Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Arabista e islamóloga.
Especialista en Análisis del Terrorismo Yihadista,
Insurgencias y Movimientos Radicales de la Universidad de Sevilla
1. INTRODUCCIÓN
Cuando el 29 de junio de 2014 –no por casualidad primer día del mes
de Ramadán de aquel año– el hasta entonces llamado Estado Islámico
de Irak y Levante declaró oficialmente la creación de un Estado trans-
nacional, un califato, bajo la nueva denominación de Estado Islámico
a secas, el anuncio pudo parecer uno de los tantos cambios y modifi-
caciones simplemente nominales que suelen acompañar a los grupos
insurgentes o terroristas. Que este cambio llevara aparejado el también
novedoso nombramiento como califa de Abu Bakr al-Bagdadi, su líder
529
530
por tanto, que el califa pudiera carecer de ella sería asumido casi como un
demérito en su cuidada formación araboislámica. Sería esta sólida pre-
paración, y el profundo conocimiento del glorioso y mitificado pasado
califal, la que proporcionaría también las bases tanto para la elaboración
ideológica del constructo utópico que había de sustentar al nuevo califa-
to como para el restablecimiento y utilización de antiguos procedimien-
tos, éstos nada utópicos sino altamente realizables, para su propagación
territorial.
Este trabajo pretende por tanto, en primer lugar, un muy breve acer-
camiento a la similitud entre el fenómeno expansivo actual –desde su
geografía a su semántica, pasando por su estructuración administrativa y
fiscal– y el acaecido entre los siglos VII y X durante los califatos orientales
y andalusíes, para, en segundo término, detenerse en los riesgos y amena-
zas que dicha expansión supone en el muy cercano e inestable flanco sur
de Europa. La intensidad y evolución de estos riesgos y amenazas –por lo
que representa su cosmovisión y el sistema que pretende instaurar, ade-
más de la perspectiva de una lucha que se intuye va a prolongarse en el
tiempo– dependerá de los tres aspectos fundamentales en que se sostiene:
• La consolidación y extensión del nuevo califato, que no tiene por
qué estar compuesto por territorios anejos unos a otros y que puede
ir asimilándose cada vez más a los efectos de una bomba de racimo
a medida que se avance en el debilitamiento del foco siro-iraquí.
• El afianzamiento de su supremacía mediante la eliminación o ab-
sorción del resto de grupos o movimientos yihadistas en cada área,
con lo que ello conlleva de agitación en Estados ya de por sí proble-
máticos o fallidos y el riesgo asociado de provocar nuevas oleadas
migratorias masivas hacia Europa.
• La continuidad y mantenimiento de su eficaz sistema de propagan-
da y diseminación doctrinal a través de Internet, que opera simul-
táneamente como llamamiento doble: emigrar a las zonas controla-
das o, si ello no es posible, atentar e instaurar el terror en los países
de residencia.
3. Ibn Khaldûn. Discours sur l’Histoire universelle, Al-Muqaddima. Traduit de l’arabe, pré-
senté et annoté par Vincent Monteil. Paris: Sindbad, 2007.
531
532
8. Fustat fue el nombre dado al misr (guarnición, base militar fronteriza) que se erigió
como primera capital árabe de la zona, sólo unos kilómetros al sur de donde se alza-
ría posteriormente El Cairo que llega hasta nuestros días. Con el tiempo, misr se cons-
tituiría en el nombre árabe de Egipto y así se refieren a menudo también los cairotas
a su ciudad.
9. En este empeño generalizado por remitirse al pasado glorioso que presentan los gru-
pos yihadistas, Uqba bin Nafi es el nombre de un autodenominado batallón que ope-
ra en Túnez, con incursiones en Argelia, tras haber aglutinado a los componentes de
AQMI y Ansar al-Sharía en ese país. Mantiene una abierta pugna con el Daesh en la
zona.
533
10. Dabiq, n.° 5, pp. 22-33. Puede consultarse en línea en: https://azelin.files.wordpress.
com/2015/02/the-islamic-state-e2809cdc481biq-magazine-522.pdf.
534
Vemos así, por una parte, que el juramento de lealtad realizado por
grupos afines y la aceptación del mismo por parte del nuevo califa son
cuestiones bien diferenciadas de la declaración de una wilaya y que no
se relacionan de forma automática; si no se tiene certeza del predominio
de una determinada facción o grupo sobre el resto de las presentes en un
territorio ni se identifica un claro líder e interlocutor que, además, haya
contactado con el califa, puede aceptarse la bay’a, pero no se proclama
una nueva provincia bajo una autoridad subrogada. Las razones para ello
parecen obvias, ya que el llamado califato ha de tener plena conciencia,
al igual que el resto del mundo, del enorme fraccionamiento de los movi-
mientos yihadistas en muchas de las áreas en las que operan e incluso de
la pugna entre ellos en no pocas ocasiones. Sin embargo, la última frase
reproducida resulta algo más sorprendente al hacer referencia a la impor-
tancia de los nuevos territorios en lo relativo a la provisión de recursos
para el califato, pues hasta ahora se ha venido haciendo más hincapié en
aquello que el Daesh pueda estar proporcionando a sus afiliados y no en
lo contrario. Y es en la conjunción de ambas cuestiones, otorgamiento de
autoridad y posible obtención de recursos –para la propia autosuficiencia
o, hipotéticamente, para surtir a la sede central–, donde es posible ver la
similitud con los sayyala li-fulan ‘ala ma fi yadihi del califato omeya, sobre
todo en el emirato, luego califato, occidental cordobés y, afinando aún
más, entre los siglos IX y X.
11. Herrero Soto, Omayra. «El perdón del gobernante (al-Andalus, ss. II/VIII-V/XI).
Una aproximación a los valores político-religiosos de una sociedad islámica pre-mo-
derna». Tesis doctoral. Universidad de Salamanca: 2012, p. 186.
12. Vocablo de origen griego, σιγίλλιον, que pasó al árabe con el significado de registro,
inscripción o protocolo.
535
536
Con las salvedades que son del caso y pese a la distancia temporal, el
proceso conducente al reconocimiento de las actuales wilayat por parte
del Daesh no parece diferir mucho del que tuvo lugar mil años antes,
como tampoco el interés por el establecimiento de sistemas administra-
tivos y fiscales de forma casi inmediata. La primera estructura guberna-
mental califal, inspirada en la de la Persia sasánida, fue obra de Omar, el
ya citado segundo califa Bien Guiado, y se dividía básicamente en Ejér-
cito, diwan al-yund, y Hacienda, diwan al-jaray. El primero llevaba el re-
gistro «de los nombres de todo aquél que llevaba el mensaje de Dios al
mundo [...] en esa realidad nueva, pero imbuida del concepto tribal de
ghazw17...»18, normalmente agrupados en las tribus o clanes que compo-
nían las tropas. El segundo lo constituían los gabinetes de recaudación de
impuestos. Los abasíes introdujeron un tercer departamento al establecer
una dirección coordinadora central o diwan al-rasail, una especie de Secre-
taría de Estado.
De esta inicial estructura, que se iría diversificando y ampliando con
posterioridad, se deriva el hecho de que la sociedad araboislámica haya
sido, desde su origen y fundación, tribal y tributaria; dos rasgos que, aun
con el paso del tiempo y las evoluciones ineludibles, siguen estando pro-
fundamente enraizados en el imaginario colectivo y que el Daesh ha ac-
tualizado y reproducido de inmediato en su estructura. El aparato militar
que permitió la adquisición de nuevos territorios en Irak y Siria mantiene
registros detallados de quienes componen sus contingentes al igual que
lo hacía el diwan al-yund. Al menos eso pudo deducirse de los listados con
22.000 fichas de combatientes extranjeros en Siria que filtró un desertor y
obtuvieron los servicios de seguridad británicos y alemanes en marzo de
201619. Y ese aparato militar fue también inmediatamente complementado
con el establecimiento del aparato administrativo y recaudador impres-
cindible para la réplica de un supuesto califato, donde la ampliación de
la base de sus recursos es tan importante como la ganancia territorial.
Además, esta obtención de recursos a través del sistema impositivo direc-
to sobre las poblaciones sometidas cobra cada vez más importancia ante
los continuos reveses que las operaciones de la coalición que lo combate
suponen para la obtención y el tráfico de petróleo, por ejemplo.
17. Término clásico para referirse a las expediciones y ataques de unas tribus bedui-
nas contra otras en período preislámico. En la actualidad se utiliza en el sentido de
invasión.
18. Vercellin, Giorgio. Instituciones del mundo musulmán. Barcelona: Bellaterra, 2003, p.
336.
19. http://www.sueddeutsche.de/news/politik/konflikte-persoenliche-daten-
von-22-000-is-dschihadisten-aufgetaucht-dpa.urn-newsml-dpa-com-20090101-
160310-99-160132.
537
538
539
540
28. En las referencias a estos grupos se ha optado por mantener la denominación en ára-
be, descartando su traducción al inglés o al castellano.
541
29. ABM no es la única agrupación yihadista en la zona. Jund al-Khilafah fi Ard al-Kina-
na o Majlis Shura al-Mujahidin fi Aknaf Bayt al-Maqdis, entre otros, están también
presentes en el área. Los primeros juraron lealtad al Daesh en septiembre de 2014 y
los segundos le declararon su apoyo en octubre del mismo año.
30. Rahmani, Bardia and Tanco, Andrea. «ISIS’s Growing Caliphate: Profiles of Affi-
liates». Wilson Center, The Islamists, Feb 19, 2016 [fecha de consulta: 29 de agos-
to de 2016]. Disponible en línea en: https://www.wilsoncenter.org/article/
isiss-growing-caliphate-profiles-affiliates.
542
543
34. Garstenstein-Ross, Daveed and Barr, Nathaniel. «The Islamic State’s varying fortu-
nes in North Africa». War on the Rocks, June 24, 2015 [fecha de consulta: 3 de sep-
tiembre de 2016]. Disponible en línea en: http://warontherocks.com/2015/06/
the-islamic-states-varying-fortunes-in-north-africa/.
35. http://english.alarabiya.net/en/News/middle-east/2016/08/28/Libya-forces-
push-into-last-ISIS-held-areas-of-Sirte.html.
36. http://www.almonitor.com/pulse/files/live/sites/almonitor/files/docu-
ments/2015/IS_Activity_in_Libya.pdf.
544
545
7. REFLEXIONES FINALES
La continuada apelación al escrupuloso apego a una supuesta ortodo-
xia religiosa, al ejemplo de pureza islámica de los tiempos del Profeta y
los inmediatos posteriores, ha sido identificada y reseñada con profusión
en los análisis occidentales, aunque quizás no siempre bien entendida,
explicada ni contraargumentada. Jacquard40, por ejemplo, afirmó que las
bases ideológicas de los movimientos terroristas islamistas eran pobres,
mal construidas y no aglutinadoras políticamente –al contrario que las
de sus predecesores europeos nacionalistas y separatistas–, porque no se
basaban en los escritos de ningún teórico reconocido –como Marx, Hegel
o Keynes, según proponía– sino en el Corán. Este tipo de razonamien-
to –además de una burda simplificación, pues el Corán no es la única
fuente inspiradora a la que estos movimientos se remiten–, es parango-
nable a que un supuesto experto egipcio hubiera dicho en su época que
la incipiente Revolución Francesa estaba destinada al fracaso por laica y
por no apoyarse en las acreditadas teorías de Ibn Jaldún sobre el declive
de los imperios. Igualmente, la persistente acentuación occidental de la
pretendida marca religiosa de estos movimientos no sólo contribuye a la
diseminación del constructo perverso y manipulador que los mismos pre-
tenden –y a los que se sirve de indeseable altavoz–, sino que obvia otros
muchos rasgos que están igual de presentes y que son los que realmente
componen el cuadro final que ha de comprenderse y desmontarse. Las
deficiencias o carencias de algunos análisis no radicarían por tanto en la
opacidad o escasez de la información, que está claramente disponible en
gran medida, sino en la prepotencia intelectual, el desconocimiento de
la realidad subyacente a los fenómenos puntuales y la incapacidad para
insertarlos en un continuo histórico de extenso recorrido anterior y, más
importante aún, probablemente de larga evolución futura. A ese respecto
convendría tal vez recordar la frase de Churchill «The longer you can look
back, the farther you can look forward», porque sin la correcta comprensión
del pasado resulta muy dificultosa la de las fuerzas que están tratando de
modelar el futuro.
2016]. Disponible en línea en: http://carnegieendowment.org/sada/56981.
40. Jacquard, Roland. En nombre de Osama Bin Laden. Barcelona: Salvat, 2001.
546
41. Klemperer, Victor. LTI, La lengua del Tercer Reich. Apuntes de un filólogo. Barcelona:
Editorial Minúscula, 2012, p. 31.
547
42. Director del Institut tunisien des études stratégiques y anteriormente Secretario de Es-
tado de Asuntos Magrebíes y Africanos, luego de Asuntos Europeos, y Ministro de
Educación de Túnez.
43. «Oportunidades y retos en el Mediterráneo occidental». Organizada por el Real Ins-
tituto Elcano y la Fundación Cajasol.
44. Kaplan, Robert. La venganza de la geografía. Barcelona: RBA, 2013.
548
8. REFERENCIAS
Barceló, Miquel. «Un estudio sobre la estructura fiscal y procedimientos
contables del Emirato Omeya de Córdoba (138-300/755-912) y del Ca-
lifato (300-366/912-976)». Acta historica et archaeologica mediaevalia, n.°
5-6, 1984, pp. 45-72. Disponible en línea: http://www.raco.cat/index.
php/ActaHistorica/article/view/192433.
Celso, Anthony. «The Islamic State’s Colonial Policy in Egypt and Libya».
Journal of Political Sciences & Public Affairs, 2015, 3:171. Disponible en
línea: http://www.esciencecentral.org/journals/the-islamic-states-
colonial-policy-in-egypt-and-libya-2332-0761-1000171.php?aid=
58267.
Chalmeta Gendrón, Pedro. «¿Feudalismo en al-Andalus?». Orientalia His-
pánica, vol. I, Arábica-Islámica, 1974, pp. 168-194.
– «Concesiones territoriales en al-Andalus (hasta la llegada de los Almo-
rávides)». Cuadernos de Historia, vol. VI, 1975, pp. 1-90.
Garstenstein-Ross, Daveed and Barr, Nathaniel. «The Islamic State’s var-
ying fortunes in North Africa». War on the Rocks, June 24, 2015. Dispo-
nible en línea: http://warontherocks.com/2015/06/the-islamic-sta-
tes-varying-fortunes-in-north-africa/.
Herrero Soto, Omayra. «El perdón del gobernante (al-Andalus, ss. II/
VIII-V/XI). Una aproximación a los valores político-religiosos de una so-
ciedad islámica pre-moderna». Tesis doctoral, Universidad de Salaman-
ca, 2012. Disponible en línea: http://gredos.usal.es/xmlui/handle/
10366/121371.
Ibn Khaldûn. Discours sur l’Histoire universelle, Al-Muqaddima. Traduit de
l’arabe, présenté et annoté par Vincent Monteil. Paris: Sindbad, 2007.
Jacquard, Roland. En nombre de Osama Bin Laden. Barcelona: Salvat, 2001.
Kaplan, Robert. La venganza de la geografía. Barcelona: RBA, 2013.
Klemperer, Victor. LTI. La lengua del Tercer Reich. Apuntes de un filólogo. Bar-
celona: Editorial Minúscula, 2012.
Lakoff, George y Johnson, Mark. Metáforas de la vida cotidiana. Madrid:
Cátedra, 2001.
Lavoix, Helene. «The Islamic State in Libya – When Libyan Tribes Pledge
Allegiance to the Khalifah». The Red (Team) Analysis Society, May 16
2016. Disponible en línea: https://www.redanalysis.org/2016/05/16/
islamic-state-libya/.
549
Lorenzo Jiménez, Jesús. «Los ḥuṣūn de los Banū Qasī: algunas considera-
ciones desde el registro escrito». Brocar, 31, 2007, pp. 79-105.
– La dawla de los Banu Qasi: origen, auge y caída de una dinastía muladí en la
frontera superior de al-Andalus. Madrid: Consejo Superior de Investiga-
ciones Científicas, 2010.
Rahmani, Bardia and Tanco, Andrea. «ISIS’s Growing Caliphate: Profiles
of Affiliates». Wilson Center, Feb 19 2016. Disponible en línea: https://
www.wilsoncenter.org/article/isiss-growing-caliphate-profiles-affi-
liates.
Torres, Olga. Mirar con otros ojos. Genios, figuras, ficciones y creaciones árabes.
Sevilla: Benilde Ediciones, 2016.
Vercellin, Giorgio. Instituciones del mundo musulmán. Barcelona: Bellaterra,
2003.
550