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RIESGOS CARDIOVASCULARES
INTRODUCCIÓN
Durante las últimas décadas, la mortalidad por enfermedades del corazón ha mostrado un
incremento constante, hasta llegar a constituirse en la primera causa de muerte en países como
México y España. En nuestro país es la segunda causa luego de las muertes violentas. Una
situación similar ha ocurrido con la enfermedad cerebrovascular (ECV), que ocupa el sexto lugar
dentro de la mortalidad general.
a. Las ECV son una causa muy importante muerte entre personas entre las personas mayores
de 40 años, son una fuente importante de discapacidad y aumento de los costos médicos.
b. La enfermedad de base es normalmente la ateroesclerosis, que se desarrolla
silenciosamente a lo largo de muchos años y suele ser avanzada cuando aparecen los
síntomas.
c. La muerte, el infarto o el ictus, ocurren frecuentemente de manera súbita, por lo que
muchas intervenciones terapéuticas son inaplicables o paliativas.
d. La ocurrencia epidémica de las ECV esta estrechamente asociada con los hábitos de vida y
factores de riesgo modificables.
e. La modificación de factores de riesgo ha demostrado de forma inequívoca que reduce la
mortalidad y la morbilidad, especialmente en personas con ECV diagnosticada o no.
Colesterol, a la molécula esteroidea, formada por cuatro anillos hidrocarbonados más una cadena
alifática de ocho átomos de carbono en el C-17 y un OH en el C-3 del anillo A. Aunque desde el
punto de vista químico es un alcohol, posee propiedades físicas semejantes a las de un lípido.
HDL (Colesterol HDL), son las lipoproteínas de alta densidad, participan en el transporte inverso
del colesterol, es decir de los tejidos hacia el hígado para su excreción o reciclaje. Los niveles altos
de HDL confieren una gran protección de problemas cardiovasculares al paciente.
Peso corporal, a la masa corporal expresada en Kg y que de acuerdo con el IMC, se clasifica de la
siguiente manera: IMC >18 y <25, peso recomendable; IMC 25 y <27, sobrepeso; IMC 27,
obesidad (kg/m2).
Triglicéridos, a las moléculas de glicerol, esterificadas con tres ácidos grasos. Principal forma de
almacenamiento de energía en el organismo. También llamados triacilgliceroles.
2. JUSTIFICACIÓN
Es sabido que uno de los grandes flagelos que ataca a las sociedades modernas e industrializadas
es la “Enfermedad cardiovascular” y que ésta se ha posesionado en el primer lugar como causa de
enfermedad y muerte.
Gran parte de esto se debió a un dramático incremento en los factores de riesgo cardiovasculares
(FRC) favorecidos por el vertiginoso ritmo actual y el deterioro de la tan nombrada “calidad de
vida”.
Estos FRC se definen como alteraciones que por si mismos y sin mediar otra causa nos predisponen
a padecer esta enfermedad cardiovascular ya mencionada.
Las intervenciones preventivas sobre los individuos son más eficientes a corto plazo cuando se
dirigen a los sujetos de mayor riesgo. Por tanto, estas recomendaciones establecen las siguientes
prioridades para la prevención cardiovascular en la práctica médica:
3. OBJETIVO GENERAL
4. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
4.2. Implementar las medidas de control necesarias para minimizar este riesgo.
5. MARCO DE REFERENCIA
Los FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCUALES, son aquellas circunstancias que mediante técnicas
estadísticas se ha demostrado que aumentan la posibilidad de que un individuo presente
enfermedad o muerte a causa de lesión en el sistema cardiovascular
5.1 FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULARES
Hipertensión arterial X
Tabaquismo X
Sexo X
Herencia X
Diabetes X
Obesidad X
MENORES
Sedentarismo X
Estres X
Gota (hiperuricemia) X
Edad X
La respuesta a esta pregunta es: la mayor parte de éstos, como el tabaquismo, hipertensión
arterial, colesterol elevado, diabetes y obesidad “SI”, pero no podremos modificar la edad, el sexo
o los factores de predisposición heredados.
En conjunto, por todo lo antes mencionado, la actividad física disminuye la mortalidad por todas las
causas y se traduce en más años y mejor calidad de vida.
Ante tal evidencia nos compete a los responsables de la salud en las empresas:
El desafío de los tiempos que corren es adecuar la actividad física a la exacta necesidad de cada
paciente, según su condición física, el actual estado de salud y su disponibilidad escasa de tiempo
tan común de esta época.
En primera instancia se requiere un control médico previo. Una vez realizado este se prescriben
actividades físicas, eligiendo aquellas de baja intensidad, las cuales le permitan sostenerlas mucho
tiempo como por caminar, caminar trotar, bicicleta, gimnasia aeróbicas entregadas por los
profesores del gimnasio. Usted elija la que se adapte mejor a lo que habitualmente hace en su vida
cotidiana, eso sí, recuerde buscar un lugar que le permita hacerlo en forma continua sin vidrieras ni
esquinas. Muchas veces los gimnasios con instructores formados y equipados con máquinas
adecuadas, las plazas y los parques son muy buenos lugares en medio de la ciudad donde poder
realizarlo.
Si hace mucho que no realiza actividad física y se siente fuera de estado, inicie sus actividades con
dos veces por semana y dos a tres semanas mas tarde, aumente a tres veces por semana (éste es
el número mínimo recomendado por la Sociedad Americana de Medicina del Deporte para mejorar
el estado de salud).
Respecto a la duración, inicie con sesiones de 20 a 30 minutos las cuales se podrán incrementar
cada una, dos o tres semanas, se acuerdo a su respuesta biológica o lo que es más fácil de
entender “cómo se sienta de cansado”.
Para incrementar la duración hágalo lentamente entre un 10% y un 15% cada vez (Ej. Si inició sus
actividades caminando 20 minutos y decidió aumentar el volumen porque se siente ya cómoda para
hacerlo, la próxima semana camine 22 a 23 minutos y así sucesivamente).
De esta manera ya ha comenzado, “felicitaciones” y recuerde cada uno necesita cosas distintas, a
nuestra medida, pertenecer a un programa siempre es más seguro y efectivo.
Aunque los cambios de comportamiento son necesarios en la mayoría de los pacientes con
enfermedad cardiovascular y en los individuos de alto riesgo, estudios recientes sugieren que existe
una gran diferencia entre las recomendaciones para cambios en los estilos de vida y los “consejos”
proporcionados por los médicos en la práctica habitual. El manejo de los factores de riesgo y, en
ambos casos, el cambio de conductas de riesgo (dieta inadecuada, consumo de tabaco,
sedentarismo) arraigadas durante muchos años, requiere de un abordaje profesional.
Para mucha gente puede resultar difícil cambiar su conducta de acuerdo con los consejos del
medico, especialmente para aquellos desfavorecidos social y económicamente, los que tienen un
trabajo monótono dependiente y no estimulante, los que se encuentran en situación familiares
estresantes o los que viven solos y carecen de apoyo social.
Además, las emociones negativas como la depresión, la cólera y la agresividad pueden constituir
barreras a los esfuerzos preventivos, tanto en pacientes como en individuos de alto riesgo. El
medico puede reconocer esas barreras usando un conjunto sencillo de preguntas y, aunque ello
puede ayudar y en algunos casos ser suficiente, la persistencia de emociones negativas graves
puede requerir la consulta con el especialista y terapia conductual o tratamiento farmacológico.
Puesto que los factores de riesgo psico-sociales son independientes del resto, siempre que sea
posible se insistirá en los esfuerzos para aliviar el estrés y contrarrestar el aislamiento social.
Los pasos estratégicos sobre el cambio de conducta, incluyen los siguientes:
Elegir dietas saludables es una parte integral del manejo del riesgo. Todos los individuos deberían
recibir consejo profesional sobre ñas mejores opciones alimentarias para forjarse una dieta con el
menor riego cardiovascular posible.
Una dieta sana y equilibrada reduce el riesgo a través de diversos mecanismos, entre los que se
encuentran la disminución de peso, el descenso de la presión arterial, la mejora del perfil lipidico
plasmático, el control de la glicemia y reducción de la predisposición a la trombosis.
Recomendaciones generales:
La dieta debe ser variada y proporcionar una ingesta calórica adecuada para el
mantenimiento del peso total.
Los alimentos cuyo consumo debe fomentarse son los siguientes: frutas y verduras,
cereales integrales y pan, productos lácteos bajos en grasa, pescado y carne magra.
El aceite de pescado y los ácidos grasos omega-3 poseen propiedades protectoras
especificas
La ingesta total de grasa no debería sobrepasar el 30% de la ingesta calórica total y la de
los ácidos grasos saturados no debería exceder un tercio de la ingesta total de grasa. La
ingesta de colesterol debería mantenerse por debajo de los 300 mg/dia.
En una dieta isocalórica, la grasa saturada puede ser reemplazada en parte por hidratos
de carbono complejos y en otra parte por ácidos grasos monoinsaturados y
poliinsaturados procedentes de alimentos de origen vegetal y pescado.
La actividad física debe ser fomentada en todos los grupos de edad, desde los niños hasta los
ancianos, y todos los pacientes e individuos de alto riesgo deberían ser aconsejados y apoyados
profesionalmente para incrementar su actividad física de una forma segura hasta alcanzar niveles
compatibles con el menor riesgo cardiovascular posible. Aunque la meta es al menos media hora de
actividad física la mayoría de días de la semana, incluso una practica mas moderada de actividad
física se asocia con beneficios para la salud.
Habría que estimular a las personas sanas para que eligieran actividades compatibles con sus
quehaceres diarios y de las que puedan disfrutar; preferiblemente entre 30 y 45 minutos al dia,
cuatro o cinco veces por semana, al 60-75 % de la frecuencia cardiaca máxima. Para pacientes con
enfermedad cardiovascular, el consejo debe estar basado en un juicio clínica exhaustivo, incluyendo
los resultados de un aprueba de esfuerzo. Otros comités de expertos han proporcionado
recomendaciones mas detalladas para estos pacientes.
Sobrepeso y obesidad
En los pacientes con enfermedades cardiovasculares y en las personas de alto riesgo en muy
importante evitar el sobrepeso, en caso de que este ya exista, intentar reducirlo. La reducción de
peso esta muy recomendada en personas obesas (IMC mayor o igual 30 Kilos/m2) o con sobrepeso
(IMC mayor o igual de 25 y menor de 30 Kilos/m2) y en aquellas con aumento de grasa abdominal
(perímetro de la cintura mayor de 102 cm en hombre y mayor de 88 cm en mujeres).
El éxito de la reducción de peso es mas probable si se cuenta con ayuda profesional pero también
requiere una fuerte motivación individual.
Presión arterial
La figura 2 muestra un árbol de decisión para el manejo de la presión arterial. Sin embargo, la
decisión de iniciar tratamiento antihipertensivo dependerá no solo del riesgo cardiovascular, sino
también de la presencia de lesiones de órganos diana. El tratamiento farmacológico deberá
iniciarse con prontitud en los sujetos con presión arterial asistólica (PAS) mayor o igual a 180
mmHg o presión arterial diastólica (PAD) mayor o igual a 110 mmHg independientemente de su
riesgo cardiovascular.
Los sujetos con PAS mayor o igual a 140 o PAD mayor o igual a 90 mmHg sostenida y de riesgo
elevado también requerirán tratamiento farmacológico, siendo la meta conseguir unas cifras de
presión arterial inferiores a 140/90 mm Hg. Similares elevaciones de la presión arterial en sujetos
de riesgo bajo, sin lesiones de órganos diana, requerirán un seguimiento muy estrecho y
recomendaciones sobre cambios en el estilo de vida. EL tratamiento farmacológico deberá
considerarse teniendo en cuenta la opinión del paciente.
Excepto en algunas ocasiones, los individuos con una PAS menor a 140 mmHg y una PAD menor a
90 mmHg no precisan tratamiento antihipertensivo. Los pacientes con riesgo cardiovascular
elevado o muy elevado y los sujetos con diabetes mellitus, se benefician de una mayor reducción
de la PA por debajo de la meta terapéutica de menor 140/90mmHg.
Los fármacos antihipertendivos no solo deben reducir los niveles de presión arterial de forma
efectiva. También deben presentar un perfil de seguridad favorable y ser capaces de reducir la
morbilidad y mortalidad cardiovascular. Cinco clases de fármacos antihipertensivos cumplen dichos
criterios: diuréticos, betabloqueantes, inhibidores de la ECA, antagonistas de los receptores de la
angiostensina II. En muchos ensayos clínicos, el control de la PA se a logrado mediante la
combinación de dos o mas fármacos antihipertensivo, y en la práctica clínica habitual, con
frecuencia es preciso el tratamiento farmacológico, la polifarmacia puede convertirse en un
problema importante, por lo que es necesario un buen manejo clínico, a fin de evitar interacciones
indeseables. En todos los pacientes, la reducción de la presión arterial debe obtenerse de forma
gradual. Para la mayor parte de pacientes, la meta terapéutica es lograr una presión arterial menor
de 140/90 mmHg, pero en los pacientes con diabetes, enfermedad renal crónica y en los sujetos de
riesgo elevado, se deben perseguir niveles inferiores de presión arterial.
Lípidos plasmáticos
En general, la colesterolemia debe ser menor de 5 mmol/L (190 mg/dl), y el colesterol LDL debe
ser menor de 3 mmol/L (115mg/dl). Para aquellos pacientes con enfermedad cardiovascular o
diabetes, los objetivos terapéuticos deben ser incluso mas bajos: colesterol total menor que 405
mmol/L (175mg/dl) y colesterol LDL menor que 2.5 mmol/L (100 mg/DL).
No se definen objetivos terapéuticos para el colesterol HDL ni para los triglicéridos, aunque las
concentraciones de estos se utilicen como marcadores de riesgo aumentado. Asi, colesterol HDl
menor que 1.0 mmol/L (40 mg/dl) en hombres y menor de 1.2 mmol/L (46 mg/dl) en mujeres, y
triglicéridos en ayunas superiores a mayor que 1.7 mmol/L (150 mg/dl) sirven como marcadores de
riesgos cardiovascular aumentado. Los valores de colesterol HDL y de triglicéridos también son
útiles como guía para seleccionar el tratamiento farmacológico.
El primer ensayo clínico que documento los beneficios clínicos (mejora de la supervivencia) del
tratamiento hipolipemiante con estatinas se realizo en individuos menores de 70 años y con un
colesterol total mayor que 200 mg/dl. Ensayos clínicos recientemente publicados, indican que el
tratamiento puede también ser efectivo en las personas de la tercera edad y en pacientes con
niveles de colesterol incluso más bajos.
Algunos individuos requieren tratamiento combinado. En pacientes con varias enfermedades que
requieren tratamiento de polifarmacia puede ser un problema importante y se requiere un buen
manejo clínico para abordarla.. Algunos pacientes, no lograran los objetivos terapéuticos a pesar de
recibir dosis máximas de tratamiento, pero se seguirán beneficiando del tratamiento, pero se
seguirán beneficiando del tratamiento en proporción a la disminución del colesterol conseguida.
DIABETES
En pacientes con diabetes tipo 1 y tipo 2, existe suficiente evidencia derivada de ensayos clínicos
randomizados que demuestran que el buen control metabólico previene las complicaciones
microvasculares. También existen razones suficientes para afirmar que la consecución de un buen
control de la glucemia puede prevenir eventos cardiovasculares en ambos tipos de diabetes
mellitus. En la diabetes tipo 1, el control de la glucemia puede prevenir eventos cardiovasculares en
ambos tipos
6. METODOLOGÍA
1
Esta ficha debe incluir la evaluación de todos los FRCV y se utilizará el test de Framinghan como
instrumento proyectivo.
b. Monitoreo de los siguientes exámenes paraclinicos: Perfil de lípidos (colesterol total,
triglicéridos, colesterol HDL, colesterol LDL, colesterol VLDL) y Glicemia
Los exámenes médicos periódicos deben ser igualmente registrados en la historia clínica
ocupacional y actualizar los registros de factores de riesgo cardiovasculares.
Teniendo en cuenta los factores de riesgo evaluados se determinan los sujetos catalogados como
“casos”, con base en la permanencia en los parámetros de normalidad de cada factor. Estos valores
se presentan a continuación y deberán ser revisados periódicamente de acuerdo con los estándares
de la OMS:
Trabajadores con riesgo medio: Individuos con factores de riesgos cardiovascular, que no cumplen
los criterios de riesgo alto.
Trabajadores con riesgo alto: son individuos con altor riesgo cardiovascular los que cumplen los
siguientes criterios:
Motivación y Capacitación
Es fundamental para lograr una cultura de prevención en salud ocupacional, que las personas
puedan asumir la responsabilidad de escoger estilos de vida más saludables en la medida de sus
posibilidades y que, además, puedan percibirse como personas valiosas en su condición de ser
humano.
La capacitación tiene como propósito despertar en los trabajadores la motivación suficiente para
generar comportamientos seguros a través de una estrategia de aprendizaje basada en la auto
gestión y el auto cuidado en salud.
Con la implementación de éste, se pretende que los trabajadores sean conscientes de su papel en
el mejoramiento de sus propios ambientes de trabajo, impulsando la continuidad del modelo para el
mejoramiento de la calidad de vida laboral.
2
MONTERO M. Ricardo. Gestión de la seguridad basada en las conductas. Memorias : Foro sobre
el tema. Suratep, 1997, p.7
Evaluar el cambio de comportamientos y divulgar los resultados por medio de gráficos
publicados a través de carteleras u otros medios informativos, que lleguen a los trabajadores y
a las directivas. La retroalimentación gráfica le permite al grupo que está siendo observado
compararse con el nivel de referencia. “Adicionalmente el gráfico es una forma de recordar que
el proceso se está ejecutando y que los esfuerzos están siendo medidos”
Mantener la meta alcanzada en los cambios de comportamientos a través del seguimiento, la
retroalimentación y el refuerzo periódicos.
Es de anotar que se alcanzan mejores resultados en la motivación del personal cuando ellos
mismos definen la meta que se pretende alcanzar.
7. Seguimiento y Evaluación
Porcentaje del personal que participa en el modelo y que a pesar de eso, desarrollan una
enfermedad cardiovascular.
Es importante anotar que esta incidencia se puede ver afectada por una prevalencia probable de
casos de enfermedad no diagnósticados con anterioridad en la empresa. Por lo tanto el indicador
podría mostrar una alta incidencia que no corresponde a fallas en la aplicación del modelo
ICS : Número de trabajadores con factores de riesgo que han modificado factores de riesgo 100
Numero total de trabajadores expuestos a ruido en el periodo.
El indicador permite evaluar el proceso de intervención sobre los comportamientos inseguros y la
adopción de estándares de comportamientos seguros del trabajador en una forma progresiva.0