Num. 316.
W3
GAZETA DE MADRID
DEL LUNES 12 DE NOVIEMBRE DE 1810.
SUECIA.
Estockolmo 2j de setiembre.
El señor Olof Agrell, autor de una obra moi
Curiosa intitulada Cart&s sobre el reino de Mar»
ruecass y qoe lu estado muchos años de cóasol de
Scecia en Berbería , acaba de ser nombrado consol
de Argel, y solo aguarda los poderes necesarios
para marchar á so destino.
E( regimiento de Joukoeping ha ido á la isla de
Gothland, la qoal está bien guarnecida de artille-
ría y tropas de línea ademas de las milicias.
DelzC.
S. M. ha nombrado generalísimo de las fuerzas
de tierra y de mar de la Suecia á S. A.R.el prín-
cipe de Pontecorvo.
DINAMARCA.
Copenhague 8 de octubre*
Se espera en Escneur a ona diputación de la
ciodad dé Estockolmo, qoe viene a recibir á S. A.
el príncipe heredero de Soecia, el qual llegará,
según parece, á Elseneur el 14 de este ates, £1
embaxador de Suecia cerca de nuestra corte va á
Cosroer á esperar y cumplimentar aüi á S. A.
Ei dia 2% de setiembre no había oiogua buque
de guerra ingles en el Beit.
AUSTRIA.
Viena i.° de octubre.
Ayer se publicó aquí el decreto siguiente :
„ Nos Francisco 1 por 4a gracia de Dios &c. :
habierdo tomado el comercio àt<àt el año de
17 S7 en que se establecía la tarifa de aduanas qoe
rige en todos nuestros estados distinto rumbo en
toda la Europa, y habitado variado esencialmente
ios precios de todas las mercancías, hemos creído
qué debíamos filar una nueva tarira, coofome á
las circunstancias presentes y conforme á nuestras
telacicoes peltócas, con el designio principal men·
te de fomentar y proteger por" este medio eficaz-
mente la* producciones del país, la industria inte-
rior y el comercio. Las providencias que dttác el
año de 1784 y r-88 bam sido excluidas , por de-
cirlo asi, de nuestro comercio todas las mercancías
CTtringefas que no son indispensables, han proba-
do por SOS tafodables efectos quan útiles han sido.
En so consecuencia hemos resuelto no solamente
mandar qoe subsistan dicha* prudencias ., y que
se observen con todo rigor, sino tambietr darks
mayor extension para aumefetef la riqaesa y ta
prosperidad rdterior. No obninte, para aceterat w
tavot del bien póWico la e*ececk*i de aupbnde
economía naciceal, el qua* per so extension y sos
prodaccioue* debe influir asi en los tatemes ρη-
bákot como ea ios particulares; qucrleaao pot
otra parte examinar maduramente y i fbodVrtodas
sus partes antes qoe se ponga en execucioo % hrmos
creído deberlo hacer de suerte qoe la-tormacioa de
la nueva tarifa de las adornas se -h¿ga coo órdea
y método, y que cada parte se nos presente sepa-
radamente para sa aprobado», y aprobada que
sea, se execute ea seguida como ana lei del esta-
do. Hallándose ya en este estado la parte mas im-
portante de este trabajo, relativa á las mercancías
llamadas de especerías, se hace saber á todos por
medio de ao suplemento, para que le observen
exactamente. Del mismo modo todas las demás par-
tes de la tarifa de las aduanas , reformada asi, se
pondrán en execocáon con nuestro beneplácito, y
se notificarán y publicaran por medio de circulares,
reririéodoias al presente decreto, á fin de que se
observen con toda escrupulosidad. En sa conse-
cuencia mandamos lo que sigue :
1.° El efecto legal de la presente divisioo de
la tarifa de las aduanas para las mercancías y obje-
tos de especería, y el modo de percibir todos los
derechos de aduana, principiará á regir desde i.°
de octubre.
2/ Todas las tarifas de aduanas, sisadas ea
1788 para la importación y exportación, y que
se conservan en esta nueva tarifa; todas lax qoe
deben tener fuerza de Id en lo sucesivo, à excep-
ción de lo concerniente á las mercancías'y objetos
de especería, y principalmente todas ks tarifas «le
tránsito, quedan renovadas , y ios derechos se pa-
garán ea dinero coavandoaai cooforme á las leyes
de comercio &c"
GRAN DUCADO DE DANTZICK.
Oantzuk á j de setiembre.
Sé ha confirmado k noticia de que los boques
de guerra ingleses que andan cruzando en el Bálti-
co obligan á volver hada tos costas de Suecia á las
embarcados« de sa aaoooque encuentran coa
cargamentos de géneros coloniales destmados para
los puerco· del Báhsco, Todos ios comerciantes de
dicho» peertot, qoe habiaa pedido remesas de es-
tos géáéros , han revocado sus órdenes y encargos.
£1 secaertro y las coaascaciooes hechas ea Ros-
tock , ¿tttlsaad y Stettin km producido este bueá
efecto ; y se paede «decir ya coa verdad que desde
Riga hasta fíambortjo todos los puertos están cer-
rados al comercio ingles » 00 asi como quiera t sin·
teal y positivamente.
BAVIBRA.
Mxmch S de octubre
Pava et 10 de èste-aes se ssjpaad»aquí4 S. Α.
la princesa de Hiidaoargbause* y a-ma angostos
padrea. Se asegura φ κ tasfiestas4e* autriss>oo*o
se *èriac«»o en ei slgoieate orden«Arf tt^oacSar-
TT -du mikin -n laàûvU: e l i a laieefcsnoau d«4
 UM
matrimonio en Ucapilla real coo Te Deum y span
gala: el 73 harte en el salon de Hércules : el 14
ópera italiana, iluminación general, licitas popu-
lares y paecjas: el 15 academia de música en la
corterel 16 ópera alemana: el 17 baile en el saíon
de la ópera: el 18 comedia alemana: el 19 una
funcioD que dará el embajador de Francia : el ao
coocierto y baile en la corte: el 21 una función
que dará el embajador de Rusia: el 22 audiencias
de despedida ; y el 23 la salida para HUdbourg-
hauseo,
Ulma 7 de octubre,
Eo los Anales europeos que se publican eo
esta ciudad te ha insertado una memoria sobre la
última campaña de ios franceses eo Alemania, fu-
tre otras- cosas se refutan en ella las famosas cartas
del geoeral Grunne, en Jas qnales este oficial ha«
bia intentado demostrar que el plan de operaciones
adoptado por íos franceses era moi defectuoso. Por
el cootwrk), se hace ver en este escrito á Mr. Grun-
ne que todas ias medidas propuestas por él eran im-
practicables y contrarias á las reglas de la guerra·
WESTFALIA.
Cas sel β de octubre·
£1 baroo de Schlotheim, gentilhombre de S. M.,
su enviado extraordinario , y ministro plenipoten­
ciario cerca de S. M.el Ret de Wurtemberg, irá á
Viena en virtud de un decreto de S. M. de 11 de
setiembre para exercer las mismas funciones cerca
de S. M. el Emperador de Austria. Pv>r decreto
también del mismo mes ha sido nombrado enviado
extraordinario, y ministro plenipotenciario cerca de
S. M. el Reí de Wurtemberg, el general Girard,
que desempeñaba igual encargo eo la corte de Ba ·
deo; aooque quedará también con las creJencíales
y plenos poderes cerca del gran duque, pero fixa-
rá su residencia ordinaria en Stuttgardt.
G RA Ν Β R Ε TA ÑA.
Londres 2 6" de setiembre.
Extracto de una carta de Dublin de 18 de se»
Siembre de 1810*
„ El espirito contrario á la union, que se ha
suscitado nuevamente en este pais, se ha manifes-
tado eo diferentes resoluciones tomadas en varias
juntas de parroquias, como también eo una nume-
rosa reooioo que ha habido faoi en la looja i y se
ha resoeJto unánimemente presentar al Reí y á las
dos cámaras una petición para obtener la revoca-
ción de la acta de union. Ai principio se internó
coavocar una junta geoeral, laqual por consiguien-
te se habría compuesto de ¡»divídaos de todas cla-
ses y profesiones; pero se varió este plat}, y se
decidió que la junta se compusiese solamente de
recinos y propietarios> á fto de qoe presentando
una clase de personas mas respetables, el resultado
de sus deliberaciones se pudiese considerar como
la expresión de los sentimientos de la parte mas
ilustrada de los bibitaotes de Dublin. No obstante
la junta no estuvo tan bien arregbda como se ha-
bía pensado al principio» y i la una estaba ktonja
«asi tan llena de geote de todaj clases GOSBO ai se 1*1
hubiera, convocado. Todo« entraron allí indistinta-
mente, y 00 se negó la entrada á oadie» ya faese
un ciudadano principal, ya un fabricaste ¿rutina-
do , 6 ya BU asqueroso mendigo« Entre ona y dos
era tan grande el concorso, qoe foe necesario cer-
rar las puertas. Antes de las tres los oradores con-
trarios á la union habían concluido sus declamacio-
nes , y la mayor parte del populacho se había re-
tirado con tranquilidad.
„El gobierno había tomado todas las precaucio-
nes oecesarias para mantener el boen orden y so-
siego; Las tropas estaban en sus quarteles prontas
para obrar en caso de necesidad, y toda la policía
de la ciudad estaba también dispuesta para prestar
su auxilio , 2 in de apaciguar y calmar qualqaier
alboroto. En las inmediaciones de la lonja había
reunidas 3 0 4 ® personas del pueblo, y entre
ellas un gran número de mugeres ; pero no se co-
metió la mas mínima acción que pudiese turbar
la paz pública. También entró uo número muí
considerable de mugeres eo la lonja en medio de
la multitud; pero eo nada turbaron las delibera-
ciones de la junta. Tampoco se repartieron escri-
tos incendiarios, como suele suceder en ocasiones
semejantes, y el único que se repartió fue una re-
presentación moi sumisa de los pobres oficiales de
las fábricas de lana, en la que exhortaban y pe-
dían encarecidamente á las penonas qae ellos su-
ponían con mas infloxo en las decisiones de la junta
qoe empleasen todo su favor y crédito en impedir
la importación de ios productos de las manufactu-
ras extrangeras, y les rogaban>á que no lleva-
sen otros vestidos que los que fuesen de la lana
del pais, para fomentar de este modo las manufac-
turas de irlanda. Yo no he oído decir que haya
h «Sido ninguna especie de desórdenes, á 00 ser na
pequeño alboroto en la noche ú :irna , que no tu-
vo oingua resultado de conúcer¿cioD. Es casi im-*
posible imponer una cootri loción nueva eo un
p4¡$ sin grangearse el desagrado popular, que está
en razoo directa de lo que debe, producir el im-
puesto. Tal es por desgracia ei caso en que se ha-
lla en la actualidad Mr. Förster: por consiguiente
les descontentos se aprovecharon de la ocasión
presente para manifestar sus ¿ehrimientos sobre la
conducta que ba-obser?ado, y qoemaron su efigie
la noche última, y en seguida se dirigieron á ia
casa de Moran, persuadidos deque le encontrarían
allí : hicieron las mayores instancias por verle ; y
aaoqoe se les aseguró qoe 00 estaba en aquella
casa, 00 queda too satUfecbot basta que lo vieroa
por sus propios ojos, registrándolo todo, sin ha-
cer podido conseguir encontrar el objeto de su io-
digoacáon. Fue ciertamente ana felicidad para el
canciller del échiquier de Irlanda uo haberse ba-
ilado á la sazón. ea la ciudad ; porque el popula-
cho, animado coa el aguardiente tanto como por
su cólera, hubiera acaso'execntado alguna violen-
cia contra su persona. Se contentó COQ manifestar
todo su furor rompiendo algunas ventanas de su
casa ; peto la presencia de algunos oficiales de po-
licía » y el temor de las tropas qoe te esperaban,
bastaron para que se retirara, y para que cesase
el alboroto.
„El espirita contrario ¿ la union que se mani-
fiesta en el día tiene se origen en ώ causas si­
go i entes, que seo las mismas que hao ocasionado
recieocemente taoaos obstáculos en el comercio de
Inglaterra , y con especialidad eo Londres, y que
no poeden dexar de producir los mismos efectos
en Irlanda» La miseria i que están reducidos los
mercader« y imbrican tes, ha ocasionado tanatea Ja
dt vtidm familias ope s*bfîjtf2»éoîcs«entc ie su
trabajo en las fabricas. Este miserable estado de
epsas llamo desde luego la atención pública, y vi-
no á ser para el peeblq so motivo de oecla»nacio«
oes y de deseootcoto. £1 agiotador potinco, ei fu-
toro candidato del pulimento, el mercader qoe
tenia en mal estado sos negocios, el qoe se llama-
ba patriota, el demagogo exaltado r en coa pala*
bra, toda persona contraria á la onion, j a por
principios, ya por sos intereses particulares, en-
contró ana ocasión demasiado- oportuna para dexar
de aprovecharse de ella ; y todos se reuoieroo pa-
ra impogoar una providencia, que seguramente no
tiene oiogona especie de conexión con las cansas
de los obstáculos del comercio y de los desastres
qoe se han experimentado últimamente de un mo-
do tan funesto y fatal en este pais-**
IMPERIO FRANCES.
Fontainebleau /ρ de octubre.
El dia ίο se dieron las correspondientes órdenes
para poner tiros de caballos en el camino de Com-
piegue» y te diee que son para la llegada de oa
príncipe que se está esperando aquí.
París so de octubre.
£1 péniche de S. M. la Golondrina y el logre
el Dorado han apresado y conducido á Brest una
embarcación inglesa de iSo toneladas, armada de
seis carroñadas de á 12, procedente de Lisboa con
un cargamento de naranjas, limones y otros frutos.
También llevaba i bordo 21 carneros me rióos»
El corsaria francés nombrado el Indomable ba
entrado en Roscoíf con una presa de mucho valor.
Dicho corsario ha sostenido durante su crucero
dos combates con otros dos buques enemigos de
mas fuerzas, y en ambos ha quedado dueño de las
aguas, perdiendo solamente no hombre muerto de
su tripulación y seis heridos, entre ellos el segan-
do capitán.
VARIEDADES.
En varios números dé nuestra garita* del mes
sie octubre hablamos de la eropctoo del Vesubio
ventada en ei mes de setiembre de este ano. Al-
gunos «uñosos observadores han recogido tas cir-
cunstancias de este importan re fenómeno, y ios
periódicos mas acreditados de la Europa las han
ibucado. Creemos pues debet comunicar al po-
G ico español algunas de las relaciones hechas p^r
testigos oculares, que servirán para la historia de
este ramoso volcan.
Extracto de U relación de un viage al monte Ve-
subio durante la erufcim del 10 de setiembre
de rSt<y, for Mf. de la Juweliere % xafitan
del Tegumento ele Latour d'Auvergne.
Todo el mando sabe que son tres los principa-
les volcanes que hai en Europa; a saber; el monte
Hecla en Islandia, el Etna en Sicilia, y el Vesu-
bio en el remo de Nápoies. Este éltimo volcan es-
tá en una mootafta i 8&«oesas poco mas ó menos
al este, ; »1 sudoeste del centro de la ciudad de Ña-
póles. Los geógrafos dicen que esta montaña tiene
14 millas de frac,y 616 toesas de elevación. P-so
por tu dicho en lo tocante á la citcuafftencias pe-
ro co pe táo conformarme con su opinion por lo
que hace á la altura.
Diez operaciones geométricas, que tengo hechas
con todo cuidado y con excelentes instrumentos,
me han dado 597 toesas de elevación perpcac'ico-
lar sobre el nivel del mar ; de doode se infiere que
esta montana ha baxado iS ó 20 toesas desde que
se hicieron las mediciones á quo los geógrafos se
refieren.
JBsra disminución de altura es moi natural, por·"
qoe la lluvia y los vientos degradan continuimer»-
te la cima de la montana, y deben truncar cada
dia mas el vértice del cono. Por otra parte , el fue-
go qoe el volcan vomita calcina y redoce comí-
noamente á cenizas la superficie del cráter, y esto
hace qoe tstt se vaya ahondando en virtud de la
acción de ios elementos, hasta que algún dia lle-
guen á destruirlo enteramente, rodemos paes es-
tablecer como un hecho demostrado que la parte
mas alta de la montana del Vesubio no pasa de 597
toesas de elevación.
Pero dexando esto aparte la erupción que aca-
ba de suceder hará célebre el año de 1810 en ios
fastos del Vesubio , tanto por el modo con qce se
ha verificado, quinto por los desastres que ha cau-
sado.
Todo el mundo mica como un milagro que es-
ta erupción se haya verificado sin haber sido anen«*
ciada por las señales acostumbradas. Oras veces,
antes que el Vesubio hiciese movimiento alguno,
se secaban todos los pezos de la dudad de Ñapó-
les; pero ahora todo el mundo quedó sorprebeo-
dido al ver que sin que este fenómeno se verifica-
se empezó ei Vesubio á arrojar llamas en U no-
che del 10 al 11 de setiembre.
El 11 por la mañana ia iotenstdad del fuego se
aumentó considerablemente, y corrió la lava por
h porte del E. y del S. O. de la montana. Por la
tarde creció todavía mas, y á la entrada de la no-
che se veian yi dos hermosos ríos de fuego, qoe
salían con impetuosidad del volcan. Toda la no-
che continuó en el mismo estado.
El 12 por la mañana empezó á oírse un ruido
sordo, qoe iba cada vez mas en aomento; el rue-
go y el humo se aumentaban también á proper-*
don, y por la tarde llegaron i obscurecer todo el
horizonte. Pero la brisa que reioa ordinariamente.
en estos parages sopló aquel dia del lado del S. O.,
y disipó las nubes que se iban acumulando > mien-
tras el volcan continuaba vomitando lava en abtun
daocia, y un humo denso que llenó la atmósfera*
de un fuerte olor á azufre. El ruido sordo que se,
oia en los costados de la montaña continuó siem-
pre vendo en aumento.
La curiosidad por oír y ver de cerca ei feoó-
meoo mas asombroso qoe puede presentar la natu-
nalezz al espíritu de los mortales» me impelió i
acercarme al Vesubio con intencioc de subir á la
cima de la montaña durante la noche; y olvidán-
dome del desastre de Plinto salí de Nápoies á co-
sa de las siete de la tarde. A las ocho estaba ya en
fortsei. El canino que hai desde este pueblo has-
ta U cima del Vesubio es largo y penosa A la
mitad se encuentra una ermita que sirve de loga£
de descanso· á tos viagères 9 en* donde reside en
bojeo ermitaño que les da por un corto estipendia
el refrigerio que tanto necesitan, y que pagarían,
de buena gana á peso de oro. En los alrededores
df esta traba es donde se coge el lamoso vino lia-
 I4r6
inadr> lacryma Christi. Dtsát esta ermita basta la
base del cono bai un quarto de legua largo de un
camino bastante regular; pero desde alîi basta et
cráter es menester subir casi perpendicularmente
por una montana de ceniza» hücdiénJose basta
medía pierna. Mis compañeros , mis guias y yo
tardamos dos horas en andar este camino, y y a era
media noche qnando llegamos al cráter.
El fuego del volcan nos servia de antorchas:
hacia dos horas qoe el ruido habrá cesado: la lia-
mu también había disimnartfo macho \ y todas es«
tas circunstancias aomemal^tHresrra seguridad, y
nos i aspira ban el atreví miento que se necesita para
recorrer on sitio tan peligroso. Así pues, ty>s acerca-
mos qoaoto ficaior nos lo permitió, y encendimos
nuestros bastones en la la*· qoe cala lentamente
por los portillos del cráter. Esta materia, quando
esta ion imada, tiene el color del metal fuodido;
pero qo<ndo corre forma ana especie de espuma»
que el frío cu * ja, y queda reducida i una especie
de escoria , parecida á la del hierro, que se rom-
pe, y est precipitada y con gran roído hasta el
pie de la mootióa. Despide esta escoria un olor
muí fuerte de gas ic.áo sulfúrico, el qnal emba-
raza la respiración eo virtud de su qualidad caus-
tica y penetrante.
Nos hallábamos eo este srtfo llenos de la ma-
yor conüaoza, quando nna dëtooacîon espantosa,
que arrojo muchos peñascos inflamados á mas de
loo toesas de alto, oo< advirtió el peligro a qué es-
tibamos expuestos. Ninguno de nosotros vaciló ni
un instante sobre el partido que debíamos tomar;
y en meóos de cinco minutos anduvimos el mis-
mo camino que habíamos tardado dos horas en
subir.
No bien habíamos llegado á la er» tta qnando
oírnos de repente uo mido mas espantoso que el
anterior; y el volcan mas enfurecido que antes
empezó á arrojar una cantidad asombrosa de pie-
dras con una fuerza de proyección que seria uití-
cil calcular.
Pero como L· proyección era vertical, toda es-
ta masa inflamada volvía á caer otra vez dentro
del volcan, el qnal la vomitaba de nuevo para
volverla á recibir, á excepción de algunos frag-
mentos que se escapaban,, y que ¡bun á caer á
grande distancia con susto de les curiosos, que
luían por evitar que cayesen sobre ellos, á la ma-
nera que en las fiestas de pólvora corren los es*
pectadores por huir de la cam· del cohete.
Es difícil hacer una descripción exacta de oa
espectáculo semejante : no hai fuego artificial, por
abundante que sea, que dé una idea completa de
este fenómeno prodigioso, porque las obras mez-
quinas de los hombres oo pueden compararse ja-
mas con tos grandes efectos de la naturaleza.
Yo me coloqué sobre una altura, en donde me
pareció que estaba al abrigo de todo riesgo, y me
puse a reflexionar sobre las causas y los efectos de
este fenómeno maravilloso. Â1 cabo de algún tiem-
po observer que (a magnitud de las piedras infla-
madas qne despedía el volcan iba disminuyendo,
y que et ruido, el fuego y el humo iban perdien-
do su intensidad en la misma propordoo. Estas
circunstancias me sugirieron entonces una conjetu-
ra ι que ahora me atrevo á presentar como tal.
SN LA IMPRENTA REAL.
Puede ser que estos pedazos de piedra, vomitados
y recibidos alternativamente por el volcan, vay^a
derritiéndose poco á poco, y que esta materia der-
retida sea una de las partes que componen la lava.
Y lo que me hace dar asenso á esta conjetura es
que quando cesa la explosion, el voican contir.ua
arrojando una cantidad enorme de lava en todas
direcciones , y yo mismo vi ríos de fuego cjue
corriao por el mismo terreno por donde yo acaba-
ba de pasar.
El día 13 empezó poco mas 6 menos como
había* empezado el 12 Et volcan estuvo sosega-
do, y la lava corrió con lentitud por los mis-
mos cauces que había form-ido por la noche; pero
a cosa de las qoatro de la tarde empezó á oírse
otra vez un ruido espantoso acompiñ do <ie repe -
tidás Svñ tlés, que anunciaban otra noeva erupción.
Los sacudimientos del volcan eran tan violemos
que en el fuerte del Haevo, en donde yo e>raSa,
se experi>nen(ob<m oscilaciones semejantes 3 Us de
un terremotot á pesar de estar este fuerte edifica-
do robre una roca, y de hallarse á quino .egeas
de distancia.
A cosa.de las cinco empezó la eropcioo, y
continuó hasta bien entrada la noche. Esta vez U
materia inflamada corrió por todos los Ldos de la
montaña con una fuer2a extraordinaria: todo el
Vesubio estaba infla-nado, y la lava ha c*u*ado
terrib'es desastres: mochas casas y haciendas han
quedado enteramente sepultadas, y se Ten boi
muchas familias «.Álgidas, que buscan en vano la
herencia de sus padres, que ha quedado cubierta
de una atpz de lava indestructible.
A las to de la noche ya uo se podía 1leg?r i la
ermita , porque uo arroyo de fuego había cerra i o
el camino. Lo? pueblo« sínodos al S. E;de"*a nrn»-
taña han padecido mí que los otros. Toda é! V e -
subio era una hoguera, y los navegantes babrio
podido contemplar derde lejos esta iluimoacioo es-
pontánea de la oaturaleza.
m*o.
El Quixote con faldas, ó perjuicios motases* ¿Te las
disparatadas novelas, escrito en ingles *tn aombre de
autor, y en castellano por p . fieroafdo Mari« de Cal-
zada. Esta novela et una ficción graciosa, que Combate
los perjuicios de la lectura.de las novelas> principal-
mente las heroicas, como ion las de Mr."Escuden , Ca-
9
sandra, Ciro &c. Tres tomos en 3 . Se haj!a/í i $0 rs%
en pasta 7 3.0 en rustica en las librerías de Castillo,
frente i las gradas de S. Felipe el Rca}f γ-en h ¿Φ
Orea, calle de la Montera, frente a S. I n k
TIATKOS.
En el del Príncipe, á las siete dt h noche, se re-
presentará por Γι compa&ía -capañola la comedia en
cinco actos titulada el mejor Alcalde el Reí, γ el ñn
de fiesta el Hablador.
En el de fa Cruz, i las cuatro y media de la tarde,
se executari la comedia en tres actos titulad* el Hom-
bre convene ido 2 la razón, ó b Aiurer prudente , coa
tnoadiîla y sámete; advirtiendo que hatá U seAont Co-
leta Paz su papel de graciosa «a comedia y nixute.