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El teatro en la Edad Media

Monoteísta hasta la médula, es lógico que la nueva sociedad cristiana abomine el teatro y demás
espectáculos paganos en los que se invocan dioses falsos. Se rechazan también las ideas
representadas por los clásicos romanos y griegos

Los cristianos les hacen frente también a los invasores del norte de Europa, también son paganos.

Triunfa el ideal cristiano e impregna a los siglos medievales un nuevo sentido de vida y de un
nuevo simbolismo, Todo va a tener un sentido trascendente de signo teológico. La vida humana
será un lugar de destierro y lucha; la muerte, una consolación.

Al espectáculo social se le une una nueva concepción simbólica de la vida y el mundo; interviene el
culto cristiano.

“El pueblo se reúne en los oficios religiosos… Y, como en todas las civilizaciones, la historia
evocada o representada girará en torno a un héroe fundador de sus creencias. Este héroe es
Cristo” Estas ceremonias han persistido en lo general hasta nosotros. La misa es una de estas: “El
sacerdote, como el actor trágico, representa el papel de Cristo ante la multitud cristiana”

II. Inicios y evolución del teatro medieval

Como en Grecia, el teatro surge del culto religioso. En su evolución irá introduciendo elementos no
religiosos y hasta cómicos.

1. Paso del oficio divino al drama litúrgico

El drama tuvo la intención de mostrar a los fieles poco instruidos el sentido de los Misterios de la
fe: la redención-resurrección y la encarnación. En éstos, los clérigos eran las marías o los ángeles.

Poco a poco los “diálogos” fueron siendo elaborados por los clérigos y se fueron haciendo
ceremonias más relatadas y actuadas. De aquí nació propiamente el diálogo

2. Del drama litúrgico a los juegos y milagros

Poco a poco estos diálogos y acciones derivan a lo profano y hasta lo jocoso. Se empiezan a admitir
como actores a los laicos. Así, el teatro abandona el interior de las iglesias. Naturalmente se
empiezan a adoptar las lenguas vernáculas. En un principio, latín y lenguas romances alternaron
en las obras.

De los temas bíblicos se pasó a escenificar vidas de santos o milagros de la virgen. Estos relatos
tenían ya poco de religiosos en muchas ocasiones. Se podría decir que ya pertenecían al teatro
profano. Lo religioso aparecía al final con la intercesión de maría o los santos, por eso se les llamó
Milagros.

En las laudes umbrianas, una variante de este teatro. Eran espectáculos dignos del medioevo. Se
autoflagelaban para desagraviar a Dios por los pecados. Liricos en un principio, derivaron en lo
dramático, a lo patético y realista.
3. Los misterios

Con el misterio (un subgénero nuevo), en torno al siglo XIV, la edad media entró en la edad
moderna.

Si en el Milagro lo religioso sólo aparecía a veces en su desenlace, el Misterio pretende ser


religioso de principio a fin, aunque a veces lo pintoresco desviaría la atención. Estos llegaron a ser
muy extensos en el siglo XVI; El misterio de la pasión de Arnauld Greban tenía 35, 000 versos, 200
personajes y se representaba en jornadas, pero hay uno incluso de 65,000 versos. Para llenar estos
versos, Jean Michel usa escenas apócrifas ligadas más que nada a las costumbres de su público.

4. El teatro religioso medieval en España

El origen del teatro español hay que buscarlo en los ritos sagrados, en los tropos. La más antigua
muestra de teatro castellano es el Auto de los reyes magos de mediados del siglo XII encontrado
en la catedral de Toledo.

La iglesia era utilizada también para otro tipo de representaciones, no exactamente de carácter
religioso, como los juegos de escarnio, formado por frases de doble sentido, sermones griotescos,
canciones lascivas, diálogos bufos, etc. No fueron muy toleradas por el poder. En 1473 fueron
prohibidas

Tenían artilugios importantes para lograr efectos espectaculares. Para representar la asunción de
la virgen usaban un Araceli o arca del cielo, un ascensor con un complejo sistema de poleas y
cuerdas que permitía subir y bajar desde la cúpula de la iglesia. Otro aparato es la granada. Un
aspecto escenotécnico muy original para su época

El teatro fuera de las iglesias tuvo un espectacular desarrollo desde el siglo XIII

III. El teatro profano en la Edad Media

1. Origen

Tiene su origen en los desahogos espontáneos, intencionales redactados por autores del teatro
religioso. Casi siempre eran de signo cómico.

Se cuenta que en esas ocasiones se jugaba incluso a los dados y a las cartas sobre el altar.

El público medieval tenía un sentido muy acosado de la ironía; pero es un público también muy
impresionable capaz de pasar de la risa al llanto.

Pero o que más despertaba hilaridad eran los animales: la burra del profeta Balaam, que habla con
voz de naríz, se usa el “hin, han” imitando al animal y el público lo repetía tres veces estando
sumergido por completo en la cómica situación.

2. Desarrollo y subgéneros
La pastourelle: Juego de Robin y de Marion, se nos cuenta cómo una pastora es cortejada por un
caballero, dando lugar a una serie de escenas típicas (resistencia de la pastora, engaños y
promesas del caballero, rapto frecuente de la pastora, persecución de su amigo y sus familiares,
etc.) Adam de la Halle innova al darle a estas escenas canto, coro y baile. Será el origen de la
comedia balley y de la opereta.

Con el tiempo, el teatro profano se concretó en subgéneros dramáticos:

- Sermón jocoso
- Monólogo
- Sotía
- Moralidad
- Farsa

IV. Técnicas del teatro medieval

Las representaciones fueron ganando progresivamente espectacularidad. No olvidemos que


tenían que dar forma a textos muy “imaginativos”. Eran demandantes en cuanto a la
representación del espacio y el tiempo (había que representar el cielo y el infierno)

Los personajes solían ser no solo bribones, bobos o santos, sino diablos, ángeles, alegorías o
monstruos, o hasta el mismísimo Dios Padre.

El teatro religioso demandaba más que el teatro profano

1. El lugar de la representación

El lugar para la acción solía ser el coro, las naves estaban destinadas a las procesiones y cortejos.
Como sabemos, por cuestiones de decoro el teatro tuvo que abandonar la iglesia como espacio de
representación. Se refugió entonces en el pórtico de las mismas iglesias y las catedrales que por sí
mismas constituían importantes decorados. Hasta después pasaron a usarse las plazas, patios,
claustros y cementerios.

2. La figuración de los espacios escénicos en el interior del templo

En realidad, las posibilidades no eran muchas. Las cosas de uso ya tenían un significado
establecido. Y tampoco era del todo permitido ingresar objetos de otra índole.

Pero es verdad que a medida que evoluciona la escritura son mayores las necesidades de
caracterización de los personajes y de diversificación de los espacios públicos.

3. La representación de los espacios escénicos fuera del templo


Se usaba un mismo espacio para remitir a escenarios distintos; la solución del teatro medieval fue
doble: la yuxtaposición de espacios simultáneos y el uso de carros que habían de detenerse ante
los espectadores para representar la escena que a cada uno de ellos les correspondía.

Cuando el espacio no lo permitía se le daba la palabra a un actor a manera de conductor del


espectáculo para que explicara cómo ocurre la acción. La imaginación del espectador haría el
resto. También se usaban simples letreros que señalaban el lugar de la acción. Eso sucederá hasta
Shakespeare.

Las mansiones

Espacios escénicos que se alineaban. Cuando se trataba del Paraíso, esta mansión debía ocupar la
parte más elevada.

En el paraíso no se debe regatear ningún lujo. Era común que se superaran de unos años a otros.
Deben abundar las flores y los frutos y no podía faltar, en el centro, el Árbol de la vida.

El infierno debía resaltar también. Tenía 3 elementos: una torre fortaleza, un pozo al que Jesús o el
alma de Jesús arrojará a Satán y una entrada en forma de garganta monstruosa que permitía la
salida y entrada de los demonios. No podría faltar una gran serpiente con enorme boca hecha de
lona.

Otras mansiones eran las cosas, los palacios, salas etc.

4. La tramoya de los misterios

(Leer el comentario del cronista fascinado)

Los animales eran diseñados y elaborados en todas sus tallas y especies. En alguna ocasión se les
dotó de movimientos mecánicos. Los vuelos, se conseguían por medio de hilos y cuerdas.

En cuanto al agua, no solo se representaba una lluvia o agua que brota, sino la creación de los
mares y el mismísimo diluvio.

No eran pocas las escenas con fuego. A veces se producían verdaderos incendios exigidos por los
textos. La boca del infierno dejaba ver siempre llamas a las que añadían azufre.

La maquinaria empleada en los teatros era semejante a la que se empleaba en la construcción de


las catedrales.

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