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Juegos Motrices

Podemos decir educación física, son


aquellos que ponen en funcionamiento
todo el sistema motriz del cuerpo. Un
claro ejemplo de esto son los juegos de
desempeño motriz sencillo. Algunos
ejemplos de desempeño motriz sencillo
pueden ser los siguientes: Desplazarse.
Juegos Motrices
Podemos decir que los juegos motrices,
en educación física, son aquellos que
ponen en funcionamiento todo el sistema
motriz del cuerpo. Un claro ejemplo de
esto son los juegos de desempeño motriz
sencillo. Algunos ejemplos de desempeño
motriz sencillo pueden ser los siguientes:
Desplazarse.
JUEGO 1
Nombre del juego: «Salto
pelotero»
Contenido: Dinámico.

Organización: individual

Desarrollo del juego:


Individualmente cada niño
lanzará una pelota al aire y la
dejará caer al suelo dando
tantos saltos como botes este
dando la pelota.
Coordinación y equilibrio
El juego de las huellas es una opción con la que los niños
estimularán su equilibrio. Para crearlo, simplemente
necesitas unas cartulinas de colores con las que hacer las
huellas o pisadas. De esta forma, aprenderán conceptos
espaciales como la izquierda y la derecha, al tiempo que
mejoran su coordinación y equilibrio. Puedes incluir,
asimismo, la silueta de las manos para que el juego sea más
completo y trabajen más músculos.

Una vez hechas las plantillas pégalas, suelo con un poco de


cinta adhesiva. Empieza por un circuito de poca dificultad;
por ejemplo, puedes dejar en algunas zonas un mayor
espacio entre huella y huella a fin de que tengan que saltar o
dar pasos grandes. Cuando el niño supere esta prueba,
puedes combinar en una misma línea pies izquierdos y
derechos para obligarlos a cruzar las piernas. Como verás, es
posible crear tantas combinaciones como tu hijo y tú
queráis, por ejemplo, con letras para aprender el abecedario.
Juegos de Imitación
Los juegos de imitación comienzan a partir de
los primeros años de vida del bebé. En
concreto, es específicamente al cumplir su
primer añito, cuando los niños comienzan a
fijarse en tareas específicas que hacen los
padres de forma habitual o que observan más
fijamente en su entorno. Simples actividades
como peinarse o simular el hacer un nudo de
la corbata, son rutinas habituales que el niño
copia de sus padres y que busca imitar en
cualquier momento frente a un espejo.
Imitar los sonidos de los animales
Los sonidos de los animales son el primer atractivo de carácter
sónico que los niños conocen a una temprana edad. Ponerles en
contacto con los animales ayudará a que los peques imiten los
sonidos que vean en el resto de seres vivos. Así, puedes, por
ejemplo, llevarles de visita al zoológico o practicar incluso con algún
animal doméstico que haya en casa. El contacto directo con los
animales les permitirá desarrollar la empatía por los seres vivos,
además de aprender muchos sonidos y gestos.

En caso de no tener ninguna mascota en el hogar, aprovecha la diversidad


de opciones que existen para estar en contacto con los animales (ya sea de
forma física y directa o no), como por ejemplo: apoyándote en un libro para
que el niño/a vea las ilustraciones, o también visitando sitios web en los que
hablen de los animales o reproduzcan sus sonidos…y si eres un buen
dibujante… ¡ponte manos a la obra! Coge lápiz y papel y comienza a dibujar
animales y, finalmente, destaca tus dotes de imitador señalando el dibujo
que hayas hecho y emitiendo su cómico sonido. ¡Será muy divertido para
los peques y disfrutarán mucho compartiendo el tiempo contigo!
Imitar gestos y ademanes
Enseña a tus hijos a imitar gestos y a hacer
sutiles movimientos con las manos
recitando poemas o cantando canciones.
Para ejecutar esta imitación ya el niño debe
estar en la capacidad de mantenerse de
pie y de ir haciendo los mismos
movimientos de los padres o de los
maestros mientras canta o recita un
poema. Algunas canciones infantiles para
hacer este juego son, por ejemplo:
Imitar al trenecito
A partir del año, cuando el niño busca su independencia y tiene
mayor control motriz, caminar y correr serán las habilidades
preferidas. En este sentido puedes colaborar con los peques
enseñándoles juegos donde pongan en práctica sus nuevas
habilidades, como por ejemplo haciendo el trenecito.

El trenecito es un juego que se puede enseñar desde que los


niños comienzan a gatear, y poco a poco se van incorporando
dificultades a medida que se va acelerando la marcha del tren.
Una de las dificultades puede ser ir repitiendo el sonido del
tren, “chu, chuuuuu”, o bailar a la vez que se camina.
Con este tipo de juegos puedes incluso hacer divertidas las
rutinas que menos les gustan a tus hijos, como recoger los
juguetes cuando ya se ha terminado de jugar, o dirigirse a la
ducha buscando todo lo que se necesita y comenzar un
baño divertido y reconfortante al final del día.
BLANCO Y NEGRO
Descripción : Los jugadores se sitúan sobre dos líneas
paralelas trazadas previamente, formando un pasillo, a unos
dos o tres metros de distancia. Un equipo es el blanco y el otro
el negro. El entrenador nombrará al azar ¡blanco! o ¡negro!. Al
oír el nombre de su equipo, los jugadores huyen hacia la línea
de fondo mientras sus adversarios intentan atraparlos antes
de que logren llegar a ella. Cada jugador tocado supone un
punto para el equipo.
Reglas : Se debe correr en línea recta y los jugadores atrapados
adoptaran una posición de cuclillas sin poder moverse.
Variantes : Podemos efectuar las salidas desde distintas
posiciones.
Edad : A partir de 6 –7 años.
Juegos de Capacidades Físicas
LAS LIEBRES, LOS PERROS Y EL CAZADOR
Descripción : Se eligen 3 participantes (2 perros y 1 cazador) que se
situaran en la zona central de campo. Todos los demás (liebres) se
colocan a lo largo de la línea de salida A. Cuando el entrenador de la
señal, las liebres trataran de alcanzar la línea de llegada Z, sin salir de
los límites del terreno de juego y sin que el cazador llegue a tocarlos.
Los perros deben moverse con las manos entrelazadas, intentando
conducir a las liebres hacia el cazador, pero sin poder atrapar a
ninguna liebre.
El juego prosigue yendo y viniendo las liebres de A hacia Z durante
un tiempo determinado. Cada vez que el equipo (cazador + liebres)
consiguen atrapar a una liebre obtienen un punto. Ganará el equipo
que obtenga más puntos.
Reglas : Esta prohibido salir de la zona de juego y los perros no
pueden atrapar a nadie ni soltarse de las manos.
El cazador y las liebres no pueden salir de la zona central.
Edad : A partir de 9 años.
Juegos cognoscitivos

Los juegos cognitivos son aquellos juegos


que se basan en realizar destrezas
intelectuales como la memoria, las
operaciones básicas y el lenguaje para
solucionar diferentes situaciones. En estos
juegos básicamente se siguen reglas
complicadas o extensas y generalmente de
fichas, tableros e instrumentos de
escritura.
1. Memoria
Este juego de mesa sirve para que los niños
desarrollen el sentido de ubicación espacial,
que aprendan el seguimiento de
instrucciones, que incrementen su
creatividad y, por supuesto, que mejoren su
memoria.
Puedes aumentar la diversión creando tu propio
juego de memoria para divertirse en familia. Utiliza
las fotos de tus parientes, busca imágenes de
personajes populares e incluso de personajes
históricos. De este modo puedes hacer que los
hijos se involucren más en el juego.
2. Rompecabezas
Los rompecabezas pueden disfrutarse a
cualquier edad y, sin duda, existen muchos
aficionados alrededor del mundo. Para los
más pequeños de la casa, éstos pueden
convertirse en un gran pasatiempo que los
ayude a aprender conceptos básicos como
el abecedario, las figuras geométricas, los
animales, los números y mucho más.
Igualmente, son una excelente herramienta
para aprender a resolver problemas.
juegos de mesa
Los estudiantes de todos los
niveles educativos pueden
trabajar destrezas y adquirir
conocimientos sobre ciencias,
matemáticas, música o
emociones.
Fantasma Blitz
Está compuesto por cinco objetos (un sillón,
una botella, un fantasma, un ratón y un libro)
y una baraja. El funcionamiento es sencillo:
uno de los jugadores debe extraer una carta
y colocarla bocarriba, visible para todos. Esa
carta indicará un objeto, y el jugador que lo
coja más rápido, estando situados al alcance
de todos, se quedará con ella. Se hace con la
victoria el jugador que más cartas tiene en
su poder cuando se termina la baraja. Ayuda
a trabajar los reflejos y la psicomotricidad de
los niños mayores de siete años.
Reinas durmientes

El objetivo de este juego de cartas es fomentar el


desarrollo de habilidades cognitivas relacionadas con la
estrategia, las matemáticas o la memoria. La baraja está
compuesta por cartas verdes y rojas: las primeras se
colocan bocabajo y las segundas deben repartirse a cada
jugador. Los participantes tendrán que ir ‘despertando’ a
las reinas utilizando a los distintos personajes y objetos
que ilustran las cartas, ya que cada uno de ellos tiene
una función determinada: un rey, un somnífero, un
dragón o un caballero, entre otros. El ganador del juego
es aquel que consiga despertar antes a las cinco reinas.
Para niños a partir de ocho años.

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