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Trabajo Práctico n°1

Lopez Julieta Belén

I.S.F.D. N°1

Educación Temprana

1°2°

ACTIVIDAD
Después de la lectura de la bibliografía mencionada
Desarrollar las siguientes preguntas dando ejemplos y relacionando los
diferentes conceptos en la bibliografía mencionada.
1) Que se espera de un desarrollo emocional normal en un niño en la primera
infancia
2) Cuáles son las principales dificultades emocionales de un niño de 0 a 3
años
3) Identifique los principales factores de riesgo y las posibles intervenciones
docentes.
4) Cuáles son los principales signos de alarma que se presentan.
Conclusiones: (Consignar brevemente una opinión personal sobre el tema
Abordado)

1) Se espera que un niño en la primera infancia desarrolle ciertas habilidades y


capacidades emocionales como parte de su desarrollo normal. Estas incluyen La
capacidad de experimentar y expresar una amplia gama de emociones, como alegría,
tristeza, miedo y enojo, la capacidad de regular y controlar las emociones para
adaptarse a diferentes situaciones, La capacidad de establecer relaciones afectivas y
de confianza con los adultos y otros niños, la capacidad de comprender y responder a
las emociones y necesidades de los demás, la capacidad de desarrollar una
autoimagen positiva y una buena autoestima, la capacidad de mostrar empatía hacia
los demás.

En general, se espera que los niños en la primera infancia desarrollen una


comprensión básica de las emociones y sean capaces de interactuar con su entorno
emocional de manera saludable y adaptativa.

2) Los niños en la primera infancia pueden experimentar diversas dificultades


emocionales, que pueden afectar su desarrollo emocional y social. Algunos de estos
son problemas de apego y relación con los padres o cuidadores, dificultades para
regular las emociones y conductas, trastornos del estado de ánimo, como ansiedad y
depresión, problemas para establecer relaciones sociales y para desarrollar habilidades
sociales y emocionales, problemas de autoestima y autoimagen, problemas de
conducta y de atención, problemas relacionados con el desarrollo del lenguaje, la
comunicación y la comprensión emocional. Es importante tener en cuenta que las
dificultades emocionales en los niños pequeños son comunes y pueden ser el resultado
de diversos factores, como la genética, el entorno, la crianza y el cuidado recibido,
entre otros. Por lo tanto, es fundamental que los padres y cuidadores estén atentos a
las señales de alerta y busquen la ayuda adecuada en caso de necesitarla.

3) Algunos de los principales factores de riesgo son carencia afectiva, situaciones de


estrés y tensión familiar, falta de habilidades parentales, problemas de salud mental en
los padres o cuidadores, carencias materiales y económicas, entornos violentos o
inseguros.

Las posibles intervenciones docentes son ofrecer apoyo emocional y afectivo a los niños que
presentan carencias afectivas, proporcionar herramientas y estrategias a los padres para
manejar el estrés y la tensión familiar, ofrecer programas de formación en habilidades
parentales y de cuidado infantil, proporcionar información y apoyo a los padres y cuidadores
con problemas de salud mental, facilitar el acceso a recursos y servicios básicos para
satisfacer las necesidades materiales de los niños y sus familias, proporcionar entornos
seguros y protegidos para los niños y fomentar la participación de la comunidad en la
promoción del bienestar infantil.

4) Algunos signos de alarma que pueden indicar la presencia de dificultades emocionales o de


desarrollo en los niños son la falta de respuesta a estímulos sociales y emocionales,
dificultades para establecer relaciones afectivas con los padres o cuidadores, problemas para
regular las emociones y conductas, retraso en el desarrollo del lenguaje y la comunicación,
problemas para comprender y responder a las necesidades de los demás, problemas de
alimentación y sueño, falta de interés en actividades de juego y exploración. Es importante
que los padres y cuidadores estén atentos a estos signos y consulten a un profesional de la
salud o de la educación si tienen preocupaciones acerca del desarrollo emocional y social de
su hijo. Un diagnóstico temprano y una intervención adecuada pueden ayudar a prevenir o
tratar problemas emocionales y de desarrollo en los niños en la primera infancia.

Conclusiones

El desarrollo emocional en la primera infancia es un tema fundamental que requiere de


atención y cuidado por parte de padres, cuidadores, docentes y profesionales de la salud. Los
niños en la primera infancia están en una etapa crítica de su desarrollo emocional y social, y
las experiencias que tienen durante esta etapa pueden tener un impacto duradero en su
bienestar emocional y en su capacidad para relacionarse con los demás. Los niños en la
primera infancia merecen un ambiente seguro y afectivo que les permita desarrollar todo su
potencial emocional y social, y es responsabilidad de todos contribuir a este objetivo.

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