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Introducción

El siguiente trabajo consiste en una visión personal pero guiada por el contexto adquirido
en el módulo de teología pastoral, pretende abordar los aspectos más relevantes en la vida del
pastor, identificar aquellas características que deben ser evaluadas por aquel que aspira a este
oficio y así mismo por los que son testigos de aquel aspirante.

Dicho sea de paso, que este oficio y su evaluación no se hace de manera personal, puesto
que la iglesia debe estar plenamente consciente de cada aspecto enunciado en las cartas
pastorales en cuanto a los requisitos del obispo, pastor, anciano indistintamente, de estas cartas,
comúnmente denominadas “cartas pastorales” se extraerán todo el contenido aquí expuesto.

Puesto que uno de los retos para la iglesia hoy en día supone la elección y el
reconocimiento de pastores fieles a la obra, aunque se reconoce que el llamado y prerrogativa se
encuentra en el señor, nuestra labor como iglesia es la de ser prudentes, cautelosos y sabios y no
ser hallados negligentes, imprudentes e infieles a lo prescrito en la santa voluntad del señor.

Quiera el señor bendecir esta obra en aquellos que tengan la oportunidad de leerla,
examinarla y evaluarla, aunque no pretende ser una verdad absoluta, en la imperfección de
nuestras vidas podemos encontrar las verdades inmutables que jamás serán extinguidas debido a
su propia naturaleza, la naturaleza inmutable del señor, quien es la verdad.
¿Qué es un pastor?

Para comenzar con nuestro contenido, empezaremos definiendo a la luz de las cartas
pastorales, las cuales son 1 y 2 de Timoteo y Tito, qué es el pastor. Esta definición puede ser
comprendida en dos aspectos fundamentales que demarcarían su naturaleza, estos son: la
enseñanza y el carácter.

Tito 1.5: Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y
establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;

El pastor es aquel que es señalado, puesto en un oficio, más allá de indicar como es el
procedimiento de este señalamiento lo cual se abordara más adelante, mi intensión en estos
momentos es mencionar que un pastor lleva su nombre debido a que es designado en una
posición, por ende, le distingue de los demás miembros de una iglesia y esta distinción no es en
cuanto a superioridad o categoría, sino en cuanto a elección para un oficio o labor.

El pastor per se es una cualidad de la que se encuentran dotados algunos hombres, esta
cualidad en algunos casos viene desarrollada en mayor grado en unos hombres más que en otros,
esto se puede reconocer en 1 Timoteo 5.17 “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por
dignos de doble honor”, sin embargo, tener las cualidades y características de un pastor, o de
alguna manera cumplir con estas cualidades, no le hace pastor, ya que habrán muchos dentro de
nuestras iglesias que cumplirán con ciertos aspectos del carácter y de la capacidad de enseñanza,
pero esto no le hace pastor.

Así qué, un pastor es una función que cualifica al hombre de Dios que ha sido llamado,
reconocido y designado para la obra especifica del cuidado del rebaño del señor, ha sido dotado
con las características necesarias para cumplir en esta obra, características que apuntan a su
carácter y a la enseñanza.
Reconocimiento y elección del pastor.

1 Timoteo 1.1: “Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y
del Señor Jesucristo nuestra esperanza”

Lo primero que debemos comprender, es que la prerrogativa de esta elección se encuentra


en el señor, él es quien designa y pone estos hombres para su obra, es interesante notar las
palabras de Pablo donde menciona que su lugar en el ministerio ha sido por mandato del señor,
lo podemos ver nuevamente en el libro de Tito capítulo 1 verso 3 “la predicación que me fue
encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador” ahora, esta expresión puede decirnos
mucho respecto a aquellos hombres que están siendo negligentes en acudir a este llamado, ya que
es un mandato, talvez no tenemos el mismo tipo de elección como lo tuvo Pablo, pero es una
diferencia en la forma mas no en el principio o fundamento, nuevamente vemos como Pablo
recalca el hecho de que su labor en el ministerio no fue meramente un impulso voluntario per se,
sino que el Señor es quien lo coloca allí, 2 Timoteo 1. 11: “del cual yo fui constituido
predicador”.

Ahora bien, teniendo en cuenta estos versículos debemos reconocer que la legitimidad de
un pastor debe descansar en esta verdad, ya que es evidente que hay algunos que se colocan en
esta posición sin ser llamados legítimamente y esta es una de las razones por las que Pablo insta
tanto a Timoteo como a Tito en ayudar a la iglesia a reconocer estos hombres, lo podemos
observar en los siguientes versos: Tito 1.5: “Por esta causa te dejé en Creta, para que
corrigieses lo deficiente”, 1 Timoteo 1.3: “mandases a algunos que no enseñen diferente
doctrina” ser fieles a la palabra dada es lo que apunta a la característica de la enseñanza ya antes
mencionada, pero así mismo estos hombres debían cumplir con características en su carácter que
apuntan más a su vida piadosa, en este sentido vemos el importante papel que tiene la iglesia de
evaluar a estos hombres, tal como lo vemos en el siguiente versículo:

1 Timoteo 3.10: Y estos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el
diaconado, si son irreprensibles
Es de resaltar que el versículo anterior está hablando primeramente en cuanto al oficio del
diaconado, pero lo que debemos notar se encuentra en la expresión “estos también sean
sometidos a prueba” si notamos bien, anteriormente Pablo venia hablando de los requisitos del
obispo, cuando menciona los del diacono y con el termino también, podemos inferir que el pastor
también es sometido a prueba, la palabra en griego usada para prueba es “Dokimazo” la cual
denota una prueba con expectación de aprobar, es decir, de distinguir si algo cumple con lo
necesario para ser escogido, la iglesia debe ser diligente en este aspecto y es interesante notar
que ambas cartas pastorales fueron emitidas en un contexto donde estaba abundando el error,
esto puede llevarnos a inferir que la iglesia estaba dormida en su labor de reconocimiento de
estos hombres, por tal motivo Pablo designa tanto a Tito como a Timoteo para que los guie en
esta labor.

Para dar continuidad abordando el contexto en el que el apóstol Pablo designa tanto a
Tito como a Timoteo para ayudar a escoger hombres fieles y dotados para el ministerio, intentare
identificar el propósito del oficio del obispo en la iglesia.
El propósito.

A continuación, resaltare algunos de los propósitos que se pueden distinguir en estas


cartas, si bien es cierto, habrá mucho de lo que quede por fuera o tal vez poco, pero el propósito
de este trabajo es exponer bajo la luz de las cartas pastorales lo que podemos detallar y distinguir
del oficio del pastor.

Como en toda función, debe existir un por qué de la misma, como vemos, los gobiernos
existen por unas razones específicas, los padres quienes tienen también la función paternal tienen
un propósito específico, es de esperar en este caso que la función del pastor tenga un por qué un
propósito que ha sido delimitado por las escrituras, el pastor no está en ese lugar pensando en
innovar y ser como un líder atrayente y espontaneo para movilizar masas a su antojo, contrario a
lo que vemos en nuestros días, la función del pastor no es ser un animador, ni el regente de la
vida de los miembros de la iglesia, más allá de que es un servicio, en las cartas podemos
identificar algunos propósitos que quisiera resaltar: Convencer, alimentar y cuidar el pueblo de
Dios, bloquear el error, la lectura y enseñanza de la palabra, la exhortación y las buenas obras.

Convencer.

Tito 1.9: “y convencer a los que contradicen.”

Este propósito está muy ligado al de bloquear el error, sin embargo, quise dejarlo por
aparte, ya que este convencimiento no solo es aplicado con aquellos que están proliferando de
manera deliberada mentiras sobre la escritura, sino también se aplica a aquellos que se
encuentran en medio de esto, los oyentes dubitativos, confundidos y que aún no asumen una
postura concreta, la labor del pastor en el convencimiento no se refiere a los resultados ya que
esto corresponde únicamente al señor 2 Timoteo 2.25: “por si quizá Dios les conceda que se
arrepientan para conocer la verdad”, más bien esta labor de convencimiento apunta a la
responsabilidad seria, diligente y entregada del pastor para que su enseñanza sea lo bastante
clara, objetiva y argumentada, no debe ser una enseñanza superficial y sosa que no penetre a la
conciencia del hombre, si bien es cierto la palabra por sí misma es viva y eficaz esto no puede
incurrir en que un pastor no procure presentarla dando honor a lo que ella contiene y glorificando
a Cristo exponiendo su mensaje de manera audaz y contundente.
Alimentar y Cuidar el Pueblo de Dios.

Tito 1.13: “para que sean sanos en la fe,”

Se puede identificar en la escritura un componente o diagnostico esperado en las almas de


los hombres y es que sean sanos, si hacemos una comparación con el cuerpo del ser humano, esta
facultad es obtenida mediante los buenos hábitos alimenticios y el cuidado que se da de sí, lo que
se debe resaltar en esta ocasión es que este cuidado está a cargo del pastor es decir que, una
parte del estado de la salud espiritual de la iglesia recae sobre los hombros del pastor, aun con
más cuidado esta labor debe ser asumida, teniendo en mente este propósito Pablo instruye tanto a
Tito como a Timoteo en que su compromiso con la fidelidad en la palabra debe ser tal, para
afectar la vida piadosa y la doctrina en la iglesia, considerando que para esto deben existir
componentes como la exhortación, la reprensión y la sana exposición de las doctrinas, 2 Timoteo
2.1: “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina.”

Bloquear el Error.

1 Timoteo 1.3: “para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina,”

La iglesia debe fungir como aquel estandarte de la verdad, en palabras de Juan Calvino
“La verdad es preservada en la tierra solo por el ministerio de la iglesia” este propósito solo
puede ser cumplido por hombres fieles a la palabra de Dios, Pablo le dice a Tito que una de las
características del pastor es que debe ser retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada,
el termino usado para la palabra fiel es Pistos esto quiere decir, fidedigno, confiable pero más
interesante aún la expresión “retenedor” viene del griego antéjomai lo cual denota estimar o
estar firmemente adherido a algo, esta misma expresión es usada en la comparación que hace
Jesús enseñando sobre que nadie puede servir a dos señores y dice “o estimara a uno y
menospreciara al otro” tal debe ser el apego del pastor a la palabra, debe ser una estima elevada,
una sumisión a su autoridad, para que esto le lleve a defender la verdad con pasión, entrega y
compromiso en contra del error.
La Lectura y la Enseñanza.

1 Timoteo 6.3: “Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de
nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,”

La fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios, es claro que para Pablo la enseñanza
de aquellos hombres designados para el ministerio debía radicar de las escrituras y no como
menciona en otras partes de la carta, palabrerías y fábulas, le enseñanza es sencilla, no busca
embotar la mente de sus oyentes como estaba sucediendo con aquellos maestro falsos que se
habían levantado en esos momentos, el pastor debe procurar que su enseñanza se centre en las
escrituras pero su lenguaje debe ser claro, aunque puede ser hermoseado con detalles
lingüísticos, esto no debe sustituir el mensaje y pretender convencer con estos artificios,
precisamente porque la palabra misma es poderosa y contienen lo necesario para el alma del ser
humano, Pablo exhorta a que no sean inclinados a reducir el evangelio a palabras vacuas ya que
muchos son los que se inclinaron a palabras sin sentido “sin entender ni lo que hablan ni lo que
afirman”.

La Exhortación.

2 Timoteo 4.2: “redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”

Un ministerio sin exhortación posiblemente no sea un ministerio sano y conforme a las


escrituras, la exhortación es parte fundamental en el oficio del pastor pero debe ser
cuidadosamente ejercido, ya que como podemos leer en el versículo anterior, la exhortación tiene
dos componente, la paciencia y la doctrina, esta exhortación no puede salir meramente del
corazón del hombre y sus intenciones benevolentes, existe un marco para ejercerla con justicia
este marco es la palabra misma, un pastor posiblemente puede estar reprendiendo a una persona
y mucho de su frustración se verá reflejado allí y puede engañarlo y terminar ejerciendo esta
acción de manera inadecuada, el ocuparse en la exhortación trae intrínsecamente una ocupación
en la lectura de la escritura, así que, esta exhortación debe rebosar de contenido teológico y
doctrinal ya que la palabra misma es la que puede transformar el corazón del hombre no nuestras
buenas intenciones, nuestros mecanismo o peor aún incluir técnicas de psicológicas que se
degradan con el tiempo y nada aportan a la piedad.
Las buenas Obras.

Tito 2.7: “presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras;”

Este concepto de buenas obras es repetido en las cartas pastorales aproximadamente 8


veces, el Apóstol le recuerda a Tito que el Señor nos ha redimido y preparado para ser un pueblo
de buenas obras, este oficio per se es una buena obra, pero es evidente que adicional al oficio se
acompañan de obras que el anciano debería cumplir, ya que su ministerio no solo radica en la
enseñanza sino también en su carácter y buen ejemplo una de las cualidades del obispo en la lista
que nos aporta el apóstol Pablo es, Hospedador, el anciano debe tener la capacidad de ser
ejemplo de buenas obras que dentro de su ministerio este reservado un tiempo para el cuidado
personal de las personas a su cargo, esto requerirá esfuerzo, dedicación, como le menciona Pablo
en Tito “Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de
necesidad, para que no sean sin fruto.” El hecho de que ellos aprendan no es meramente por
mandato o por enseñanza, sino también porque es algo que aplica el pastor en su vida, esto puede
llevarnos a ver claramente la diferencia que existe entre un hombre dispuesto a hacer buenas
obras y aquel que es descrito por el apóstol en 2 de Timoteo 3.2-3: “Porque habrá hombres
amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los
padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles,
aborrecedores de lo bueno,” Lastimosamente somos testigos de casos donde las ovejas han sido
trasquiladas por su pastores y no han mostrado amor genuino ni el anhelo de estas buenas obras
en sus corazones, el pastor es un ejemplo para su grey Pablo se presenta de esta forma hacia
Timoteo “Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor,
paciencia,” es claro observar que no solo de doctrina sino que el carácter mismo es un aspecto a
seguir. Esto implica un reto inmenso para el pastor, porque de palabra cualquier charlatán podría,
pero de un ejemplo de vida piadosa genuina muy pocos, Jesús insta a su oyentes a evaluar los
frutos en los maestros, los cuales no son palabras sino hechos.
El Carácter del Pastor

Tito 2.8: “de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de
vosotros.”

Para cerrar me gustaría mencionar uno de los temas más importantes que se deben
considerar en la vida de un pastor, como lo he mencionado anteriormente la enseñanza no viene
a ser el punto de referencia para reconocer a un pastor, sino el punto de referencia es que aquella
enseñanza se ajuste a su forma de vida, lo mas complicado para la vida de todo cristiano es
ajustarse a lo que habla, si su predicación habla de compasión, misericordia a veces tomamos la
posición de jueces implacables, frívolos e imperantes, ahora si un pastor es una persona que se
vuelve un referente, debido a que tiene el encargo de guiar la grey, ¡como no cuidar su
testimonio!.

Lastimosamente mucho de la historia de la iglesia ha sido manchada por las acciones de


hombres que estuvieron en estos lugares y aquello que enseñaban no aplicaban en su vida, Pablo
no esta aquí mencionando que aquel hombre debe ser perfecto, esto es algo que ninguno de
nosotros podríamos llegar a hacer, siempre tendremos algo que corregir, los tropiezos se
encontraran en nuestro camino, pero si nos insta a buscar de manera diligente este propósito,
como lo menciona en 1 Timoteo 4.16: “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en
ello” en esta oración debemos tener claro que aquella persistencia no es solo en la doctrina sino
que también apunta a esa auto evaluación en la expresión “Ten cuidado de ti mismo” ¿de que
forma esto puede suceder? Para poder examinar mi vida debo recordar que el espejo es la palabra
de Dios, aquella que saca a la luz lo que hay en mi corazón en mi vida, pero también esta auto
evaluación debe tener en cuenta lo que los demás observan en mí.

Quiero sumar algo aun mas interesante, el cuidar de uno mismo debe llevarnos a una
consideración genuina y honesta, reconocer no solo nuestras faltas sino también nuestras
incapacidades y esforzarnos por cambiar, son muchas las personas que pueden reconocer que
tienen ciertos problemas de carácter que afecta sus vidas piadosas, pero son pocos los que se
comprometen a cambiarlo, Pablo le dice lo siguiente a Timoteo “Ejercítate para la piedad” creo
que no pudo usar mejor ilustración que la de un hombre que se ejercita, somos muchos los que al
final del año nos arrepentimos de no cumplir con aquél propósito con el que lo iniciamos, lo
iniciamos con la siguiente frase “este año si me pongo a hacer ejercicio” y ese ánimo dura poco
o más de dos hasta tres meses, ¿pero que es lo que sucede? ¿acaso no hay un anhelo de cumplir
ese objetivo? De seguro si que lo hay, pero el ejercicio cuesta, cuesta tiempo, cuesta disciplina,
cuesta cambiar hábitos por tal motivo muchos quedamos a medio camino, Pablo usa esta
expresión con Timoteo Ejercítate, es algo que requiere esfuerzo, disciplina, la piedad cristiana no
es algo que simplemente viene de manera automática con solo desearla o anhelarla, la piedad
cristiana, mi forma de vida cristiana debe ser ejercitada, reconozcamos primero que esta piedad
debe conformarse a la palabra, a la sana doctrina, luego que tenemos el objetivo claro es algo que
nos va a doler, un atleta para cumplir con sus metas esta dispuesto a muchas cosas, si debe
madrugar para poder seguir construyendo las habilidades que requiere su cuerpo lo hará, una
vida piadosa no solo corresponde a la oración, lectura de la palabra, asistencia a la iglesia,
también tiene el componente de misericordia, amor por el prójimo, carácter, ya que también tiene
estos componentes nos debe costar esfuerzo, si es que es el caso, amar a nuestro hermano, a
nuestro prójimo, esforzarnos por amar, actuar, orar, hablar, predicar, estudiar, etc. Para ser aquel
ejemplo y testimonio de la obra de Cristo en nuestras vidas.
Conclusión

Con este breve documento he expuesto de las cartas pastorales (Tito y Timoteo) lo que
significa ser un pastor, se define como un oficio que debe ser reconocido y delegado
formalmente, hace parte de una cualidad adicional en ciertos hombres aquellos que han sido
llamados para esta labor, el reconocimiento activo vendrá tanto de Dios como de la iglesia, todo
ser humano esta llamado a ser piadoso y conocedor de las escrituras, pero esto no le capacita
para ser pastor.

Se identifica a la luz de estas cartas unos propósitos los cuales son: Convencer, alimentar
y cuidar el pueblo de Dios, bloquear el error, la lectura y enseñanza de la palabra, la exhortación
y las buenas obras y adicional se hace hincapié en que el pastor debe ejercitar su vida piadosa,
debe esforzarse día a día por este objetivo, el cual no solo traerá provecho para esta vida sino
para la venidera.

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