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INDICE

1. INTRODUCCION 2

2. ESPERA EL MOMENTO JUSTO


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3. EXPLÍCALE EN QUÉ CONSISTE LA MULTIPLICACIÓN


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4. ENSÉÑALE LAS MULTIPLICACIONES BÁSICAS


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5. MOTÍVALO A PRACTICAR
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6. PASA A LA TABLA DE MULTIPLICACIÓN


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7. CONCLUCION 6
INTRODUCCIÓN

Una de las primeras habilidades matemáticas que los niños aprenden en la escuela, una
vez que saben sumar y restar, es multiplicar. La multiplicación no es más que un atajo para
sacar grandes sumas de manera más rápida, lo cual significa que no demanda mucha
memoria sino una buena dosis de razonamiento. Sin embargo, como lo más usual es
pedirles a los niños que memoricen las tablas de multiplicar, estos llegan a odiarlas. Por
suerte, existen otros métodos para que los pequeños aprendan a multiplicar.
1. Espera el momento justo
Uno de los errores más frecuentes que cometen los padres en la educación de sus hijos
consiste en enseñarles contenidos para los cuales aún no están preparados. Por eso, el
primer paso para que le enseñes las tablas de multiplicar, y probablemente uno de los
más importantes para no sentar un precedente negativo, consiste en determinar el
momento apropiado. El niño estará preparado cuando tenga la madurez suficiente como
para asumir contenidos nuevos y haya adquirido conocimientos esenciales como la suma y
la resta. Otro factor que a menudo olvidamos pero que resulta esencial es la motivación,
es fundamental que el niño esté motivado por aprender a multiplicar.

2. Explícale en qué consiste la multiplicación


A la mayoría de los niños les gusta entender el porqué de las cosas, les apasiona descubrir
para qué sirven, de esta forma se motivan. Por eso es esencial que, más que darle las
tablas para que las aprenda de memoria, le expliques que la multiplicación no es más que
la suma sucesiva de un mismo número y que es muy útil para sacar cuentas rápidas. Solo
cuando el niño comprende la utilidad de la multiplicación puede encontrarle sentido a
aprender las tablas.
3. Enséñale las multiplicaciones básicas
A menudo los padres, e incluso algunos maestros, piensan que aprender a multiplicar
equivale a memorizar pero se trata de un grave error. En realidad las tablas son lo último
que debe aprender. Primero debe empezar por multiplicaciones básicas y muy sencillas,
como por ejemplo, 2 x 2, 2 x 3 o 3 x 3. Se trata de que desarrolle la habilidad de multiplicar
y comprenda el proceso que está en la base. Para trabajar el concepto de la multiplicación
debes indicarle que se trata de la suma sucesiva del mismo número, de manera que 2 x 3
significa 2 veces 3; es decir: 3 + 3. Y así sucesivamente.

4. Motívalo a practicar
La multiplicación no solo es lógica, también demanda una buena dosis de práctica, así el
niño reforzará los conocimientos adquiridos y a la vez, aumentará la confianza en sus
capacidades. Cualquier sitio es bueno para practicar, sobre todo fuera de casa, para que
comprenda la importancia de esta nueva habilidad. Por ejemplo, cuando vayáis de
compras puedes preguntarle: ¿Cuánto debo pagar por 3 tarros de mermelada si cada una
cuesta 2 euros?
5. Pasa a la tabla de multiplicación
Una vez que el niño haya comprendido cómo funcionan las multiplicaciones básicas, ha
llegado el momento de que le enseñes las tablas. Puedes utilizar las tablas tradicionales o
una personalizada. En un primer momento lo más importante es que el niño manipule y
visualice la tabla para que pueda comprenderla. Luego puede pasar a aprenderlas, aunque
tendrá que hacer acopio de la memoria, hay diferentes trucos que le permitirán avanzar
más rápido en el aprendizaje, como por ejemplo:

Tabla del 0. Todos los números multiplicados por 0 dan como resultado 0.
Tabla del 1. Todos los números multiplicados por 1 dan como resultado el mismo número.
Tabla del 2. Cualquier número multiplicado por 2 es el doble del número.
Tabla del 5. Los números multiplicados por 5 terminan en 0 o 5, yendo en series que
suman 5 cada vez.
Tabla del 10. Solo es necesario añadir un 0 al número multiplicado.
CONCLUCION

Una de las primeras habilidades matemáticas que los niños aprenden en la escuela, una
vez que saben sumar y restar, es multiplicar. La multiplicación no es más que un atajo para
sacar grandes sumas de manera más rápida, lo cual significa que no demanda mucha
memoria sino una buena dosis de razonamiento. Sin embargo, como lo más usual es
pedirles a los niños que memoricen las tablas de multiplicar, estos llegan a odiarlas. Por
suerte, existen otros métodos para que los pequeños aprendan a multiplicar.

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