada por el bacilo de Koch o Mycobacterium tuberculosis. Es una enfermedad poco
común en países desarrollados, pero el VIH consigue aumentar su incidencia. Puede causar esterilidad y
enfermedades pélvicas inflamatorias.
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• Clamidia: son pequeñas bacterias con forma de coco que necesitan parasitar a células vivas para poder
sobrevivir. La especie Chlamydia trachomatis es responsable de infecciones urogenitales, linfogranulomatosis
venérea, tracoma, conjuntivitis y algunasalteraciones respiratorias.

La infección urogenital está considerada como enfermedad de transmisión sexual, y es bastante frecuente. En
la mujer, normalmente, es asintomática, pero puede presentarse como una leucorrea aislada o una cervicitis
mucopurulenta, además de poder ocasionar enfermedad pélvica inflamatoria, infertilidad o embarazo ectópico
(puede ser responsable del parto prematuro o mortalidad prenatal).

Este microorganismo, al ser parásito, crece dentro de la célula produciendo los llamados cuerpos elementales o de
inclusión, que son los que se utilizan para diagnosticar la infección.

A la hora del análisis en el laboratorio, se debe tener en cuenta el estadio en


el que se encuentren las clamidias:

• Al comienzo se visualiza un granulado de cocos difusos sobre el


citoplasma de las células.

• Más avanzada la infección, además del granulado, se visualizan los


cuerpos elementales o de inclusión. Fig.8. Chlamydia trachomatis.

Investigamos...
Busca información sobre el género bacteriano Leptothrix, microorganismos
que también pueden originar inflamaciones leves en la región genital
femenina.

/ 6. Infecciones por hongos. Análisis de extensiones


cérvico-vaginales con hongos
Las micosis vulvovaginales también son infecciones frecuentes y existe una cierta estacionalidad en la aparición de
estas, siendo los principales factores:

• Embarazo.
• Toma de anticonceptivos orales.
• Uso de antibióticos.
• DIU.
• Diabetes.
• Estados de inmunosupresión.
• Malas prácticas de higiene íntima.

Cuando se desarrolla micosis vulvovaginal suele observarse flujo blanquecino y grumoso (tipo requesón), muy
espeso y de olor agrio. El flujo se adhiere a las mucosas y se observan grumos de puntos blancos. Los síntomas más
comunes son el picor y escozor vulvar y vaginal.

Entre las especies de hongos que pueden causar vulvovaginitis, tenemos que destacar: Candida albicans y Candida
glabrata (esta última de menor tamaño que albicans), que originan la conocida como candidiasis vaginal.
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Cuando hay infección por Candida sp., las células escamosas tienen halos
(estructura que rodea la célula) claros y tinción eosinófila, fondo con escaso
proceso inflamatorio, presencia de formas redondas u ovaladas (esporas) y
estructuras filamentosas.

Existen otras especies de hongos que pueden aparecer en los frotis


cervicovaginales, como Aspergillus, Penicillium, Fusarium, Verticilium, etc., Fig.9. En pacientes que sufren vulvovaginitis
algunas de estas especies pueden ser patógenas y, en la mayoría de las es común encontrar flujo vaginal excesivo,
ocasiones, su presencia se debe a contaminaciones. blanquecino y grumoso.

Sabías que...
Candida glabrata es un hongo de pequeño tamaño que no produce
esporas ni micelios. Los encontramos en la preparación diseminados o en
pequeños grupos.

Audio 1. “Descripción de un hongo”


https://bit.ly/3zwru65

/ 7. Caso práctico 2: “Paciente con candidiasis”


Planteamiento: En el día de hoy, Ana acude a su ginecóloga habitual. Ella
presenta un cuadro de picor y escozor en la zona vulvar y vaginal, además
de un olor vaginal bastante desagradable y con secreción grumosa y
blanquecina. También presenta dolor en pelvis y zona ovárica.

Nudo: ¿Sabrías diagnosticar a esta paciente?

Desenlace: Los síntomas que tiene Ana son propios de una candidiasis
vulvovaginal, y el hongo Candida sp. es el responsable de este trastorno.

Es posible que la infección fúngica haya sido tan fuerte que le ha provocado Fig.10. Candidiasis. En la imagen se observan
un poco de inflamación pélvica. hifas y esporas de Candida sp.

/ 8. Infecciones por virus: El herpes genital. Análisis de


extensiones cérvico-vaginales con herpes genital
El herpes genital es la enfermedad más frecuente por infección vírica. Es una enfermedad de transmisión sexual
(ETS) originada por el virus del herpes simple, concretamente la especie herpesvirus hominis de tipo 2.

Su periodo de incubación es de 2-12 días. Normalmente, este virus no es eliminado totalmente, sino que permanece
en estado latente (sin activarse) hasta que se active de forma ocasional (menstruación, otras infecciones, estrés, etc.).
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En la mujer se manifiesta por una vulvovaginitis vesiculosa aguda, con fiebre.


Las lesiones vesiculosas aparecen agrupadas en racimos y pueden erosionar.

Cuando existe infección por herpes genital, hay una afectación celular en
las células escamosas inmaduras, metaplásicas y endocervicales. Además,
en la visualización de extensiones que presentan esta infección destaca la
presencia de células binucleadas de color acidófilo, rodeadas de un halo, y
con engrosamiento del borde citoplasmático.

Esta infección genital se asocia a una mayor probabilidad de padecer otras


ETS, como gonorrea, sífilis, etc. Fig.11. Infección vaginal por herpes.

/ 9. Caso práctico 3: “Virus que pueden afectar al tracto


genital femenino”
Planteamiento: Además del herpes genital estudiado en el apartado anterior, existen otros tipos de virus que pueden
alterar el tracto genital femenino.

Nudo: ¿Qué otros virus conoces que puedan afectar al tracto genital de la mujer?

Desenlace: Otros virus que pueden afectar al tracto genital femenino son:

• El virus condiloma o papiloma (se estudiará con más detalle en la unidad 9 de este módulo) debido a su
relación con los cánceres de cérvix, vagina y vulva.

• El virus de Epstein-Barr, que pertenece a la familia de los herpesvirus, provoca lesiones de cérvix, preinvasivas
e invasivas.

• El género Molluscipoxvirus puede originar la enfermedad molusco


contagioso o Molluscum contagiosum, lesión en la piel en forma de
pápula umbilicada (verruga).

• Con relación al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), no


hay estudios que demuestren un efecto maligno sobre las células
del tracto genital, pero sí que las personas que padecen este virus
pueden tener mayor probabilidad de presentar todos los trastornos
genitales anteriormente citados (infecciones bacterianas, fúngicas,
víricas, etc.). Fig.12. Virus de Epstein-Barr

/ 10. Parasitosis
Los parásitos son poco comunes en los extendidos cervicovaginales, pero si los encontramos, el más frecuente es
Trichomonas vaginalis, protozoo flagelado causante de la enfermedad llamada tricomoniasis. La infección es la ETS
no viral más frecuente del mundo, siendo su incidencia mayor en mujeres fértiles con tendencia sexual promiscua.

La enfermedad se caracteriza por una secreción vaginal de color gris-amarillento o verdoso, fluida y maloliente,
picor y escozor de la zona, molestia al orinar, etc., aunque el 50 % de los casos puede ser asintomático.
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Si hay presencia de Trichomonas vaginalis, se produce un frotis con


citoplasmas eosinófilos y halos claros en las células pavimentosas. La
presencia del parásito es teñida de color azul-verdoso.

Padecer tricomoniasis provoca la predisposición del organismo a otras


infecciones virales, como el VPH y herpes. En una mujer embarazada, puede
llegar a provocar roturas de membranas y partos prematuros.

La presencia de otro tipo de parásitos en los extendidos es poco habitual,


aunque existen estudios donde se han encontrado helmintos (gusanos),
otros protozoos y artrópodos (insectos, ácaros o larvas); en estos casos,
generalmente, lo que se observa son los huevos o larvas en forma adulta o
partes de su cuerpo. Fig.13. Trichomonas.

/ 11. Caso práctico 4: “Principio de infección”


Planteamiento: En su revisión ginecológica, una paciente presenta inflamación y enrojecimiento del cuello uterino.
Observando también vemos una secreción amarillenta e inusual en un tracto genital sano.

Nudo: ¿Podrías identificar si hay algún problema en esta revisión?, ¿a qué pueden ser debidas estas manifestaciones?

Desenlace: Parece que se puede tratar de cervicitis, inflamación del cuello uterino. Su origen podría ser tanto
microbiano como no microbiano:

• Origen microbiológico: como hemos estudiado a lo largo de esta


unidad, esta inflamación puede ser debida a la presencia de la
especie Chlamydia trachomatis (bacteria que origina cervicitis
mucopurulenta), a la especie Neisseria gonorrhoeae (bacteria causante
de gonococia), a la especie Trichomonas vaginalis (protozoo causante
de tricomoniasis) o al virus del papiloma humano.

• Origen no microbiológico: esta cervicitis también podría haber


sido causada por actividades externas inapropiadas, como duchas
vaginales sin control o la aplicación de determinados compuestos
químicos en la zona. Puesto que no hay observación de DIU, no
podemos relacionarlo con la infección. Fig.14. Cervicitis.

/ 12. Caso práctico 5: “Neumonía prenatal”


Planteamiento: Una paciente acaba de dar a luz a su primer bebé. Un día después de este feliz acontecimiento, el
bebé es diagnosticado con neumonía prenatal y se le van a realizar estudios para ver a qué puede ser debida. La
paciente presenta un informe clínico en el cual pone que ha tenido una inflamación bacteriana en el endometrio
antes de dar a luz.

Nudo: ¿A qué puede ser debida esta patología en el bebé? ¿Crees que esta inflamación previa al alumbramiento ha
tenido algo que ver con la enfermedad del neonato?

Desenlace: Como comentamos en apartados anteriores, las infecciones de la región genital pueden ser un foco de
transmisión al feto si se manifiestan en una mujer embarazada.
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Debido al problema de infección bacteriana previa de la paciente, es posible que se la haya trasmitido al feto
antes del alumbramiento o que esta infección se haya reactivado al dar a luz y el bebé haya arrastrado microbios,
provocándole la neumonía.

Fig.15. Neumonía prenatal.

/ 13. Resumen y resolución del caso práctico de la unidad


El aparato reproductor femenino también es susceptible de sufrir infecciones por parte de microorganismos
patógenos, siendo la respuesta inflamatoria una reacción común como respuesta a esta infección.

Debido a las peculiaridades de la región genital femenina, son muchos los microorganismos que pueden originar
infección en esta zona. Así, entre las infecciones bacterianas más frecuentes, podemos encontrar la vaginosis, la
infección por Actinomyces, la gonococia (o gonorrea), las infecciones por micobacterias y por clamidia. Entre las
infecciones por hongos destaca la candidiasis vaginal, entre las infecciones víricas es habitual el herpes genital y,
aunque los parásitos son poco comunes en los extendidos cervicovaginales, entre los protozoos el más frecuente es
Trichomonas vaginalis.

Vaginosis

Actinomyces

Bacterias Gonococia

Micobasterias

Análisis de extensiones Clamidias


cérvicovaginales en patología
benigna no tumoral.
Enfermedades infecciosas. Hongos Candidiasis vaginal

Virus Herpes genital

Protozoos Trinchamonas vaginalis

Fig.16. Esquema resumen del tema.


TEMA 7. ANÁLISIS DE EXTENSIONES CÉRVICO-VAGINALES EN PATOLOGÍA BENIGNA NO TUMORAL. ENFERMEDADES INFECCIOSAS
Citología ginecológica / 14

Resolución del caso práctico inicial


Según lo estudiado en la unidad, estaríamos delante de una infección bacteriana por clamidias.

La especie Chlamydia trachomatis es responsable de infecciones urogenitales, que son bastante frecuentes. Este
microorganismo, al ser parásito, crece dentro de la célula produciendo los llamados cuerpos elementales o de
inclusión, que son los que se utilizan para diagnosticar la infección.

/ 14. Bibliografía
Martínez Girón, R. (2017). Citología ginecológica. Editorial: Paraninfo.

Herráiz Abad, J. (2005). Como interpretar un informe citológico cervicovaginal. Documento destinado a médicos y matronas
de atención primaria. Zaragoza.

Eriksson, K.; Forsum, U.; Bjornerem, A.; Platz-Christensen, J.J., y Larsson, P.G. (2007). Validation of the use of Pap-stained
vaginal smears for diagnosis of bacterial vaginosis. APMIS; 115:809-13.

Gupta, R.; Warren, T., y Wald, A. (2007). Genital herpes. Lancet; 370: 187-93.

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