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El Pacto de las Catacumbas

(Domitila 16 de noviembre de 1965) pocos días antes de la clausura del


concilio, cerca de 40 padres conciliares celebraron una eucaristía en las
catacumbas de Domitila. Pidieron ser fieles al espíritu de Jesús, y al terminar la
celebración firmaron lo que llamaron El Pacto de las Catacumbas. El Pacto es
una invitación a los hermanos en el episcopado a llevar una vida de pobreza y a
ser una Iglesia servidora y pobre como lo quería Juan XXIII.

Para los cristianos de la antigüedad, las catacumbas, con millares de sepulturas


repartidas en galerías laberínticas y que atesoraban las reliquias de obispos y
mártires, eran lugares fascinantes, cargados de memoria cristiana y de
curiosidades arqueológicas. Los cristianos no estaban de acuerdo con la
costumbre pagana de incinerar los cuerpos de sus fallecidos por lo que, para
solucionar los problemas debidos a la falta de espacio y al alto coste de la tierra,
decidieron crear estos vastos cementerios bajo tierra.

La importancia de las catacumbas es que en sí son unas galerías subterráneas


que algunas civilizaciones mediterráneas antiguas construyeron y utilizaron
como lugar de enterramiento. Las más conocidas y las mejor estudiadas son las
catacumbas en la ciudad de roma.

Las catacumbas nacieron en roma entre finales del siglo ii y principios del iii d.c
con el pontificado de papa Céfiro (199-217) que encargó al diácono calixto,
futuro pontífice, la tarea de supervisar el cementerio de la Vía Apia, donde
serían enterrados los pontífices más importantes del siglo iii.

Las catacumbas romanas datan del siglo II, y generalmente venian


construidas afuera de las muras de la ciudad.
● CATACUMBA DE SAN SEBASTIANO. ...
● CATACUMBA DE SAN CALLISTO. ...
● CATACUMBA DE PRISCILLA. ...
● CATACUMBA DE DOMITILLA. ...
● CATACUMBA DE SANT' AGNESE.1

1
omnesmag.com, rae.es catacumbas, disfruta roma.com , aboutroma.com
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El Pacto

El Pacto tiene trece cláusulas por las cuales los firmantes se comprometen a
llevar una vida sencilla y sin posesiones, "según el modo ordinario de la
población", rechazar los símbolos, títulos y privilegios de poder, no participar de
agasajos ni banquetes organizados por los poderosos, transformar la
“beneficencia” en "obras sociales basadas en la caridad y en la justicia, que
tengan en cuenta a todos y a todas", dando prioridad a los "pobres" y "personas
y grupos trabajadores y económicamente débiles y subdesarrollados", para
impulsar el "advenimiento de otro orden social, nuevo, digno de los hijos del
hombre y de los hijos de Dios"

Los Lefebvrianos

Se trata de una asociación tradicionalista de sacerdotes que ponen duda que sea
obligatorio 2 aceptar algunos puntos del concilio vaticano ii especialmente la
reforma litúrgica y el ecumenismo.

Según varios analistas, el principal problema no es que los Lefebvrianos no


acepten la aplicación del Concilio Vaticano II, sino que no aceptan el Concilio
mismo ni el Magisterio posterior. En concreto, rechazan el diálogo con las
demás religiones y la colegialidad de los obispos

Las relaciones de este grupo con Roma siempre han sido difíciles, pero
empeoraron dramáticamente en junio de 1988, cuando Lefebvre ordenó cuatro
obispos sin el permiso de Juan Pablo II. El encargado de mediar fue el entonces
cardenal Joseph Ratzinger, quien se reunió con Lefebvre pero no consiguió
hacerle entrar en razón.

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romereports .com
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La ordenación de obispos sin el permiso del Papa provocó automáticamente


causó la excomunión de Lefebvre y de sus nuevos obispos y por lo tanto, un
cisma en la Iglesia católica. Para buscar la reconciliación, Juan Pablo II
instituyó la comisión "Ecclesia Dei" que a lo largo de los años consiguió que
algunos seguidores de Lefebvre volvieran a la unidad con Roma.

Desde el principio de su pontificado, Benedicto XVI ha intentado acabar con el


cisma. En el verano de 2005 aceptó encontrarse con su superior, Bernard
Fellay. Y cuando los lefebvrianos solicitaron que se levantase la excomunión, el
Papa lo hizo, aunque formalmente siguen sin pertenecer a la Iglesia católica.

Los lefebvrianos consideran a Mons. Lefebvre como el San Atanasio de nuestro


tiempo, y a la Fraternidad sacerdotal de San Pío X (FSSPX) como garante
imprescindible de la ortodoxia doctrinal y litúrgica de la Iglesia. -Los
anti-lefebvrianos distan extremadamente en doctrina y espíritu de Mons.
Lefebvre y de la FSSPX, y sienten por ellos gran aversión. -Nosotros,
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obviamente, nos sentimos mucho más próximos de los lefebvrianos que de
aquellos numerosos pastores y teólogos «católicos» que han perdido la fe. -Los
filo-lefebvrianos comparten en mayor o menor medida las posiciones de los
lefebvrianos, y no reconocen en modo alguno su condición. -Afirman que
Mons. Lefebvre obró siempre con una conciencia buena y recta, también al
ordenar Obispos. -Pero contraponer la ley de la Iglesia y la conciencia bien
formada es una de las causas hoy más frecuentes de la degradación doctrinal y
pastoral. -Ordenar Obispos sin permiso de la Santa Sede es un acto gravemene
malo, que la Iglesia sanciona con la excomunión. -Es un acto gravemente
cismático. -El error-pecado primero de Lefebvre y de los lefebvrianos estuvo y
está en el discernimiento condenatorio de la Iglesia presente. -Y el segundo
estuvo y está en creer que ellos son necesarios para impedir que la Iglesia se
derrumbe en la herejía y el sacrilegio. -Son falsas las premisas mayores que
llevaron al cisma a la FSSPX. El Señor no necesita de nadie para salvar la
Iglesia. Es la Iglesia la que nos salva a nosotros.

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rome reports.com, Apologetica catolica.
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¿ Quién es Marcel Lefebvre ?

Marcel-François Marie Lefebvre C.S.Sp. (Tourcoing, Francia, 29 de noviembre


de 1905 - Martigny, Suiza, 25 de marzo de 1991) fue un sacerdote y arzobispo
católico francés.

Trabajó durante años como misionero espiritano en el África francófona.


Participó como obispo en el Concilio Vaticano II, al que luego criticó por
considerarlo como una ruptura con la tradición de la Iglesia católica.

En noviembre de 1970, Lefebvre fundó la Fraternidad Sacerdotal San Pío X con


la aprobación del obispo de Friburgo. Opuesto a la nueva misa y a las nuevas
doctrinas emanadas del Vaticano II, en 1976 fue suspendido a divinis por Pablo
VI y en 1988, alegando un estado de necesidad, pero contra la prohibición
expresa de Juan Pablo II, consagró cuatro obispos. Inmediatamente, la
Congregación para los Obispos vaticana emitió un decreto declarando que la
consagración era un acto cismático y que, en consecuencia, tanto él como otros
obispos participantes en la ceremonia, habían incurrido en la excomunión
automática,​de acuerdo con el derecho canónico.​En 2009 el papa Benedicto
XVI remitió estas excomuniones.

Marcel cursó estudios en el Colegio del Sagrado Corazón de Tourcoing. Padeció


la invasión alemana de su ciudad durante la Primera Guerra Mundial. Su padre
debió huir en 1915 por ayudar a los prisioneros ingleses y franceses a pasar las
líneas, por lo que la familia sufrió mucho su ausencia agravada con la escasez
de bienes básicos.

Cursó sus estudios de Filosofía y Teología en la Pontificia Universidad


Gregoriana de Roma. Fue ordenado sacerdote en 1929 por Achille Liénart,
arzobispo de Lille. Habiendo madurado en él la idea misionera y siguiendo los
pasos de su hermano René, se unió a la Congregación del Espíritu Santo. Tras
su noviciado, de solo un año de duración, hizo su profesión religiosa el 8 de
septiembre de 1932. Posteriormente fue enviado a África, más concretamente a
Gabón, donde se desempeñó como misionero en diversos lugares.4

4
Wikipedia.com.
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En 1939 regresó a Francia, pero durante el trayecto se declaró la Segunda


Guerra Mundial. Al poco de desembarcar fue movilizado y enviado, esta vez
como soldado, a África. Así con el tiempo justo para despedirse de su padre, al
que no volvería a ver: arrestado en abril de 1942 por pasar información a Gran
Bretaña, murió en el campo de concentración de Sonnenburg.

Pío XII lo nombró obispo de Dakar, cargo que ejerció entre 1948 y 1962. El
mismo Pio XII lo elevó posteriormente al rango de arzobispo y lo designó
legado apostólico para toda el África francófona. A la muerte de Pío XII cesó
como legado apostólico conservando el arzobispado de Dakar. Con motivo de la
promoción del clero nativo que impulsó Pío XII, Lefebvre dejó la cátedra de
Dakar a su discípulo Hyacinthe Thiandoum. Las presiones de los obispos y
cardenales franceses obligaron al papa Juan XXIII a dar a Lefebvre una pequeña
diócesis, la diócesis de Tulle, en lugar de un arzobispado aunque reconociéndole
su dignidad de arzobispo. Las otras condiciones fueron que no podía pertenecer
a la asamblea de los cardenales y arzobispos franceses (germen de la futura
Conferencia de obispos de Francia) y que estas condiciones no creasen un
precedente o una costumbre para los futuros obispos de Francia.

En calidad de superior general de los Padres Espiritanos, fue llamado por Juan
XXIII para formar parte de la Comisión Central Preparatoria del Concilio
Vaticano II.
El arzobispo Lefebvre fue uno de los padres conciliares y pudo constatar lo
conflictivas que estaban siendo sus sesiones. Fue uno de los prelados que se
agruparon para oponerse a las ideas consideradas extremistas de la alianza de
obispos centroeuropeos.6​Fundó junto a Don Antonio de Castro-Mayer, obispo
de Campos (Brasil), Geraldo Proença Sigaud, obispo de Diamantina (Brasil) y
Carli, obispo de Segni (Italia) el Cœtus Internationalis Patrum, al que se
adhirieron 250 obispos, con el objeto de defender en el aula conciliar la doctrina
y disciplina tradicional de la Iglesia. Esto le valió la oposición y enemistad con
los obispos franceses y alemanes.5

5
Wikipedia.com.
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Bibliografía

Antunes de Silva, José. El Pacto de las Catacumbas. Editorial del Verbo

Divino, 9 de Noviembre del 2015. Google Play Libros.

Los Lefebvrianos.” rome reports.com, Apologetica catolica.Wikipedia.com.

Omnesmag.com, rae.es catacumbas, disfruta roma.com, aboutroma.com.

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