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Filosofía y Educación | Eje 6

El pensamiento político de Hannah Arendt: crítica, tradición y juicio moral


Pensar después de Auschwitz

Clase II - Testimonio de Primo Levi

Consignas
1) Leer los fragmentos de Mariana Tello y Primo Levi.
2) A partir de la lectura del testimonio de Primo Levi, y teniendo presente las
reflexiones teóricas vistas: ¿Cuál es el infierno que describe el testimonio
de Levi? ¿Dónde creen que radica el valor que puede tener un testimonio?
¿Cuál creen que puede ser el rol de las instituciones educativas en relación
al testimonio y la memoria?
3) Registren sus respuestas para luego compartirlas con el resto de la clase.

● Fragmento de artículo1 de Mariana Tello

El testimonio es el primer artefacto de reconstrucción de la identidad, que comienza


a ser escrito bajo el mandato de "vivir para contar" y "por miedo a morir y que todo
se pierda". La omnipresencia de la muerte propia y la "deuda" de testimoniar por
todos aquellos que no volvieron es lo que compele a escribir, sin destinatario
preciso, con la única necesidad de fijar por escrito una experiencia de la que sólo
ellos podrían transmitir. Sólo luego de este periodo de repliegue, y conforme a que
aparece la denuncia como horizonte, la subjetividad se reestructura en torno a la
figura del testigo, y su palabra comienza a ser requerida en otros ámbitos.

El tránsito hacia el mundo de los vivos se hace entonces de forma lenta, pero con la
conciencia de ser portavoces de la ruptura del sentido compartido del mundo, de lo
que, por imposible, parece invivible y que, por invivible, aterra.

● Fragmentos de Si esto es un hombre de Primo Levi


Bajamos, nos hacen entrar en una sala vasta y vacía, ligeramente templada. ¡Qué
sed teníamos! El débil murmullo del agua en los radiadores nos enfurecía: hacía
cuatro días que no bebíamos. Y hay un grifo: encima un cartel que dice que está
prohibido beber porque el agua está envenenada.

Esto es el infierno. Hoy, en nuestro tiempo, el infierno debe ser así, una sala grande
y vacía y nosotros cansados teniendo que estar de pie, y hay un grifo que gotea y el
agua no se puede beber, y esperamos algo realmente terrible y no sucede nada.
¿Cómo vamos a pensar? No se puede pensar ya, es como estar ya muertos.
Algunos se sientan en el suelo. El tiempo transcurre gota a gota.

1
“‘Morir en vida’. Estados de existencia en las experiencias concentracionarias”.

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Filosofía y Educación | Eje 6
El pensamiento político de Hannah Arendt: crítica, tradición y juicio moral
Pensar después de Auschwitz

No lo he escrito con la intención de formular nuevos cargos; sino más bien de


proporcionar documentación para un estudio sereno de algunos aspectos del alma
humana. Habrá muchos individuos o pueblos, que piensen, más o menos
conscientemente, que ‘todo extranjero es un enemigo’. En la mayoría de los casos
esta convicción yace en el fondo de las almas como una infección latente; se
manifiesta solo en actos intermitentes e incoordinados, y no está en el origen de un
sistema de pensamiento.

Al terminar la tortura, nos quedamos cada uno en nuestro rincón y no nos atrevemos
a levantar la mirada hacia los demás. No hay dónde mirarse, pero tenemos delante
nuestra imagen, reflejada en cien rostros lívidos, en cien peleles miserables y
sórdidos. Ya estamos transformados en los fantasmas que habíamos vislumbrado
anoche.

Entonces, por primera vez, nos damos cuenta de que nuestra lengua no tiene
palabras para expresar esta ofensa, la destrucción de un hombre. En un instante,
con intuición casi profética, se nos ha revelado la realidad: hemos llegado al fondo.
Más bajo no puede llegarse: una condición humana más miserable no existe, y no
puede imaginarse.

● Sobre Primo Levi (1919-1987)

Primo Levi fue un scritor italiano de origen judío-sefardí que estuvo diez meses en el
campo de concentración de Monowice que dependía de Auschwitz. En 1944 fue
deportado de Italia a Polonia, siendo, de los 650 judíos italianos de su “redada”, uno
de los veinte afortunados que sobrevivió al exterminio.
La vuelta de espaldas de la sociedad de posguerra sumado al peso que supuso
sobrevivir como sobreviviente, en 1987 Primo Levi se suicida, dejando al legado de
la posteridad su testimonio sobre lo que vivió y vió en el corazón oscuro de lo
humano.

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