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Amadís: heroísmo mítico cortesano 17

héroe tradicional responde, en sus inicios, a tres as-


pectos: a) nacimiento de virgen real, b) padre rey,
y c) relación de parentesco entre los progenitores.
Algunos personajes de nuestra novela (Amadís,
Galaor, Florestán, Norandel, Talanque, Mameli, Es-
plandián, y en signo contrario, el Endriago), están
ya marcados por su nacimiento con algunos de los
rasgos reseñados.
Sus madres son hijas de reyes: (Amadís, Galaor,
I. NACIMIENTOS EXTRAORDINARIOS Norandel, Esplandián) o de conde (Florestán); de
sobrinas de maga (Talanque o Mameli) o de giganta
(Endriago). Sus padres son reyes (Amadís, Galaor,
Norandel, Florestán, Talanque) o hijos de reyes, a su
vez futuros soberanos (Esplandián, Mameli) o gigan-
Uno de los motivos más reiterados en todas las tes (Endriago). En todos los casos, su genealogía es
culturas es, sin duda, el nacimiento extraordinario destacada e ilustre; resultan descendientes de per-
del héroe. Antes de ser proyecto de vida se producen sonajes importantes dentro de la narración, por su
una serie de manifestaciones que lo determinan para actuación y por su status,
acometer las más diversas hazañas. «Para la mentali-
dad primitiva y arcaica todos los trances de la vida
están dotados de sacralidad. Estos trances son en VIRGINIDAD, SOLTERÍA Y AMOR
último análisis tres: vivir, engendrar y morir. Están
íntimamente compenetrados entre sí y hallan su ex- Las explicaciones de la virginidad materna diver-
presión en el sentido misterioso de la sangre (vida), gen. Según Yolanda Russinovich de Solé, «es sagrada,
en el sentido misterioso de la muerte y en el sentido no tanto por su inviolabilidad, sino por tratarse de
misterioso de la fecundidad» K En su procreación o un estado de mayor receptividad de los dioses, pro-
en su nacimiento suelen darse unas circunstancias creadores de la mayoría de los héroes antiguos. El
similares en los relatos más diversos. Otto Rank 2 fenómeno de la procreación misterioso en sí, no
destaca como características su descendencia de pa- es percibido como un acto humano, sino más bien
dres de la más alta nobleza, habitualmente reyes, como evento milagroso que se atribuye a una divi-
mientras que para Lord Raglan 3 el arquetipo del nidad» 4.
corresponden a algunos nacimientos de nuestra novela. «1.
1. A. ALVAREZ MIRANDA, La metáfora y el mito, Madrid, The hero is of illegitimate birth. 2. His mother is the prin-
Taurus, 1963, p. 13. cess of the country. 3. His father is a good or a foreigner.»
2. El mito del nacimiento del héroe, Buenos Aires, Pai- Y. Russinovich de Solé en «El elemento mítico-simbólico en
dos, 1971, p. 79. el Amadís de Gaula: Interpretación de su significado»,
3. Lord Raglan, «The Hero of Tradition», artículo reco- Th, XXIX (1974), 129468, analiza la obra a partir de los pos-
gido y editado por A. Dundes, The Study of Folklore, Pren- tulados de Lord Raglan.
tice-Hall, Englewood, Cliffs, N. J., 1965, p. 145: «1. His mother 4. Art. cit., pp. 137-138. Su excelente trabajo adolece, a
is a royal virgin 2. His father is a king, and 3 often a near nuestro juicio, de un planteamiento apriorístico que nos
relative of his mother...» También, según nota el editor, hará diverger de su estudio en numerosas ocasiones. Según
páginas 142-143, J. G. von Hahn había concebido unas carac- ella «visto retrospectivamente el Amadís de Gaula quizás
terísticas del héroe muy parecidas. Los tres primeros puntos no sea una novela en el sentido tradicional de la palabra
18 Juan Manuel Cacho Blecua Amadís: heroísmo mítico cortesano 19

Para Campbell 5 , en las mitologías que enfatizan Se puede alegar que la argumentación de la virgini-
más el aspecto maternal que el aspecto paternal dad se relaciona con la ascendencia doble del héroe,
del creador, este ser femenino original llena el divina y humana. El progenitor, dios o rey, repre-
escenario del mundo en principio, jugando los pape- senta un modo o grado de existencia superior respec-
les que en las otras son asignados a los varones». to al resto de los mortales 8, pero nos parece erróneo
Y ella es virgen porque su esposo es lo «Desconocido apurar hasta el máximo unos esquemas prefijados.
Invisible», condiciones que no se dan en nuestra El origen divino también sobrevive parcialmente,
novela, porque los padres tienen un papel bien acti- según la tesis de Yolanda Russinovich, ya que el
vo, y no son ni mucho menos lo Desconocido Invisi- héroe nace de madre soltera: «Este motivo es, sin
ble. En este sentido, en el Amaaís prevalece la ascen- embargo, reinterpretado, probablemente por Montal-
dencia paterna sobre la materna ó . Narrativamente vo, al sobreponer el matrimonio secreto o al menos
tienen poca importancia Elisena, las sobrinas de Ur- la promesa de él, en un intento de conformarlo a
ganda, la hija del rey Egido, la hija del conde de la tradición cristiana» 9. A nuestro juicio, la materni-
Clara, etc. Tanto es así que estas últimas se identi- dad de mujer soltera habría que relacionarla con los
fican por el padre y su título y no por ellas mismas 7. códigos amorosos y las estructuras narrativas de la

sino una exteriorización del ordenar de la fantasía que, sin gina 181, «la conscienza genealógica appare nel momento
ser arte propiamente dicho, es, sin embargo, el material del stesso che la richezza ed il potere (di un conte, di un caste-
cual el arte se nutre», pp. 129-130. lano o di un semplice cavalière) assumono decisivamente un
5. J. CAMPBELL, El héroe de las mil caras. Psicoanálisis andamento patrimoniale e cominciano conseguentemente ad
del mito, México, F.C.E., 1972, p. 268. entrare in gioco rególe di succesione che favoriscono i figli
6. No obstante, los principales personajes de la novela a spese delle figlie, i primogeniti a spese degli ulümigeniti e
(Amadís, Galaor, Agrajes) están relacionados por un paren- che quindi valorizzano contemporáneamente la branca pater-
tesco matrilineal, quizás restos de sustratos históricos y ne e la primogenitura». Véase para España S. de Moxó, «De
míticos adaptados a unos nuevos contextos sociales. Este la nobleza vieja a la nobleza nueva. La transformación nobi-
fenómeno, sorprendente, incide claramente en la dinámica liaria castellana en la baja Edad Media», C H, 3 (1969), p. 6.
de la novela. Los héroes son descendientes de caballeros 8. Desde un punto de vista sociológico esta doble ascen-
andantes y el espacio donde nacen y se educan siempre está dencia divina y h u m a n a puede estar relacionada con el ca-
relacionado acon la madre. Sin embargo, Las Partidas de Al- rácter de la realeza. Según J. A. Maravall, «El pensamiento
fonso X, 11. , t. XXI, 1. I I I , señalan la preeminencia del lina- político español del año 400 al 1300», recogido en Estudios
je paterno: «Pero la mayor parte de la fidalguía ganan los de Historia del Pensamiento Español, Madrid, Ediciones de
ornes, por honra de los padres. Ca maguer la madre sea Cultura Hispánica, 1967, p. 31, en España la concepción del
villana, e el padre fidalgo, fijodalgo es el fijo que dellos nas- rey como lugarteniente de Dios se encuentra explícitamente
ciere: e por fijosdalgo se puede contar, mas non por noble. a partir del siglo x u i . Para A. PELAYO, Speculum regum,
Mas si nasciere de fijadalgo, e de villano, non tuvieron por texto y traducción portuguesa de M. Pinto de Meneses, Lis-
derecho, que fuesse contado por fijodalgo: porque siempre boa, Instituto de Alta Cultura, 1955, p. 110, los reyes «sunt
los ornes el nome del padre ponen siempre delante quando praecellentes et superiores in temporali dignitate». Son su-
alguna cosa quisieren dezir.» Remitimos a la ed. incluida en periores pero no dioses. El arquetipo mítico se adecúa a
Los códigos españoles concordados y anotados, glosa de Gre- unas circunstancias históricas. Compárese por el contrario el
gorio López, Madrid, I m p r e n t a de la Publicidad, 1848. El nacimiento de Merlin, Roberto el Diablo, el propio Arturo,
Tractat de Cavalleria de Pedro III, ley X.a, repite los mismos etcétera. Don Juan Manuel, en el Libro de los estados, ed. de
términos de Alfonso X, cosa natural pues «fou traduït tot R. B. Tate y J. R. Macpherson, Oxford, Clarendon Press,
sencer de la Segonda Partida d'Alfons X de Castilla especial- 1974, p. 240, relacionaba el nacimiento de virgen con la divi-
ment del seu títol XXI». P. BOHIGAS, Tractats de Cavalleria, nidad: «Lo primero que por esta manera fue la nasçencia de
Barcelona, Ed. Barcino, 1947, p. 29. Jhesu Cristo encubierta al diablo; ca si él viera que Jhesu
7. Según G. Duby, «Strutture di parentela e nobiltà. Fran- Cristo de virgen nascía et non de desposada, luego sopiera
cia del Nord, XI-XII secólo», recogido en Terra e nobiltà nel que él era el Fijo de Dios...»
Medio Evo, Torino, Società Editrice Internazionale, 1974, pá- 9. Art. cit., p . 138.
20 Juan Manuel Cacho Biecua Amadís: heroísmo mítico cortesano 21

novela. Los héroes no son producto de una virgen, la presenta desde fuera como hija del rey, sin que
excluyente de lazos emotivos con la figura masculina, intervenga en la acción. Por el contrario, Perión quie-
sino todo lo contrario. Ellos son fruto del amor-pa- re dar nuevas a Garinter y vence a dos vasallos de
sión que culmina en la unión sexual de los amantes. éste, «muy soberbios y de malas maneras», que le
Amadís será el primero de los descendientes surgidos atacan. Al regresar ambos reyes a la villa se encuen-
de la unión entre Perión y Elisena y a su nacimiento tran con un ciervo e intentan darle alcance. No lo-
se subordinan los primeros capítulos de la novela. gran su propósito porque lo mata un león, al que da
Esta comienza por una etopeya de la genealogía ma- muerte el futuro padre de Amadís n .
terna del futuro héroe. La genealogía materna del héroe se ha presentado
de una manera estática, casi contemplativa, por la
Este rey [Garinter] ouo dos fijas en vna noble vida retirada del rey Garinter y su hija. Esta no
dueña su muger, y la mayor fue casada con Lan- quiere casarse con nadie y su actitud es retraída. Su
guines, rey de Escocia [...] La otra fija, que Heli-
sena fue llamada, en grand quantidad mucho más padre observa las acciones de Perión sin intervenir.
hermosa que la primera fue. Y como quiera que Sin embargo, la ascendencia paterna se caracteriza
de muy grandes príncipes en casamiento deman- por la acción hábil y valerosa, traducida lingüística-
dada fuesse, nunca con ninguno dellos casar le mente en un ritmo rápido. No se destacan los ante-
plugo, antes su retraymiento y santa vida dieron pasados de Perión —se dan por supuestos y es rey—
causa a que todos beata perdida la llamassen, con- sino su actividad bélica y cinegética. Todo lo anterior
siderando que persona de tan gran guisa, dotada sirve para presentar a un personaje, cuyas relaciones
de tanta hermosura, de tantos grandes por matri-
monio demandada, no lo era conueniente tal estilo con Elisena se convertirán en el resorte principal de
de vida tomar (I, 11, 18 y ss.). los primeros episodios. Aunque los amores entre la
pareja se desarrollan con una rapidez asombrosa, hay
La genealogía indica claramente la posición del una serie de preparativos normales y codificados 12.
autor, que describe las cualidades de Elisena, adorna- Se produce un enamoramiento a primera vista y unas
da de las mejores condiciones: hermosura y honesti- palabras galantes de Perión motivadas por la recogi-
dad 10. Es un retrato basado en unas acciones y cuali- da de un anillo:
dades anteriores a su amistad con Perión y, por tanto,
previas a los acontecimientos novelescos. El autor 11. El tema cinegético parece anunciar el amoroso. No se
trata de la enigmática tarea de cazar el ciervo blanco, co-
mienzo del Erec et Enide, ni del halcón perdido como en el
10. Esta característica de la honestidad, mejor que la de Cligés o la Celestina, etc. Narrativamente, el motivo sirve
la soltería, podría corresponder a sustratos arquetípicos. Se- para ensalzar a Perión. Sin embargo, la identificación de rey-
gún A. M. Hocart, Mito, ritual y costumbre. Ensayos Hete- león, cierva-mujer parece demostrable e incluso en la misma
rodoxos, Madrid, Siglo XXI, 1975, pág. 195, «el matrimonio novela se detecta simbólicamente en una profecía de Urgan-
sagrado forma parte de muchos rituales. Otros, en cambio, da la Desconocida en el libro II.
imponen la castidad más estricta. Las dos reglas parecen 12. J. Ruiz DE CONDE, El amor y el matrimonio secreto en
totalmente opuestas entre sí; sin embargo, y por paradójico los libros de caballería, Madrid, Aguilar, 1948, ha señalado
que pueda parecer, tenemos buenas pruebas de que la casti- las características del amor cortés en nuestra novela. Véase
dad ritual no es en realidad sino una forma de matrimonio también P. LE GENTIL, «Pour l'interprétation de l'Amadis»,
sagrado». «La mujer del rey o del dios nunca puede estar Melanges à la mémoire de Jean Sarrailh, Paris, 1966, II, pá-
disponible para otro hombre», p. 196. En cualquier caso, ginas 47-54; O. GREEN, España y la tradición occidental, Ma-
estos fenómenos están debilitados y pueden explicarse tam- drid, Gredos, 1969, vol. I, pp. 130-138, etc. Casi todos los
bién por otros códigos menos atemporales, recreados artís- críticos del Amadís directa o indirectamente han tratado del
ticamente. amor. A nosotros nos importa menos sus características que
su funcionamiento novelesco.
22 Juan Manuel Cacho Blecua Amadís: heroísmo mítico cortesano 23

Pues aleadas las mesas, la reyna se quiso acojer Por otra parte, si el tono narrativo tiene este carác-
a su cámara, y leuantándose Helisena cayóle de ter afectivo, también contribuye a ello el objeto del
la halda vn muy hermoso anillo, que para se lauar servicio, el anillo, futuro símbolo de la acción con
del dedo quitara, y con la gran turbación no tuuo unas connotaciones amorosas muy claras 14. Sin em-
acuerdo de lo allí tornar, y báxose por tomarlo; bargo, se intenta buscar una motivación a este hecho
mas el rey Perión, que cabe ella estaua, quísogelo
dar, así que las manos llegaron a vna sazón, y con todo lujo de pormenores. No ha habido incita-
el rey tomóle la mano y apretósela. ción, sino excitación de Elisena causada por no «te-
Helisena tornó muy colorada, y mirando al rey con ner acuerdo para tornar el anillo a su dedo», que se
ojos amorosos le dixo passito que le agradecía había quitado para lavarse las manos. La secuencia
aquel seruicio. es completamente lógica, con las motivaciones su-
—¡Ay, señora —dixo él—, no será el postrimero, ficientes para dar verosimilitud a una acción relatada
mas todo el tiempo de mi vida será empleado en con un «tempo» narrativo rápido, a pesar de la acu-
vos seruir! (I, 13, 169 y ss.). mulación de detalles. Elisena, gracias a Darioleta,
logra eliminar los obstáculos que se interponían en-
El relato cobra un sentido proyectivo, y está condi- tre los dos amantes y concierta la cita. El autor no
cionado por la última frase. La polisemia ha resultado se detiene en analizar estos amores porque le interesa
auténtica ambivalencia: el servicio, la ayuda presta- más su culminación y consecuencias: el nacimiento
da por Perión y agradecida por la doncella a través de Amadís.
de sus palabras, se torna en un auténtico servicio Tras diez días de estancia de Perión:
amoroso; el rey después tendrá ocasión de cumplirlo
a lo largo de su vida. El tono afectivo de todo el Elisena quedó con mucha soledad y con grande
fragmento se detecta en una kinésica ]3, el apretón dolor de su amigo, tanto que si no fuera por aque-
de manos, la mirada y en una conversación íntima, lla donzela a que la esforçaua mucho, a gran pena
«le dixo passito», marcada por el diminutivo. Los se pudiera sufrir, mas hauiendo sus fablas con ella
sentimientos de la doncella se muestran contenidos algún descanso sentía. Pues assí fueron passando
y descritos indirectamente. La explosión sentimental su tiempo fasta que preñada se sentió, perdiendo
el comer, el dormir y la muy hermosa color
de Perión se traduce en una réplica corta, vibrante, (I, I, 21, 230 y ss.).
activa. De la misma manera que se había presentado
a un personaje indirectamente, a través de su genea- El dolor del amigo, en la concepción cortés del
logía, ahora casi sucede otro tanto. La contención amor, se refiere a un dolor de ausencia, pero curiosa-
pasiva de la doncella en el diálogo se convierte en mente, aunque la interpretación pueda ser subjetiva,
discurso indirecto, mientras que Perión, activo en es también un dolor de presencia, un presagio de
el combate y la caza, se manifiesta de idéntica forma este otro dolor. El primer contacto, el simple apretón
en la conversación.
14. F. PIERCE, Amadís de Gaula, Boston, Twayne, 1976, pá-
13. El estudio sistemático de los gestos, con una extensa gina 136, señala cómo «the ring is another object of clear
bibliografía, se va introduciendo poco a poco en la crítica symbolical meaning in the Amadís». Para E. PRESSMAR, «No-
española. Véase F. POYATOS, «Paralenguaje y kinésica del tas sobre el significado de los anillos», TB, 6 (1976), p. 74, «el
personaje novelesco», R Occ, XXXVIII (1972), 148-170, y del anillo como el círculo es la línea sin principio ni fin: una
mismo autor, «Del paralenguaje a la comunicación total», figura perfecta que expresa uno de los símbolos primordia-
recogido en Doce ensayos sobre el lenguaje, Madrid, Publi- les más antiguos del hombre. Por tanto, la figura del anillo
caciones de la Fundación Juan March, 1974, pp. 157-173. puede representar la eternidad, la alianza sempiterna».
24 Juan Manuel Cacho Blecua Amadís: heroísmo mítico cortesano 25

de manos, había iniciado los servicios de Perión. Esta compatible con el matrimonio. Galaor nacerá tras
última parte de la secuencia se cierra con una dona- el casamiento público entre los dos amantes, el En-
ción, hecha a través de Darioleta, causa indirecta driago será producto de un amor incestuoso entre
del éxito: personas casadas. Cada uno de los héroes posee en
su nacimiento o en su procreación unas peculiarida-
—¡Ay mi amiga, yo vos la encomiendo como a mi des diferenciales y, a su vez, semejantes a los demás.
propio coraçón! Y sacando de su dedo vn muy
hermoso anillo de dos que él traya, tal el vno
como el otro, ge lo dio que le leuasse y traxiesse
por su amor (Ibidem, 21, 224 y ss.). ESTRUCTURAS NARRATIVAS PARALELAS:
PROCREACIÓN DE DON FLORESTÁN
El mismo objeto sirve para comenzar sus amores
y consolidarlos con el regalo del futuro padre. El propio rey Perión, antes de su casamiento con
El matrimonio secreto 15 entre la pareja puede ser Elisena, se encontró un día en casa del conde de
una adición posterior a la redacción primitiva, pues Selandia. Al llegar la noche, después de acostarse
el relato y los obstáculos de Elisena no se ven alla- «adormecióse luego, y no tardó mucho que se halló
nados por esta circunstancia. No obstante, la soltería abracado de vna donzella muy hermosa, y junta la su
de la madre funciona como desencadenante del aban- boca con la del» (I, XLII, 330, 40 y ss.). El rey no
dono del niño. No creemos que el motivo responda a quiere concederle su amor sin antes enterarse de
un debilitamiento de la virginidad, como algo sobre- quién es y al conocer su identidad rechaza las pro-
humano en la procreación. En la génesis de Amadís se puestas amorosas. Aun así, ella toma su espada y
superponen distintos aspectos del amor cortés. Exis- amenaza con suicidarse si el rey no acepta sus pro-
te un amor-pasión muy característico de las novelas posiciones; éste, lógicamente accede «y sacando la
artúricas. «II semble aussi que dans les romans ar- espada de la mano, la abracó amorosamente y cum-
thuriens l'enchantement amoureux doive une part de plió con ella su voluntad aquella noche, donde quedó
sa nature à la féerie. Si l'amour de la fée est prompt, preñada, sin que el rey más la viesse» (Ibidem, 331,
soudain, s'il ne connaît guère un temps de cristalli- 106 y ss.). Este será el origen de don Florestán. Pe-
sation et ne s'attarde pas à parcourir le pays du rión no quiere satisfacer los deseos de la mujer sin
Tendre, il est aussi un amour total. Entendons par là saber su personalidad y cabe sospechar que no hu-
qu'il n'a rien de platonique et que le plaisir physique biera puesto tantos obstáculos si se hubiera tratado
s'ajoute sans longue attente aux félicités du coeur» 16. de otra persona de distinto rango social y sin nin-
A su vez, y a diferencia de la literatura del Sur fran- guna relación con su anfitrión. Se dramatiza el epi-
cés, este tipo de amor se concilia con la moral tra- sodio, pues la hija del conde está dispuesta a todo
dicional, y guarda las exigencias de la ley social y para satisfacer sus deseos. No es el nombre quien
de la religion 17. No aparece de ninguna manera in- busca la seducción sino la propia mujer. La situación
se invierte respecto al origen de Amadís, ya que Pe-
15. Véase para el tema el libro citado de J. Ruiz de Conde.
rión auxilia a la dama acostándose con ella 18 . En
16. J. FRAPPIER, «Le concept de l'amour dans les romans
arthuriens», recogido en Amour courtois et table ronde, 18. Como dice PH. MÉNARD, Le rire et le sourire dans le
Genève, Droz, 1973, p. 50. roman courtois en France au Moyen Age (1150-1250), Genève,
17. Véase J. FRAPPIER, «Vues sur les conceptions courtoises Droz, 1962, p. 214, «il était d'ussage que les jeunes filles de
dans les littératures d'oc et d'oïl au XII e siècle», recogido la bonne société ne prissent point l'initiative de déclarer leur
en la ob. cit., pp. 13-14. amour à un homme [...] Pour une jeune fille, declarer la
26 Juan Manuel Cacho Blecua Amadís: heroísmo mítico cortesano 27

ambos casos la iniciativa la lleva la doncella. Elisena El rey la cató a la lumbre que en la cámara hauía,
recurre a Darióleta 19. Al concertar la cita una criada y vio que era la más hermosa mujer de quantas
viera (I, XLII, 331, 49 y ss.).
se dulcifica el comportamiento de la futura madre
de Amadís, aunque el acto amoroso se consuma en Pero si los dos episodios son prácticamente idén-
casa del propio padre de la doncella, hecho que pue- ticos, hay unas ligeras divergencias. Elisena no es
de suponer una agravante en cuanto a calificación solamente mirada por el rey Perión. La hermosura
moral, como señalaba Juan de Valdés 20. femenina es alabada por la criada 2 1 : «abriéndole el
A pesar de las semejanzas aparentes, la diferencia manto católe el cuerpo y dixo ryendo: —Señora, en
fundamental radica en los comportamientos de la buena hora nasció el cauallero que vos esta noche
pareja. En la procreación del Doncel del Mar había aura, y bien dezían que ésta era la más hermosa
un acuerdo mutuo entre los protagonistas sin que donzella de rostro y de cuerpo que entonces se sabía
mediara ninguna amenaza. En este segundo caso la (I, I, 18, 11 y ss.). Ya no se trata de una belleza ge-
coacción de uno de ellos altera todo el código cortés. nérica, sino de una exaltación del cuerpo femenino
En ambas relaciones físicas el rey está desprevenido. en cuanto apetecible para una posesión física 22 .
Momentáneamente se sobresalta en casa de Garinter La luna, astro de fertilidad 23, en su casi plenitud
(la primera situación); lo habían despertado de un de potencia presidirá las relaciones de los amantes
sueño y no sabía quiénes eran las personas que pe-
netraban en su habitación; ahora, en cambio, se 21. El tema del desnudo es un motivo cómico. Véase
E. R. CURTIUS, Literatura europea y Edad Media Latina, Mé-
asusta por encontrarse ya abrazado a una persona xico, F.C.E., 1976, t. II, pp. 615 y ss. En este caso se trata de
desconocida. una sonrisa maliciosa, ya que no hay un desnudo involun-
En estas ocasiones se destaca, desde el punto de tario.
vista de Perión, la hermosura de las damas acogidas 22. El motivo es semejante al de Tirante el Blanco, ed. de
Martín de Riquer, Madrid, Espasa-Calpe, 1964, t. I I I , p . 180,
en su cuarto: en la escena entre Placer de Mi Vida y Carmesina. Sin em-
bargo, en este caso la superioridad de la novela valenciana
El rey quedó solo con su amiga, que a la lumbre es manifiesta. El tema también aparece en La Celestina,
de tres hachas que en la cámara seyan la miraua auto VII, ed. de J. Cejador y Frauca, t. I, Madrid, Espasa-
Calpe, 1968, pp. 248 y ss. En el Amadís sólo se esboza, mien-
paresciéndole que toda la fermosura del mundo tras que en el Tirant y La Celestina está al servicio de la ca-
en ella era junta (I, I, 19, 87 y ss.). racterización de unos personajes singulares y vitales, no este-
reotipados como Darioleta. La sirvienta de Elisena se con-
première ses sentiments, c'était manquer à la réserve de son virtió en Francia en figura proverbial. Véase E. BARET, De
sexe, braver les convenances, prêter à rire.» l'Amadis de Gaule..., París, 1873 [Genève, Slatkine Reprints,
19. Perión había iniciado las relaciones y había confesado 1970], p. 174.
su amor por Elisena a su propia criada. Darióleta allana to- 23. Véase A. ALVAREZ MIRANDA, ob. cit., pp. 55-56; M. ELIADE,
das las dificultades, lo que hace diferente una situación de Tratado de historia de las religiones, Madrid, Ediciones Cris-
otra. Este tipo de confidente-sirvienta es normal, pues «au tiandad, 1974, t. I, pp. 188 y ss., etc. Cuando Elisena y Dario-
Moyen Age l'amoureux utilise toujours les services de ses leta salieron a la huerta «el lunar hazía muy claro» (I, 1, 19,
proches et de ses domestiques». PH. MÉNARD, ob. cit., pá- 9 y ss.). En la Celestina, ed. cit., t. II, auto XIX, p. 180, la
gina 214. luna, vida y muerte en un mismo símbolo, se muestra «clara»,
20. «Descuido creo que sea el no guardar el decoro en los antes del desenlace trágico. Este carácter misterioso de la
amores de Perión con Elisena, porque no acordándose que a luna incluso ha llegado hasta casos extremos. La procreación
ella haze hija de rey, estando en casa de su padre, le da por el satélite no es un hecho insólito dentro de determina-
tanta libertad y la hace tan deshonesta, que con la primera das tradiciones. Según E. RENARDET, Vie et croyences des
plática la primera noche se la trae a la cama», Diálogo de gaulois avant la conquête e romaine, París, Editions A. J. Pi-
la Lengua, ed. de J. M. LOPE BLANCH, Madrid, Castalia, 1969, card, 1975, p . 146, «au XV siècle un mari accusa sa femme
página 172. d'adultère p o u r la simple raison qu'elle se trouva enceinte
28 Juan Manuel Cacho Blecua Amadís: heroísmo mítico cortesano 29

que se tornarán vida. Esta cronología lunar se con- actuar tiene puntos de contacto con las relaciones
vertirá, por obra del arte cervantino, en una autén- de Amadís y Oriana. Muerto el rey Egido y cercada
tica parodia, cuando por ejemplo la hija del ventero su hija en un castillo, interviene Lisuarte salvando
pide ayuda a don Quijote: «A cuyas señas y voz la situación, de modo que «ganando vos la gloria de
volvió don Quijote la cabeza, y vio, a la luz de la luna, tan esquiua batalla, a mí posistes en libertad, y en
que entonces estaba en toda su claridad, cómo le toda buena ventura. Pues, entrando vos, mi señor,
llamaban del agujero que a él le pareció la ventana en el castillo, o porque mi hermosura lo caussase, o
[... ] y luego en el instante se le representó en su loca porque la fortuna lo quiso, seyendo yo de vos muy
imaginación que otra vez, como la pasada, la doncella pagada, debaxo de aquel fermoso rosal, teniendo so-
fermosa, hija de la señora de aquel castillo, vencida bre nos muchas rosas y flores, perdiendo yo las
de su amor, tornaba a solicitarle» 24 . La luna no va mías, que hasta entonces poseyera, fue engendrado
a jugar sólo el papel subconsciente que le atribuimos, esse donzel» (III, LXVI, 695, 275 y ss.).
sino uno más simple y prosaico: los personajes se Si reducimos el eisodio a un esquema narrativo,
pueden ver con un mínimo de claridad gracias a la los resultados no dejan de ser los utilizados en otras
luminosidad de la noche. Esto no invalida la sugeren- ocasiones: un paciente (la infanta Celirída) ante un
te interpretación anterior, amén de que lo nocturno peligro máximo (acrecentado por la muerte de su
favorece los encuentros amorosos en todas las lite- padre, por negarse a aceptar en casamiento a otra
raturas. persona), se ve salvado por un auxiliar (Lisuarte.
Los preparativos de los amores entre Elisena y Tras esto, puede considerarse la unión sexual casi
Perión son, pues, mucho más atractivos, con más am- como una recompensa, sin que exista ningún proceso
plitud de detalles y sugerencias que los posteriores, en sus amores. Como dice J. Frappier «enfin, n'hési-
aunque coincidan en algunos puntos. Con la pro- tons pas à le répéter, dans combien d'autres romans
creación de Florestán, se multiplica la gama de ac- bretons en vers et en prose, les exploits du chevalier
tuaciones masculinas y femeninas relacionadas con en quête d'aventure auront pour récompense ou pour
el amor, y se nos presenta desde otra perspectiva: la relais un "déduit d'amour" avec une demoiselle appa-
mujer incapaz de resistir los impulsos eróticos y de- remment très proche parente des fées!» 25 .
cidida incluso a darse muerte con tal de conseguir
su voluntad.
LA MADRE MAGA Y LAS MARCAS DE NACIMIENTO

REPETICIÓN DE MODELOS: NORANDEL En la obra también se producen otros nacimientos


con carácter mucho más cotidiano que todos los
Tampoco Lisuarte se libra de un acontecimiento anteriores. Nos referimos a la génesis de Talanque
semejante en sus consecuencias; además, su forma de y Mameli. Durante la batalla entre Lisuarte y el rey
Cildadán, éste y Galaor, son recogidos por unas don-
alors qu'il était parti pour un voyage fort lond. Le tribunal de
Grenoble le débouta parce que son épouse prouva qu'elle cellas extrañas y conducidos a unos lugares insólitos,
s'était promenée une nuit de pleine lune, ce qui pouvait fort que después resultan ser de Urganda la Desconocida.
bien provoquer la fécondation». D. DEVOTO, Textos y Con- En su curación intervienen las sobrinas de estas
textos, Madrid, Gredos, 1974, pp. 17 y ss., analiza temas «muy fermosas donzellas, fijas del rey Falangrís,
paralelos.
24. Citamos por la edición de Martín de Riquer, Barcelo-
na, Juventud, 1971, t. I, cap. XLIII, p. 445. 25. J. FRAPPIER, «Le concept de l'amour...», art. cit., p. 50.
30 Juan Manuel Cacho Blecua Amadís: heroísmo mítico cortesano 31

hermano que fue del rey Lisuarte, que en vna her- niue, y so la teta ysquierda siete letras tan coloradas
mana de la misma Urganda, Grimota llamada, quando como brasas biuas» (III, LXVI, 700, 664).
mancebo las ouiera (II, LIX, 503, 323 y ss.) [...] en El nacimiento de los demás héroes ha sido normal,
la qual visitación se dio causa a que dellos fuessen y lo excepcional se ha circunscrito a las relaciones
preñadas de dos fijos: el de don Galaor Tanlanque entre sus progenitores o a la condición de éstos. El
llamado, el del rey Cildadán Maneli el Mesurado, los nuevo héroe posee desde su llegada al mundo «algo
quales muy valientes y esforçados caualleros salieron, que las otras criaturas no han» (Ibidem, 660). En el
assí como adelante se dirá (Ibidem, 331 y ss.). Lo pecho lleva escrito su nombre 2 6 y el de su amada.
maravilloso en este caso ha sido cómo dos doncellas Lo sobrenatural, intuido en Talanque y Mameli, ha
han recogido a Galaor y Cildadán del campo de bata- adquirido carta de naturaleza en el hijo de Amadís
lla para conducirlos a unos lugares extraños pertene- y Oriana. La mediación de la divinidad y, por tanto,
cientes a Urganda. La paradoja se produce porque en la doble ascendencia del héroe puede confirmarse.
un espacio extraordinario, con unas connotaciones El motivo de la mujer soltera, a nuestro juicio, tiene
misteriosas, se origina la procreación más cotidiana otras explicaciones.
de toda la novela. El amor de la maga, aducido por
Frappier, ha llegado a su culminación, por la relación
de las madres con Urganda la Desconocida. LA GÉNESIS DEL MONSTRUO
En los demás casos, se han narrado las circunstan-
cias excepcionales de sus amores, súbitos, repentinos. Estas señales extraordinarias distinguen y diferen-
La atracción y los impulsos, fueran del hombre o de cian al pequeño de todos los demás. Sólo hay una
la mujer, han sido irresistibles. Esta ocasión, propi- persona de caracteres similares: el Endriago. Su pa-
cia para destacar las cualidades de la mujer-maga, dre «con su braueza grande y esquiueza fizo sus
atrayente y seductora del hombre, se ha convertido tributarios a todos los más gigantes que con él coraar-
en la más anodina de toda la novela. Pero ahora, cauan. Este fue casado con una giganta mansa de
a diferencia de situaciones anteriores, sí podemos de- buena condición; y tanto quanto el marido con su
tectar con mayor precisión restos del arquetipo he- maldad de enojo y crueza fazía a los christianos
roico. La condición de sus madres, magas, confiere matándolos y destruyéndolos, ella con piedad los
a su embarazo unas connotaciones misteriosas, rela- reparaua cada que podía». (III, LXXIII, 793, 81 y ss.)
cionadas con lo casi sobrenatural. Estos dos perso- Dentro de las situaciones típicas de estos matri-
najes, Mameli y Talanque, sólo tendrán cierta im- monios o de las relaciones familiares, no hay posibi-
portancia en la narración como compañeros de Es- lidad de cambios sustanciales, dados los caracteres
plandián en Las Sergas. Son las únicas personas cuya poco matizados de los personajes. Los padres del
ascendencia materna no es regia o de alta nobleza. héroe caballeresco muestran unas condiciones sobre-
En los episodios anteriores todo se había desarrolla- salientes en casi todos sus aspectos. Como esto suce-
do como hechos extraordinarios, pero explicables de con los amigos de Amadís, o de Esplandián, no
por unas relaciones humanas. Por vez primera lo se crea ningún problema con las posibles tachas de
numinoso, por la condición de las madres, por el lu- su nacimiento. Sin embargo, no todos los personajes
gar nunca hallado, ha hecho acto de presencia. En
el nacimiento de Esplandián sucederá algo semejan-
te. El niño, «muy apuesta criatura», «tenía debajo 26. Se trata de un motivo folklórico. Véase S. THOMPSON,
de la teta derecha vnas letras tan blancas como la Motif-Index of Folk Literature, Bloomington, Indiana Univer-
sity Press, 1966, Motivo T 563.
32 Juan Manuel Cacho Blecua Amadís: heroísmo mítico cortesano 33

de la narración cuentan con estas características. que se admiran y tienen su correspondiente caballero
Hay unos casos intermedios, en los que la actuación andante. Casi nos atreveríamos a decir que la hermo-
de dos personas se puede ver compensada. Una de sura de la mujer está vista desde una perspectiva
ellas muestra un talante agresivo, la otra dulcifica masculina. La mujer agraciada lo es por ser la amiga
los comportamientos. La situación inicial de los de algún caballero con cualidades homologas a las
familiares del Endriago parecía equilibrada y a la suyas. Esta falta de «lo otro» acarrea todo el pos-
«esquiveza» del gigante «se oponía la mansedumbre terior conflicto. La vanagloria no puede satisfacerse
de la mujer». Pero la caracterización de uno de los en sí misma; necesita de alguien que la aliente y la
personajes como contrario a los cristianos suele ser alimente.
ya una nota definitiva en sus consecuencias. De las Dadas estas circunstancias no reprimidas, es decir,
relaciones entre marido y mujer, ambos con distinta la equiparación de hermosura y vanagloria, «muchas
condición, nacerá una hija que «tanto la natura la vezes, syendo leuantada la madre de cabe su marido,
ornó y acrecentó en hermosura que en gran parte la hija veniendo allí, mostrándole mucho amor, bur-
del mundo otra mujer de su grandeza ni sangre que lando riendo con él, lo abraçaua y besaua. El padre
su ygual fuesse no se podía hallar» (Ibidem, 793, luego al comienço aquello tomaua con aquel amor
93 y ss.). que de padre a fija se deuía, pero la muy gran con-
Cabría esperar en una novela como el Amadís, en tinuación y la gran fermosura demasiada suya, y la
la que la hermosura suele ser factor indispensable muy poca conciencia y virtud del padre dieron causa
para otra serie de cualidades, particularmente en la que aquel malo y feo desseo della ouisse affecto».
mujer, que todo estuviera compensado. «Mas como (Ibidem, 793-94, 108 y ss.). A la hija no se le atribuye
la gran hermosura sea luego junta con la vanagloria, otra mala condición que la de ser hermosa y por ella
y la vanagloria con el pecado, viéndose esta donzella tener el defecto de la vanagloria. El narrador elude
tan graciosa y loçana, y tan apuesta y digna de ser otras explicaciones complementarias.
amada de todos, y ninguno, por la braueza del padre, Por vez primera nos encontramos ante un conjunto
no la osara emprender, tomó por remedio postrimero de valores morales que no están explícitamente acla-
amar de amor feo y muy desleal a su padre» (Ibidem, rados en el propio contexto del episodio. Pero si
793, 98 y ss.). En ningún caso precedente se había comparamos este pasaje con el comienzo del libro,
producido esta equiparación y la serie de encadena- los resultados no pueden ser más significativos. Tras
mientos estilísticos e ideológicos consecuencia de el repentino enamoramiento de Elisena el narrador
la hermosura. Había sucedido todo lo contrario, aun- apostilla lo siguiente:
que quizás pueda tener otra explicación relacionada
con el contexto de todo el fragmento. La hermosura
se puede unir a la vanagloria, si no está adornada Por donde se da entender que ansí las mugeres
apartando sus pensamientos de las mundanales
de otras cualidades. Dentro de la obra, la belleza, cosas, despreciando la grand fermosura de que la
por decirlo con términos machadianos, necesita lo natura las dotó, la fresca juuentud que en mucho
otro, la otredad, o más concretamente «el otro» para grado la acrescienta, los vicios y deleytes que con
que pueda alcanzar una culminación de su esencia. las sobradas riquezas de sus padres esperauan
En último término, la hermosura en sí misma no sig- gozar, quieren por saluación de sus ánimas po-
nifica nada; está destinada a que otros la admiren. nerse en las casas pobres encerradas, ofresciendo
En todos los episodios anteriores no existe ningún con toda obediencia sus libres voluntades, a que
obstáculo; las mujeres hermosas lo son en cuanto subjetas de las agenas sean, veyendo passar su
tiempo sin ninguna fama ni gloria del mundo, como
34 Juan Manuel Cacho Blecua Amad is: heroísmo mítico cortesano 35

saben que sus hermanas y parientes lo gozan, assí le auguran un hijo sobresaliente en muchos de sus
deuen con mucho cuytado atapar las orejas, cerrar rasgos. Padre e hija deciden matar a la madre y
los ojos, escusándose de ver parientes y vezi- cometen un asesinato rodeado de múltiples agra-
nos [...], porque con las fablas, con las vistas su vantes, por su parentesco, por la cualidad moral de
sancto propósito dañan... (I, I, 19-20, 108 y ss.).
la víctima y por el engaño. El resultado de la unión
La mujer durante la Edad Media estaba destinada entre padre e hija 28 no puede ser más señalado en
principalmente a dos actividades: casarse o hacerse sus consecuencias. El hijo es un auténtico monstruo
monja. Los temas de la mal casada o de la mujer con rasgos completos de animal y cuya máxima hol-
que no quiere profesar, abundan dentro de la lírica, ganza consistía en «matar hombres y las otras anima-
sobre todo en la de tipo tradicional. El problema lías biuas» (Ibidem, 795, 223 y ss.). Por si esto fuera
surge cuando es necesario reprimir los instintos para poco, según el maestro Elisabat «la fuerça grande
aplacar el deseo de tener una vida como las demás. del pecado del gigante y de su fija causó que en él
Por ello deben evitarse, según el autor, todo tipo de entrasse el enemigo malo, que mucho en su fuerça
contactos, a fin de prevenir el pecado. y crudeza acrecienta» (Ibidem, 795, 242). En Endriago
En la procreación del Endriago, la situación em- posee todas las cualidades primeras señaladas por
peora todavía más. Para que se dieran estas relacio- Lord Raglan. La descendencia regia puede ser equi-
nes, existía un elemento en discordia: la madre, la valente en sus funciones al linaje de gigantes. En
única persona con cualidades positivas. De esta ma- ambos casos se trata de seres cuyas cualidades, se
nera «seyendo el gigante auisado de sus falsos ydolos, sobreentiende, son superiores a las otras personas.
en quién él adoraua, que si con su fija casasse, sería Incluso se puede ir más lejos. Los gigantes en este
engendrado vna tal cosa en ella la más braua y fuerte caso son el vehículo humano excepcional para la pro-
que en el mundo se podría fallar, y poniéndolo por
obra, aquella malauenturada fija que su madre más 28. El tema del incesto es un motivo folklórico muy exten-
que a sí mesma amaua, andando por vna huerta con dido. En algunos romances más actuales se relaciona con
D. Rodrigo; véase D. DEVOTO, «Un no aprehendido canto»,
ella hablando, fingiendo la fija ver en vn pozo vna Abaco, I, Madrid, Castalia, 1969, pp. 40 y ss.; a Carlomagno
cosa estraña y llamando a la madre que lo viesse, también se le atribuye, según J. C. PAYEN, Le motif du Yd-
diole de las manos, y echándola a lo hondo, en poco pentir dans la littérature française médiévale (Des origines
à 1230), Genève, Droz, 1967, p. 137; en el Libro de Apolonio
spacio ahogada fue» (III, LXXIII, 794, 153 y ss.). su presencia es constante. Véase A. D. DEYERMOND, «Motivos
El encadenamiento estilístico anterior se hace ex- folklóricos y técnica estructural en el Libro de Apolonio»,
tensivo al fondo ideológico del episodio. El deseo Fil, XIII (1968-69), pp. 121-148. Los ejemplos se podrían con-
ilícito, reprobado dentro de la moral de todas las tinuar casi ad infinitum. Para J. G. FRAZER, La rama dorada,
México, F.C.E., 1974, p. 386, «en los países donde la sangre
épocas 27 , se encuentra asociado a circunstancias real se transmitía solamente a través de las mujeres y, en
también negativas. En cualquier caso, los hechos consecuencia, el rey subía al trono sólo en virtud de su casa-
futuros son consecuencia del pecado primero. El miento con una princesa heredera, la cual era el verdadero
soberano, parece que con frecuencia ocurría que un príncipe
autor insiste en la creencia de unos ídolos falsos que se casara con su hermana la princesa real, al objeto de ob-
tener con su mano la corona que de otro modo iría a otro
hombre, quizá extranjero». Sin embargo, S. THOMPSON,
27. ALVARO PELAYO, en su ob. cit., dedicada a Alfonso XI, ob. cit., sólo da el motivo A 1337.0.7 como resultado de
página 268, destaca el incesto como pecado de los príncipes, unión incestuosa entre hermano y hermana, por el que nace
emperadores, etc., «ítem infamia quae ex contactu incestuoso un monstruo. Recordemos la «perra ladradora» de la De-
contracta est [...] non tollitur per dispensationem, quae fit manda del Santo Grial..., Madrid, N.B.A.E., 1907, pp. 301
ut rema[g]neat in matrimonio.» y ss., aunque es una variante más del tema.
36 Juan Manuel Cacho Blecua Amadís: heroísmo mítico cortesano 37

creación de un ser concebido a instancias de la divini- Aparte de esta oposición, también se puede esta-
dad. El carácter pagano de los ídolos adquiere todo su blecer otra diferente entre el grupo a) Amadís y b)
sentido en un contexto cristiano por la intervención Esplandián. Amadís es fruto de un amor repentino
diabólica. El parentesco de los progenitores, motivo sin que el autor se detenga en analizarlo, mientras
de algunos héroes tradicionales, se convierte en cua- que Esplandián es consecuencia del creciente amor
lidad negativa y destacada. Lo numinoso, lo sobrena- entre Oriana y Amadís. (Ya hemos explicado las
tural se ha presentado ya en la procreación del mons- razones posibles en cuanto a estructuras narrativas
truo. En Mameli y Talanque quedaba intuido por su y ritmo rápido en el primer caso. El autor no se
ascendencia de magas; en Esplandián se hacía evi- podía detener morosamente en los amores de Perión
dente por sus marcas de nacimiento extraordinarias; y Elisena.) Por el contrario, Esplandián es el fruto
el Endriago supone la culminación de este ciclo. La más depurado de todos los hijos tenidos por los pro-
divinidad ha tenido parte activa en la génesis del tagonistas de nuestra novela. Antes de su nacimiento
monstruo, antítesis de Esplandián. se encuentra ya en condiciones favorables para ser
Todos estos episodios manifiestan una nota esen- superior a los demás. No obstante, todos estos per-
cial apreciable en cuatro niveles diferentes, de acuer- sonajes, unos más que otros, son producto de unos
do con los personajes: amores entre personas cuya pasión se puede consi-
a) Procreación de Amadís. derar dentro de unos límites «normales» en la con-
b) Procreación de Esplandián. cepción de la época. A ellos se contrapone el naci-
c) Procreación de Florestán, Norandel, Mameli, miento incestuoso del Endriago, contra quien deberá
Talanque. luchar Amadís en el libro tercero. Con este personaje,
d) Procreación del Endriago. encarnación del pecado, se han subvertido todos los
amores comentados y la lucha de Amadís contra el
Los dos primeros se diferencian del resto en ser monstruo será la oposición a una determinada forma
consecuencia de unos amores progresivos. Incluso de amar, antitética a la suya.
tienen la salvedad de un matrimonio secreto entre
los dos protagonistas. Sin embargo, el grupo c) es
resultado de relaciones espontáneas, sin ninguna con-
tinuidad. Las circunstancias primeras de enamora-
miento recíproco tampoco se dan, ni muchísimo me-
nos la justificación de matrimonio secreto. No obs-
tante, en todos los casos hay un mínimo de disculpa
moral en cuanto a la actuación de los hombres. Pe-
rión es inducido durante su juventud; Lisuarte tiene
también la misma atenuante, aunque se dice textual-
mente que su hijo es fruto del pecado (III, LXVI);
Galaor y Cildadán se encuentran convalecientes de
unas heridas y ociosos. Si nos fijamos en la funcio-
nalidad posterior vemos que sólo tiene una justifica-
ción clara don Florestán, mientras que en los otros
casos se trata de posteriores compañeros de Esplan-
dián.

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