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Chile cuenta con certificación de la interrupción de la trasmisión vectorial desde el año 1999
y con el tamizaje universal a la sangre donada a partir del año 2008, permitiendo el control
significativo de la transmisión por estas vías. Sin embargo, en el sistema de salud chileno,
tanto público como privado, está reconocido que la infección congénita por T. cruzi
constituye un desafío sanitario, al menos hasta que el número de mujeres en edad fértil
infectadas se reduzca a niveles marginales para el significado epidemiológico.
Transmisión madre-hijo
La transmisión de la infección al feto ocurre por vía hematógena, cuando el T. cruzi alcanza
la circulación fetal vía transplacentaria, principalmente a través del seno marginal. Como
resultado de ello, se produce una placentitis (focos inflamatorios agudos y crónicos), áreas
de necrosis, células gigantes y parasitismo de células trofoblásticas, vellositis e
intervellositis de distinta intensidad, corioamnionitis y funiculitis. La mayoría de las
alteraciones placentarias que se producen sólo se pesquisan con técnicas histoquímicas y
de microscopia electrónica, es decir, en un alto porcentaje de las placentas, no se observan
alteraciones con las técnicas histopatológicas rutinarias.
La infección por T. cruzi puede provocar aborto, mortinato y parto prematuro. Puede existir
infección congénita en embarazos sucesivos o aislados, y en los casos de gemelos
infectarse uno, ambos o ninguno. Incluso se ha documentado la transmisión
transplacentaria en segunda generación (desde la abuela a la mujer y de la mujer a sus
hijos). Esta transmisión es dependiente de factores inmunológicos del hospedero (la mujer),
de la placenta, del feto y de la carga y genotipo del parásito.
Pesquisar y tratar oportunamente los recién nacidos con infección por T. cruzi, hijos de
mujeres con enfermedad de Chagas. Para el logro del dicho objetivo se debe realizar la
confirmación diagnóstica oportuna de la infección por T. cruzi en las gestantes.
El tamizaje de la infección por T. cruzi, se realiza a través de la prueba serológica IgG anti-
T. cruzi (técnica ELISA), establecida en el flujograma de diagnóstico de laboratorio que
indica la normativa vigente, el cual se incluirá en el conjunto de pruebas de laboratorio que
se realizan al ingreso del control prenatal de las gestantes residentes en la zona endémica
del país, es decir, desde la Región de Arica y Parinacota hasta la Región de O'Higgins,
incluida la Región Metropolitana.
Los factores de riesgo que se buscan en esta anamnesis son los siguientes.
De la historia personal:
De la historia familiar:
a) Tener abuela, mujer o hermanos maternos positivos para la infección por T. cruzi.
b) Tener otros familiares consanguíneos directos cercanos como padres, hermanos,
primos tíos, hijos, con o sin antecedentes clínicos compatibles con enfermedad de
Chagas aguda o crónica, que hayan tenido niños de bajo peso de nacimiento, que
hayan presentado hepatoesplenomegalia, portadores de epilepsia no convencional,
o bien, síndrome TORCH en período neonatal.
c) Tener familiares que residen en zona endémica, con antecedentes de presencia del
vector intradomiciliario en caso de haber compartido la misma vivienda.
Consideraciones relevantes
Manejo de la gestante
- El diagnóstico de infección crónica por T. cruzi en toda mujer en edad fértil, obliga al
estudio y evaluación de toda su descendencia consanguínea.
Lactancia
Objetivo: