Está en la página 1de 2

Parte 3

jabad.org.ar /7-preceptos/idolatria-7-preceptos/parte-3/

1. Hay una diferencia de opinión respecto a si los Hijos de Noaj transgreden el mandamiento que prohibe la
idolatría al convencer a alguna persona que adore o reverencie a un ídolo. Una opinión establece que los Hijos de
Noaj no transgreden al proceder así. La otra opinión sostiene que uno es culpable y merecedor de la pena capital,
pero sólo si guia a un Judío para que se aparte de su devoción al Dios de Israel y lo convence de servir a un ídolo.
Sin embargo, cuando un noájida convence a otro noájida para que sirva a un ídolo, si bien no es condenable a
través de las cortes de justicia, puesto que ha negado a otra persona y a sí mismo la posibilidad de acercarse a
Dios, ciertamente recibirá castigo desde los Cielos. [44]

2. Si una persona dice, “El ídolo me dijo: ¡Adora!” o si dice,”Dios me dijo,’ Adora al ídolo’ ”, es un falso profeta. Si
llega a influenciar a la mayoría de una ciudad, deberá ser apedreado. [45]

3. Un seductor idolátrico (en el sentido de los puntos anteriores) es igualmente culpable ya sea que use
expresiones en singular o plural en su seducción. No hay diferencia, por ejemplo, si dice, ”Iré y adoraré al
ídolo”, o, ”Vayamos y adoremos al ídolo”: es un seductor.

4. Quien convence a otros para que lo adoren como a un ídolo y les dice, ”Sírvanme”, y ellos lo adoran o
reverencian, a de ser apedreado hasta que muera. Si esta gente lo acepta como su dios pero no le sirve, entonces
el individuo no a de ser apedreado. [46]

5. Si una persona profetiza en el nombre de un ídolo – si dice, por poner un ejemplo, “Tal ídolo o tal estrella me dijo
que es una obligación proceder de esta u otra manera y no actuar de tal o cual forma” -aun si sus palabras
enseñaran correctamente la ley, está sujeta a la pena capital por idolatría. [47]

6. Está prohibido establecer una ley o refutar una ley a través de la autoridad de alguien que profetiza en el nombre
de un ídolo; tampoco se le deberá pedir un milagro o que produzca alguna señal. Si alguien así lo pide, no se
deberá prestar atención al asunto ni refleccionar al respecto. Quien quiera que piense acerca de estos milagros y
diga, ”Quizás son de verdad”, transgrede una ley. [48] Aun si el milagrero caminara sobre el agua o se levantara
desde la muerte, no se deberá prestar atención a tales actos. Tales milagros son una prueba para nuestra fe en
Dios.

7. De forma similar, un falso profeta a de recibir muerte por estrangulación aun si (en un momento dado) profetiza
valiéndose del nombre de Dios y aun si (eventualmente) enseñara las Siete Leyes Universales de forma correcta
(i.e. sin añadirle ni quitarle al sentido propio de la ley).

8. Es falso profeta aquel que profetiza palabras que no oyó (en una visión profética) y también aquel, que oyendo
las palabras de un profeta verdadero, dice que él fue quien las recibió y simula profetizar dichas palabras. [49]

9. Quien se abstiene de ejecutar la pena de muerte a un falso profeta es un transgresor; y no tiene relevancia qué
tanto teme actuar (debido ya sea a la posición exaltada que pudiera tener el falso profeta o debido al miedo que
pudiera tener de las palabras del falso profeta). [50]

Nota.- Por regla general los falsos profetas, sus discípulos y otros practicantes idólatras atemorizan los corazones
de sus víctimas, usualmente mediante amenazas de condenación eterna, infiermo de fuego u otros terrores
similares. Uno puede fortalecer su corazón ante estas amenazas recordando tanto que Dios es Todo-
Misericordioso que recompensa y/o castiga de acuerdo con los actos de una persona, así como que incluso Sus
castigos vienen como una corrección y una purificación del alma. Como escribió el Rey David, “No pongas tu
confianza en benefactores, ni en el hijo del hombre en quien no hay salvación. Afortunado aquel cuyo ayudador es
el Dios de Jacob, aquel cuya esperanza yace en el Señor su Dios” (Salmos 146:3,5).
1/2
10. Una persona no debería usar un ídolo o una casa de idolatría como un punto de referencia, por ejemplo
diciéndole a un amigo, “Encuéntrame a tal lado de aquella casa de idolatría”. [51]

Imprimir PDF

2/2

También podría gustarte