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el capítulo uno del libro "Ética para Amador" escrito por

Fernando Savater, titulado "Que va de la ética".

En este capítulo, Savater nos introduce al mundo de la ética y nos plantea la importancia de
reflexionar sobre nuestras acciones y elecciones morales. Afirma que la ética se ocupa de las cosas
que podemos hacer, pero no estamos obligados a hacer. Nos plantea la pregunta fundamental:
"¿Qué debo hacer?".

Una cita relevante de este capítulo es: "La ética no es una exigencia externa, sino que se basa en
nuestra propia libertad para decidir qué tipo de persona queremos ser". Savater nos recuerda que
no existe una única moral universalmente aceptada, sino que cada individuo tiene la capacidad de
construir su propio código ético basado en sus valores y principios.

En cuanto a la explicación del capítulo, Savater nos invita a explorar la diversidad de acciones y
elecciones que tenemos a nuestra disposición. Nos habla de la importancia de tomar decisiones de
manera consciente y responsable, considerando el impacto que nuestras acciones pueden tener en
nosotros mismos y en los demás. Además, nos advierte sobre los riesgos de la indiferencia y la
pasividad, asegurando que ante cualquier situación podemos elegir tomar partido y actuar en base
a nuestros valores.

En resumen, en este capítulo Savater nos introduce al mundo de la ética y nos invita a reflexionar
sobre nuestras elecciones morales y la importancia de tomar decisiones conscientes y
responsables. Nos recuerda que la ética se basa en nuestra propia libertad para decidir qué tipo de
persona queremos ser y nos anima a construir nuestro propio código ético basado en nuestros
valores y principios.

capítulo dos del libro "Ética para Amador" de Fernando Savater,


titulado "Órdenes, costumbres y caprichos".

En este capítulo, Savater nos presenta la idea de que existen tres tipos de normas que guían
nuestra conducta: órdenes, costumbres y caprichos. Nos dice que las órdenes son normas
impuestas por una autoridad externa, como los padres o las figuras de poder en la sociedad. Las
costumbres, por otro lado, son normas que son aceptadas y seguidas por una comunidad en
particular. Finalmente, los caprichos son normas que seguimos por nuestra propia elección y no
tienen una justificación externa.

Una cita destacada de este capítulo es: "La obediencia es una forma de necesidad, pero el
cumplimiento voluntario puede ser el fruto de la belleza, la razón o la voluntad". Savater plantea la
importancia de distinguir entre obedecer por miedo o por una convicción propia, ya que solo esta
última es éticamente valiosa.

En cuanto a la explicación del capítulo, Savater nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones y las
normas que las guían. Nos advierte sobre la peligrosidad de seguir normas de manera ciega y sin
cuestionarlas, ya que esto nos puede llevar a actuar de manera irresponsable o injusta. Además,
nos plantea la importancia de desarrollar nuestro propio criterio ético, basado en la razón y en
nuestra propia voluntad.

Savater también nos llama la atención sobre la necesidad de equilibrar nuestras acciones entre
seguir órdenes, respetar las costumbres y actuar según nuestros caprichos. Nos alienta a no
convertirnos en esclavos de ninguna de ellas, sino a ser seres libres capaces de discernir y tomar
decisiones éticas por nosotros mismos.

En resumen, en este capítulo Savater nos invita a reflexionar sobre las normas que nos guían y las
motivaciones detrás de nuestras acciones. Nos recuerda la importancia de no seguir normas
ciegamente, sino de desarrollar un criterio ético propio basado en la razón y la voluntad. Además,
nos llama a equilibrar nuestras acciones y no convertirnos en esclavos de ninguna norma externa.

Capítulo tres del libro "Ética para Amador" de Fernando


Savater, titulado "Haz lo que quieras".

En este capítulo, Savater plantea la importancia de entender que la ética no se trata simplemente
de hacer lo que queremos en un sentido egoísta, sino de tomar decisiones responsables que
consideren las consecuencias de nuestras acciones en los demás.

Una cita relevante de este capítulo es: "La libertad no es ni hacer cualquier cosa ni hacer cada uno
lo que le viene en gana: la primera actitud se parece más al capricho infantil y la segunda a la
indiferencia egoísta". Con esta cita, Savater nos recuerda que la libertad se encuentra en la
capacidad de tomar decisiones conscientes, considerando siempre el impacto que estas pueden
tener en los demás.

En cuanto a la explicación del capítulo, Savater nos invita a reflexionar sobre el concepto de
libertad y responsabilidad. Nos plantea que, si queremos ser libres, debemos ser conscientes de
nuestras acciones y asumir la responsabilidad de las consecuencias que estas puedan tener en los
demás. Además, destaca la importancia de tener empatía y ponernos en el lugar de los demás
antes de tomar decisiones, considerando cómo nuestras acciones pueden afectar su bienestar.

Savater nos advierte sobre el peligro de caer en el egoísmo y la indiferencia, instándonos a no solo
preocuparnos por lo que queremos, sino también por cómo nuestras acciones pueden afectar a los
demás. Además, nos plantea la importancia de respetar los derechos y la dignidad de los demás,
evitando hacerles daño o aprovecharnos de ellos en beneficio propio.

En resumen, en este capítulo Savater nos recuerda que la libertad no se trata simplemente de
hacer lo que queremos, sino de tomar decisiones responsables que consideren el impacto en los
demás. Nos invita a ponernos en el lugar de los demás y a tener empatía al momento de tomar
decisiones éticas. Además, nos alerta sobre el peligro del egoísmo y la indiferencia, planteando la
importancia de respetar los derechos y la dignidad de los

Ejemplo con normas apa:

Capítulo 1: "De qué va la ética"

Cita: "La ética no valora tanto la verdad del conocimiento cuanto el uso que hacemos de él"
(Savater, 1991, p. 9).

Explicación: En el primer capítulo, Savater nos introduce al tema central de la ética y su


importancia en la vida diaria. Destaca que la ética no se basa únicamente en la búsqueda de la
verdad, sino en cómo aplicamos nuestros conocimientos en nuestras acciones y decisiones.

Capítulo 2: "De cómo tenemos que comportarnos"


Cita: "Los valores éticos no son solamente formas de ser, sino fundamentalmente modos de
actuar" (Savater, 1991, p. 23).

Explicación: Savater profundiza en el concepto de los valores éticos y resalta que estos no solo se
limitan a nuestra forma de ser, sino que se manifiestan principalmente a través de nuestras
acciones. Nos insta a considerar cómo nuestras elecciones y comportamientos influencian nuestro
carácter ético.

Capítulo 3: "De quién es la vida"

Cita: "La vida es nuestra, pero solo en parte; en gran medida, la vida es lo que los demás hacen de
ella" (Savater, 1991, p. 34).

Explicación: En este capítulo, Savater reflexiona acerca de la vida y su relación con los demás.
Destaca que aunque somos dueños de nuestra propia vida, nuestra existencia está inevitablemente
entrelazada con la vida de los demás y nuestras acciones pueden impactar en la experiencia de los
demás.

Capítulo 4: "El filósofo en la alcoba"

Cita: "La libertad es lo que nos distingue de las piedras y los árboles; su ejercicio nos define como
seres humanos" (Savater, 1991, p. 49).

Explicación: En el Capítulo 4, Savater explora la importancia de la libertad en la ética. Argumenta


que la libertad es lo que nos diferencia de los objetos inanimados y señala que el acto de ejercer
nuestra libertad es esencial para nuestra condición de seres humanos.

Despertar del ethos en cómo habitamos nuestras prácticas deportivas en la cotidianeidad de ser
próximos docentes. El arte de aprender a vivir. El dónde habitamos: el estar en el mundo para
ser humanos, implicancia intrínsecamente existencial diversificada y pluralista. El hacer en tanto,
el anhelar, el educar.
En nuestra vida cotidiana, llevamos a cabo una serie de actividades y prácticas que moldean
nuestra forma de ser y de relacionarnos con el mundo. Una de estas prácticas, que en ocasiones
pasamos por alto, es la forma en que nos relacionamos con el deporte. El deporte no es solo una
actividad física, sino una manifestación de nuestra forma de habitar el mundo, de cómo nos
relacionamos con nuestro entorno y con los demás.

Como docentes, tenemos una responsabilidad especial en enseñar a nuestros estudiantes a


desarrollar una perspectiva ética en sus prácticas deportivas. No se trata solo de ganar o de
destacar en una disciplina, sino de cultivar los valores de respeto, fair play, trabajo en equipo y
superación personal. Debemos despertar en ellos el ethos, es decir, la dimensión moral que guía
nuestras acciones y decisiones. Debemos enseñarles el arte de aprender a vivir, no solo como
deportistas, sino como seres humanos integrales.

Pero no basta con enfocarnos únicamente en la práctica deportiva. En nuestra tarea como
docentes, debemos considerar el contexto en el que nuestros estudiantes se desenvuelven. El
dónde habitamos no se limita a un espacio físico, sino también a las diferentes realidades sociales,
culturales y emocionales de nuestros alumnos. Es imprescindible comprender que cada individuo
tiene un trasfondo único que influye en su forma de habitar el mundo.

La implicancia intrínsecamente existencial diversificada y pluralista implica que cada persona tiene
su propia historia, sus propias vivencias y su propio camino en la vida. Como docentes, debemos
ser sensibles a esta diversidad y trascender las categorías preestablecidas, como género, raza o
estatus socioeconómico. Debemos reconocer y valorar la singularidad de cada estudiante y
fomentar un ambiente inclusivo y respetuoso.

El hacer, el anhelar y el educar son tres dimensiones fundamentales de nuestra labor como
docentes. No solo nos limitamos a enseñar conocimientos teóricos, sino que buscamos formar
individuos autónomos, capaces de tomar decisiones éticas y responsables. Promovemos el anhelo
de superación y el deseo de dejar una huella positiva en el mundo. Educar va más allá de transmitir
información, implica influir en la forma de pensar, actuar y relacionarse con los demás.

En conclusión, como docentes debemos tomar conciencia de cómo habitamos nuestras prácticas
deportivas en nuestra cotidianeidad. Debemos despertar el ethos en nuestros estudiantes,
enseñándoles el arte de aprender a vivir y cultivando en ellos valores éticos. Debemos reconocer la
diversidad y singularidad de cada individuo, y promover un ambiente inclusivo y respetuoso.
Nuestra labor va más allá de transmitir conocimientos, implica formar seres humanos integrales,
capaces de hacer, anhelar y educar.

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