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Marx, K. (1980). Manuscritos, Economía y Filosofía.

Madrid: Alianza Editorial


En el texto “El trabajo enajenado”, Marx parte con una crítica a los economistas
liberales, quienes, según él, dan por hecho supuestos como, por ejemplo, la
propiedad privada, asumiéndolos sin ahondar y profundizar en ellos.
Según él, son aquellos mismos conceptos, obviados por estos economistas, que
han hecho que la sociedad se divida en propietarios, que acumulan gran capital en
sus manos, y obreros desposeídos, que quedan rebajados a meras mercancías
mediante su trabajo.

Es en ese punto de partida que Marx explica que el trabajo termina enajenando, o
alienando, al trabajador, lo cual se expresa en diversas contradicciones, como
mientras más produce el trabajador, menos consume él.

Ahora bien, el concepto de enajenación del trabajo consiste en los siguientes


cuatro aspectos: el producto del trabajo hecho por el trabajador termina siendo
ajeno a este último, la actividad del trabajo en sí se hace ajena para el trabajador,
el hombre se enajena de sí mismo y de su propio cuerpo, y se enajena el hombre
con el otro hombre. En los primeros ambos casos, ambas cosas terminan
dominando al trabajador.

Además, debido a que el producto y el trabajo son ajenos y extraños al hombre,


estos terminan perteneciendo al hombre que no es el trabajador, es decir, el
patrón.

Cabe destacar que lo central del texto de Marx es, como lo dice el título, la
enajenación del trabajador como resultado del trabajo bajo el sistema industrial
capitalista explotador. El trabajador finalmente termina siendo, valga la
redundancia, solo un trabajador, deshumanizándose en el descrito proceso de
enajenación, y haciendo que su propia existencia sea solo un medio para alcanzar
un fin llamado trabajo. De este modo, podemos decir que la enajenación, desde el
punto de vista marxista, aparte de ser un concepto social y económico pasa a ser
también de tipo psicológico, e incluso, existencial.

La enajenación es un concepto bastante visible en los primeros minutos de la


película Tiempos Modernos, protagonizada y dirigida por Charlie Chaplin, de 1936.
En las escenas iniciales, el personaje de Chaplin, un trabajador de una fábrica
cuya función es apretar tuercas que pasan por una cinta de ensamblaje, esta
enajenado del proceso de producción, de su trabajo, no tiene control sobre este e
incluso lo domina, representado por la cinta que pasa a gran velocidad. También
esta enajenado de sus pares, faltándoles el respeto y agrediéndolos. Además,
esta enajenado del producto que produce, pues este beneficiara en gran medida a
su jefe cuando termine el proceso de producción. Y, por último, esta enajenado de
si mismo, pues al final pierde la compostura y termina en una crisis de nervios,
incluso pareciendo que ha perdido el control sobre su cuerpo, teniendo que ser
internado.
Por último, cabe preguntarse, ¿llegara algún momento en que el hombre salga de
este proceso de enajenación, siendo libre así de esto? Y si es así, ¿cómo se
lograría?
Referencias

Chaplin, C. (Dirección). (1936). Modern Times [Película].


Dean, P. (24 de Julio de 2010). Alienation in Modern Times. Obtenido de
Sociological Cinema:
https://www.thesociologicalcinema.com/videos/modern-times-excerpt
Marx, K. (1980). Manuscritos, Economía y Filosofía. Madrid: Alianza Editorial.

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