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ARTICULO 483

El obligado a prestar alimentos puede pedir que se le exonere si disminuyen


sus ingresos, de modo que no pueda atenderla sin poner en peligro su propia
subsistencia, o si ha desaparecido en el alimentista el estado de necesidad.
Tratándose de hijos menores, a quienes el padre o la madre estuviese pasando
una pensión alimenticia por resolución judicial, ésta deja de regir al llegar
aquéllos a la mayoría de edad.
Sin embargo, si subsiste el estado de necesidad por causas de incapacidad
física o mental debidamente comprobadas o el alimentista está siguiendo una
profesión u oficio exitosamente, puede pedir que la obligación continúe vigente.
(*)

(*) Texto según modificatoria introducida por la Ley N" 27646 de 23-01-2002.

CONCORDANCIA:

C.C. arto 424

Si en el artículo 481 se contemplaban las eventuales modificaciones en el


monto de la pensión alimenticia, en éste se reconoce la posibilidad del cese
provisional de la obligación cuando falte uno de los requisitos objetivos, o lo
que es lo mismo, si la fortuna del alimentante disminuyera o si la nueva
situación del alimentista le permitiera mantenerse por sí mismo. Esto quiere
decir que el aumento en los ingresos del alimentante o la reducción de los
ingresos del alimentista que le impidiesen atender a su propia subsistencia,
actualizaría la obligación, puesto que el derecho a percibirla no se extinguió
(LACRUZ BERDEJO y SANCHO REBULLIDA, PADIAL ALBÁS).

De acuerdo con el primer supuesto -la disminución de los ingresos del


alimentista-, se exige que el obligado carezca de los medios para atender a su
propia subsistencia, y aunque no se mencione en la ley, la de su familia si la
tuviera. No es necesario, en cambio, que el alimentante se encuentre en estado
de indigencia sino que haya disminuido la disponibilidad económica de que
disfrutaba anteriormente.

La finalidad de la norma es doble: proteger el derecho a la vida del alimentante


y no descuidar los gastos para manutención de su familia a que pudiese estar
afecto aquél, intereses que el legislador considera preferentes al pago de los
alimentos, de manera que, solo una vez satisfechas las necesidades
personales y las cargas familiares, es posible exigir el cumplimiento de la
obligación alimenticia.
Cabe precisar que se trata de una exoneración que afecta solo al alimentante,
puesto que, subsistiendo el estado de necesidad del alimentista, éste podrá
ejercer libremente su derecho frente a los demás obligados siguiendo el orden
de preferencias establecido por el legislador. El aumento de ingresos del
alimentante originaría una nueva obligación entre las partes para cuya
exigibilidad será necesario iniciar otro proceso judicial en el que se fije el nuevo
monto de la pensión, atendiendo a las nuevas circunstancias.
En cuanto a la desaparición del estado de necesidad, ello se puede deber no
solo a que el alimentista cuente ya con recursos propios para atender a su
subsistencia, como por ejemplo, si recibe una cuantiosa herencia, sino también
a que pueda contar con los medios necesarios para proporcionárselos, lo que
ocurriría si hubiese estado impedido de trabajar temporalmente por motivos de
salud. Esta solución es coherente con el propio fundamento de la institución: la
solidaridad familiar y la defensa del derecho a la vida, causas que al
desaparecer originan la extinción (temporal) de la obligación. De igual manera,
si el alimentista volviera a la situación de necesidad podrá solicitar una pensión
de alimentos en un nuevo proceso judicial.

EFECTOS DEL DIVORCIO

ARTICULO 350

Por el divorcio cesa la obligación alimenticia entre marido y mujer.


Si se declara el divorcio por culpa de uno de los cónyuges y el otro careciere de
bienes propios o de gananciales suficientes o estuviere imposibilitado de
trabajar o de subvenir a sus necesidades por otro medio, el juez le asignará
una pensión alimenticia no mayor de la tercera parte de la renta de aquél.
El ex cónyuge puede, por causas graves, pedir la capitalización de la pensión
alimenticia y la entrega del capital correspondiente.
El indigente debe ser socorrido por su ex cónyuge aunque hu. biere dado
motivos para el divorcio.
Las obligaciones a que se refiere este artículo cesan automáticamente si el
alimentista contrae nuevas nupcias. Cuando desaparece el estado de
necesidad, el obligado puede demandar la exoneración y, en su caso, el
reembolso.

CONCORDANCIA:

C.c. arts. 481, 482

Comentario

Carmen Julia Cabello Matamala

Eduardo Ignacio Fanzolato sostiene que el derecho-deber de alimentos entre


marido y mujer se origina y fundamenta en el vínculo matrimonial que los
emplaza en el estado de familia de cónyuges (FANZOLATO, p.12). El artículo
en comentario regula por excepción la relación alim~ntaria que pudiera
subsistir entre ex cónyuges. El tratamiento de esta temática va a abordarse en
dos estadios: desde la demanda hasta la emisión del fallo que declara la
disolución y a posteriori de la declaración de divorcio.

1. Durante el proceso de divorcio


En relación al primer tema resulta pertinente preguntamos en principio si es
jurídicamente posible que la o el cónyuge puede renunciar a su derecho
alimentario, al incoar su demanda de separación de cuerpos convencional o de
divorcio por causal; derecho que como tal es irrenunciable, personalísimo,
imprescriptible, incompensable, intransigible. Al respecto, consideramos que
esta expresión judicial y forense continuamente utilizada, de ser empleada
debe referirse única y exclusivamente a la renuncia de la prestación
alimentaria, que en todo caso no afecta al derecho alimentario en sí, que
subsiste por mandato legal, para los cónyuges durante el matrimonio, y por
tanto durante el proceso que dé lugar a la disolución y que éstos son libres de
ejercitarlo o no, de acuerdo con su estado de necesidad.

Consideramos que es necesario distinguir en materia alimentaria, su invocación


en los procesos de divorcio y separación por causal y los de separación de
cuerpos convencional y ulterior divorcio.

En los casos de acciones por causal, de acuerdo con lo dispuesto por el


artículo 483 del Código Procesal Civil, "deben" acumularse a la pretensión
principal de separación o de divorcio, las pretensiones de alimentos, entre
otros. Por lo que la legislación procesal requiere la petición expresa y
acumulada de alimentos, facultanda la procedencia de medidas cautelares en
esta materia, como lo es la asignación provisional de alimentos durante el
proceso. Es más, en la audiencia conciliatoria o de fijación de puntos
controvertidos y saneamiento probatorio, deben consignarse como puntos de
controversia independientes del referido a la, o las, causales objeto de debate
judicial, los vinculados a la fijación del monto o porcentaje de la prestación
alimentaria solicitada, a fin de que se admitan los medios probatorios
vinculados a esta materia, en particular los que contribuyan a ilustrar el criterio
del juez, y que muchas veces en los procesos de divorcio son postergados por
las partes, en la vorágine probatoria que atrae el debate judicial de las causales
de divorcio o separación, dificultándose la tarea del juzgador al momento de
fijar el quantum de la pensión alimentaria.

De no accionar los cónyuges en este aspecto, y como el artículo 342 del


Código Civil conmina al juez a que en la sentencia de divorcio o separación de
cuerpos señale la pensión de alimentos que los padres o uno de ellos debe
abonar a los hijos, así como la que el marido debe pagar a la mujer, o
viceversa; tratándose de menores de edad, en los que su estado de necesidad
se presume y en aras del interés superior del niño y del adolescente,
consagrado por el artículo 8 del Título Preliminar del Código de los Niños y
Adolescentes, el juez de familia ha de considerar el petitorio incompleto,
ordenando la subsanación del defecto, en salvaguar¡da del derecho alimentario
de éstos. En el caso de los cónyuges es distinto, se trata de sujetos capaces,
por lo que sería conveniente, en todo caso, dejar constancia en la audiencia
correspondiente de que el demandante no peticiona pensión de alimentos a su
favor, no pudiendo el a-quo, señalar pensión alimenticia que no ha sido materia
de petitorio. En todo caso, ha considerarse que el derecho alimentario del
cónyuge cuya separación o divorcio se está ventilando, subsiste en tanto se
mantenga el vínculo matrimonial, encontrándose expedito su derecho a
ejercitarlo judicialmente, correspondiéndole acreditar sus necesidades como
solicitante y las posibilidades del obligado.

De otro lado, en los casos de separación convencional, es fundamental la


propuesta del convenio, firmada por los cónyuges que regulan, entre otros, el
régimen de alimentos de éstos y de hijos menores de edad.

El juez no acogerá el contenido del convenio si éste no asegura


adecuadamente la obligación alimentaria y los deberes inherentes a la patria
potestad y derechos de los menores e incapaces. En ese entendido, bien
pueden los cónyuges expresar su voluntad de no desear percibir pensión de
alimentos del otro cónyuge, como también podrán omitirlo, no regulándolo
expresamente, y ello constituye el ejercicio libre del derecho, de no ejercitar un
derecho. En ese sentido, el juez no puede compeler a dos sujetos capaces
para que uno de ellos sea acreedor de una pensión alimenticia que no necesita
o, en última instancia, no desea, y que en todo caso, de necesitarla o quererla,
tiene expeditos los procedimientos legales para hacerla valer, por lo que
consideramos que, a la luz del sistema alimentario vigente entre cónyuges, no
es posible la fijación de oficio de una pensión alimentaria en favor de uno de los
cónyuges que no ha sido peticionada o materia de convenio.

Otro aspecto que creemos resulta aún más preocupante en la práctica, son los
términos en los cuales se propone el régimen de alimentos en el aludido
convenio, que por lo general se limita a señalar un monto o porcentaje en favor
de uno de los cónyuges y de los hijos menores, en algunos casos distinguiendo
las asignaciones por alimentista, y en otros fijando un monto o porcentaje
global para la prestación.

En este aspecto es importante considerar que durante el período comprendido


entre la demanda y la declaración dé la disolución del vínculo, los alimentos
entre cónyuges son obligatorios y tienen su fuente obligacional en la ley, las
partes en el convenio tan solo están regulando su cumplimiento, pero luego de
la disolución, por mandato también de ley, artículo 350 del Código Civil, se
establece como regla que los ex cónyuges no se deben alimentos entre
sí, excepto dos supuestos específicos que se tratarán más adelante; por tanto,
como puede comprenderse, resulta de particular importancia el texto del
convenio entre los cónyuges que puede dirigirse a regular tres situaciones:
. La no fijación de pensión alimenticia a favor de los cónyuges.
. Establecer la pensión de alimentos que uno de ellos prestará al otro mientras
sea su cónyuge.
. Fijar un régimen de alimentos a favor de uno de ellos, para el período que
dure el proceso, y que se prolongará luego de la disolución del vínculo.
En este último caso, ya no es la fuente legal sino la convencional la que
establece la subsistencia de la pensión alimenticia pese a la disolución del
vínculo. Si ése es el propósito de las partes, primero debe hacerse explícito en
el convenio y, como es natural, regularse claramente los montos, incrementos,
porcentajes y demás condiciones en las que deba cumplirse la prestación,
luego del divorcio.
En los casos en que se establezca pensión de alimentos a favor de varios
alimentistas, deben discriminarse sus asignaciones de un modo individual, a fin
de evitar problemas y procesos innecesarios a futuro, cuando cese, se extinga
o se configure algún supuesto de exoneración de la obligación alimentaria
contra alguno de ellos.

Suele advertirse, en la práctica forense, que los cónyuges acuerdan una


pensión de alimentos a favor de uno de ellos, en términos puros y simples, sin
añadir ningún tipo de aclaración en el convenio anexo a la demanda de
separación de cuerpos, luego, éste es acogido por la sentencia que declara la
separación. Posteriormente, a los seis meses de solicitada la conversión, la
sentencia de divorcio dispone, asimismo, que subsistan los acuerdos materia
de convenio incorporados en la sentencia de separación, finalmente, este fallo
en consulta es aprobado por el Tribunal Superior. Se trata, pues, de una
práctica judicial ancestral, que mantiene una pensión de alimentos luego del
divorcio, por el solo hecho de que fue mencionada en el convenio anexo a la
demanda de separación.

Exigir términos explícitos al momento de evaluar el convenio que será objeto de


aprobación judicial, es una forma más equitativa, si ése es el propósito, de
proteger a la eventual parte débil de esta relación que, confiada en una práctica
tradicional, puede considerar que se encuentran debidamente aseguradas sus
futuras pensiones alimenticias, que pudieron ser acordadas verbalmente, o
comprendidas así silenciosamente durante un proceso, que incluso son
incorporadas en su fallo de divorcio, para luego estas expectativas
desvanecerse cuando en cualquier momento después del divorcio, y como una
suerte de espada de Damocles, la contraparte invocando legalmente el artículo
350 del Código Civil lograra el cese de esta obligación.

Luego del divorcio, no será la ley de modo general, sino la convención como en
este caso, o la autonomía de la voluntad de uno de los ex cónyuges si se diera
esa liberalidad, la fuente sustentadora de la "pensión alimenticia" a brindarse.
Por lo que el tratamiento a posteriori de la eventual exoneración no se sujetaría
estrictamente a la reglas del derecho alimentario, sino contemplaría además las
que regulan las obligaciones civiles.

2. Luego del divorcio


El artículo 350 del Código Civil preceptúa, como principio general, que por el
divorcio cesa la obligación alimenticia entre los ex cónyuges, aunque dispone,
excepcionalmente, que:
Cuando el divorcio es declarado por culpa de uno de los cónyuges, el inocente
tendrá derecho a percibir alimentos, siempre que concurra alguno de estos
requisitos:

 Que carezca de bienes propios o gananciales suficientes.


 Que esté imposibilitado de trabajar.
 Que no pueda subvenir a sus necesidades por otro medio.

El monto de la pensión alimenticia será fijado por el juez, no debiendo exceder


a la tercera parte de la renta del obligado.
La naturaleza jurídica de los alimentos que pueda percibir el cónyuge inocente
del divorcio, y allí estamos diferenciándolos de los que provienen de los
procesos convencionales, se ha sometido a dos opiniones doctrinarias: Una
que sostiene su carácter estrictamente alimentario, mientras que la otra lo
considera indemnizatorio.

"La pensión alimenticia que se concede al esposo vencedor en el pleito es la


reparación de un perjuicio injustamente sufrido" (CAPITANT y COLlN, p. 734).
Eduardo Fanzolato precisará aún más: "Con la disolución del connubio, el
amplio derecho alimentario jure coniugii se torna imposible, porque los
divorciados ya no son cónyuges; pero, como la imposibilidad de que subsista el
derecho es imputable a la conducta antijurídica del que dio causa al divorcio,
los alimentos conyugales se trasustancian en una prestación compensatoria en
favor del inocente que experimenta el perjuicio (...). Así, por obra del divorcio se
pasa del campo del derecho matrimonial a la esfera jurídica patrimonial del
resarcimiento, ya que si estamos frente a una reparación _@~daños causados
por un proceder reprochable, la prestación no tiene naturaleza asistencial sino
que es substancialmente compensatoria, aunque tenga la "forma" periódica de
una renta alimentaría" (FANZO LATO , pp. 31-32).

Según este criterio, lo que se pretendería entonces sería indemnizar al


cónyuge que, sin culpa, se ve desprotegido ante la desaparición del deber de
socorro. Beneficio que no impide a la víctima solicitar, además, la
reparación del daño causado por los hechos que dieron lugar al divorcio.
De otro lado, los que le atribuyen un carácter estrictamente alimentario afirman
que "el precepto no permite autorizar ninguna pensión más que en cuanto
el esposo inocente no pueda vivir con los bienes que posea o con los
productos que perciba de la liquidación del régimen matrimonial, de
donde se ve que la pensión tiene carácter de alimentos" (ENNECCERUS,
KIPP y WOLF, p. 243).
En ese entendido, es el estado de necesidad el que haría justificable su
prestación; desaparecido éste, no tendría lugar la obligación, que cesaría
también con la muerte del ex cónyuge obligado.

Nuestro sistema consagra la naturaleza asistencial de la prestación alimentaría


entre los ex cónyuges, en los casos excepcionales regulados por el artículo 350
del Código Civil, que exige para la fijación extraordinaria de alimentos los dos
requisitos clásicos de una pretensión alimentaria: necesidad de quién los pide y
posibilidad de quien debe prestarlos.

En relación a la concurrencia del requerimiento asistencial con la inocencia del


cónyuge solicitante, interesantes inquietudes proponen la inclusión de las
causales de separación de hecho e imposibilidad de hacer vida en común, por
cuanto si tenemos en cuenta que ambas causales corresponderían al sistema
divorcio remedio, una en su modalidad de causal objetiva y otra de "divorcio
quiebre", no resulta muy comprensible que se mantenga en estos casos tal
exigencia,.en tanto por su naturaleza, resuelven un conflicto y no sancionan al
culpable de éste. No obstante nuestra ley civil no ha alterado el tratamiento del
régimen alimentario de los ex consortes, lo que confirma el tratamiento mixto
dado a las causales para su configuración y el de sus efectos. Regulación que
permite colegir que en materia alimentaria, aún en estas causales se mantiene
un tratamiento asistencialista sancionador, requiriéndose la inocencia o
perjuicio en el abandonado o en el cónyuge a quien se le imputa la
imposibilidad de hacer vida en común, en su comprensión de causal
inculpatoria genérica y no de divorcio remedio.

De otro lado, el mismo dispositivo señala que el ex cónyuge que se encuentre


en estado de indigencia, incluso aquél al que le sea imputable el divorcio, podrá
solicitar la prestación de alimentos a quien fue su consorte, medida razonable
por cuanto a pesar de lo acaecido, no pueden ser indiferentes a la miseria que
padezca uno de ellos.

La obligación alimentaria cesa automáticamente cuando el alimentista contrae


nuevo matrimonio, similar supuesto contenía el artículo 268 del Código Civil de
1936, cuando en su vigencia la jurisprudencia lo interpretó extensivamente,
señalando que: "Aunque la ley no ha previsto la situación de la mujer
divorciada que contrae relaciones sexuales con otros hombres, es indudable
que las disposiciones contenidas en el citado artículo 268 se hacen extensivas
a tales casos" (resolución suprema del 6 de octubre de 1949).

De lo expuesto puede establecerse que el régimen alimentario entre los


cónyuges durante la vigencia del matrimonio es una obligación legal,
recíproca,) y eminentemente asistencialista, mientras que una vez disuelto el
vínculo matrimonial, desaparece tal obligación legal excepto los dos casos
mencionados por el artículo 350 del Código Civil, concluyendo la obligación
alimentaria con la declaración de divorcio, excepto que de modo expreso los
cónyuges convengan que se asigne a uno de ellos una pensión alimenticia que
rija también a posteriori de la disolución matrimonial o por un acto de liberalidad
de parte del cónyuge que cumple la prestación.

Finalmente en este aspecto cabe reflexionar respecto a desde cuándo se hace


efectivo el cese de la obligación alimentaria, si ésta debe ser declarada de
oficio por el juez como una consecuencia legal del divorcio, o si debe ser
pretendida accesoriamente al divorcio, para ser por tanto materia de
pronunciamiento expreso. Posiciones divergentes se postulan en este tema, los
menos consideran atendiendo al literal del artículo 350 que con el divorcio debe
declararse el cese de los alimentos, mientras que la posición mayoritaria
sostiene que el cese debe ser peticionado expresamente, con el divorcio o
posteriormente vía acción, particularmente si existe mandato judicial
precedente a la disolución que dispone una pensión alimenticia. Aspecto
importante a resolver si tenemos en cuenta el supuesto de devolución de
prestaciones indebidamente prestadas y la aplicación del artículo 1275 del
Código Civil relativo a la no repetición de lo pagado para el cumplimiento de
deberes morales.

DOCTRINA

CAPITANT, Henry y COLlN, Ambroise. Curso elemental de Derecho Civil, tomo


l. Madrid, Instituto Editorial Reus, 1941; ENNECCERUS, Ludwig, KIPP,
Theodor y WOLF Martin. Tratado de Derecho Civil, tomo VI, vol. 1. Barcelona,
Editorial Bosch, 1953; FANZOLATO, Eduardo. Alimentos y reparaciones en la
separación y divorcio. Buenos Aires, Depalma, 1991.

JURISPRUDENCIA

"El artículo 350 del Código Civil, establece como regla general que el divorcio
pone fin a la relación alimentaria existente entre los cónyuges, constituyendo
excepciones a dicha regla los supuestos contenidos en el segundo y cuarto
párrafo de la norma acotada, no configurándose la primera de ellas cuando el
que solicita alimentos es el cónyuge culpable, ni la segunda cuando las
instancias de mérito han concluido que no se ha acreditado que la solicitante se
encuentre en estado de indigencia ni en estado de necesidad, no siendo
materia de casación el reexamen probatorio sobre tal conclusión".
(Cas. N9 1673-96, El Código Civil a través de la Jurisprudencia Casatoria, p.
173) a pesar de haber quedado disuelto el vínculo matrimonial, deberá fijarse
una pensión alimenticia si no se ha acreditado que la ex cónyuge trabaje o
subvenga a sus necesidades".
(Exp. N92398-87, Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima, Corte
Superior de Justicia de Lima, Jurisprudencia Civil, p. 58)

"Habiéndose establecido como hechos probados que la demandante no se


dedica de modo exclusivo a las actividades de atención al hogar, sino que está
dedicada a actividades mercantiles, y que el demandado con su remuneración
laboral provee lo necesario para el sustento de sus hijos que viven a su lado ya
quienes educa, no resulta debidamente aplicado el artículo 350 del Código
Civil".
(Cas. N° 772-98-Cusco, Sala Civil Transítoria de la Corte Suprema, El Peruano
del 14/10/98, p. 1904)

PLENO JURISDICCIONAL

PLENO JURISDICCIONAL 1998

ACUERDO N° 9: FIJACIÓN DE OFICIO DE ALIMENTOS A LA CÓNYUGE EN


PROCESOS DE SEPARACIÓN DE CUERPOS Y DIVORCIO Se dan dos
supuestos:

A. PARA LA SEPARACIÓN DE CUERPOS CONVENCIONAL


9.1. ¿Puede el juez declarar de oficio los alimentos, si los cónyuges no lo han
acordado?

CONSIDERANDO:

- Que, en principio la separación convencional resulta una separación de


consumo, en la que uno de los requisitos de la acción, consiste en acompañar
el convenio correspondiente, siendo en este convenio en donde se fija el
régimen de los alimentos, tenencia de los hijos, régimen de visitas, etc.; por lo
que estando el acuerdo de voluntades plasmado en él, éste no puede ser
afectado por intervención de un tercero (el Estado), por lo que el juez no podría
ir más allá de lo que las partes han fijado en dicho convenio; de viniendo en
aplicable el principio procesal contenido en el artículo VII del Título Preliminar
del Código Procesal Civil, por el cual "el juez no puede ir más allá del petitorio,
ni fundar su decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las
partes".

- Que, de otro lado, debe tenerse en cuenta que la fijación de alimentos de


oficio para la cónyuge, en procesos de separación de cuerpos o divorcio,
atentaría contra el espíritu de la ley, por cuanto está prescrito que por el
divorcio cesa la obligación de prestar alimentos, y en la práctica vemos que si
los cónyuges no han señalado régimen alimenticio entre sí, ello responde a su
capacidad económica. .
Por consiguiente, se exige, por parte del juez, un estudio prolijo de los casos a
fin de establecer si las partes en el convenio adjuntado a la demanda, han
fijado el régimen alimenticio que les concierne.

EL PLENO: POR MAYORíA ACUERDA:

Por mayoría de 26 votos contra 5, se aprobó que el juez no puede declarar de


oficio los alimentos para la cónyuge, si los cónyuges no lo han acordado.

B. PARA EL DIVORCIO:

9.2. En los procesos de divorcio por causal, ¿puede el juez declarar de oficio
los alimentos?

COMENTARIO:

Al respecto, esta circunstancia debe ser una excepción, fundada en el supuesto


que el cónyuge inocente no tenga medios para subsistir; en este sentido la
aplicación del acotado artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal
Civil exige una limitación, que puede ejercitarse cuando no afecta ni el derecho
de la defensa, ni el principio contradictorio, vale decir cuando no altera en nada
las pretensiones planteadas por las partes ni los hechos alegados sometidos a
probranza. De lo expuesto, debemos tener en cuenta que la finalidad del
proceso es lograr la paz social en justicia, por lo que no resultaría equitativo
que luego de un proceso de divorcio en el que la parte emplazada, si bien
mantenga el hogar y cuente con los medios económicos suficientes, a la vez
que se resuelva la disolución del vínculo matrimonial, ello pueda conllevar a la
extinción de la obligación alimentaria para con su cónyuge, máxime si este
último no cuenta con los medios económicos suficientes para subsistir (dado
que se dedicó al cuidado de los hijos y del hogar, lo que la sitúa en una
posición de desventaja), por lo que a fin de no mermar el derecho del cónyuge
inocente, el juzgador debe necesariamente emitir una declaración respecto al
derecho alimentaría del mismo, a fin de que se le permita llevar una vida
decorosa.
EL PLENO: POR MAYORíA ACUERDA:

Por mayoría de 23 votos contra 10, se aprobó que el juez sí puede declarar de
oficio los alimentos de la cónyuge.
(II Pleno Jurisdiccional, Acuerdo N° 9, Cajamarca, 1998)

***
Especialista :
Expediente :
Cuaderno :
Escrito :
Sumilla : Interpone demanda de exoneración de
Obligación Alimenticia.

SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO DE PAZ LETRADO


JUAN MANUEL ALBERTO ARENAS OBANDO, identificado
con DNI. N°41800600 con dirección domiciliaria en LA
AVENIDA Tumbes Manzana Y lote 4 Distrito de Cerro
Colorado Provincia y departamento de Arequipa;
señalando domicilio procesal en la Avenida Siglo XX 120
Of. 452 C.C. La Gran Vía Cercado, ante Ud.
respetuosamente digo :

I. DE LA DEMANDADA
AMPARO ESPINOZA GONZALES; a quien se notificará en la Avenida España
N° 220, Distrito de Alto Selva Alegre, Provincia y departamento de
Arequipa.

II. VIA PROCEDIMENTAL Y PETITORIO


Que en vía de proceso sumarísimo, interpongo solicitud de cese de la
obligación alimentaria por efecto del divorcio, a mi ex – esposa AMPARO
ESPINOZA GONZALES, de quien soy divorciado desde el 13 de octubre del
2008 con la resolución N° 13 del 10° Juzgado de Familia de Lima, no
habiéndose acreditado durante el proceso daño moral alguno ni estado de
necesidad de la parte vencida, solicitando se ordene la suspensión de las
retenciones mensuales del 35% de mis haberes que percibo como retirado
de la Marina de Guerra del Perú en la Caja de Pensiones Militar Policial.
Como acumulación objetiva originaria accesoria, planteo la devolución de
las pensiones impropias que se me vienen descontando directamente desde
que concluyeron sus derechos a ellas, de acuerdo a ley.

II. COMPETENCIA.
II.1.- Es competente el Juzgado de Familia a su cargo, por que existe
prueba de la cesación alimenticia por efectos en cuanto a los cónyuges
divorciados que devienen de la sentencia de divorcio y como tal el término
del vínculo familiar entre las partes y así lo dispone el 2do. párrafo del Art.
547 del Código Procesal Civil, referido a la competencia, tratándose de la
pretensión de alimentos y por ende, aplicable en caso de exoneración de la
obligación alimentaria.
II.2.- Por domiciliar el demandante dentro de la competencia territorial del
Juzgado y establecerlo así el Art. 560° del Código Procesal Civil aplicable a
la pretensión de exoneración de la obligación alimenticia, por disposición del
Art. 571 del citado cuerpo de leyes.
II.3.- Por ser competente en razón de la materia de acuerdo al Art. 9° del
C.P.C. concordante con el Art. 650° del código adjetivo sobre la
competencia especial en los casos de alimentos.

III. FUNDAMENTOS DE HECHO.


1.- Con la demandada contraje matrimonio con fecha 13 de mayo de 1977,
habiendo convivido con dicha persona hasta el 26 de marzo de 1998 vale
decir 20 años y 10 meses en que hicimos una separación de hecho por la
imposibilidad de vivir en común, de acuerdo a una disposición del Despacho
de la Décimo Tercera Fiscalía Provincial de Familia de Lima.

2.- En este contexto, la demandada me inició un juicio de alimentos con


fecha 26 de mayo de 1998, basada en falsedades e irrogarle la
representación de una hija que ya había cumplido la mayoría de edad, lo
cual afectó mis ingresos como pensionista de la Marina de Guerra del Perú;
posteriormente y arguyendo que me dedicaba actividades comerciales
extra-pensión que nunca sustentó y ella no trabajaba y padecía de
enfermedades crónicas, me inicia un proceso de aumento de alimentos,
haciéndome notificar en direcciones falsas, ante el Segundo Juzgado de Paz
de Breña Lima con el expediente 655-01 Secretario Alejandro Juro cuya
copia de la sentencia adjunto a la presente, y por la que actualmente se
viene reteniendo el 35% de mis haberes tal y conforme consta en mi boleta
de pago que anexo a la presente demanda. Esta sentencia hace que el
promedio de mis haberes actuales solo sea aproximadamente Trescientos
nuevos soles (S/. 300.00)
3.- Es de verse señor Juez que la cantidad que vengo percibiendo me stá
dando una calidad de vida miserable y pone en peligro mi propia
subsistencia y la de mi actual conviviente Dña. María Cecilia Muñiz Obando,
con quien tengo declarado una unión de concubinos desde el mes de
diciembre del 2001 según consta en el testimonio de declaración de
convivencia que también adjunto al incoar la presente. Es necesario hacer
de conocimiento del juzgador que soy portador desde hace cinco años de
síndrome de Parkinson, dicha enfermedad se agrava según el médico
tratante con las impresiones fuertes y estados psicológicos derivados de mi
estado de necesidad, como consta taxativamente en la copia certificada del
certificado médico otorgado por el neurocirujano Dr. Tomas Reyes Shultz.
Agrego que como consecuencia de dicho mal, he estado hospitalizado medio
año.

4.- De Igual forma mi conviviente padece de la enfermedad crónica de


Diabetes Mellitus Tipo 2, Hipertensión Arterial; Insuficiencia Circulatoria y
Síndrome Metabólico lo que requiere tratamiento permanente tal como se
indica en el certificado médico que anexo refrendado por el Dr. Milar Núñez
Delgado. Esta enfermedad le impide trabajar. Y recientemente ha sido
intervenida quirúrgicamente para neutralizar infección al útero como lo
demuestro con la orden de alta del Hospital Goyoneche del 17 de enero del
2010.

5.- A efecto de legalizar mi estado de alejamiento antiguo y permanente de


unión en consuno respecto de la demandada, tomé la determinación de
incoar un proceso de divorcio por la causal de separación de hecho que
corrió en el Décimo Juzgado de Familia de Lima en el Expediente N°183510
– 2005- 006344-0 Secretario Willam Chipana Avendaño, demanda que
resultó fundada con la Resolución N° 13 de fecha 13 de octubre del 2008,
declarando disuelto el vínculo matrimonial con la señora Amparo Espinoza
Gonzáles, sentencia que no fue apelada como es de verse en la copia de la
misma que adjunto como medio probatorio. Y en ella consta d emanera
taxativa en el décimo primero considerando: “ … independientemente de
la pensión de alimentos que le pudiera corresponder; para ello es
necesario que alguno de los justiciables demandante o
demandado proceda a formular petición o reconvención y
probarse dentro del proceso el daño moral ocasionado así como el
estado de necesidad de la parte afectada, esto en mérito a la
garantía constitucvional del debido proceso prevista en el
numeral 139 de la Carta Fundamental que resulta fundamental
para la validez del proceso , no habiéndose obrado de tal manera
dentro del proceso y no acreditándose daño alguno o estado de
necesidad correspondiente no resulta necesario emitir
pronunciamiento al respecto.”

6.- Explico efectivamente que en el juicio de divorcio llevado a cabo, en


ninguna oportunidad mi ex esposa ha invocado estar en estado de
necesidad, ni ha pedido ser beneficiada con una pensión de alimentos por
que ella sí desempeña actividades económicas relacionadas con la venta de
mercaderías que trae de las fronteras de contrabando y esos ingresos si son
considerables.

7.- Que en este momento mi situación económica es muy grave ya que


siendo mi percibo líquido solo 320.00 soles mensuales aproximadamente,
solo dispongo de S/. 10.32 soles diarios que no me alcanzan para cubrir
alimentación, alquiler de una morada, pago de los servicios de luz, agua y la
atención médica y medicinas; vale decir señor Juez, que me encuentro en
un estado de extrema pobreza, que ha llegado al extremo de no poder
favorecer a mi señora madre de 85 años de edad con quien en algún
momento realicé un acta de conciliación el 22 de marzo del 2004,
documento que acompaño en calidad de medio probatorio.

III.2.- Es el caso señor Juez, que con la demandante no tengo hijos


menores de edad por lo que ha fenecido largamente el derecho a percibir
alimentos por parte de mi ex esposa.

IV. FUNDAMENTACION JURIDICA.


Fundamento mi petitorio en las siguientes normas legales:
i. Art. 350 del Código Civil que preceptúa que por el divorcio cesa la
obligación alimenticia entre marido y mujer…. Y Cuando desaparece
el estado de necesidad, el obligado puede demandar la exoneración
y, en su caso, el reembolso.

ii. Art. 483 del C.C. según el cual el obligado a prestar alimentos puede
pedir que se le exonere si disminuyen sus ingresos, de modo que no
pueda atenderla sin poner en peligro su propia subsistencia, o si ha
desaparecido en el alimentista el estado de necesidad.

V. JURISPRUDENCIA.-
"Habiéndose establecido como hechos probados que la demandante no se
dedica de modo exclusivo a las actividades de atención al hogar, sino que está
dedicada a actividades mercantiles, y que el demandado con su remuneración
laboral provee lo necesario para su sustento, no resulta debidamente aplicado el
artículo 350 del Código Civil".(Cas. N° 772-98-Cusco, Sala Civil Transítoria de la Corte
Suprema, El Peruano del 14/10/98, p. 1904)

PLENO JURISDICCIONAL 1998


ACUERDO N° 9: FIJACIÓN DE OFICIO DE ALIMENTOS A LA CÓNYUGE EN
PROCESOS DE SEPARACIÓN DE CUERPOS Y DIVORCIO Se dan dos supuestos:
- Que, debe tenerse en cuenta que la fijación de alimentos de oficio para la cónyuge, en
procesos de separación de cuerpos o divorcio, atentaría contra el espíritu de la ley, por
cuanto está prescrito que por el divorcio cesa la obligación de prestar alimentos, y en la
práctica vemos que si los cónyuges no han señalado régimen alimenticio entre sí, ello
responde a su capacidad económica. .
Por consiguiente, se exige, por parte del juez, un estudio prolijo de los casos a fin de
establecer si las partes en el convenio adjuntado a la demanda, han fijado el régimen
alimenticio que les concierne.

Al respecto, esta circunstancia debe ser una excepción, fundada en el supuesto que el
cónyuge inocente no tenga medios para subsistir; en este sentido la aplicación del
acotado artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil exige una limitación,
que puede ejercitarse cuando no afecta ni el derecho de la defensa, ni el principio
contradictorio, vale decir cuando no altera en nada las pretensiones planteadas por las
partes ni los hechos alegados sometidos a probranza. De lo expuesto, debemos tener en
cuenta que la finalidad del proceso es lograr la paz social en justicia, por lo que no
resultaría equitativo que luego de un proceso de divorcio en el que la parte emplazada,
si bien mantenga el hogar y cuente con los medios económicos suficientes, a la vez que
se resuelva la disolución del vínculo matrimonial, ello pueda conllevar a la extinción de
la obligación alimentaria.

EL PLENO: POR Mayoría ACUERDA:

Por mayoría de 23 votos contra 10, se aprobó que el juez sí puede declarar de oficio la
exoneración de los alimentos de la cónyuge.
(II Pleno Jurisdiccional, Acuerdo N° 9, Cajamarca, 1998)
ppppp
VI. MEDIOS PROBATORIOS.
Ofrezco como medios probatorios los siguientes:
1) Sentencia de Divorcio en el Décimo Juzgado de Familia de Lima Exp.
183510-2005-000634-0 Resolución N° 13 de fecha 13 de octubre del
2008.
2) Resolución de Aprobación de Sentencia de fecha 17 de abril del
2009.Exp. 220-09 Segunda Sala Especializada en Familia Lima.
3) Sentencia de Aumento de Alimentos Expediente 655-01 del Juzgado del
Segundo Juzgado de Paz Letrado Breña Resolución 35 de fecha 20 de
diciembre del 2004.
4) Acta de conciliación con acuerdo total entre Juan Manuel Arenas Obando
y mi señora madre Elsa Betsabeth Obando Cuadros En el Centro de
conciliación Gratuito de Yanahuara de fecha 22 marzo del 2004.
5) 04 Copias legalizadas de las boletas de pensión mensual de la Caja de
Pensiones Militar Policial correspondientes a los meses de octubre,
noviembre y diciembre del 2009 y enero del 2010.
6) Testimonio Notarial de Concubinato con María Cecilia Muñiz Obando con
minuta de fecha 08 de enero del 2004.
7) Copia del Certificado Médico del paciente Juan Arenas Obando con
diagnóstico de Síndrome de Parkinson de fecha 04 de agosto del 2005
8) Liquidación de Pago de Medicinas de la Oficina de Abastecimiento Médico
de la Marina de Guerra del Perú de fecha 27de febrero del 2006 por la
cantidad S/. 347.40.
9) Certificado Médico de la Sra. María Cecilia Muñiz Obando con diagnostico
de Diabetes Mellitus Tipo 2 Hipertensión arterial, insuficiencia circulatoria
y otros. de fecha 12 de enero del 2010.
10) Invitación y Acta de Conciliación en el Centro de Conciliación
Yanahuara con inasistencia de una de las partes con fecha 07 de
diciembre del 2009.
11) Nota de Alta del Hospital Goyoneche y Liquidación de fecha 20 de
enero del 2010.
12) Boletas de venta exámenes y medicinas de mi conviviente sometida a
intervención quirúrgica.
13) Declaración de mi ex esposa Amparo Espinoza Gonzáles

POR TANTO:
Al Juzgado, solicito tener por interpuesta la presente demanda y darle el
trámite que a su naturaleza corresponda, declarándola fundada en su
oportunidad conforme a mi derecho y de acuerdo a ley.

PRIMER OTROSI DIGO.- Delegado las facultades generales de


representación a que se refiere el Art. 80° del Código Procesal Civil y
declaro haber instruido al litigante acerca de sus alcances. En cuanto al
domicilio del representado requisito para la representación judicial por
abogado, señalo que se encuentra indicado en la parte introductoria de la
presente demanda.

SEGUNDO OTROSI DIGO.- Que adjunto los siguientes anexos:


1.A.- Copia de mi DNI.
1.B.- Sentencia de Divorcio en el Décimo Juzgado de Familia de Lima Exp.
183510-2005-000634-0 Resolución N° 13 de fecha 13 de octubre del 2008.
1.C.- Resolución de Aprobación de Sentencia de fecha 17 de abril del
2009.Exp. 220-09 Segunda Sala Especializada en Familia Lima.
1.D.- Sentencia de Aumento de Alimentos Expediente 655-01 del Juzgado
del Segundo Juzgado de Paz Letrado Breña Resolución 35 de fecha 20 de
diciembre del 2004.
1.E.- Acta de conciliación con acuerdo total entre Juan Manuel Arenas
Obando y Elsa Betsabeth Obando Cuadros En el Centro de conciliación
Gratuito de Yanahuara de fecha 22 marzo del 2004.
1.F.- 04 Copias legalizadas de las boletas de pensión mensual de la Caja de
Pensiones Militar Policial correspondientes a los meses de octubre,
noviembre y diciembre del 2009 y enero del 2010.
1.G.- Testimonio Notarial de Concubinato con María Cecilia Muñiz Obando
con minuta de fecha 08 de enero del 2004.
1.H.- Copia del Certificado Médico del paciente Juan Arenas Obando con
diagnóstico de Síndrome de Parkinson de fecha 04 de agosto del 2005
1.I.- Liquidación de Pago de Medicinas de la Oficina de Abastecimiento
Médico de la Marina de Guerra del Perú de fecha 27de febrero del 2006 por
la cantidad S/. 347.40.
1.J.-Certificado Médico de la Sra. María Cecilia Muñiz Obando con
diagnostico de Diabetes Mellitus Tipo 2 Hipertensión arterial, insuficiencia
circulatoria y otros. de fecha 12 de enero del 2010.
1.K.- Invitación y Acta de Conciliación en el Centro de Conciliación
Yanahuara con inasistencia de una de las partes con fecha 07 de diciembre
del 2009.
1.L.- Nota de Alta del Hospital Goyoneche y Liquidación de fecha 20 de
enero del 2010.
1.LL.- Boletas de venta exámenes y medicinas de mi conviviente sometida a
intervención quirúrgica.
1.M.- Declaración de mi ex esposa Amparo Espinoza Gonzáles
1.N.- Arancel Judicial por ofrecimiento de pruebas.
Arequipa, 27 de enero del 2010

PLIEGO NTERROGATORIO Para la declaración de JAMPARO


ESPINOZA GONZALES en el juicio de Exoneración de Obligación
Alimenticia.
1) Si es verdad que la declarante, con fecha 13 de mayo de 1974 contrajo matrimonio
civil con el demandante Sr. Juan Manuel Alberto Arenas Obando en la
Municipalidad Provincial de Breña Lima.
2) Si es verdad que la declarante con el demandante Juan Manuel Alberto Arenas
Obando, procrearon 2 hijos, de nombres Ursula, y Juan Vladimir Arenas Espinoza y
si todos a la actualidad son mayores de edad.
3) Diga si es verdad que actualmente está percibiendo una pensión alimentos por la vía
judicial del orden del 35% del sueldo de su demandante.
4) Diga si Ud. es comerciante de mercaderías, que trae Ud. de la frontera; de ser así
cuantos años tiene en ese negocio y si percibe un margen de ingreso mensual actual
de S/. 5,000.00 cinco mil nuevos soles por ese concepto.
5) Si está debidamente notificada de la sentencia de divorcio que consta en la
Resolución N° 13 del 13 de Octubre del 2008 dictada en el 10° Juzgado de Familia
de Lima que resuelve disuelto el vínculo matrimonial con el Sr. Juan Manuel
Alberto Arenas Obando. De ser así por que sigue percibiendo la pensión como
cónyuge del demandante.

Arequipa 27 de enero del 2010.


POR TANTO:
Al Juzgado, solicito tener por interpuesta la presente demanda y darle el
trámite que a su naturaleza corresponda, declarándola fundada en su
oportunidad conforme a mi derecho y de acuerdo a ley.

PRIMER OTROSI DIGO.- Delegado las facultades generales de


representación a que se refiere el Art. 80° del Código Procesal Civil y
declaro haber instruido al litigante acerca de sus alcances. En cuanto al
domicilio del representado requisito para la representación judicial por
abogado, señalo que se encuentra indicado en la parte introductoria de la
presente demanda.
Arequipa 17 de marzo del 2010

Especialista : Juan Carlos Espinoza Sea


Expediente : 00383-2010
Sumilla : Exclusión de Patrocinio

SEÑOR JUEZ DEL SEXTO JUZGADO DE PAZ LETRADO


PERCY ARANIBAR MELGAR abogado en ejercicio,
identificado con C.A.A Nº 4038 que patrocinó a JUAN
MANUEL ALBERTO ARENAS OBANDO, identificado con
DNI. N° 41800600, en el proceso de cese de obligación
alimentaria contra Amparo Espinoza Gonzáles, ante Ud.
respetuosamente digo :

Que habiendo constatado que el patrocinado hizo en incluir en su demanda algunos datos
espurios entre ellos la falsificación de su firma, el bufete a mi cargo ha determinado no
proseguir con el patrocinio que se iniciara, por lo que habiendo declinado, solicito al juzgado no
tenerme como su defensor a partir del presente escrito.
En este contexto, retiro la representación que se otorgara en la demanda incoada la que quedará
fuera de toda articulación.

POR TANTO.
Al Juzgado, solicito se sirva tener por interpuesta la presente exclusión y
darle el trámite que a su naturaleza corresponde, conforme a mi derecho y
de acuerdo a Ley.
Arequipa 23 de abril del 2010

Especialista : Juan Carlos Espinoza Sea


Expediente : 00383-2010
Sumilla : Exclusión de Patrocinio

SEÑOR JUEZ DEL SEXTO JUZGADO DE PAZ LETRADO


PERCY ARANIBAR MELGAR abogado en ejercicio,
identificado con C.A.A Nº 4038 que patrocinó a JUAN
MANUEL ALBERTO ARENAS OBANDO, identificado con
DNI. N° 41800600, en el proceso de cese de obligación
alimentaria contra Amparo Espinoza Gonzáles, ante Ud.
respetuosamente digo :
Que habiendo sido notificado con la resolución Nº 02-2010 de fecha 27 de abril del 2010 para
que cumpla con precisar al Juzgado si mi ex patrocinado ha tomado conocimiento de la renuncia
que he realizado a su auspicio procesal contesto en forma afirmativa ya que ha sido retirado de
mi bufete su falso expediente por su propia esposa Dña. María Cecilia Muñiz Obando,
quien no ha abonado tampoco ninguna cantidad por honorarios
correspondientes a la demanda.

POR TANTO.
Al Juzgado, solicito se sirva tener por absuelto el requerimiento y darle el
trámite que a su naturaleza corresponde, conforme a mi derecho y de
acuerdo a Ley.
Arequipa 24 de mayo del 2010

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