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1.- Introducción
La importancia creciente de la información en nuestra sociedad es un hecho tan relevante
que algunos autores definen nuestro tiempo como la “Era de la Información”. La
información se ha convertido en un recurso básico para los diferentes entes sociales y, de
forma especial, para las organizaciones empresariales.
La capacidad para captar los datos que continuamente genera la propia empresa y su
entorno, para seleccionar aquellos relevantes y procesarlos con vistas a mejorar el
rendimiento o alcanzar ventajas sobre los competidores, se ha convertido en una
característica decisiva en la gestión de todas las organizaciones incluyendo a las pequeñas y
medianas empresas (PYMEs). Los avances tecnológicos de las últimas décadas en
Informática y Telecomunicaciones suponen para las empresas una oportunidad para
mejorar su eficiencia y competitividad en los negocios. Son también un reto ya que la toma
de decisiones sobre Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) exige a los
gestores un conocimiento adecuado de lo que estas tecnologías digitales pueden aportar.
Algunos de los aspectos clave que subrayan el papel esencial de las tecnologías digitales en
la gestión empresarial son los siguientes:
El término “información” se usa de forma cotidiana con diferentes significados, por lo que
conviene puntualizar el sentido con el que vamos a usarlo en adelante.
Los datos son los elementos básicos a partir de los cuales se elabora la información. Para
que los datos se conviertan en información deben ser analizados, colocados en un contexto
y presentados de forma útil. Cuando los datos se les aporta significado, propósito y utilidad
se convierten en información.
Hay que tener en cuenta que la utilidad de la información es una cuestión relativa, ya que
lo que es información para una persona en un cierto contexto, puede ser un dato para otra.
Por ello, cuando hablemos de información nos estaremos refiriendo a información
significativa o relevante, en contraposición al “ruido”, o conjunto de datos carente de
significado para una persona.
Así pues, podemos definir información como datos elaborados de forma significativa para
la persona que los recibe y de tal manera que sean útiles para la toma de sus decisiones.
En estos términos, se puede afirmar que todas las personas que trabajan en una
organización empresarial dedican una parte de su tiempo a la información, que será
variable en función de sus responsabilidades. Algunos estudios, referidos a EE.UU.,
afirman que la alta dirección y los mandos intermedios administrativos dedican el 80% de
su tiempo a recibir, manejar, comunicar y distribuir información. Los mandos intermedios
de producción el 60%. Los trabajadores administrativos dedican hasta el 95% de su
actividad productiva a la información y los obreros sólo un 2%. La información debe ser
considerada como un recurso más de la empresa, y un recurso de importancia vital.
Por un lado, existen flujos internos de información. Estos pueden tener un carácter
horizontal, cuando se establecen entre departamentos, o entre personas del mismo nivel
jerárquico, o pueden ser flujos de información verticales si ponen en comunicación a
departamentos o personas subordinados con sus superiores. Por otro lado, también existen
flujos de información de la empresa con el exterior, por ejemplo, con los accionistas, con
clientes y proveedores, con los organismos del Estado (Hacienda, Seguridad Social) y con
la sociedad en general.
Los flujos de información de los que nos vamos a ocupar son los llamados formales. Son
procesos de información que descansan sobre definiciones fijas y aceptadas de los datos a
manejar y de los procedimientos necesarios para recolectarlos, almacenarlos, procesarlos,
distribuirlos y emplearlos. Existen también en la empresa flujos de información
informales. Funcionan sobre acuerdos implícitos y reglas de comportamiento no
establecidas, como por ejemplo la red de chismes y rumores que circula en toda empresa.
Son, probablemente, esenciales para la vida de la organización, pero quedan fuera de
nuestro estudio.
Por otro lado, como se desprende de las fases del ciclo de la información descritas, se
necesita un soporte físico para el proceso de la información. Tradicionalmente el soporte
ha sido el papel, pero en la actualidad son las modernas tecnologías de la información y las
comunicaciones las que dan soporte al tratamiento de la información de las empresas.
Denominaremos flujos de información automatizados a aquellos que estén soportados por
las TIC.
Todas las soluciones TIC son una combinación de hardware y software. Desde el punto de
vista de los sistemas de información empresarial son especialmente relevantes los sistemas
bases de datos, donde se almacenan y organizan los datos e información que maneja el
sistema de información sobre empleados, clientes, ventas, etc. y los sistemas de
telecomunicaciones que permiten que los diferentes equipos que dan soporte al sistema de
información se comuniquen, aunque estén físicamente distantes y que permiten que el
sistema se relacione con otros sistemas.
las diferentes tecnologías disponibles y las posibilidades que éstas pueden ofrecer les
resultará indispensable. Así pues, lo que nos mueve a estudiar la informática y las
telecomunicaciones no es un interés técnico propiamente dicho, sino que estas tecnologías
tienen importancia para nosotros en la medida en que son herramientas para la gestión de
la información.
Los medios humanos, por último, son uno de los elementos más importantes del
sistema de información. Pueden distinguirse dos tipos de personas por su relación con el
sistema de información. Aquellas personas encargadas del desarrollo de programas, la
gestión y el mantenimiento del sistema informático, generalmente incluidas en un
departamento específico de sistemas. Y los usuarios del sistema de información, de todas
las áreas y niveles de la empresa. Son las personas que manejan la información en la
empresa y que interactúan con el sistema informático para llevar a cabo su tarea.
Aun así, es necesario tener en cuenta que el sistema de información tiene un componente
organizativo que supera lo tecnológico. En efecto, el sistema de información es indisociable
de la organización, ya que recibe, procesa y genera información de los demás subsistemas
de la empresa. Analizar el sistema de información requiere primero estudiar el sistema
organizativo como un todo, descubrir sus requerimientos de información, para luego
definir las funciones que el sistema de información debe realizar y, por último, especificar
los medios informáticos que permitirán llevar a cabo esas funciones. Los medios y soportes
elegidos dependerán de las restricciones de tiempo, recursos y presupuesto a que esté
sometida la empresa. Por otro lado, aunque idealmente todas las funciones de un sistema
de información podrían estar informatizadas, en la práctica no es así. Sólo una parte de la
información formal que maneja una empresa se trata informáticamente, con lo que el
sistema informático es sólo el soporte de una parte del sistema de información, si bien es
verdad que, normalmente, será una parte fundamental.
Estos subsistemas deben estar integrados unos con otros para conseguir un mayor grado
de eficacia. Si existe esa integración pueden compartirse datos y recursos aumentado la
eficiencia de todo el sistema y reduciendo los errores. Por ejemplo, si se dispone de tres
subsistemas diferentes, pedidos, almacén y facturación, que no están relacionados entre sí,
los datos de un pedido concreto deberán introducirse en tres ocasiones. Una vez en el
subsistema de pedidos para gestionar la recepción del pedido, otra vez en el subsistema
almacén para controlar la salida de productos y la variación de existencias, y otra más en el
subsistema facturación para confeccionar la factura. La multiplicidad de entrada de datos
multiplica no sólo el trabajo a realizar, sino también la probabilidad de introducir errores y
datos contradictorios en el sistema.
En el sector de las TIC para la gestión empresarial una solución tecnológica para dar
soporte a alguno de los subsistemas que hemos mencionado se suele denominar una
Aplicación de Negocio. Así una aplicación de negocio para la contabilidad empresarial
será un conjunto de software que ayuda a automatizar total o parcialmente los procesos de
negocio relacionados con la contabilidad de la empresa. Dependiendo de su complejidad la
aplicación de negocio podrá dar soporte sólo a aspectos operativos del proceso contable, o
también a aspectos tácticos y estratégicos. De forma opuesta se suele usar el término
Aplicación básica o Aplicación genérica para denominar aquellas soluciones
informáticas que no se aplican a procesos de negocio sino a tareas genéricas. Son ejemplos
de aplicaciones genéricas un software de hoja de cálculo o un procesador de textos.
pedidos entregados y generan automáticamente las facturas físicas para ser enviadas a los
clientes en una fecha determinada. Pueden incluir también la funcionalidad de generación
de facturas electrónicas y posterior envío a los clientes mediante el correo electrónico.
Aplicaciones de Punto de Venta. Se denominan así a las soluciones TIC para la gestión
de las tiendas y puntos de venta en general. Se integran con cajas registradoras de interfaz
táctil llamadas TPV (Terminal Punto de Venta). Permiten gestionar las ventas, realizar
La lista podría continuar con aplicaciones para la gestión de proyectos, para la gestión y
mantenimiento de infraestructuras, para la gestión de riesgos e inversiones, etc.
medida en que la tecnología ha ido evolucionando han podido construirse equipos más
rápidos y potentes. Los ordenadores actuales se basan en microprocesadores, en la llamada
tecnología del silicio. Pero hubo algunas tecnologías anteriores que repasamos
someramente a continuación.
Por fin en 1951 se construyó UNIVAC I que fue el primer ordenador fabricado en serie para
su comercialización. Su construcción marca el comienzo de la historia de los ordenadores.
Su construcción se basaba en válvulas de vacío. Estas válvulas generaban mucho calor y se
fundían frecuentemente. El UNIVAC I fue construido de Sperry Rand y fueron similares las
series 600 y 700 de IBM, que eran ordenadores con poca memoria interna y poca
La sustitución de las válvulas por transistores se produjo a finales de los años cincuenta.
Los transistores son mucho más pequeños, fiables, de menor consumo y producen menos
calor. El resultado son ordenadores más pequeños, fiables, baratos y de menor consumo
manteniéndose la misma potencia de cálculo. Esto implica que se empiecen a utilizar en la
empresa (grandes corporaciones) para fines de gestión y administración.
A mediados de los años sesenta aparece el circuito integrado o chip. El chip es una pastilla
de sílice con varios transistores integrados. Son de tamaño reducido y pueden fabricarse en
serie lo que da como resultado un coste también reducido. Se produce la progresiva
miniaturización del tamaño de los chips a la par que aumenta su capacidad para integrar
transistores llegando a albergar varios cientos en un solo chip al final de los sesenta. Se
empiezan a utilizar memorias de semiconductores y discos magnéticos que sustituyen a las
memorias de ferrita. En 1971 surge el microprocesador, que integra toda la unidad central
de proceso en un solo chip. Un microprocesador puede integrar varios cientos de miles de
transistores por estas fechas. Con los microprocesadores surgen los microordenadores y la
informática llega a todas las empresas y al gran público. Surgen una gran cantidad de
modelos y de fabricantes en una industria que avanza rápidamente al ritmo que marcan los
fabricantes de microprocesadores en un proceso de miniaturización y aumento constante
de la capacidad de procesamiento y la eficiencia de los chips. En 1965, Gordon Moore,
cofundador de Intel, enunció la denominada Ley de Moore, que establece que el número de
transistores en un microprocesador se duplicaría aproximadamente cada dos años. Esto es,
la Ley de Moore refleja el ritmo de crecimiento exponencial en la densidad de transistores
en los microprocesadores y, por tanto, la mejora en el poder de cómputo a lo largo de las
décadas.
• Etapa 1. Iniciación
• Inversión limitada
• Experimentación para probar el valor de las TIC
• Etapa 2. Contagio
• Alto aprendizaje
• Proliferación incontrolada de las TI ⇒ Ineficiencia
• Etapa 3. Control
• Limitación del crecimiento un ritmo manejable
• Etapa 4. Integración
• Equilibrio entre el crecimiento y la gestión controlada
• La organización domina la tecnología dominante del momento
Cuando una tecnología llega al final de la curva aparece una nueva tecnología que
comienza de nuevo el proceso.
En el año 2001, Nolan aplicó este mismo razonamiento al desarrollo tecnológico general y
enunció tres eras tecnológicas: la del Procesamiento de Datos (1960-1980) que es la etapa
de los primeros grandes ordenadores o mainframes, la era de los Microordenadores (1980-
1995) y la era Red (1995-2010) marcada por el desarrollo de Internet. Cada una de estas
eras sigue el mismo proceso evolutivo en forma de S atravesando las cuatro etapas de
iniciación, contagio, control e integración. En los momentos de transición entre una era
tecnológica y la siguiente hay un momento de confrontación entre la tecnología ya
asentada y la nueva ola de tecnologías emergente, que Nolan denominó como
“discontinuidad tecnológica”. El siguiente gráfico representa la explicación de Nolan.
Nolan (2001): Information technology management from 1960 to 2000. Harvard Business Review.
Otros autores han continuado desarrollando esta teoría añadiendo nuevas etapas. Frank
(2012) denomina a la siguiente etapa SMAC que son las siglas de las cuatro tecnologías que
marcan el periodo siguiente: Social, Mobile, Analytics y Cloud.
recursos.
Estas tecnologías han transformado la forma en que las empresas operan, interactúan con
los clientes y toman decisiones y, de esta forma, aprovechar al máximo la información, la
conectividad y la agilidad para impulsar la innovación y el crecimiento empresarial.
Aunque estas tecnologías están en su apogeo, cabe preguntarse qué viene después. Las
tecnologías emergentes que están comenzando a determinar la siguiente era tecnológica se
identifican con el acrónimo DARQ. Son tecnologías emergentes que se consideran
disruptivas y que se espera que tengan un impacto significativo en el futuro cercano. Cada
letra en DARQ representa una tecnología específica:
1. D - Distributed Ledger Technology (Tecnología de Contabilidad Distribuida): Se
refiere a tecnologías como blockchain, que permiten el almacenamiento y registro
descentralizado de transacciones y datos. Blockchain tiene el potencial de
revolucionar la forma en que se realizan las transacciones, garantizando la
seguridad, la transparencia y la eliminación de intermediarios.
2. A - Artificial Intelligence (Inteligencia Artificial): La inteligencia artificial abarca la
capacidad de las máquinas para aprender, razonar y tomar decisiones. Incluye
tecnologías como el aprendizaje automático (machine learning), el procesamiento
del lenguaje natural (natural language processing), la visión por computadora y los
sistemas de recomendación. Sin duda la inteligencia artificial está teniendo ya un
impacto significativo en la automatización de tareas, la toma de decisiones y la
mejora de la eficiencia en diversos campos.
3. R - Extended Reality (Realidad Extendida): Esta tecnología engloba la realidad
virtual (VR), la realidad aumentada (AR) y la realidad mixta (MR). La realidad
extendida permite la creación de entornos virtuales o la superposición de
información digital en el mundo real. Se espera que tenga aplicaciones en áreas
como el entretenimiento, la educación, la industria y la atención médica.
4. Q - Quantum Computing (Computación Cuántica): La computación cuántica se basa
en principios de la física cuántica y tiene el potencial de resolver problemas
complejos de manera exponencialmente más rápida que las computadoras basadas
en la tecnología del silicio. Aunque aún está en desarrollo, es muy posible que
suponga el salto a una nueva generación de computadores.
y Newell sobre máquinas lógicas. El GPS consiguió resolver problemas sencillos, pero no
podía resolver los problemas del mundo real, aunque sentó las bases para la resolución de
problemas en la IA.
OpenAI sorprendió al mundo con "ChatGPT" y "DALL-E 2", que demostraron una
comprensión avanzada del lenguaje natural y la generación de imágenes creativas.
Este desarrollo histórico no ha tenido una evolución sostenida. Ha habido períodos en los
que se produjo una disminución significativa en la inversión, el interés y el progreso en la
investigación y el desarrollo de la inteligencia artificial. Estos períodos suelen ser
consecuencia de expectativas excesivamente optimistas seguidas de desilusión cuando las
tecnologías de IA no cumplieron con las promesas iniciales. A estos periodos se les suele
denominar los "inviernos" de la IA. Los principales fueron:
Sin embargo, junto con los avances y beneficios de la IA, también surgen desafíos y
preocupaciones. El impacto en el empleo, la ética y la privacidad de los datos son temas
importantes que deben abordarse para garantizar un despliegue responsable y beneficioso
de la Inteligencia Artificial.
La siguiente es una clasificación muy extendida que refleja también la aparición temporal
de los diferentes sistemas.
• Sistemas Expertos (ES, Expert Systems). Son sistemas de consulta diseñados para
simular el comportamiento de expertos humanos ante situaciones con una gran
cantidad de incertidumbre. Están diseñados para captar la experiencia de los seres
humanos y almacenarla mediante datos y reglas, y, a partir de las técnicas de la
Inteligencia Artificial, proporcionar a los usuarios conclusiones sobre materias
especializadas. Imitan el funcionamiento de un experto sobre un tema en cuestión
(por ejemplo, riesgo en operaciones financieras), pero con las ventajas de la
informática en lo que se refiere a velocidad y cantidad de datos a tratar.
EIS
DSS ES
ERP
OAS
MIS
EDPS TPS
Así pues, bajo el impulso del desarrollo tecnológico los sistemas de información basados en
tecnologías de la información han ido evolucionando. Comenzaron dando soluciones a la
parte operativa de la gestión empresarial, pasando después a mejorar toda la gestión de la
información y el conocimiento dentro de la empresa, para finalmente culminar la pirámide
dando soporte a la toma de decisiones de tipo estratégico. Los sistemas de gestión
integrados, que engloban la gestión de toda la información de la empresa representaron el
final del proceso.
Para finalizar este tema debemos hacer una importante apreciación final sobre las
implicaciones organizativas que tiene la introducción de tecnologías de información en
cualquier contexto empresarial.
Existe, por tanto, una interacción por tanto entre los aspectos organizativos y tecnológicos,
ejerciendo influencia ambos aspectos entre sí. Hay diversos modelos que tratan de explicar
los diversos aspectos de dicha influencia. Uno de ellos es el modelo de equilibrio de Scott-
Morton, mejorado posteriormente por otros Orero y otros autores:
Estrategia
Estructura
Organizativa
Personas/
Cultura Procesos
Sistema de
Información
T.I
Orero, Chaparro y Merino (1996) “The manage of organizational change by information systems”. Proceedings of the 3rd
IFSAM (International Federation of Scholarly Associations of Management) World Conference (IFSAM’96). 6-8 Julio,
París.
El modelo refleja, por un lado, que debe existir alineación entre sistema de información y
estrategia. Las tecnologías y sistemas de información deben contribuir a la mejora de la
competitividad de la empresa enfocándose en la consecución de sus objetivos. Partiendo de
la definición de los objetivos estratégicos de la empresa deben definirse los requerimientos
necesarios en cuanto a la gestión de la información se refiere y, a partir de ahí, seleccionar
aquellas tecnologías de la información que permitan cubrir dichos requerimientos de la
mejor forma posible.
Por otro lado, también debe existir un equilibrio entre el sistema de información y las
tecnologías de la información que lo soportan, y los aspectos organizativos: la propia
estructura organizativa, los procesos empresariales y la cultura de la empresa.