Está en la página 1de 2

Comentarios sobre el Imam oculto y las sectas islámicas en en siglo XXI

La teología musulmana proclama que un mesías implantará el reino del islam en la Tierra. Los
yihadistas sunitas afirman que el Mahdi, el Guía, ya arribó y lidera a los combatientes en Daquib.
Lo que hoy conocemos como Estado Islámico de Irak y Siria, EIIS, ISIS o Daesh, es una organización
sunita que sucedió a Al-Qaeda Irak, creada en 2003, durante la ocupación de las tropas americanas
en ese país. A partir de 2006, el Estado Islámico ha estado atrayendo hacia sus filas a fanáticos sunitas
provenientes de diversos países del Medio Oriente. Una de las razones esgrimidas por los líderes del
nuevo califato, y que ha sido la fuente de reclutamiento de miles de jóvenes de todas las capas
sociales de la población musulmana mundial, es que entre sus militantes se encuentra el Mahdi o
Soberano de los últimos días, una suerte de mesías anunciado por el Corán.
Nos encontramos ante unas creencias muy arraigadas del milenarismo musulmán, que habla del fin
de los tiempos y la instauración del reino o sociedad islámica perfecta en la tierra antes del Yaum al-
Qiyamah o día del juicio final.
Una de las diferencias con los musulmanes chiitas es que estos sostienen que el Mahdi se encuentra
aún oculto para proteger su vida porque en el futuro será “el Salvador del mundo y traerá la justicia
sobre la Tierra”. Mientras que para los sunitas el Mahdi ya se encuentra a la cabeza de sus huestes,
como lo afirman importantes jeques y eruditos islámicos, por eso han acelerado la instauración del
Califato y el lugar escogido según las profecías es la ciudad de Dabiq en Siria, donde, según ellos,
comenzará el apocalipsis.
El analista Ryan Mauro (The Islamic State Seeks the Battle of the Apocalypse) hace una interesante
observación sobre un video donde aparece Abu Musab al-Zaraqawi, líder de Al-Qaeda en Irak,
antecesor del ISIS, antes de que fuera eliminado en 2006 por un drone americano. En la arenga hace
referencia a “las armadas de cruzados que serán quemados en Dabiq”. Lo que al-Zaraqawi afirmaba,
no era otra cosa que un hadiz o jadiz , recopilación de las sentencias de Mahoma, escritas por los
sabios y eruditos encargados de transmitir las enseñanzas orales del santo Profeta del Islam. De allí
el horror de las imágenes emitidas por los órganos propagandísticos del ISIS de los yihadistas
quemando vivos a los infieles y prisioneros.
Sahih Muslim, uno de los autores de los Jadiz, en su libro La agitación y los portentos de la última
hora (The Book Pertaining to the Turmoil and Portents of the Last Hour – Kitab Al-Fitan wa Ashrat As-
Sa`ah), afirma proféticamente: “Las últimas horas antes del apocalipsis estarán signadas por la
ocupación de los Romanos de las tierras de al-A’maq o de Dabiq”. No es al azar que el Estado Islámico
se refiera a Obama como “el perro de Roma” y al Ejército americano como “los Romanos”, en una
clara y actualizada alusión a sus antiguas escrituras, así, el Estado Islámico proyecta sus acciones
según sus creencias milenaristas provocando la confrontación para de esa forma acelerar y justificar
su profecía apocalíptica: “El Jadiz dice que Dabiq será controlada por los mejores soldados islámicos
provenientes de la Meca. Ellos capturarán a los ‘Romanos’ (americanos) en el momento que lancen
su ataque”.
Cuando observamos a estos fanáticos destruyendo cruces, quemando iglesias y bibliotecas,
demoliendo los museos, degollando y quemando vivos a los cristianos de Irak o a quienes no se
plieguen a sus creencias, en realidad están despejando el camino para el Mahdi y la refundación del
mundo.
No pasar por alto que tanto Irán como su brazo armado contra Israel, la temible Hezbollah, siendo
chiitas, proclaman por igual la llegada del Mahdi. El integrismo chiita y el extremismo sunita beben
de la misma fuente, el Corán, interpretándolo a su manera ambas facciones desean destruir la cultura
occidental.
Para enfrentar a un enemigo, la primera tarea es conocerlo y definirlo. Esto ha sido difícil para los
políticos occidentales. Para citar un solo ejemplo, en Francia, después de los últimos ataques
terroristas de enero, reivindicadas por ISIS y Al-Qaeda, el presidente Hollande en su discurso de
desagravio afirmó que las masacres “no habían sido perpetradas por musulmanes”. El populismo
socialista ha conducido a sus líderes a una forma de ceguera cuando desde el gobierno afirman que
la pobreza es la causante del terrorismo islámico, obviado la psicopatía religiosa como una de las
causas. Muchos de los jóvenes yihadistas noruegos e ingleses que se han unido al ISIS provienen de
familias pudientes. Bin Laden, quien perteneció a una familia musulmana millonaria, siempre tuvo la
convicción de que sus acciones eran un preámbulo a la instauración del Reino Islámico y que él no
viviría para presenciarlo.
Graeme Wood (What ISIS Really Wants), afirma: “La realidad es que el Estado Islámico es islámico.
Muy islámico. Sí, ha atraído a psicópatas y aventureros, en gran parte de las poblaciones
descontentas del Medio Oriente y Europa. Pero la religión predicada por sus seguidores más
fervientes se deriva de las interpretaciones coherentes de los eruditos del Corán y de las enseñanzas
del islam. Prácticamente todas las decisiones importantes y la ley promulgada por el Estado Islámico
se adhieren a lo que denominan ‘la metodología profética’, que es detallada meticulosamente en sus
pronunciamientos y en su propaganda, significando y proyectando así la profecía y el ejemplo de
Mahoma. Los creyentes musulmanes pueden rechazar el Estado Islámico, muchos lo hacen, pero
pretender que no es un grupo religioso y milenarista es obviar la realidad, generando falsas
interpretaciones en Europa, y a Estados Unidos a subestimarlo, estableciendo necios esquemas para
contrarrestarlo”.

También podría gustarte